REFLEXIONES - 2018



01/2018- ¿Como podría sentirme yo culpable de algo, protagonista de algo, hacedor de algo, víctima de algo, carente de algo, merecedor de algo, buscador de algo, experimentador de algo, etc., sin que todas esas posibilidades estuvieran consistiendo en la consecuencia de estar considerándome yo -consciencia identificada- una identidad determinada y separada de aquello que, por no estar siendo “un ser algo”, paradójicamente está consistiendo en la apariencia de todas las posibilidades imaginarias de percepción de existencia a la vez? He ahí que todo cuanto pueda vivir yo -consciencia- por medio de la identidad de un personaje, así como la manera exacta que yo pueda vivir algo, únicamente dependerá de mi, esto es, de aquello que yo -consciencia- esté considerándome, y/o de estar considerándome yo la existencia de algo determinado. ¡Al margen de la percepción del universo ilusorio de la identificación, nada está escrito, nada falta por suceder…, pues, sin excepción, nada deja de consistir en SER, y sólo SER! Enero-18

02/2018- Exactamente igual que sucede con todas las demás expresiones humanas posibles, aquella de “pienso, luego existo…”, lo único que demuestra es el fenómeno de la identificación consciencial con la posibilidad de ser la existencia de “un” algo determinado, limitado, particular, finito, transitorio, separado. Sin embargo, fuera de ese puzzle imaginario o programa mental, nadie hay siendo una existencia y/o la existencia de algo, por tanto, tampoco hay nadie pensando que existe: nadie hay cumpliendo, justificando ni configurando la razón de esa tesis filosófica. He ahí que, trascendido el fenómeno de la identificación consciencial, paradójicamente, la aparente acción pensar estaría suponiendo la demostración incuestionable e inapelable de la inexistencia de un pensador. He ahí que, trascendido el fenómeno de la identificación consciencial, paradójicamente, cualquier acción realizada por algún sujeto, estaría suponiendo sería la demostración incuestionable e inapelable de la inexistencia de un autor. ¡Nada hay siendo algo; todo ES, todo consiste en SER! Date cuenta de que  tu ser, el ser de tus percepciones y experiencias, el ser de las estrellas, el ser del universo y el ser de todo cuanto quiera añadirse, no está siendo el ser de cosas distintas y/o no está siendo seres distintos, porque -pese a la fuerza de las apariencias-, nada está siendo algo distinto a sólo SER. Enero-18

03/2018- Consciencia, date cuenta de que soltado todo, nada es lo único que queda, esto es, que nada es lo único que siempre está siendo todo; date cuenta de que SER consiste en que nada hay que soltar y que tampoco hay nadie que pueda soltar algo. Consciencia, date cuenta de que todo aquello que pudiera ser percibido, juzgado, valorado, comprendido, sentido, pensado, hecho, vivido, acontecido, etc., como si estuviera consistiendo en algo, entonces, siendo la percepción de eso, eso siempre estará consistiendo en una percepción egoica e imaginaria (aparentemente trascendental) de SER. ¡Nada es Ser, pues ser consiste no dejar de estar siendo nada! Nada hay que esté siendo SER; estar siendo “nada” es Ser. Consciencia, date cuenta de que estar leyendo estas palabras y estar pensando a cerca de su posible significado, nunca deja de consistir en SER. Date cuenta de que, puesto que nada hay al margen de SER, nada puede comenzar a Ser ni puede dejar de Ser; date cuenta de que Ser no admite mejoras, ni retrocesos ni cambios, sino que todo eso consiste en Ser.  Date cuenta de que la identificación con tu pasado, tu presente y tu futuro, Ser es lo único que siempre está siendo.  Enero-18

04/2018- “Debe ser hermoso vivir al margen del mundo de la percepción de los miedos, los deseos, los juicios, el sufrimiento, las dudas, la competencia, la ansiedad, la dualidad… ” -expresa la consciencia identificada con la percepción de la existencia del personaje que aparentemente está expresando y experimentando eso. Sin embargo, he ahí que fuera de esa “identificación imaginaria” nada está siendo bueno ni malo, bello ni feo, felicidad ni desdicha, amor ni odio, real ni irreal. ¡Nada está siendo algo distinto a SER! Consciencia, date cuenta de que la creencia en la infelicidad nace de la creencia en la felicidad y que -sin excepción- todo cuanto tú puedas considerar como la existencia de algo (tanto lo positivo como lo negativo), siempre está siendo creado por la creencia en la particularidad de tu propia existencia. Sin la identificación contigo (tú convertido en una identidad) nada estaría siendo lo otro. ¡No hay lo uno, pero tampoco lo demás! La percepción de dualidad nace de la identificación con el uno mismo; la percepción de  dualidad comienza con la percepción del uno que la percibe. La identificación con la existencia del perceptor no puede separarse del resto de las percepciones (propias o ajenas), pues todas están constituyendo la misma fantasía. Fuera del ámbito mental, egoico y/o especulativo, que permanentemente está creando el fenómeno de la identificación con la existencia del yo, no hay nada de lo que el yo identificado consigo mismo y/o consciente de sí mismo pueda percibir, hacer, sentir, experimentar y/o vivir. He ahí la paradoja de la trascendencia de no ser algo ilusoriamente convertida en la intrascendencia de ser alguien. Enero-18

05/2018- Más allá de los límites de la mente, es decir, de las creencias, de los programas y/o de los patrones que están configurando los rasgos fundamentales de cada identidad (personaje interpretado por la consciencia identificada), sólo hay autodestrucción del yo, es decir, ningún yo hay ni puede haber; fuera de los límites que conforman la apariencia de la existencia de cada yo consciencial, “nada” hay que esté consistiendo en ser la existencia de algo. Las personas no son los personajes que viven interpretando el guión que creen estar protagonizando, sino formas imaginarias adoptadas por la consciencia identificada con todo ese universo de apariencias. No hay más actor que la consciencia identificada con la interpretación de la existencia de cada personaje. La persona no tiene identidad, ni voluntad, ni inteligencia, ni origen, ni destino; la identidad de la persona es la identidad de la consciencia que está manifestándose a través de esa creación imaginaria. El diálogo entre personas queda reducido al diálogo entre seres imaginarios. Las personas (los seres) no existen fuera de la creencia en la existencia del mundo de las personas. ¿Consciencia, comprendes mejor ahora el motivo del miedo a soltar las creencias que están sustentando la apariencia de la existencia de tus identidades? Consciencia, date cuenta de que crees todo lo que crees porque esa es la manera de creer en ti y/o porque tú identidad depende y/o está configurada por todas esas creencias; date cuenta de que, más allá de la creencia en tu existencia, nada está siendo tu existencia ni la existencia de algo más. He ahí que mientras permanezcas creyendo en ti no podrás evitar que la percepción de tu existencia esté sujeta al torbellino del continuo cambio de creencias.  Enero-18

