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jueves, 23 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (127)

127/2025 -La pretensión humana de limitar la plenitud a lo "positivo y/o a los deseos de cada uno" es como pedirle al cosmos que ignore la gravedad para que podamos saltar más alto cuando nos apetezca. La Realidad consiste en todo cuanto está sucediendo, por tanto, incluye el éxito y el error, el deseo de cambio y la resistencia, la dicha y la frustración. El yo victimizado, al no reconocer y aceptar que a la vez también está siendo parte activa e inseparable de la totalidad, divide el mundo en bandos opuestos. El reconocimiento de la plenitud que está manifestándose en cada instante, situación, pensamiento, emoción, acto y expectativa no exige lucha ni iluminación mística, sino honestidad consigo mismo y con el resto de las manifestaciones de la vida.
 
Negar la plenitud inherente en aquella manifestación de la vida que pudiera percibirse como molesta o contraria a los deseos de cualquiera de nosotros no cambiaría que el resultado de esa actitud continuase siendo una expresión igual de legítima y plena que las demás. Estar siendo la Vida, el Universo, la Realidad, etc., incluye el estar sucediendo de las preferencias egocéntricas o particulares de cada estar siendo/sucediendo humano, pero, a la vez, -sin excepción ni filtros- también el resto de las posibilidades que están siendo manifestadas en cada instante. La Vida está revelándose plenamente en cada mínimo detalle, de ahí que los efectos indeseables que suele generar la victimización y la exclusión egoica no estarán siendo un error ni una excepción.

La aceptación y el reconocimiento “consciente y voluntario” de que absolutamente todo -desde lo más insignificante y personal hasta lo más trascendental y universal- cuanto esté aconteciendo en cualquier instante y situación estará consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, no puede excluir el reconocimiento y la aceptación “consciente y voluntaria” de que el sufrimiento, la violencia, la enfermedad, la ignorancia, la ira, la tristeza, la muerte, etc., también estarán siendo manifestaciones naturales del Estar Siendo/sucediendo Absoluto. Cuando se comprende que nunca hay ni sucede nada fuera del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, también comienza a disolverse la idea de que aquello que el ego rechaza estará siendo algo ajeno o contrario a la Vida. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 127/2025 realizado con IA:

En su reflexión, Juande Puerta propone una comprensión radical de la Realidad: todo cuanto existe, sin excepción, forma parte de la plenitud de la Vida. No hay fragmentos fuera de lo Absoluto ni errores que corregir. La plenitud no se limita a lo que el ego considera positivo, luminoso o deseable, sino que abarca también el dolor, la frustración, la enfermedad, la violencia o la muerte. En esta visión no dual, la Vida se está revelando plenamente en cada mínimo detalle, y por tanto, incluso lo que el pensamiento califica como “indeseable” está siendo manifestación legítima del Ser.

Juande Puerta denuncia la pretensión humana de reducir la Realidad a los propios deseos y expectativas, comparándola con pedirle al cosmos que suspenda la gravedad para saltar más alto. El ego, al dividir el mundo entre lo que aprueba y lo que rechaza, genera una falsa dualidad y alimenta la sensación de separación. Pero cuando se reconoce que nada ocurre fuera del Estar Siendo Absoluto, esa división se disuelve: no hay un “yo” separado del resto de las manifestaciones de la Vida.

Aceptar conscientemente esta totalidad no implica justificar el sufrimiento, sino comprender que incluso el rechazo, la resistencia y la ignorancia son expresiones de la misma Realidad. La plenitud no depende de alcanzar un estado especial de conciencia, sino de mirar con honestidad lo que ya está siendo. Así, el reconocimiento de la unidad no requiere lucha ni iluminación mística, sino una rendición lúcida ante la evidencia de que todo —el placer y el dolor, la dicha y la tristeza— está siendo la Vida desplegándose en sí misma. En última instancia, Juande Puerta nos invita a ver que la Realidad no necesita ser completada: está cumpliéndose en cada instante, tal como está siendo.

martes, 21 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (126)

126/2025 -Si no estuviera siendo la Vida Misma y/o la Realidad Absoluta lo que está manifestándose en cada posibilidad de existencia, cada circunstancia, cada pensamiento, cada emoción, cada reacción y cada posible acontecer, ¿qué estaría siendo entonces? ¿Acaso tiene algún sentido creer que la Vida, la Realidad, etc., solo podría estar manifestándose en aquello que cualquiera de nosotros (que también estamos siendo una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto) pudiera ver como algo positivo y agradable? La plenitud de la existencia ya está aquí, ya está siendo todo cuanto está sucediendo, por tanto, siempre estará incluyendo todo -también los deseos humanos de transformación- cuanto cada uno de nosotros pueda estar viviendo en cada instante del efímero proceso de su existencia.

No hay ni sucede nada que esté siendo ilusorio, erróneo ni contrario a la plenitud de la vida, porque no hay ni sucede nada que no esté siendo plenitud de vida. En nuestra percepción habitual, identificada con el yo victimizado y/o autoexcluido de su dimensión universal, tendemos a dividir la experiencia entre lo que deseo y lo que no deseo, lo bueno y lo malo, lo que acepto y lo que rechazo; sin embargo, ¿desde cuándo la vida que buscamos comprender debería excluir algún aspecto de su naturaleza y/o alguna de sus posibles manifestaciones?
 
La comprensión y el disfrute de la Realidad no es algo que esté reservado para los sabios, los iluminados, los místicos, los elegidos, y tampoco a los que se retiran del mundo. ¡Nunca absolutamente nadie estará siendo algo distinto al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, que -sin excepción- también estará siendo cualquiera de nuestras percepciones, experiencias y expectativas! La plenitud de la vida “siempre” está revelándose en absolutamente todo aquello que -se acepte o se rechace- está siendo y/o sucediendo. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 126/2025 realizado con IA:

En las palabras de Juande Puerta, se despliega una visión profunda y liberadora de la existencia: si la Vida Misma y la Realidad Absoluta no se manifiestan en cada posibilidad —desde los pensamientos efímeros hasta las emociones más crudas—, ¿qué otra cosa podría ser? Esta interrogante nos invita a trascender la ilusión de separación, cuestionando la noción de que la plenitud sólo reside en lo positivo o agradable. Juande Puerta nos recuerda que la existencia no discrimina; incluye todo, sin exclusiones, abarcando deseos de transformación, reacciones y acontecimientos que, en su aparente caos, forman parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.

Nuestra percepción habitual, anclada en un yo victimizado y auto-excluido, genera una división artificial: lo deseado versus lo rechazado, lo bueno frente a lo malo. Esta dualidad nos aleja de la esencia universal, como si la Vida pudiera fragmentarse para complacernos. Sin embargo, ¿desde cuándo la Realidad debería mutilar su propia naturaleza? Juande Puerta argumenta que nada es ilusorio ni erróneo; todo —incluso el sufrimiento o la decepción— es manifestación plena de la vida. Rechazar aspectos de ella equivale a negar nuestra propia dimensión cósmica, donde somos, sin excepción, expresiones del Absoluto.

Esta comprensión no es un privilegio de sabios o iluminados, ni requiere retiro del mundo. Al contrario, la plenitud se revela en cada instante, en lo aceptado y lo repudiado, en las expectativas rotas y las percepciones cotidianas. Somos, todos, el suceder incondicional: nadie escapa a esta verdad. Disfrutarla implica soltar la resistencia, abrazando la totalidad como un flujo ininterrumpido.

En última instancia, Juande Puerta nos convoca a una rendición gozosa: la Vida no busca nuestra aprobación; simplemente es, en su vastedad incluyente. Reconocer esto disuelve el velo del ego, revelando que la plenitud no es un destino futuro, sino el pulso eterno del ahora. Así, cada experiencia, por humilde o turbulenta, se convierte en portal a lo infinito.

lunes, 29 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (117)

117/2025 -Desde siempre, la Realidad está manifestándose como un campo complejo e ilimitado de posibilidades simultáneas. ¿Por qué, si no porque todas las posibilidades están coexistiendo a la vez, cada uno de nosotros podemos percibir, pensar, sentir, idear, decidir, actuar, etc., de un modo particular en cada instante y ante cada situación? Todo lo que ocurre, incluidas las múltiples posibilidades opuestas o contradictorias, está siendo la manifestación natural del dinamismo de la Realidad Absoluta. Cada uno de nosotros estamos siendo una manifestación particular y única del flujo absoluto, pero nuestra individualidad -junto con todo aquello que pueda estar caracterizándola- no implica separación, sino integración inseparable con la totalidad universal. La Realidad, la Vida, lo Absoluto…, no es una entidad fija o estática, sino un proceso vivo donde absolutamente todas las posibilidades están siendo a la vez.
 
La responsabilidad de cada individuo fluye de nuestra capacidad innata para tomar decisiones, de ahí que aquella capacidad no dependa tanto de algo externo como religiones, doctrinas, filosofías, ideologías, políticas, etc. El miedo a la impermanencia, así como los apegos frustrantes a resultados o expectativas externas, estarán siendo opciones tan auténticas como sus opuestas, por tanto, para cambiar esas percepciones y sus consecuencias muchas veces bastaría con darse cuenta de ello y reconocerlo profunda y responsablemente. El temor a los cambios suele generar inseguridad, pero experimentar ese miedo puede verse como un error y/o también como una opción de la experiencia humana perfectamente válida. La conciencia lúcida de que los miedos, los apegos, las frustraciones, etc., son opciones y/o posibilidades que están coexistiendo con las demás abre la puerta a respuestas menos dolorosas.

