Mostrando entradas con la etiqueta valoración. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta valoración. Mostrar todas las entradas

viernes, 10 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (121)

121/2025 -En el futuro no podrá haber mayor plenitud de vida que la que ya está habiendo en el presente y tampoco más de la que estuvo disponible en el pasado. Cada aquí y ahora, cada situación, cada circunstancia, etc., está siendo la manifestación absolutamente plena de la misma Realidad Única y/o Absoluta que la pudieran estar siendo el resto de las experiencias posibles. Para reconocer lo Absoluto, no es obligatorio ni necesario negar la realidad del yo ni del mundo. La Vida tal como se da —con actos, pensamientos, experiencias, expectativas, contradicciones— “ya está siendo” la manifestación completa de la Realidad. Lo Absoluto equivale a todo lo que está ocurriendo en cada instante y -por igual- también al resto de las posibilidades que pudieran manifestarse, de modo que la búsqueda de lo Absoluto comienza y acaba con el reconocimiento de que no hay ni sucede nada que no esté siendo una manifestación de lo Absoluto.

El hecho de que todas y cada una de las posibles particularidades -cada yo y sus experiencias- estén siendo cambiantes y diferentes unas de otras, no hace sino demostrar que más allá de cualquier tipo de percepción, valoración y expectativa, absolutamente todas “están siendo” auténticas y a la vez. Estar Siendo Realidad Absoluta no consiste en estar siendo algo distinto, más profundo y/o más trascendental que el estar siendo/sucediendo ordinario, simple, cotidiano, relativo. No hay nada que diferencie lo relativo de lo Absoluto, porque Estar Siendo lo Absoluto también consiste en estar siendo lo relativo y viceversa. ¿Qué Realidad Absoluta estaría siendo aquella que no incluyera la posibilidad de que pudiera percibirse siendo algo diferente a lo que se estuviera viviendo? Aunque cada individuo tenga experiencias particulares y diferentes, todas estas particularidades “están siendo" al mismo tiempo, mostrando una integración inseparable con la totalidad universal.

Absolutamente todo está sucediendo simultáneamente, de ahí que ninguna experiencia, percepción o valoración estará siendo más real o válida que otra. Cualquier mínimo detalle de la vida cotidiana estará siendo una expresión natural y completa de lo Absoluto; reconocer esto permitirá aceptar los efectos de creencias, miedos, victimismos, apegos, condiciones y expectativas infundadas con menor carga de autoexigencia y/o de culpabilidad. La individualidad no está siendo algo que aísla del resto, sino una forma única de manifestar el proceso vivo de la Realidad, de la Vida, de lo Absoluto. Lo cotidiano, lo simple y lo aparentemente común no está siendo menos Absoluto que aquello que pueda verse siendo Supremo o Trascendental. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 121/2025 realizado con IA:

En su reflexión filosófica, Juande Puerta nos invita a contemplar la esencia de la existencia como una manifestación ininterrumpida de la Realidad Única y Absoluta. Afirma que no existe una plenitud mayor en el futuro o el pasado que la que se despliega en el presente: cada instante, cada circunstancia, es la expresión completa de esa totalidad inefable. Esta visión disuelve la ilusión de una búsqueda interminable, revelando que lo Absoluto no reside en un más allá trascendental, sino en el tejido mismo de lo cotidiano.

Juande Puerta subraya que reconocer lo Absoluto no exige negar la realidad del yo ni del mundo fenoménico. Al contrario, la Vida —con sus actos efímeros, pensamientos contradictorios, expectativas y miedos— ya es la encarnación plena de esa Realidad. No hay jerarquía entre lo relativo y lo Absoluto; ambos se entrelazan en una danza inseparable. Lo que percibimos como ordinario, simple o incluso doloroso, no es un velo que oculte la verdad suprema, sino su manifestación auténtica. "¿Qué Realidad Absoluta estaría siendo aquella que no incluyera la posibilidad de que pudiera percibirse siendo algo diferente?", pregunta Juande Puerta, recordándonos que la diversidad de experiencias —cambiantes y particulares— no fragmenta la unidad, sino que la ilustra. Todas las individualidades coexisten simultáneamente en la totalidad universal, integradas en un proceso vivo donde ninguna percepción es más válida que otra.

Esta perspectiva libera de la carga de la autoexigencia. Al aceptar que un detalle trivial de la rutina diaria es tan Absoluto como una epifanía mística, disipamos la culpa por apegos o victimismos. La individualidad, lejos de aislar, se revela como una forma única de encarnar la Vida: no un error, sino una expresión creativa de lo eterno en lo efímero.