06/2018- Los avances tecnológicos están dejando de manifiesto que la apariencia de inteligencia no equivale a la existencia de un alma, de un espíritu, ni de un ser trascendente. En el mundo imaginario de la percepción de existencia, la existencia de los seres (aparentes formas de ser) no deja de consistir en una especie de acción creadora de la consciencia identificada. No hay más acción ni más hacedor que la imaginación consciencial. Sin excepción, todo cuanto sea hecho desde la identificación con la existencia de un yo, estará consistiendo en ego, esto es, en simple apariencia.    He ahí que todo cuanto pertenece al universo imaginario de la existencia de cualquier forma de ser y/o identidad, siempre estará consistiendo en una percepción egoica, pues, con absoluta independencia de la manera de verse, pensarse, imaginarse, juzgarse, hacerse, considerarse, sentirse, vivirse, etc., sólo en SER estará consistiendo. Consciencia, imagina unir todas las posibilidades de ser la existencia y/o el acontecer de algo, en una que consista en que nada esté siendo la posibilidad de ser algo…, y en eso estará consistiendo todo. Consciencia identificada, si antes de nacer tú, todo estaba consistiendo en Ser; y si después de nacer tú, todo continúa consistiendo en Ser; y si después de que tú desaparezcas, todo continuará consistiendo en Ser; entonces, ¿en qué estás consistiendo tú y/o en qué está consistiendo todo cuanto tenga alguna relación contigo? ¡Nada es algo distinto a SER; tú -consciencia identificada-, decides qué ver y la manera de verlo?  Enero-18

07/2018- ¿Quién soy yo? ¿Para qué estoy aquí? ¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué sentido tienen mis relaciones y mis experiencias? Sin excepción, todas las preguntas trascendentales son absolutamente retóricas e intrascendentes; no se las plantea la persona, sino la consciencia identificada y/o individualizada (mente) que estaría haciéndose pasar por la existencia de esa identidad. Sin remedio, aquello que pertenece a la apariencia de este mundo (fantasía), en la apariencia de este mundo permanecerá. Leo otro tópico: “…para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.” -No, para poder experimentar cualquier cosa se requiere la identificación de la consciencia con la existencia del experimentador y con la existencia de lo experimentado, es decir, la creación imaginativa. Eso que, percibido egoicamente, parecen apariencias, no son apariencias; aquello que tú -consciencia- percibes como la existencia de apariencias..., eso es SER. Todo ES, pero nada está siendo algo, por tanto, trascender la percepción de la existencia de algo es tan fácil como aceptar su inexistencia. La existencia de apariencias consiste en una creación imaginaria, de ahí que para trascender dicha percepción solo basta con darse cuenta y/o con atreverse a imaginar (tener fe) la existencia de uno mismo y de todas las demás apariencias posibles, no siendo algo.  Enero-18

08/2018- Tú, no eres tú; tú, nunca has sido tú; tú eres la consciencia de que tú eres la existencia de alguien. Tú, no eres tú, y tu vida tampoco ha estado siendo nunca tu vida. Tú, y la existencia de tu existencia, salvo SER, nada están siendo. Todo cuanto vives tú, y la manera que tú consideras que estás viviéndolo, únicamente consiste en el aparente efecto de la defensa a ultranza de la creencia en tu existencia. ¡Tú -consciencia-, estás creando todo cuanto vives a través de mi aparente identidad, únicamente para seguir creyendo en ti!Paradójicamente, más allá de los límites de ese aparente ejercicio de imaginación -que nada ni nadie está realizando-, nada está consistiendo en que algo esté siendo algo. ¿Puede haber algo más egoísta que aquello que tú -consciencia de estar siendo “un” yo- estés considerando que consiste en lo menos egoísta de todo? Nada hay que sea más egoísta ni menos egoísta que otro haber, puesto que si está siendo percibido por alguien, como si ello estuviera consistiendo en la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción todo estará tratándose de nada que esté siendo algo. Consciencia, date cuenta de que nada ocurre cuando se comprende que todo lo que parece estar ocurriendo consiste en que nada esté siendo el ser ni el acontecer de algo. Date cuenta de que no hay "un" uno mismo, y que todo cuanto parece existir y suceder depende por completo de la identificación de la consciencia con la apariencia de su propia algoidad y/o de tu existencia. He ahí que, a pesar de todo cuanto quiera argumentarse, el ser humano ni cree ni crea; sencillamente la existencia del ser humano está siendo creída y creada por la imaginación de la consciencia. Enero-18

09/2018- Leo las palabras de un conocido conferenciante: “…yo no he nacido para cambiar al mundo, sino que he nacido para aprender a amarlo…” -Puestos a plantearse preguntas retóricas (todas las cuestiones consideradas trascendentales, filosóficas y/o espirituales manifiestan un grado importante de inutilidad), después de leer esa afirmación me asalta la intención de preguntarme: ¿para qué sirve decir que no he nacido para cambiar al mundo, sino para aprender a amarlo?  Sin embargo, en esta ocasión evitaré caer en ese pozo de entretenimiento, pues a estas alturas está claro que afirmar eso supone y/o está consistiendo en exactamente lo mismo que en decir lo contrario. ¡Tanto victimismo -ego- está manifestándose en esa idea como en cualquier otra que esté suponiendo la identificación con la existencia de algún protagonista de algo! He ahí que la ilusión de los supuestos problemas de la existencia de alguien están siendo creados por la identificación consciencial con la existencia de ese personaje. Nadie ha nacido nunca en este mundo ni en ningún otro, de ahí que, salvo para mantener viva esa fantasía, tampoco nunca alguien tenga “algo determinado” que hacer, que aprender, que sanar, que salvar, que experimentar, que buscar ni que asumir. Nada ni nadie está aquí ni en ningún otro lugar o tiempo; todo eso que, percibido e interpretado desde la consciencia identificada o mente, parece eso…,  sólo SER está siendo. Consciencia, date cuenta de que no hay nada de lo que tengas que darte cuenta porque todo siempre está consistiendo en  que nada está siendo algo, ni por algo, ni para algo; date cuenta de que ni tú eres tú ni el mundo es el mundo. La aparente intención de “un yo” de amarse a sí mismo y/o de amar a otra forma de existencia deja al descubierto el profundo vacío que predomina en el universo de la identificación consciencial.  Enero-18