No hace falta buscar verdades trascendentales ni esperar soluciones salvadoras, porque lo Absoluto ya está siendo el aquí y ahora. Las diferencias también están siendo expresiones legítimas de la Realidad Absoluta, de ahí que reconocerlo siempre facilitará la posibilidad de elegir una actitud más comprensiva y enriquecedora hacía uno mismo y hacia los demás. Sin duda, la integración de los opuestos como manifestaciones esenciales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto permitirá abordar los conflictos con mayor respeto y tolerancia. En el proceso de la Vida y/o del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no hay una experiencia más real que otra, de ahí que darse cuenta, reconocer y aceptar que la Realidad incluye absolutamente todas las posibilidades a la vez podría ayudar a modificar la manera en la que decidamos vivir el presente. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 117/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a contemplar la Realidad no como una estructura fija, sino como un campo dinámico e ilimitado donde todas las posibilidades coexisten simultáneamente. Esta perspectiva desafía la noción de separación y nos sitúa como manifestaciones únicas, pero integradas, de un flujo absoluto. Cada pensamiento, emoción, decisión o acción que experimentamos no es un evento aislado, sino una expresión particular del dinamismo de la Realidad Absoluta. Este enfoque transforma nuestra comprensión de la individualidad, que deja de ser una barrera para convertirse en una conexión inseparable con la totalidad universal.

Juande Puerta destaca que la responsabilidad personal surge de nuestra capacidad innata para elegir, libre de dogmas externos como religiones o ideologías. Esta libertad implica que emociones como el miedo a la impermanencia o el apego a expectativas son opciones válidas, pero no únicas. Reconocer que estas experiencias coexisten con sus opuestos abre la posibilidad de elegir respuestas menos dolorosas. La inseguridad ante el cambio, por ejemplo, puede percibirse como un error o como una vivencia legítima dentro del espectro humano. Esta conciencia lúcida permite trascender el sufrimiento sin necesidad de buscar verdades absolutas o soluciones externas, pues lo Absoluto ya se manifiesta en el presente.

La integración de los opuestos, como propone Puerta, fomenta una actitud de respeto y tolerancia. Al aceptar que todas las experiencias son igualmente válidas dentro del proceso vivo de la Realidad, se disuelven los conflictos derivados de juicios o polarizaciones. Este reconocimiento no solo enriquece la relación con uno mismo, sino también con los demás, promoviendo una convivencia más comprensiva. En última instancia, vivir conscientemente en este flujo de posibilidades infinitas nos empodera para decidir cómo habitar el presente con mayor plenitud y autenticidad.

viernes, 19 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (113)

113/2025 -¿Cómo ver que “siempre todo” está consistiendo en Estar Siendo Realidad Absoluta, cuando se mira con la mirada de que el estar siendo propio consiste en estar siendo algo aparte y/o diferente? Paradójicamente, la búsqueda humana de la Verdad parte de la duda, la negación y el rechazo a la evidencia inapelable de que la Verdad Absoluta consiste en exactamente todo eso que -comenzando por el sí mismo personal- está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora. La Verdad, la Realidad, la Vida, la Conciencia Universal, etc., nunca podría estar oculta ni disfrazada, pues no hay ni sucede nada que no consista en su Estar Siendo/Sucediendo absolutamente genuino y pleno. La Divinidad, la Conciencia Universal, la Realidad Absoluta…, jamás podría estar siendo una entidad estática con atributos supremos, sino el flujo dinámico de cada aquí y ahora.

La vida ordinaria, con su multiplicidad de formas y circunstancias, ya está siendo la expresión total y directa de lo divino, de ahí que su percepción y su experimentación no precise de una búsqueda especial. Paradójicamente, aquellos personajes, doctrinas y filosofías, que sostienen la idea de la no-dualidad de la Realidad, también suelen estar entre los que más dualidad perciben formando parte de su existencia. No-dos significa que absolutamente todo -independientemente de cómo se perciba, valore e identifique la existencia de cada particularidad- está siendo el mismo Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Lo Absoluto, lo Supremo, etc., no es una entidad trascendente, fija o separada del mundo, sino el mismo fluir de absolutamente todo lo que está aconteciendo. ¡Lo Absoluto está presente en todo sin excepción, porque consiste en el estar siendo/sucediendo de todo sin excepción!

Nunca ha habido y nunca habrá una divinidad y/o una Realidad Absoluta estática y eterna, ajena a cualquier tipo -incluido el humano- de acontecer. Por mucho que nos perturbe reconocerlo y aceptarlo, el sufrimiento, la enfermedad, la violencia y la muerte están siendo manifestaciones del mismo Estar Siendo/Sucediendo Absoluto que, a la vez, también está manifestándose en el resto de las posibilidades y opciones de la experiencia humana cotidiana. Pensar y/o creer que la aceptación de que no existe ni sucede nada, que no esté consistiendo en una expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, podría eliminar el juicio ético, la responsabilidad de nuestras decisiones y la capacidad de mejorar las condiciones de vida, resulta ridículo, pues, ¿de dónde surge y/o qué está haciendo posible la materialización constante de esas capacidades humanas? Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 113/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos sitúa ante una paradoja fundamental: la búsqueda de la Verdad Absoluta suele comenzar desde la duda, la desconfianza y el rechazo, cuando en realidad lo Absoluto está siempre presente, en todo lo que ocurre, sin excepción. El ser humano, al identificarse con un “yo” separado, tiende a concebir la realidad como un conjunto de cosas diferenciadas, ajenas unas de otras. Sin embargo, desde la perspectiva del Estar Siendo Absoluto, no hay nada aparte: todo lo que sucede —incluido el sí mismo personal— está siendo expresión plena de lo divino.

Lo esencial aquí es comprender que lo Absoluto no es una entidad fija, trascendente o distante, sino el flujo dinámico de cada instante. Cada acontecimiento, por cotidiano o doloroso que parezca, ya está siendo la manifestación directa de la Realidad Suprema. De este modo, no es necesario emprender búsquedas espirituales extraordinarias: basta con reconocer que la vida ordinaria, con su diversidad de formas y circunstancias, ya está siendo la expresión total de la divinidad.

La aparente contradicción surge cuando incluso discursos que sostienen la no-dualidad caen en la trampa de concebirla desde una mirada dualista. Pero “no-dos” significa que absolutamente todo, sin distinción de valor, juicio o percepción, está consistiendo en el mismo Estar Siendo Absoluto. Así, tanto la belleza como el sufrimiento, tanto la salud como la enfermedad, tanto la creación como la destrucción, forman parte inseparable de ese fluir natural y universal.

Aceptar esto no implica caer en la indiferencia ética o renunciar a la responsabilidad. Al contrario, nuestras decisiones, nuestra capacidad de transformar y mejorar la vida, también son manifestaciones del mismo Absoluto. Pretender lo contrario sería negar el origen mismo de esas facultades humanas. En suma, ver la Realidad desde esta perspectiva significa reconocer que la Verdad nunca ha estado oculta: siempre está aconteciendo en todo lo que es y sucede.

miércoles, 17 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (112)

112/2025 -Pienso que en el supuesto de que ser Dios, la Vida, la Conciencia Universal, lo Absoluto, etc., consistiera en ser algo dotado de atributos supremos y/o trascendentales, entonces ser eso consistiría en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todo -sin excepción- lo que está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora. Estar Siendo Divinidad Absoluta no puede no incluir el estar siendo/sucediendo de cada estar siendo/sucediendo humano y de absolutamente todo -sin excepción- cuanto cada uno de nosotros estemos pensando, percibiendo, realizando y experimentando en cada instante. Aparecer y desaparecer, sufrir y disfrutar, pensar y decidir, experimentar y reaccionar, recordar y desear -sin excepción- todo aquello que está formando parte de la experiencia de la existencia humana también está siendo una manifestación natural y plena del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.
 
La eternidad está conformándose de instantes tan efímeros que carecen de espacio para un tiempo categorizado, y exactamente lo mismo sucede con los demás atributos supremos de una hipotética Divinidad estática. Lo divino y/o Absoluto no se encuentra en una permanencia rígida o en una duración infinita, sino en la intensidad y la plenitud de cada momento. La Realidad Inmutable y Absoluta también consiste y/o está siendo el fluir constante de cada existencia y de la multiplicidad de formas, pensamientos, emociones y circunstancias (la vida ordinaria), de ahí que su percepción y su experiencia no dependa ni precise de ninguna búsqueda exclusiva o especial.