En última instancia, la reflexión de Juande Puerta nos convoca a una aceptación radical: el Absoluto no es algo que se alcanza, sino que se es, en cada aliento. Reconocerlo transforma la existencia en una celebración perpetua, donde lo relativo se transfigura en lo divino sin esfuerzo ni dualidad. Así, el presente se erige como el único santuario, eterno e inagotable.

martes, 22 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (093)

093/2025 -Nuestra existencia no está siendo algo completamente determinado o separado, sino ese constante acontecer que está siendo/sucediendo en este instante y espacio. La plenitud de vida, que cada estar siendo/sucediendo humano pudiera alcanzar y/o experimentar en cualquier otro tiempo y lugar, por mucho que pueda percibirse de infinitas maneras distintas, siempre estará siendo la misma que también pudiera vivirse aquí y ahora. La búsqueda espiritual no estará siendo más "natural y verdadera" que cualquier otra experiencia presente. Creer en una trascendencia personal y/o en una realidad más profunda que la del estar siendo/sucediendo presente, refuerza la idea de separación y de la consiguiente conflictividad. Por mucho que al yo egoico y/o a la conciencia identificada le cueste comprenderlo, reconocerlo y aceptarlo, la Vida y/o la Realidad Absoluta solo puede estar siendo/sucediendo totalmente, y sólo se puede estar viviendo plenamente.
 
Aceptar que nosotros también estamos siendo la plena expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no elimina la conciencia del yo egoico, pero sí puede facilitar la percepción y la comprensión de que incluso nuestra búsqueda de sentido, de permanencia y de trascendencia, está siendo una manifestación de la Realidad Última. Realidad Absoluta está siendo todo cuanto -incluidos los recuerdos del ayer y las expectativas del mañana- está siendo/sucediendo ahora, por tanto, aquí y ahora “ya” está siendo absolutamente todas las posibilidades de percepción y de experimentación. ¡Estar Siendo Realidad Absoluta y/o el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, también consiste en estar siendo tú y en estar siendo absolutamente todo eso que tú -más allá de cualquier juicio o valoración- puedas estar viviendo en cada instante!
 
Por decirlo de alguna manera, el “pecado original” con el que nacemos los estar siendo/sucediendo humanos, consiste en el “fenómeno natural” de la resistencia del ego a aceptar una verdad fundamental: que no somos trascendentes, que no hay sentido, que no hay propósito, que no hay más allá ni destino final. Por muchos ídolos o dioses de barro (religiones, filosofías, ideologías, tradiciones culturales, prácticas espirituales, formas de entretenimiento, etc.,) que inventemos para rellenar el vacío y la incertidumbre de nuestra intrascendencia, la Realidad siempre continuará siendo la Realidad, es decir, siempre continuará siendo absolutamente todo eso que pueda estar sucediendo. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 093/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de nuestra existencia como un continuo estar siendo/sucediendo en el presente, despojado de separaciones o trascendencias ilusorias. Este planteamiento desafía la noción del ego, que busca desesperadamente sentido, permanencia o un "más allá" que trascienda el ahora. Juande Puerta sugiere que la Vida, en su esencia, es un acontecer absoluto que no requiere de adornos metafísicos ni de búsquedas espirituales para ser completa. Todo lo que es, incluido el yo, los recuerdos y las expectativas, está contenido en este instante.

La idea de que la búsqueda espiritual no es más "verdadera" que cualquier experiencia presente disuelve la jerarquía entre lo cotidiano y lo trascendental. Al considerar que la Realidad Absoluta abarca todo —lo mundano, lo espiritual, lo conflictivo—, Juande Puerta nos confronta con la futilidad de perseguir una trascendencia que nos separe del ahora. Este reconocimiento no elimina el ego, pero lo sitúa como una manifestación más de la Realidad Última, no como su centro. Aceptar esto implica abrazar la intrascendencia: no hay propósito último ni destino final, solo el flujo incesante del estar siendo.
El "pecado original" del ego, según Juande Puerta, radica en su resistencia a aceptar esta verdad.

 Construimos ídolos —religiones, ideologías, prácticas— para llenar el vacío de la incertidumbre, pero la Realidad permanece inalterada, abarcando todo lo que sucede. Esta perspectiva libera: no hay que alcanzar nada, pues ya estamos siendo la plenitud del acontecer absoluto. Vivir plenamente, entonces, es reconocer que cada instante, con sus contradicciones y simplicidad, es la expresión total de la Vida. En este aquí y ahora, somos la Realidad Absoluta manifestándose, sin necesidad de más.