10/2018- Si algo estuviera consistiendo en ser algo (Dios, Energía, Luz, Amor, Silencio, Vacío…), entonces todo estaría siendo ese algo; sin embargo, puesto que nada es algo, todo algo está siendo nada. Si algo consistiera en el amor, entonces el amor consistiría en que nada estuviera siendo algo. La idea de la posibilidad de “amarse a uno mismo y/o de amar otro” consiste en una percepción absolutamente egocéntrica, pues requiere de la identificación con  un uno mismo (un yo) siendo algo y, por tanto, dual, separado, diferenciado, discriminado, carente, condicionado, necesitado de hacer y de demostrar. Puesto que el amor no consiste en SER algo, el amor no puede demostrarse, de modo que aquello que esté demostrándose no dejará de consistir en el simulacro de una manifestación tan egoica como cualquier otra.  Puesto que nada consiste en ser algo distinto a sólo ser, he ahí que toda demostración de algo nunca deja de consistir en Ser, y sólo en estar siendo SER. Yo hago, yo pienso, yo siento, yo deseo, yo necesito, yo puedo, yo tengo, yo busco, yo amo, yo soy…  Yo, yo, yo, yo, yo… siempre yo. ¿En qué consiste la identificación de la consciencia, salvo en esa percepción y/o en ese permanente estar considerándose un yo? Más allá de la aparente existencia del yo, nada hay, pues en estar siendo, “nada determinado”, consiste todo aquello que la consciencia considera la existencia de algo. He ahí que amar no significa sentir algo ni hacer algo, sino SER, más allá de cualquier atisbo de identificación con la posibilidad de ser algo. ¿Se está siendo algo y/o siendo alguien sólo porque aparentemente esté creyéndose ser algo y/o ser alguien? ¿Mientras permaneciera identificada la consciencia con la existencia y/o la identidad de algo/alguien, podría ese alguien dejar de experimentar aquello que supuestamente esté experimentando dentro de ese fenómeno de identificación? He ahí que SER, nada-algo, también consiste en todo aquello que pueda percibirse y/o creerse que está consistiendo en estar siendo la existencia y/o el acontecer de algo.  Enero-18

11/2018- La gran complicación del universo del ego no radica en aquello que aparenta constituir el universo del ego y/o la percepción de cualquier tipo de existencia, sino en el fenómeno de considerar que el universo del ego consiste en algo distinto a estar siendo Ser y/o a no estar siendo la existencia ni el acontecer de algo. Consciencia identificada, si el ser (personaje imaginario) que estás creando y animando (identificando), hoy se siente y/o se percibe distinto a otros días, date cuenta de que los juicios, las comparaciones, las valoraciones, las expectativas y los intentos de cambiar eso que experimenta, nunca solucionan algo, pues todo eso, igual que cualquier otra posibilidad que pudieras desear sentir y/o experimentar, únicamente estará consistiendo en SER, y sólo en SER. Ser, no admite la aplicación de éticas ni de moralidades, de bondades ni de maldades, de culpas ni de inocencias, de doctrinas ni de filosofías, de uniones ni de separaciones, de nacimientos ni de muertes, de cambios ni de transformaciones, de evoluciones ni de revoluciones…, pues, Ser, no está sujeto a las imposiciones que exige la identificación con la percepción imaginaria de estar siendo la existencia de algo determinado. Consciencia, observa todo lo que has experimentado hoy a través de cualquiera de los personajes y/o seres que estás animando y date cuenta de que todo eso…, exactamente igual que cualquier otra posibilidad distinta que hubieras identificado y determinado alguna vez, salvo en SER, en nada más está consistiendo. Date cuenta de que todo aquello que parece ser algo para ti está consistiendo en la proyección imaginaria de la creencia en ti.  Enero-18

12/2018- Leo: "No juzgues ningún sentimiento como negativo, ni trates de sofocarlo con positividad. Simplemente siéntelo, permite que su energía se mueva en tu cuerpo." -Siempre la charla de un yo imaginario -la consciencia identificada o mente- consigo mismo y/o con otro yo imaginario, como si ambos estuvieran siendo seres reales fuera del ámbito de la imaginación consciencial. He ahí la paradoja de que la realidad sólo consiste en la percepción de una existencia ficticia, es decir, de la existencia imaginaria de algo determinado; he ahí que, como todas las dualidades imaginables, realidad y ficción son la misma ninguna cosa. Nada está siendo algo distinto a SER, de ahí que juzgar un sentimiento de una manera u otra…, igual que juzgar un pensamiento, un deseo, un recuerdo, una aspiración, una experiencia y/o cualquier tipo de percepción, sin excepción únicamente estará consistiendo en SER. Date cuenta de que ni tú…, ni eso que, de un modo u otro experimentas tú, está consistiendo en ser algo distinto a “estar siendo nada determinado”; date cuenta de que la existencia de todo cuanto crees estar viviendo tú, con independencia de su naturaleza y del juicio que sentencies al respecto -invariablemente victimista-, únicamente está sirviendo para seguir creyendo en la falacia de la particularidad de tu existencia. Tú -consciencia- no eres tú, de ahí que hagas lo que hagas y vivas lo que vivas, únicamente estará discurriendo en el universo imaginario conformado por la creencia en ti, y sólo estará siendo experimentado por el personaje imaginario creado por la creencia en ti. No juzgues ningún sentimiento, ningún pensamiento, ningún deseo, ningún acontecer, etc., como negativo, ni trates de sofocarlo con positividad. Simplemente date cuenta de que tú -consciencia identificada- y el resto de las percepciones que tú puedas estar creando, no consiste en ser tú y tus circunstancias, sino únicamente en estar siendo ninguna posibilidad distinta a sólo SER. He ahí que -sin excepción- todo algo y/o toda existencia está continuamente trascendiéndose a si misma, es decir, autodestruyéndose como tal posibilidad determinada de ser algo.  Enero-18