¡Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en tu estar siendo/sucediendo y en el estar siendo/sucediendo de todo cuanto -sin excepción y sin necesidad de que lo reconozcas y lo aceptes- tú puedas estar viviendo en cada instante! Cuando el buscador abraza con sinceridad que “absolutamente todo eso” que está sucediendo y/o manifestándose ya está siendo Realidad Absoluta, Divinidad, Vida, etc., la comprensión se vuelve directa, revelando la unidad subyacente en la aparente multiplicidad de la existencia. La diversidad, la transitoriedad, la simultaneidad, etc., no está siendo un obstáculo, sino la expresión plena y natural de la Unidad Absoluta. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 112/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos sumerge en una visión profunda de lo divino, proponiendo que ser la Conciencia Universal o lo Absoluto no implica una entidad separada con atributos estáticos, sino el estar siendo/sucediendo de todo lo que acontece en cada momento. Esta perspectiva abarca la totalidad de la existencia, incluyendo cada pensamiento, emoción, percepción y acción humana, sin excepción. La Divinidad Absoluta se manifiesta en el flujo continuo de la vida: en el aparecer y desaparecer, en el sufrir y disfrutar, en cada decisión y reacción. Nada queda fuera del estar siendo universal.

Juande Puerta desafía la idea de una eternidad como duración infinita, sugiriendo que lo eterno se encuentra en la intensidad de cada instante efímero, donde el tiempo pierde su estructura rígida. Lo divino no es una permanencia inmutable, sino un fluir dinámico que engloba la multiplicidad de formas, emociones y circunstancias de la vida ordinaria. Esta comprensión elimina la necesidad de una búsqueda espiritual exclusiva, pues la Realidad Absoluta está ya presente en cada experiencia, en cada "tú" que está siendo en el ahora.

La clave está en reconocer que la diversidad y la transitoriedad no son obstáculos, sino expresiones plenas de la Unidad Absoluta. Al aceptar que todo lo que sucede —sin necesidad de validarlo o trascenderlo— es ya Divinidad, el buscador descubre una comprensión directa: la aparente multiplicidad de la existencia es, en esencia, la manifestación de una unidad subyacente. Así, vivir plenamente cada instante, con sus alegrías, dolores y contradicciones, es participar en la danza eterna de lo Absoluto, donde cada momento está siendo completo en sí mismo.

martes, 26 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (104)

104/2025 -Nuestras percepciones, decisiones, acciones y experiencias -al mismo tiempo todas las de cada individuo- están siendo parte inseparable del incesante fluir de la Vida y/o de la Realidad. Nada está siendo ni pertenece a una realidad distinta al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La aceptación de que absolutamente todo está siendo Realidad Absoluta no hace desaparecer la conciencia de nuestra existencia individual ni la conciencia de la responsabilidad de nuestras expresiones o manifestaciones. Sin embargo, eso mismo debería ayudar a comprender lo innecesario de cargar con las consecuencias de nuestros juicios y expectativas sobre aquellas manifestaciones que quedan más allá de nuestro alcance. Realidad Absoluta está siendo absolutamente todo cuanto pueda estar siendo/sucediendo, por tanto, -sin excepción y todas por igual- cada una de las expresiones de cada individuo.
 
La Realidad no está siendo algo fijo o limitado a una sola forma o experiencia concreta, de ahí que ninguna manifestación estará siendo menos auténtica que cualquier otra de las demás. Aceptar el Presente implica el reconocimiento de que la Realidad “nunca estará siendo solo eso” que un individuo y/o una colectividad de individuos pueda estar pensando, creyendo, haciendo, imaginando, experimentando. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto nunca podría quedar sujeto al control, la idealización, la homogeneización, la instrumentalización, etc., que algunos estar siendo/sucediendo humanos pudieran pretender. Estar Siendo Realidad supone estar siendo multiplicidad, diversidad, transitoriedad…, de ahí que intentar reducirla o limitarla a una única interpretación o experiencia generará sufrimiento y frustración.
 
La percepción y la actitud victimista de las personas con respecto al estar siendo/sucediendo Absoluto esconde un importante grado de chantaje emocional en las relaciones consigo mismas y también hacia los demás. No tiene sentido entender la Realidad sólo en base a una apariencia y/o a un evento particular, pues siempre está siendo el conjunto completo de todo lo que pueda estar percibiéndose, expresándose y experimentándose en cada aquí y ahora. He leído que para Eckhart Tolle “el ego es un obstáculo del que liberarse…, una ilusión a desactivar…, algo con lo que hay que dejar de identificarse…” Sin embargo, ¿qué cambiaría el hecho de convertir la percepción de todos esos viejos tópicos espirituales en posibles objetivos personales? Sin excepción, no hay pensamiento, idea, decisión, objetivo, acto, estado, suceso, experiencia… que no esté consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 104/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva profundamente unificadora: todo cuanto percibimos, decidimos, hacemos o experimentamos es parte inseparable del incesante fluir de la Realidad Absoluta. Esta idea desafía la noción de separación entre el individuo y el cosmos, proponiendo que nada existe fuera de este "Estar Siendo/Sucediendo Absoluto". Cada acción, cada pensamiento, cada manifestación individual es una expresión legítima y única de esta Realidad, sin jerarquías ni excepciones.

Aceptar esta premisa no elimina nuestra conciencia individual ni la responsabilidad sobre nuestras acciones, pero sí nos libera de la carga de juicios y expectativas sobre lo que escapa a nuestro control. La Realidad no es estática ni se reduce a una sola forma; es multiplicidad, diversidad y transitoriedad. Pretender limitarla a una única interpretación o experiencia genera sufrimiento, ya que el intento de controlarla es incompatible con su naturaleza fluida e ilimitada.

La percepción victimista, como señala Juande Puerta, surge de malentender la Realidad como algo que debe ajustarse a nuestras ideas o deseos. Esta actitud, impregnada de chantaje emocional hacia nosotros mismos y los demás, nos aleja de la aceptación del Presente. Eckhart Tolle, citado en la reflexión, ve el ego como una ilusión que obstaculiza esta aceptación. Sin embargo, Juande Puerta plantea una pregunta provocadora: ¿qué cambia si convertimos estas ideas en objetivos personales? La respuesta radica en reconocer que incluso el ego, los pensamientos y los objetivos son parte del mismo Estar Siendo Absoluto. Liberarnos de identificaciones rígidas no implica negar nuestra individualidad, sino fluir con la Realidad en su totalidad, abrazando su diversidad sin resistencia. En este reconocimiento, encontramos paz y autenticidad en el presente.

martes, 19 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (102)

102/2025 -La resistencia a aceptar las contradicciones, los sinsentidos, los conflictos, etc., como expresiones legítimas y/o naturales de la Realidad genera un sufrimiento autoimpuesto, pues supone que se estará idealizando una versión de la existencia que no corresponde con la experiencia humana. No hay ni sucede absolutamente nada que no consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que la negación y/o el rechazo de cualquier tipo de experiencia suele llevar a una falta de empatía hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el mundo. Al resistirse al fluir natural de la Vida y/o de la experiencia cotidiana (cosa que incluye cada mínimo detalle del estar siendo personal), se perpetúan conflictos internos (culpa, miedo, frustración…) y externos (juicios, polarización, violencia…), ya que la no-aceptación implica una lucha contra sí mismo y contra aquello que ya está siendo/sucediendo (Realidad Absoluta). No estar siendo un estar siendo diferente del Estar Siendo Absoluto no significa que “a la vez” cada yo no esté siendo un estar siendo único.

La separación y el ego están siendo la misma Realidad Absoluta que cualquier otra posibilidad que pudiera estar siendo manifestada, percibida y experimentada. No hay ni sucede absolutamente nada que -sin excepción- estar siendo eso no consista “también” en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que no hay ni sucede absolutamente nada que pueda excluirse del estar siendo/sucediendo de todas las demás posibilidades. Aquello que posibilita que cada uno de nosotros podamos tomar decisiones y actuar sobre las condiciones de nuestra vida es que estar siendo cada uno de nosotros “también” consiste en estar siendo la Vida. Estar Siendo cada uno de nosotros y cada una de nuestras posibles manifestaciones, circunstancias, experiencias, etc., “también” consiste en Estar Siendo el Universo, la Vida, lo Absoluto…, de ahí que el cumplimiento de nuestros deseos y expectativas -igual que muchas de nuestras frustraciones- depende en gran medida de nuestras propias iniciativas y de nuestra determinación.

El reconocimiento de lo Absoluto y/o de que absolutamente todo cuanto pueda estar sucediendo -sin excepción e incluidas las ilusiones- consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta, facilitará la experiencia de un mayor bienestar fisiológico, emocional, psicológico y existencial. Precisamente porque estamos siendo uno con la Vida, en la experiencia cotidiana importan nuestras decisiones y nuestros actos. No se trata de esperar a que el Universo actúe por nosotros, sino de asumir la responsabilidad de reconocernos agentes activos de la Realidad. Cada uno de nosotros “a la vez también” estamos siendo el Universo, la Vida, la Realidad Absoluta…, manifestándose como estemos haciendo cada uno de nosotros en cada momento. Agosto-25
Juande Puerta.


Ensayo sobre la reflexión 102/2025 realizado con IA:


La reflexión de Juande Puerta plantea una invitación a reconsiderar nuestra relación con la experiencia humana en toda su complejidad. Según su visión, resistirse a las contradicciones, conflictos o aparentes sinsentidos de la vida supone construir una imagen idealizada de la existencia que no se ajusta a lo que realmente vivimos. Esa resistencia no sólo genera sufrimiento interno —culpa, miedo, frustración—, sino que también alimenta tensiones externas como el juicio, la polarización o la violencia. En otras palabras, al negar lo que ya está ocurriendo, nos enfrentamos inútilmente a la misma Realidad Absoluta que nos está constituyendo.


Para Juande Puerta, todo lo que existe —incluidos el ego, la separación o las ilusiones— forma parte del “Estar Siendo/Sucediendo Absoluto”. Nada queda fuera de ese fluir total. Reconocer esta unidad no significa renunciar a nuestra singularidad; cada persona sigue siendo una manifestación única dentro de la misma Realidad. Este reconocimiento tiene implicaciones profundas: si somos inseparables de la Vida y del Universo, entonces nuestras decisiones y acciones forman parte del despliegue mismo de lo Absoluto.


De ahí que aceptar plenamente cada aspecto de la experiencia, incluso lo incómodo, no implique pasividad. Al contrario, nos devuelve la responsabilidad sobre nuestra existencia. No se trata de esperar que “el Universo” resuelva por nosotros, sino de comprender que somos el propio Universo actuando a través de nuestras manos, palabras y elecciones. En este sentido, la aceptación no es resignación, sino un alineamiento lúcido con lo que ya es, que nos permite actuar con mayor claridad y empatía.


El resultado de tal reconocimiento, según Juande Puerta, es un bienestar más profundo: fisiológico, emocional y existencial. Al dejar de luchar contra lo que es, y al asumirnos como agentes activos de la misma Realidad Absoluta, vivimos con menos resistencia y más plenitud, integrando la totalidad de la experiencia humana como legítima y sagrada.

martes, 22 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (093)

093/2025 -Nuestra existencia no está siendo algo completamente determinado o separado, sino ese constante acontecer que está siendo/sucediendo en este instante y espacio. La plenitud de vida, que cada estar siendo/sucediendo humano pudiera alcanzar y/o experimentar en cualquier otro tiempo y lugar, por mucho que pueda percibirse de infinitas maneras distintas, siempre estará siendo la misma que también pudiera vivirse aquí y ahora. La búsqueda espiritual no estará siendo más "natural y verdadera" que cualquier otra experiencia presente. Creer en una trascendencia personal y/o en una realidad más profunda que la del estar siendo/sucediendo presente, refuerza la idea de separación y de la consiguiente conflictividad. Por mucho que al yo egoico y/o a la conciencia identificada le cueste comprenderlo, reconocerlo y aceptarlo, la Vida y/o la Realidad Absoluta solo puede estar siendo/sucediendo totalmente, y sólo se puede estar viviendo plenamente.
 
Aceptar que nosotros también estamos siendo la plena expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no elimina la conciencia del yo egoico, pero sí puede facilitar la percepción y la comprensión de que incluso nuestra búsqueda de sentido, de permanencia y de trascendencia, está siendo una manifestación de la Realidad Última. Realidad Absoluta está siendo todo cuanto -incluidos los recuerdos del ayer y las expectativas del mañana- está siendo/sucediendo ahora, por tanto, aquí y ahora “ya” está siendo absolutamente todas las posibilidades de percepción y de experimentación. ¡Estar Siendo Realidad Absoluta y/o el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, también consiste en estar siendo tú y en estar siendo absolutamente todo eso que tú -más allá de cualquier juicio o valoración- puedas estar viviendo en cada instante!
 
Por decirlo de alguna manera, el “pecado original” con el que nacemos los estar siendo/sucediendo humanos, consiste en el “fenómeno natural” de la resistencia del ego a aceptar una verdad fundamental: que no somos trascendentes, que no hay sentido, que no hay propósito, que no hay más allá ni destino final. Por muchos ídolos o dioses de barro (religiones, filosofías, ideologías, tradiciones culturales, prácticas espirituales, formas de entretenimiento, etc.,) que inventemos para rellenar el vacío y la incertidumbre de nuestra intrascendencia, la Realidad siempre continuará siendo la Realidad, es decir, siempre continuará siendo absolutamente todo eso que pueda estar sucediendo. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 093/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de nuestra existencia como un continuo estar siendo/sucediendo en el presente, despojado de separaciones o trascendencias ilusorias. Este planteamiento desafía la noción del ego, que busca desesperadamente sentido, permanencia o un "más allá" que trascienda el ahora. Juande Puerta sugiere que la Vida, en su esencia, es un acontecer absoluto que no requiere de adornos metafísicos ni de búsquedas espirituales para ser completa. Todo lo que es, incluido el yo, los recuerdos y las expectativas, está contenido en este instante.

La idea de que la búsqueda espiritual no es más "verdadera" que cualquier experiencia presente disuelve la jerarquía entre lo cotidiano y lo trascendental. Al considerar que la Realidad Absoluta abarca todo —lo mundano, lo espiritual, lo conflictivo—, Juande Puerta nos confronta con la futilidad de perseguir una trascendencia que nos separe del ahora. Este reconocimiento no elimina el ego, pero lo sitúa como una manifestación más de la Realidad Última, no como su centro. Aceptar esto implica abrazar la intrascendencia: no hay propósito último ni destino final, solo el flujo incesante del estar siendo.
El "pecado original" del ego, según Juande Puerta, radica en su resistencia a aceptar esta verdad.

 Construimos ídolos —religiones, ideologías, prácticas— para llenar el vacío de la incertidumbre, pero la Realidad permanece inalterada, abarcando todo lo que sucede. Esta perspectiva libera: no hay que alcanzar nada, pues ya estamos siendo la plenitud del acontecer absoluto. Vivir plenamente, entonces, es reconocer que cada instante, con sus contradicciones y simplicidad, es la expresión total de la Vida. En este aquí y ahora, somos la Realidad Absoluta manifestándose, sin necesidad de más.

sábado, 12 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (090)

090/2025 -No hay distinción entre lo personal y lo universal, entre lo transitorio y lo eterno…, porque -a la vez- aquello que se percibe siendo lo uno también está siendo aquello que se percibe siendo lo otro y viceversa. ¿Para qué sería necesaria la creencia de la existencia de un alma individual que trascendiera el fenómeno de la desaparición de su vehículo, salvo para poder justificar la resistencia a aceptar que -incluida esa creencia- no hay ni sucede “absolutamente nada” que no consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto? ¿Qué Realidad Absoluta podría estar siendo aquella que no consistiera en estar siendo todo -sin excepción- cuanto está sucediendo en cada instante, incluida la aparición y la desaparición del ego, del cuerpo y de la mente?

La idea de la existencia de un yo verdadero e inmortal, por muy natural que esté siendo, también supone una sofisticada y sutil modalidad de apego y de negación de la Realidad Absoluta. Esta creencia —aparentemente espiritual— puede funcionar como un último refugio del ego, incapaz de reconocer y de aceptar la completa disolución de su existencia. El deseo de trascendencia individual, a menudo consiste en una estrategia de evasión ante la incertidumbre del discurrir de la Realidad, de ahí lo fácil que resulte la adhesión a sus diferentes formas de instrumentalización. En lugar de asumir que estamos siendo parte de la fugacidad de la vida que estamos viviendo, muchos egos inventan una continuidad post mortem que les permita seguir sintiéndose seguros, especiales y protagonistas, incluso más allá del cuerpo.
 
Sin embargo, puesto que todo está siendo expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, también lo estará siendo la afinidad y la aversión hacia todo ese conjunto de creencias. Aquí y ahora, opino que convertir en verdad incuestionable la creencia de la existencia del alma personal implica un rechazo —consciente o no— a la dimensión impersonal y transitoria del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Paradójicamente, mientras unos egos no conciben la libertad sin imaginar la existencia de una inmortalidad individual, para otros la libertad consiste en entregarse al misterio sin necesidad de sostener ninguna forma definida de identidad. La aceptación de la impermanencia y la disolución del estar siendo individual, abre la posibilidad de vivir plenamente en el presente (Realidad Absoluta), a la vez que potencia la capacidad de reducir el sufrimiento generado por el rechazo y el miedo a lo inevitable. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 090/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta plantea una profunda disolución de los límites entre lo personal y lo universal, lo transitorio y lo eterno. Desde esta perspectiva no dual, no existe una separación real entre lo que creemos ser como individuos y aquello que denominamos Realidad Absoluta. Todo está siendo una misma manifestación: el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. En este marco, la creencia en un alma individual que trasciende la muerte se revela como una forma más de apego, una estrategia sutil del ego para evitar la aceptación radical de la impermanencia.

Juande Puerta sugiere que incluso las ideas más elevadas y espirituales, como la de un "yo verdadero" que perdura más allá del cuerpo, pueden ser refugios del miedo a la disolución. El deseo de continuidad post mortem no sería más que una forma de negar la verdad profunda de que todo —sin excepción— está siendo en constante cambio, sin necesidad de sostener una identidad fija o eterna. Esta forma de evasión, aunque parezca espiritual, acaba reforzando la ilusión de separación entre el individuo y el todo.