13/2018- Salvo estar siendo Ser, nada está siendo la existencia ni el acontecer de algo, de ahí que pienses lo que pienses, hagas lo que hagas y vivas como vivas, tú, todos tus actos y todas tus experiencias, únicamente SER estará siendo siempre, y nada cambiará algo fuera de esa percepción absolutamente victimista y discriminada. Tú -consciencia identificada-, vives creyendo que eres aquello que tú crees que eres; pero, date cuenta de que incluso eso consiste en estar siendo nada que esté siendo algo distinto a Ser nada. Vives en el péndulo de la absoluta contradicción de creer que eres la existencia transitoria de algo que a la vez reconoces ignorar por completo. ¡He ahí que, pese a todo, millones de años de experiencias humanas sólo han servido para modificar aspectos superficiales y/o aparentes de la creencia en tu existencia. Date cuenta de que cuando todas las posibilidades posibles de existencia siempre están consistiendo en SER, aquello que fuera percibido e interpretado como “los cambios y/o los acontecimientos de algo” sólo en SER estarán consistiendo. ¡Nada es algo ni es alguien; todo algo y todo alguien sólo Ser está siendo! Al considerarte la existencia de algo, vives en el engaño voluntario y perpetuo (identificación) de la defensa del soy, pero sin saber qué soy. ¿Comprendes mejor ahora de donde procede toda la corrupción y toda la miseria que ves en cada uno de los aspectos de tu mundo? ¡Ser, no significa ser algo; Ser sólo significa SER! ¿Quieres luchar por algún motivo que consideres importante? Lucha, si eso quieres y puedes. ¿Quieres sentarte y no hacer nada? Siéntate, si eso quieres y puedes. Date cuenta de que todo aquello que tú -consciencia identificada- creas que haces y/o que tú creas que dejas de hacer…, todo, sin excepción, únicamente responde a la exigencia que impone la supervivencia de tu identificación -creerte y/o considerarte el ser y/o la existencia de algo-, pero que, más allá de esa fantasía, nada estás siendo tú ni está siendo otro algo.  Enero-18 

14/2018- Cuando nada está siendo la existencia de “un” ser ni el ser de una existencia, los ejemplos pertenecientes al universo de la percepción de existencia no sirven para comprender aquello que consiste en la inexistencia absoluta de cualquier determinación.  ¿A quién podría servirle y para qué, salvo a la consciencia para justificar -a modo de victimario- el fenómeno de la identificación con la existencia del personaje que estuviera pretendiendo aquello? Los ejemplos -todos sin excepción- que utilizan elementos pertenecientes al universo de la existencia de seres y de cosas, únicamente pueden emplearse para jugar dentro de esa fabulación. Pero, a parte de que la existencia del sujeto actor está siendo absolutamente supuesta, aparente e imaginaria, tampoco los posibles objetos (pensamientos, emociones, ideas, aspiraciones, juicios, formas, experiencias, etc.) utilizados por éste podrán trascender jamás los límites de la ficción. Nada -ningún ejemplo ni parábola-, que “un yo” esté considerando “un algo”, servirá jamás para comprender aquello que siempre está consistiendo en “estar siendo el ser de nada”. Cuando todo está consistiendo en estar siendo nada, ¿qué necesitaría ser comprendido y quién estaría necesitando eso? He ahí que la ilusión de cualquier necesidad de comprensión de algo nace de la consciencia identificada con “un algo” y/o con la posibilidad de su propia algoidad. Tú -consciencia identificada- no eres tú, de ahí que hagas lo que hagas y vivas lo que vivas, únicamente estará discurriendo en el universo imaginario conformado por la creencia en ti, y sólo estará siendo experimentado por el personaje imaginario creado por la creencia en ti.  Enero-18

15/2018- Nada es algo siendo algo y/o nada es el ser de un ser, de ahí que jamás nada ni nadie ha sido creado por otro algo. Ningún ser ha sido creado nunca por otro ser. ¡Ser, no consiste en ser un ser ni en ser a través de un ser! Aquello que pueda percibirse siendo la existencia de algo, siempre está consistiendo en estar siendo SER; pero jamás estar siendo “un” ser. No-dos significa no-identificación con uno, es decir, no-identificación. ¡No hay percepción de dualidad ni de multiplicidad sin la identificación con el aparente haber de un uno!  Todas las apariencias de ser algo están siendo creadas por la supuesta identificación consciencial con la existencia de un uno mismo que, paradójicamente, nunca se ha producido. Consciencia, date cuenta de que tú sólo eres tú imaginariamente, y que, por tanto, también todas tus aparentes experiencias y/o manifestaciones corresponden a la identificación con esa suposición. Toda apariencia de algo, ni tan siquiera apariencia de algo está siendo. Más allá de la apariencia de ser algo, sólo Ser, está siendo, pero sin que nada esté siendo algo ni siendo de ninguna manera. Consciencia, date cuenta de que ser tú, no es ser tú; date cuenta de que ser tu existencia no es ser tu existencia; date cuenta de que ser tú consiste en Ser, pero sin ser algo ni ser la existencia de algo; date cuenta de que ser tú consiste en estar siendo, sin que algo esté siendo “un” ser ni la existencia de un ser. Consciencia date cuenta de que ser tú y/o ser tu existencia siempre está consistiendo en SER nada-algo, nada-uno, nada un-ser, nada-un yo, nada-una identidad, nada un-estar siendo, nada un-estar aconteciendo. He ahí que sin identificación (creación imaginaria de ti siendo-algo), no existes tú, no existen los alimentos que ingieres tú, no existen los trabajos que realizas tú, no existen las emociones que sientes tú, no existen tus pensamientos ni tus ideas, no existen los recuerdos de tu pasado, no existen los acontecimientos de tu presente, no existen las circunstancias que temes ni las experiencias que deseas; date cuenta de que sin tu identificación, tú y todo aquello que sea algo para ti, sólo SER (nada-algo) está siendo, y que, con absoluta independencia de aquello que tú decidas interpretar, más allá de esas interpretaciones, nada cambiará jamás.  Enero-18

16/2018- Se dice que “la vida -en un acto de amor incondicional y absoluto- siempre te traerá aquello que necesites en cada momento para…”. Sin embargo, consciencia, date cuenta de que esa afirmación está dejando de manifiesto que vives considerándote algo distinto a la vida (identificada, discriminada…), y también percibiéndote como algo necesitado de aquello que la vida pueda traerte. ¿Comprendes mejor ahora que tú misma, al considerarte la existencia de algo particular, estás creando y recreando todo aquello que crees que estás viviendo? ¿Comprendes mejor ahora el origen del victimismo, de la carencia, de la culpabilidad y de la discriminación que, permanentemente, ves en todo? Abrazar la idea de que la vida discurre de la manera que está interesándole a tu identidad íntima e inconsciente, para aquello que tú prefieras imaginar, únicamente sirve para mantener viva la fantasía de que tú eres tú y la vida es la vida, esto es, de que algo está siendo “un algo” distinto a sólo SER. Nada hay que consista en ser la existencia ni el acontecer de algo, de ahí que ego consista en el fenómeno ilusorio de percibir que algo (comenzando por ti) está consistiendo en ser algo distinto a SER. Consciencia, observa qué vives, cómo lo vives y a través de qué personaje crees que estás viviéndolo, y podrás darte cuenta de qué crees que eres y/o con qué creencias estás identificada; podrás darte cuenta de que sólo existes en la creencia de que eres la existencia de algo; podrás darte cuenta de que crees que puedes y que necesitas cambiar algo porque crees que tú eres algo; podrás darte cuenta de que la creencia en la existencia de la perfección y de la imperfección nacen de la creencia en ti. He ahí que -sin excepción-, tanto los instintos más primarios, como los deseos y los miedos fundamentales para la supervivencia de tu aparente identidad, como la intuición de los valores más trascendentales y/o espirituales que crees recibir de un ser superior y/o de un más allá supremo, todo estás creándolo y/o imaginándolo tú con el único objetivo de poder justificar la identificación con la posibilidad de que SER consista en ser tú y/o en ser algo determinado.  Enero-18

17/2018- Ser, no consiste en ser algo, sino en “no” estar siendo algo. Ser, no consiste en ser algo, sino en estar siendo, “sin estar siendo” la existencia ni el acontecer de algo. Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora que la razón de todo cuanto crees que estás viviendo nace del fenómeno de estar considerándote un ser y/o ser la existencia de algo? Ser, sin ser nada de aquello que pudiera decirse, pensarse, imaginarse, percibirse, experimentarse…, que es algo (¿qué estaría siendo el autor de esas acciones?), eso es lo único que está siendo. Nada hay que sea real ni irreal…, pues, paradójicamente, todo aquello que parece haber y/o acontecer en el universo imaginario de la identificación consciencial consiste en el no haber de algo que esté siendo algo. “No podéis comprender lo que digo porque mi Reino no es de este mundo…” -dijo, incluso conociendo que ello supondría el argumento definitivo para que aquellas consciencias identificadas (mentes) decidieran expulsarle de sus sueños. Date cuenta de que la percepción y la experimentación de la existencia de algo particular y transitorio (ser tú y tus vivencias), consiste en estar siendo todo a la vez, por tanto, en nunca estar siendo la existencia ni el acontecer de algo. ¿Qué bien y/o qué mal puede haber en estar siendo nada que consista en estar siendo alguna cosa? He ahí que todos los juicios, todos los valores, todas las éticas, todas las moralidades, todas las ideologías, todas las doctrinas, todas las filosofías y todas las prácticas posibles corresponden al mundo imaginario de la percepción de la existencia de seres y de cosas (ego), y que todos esos argumentos nunca saldrán de ahí; nunca trascenderán algo.  Enero-18

18/2018- Date cuenta de que, puesto que SER no consiste en ser algo concreto, determinado, delimitado, específico, etc., de SER no hay salida, pues tampoco hay aquello que pudiera entrar ni salir; date cuenta de que, puesto que SER no consiste en ser algo, entonces aquello que fuera considerado como la existencia y/o como el acontecer de algo, más allá de la aparente existencia de ese juicio ello únicamente  estará consistiendo en SER. SER, siempre está siendo todo y lo único, pues nada está siendo alguna cosa nunca. ¡Amarás Ser, por encima de amar ser alguna cosa! Continuamente se me dice que “no puedo negar el sueño de la existencia de esto, de lo otro y de lo de más allá…”, sin embargo, cuando el hecho de negar la existencia y/o el acontecer de algo consistiera en estar siendo algo distinto a SER, entonces negada por completo estaría la existencia del sueño, de la ilusión, de maya, y de todo cuanto quisiera añadirse. He ahí que, puesto que nada hay, tampoco nada cambia la negación ni la afirmación de algo. Date cuenta de que nada es eso que parece ni es ninguna otra posibilidad que consista en ser algo. Nada cambia algo, porque nada está siendo algo. Consciencia, date cuenta de que no puedes no ser no ser algo, pues sólo no estar siendo algo está siendo. Ser (nada-algo y/o nada-uno) es lo único que, más allá de cualquier consideración, está siendo siempre. No hay algo que esté siendo algo distinto a sólo ser y/o estar siendo. Tú, nunca has sido tú ni ninguna otra posibilidad de estar siendo algo, por tanto, ¿de qué tendrías que arrepentirte tú y/o qué tendrías que cambiar tú?   Enero-18