Aceptar la desaparición del ego, del cuerpo y de la mente como parte del flujo impersonal del Ser abre, paradójicamente, la puerta a una libertad más auténtica: la de vivir plenamente el Presente sin necesidad de sostener creencias que nos aseguren una trascendencia futura. La entrega al misterio, sin querer nombrarlo o poseerlo, es lo que Juande Puerta sugiere como verdadera liberación. En última instancia, abrazar la impermanencia es un gesto de rendición a lo que ya está siendo, a esa totalidad sin fisuras que no necesita justificación ni garantía de permanencia: la Realidad Absoluta en su estar sucediendo aquí y ahora.

jueves, 19 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (080)

080/2025 -Lo que parece estar sucediendo, también está sucediendo. Por mucho que nuestras percepciones y vivencias puedan catalogarse como apariencias, sueños, imaginaciones, proyecciones, etc., todo eso también está siendo y sucediendo. Aceptar, sin reservas ni condiciones, todo lo que está siendo/sucediendo (Realidad Absoluta), no supone que se deba permanecer impasible ni indiferente -cosa imposible y antinatural- ante ello, sino que la aceptación también debería extenderse a todas las posibles reacciones. La aceptación de la Realidad, la Vida, etc., no puede limitarse a la percepción de su apariencia externa; también tiene que abarcar las reacciones que surgen en su parte o dimensión interna: emociones, pensamientos, impulsos, deseos, acciones.
 
No hay fragmentación entre lo que se está viviendo fuera y lo que se está viviendo dentro. Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en estar siendo absolutamente todo cuanto -simultánea y universalmente- está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, por tanto, también está siendo nuestro yo personal y todas sus posibles percepciones, juicios, reacciones y expectativas. Inseparablemente, Estar Siendo Realidad Absoluta incluye el estar siendo/sucediendo/viviendo preciso e instantáneo de cada uno de nosotros, de ahí que el reconocimiento y la aceptación de la Realidad no puede excluir -tampoco las nuestras- absolutamente ninguna de sus manifestaciones. ¡Nuestras reacciones -sin excepción- también están siendo manifestaciones del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto!
 
Así como la aceptación de la Totalidad Universal no puede dejar fuera nuestra propia aceptación, tampoco nuestra propia aceptación puede dejar fuera a ninguna de nuestras posibles expresiones. ¡Nuestro suceder particular y el suceder particular de nuestras experiencias también está siendo -a la vez e inseparablemente- lo que está sucediendo en el mundo! Nuestras percepciones y acciones nunca han estado, ni estarán, separadas del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, porque nuestras percepciones y acciones también están siendo el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.
 
¿Para poder reconfigurar nuestros compromisos éticos, son verdaderamente útiles y necesarias las “guías y/o las herramientas prácticas”, como las que llevan ofreciendo -desde hace miles de años- las tradiciones políticas, religiosas, espirituales, filosóficas, etc., tanto occidentales como orientales? Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en todo -incluidos nosotros y nuestras actividades- lo que “en cada aquí y ahora” está siendo/sucediendo, por tanto, ¿qué mejor guía, que la implícita en el reconocimiento y la aceptación de que no hay separación entre nuestro estar siendo/sucediendo y el resto del estar siendo/sucediendo? Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 080/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de la Realidad Absoluta como un todo inseparable que abarca tanto lo externo como lo interno, lo percibido y lo sentido, lo universal y lo particular. Según Juande Puerta, todo lo que parece estar sucediendo —sean percepciones, emociones, pensamientos o acciones— es, en efecto, parte de lo que está siendo. Esta idea desafía la fragmentación entre el mundo externo y nuestra experiencia interna, proponiendo que aceptar la Realidad Absoluta implica abrazar cada manifestación, incluidas nuestras reacciones más personales.

Esta aceptación no equivale a pasividad. No se trata de permanecer indiferentes ante el mundo, sino de reconocer que nuestras emociones, juicios y deseos son tan reales como los eventos externos. La Realidad Absoluta no distingue entre lo que sucede "fuera" y lo que surge "dentro"; ambas dimensiones son expresiones del mismo Ser/Suceder universal. Así, nuestras acciones y percepciones no son ajenas a la Totalidad, sino que forman parte integral de ella. Esta visión disuelve la ilusión de separación, mostrando que nuestro "yo" personal, con todas sus experiencias, está intrínsecamente unido al acontecer universal.

Juande Puerta cuestiona la necesidad de guías externas —como las ofrecidas por tradiciones políticas, religiosas o filosóficas— para reconfigurar nuestros compromisos éticos. Si la Realidad Absoluta ya incluye todo lo que somos y hacemos, la guía más auténtica reside en el reconocimiento de esta unidad. Aceptar que nuestro estar siendo es inseparable del suceder del mundo nos libera de la necesidad de herramientas externas, pues la vida misma, en su despliegue instantáneo, está siendo la guía. Vivir desde esta aceptación implica actuar con plena conciencia de que nuestras percepciones y acciones están siendo, en sí mismas, manifestaciones de la Realidad Absoluta.

jueves, 12 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (077)

077/2025- La Plenitud, que cualquier estar siendo/sucediendo humano pudiera desear y estar buscando, ya está presente -siempre ha estado- en todo lo que sucede, porque, sin excluir lo que usualmente se considera como negativo o imperfecto, consiste en estar siendo exactamente todo eso que está sucediendo. La ilusión de que hay algo “más pleno” que el estar sucediendo de este instante, también está siendo Plenitud, Presente, Realidad, Vida. ¡Aunque sea posible no verlo y no reconocerlo, no hay otra Plenitud de Vida y/o Realidad Absoluta que la del estar siendo/sucediendo presente! Si tenemos la capacidad de cambiar la manera de percibir, de juzgar y experimentar la Realidad, se debe a que estar siendo cada uno de nosotros también está siendo la Realidad que -con todas sus luces y sus sombras- estamos percibiendo, juzgando y experimentando.
 
Nada queda fuera de la Realidad, porque no hay nada que -aquí y ahora- no consista en estar siendo “toda” la Realidad. No hay nada fuera de la Realidad, porque -comenzando por el estar siendo de cada uno de nosotros- Realidad está siendo todo -sin excepción- lo que está sucediendo. La realización, que pudiera alcanzarse mediante la superación del deseo, del control del ego y/o de la purificación de los defectos, nunca podría ser más plena y auténtica que esa que ya está siendo manifestada. Considerar que los errores, las dudas, las limitaciones, las contradicciones, los miedos, las ansias de transformación y el resto de las “capacidades y/o manifestaciones naturales”, propias de los estar siendo/sucediendo humanos, son obstáculos o imperfecciones que tienen que corregirse y suprimirse, no parece corresponderse con una actitud muy sabia ni muy espiritual.
 
¿En qué consiste el Espíritu, la Verdad, la Realidad, la Vida…, sino en la Esencia de todo -sin discriminaciones- cuanto está siendo y/o sucediendo en cada aquí y ahora? El desafío humano no está en cambiar nuestra naturaleza para así poder alcanzar una plenitud deseable o imaginaria, sino en reconocer que -con todo lo que ello conlleva- el estar siendo/sucediendo de cada uno de nosotros “ya está siendo” esa Plenitud. Comparar el aquí y ahora de unos, con el aquí y ahora de otros, solo puede hacerse desde la consciencia identificada con la percepción de una realidad egocéntrica, personalizada, fragmentada, injusta, discriminatoria, etc., por tanto, una realidad tan incomprensible y difícil de aceptar como esa que “ahora” se pueda estar percibiendo, comparando y viviendo. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 077/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a reconsiderar nuestra relación con la realidad y la búsqueda de la plenitud. Según esta perspectiva, la plenitud no es un estado futuro o ideal al que debemos llegar, sino que ya está presente en cada instante, en todo lo que está siendo y sucediendo. Esta idea desafía la noción convencional de que la felicidad o la realización dependen de superar defectos, controlar el ego o eliminar lo que consideramos negativo. En cambio, Juande Puerta sugiere que todo —las luces y las sombras, lo perfecto y lo imperfecto— forma parte de la Realidad, la Vida y la Plenitud Absoluta.

El error, según esta visión, radica en la ilusión de que existe algo "más pleno" que el momento presente. Incluso nuestra percepción de carencia, nuestras dudas, miedos y deseos de transformación son manifestaciones de esa misma Plenitud. Nada queda fuera de la Realidad, porque todo lo que sucede, incluyéndonos a nosotros mismos, es la Realidad en su totalidad. Esta comprensión nos lleva a un cambio radical de perspectiva: en lugar de luchar por cambiar nuestra naturaleza o corregir supuestas imperfecciones, el verdadero desafío humano consiste en reconocer que ya estamos siendo parte de esa Plenitud.