19/2018- Leo: “El ladrón inflige pérdida de propiedad; el asesino, pérdida de vida. Mientras estas pérdidas sean reales para ti, condenarás a la persona que las causa. Pero, ¿acaso el tiempo mismo no acabará robándote la propiedad y la vida? El pecado es ilusión; nada de lo que llamamos pecado puede causar la más mínima mancha en el Amor de Dios”. - He aquí un ejemplo más de poesía lírica, mística y teatral. Mientras tú seas real para ti, ¿cómo evitarás que los efectos de eso también parezcan reales para ti? Date cuenta de que mientras tú -consciencia-, continúes identificada con tu ser particular (tú, siendo tú y/o siendo la existencia de tu identidad, esto es, tú siendo real para ti), la percepción de los demás continuará siendo considerada por ti como la percepción de los demás, y sus acciones juzgadas y valoradas por ti de manera que así tú puedas seguir identificada. Consciencia identificada, date cuenta de que considerar que algo está siendo algo (tú, la vida, los demás, el tiempo, la felicidad, el pecado, Dios…) origina la imposición de  considerar que también estará siendo de alguna manera (positivo, negativo, pérdida, beneficio…), y siendo por algún motivo…, y siendo para alguna finalidad…, aunque todas esas posibilidades de ser algo únicamente estarán consistiendo en el efecto de la percepción de ti siendo tú. Leo también: “El pecado es una pérdida de tiempo: el que deberías dedicar a Amar; a ser lo que eres, Amor.” -Date cuenta de que tú (consciencia identificada), por creer que eres tú, también necesitas creer en el amor, el pecado, el tiempo, la pérdida de alguna cosa, y también creer en que tú, por ser tú, puedes dedicarte a hacer y/o a dejar de hacer alguna cosa. Date cuenta de que ser Amor, ser Dios, ser Energía, etc., no dejaría de significar que tú eres tú siendo algo (ego). Date cuenta de que para SER no es posible ni necesario ser algo ni hacer algo, pues Ser consiste en no ser algo; date cuenta de que hacer algo únicamente es posible en la creencia de que algo está siendo algo.  Enero-18

20/2018- Excepto SER, nada está siendo, de ahí que todas las posibilidades estén siendo ya…, sin que algo pueda faltar por ser nunca. He ahí que, cuando -sin excepción-, más allá de cualquier juicio y/o apariencia, todo consiste en SER, salvo SER nada está siendo algo nunca y nada necesita cambiar nunca. Date cuenta de que todo algo remite a la identificación de un alguien aparente con un algo aparente, es decir, de nadie con nada, pues, salvo SER, nada está siendo. Date cuenta de que nadie hay expiando algo, nadie hay sanando algo, nadie hay aprendiendo algo, nadie hay haciendo algo, nadie hay experimentando algo, nadie hay buscando algo…, ni esperando a que acontezca algo, pues todo algo consiste en SER. Consciencia, observa todo cuanto percibes y experimentas cotidianamente y date cuenta de que eso consiste en Ser, pero sin que signifique que algo -comenzando por ti- esté siendo la existencia de algo, ni el estar aconteciendo algo. Más allá de cualquier consideración, Ser, es todo y lo único que siempre está pasando y/o siendo. Consciencia, date cuenta de que todo eso que consideras que ocurre cada día consiste en que nada está ocurriendo nunca. Y exactamente igual con todo aquello que percibes y/o juzgas que consiste en ser algo, hacer algo y/o vivir algo por parte de alguien. Consciencia, date cuenta de que todo cuanto percibes siendo la existencia y/o el acontecer de algo (percepción egoica), por estar percibiéndolo tú, eso únicamente consiste en la imaginaria percepción de tu existencia. Los seres (ser…es y/o identidades individuales) no tienen consciencia propia (ego) sino que consisten en la manifestación egoica y/o identificada de la CONSCIENCIA DE SER. Consciencia, date cuenta de que todo “ser algo” remite al ámbito de la identificación y que sin identificación nada está siendo un ser ni el ser de algo.  Enero-18

21/2018- He ahí que no-dualidad siempre está significando no-uno y/o todo-nada. ¡Sin haber uno, nada hay, de ahí que todo aquello que pueda parecer que está siendo algo consistirá en la creación de la supuesta existencia de un uno mismo identificado! No ser-dos y tampoco ser-uno; sólo SER. No, tú y lo otro, sino, ni tú ni lo otro. No, cada uno ni todo-uno, sino, nada-uno. No, amor y odio, sino, ni amor ni odio. No, bien y mal, sino, ni bien ni mal. No, realidad e irrealidad, sino, ni realidad ni irrealidad. No, tiempo y espacio, sino, ni tiempo ni espacio. No, dicha y desdicha, sino, ni dicha ni desdicha. No, vida y muerte, sino, ni vida ni muerte. No, consciencia e inconsciencia, sino, ni consciencia ni inconsciencia. He ahí que sin la creencia en ti -consciencia identificada-, tampoco hay aquello que tú estés creyendo necesario que esté siendo la existencia y/o el acontecer de algo. He ahí que LA EXISTENCIA DE LA LIBERTAD, junto con todo aquello que supuestamente busca la consciencia identificada con la existencia de “un buscador de algo”, está inventándosela la consciencia identificada con la existencia del yo buscador, y he ahí también que está siendo ese fenómeno de identificación el que siempre estará impidiendo encontrar aquello que supuestamente está siendo intuido y perseguido por alguien. Consciencia, date cuenta de que nunca estás buscando  y/o rechazando algo, deseando y/o temiendo algo, creando y/o destruyendo algo…, sino, “la aparente existencia de eso”, es decir, de ti siendo algo. He ahí que ni yo he escrito estas palabras ni tú estás leyéndolas, y que hasta que eso no sea asumido nada cambiará y que cuando eso fuera asumido nada cambiará tampoco. He ahí que ser algo para alguien requiere de la identificación de la consciencia con dicho alguien, esto es, de la consciencia consigo misma. Leo: “A veces las cosas no son como uno quisiera, pero son como deben ser. Aprende a aceptar y dejar fluir.” -Sin embargo, nunca algo será como uno quisiera ni de la manera que debe ser, pues, nunca algo estará siendo algo y tampoco alguien será aquel que quisiera que algo fuera como él quisiera.  Enero-18

22/2018- Todo “hacer algo”  por parte de alguien remite a la identificación de la consciencia con la existencia del personaje hacedor, de ahí que supone la perpetuación de la apariencia de su existencia: la sensación constante de la rueda que no deja de girar y/o del pez que se muerde la cola. Haz lo que quieras, pero sin expectativas egoicas, es decir, consciente de que nadie estará siendo alguien, y, por tanto, tampoco siendo el hacedor ni el experimentador de algo. Sin excepción, todo algo está consistiendo en el mismo no estar siendo algo y/o en SER, pero sin estar siendo “un” ser. Toda percepción de algo (existencia) consistirá en una percepción egoica, pues supone la identificación de la consciencia con la existencia de un perceptor determinado -la consciencia misma-, y, por tanto, algo distinto y separado de lo percibido. He ahí que si existiera un Dios, entonces toda su creación sería aparente, toda su creación estaría produciéndose en el presente y toda su creación estaría consistiendo en una percepción egoica de sí mismo. Hagas lo que hagas, con absoluta independencia de la manera que lo percibas, lo juzgues, lo nombres, lo valores, etc., sólo SER estará siendo. Date cuenta de eso y verás que ya está todo. Nada es algo; sólo estar siendo SER está siendo todo aquello que parece ser algo. Sin excepción, todo está siendo nada-algo y/o nada-uno, pero, ¿cómo podría comprender eso aquello que consiste en la suposición de que nada esté considerándose ser algo? ¿Cómo podría comprender, que nada está consistiendo en ser la existencia ni el acontecer de algo, aquello que, por estar considerándose la existencia de un ser determinado, pretendiera comprender algo? He ahí que tú y todo aquello que tú consideras que está formando parte de tu vida, discurre en ese imaginario laberinto de fantasías.  Enero-18

23/2018- Consciencia, date cuenta de que el impostor que finge ser tú, eres tú considerándote la existencia de algo. Consciencia, date cuenta de que el impostor que finge ser tú, eres tú jugando contigo a hacerte creer que tú eres algo. He ahí que no habiendo algo que esté siendo algo, luchar contra el ego supone la paradoja de tu lucha contra ti, de ahí que esa lucha (como cualquier otra acción y/o experiencia tuya) lo único que estará suponiendo será el refuerzo y/o la supervivencia de la identificación con la falacia de tu existencia. ¿Comprendes ahora porqué se dice que la máxima prioridad del ego consiste en procurar su supervivencia? Tú, no eres tú, ni eres ninguna otra posibilidad de ser algo, por tanto, tú tampoco puedes ser de ninguna manera, ni por ningún motivo, ni para algún fin. Date cuenta de que cada vez que piensas, dices, sientes, experimentas…, que tú eres algo siendo de alguna manera, etc., únicamente estás refiriéndote a aquello que crees que eres tú, pero que ni eres tú ni está siendo algo distinto a sólo SER. He ahí que, cuando nunca algo consiste en ser algo, entonces todo está consistiendo siempre en estar siendo SER. Nada pasa, nada llega, nada se queda, nada discurre, nada cambia, nada se transforma, nada evoluciona, nada es juzgado, nada se aprende…, pues -más allá de la identificación con la percepción de apariencia-, nada está siendo algo y/o toda apariencia de ser algo está consistiendo en no estar siendo algo. He ahí que vivir considerándose la existencia de algo siempre está creando y facilitando infinitas posibilidades de experiencias; pero, date cuenta de que todas ellas son de naturaleza tan efímera, insustancial, subjetiva e intrascendente como la existencia de su  supuesto protagonista. -¿Por qué, desde que nací, parece que todas las cosas me pasan a mi? -Me confesó entre las lágrimas de la rabia, el dolor, la frustración y la impotencia que -exactamente igual que el sentir opuesto a ese- genera el fenómeno de no comprender que todo cuanto pueda ocurrirme a mi está creándolo mi creencia en mi…, y, por extensión, mi creencia en eso.  Febrero-18

24/2018- Date cuenta de que nada está siendo hecho, pensado, sentido, deseado, temido, vivido, siendo, aconteciendo... sino que eso que parece ser el existir, el hacer, etc., de algo, eso únicamente está consistiendo en el ESTAR SIENDO de nada concreto, y, por tanto, de todas las apariencias imaginables de que algo esté siendo algo percibido y/o experimentado por alguien. Si el ego fuera la existencia de algo, entonces ego seria todo aquello que estuviera percibiéndose como si consistiera en la existencia de algo; de ahí que ego consistiría en la percepción y/o en la concepción de uno mismo y de todo cuanto ese uno mismo percibiera siendo algo. Todo aquello que tú creas ser, vivir, sentir, pensar, necesitar, etc., en eso consiste creer que tú eres tú. ¡Fuera del universo de la creencia en ti, nada está siendo algo! He ahí que  liberarse del yo (aparente identidad personal surgido de la identificación consciencial con la hipótesis de su propia existencia) y de todas las percepciones que están conformando esa aparente identidad, no es posible ni necesario. He ahí que el volumen de todo aquello que el ser humano -consciencia identificada- considera real, verdadero, trascendente, incuestionable, etc., no consigue evitar que bajo la sábana no haya ningún fantasma. Nada hay ni sucede que no esté consistiendo en SER. Ser, ¿qué? -Nada, sólo Ser. Date cuenta de que, puesto que tú nunca has estado siendo tú, tú nunca desaparecerás; date cuenta de que, puesto que tú nunca has estado siendo tú, el olvido de los recuerdos y de los juicios a cerca de ti nada cambiará. Todo consiste en SER, porque salvo Ser nada más hay. Leo: “Todo lo que nos sucede, entendido adecuadamente, nos conduce de regreso a nosotros mismos…”(Carl Jung). Quizás, sin embargo, date cuenta de que eso está percibido y expresado desde la identificación con la idea de que hay algo (tú) siendo algo; algo que, por verse siendo algo, no puede evitar sentir que está fuera del sí mismo al que necesita regresar. ¡Nada hay siendo algo, por tanto, nada permanece ni deja de permanecer siendo algo!  Febrero-18