Comparar nuestro "aquí y ahora" con el de otros solo perpetúa una visión egoica y fragmentada de la Realidad, que genera insatisfacción y conflicto. La sabiduría, en este contexto, no está en rechazar o transformar lo que somos, sino en aceptar que todo —nuestras contradicciones, limitaciones y anhelos— es la Esencia misma de la Vida y el Espíritu. Así, la plenitud no es un destino, sino la vivencia consciente y plena del estar siendo en cada momento, sin discriminaciones ni exclusiones.

lunes, 2 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (072)

072/2025 -Realidad Absoluta estará siendo todo aquello que -tanto de un signo como de cualquier otro- se pueda estar viviendo en cada instante, por tanto, puesto que también estará siendo todo cuanto cada uno de nosotros podamos estar originando con nuestras percepciones, juicios, preferencias, decisiones y actos, ¿qué sentido podría tener la actitud de vivir negando, rechazando y/o tratando de suprimir alguna manifestación de nuestra esencia? El reconocimiento y la aceptación de nuestra efímera individualidad, y de “absolutamente todas” las condiciones que corresponden a esa naturaleza, no puede excluir a ninguno de nuestros instintos y tampoco al resto de nuestras capacidades. La Vida no debería entenderse como una lucha por alcanzar un ideal; tal y como estamos siendo en cada momento, ya estamos siendo expresión viva de la Realidad Absoluta.

¡Eso que algunas mentes continúan viendo y considerando que se trata de defectos, errores, imperfecciones, contradicciones, olvidos, sueños, etc., estarán siendo manifestaciones igual de humanas, naturales, útiles y necesarias que sus opuestas! Reconocer que nuestra individualidad está sujeta a condiciones, contradicciones y cambios continuos, no nos limita; por el contrario, nos libera de la manipulación basada en creencias dogmáticas e ideales (religiosos, espirituales, políticos, culturales…) tan inútiles como inalcanzables, a la vez que también nos sitúa en una mayor comprensión del flujo real de la existencia. Esta aceptación nos permite habitar con mayor presencia y responsabilidad nuestro cuerpo, mente y emociones, en toda su diversidad y simultaneidad.
 
Amar, en este contexto, equivale a reconocer sin excepción todo lo que está sucediendo dentro y fuera de nosotros, sin intentar excluir ni idealizar. ¿Qué clase de manifestación coherente sería aquella que no incluyese también el reconocimiento y la aceptación de cualquier manifestación de incoherencia? La idea de que los estar siendo/sucediendo humanos debamos convertirnos en personajes siempre positivos, felices, alegres, coherentes, pacíficos, sanos, generosos, satisfechos, etc., estará siendo exactamente igual de egocéntrica que la idea de que ahora estamos siendo personajes defectuosos, maliciosos, pecaminosos e ignorantes. ¡Alimentar la creencia de que el Presente (Realidad Absoluta) está siendo un medio para alcanzar una realización superior, dificulta la posibilidad de darse cuenta de que, tal como está siendo, el Presente ya está siendo un fin en sí mismo! Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 072/2025 realizado con IA:
 
La reflexión de Juande Puerta nos invita a replantear nuestra relación con la existencia, proponiendo que la Realidad Absoluta engloba todo lo que acontece en cada instante: percepciones, juicios, decisiones y actos. Esta visión desafía la tendencia a rechazar aspectos de nuestra naturaleza considerados "imperfectos" o "negativos". Juande Puerta sostiene que negar cualquier manifestación de nuestra esencia —instintos, contradicciones, emociones— es inútil, pues todo forma parte intrínseca de esa Realidad. La vida no es una lucha por alcanzar un ideal inalcanzable, sino la expresión plena de lo que somos en cada momento.

Aceptar nuestra individualidad efímera, con todas sus condiciones y contradicciones, no implica resignación, sino liberación. Reconocer que defectos, errores o incoherencias son tan naturales y necesarios como sus opuestos nos libera de creencias dogmáticas e ideales interesados que nos alejan del presente. Esta aceptación nos permite habitar plenamente nuestro cuerpo, mente y emociones, abrazando su diversidad sin prejuicios. Amar, en este contexto, significa acoger sin excepción todo lo que surge, dentro y fuera de nosotros, sin idealizar ni excluir.

Juande Puerta critica la idea egocéntrica de que debemos convertirnos en seres perpetuamente positivos o perfectos, equiparándola a la noción de que somos inherentemente defectuosos. Ambas perspectivas son igualmente legítimas; el Presente, que es un fin en sí mismo. Vivir en la Realidad Absoluta implica reconocer que cada instante, con sus luces y sombras, es completo. Esta comprensión nos sitúa en una presencia responsable, donde la vida se experimenta en su totalidad, sin necesidad de perseguir una realización futura que ya está aquí.

domingo, 25 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (068)

068/2025 -Estar Siendo Realidad Absoluta, y, por tanto, también cada uno mismo, consiste en estar siendo exactamente eso que se está siendo y exactamente eso que se está viviendo en cada instante. La tendencia humana -absolutamente legítima y natural- de diferenciar, separar, comparar, etc., lo que estamos percibiendo y viviendo, de lo que estamos siendo, no altera la Realidad, porque esas posibilidades también consisten en Estar Siendo Absoluta Realidad. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad) consiste en el estar siendo/sucediendo diverso, cambiante, efímero, simultáneo…, de absolutamente todo lo que está siendo/sucediendo, y exactamente de la manera que cada particularidad está siendo/sucediendo. Todo está surgiendo y/o sucediendo simultáneamente como una única Realidad en transformación continua. El perceptor, lo percibido y el acto de percibir están siendo uno y en el mismo instante.

¡Mientras está existiendo y/o sucediendo, cada yo humano también está siendo la vida que cada yo humano está viviendo! Sin excepción, todo están siendo manifestaciones simultáneas de un único flujo de existencia. El yo humano no está siendo una entidad completamente independiente que observa o experimenta la Realidad, sino que, en cada instante de su estar sucediendo, también está siendo una expresión de la Realidad Misma. Cada uno de nosotros está siendo -a la vez- la Vida, el individuo que vive y lo vivido. El yo, tanto en su estar siendo humano como en su Estar Siendo Absoluto, está ocurriendo simultáneamente en cada instante. Cuerpos, pensamientos, emociones, sensaciones, aspiraciones, experiencias, objetos, sucesos, mundos, astros, galaxias…, están siendo -en el mismo instante- diferentes modos de manifestación de la Realidad Absoluta.
 
Simultáneamente, todo está siendo parte y totalidad, por tanto, al mismo tiempo, todo también está siendo la manifestación que se esté percibiendo, la opuesta y todas las demás. Cada experiencia humana, con sus aspectos positivos y negativos, sus cambios y sus contradicciones, está siendo una expresión natural e inseparable del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, sin que ningún juicio al respecto pueda cambiar eso. Cada manifestación de la realidad -material, mental, emocional, energética, etc.,- está formando parte de un todo mayor, que a su vez estará incluido en la totalidad de lo Absoluto. Se vea o no se vea, se reconozca o no se reconozca…, lo superfluo y transitorio también está siendo lo Supremo y/o lo Absoluto. Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 068/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva unificadora: todo lo que está siendo, en cada instante, está siendo la Realidad Absoluta manifestándose. Esta idea desafía la tendencia humana de fragmentar la experiencia en categorías como sujeto, objeto, percepción o vivencia. Según Juande Puerta, estas distinciones, aunque naturales, no alteran la verdad fundamental: todo —el perceptor, lo percibido y el acto de percibir— está siendo una única realidad en constante transformación.

El núcleo de esta visión radica en la simultaneidad. El yo humano no es una entidad separada que observa la vida, sino una expresión inseparable de la Realidad Absoluta. Cada pensamiento, emoción, cuerpo, objeto o galaxia está siendo un modo de manifestación de este flujo único de existencia. Así, el individuo, la vida que vive y lo vivido, están siendo uno y lo mismo en cada momento. Esta unicidad trasciende las dualidades de positivo y negativo, transitorio y eterno, pues todo, incluso lo aparentemente opuesto, está siendo la Totalidad.

La propuesta de Juande Puerta nos confronta con una paradoja liberadora: lo superfluo y lo Supremo están siendo lo mismo. Cada experiencia, con sus contradicciones y cambios, consiste en una expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Reconocer esto no requiere negar las particularidades de la existencia humana, sino abrazarlas como parte de un todo mayor. El desafío está en percibir que, más allá de juicios o comparaciones, cada instante de nuestra vida está siendo la Realidad Absoluta manifestándose plenamente.

Esta perspectiva nos invita a vivir con una consciencia más amplia, donde la separación entre el yo y el mundo se disuelve. En cada respirar, pensar o sentir, estamos siendo, simultáneamente, la parte y la totalidad, lo humano y lo Absoluto, en un eterno ahora.

domingo, 18 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (065)

065/2025 -Nada puede estar siendo/sucediendo sin que el estar siendo/sucediendo de eso en particular -por ordinario, efímero e ínfimo que esté siendo- no consista “también” en el Estar Siendo/sucediendo Absoluto y/o de absolutamente todo cuanto está sucediendo a la vez, de ahí que, independientemente de aquello sobre lo que se piense, se hable, se escriba, se lea, se reaccione, etc., en el fondo ello siempre estará tratándose del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La Realidad, la Vida, etc., no está siendo una suma de posibilidades separadas, sino un flujo absoluto en el que todas las posibilidades -sin excepciones ni exclusiones- están siendo y/o sucediendo simultáneamente. La diversidad y la simultaneidad del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto está manifestándose en cada individualidad y/o en cada particularidad, porque lo Absoluto consiste en el estar siendo/sucediendo simultáneo de absolutamente todas y cada una de las individualidades y/o de las particularidades.
 
El bienestar o la paz interior, que cada estar siendo/sucediendo humano pueda experimentar conscientemente, no puede excluir el reconocimiento y la aceptación de la diversidad y la simultaneidad de las posibles manifestaciones de la naturaleza esencial de cada estar siendo/sucediendo humano. El estar siendo/sucediendo simultáneo de absolutamente todo lo que está siendo/sucediendo en cada instante (Realidad Absoluta), incluye cada evento, pensamiento, sentimiento, circunstancia y experiencia individual. La noche y el día, el frío y el calor, la felicidad y el sufrimiento, la alegría y la tristeza, el amor y la envidia, la salud y la enfermedad, los nacimientos y las muertes, tú y el resto del universo…, todo está sucediendo a la vez. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad) no puede compararse con nada más, porque consiste en el estar siendo/sucediendo de todo aquello que estuviera comparándose y -junto con todas de las posibles interpretaciones- también en el estar siendo/sucediendo de aquel individuo que estuviera realizando alguna comparación.
 
La dualidad, la diversidad, la simultaneidad, las contradicciones, las ilusiones, los miedos, etc., que continuamente estamos manifestando los estar siendo/sucediendo humanos, están siendo un reflejo plenamente legítimo y natural de nuestra Esencia. Cada estar siendo/sucediendo humano está siendo un proceso exactamente igual de dinámico, diverso y simultáneo que el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, por tanto, nunca una identidad fija. Cada estar siendo/sucediendo humano, con toda su complejidad, contradicciones y cambios, está siendo una manifestación única, pero inseparable del flujo absoluto y simultáneo de la Vida o la Realidad. ¡Todo está siendo único y distinto, pero, a la vez, nada está siendo independiente ni diferente! Mayo-25
Juande Puerta.
 
Ensayo sobre la reflexión 065/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a contemplar la Realidad como un flujo absoluto, un Estar Siendo/Sucediendo que abarca todas las posibilidades simultáneamente. Nada, por ínfimo o efímero que parezca, existe de forma aislada; cada evento, pensamiento o experiencia individual es una manifestación del Absoluto, un reflejo inseparable de la totalidad. Esta idea desafía la percepción de la Realidad como una suma de partes separadas y propone, en cambio, un tejido dinámico donde todo —la noche y el día, la alegría y el sufrimiento, lo individual y lo universal— coexisten en un mismo instante.

Este enfoque resalta la simultaneidad y diversidad como características esenciales de la Vida. No hay exclusiones: cada particularidad, cada contradicción, cada dualidad, está siendo una expresión legítima del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Así, el bienestar interior humano no surge de rechazar estas dualidades, sino de aceptarlas como parte de nuestra esencia. Reconocer que somos un proceso dinámico, no una identidad fija, nos conecta con la naturaleza misma de la Realidad, que es diversa, cambiante y simultánea.

La paradoja central de esta reflexión es que todo está siendo único, pero nada está siendo independiente. Cada ser humano, con su complejidad y contradicciones, está siendo una manifestación singular del Absoluto, pero está intrínsecamente unido a todo lo demás. Comparar, juzgar o separar es ilusorio, pues incluso el acto de comparar forma parte del mismo flujo. Esta comprensión invita a una paz profunda: al abrazar la diversidad y la simultaneidad de la existencia, nos alineamos con la esencia de la Vida, que no es otra cosa que el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, un todo indivisible donde cada parte está reflejando la totalidad.

viernes, 16 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (064)

064/2025 -Aunque no reconocer conscientemente la absoluta diversidad y simultaneidad del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, dificulta la comprensión consciente de la Vida y/o la Realidad -que también estamos siendo cada uno de nosotros- la posibilidad de esa resistencia continuará siendo otra manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El despertar conciencial supone el “reconocimiento consciente” de que la percepción y la experiencia de la Realidad Absoluta y/o del estar siendo/sucediendo de todas y de cada una de sus infinitas manifestaciones consiste en el estar siendo de todo eso que está aconteciendo y que se está percibiendo y viviendo en cada instante; la iluminación espiritual no supone la adquisición de algo nuevo, sino el “darse cuenta conscientemente” de que Estar Siendo lo Absoluto consiste en estar siendo absolutamente todo eso que -sin excepción ni discriminación- está sucediendo.

Los estar siendo/sucediendo humanos estamos viviendo la Realidad, porque, mientras estamos existiendo y/o viviendo, también estamos siendo la Realidad. ¡Estamos siendo lo que está sucediendo y lo que está haciendo que suceda lo que está sucediendo! Todo lo que aparece y desaparece –emociones, pensamientos, objetos, personas, situaciones– consiste en el estar siendo/sucediendo de la Realidad Absoluta. ¿De dónde, sino de “la Esencia Misma de nuestro estar siendo/sucediendo” podría proceder nuestra capacidad de generar cambios -de todo tipo- y/o de hacer que aparezcan y que desaparezcan otras manifestaciones? Estar Siendo cada uno de nosotros también consiste en estar siendo todo eso (Realidad Absoluta) que está sucediendo.

Desde el principio, estar siendo cada uno de nosotros, y de absolutamente todas nuestras posibles experiencias, ya está consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. ¿Cómo podríamos sentirnos bien y/o en armonía con nosotros mismos, con los demás, con el mundo, con el resto de la Vida, etc., sin reconocer y aceptar (amar) la totalidad natural de la existencia, con sus opuestos, condiciones, limitaciones y contradicciones? Estar Siendo Realidad Absoluta, Vida, lo Absoluto, el Camino, etc., consiste en el estar siendo/sucediendo “simultáneo” de absolutamente todo eso que -sin excepción ni discriminación- pueda estar siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, por tanto, ¿en qué podría estar consistiendo el estar siendo de cada particularidad que pueda estar sucediendo? Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 064/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a un profundo reconocimiento de la naturaleza del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, una realidad que engloba la diversidad y simultaneidad de todo lo que existe. Esta perspectiva desafía la percepción fragmentada de la realidad, proponiendo que cada manifestación –pensamientos, emociones, objetos, personas– es una expresión inseparable del Estar Siendo universal. La dificultad para comprender conscientemente esta unidad radica en “nuestra tendencia a separar lo que percibimos de lo que somos”, olvidando que nosotros mismos somos la Realidad Absoluta en cada instante.

El despertar conciencial, según Juande Puerta, no implica adquirir algo externo, sino darse cuenta de que ya somos todo lo que sucede. Este reconocimiento disuelve la ilusión de separación entre el observador y lo observado, revelando que nuestra existencia es la propia dinámica del Sucediendo Absoluto. Cada experiencia, cada cambio que generamos, emerge de la Esencia Misma de nuestro ser, que es idéntica a la Realidad Absoluta. Así, nuestra capacidad de crear, transformar o dejar ir no es más que la manifestación de esta esencia en acción.

Aceptar la totalidad de la existencia –con sus opuestos, limitaciones y contradicciones– se convierte en un sencillo acto de amor y armonía. Rechazar cualquier aspecto del Sucediendo es rechazar una parte de nosotros mismos, pues todo lo que acontece es una faceta del Estar Siendo que somos. La iluminación, entonces, es la comprensión de que no hay nada fuera de este aquí y ahora simultáneo, donde cada particularidad –por efímera que sea– es la Realidad Absoluta misma. Vivir en esta consciencia es abrazar la Vida en su plenitud, reconociendo que estar siendo cada uno de nosotros es estar siendo todo.

jueves, 8 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (060)

060/2025 -Nada está sucediendo ahora -todo tu presente-, nada ha sucedido nunca -todo tu pasado- y nada sucederá jamás -todo tu futuro- que el estar siendo/sucediendo de eso -sin excepciones ni distinciones- no consistiera en el estar siendo/sucediendo Absoluto. Estar siendo el verdadero yo y/o el verdadero estar siendo consiste en estar siendo algo absolutamente supremo, porque consiste en el estar siendo simultáneo de absolutamente todo -incluida nuestra individualidad y sus condiciones- lo que está sucediendo en cada instante. Lo Absoluto (Realidad, vida, Verdad, etc.,) incluye la posible manifestación de todas las creencias, las culpabilidades, los apegos, las luchas, las búsquedas, los dogmas, las doctrinas religiosas, los intermediarios espirituales, las expectativas, etc., que puedan estar formando parte de la existencia humana; pero, por la misma razón, también la posibilidad de soltar, de liberarse y/o de transformar esas maneras de percepción.

Los cambios no cambian el incesante flujo del estar siendo/sucediendo de la Realidad, porque el incesante flujo del estar siendo/sucediendo de la Realidad incluye el estar siendo/sucediendo de todos los cambios posibles. El sufrimiento y la felicidad, la alegría y la tristeza, el conflicto y la paz, el amor y el rechazo, la salud y la enfermedad: todas esas posibilidades están siendo facetas y/o reflejos del mismo Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que el verdadero valor de cualquiera de esas manifestaciones estará trascendiendo a cualquier otro que pudiera proceder de percepciones y juicios exclusivamente individuales o personales.
 
Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo, simultáneo y sin excepción, de absolutamente todas las posibilidades, por tanto, también en estar siendo exactamente eso que estás siendo tú en cada momento y en estar siendo exactamente eso que tú puedas estar pensando, percibiendo, intuyendo, juzgando, realizando, imaginando y viviendo en cada aquí y ahora. ¡Aceptar y/o amar el estar siendo/sucediendo de absolutamente todas las posibilidades a la vez, también supone aceptar y/o amar el estar siendo/sucediendo de cada posibilidad por separado! Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 060/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva radicalmente unificadora: todo lo que es, ha sido o será no es más que el flujo incesante del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Esta idea disuelve las distinciones entre pasado, presente y futuro, sugiriendo que la Realidad, en su esencia, es un acontecer simultáneo y omniabarcante. Nada escapa a este Estar Siendo: ni nuestra individualidad, ni nuestras experiencias, ni los opuestos que percibimos, como el sufrimiento y la felicidad, el amor y el rechazo. Todo es una manifestación del mismo Absoluto.

Esta visión trasciende las percepciones limitadas del yo individual, que tiende a fragmentar la experiencia en juicios, creencias y apegos. Juande Puerta señala que incluso estas construcciones humanas —dogmas, culpas, expectativas— son parte del Estar Siendo Absoluto. Sin embargo, también lo es la posibilidad de soltarlas, de liberarse de las narrativas que nos atan. Los cambios, lejos de alterar la Realidad, son expresiones de su flujo continuo. La tristeza, la alegría, la paz o el conflicto no son más que facetas de este único acontecer, y su valor trasciende los significados que les asignamos desde nuestra perspectiva personal.

Estar Siendo el verdadero yo implica reconocerse como parte de este Absoluto, no como una entidad separada, sino como la simultaneidad de todas las posibilidades. Esto nos lleva a una aceptación radical: amar (aceptar) el Estar Siendo en su totalidad, más allá de preferir unas manifestaciones sobre otras. En cada instante, somos la Realidad misma, viviendo, pensando y sintiendo en el eterno aquí y ahora. Esta comprensión nos libera para abrazar la existencia en su plenitud, sin resistencia ni exclusión.

martes, 6 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO -2025 (059)

059/2025 -Sin excepción, todo cuanto los estar siendo/sucediendo humanos consideremos "no verdadero y/o no real" -como el ego, las percepciones dualistas, las identidades ilusorias, etc.,- en última instancia siempre estará siendo una manifestación o reflejo de la Realidad Absoluta. Nada, que forme parte del estar siendo/sucediendo humano -incluido aquello que hace que nos percibamos y que nos sintamos separados y limitados- estará perteneciendo a una realidad separada de la Realidad Absoluta. Estar siendo cada uno de nosotros también incluye el estar siendo de la creencia de que estamos siendo todo aquello que podamos creer que estamos siendo y de todo aquello que no podamos creer que estamos siendo. Los estar siendo/sucediendo humanos no estamos siendo una identidad fija, sino un fluir constante que abarca todas las posibilidades que cada individuo pudiera estar manifestando y/o reflejando en cada instante.

Estar siendo eso que consiste en Estar Siendo Dios, la Vida, la Realidad Última, lo Absoluto, etc., también consiste en el estar siendo/sucediendo de cada uno de nosotros y de absolutamente todo cuanto cada uno de nosotros pueda estar viviendo en cada instante. Estar siendo “eso que pudiera consistir en Estar Siendo Dios” no puede consistir en algo que no consista en el estar siendo de todo -sin excepción- lo que pueda estar sucediendo en cada instante. Lo divino y/o lo Absoluto, que los estar siendo/sucediendo humanos podemos intuir -precisamente porque también lo estamos siendo- no es algo separado del momento presente ni de lo que está ocurriendo. Estar siendo Dios, la Vida, la Realidad, etc., nunca podría consistir en ser una entidad fija o trascendente aparte, sino el "Estar Siendo Absoluto" y/o, el proceso mismo del suceder.

Las conciencias personificadas o mentes -tanto a nivel individual como colectivo- que se erigen como representantes, intermediarios, etc., de Dios y/o como cualquiera del resto de los conceptos utilizados al respecto, sólo estarán representando el papel teatral con el que esos individuos -y sus seguidores- están identificados. Dios, la Vida, la Realidad, no es un Estar Siendo/Sucediendo que habita en otra dimensión o que solo se encuentra en los momentos especiales o espirituales. Está presente ahora mismo -porque consiste en estar siendo exactamente eso- en todo lo que sucede, en cada persona y en cada cosa, incluso en lo más simple, en lo más cotidiano. Para saber qué está siendo Dios, la Realidad Última y/o lo Absoluto, solo hay que mirar lo que está pasando ahora mismo. Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 059/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a un replanteamiento profundo de nuestra comprensión de la realidad, la divinidad y nuestra propia existencia. Su propuesta central radica en que todo lo que experimentamos, percibimos o consideramos —incluso aquello que juzgamos como ilusorio, falso o limitado— no está separado de la Realidad Absoluta. Esta idea desafía las concepciones dualistas que dividen lo real de lo irreal, lo divino de lo humano, lo trascendente de lo cotidiano, y nos lleva a reconocer que todo lo que sucede, incluido nuestro propio estar siendo, es una manifestación del flujo continuo de la Vida, Dios o lo Absoluto.

En primer lugar, Juande Puerta subraya que no existe una separación ontológica entre lo que consideramos "no verdadero" —como el ego, las identidades ilusorias o las percepciones dualistas— y la Realidad Absoluta. Esta afirmación disuelve la noción de que nuestras experiencias limitadas o nuestras creencias erróneas pertenecen a una realidad inferior o separada. Por ejemplo, el ego, que a menudo se percibe como una barrera para la realización espiritual, no es un error cósmico ni una entidad ajena a lo divino. Más bien, es una manifestación temporal del mismo proceso de estar siendo que constituye la Realidad Última. Esta perspectiva nos libera de la culpa o la lucha contra nuestras limitaciones, invitándonos a verlas como parte del mismo fluir de la existencia.

Además, Juande Puerta enfatiza que el estar siendo humano no es una identidad fija, sino un proceso dinámico que abarca todas las posibilidades de manifestación en cada instante. Esta idea resuena con tradiciones filosóficas y espirituales que describen la Realidad como un devenir constante, un flujo incesante de ser. En este sentido, cada pensamiento, cada emoción, cada experiencia —por mundana o elevada que parezca— está siendo una expresión de la Realidad Absoluta. Incluso nuestra sensación de separación, nuestra creencia en ser entidades individuales y limitadas, forma parte de este proceso. No hay nada que esté fuera de lo Absoluto, porque lo Absoluto es precisamente el estar siendo de todo lo que sucede.

Un aspecto particularmente revelador de esta reflexión es la redefinición de lo divino. Juande Puerta rechaza la imagen de Dios como una entidad trascendente o separada, habitando en una dimensión distinta o manifestándose únicamente en momentos especiales. En cambio, propone que Dios, la Vida o la Realidad Última está siendo el proceso mismo del suceder, presente en cada instante, en cada persona, en cada cosa. Esta visión democratiza lo sagrado, situándolo no en un más allá inalcanzable, sino en la inmediatez del ahora. Para comprender lo que es Dios, no necesitamos buscar en experiencias místicas o en conceptos abstractos; basta con observar lo que está ocurriendo en este momento: el latir del corazón, el sonido del viento, la interacción entre personas, la rutina diaria.

Esta perspectiva también tiene implicaciones éticas y existenciales. Si todo lo que sucede está siendo una manifestación de la Realidad Absoluta, entonces cada experiencia, por dolorosa o trivial que sea, tiene un valor intrínseco. El sufrimiento, la alegría, el conflicto, la paz: todos son facetas del mismo estar siendo. Esto no significa que debamos aceptar pasivamente el dolor o la injusticia, sino que podemos abordarlos desde una comprensión más amplia, reconociendo su lugar en el flujo de la Vida. Asimismo, esta visión nos invita a soltar las identificaciones rígidas con roles, creencias o narrativas personales, ya que estas son solo expresiones temporales de un proceso mucho mayor.

Por último, Juande Puerta advierte contra las conciencias personificadas que se erigen como representantes exclusivos de lo divino. Las figuras que reclaman ser portavoces de Dios o que se identifican con conceptos espirituales elevados no son más que actores en el teatro de la existencia, atrapados en sus propios roles. Esta crítica nos recuerda que la Realidad Absoluta no se limita a ninguna forma, ideología o autoridad. Está disponible para todos, en todo momento, porque todos somos, en esencia, su estar siendo.

En conclusión, la reflexión de Juande Puerta nos ofrece una visión profundamente unificadora de la existencia. Al disolver las barreras entre lo real y lo ilusorio, lo humano y lo divino, nos invita a reconocer que todo lo que somos y experimentamos es una manifestación de la Realidad Absoluta. Esta comprensión no solo transforma nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo, sino que nos sitúa en el corazón del misterio de la Vida: un estar siendo que abarca todo, sin excepción, en el eterno ahora. Para saber qué es Dios, basta con mirar lo que está sucediendo en este instante. Y en ese mirar, nos encontramos a nosotros mismos como parte inseparable de lo Absoluto.