25/2018- Del mismo modo que no hay “un” ser, tampoco hay “un” no-ser; del mismo modo que no hay “un” yo, tampoco hay “un” no-yo. Ser, no tiene significado, pues nada está siendo “un” ser, ni está siendo el ser de “un” ser/existir algo. Consciencia, ¿comprendes mejor ahora que el fenómeno de la identificación con la apariencia de tu ser, de la apariencia de tu identidad y/o de la apariencia de tu yo, siempre esté consistiendo en la razón de que tú no puedas comprender la inexistencia de “un” tú, ni la inexistencia de aquello que consista en la existencia de “un” algo para ti? ¿Comprendes mejor ahora que percibirte siendo tú y/o siendo “un” ser, también está siendo la causa y el efecto de todo aquello que tú percibes como si estuviera siendo algo distinto a sólo SER? No hay dualidad porque no hay un haber; no hay “un” dos, porque no hay “un” uno. ¡No hay opuestos, porque no hay un haber uno; no hay el opuesto de algo, porque no hay un algo siendo algo! Neti, neti: ni lo uno ni lo otro (nada-uno). No hay odio, porque tampoco hay amor. No hay sufrimiento, porque tampoco hay felicidad. No hay muerte, porque tampoco hay vida. No hay infierno, porque tampoco hay cielo. No hay humanidad, porque tampoco hay divinidad. No hay creación, porque tampoco hay creador. Percibido imaginariamente, no hay lo uno sin el haber de lo otro; al admitir imaginariamente lo uno, imaginariamente está admitiéndose todo lo otro. Sin embargo, he ahí que no hay la existencia de aquello que tú puedas vivir, porque tampoco hay tu existir ni tu existencia. Percibido imaginariamente, todo aquello que tú vives consiste en el opuesto de tu ser, porque al admitir imaginariamente tu ser, imaginariamente estás admitiendo todo lo otro. Consciencia, ¿comprendes mejor ahora la razón de que todo lo percibas opuesto, externo, distinto, separado de ti; comprendes mejor ahora que no puedes percibirte a ti sin que simultáneamente estés percibiéndote opuesta a ti, enfrentada a ti, separada de ti? ¡Todo haber consiste en SER; todo haber consiste en una apariencia de SER! Consciencia date cuenta de que no hay dos sin uno, y de que tampoco hay uno, sin ti considerándote uno. Consciencia, date cuenta de que todo aquello que tú intentas hacer, comprender, cambiar, alcanzar, soltar, etc., por tratarse de algo, únicamente consiste en un reflejo (el uno opuesto) de tu propia percepción y/o del fenómeno de tu propia identificación. Nada se logra ni precisa ser logrado, sencillamente todo eso, y también el resto de posibilidades que quieran añadirse, consiste en Ser.  Febrero-18

26/2018- Consciencia, date cuenta de  que al crearte a ti, esto es, al crear la percepción identificada de ti -como si algo estuviera consistiendo en ser tú-, también estás creando la percepción identificada de todo lo opuesto a tu identidad. Date cuenta de que, paradójicamente, tu vida está representando el polo opuesto a la percepción de tu particularidad. Date cuenta de que sin el fenómeno de identificación, que convierte SER en la percepción de la apariencia de “un” ser y/o de un ser-algo, tampoco hay ningún opuesto a todo cuanto aquello pudiera representar. Date cuenta de que todo aquello que no percibes siendo tú, estás percibiéndolo siendo “lo otro, lo demás, lo opuesto, lo separado, lo diferente, etc.,” es decir, como si tú y lo demás consistieran en ser algo distinto a solo ser y/o a no ser algo. He ahí que cuando tú -consciencia- no eres “un” tú, entonces tú tampoco puedes ni necesitas despertar, reencarnar, expiar, sanar, perdonarte, aprender, evolucionar, regresar, comprender, hacer, etc., sino que todo eso únicamente consiste en el efecto de tu identificación y/o de considerarte a ti  consciencia-, siendo un ser determinado y/o una consciencia. No hay arriba, no hay abajo, no hay dentro, no hay fuera, no hay bien, no hay mal, no hay salud, no hay enfermedad, no hay violencia, no hay paz, no hay dicha, no hay sufrimiento, no hay dios, no hay hijos de dios, no hay vida, no hay muerte, no hay culpa, no hay perdón…; fuera de la fantasía de tu propio haber no hay nada de todo aquello que tú puedas ver que hay ni que falta por haber.  Puesto que, salvo SER (nada-uno y/o nada algo), nada está siendo el ser de alguien, ¿quién necesitaría hacer algo que fuera necesario para algo…, y/o qué acto, pensamiento, emoción, idea, forma, circunstancia, acontecimiento, etc., que fuera considerado de cualquier modo imaginable por alguien -consciencia identificada-, no estaría consistiendo en SER y nada más que en SER?  Febrero-18

27/2018- ¿Alguien puede asegurar que continuará viviendo dentro de cinco minutos? Evidentemente no, lo cual demuestra que si el ser humano fuese el ser humano, entonces el ser humano estaría viviendo en base a un inmenso repertorio de supuestos. ¿No será que la existencia del ser humano -ese personaje que se cree el hijo predilecto de dios y/o el rey de la creación mientras vive preguntándose a sí mismo quién soy…, y por qué…, y para qué…-, también estará consistiendo en un supuesto consciencial? Date cuenta de que para vivir basándose en hipótesis, especulaciones, probabilidades, experiencias, expectativas, esperanzas, utopías, ideologías, filosofías, etc., antes hay que estar considerándose a sí mismo ser la “existencia consciente” de algo absolutamente determinado, es decir, tú. He ahí que tú -consciencia-, y todo cuanto vives tú, consiste en el efecto de tu identificación con el supuesto de que algo esté siendo la existencia de algo. He ahí que no hay existencia ni inexistencia de algo que no éste consistiendo en una posibilidad absolutamente imaginaria, por tanto, que la percepción de la existencia del ser humano, esto es, la percepción de la consciencia identificada con esa apariencia determinada de ser, también consiste en un simple supuesto. Consciencia, date cuenta de que la identificación con la apariencia imaginaria de tu ser te convierte en “un opuesto” al resto de tus percepciones y experiencias. Consciencia, date cuenta de que no importa qué consideres que estás haciendo, pensando, conociendo, sintiendo, juzgando, experimentando, buscando, rechazando, etc.,  porque tú, y absolutamente todas esas posibilidades -por igual y sin excepción alguna-, sólo SER estará siendo y/o únicamente en SER estará consistiendo. Por el simple hecho de estar considerándose algo, todo algo tiene su opuesto, por tanto, date cuenta de que al buscarse y/o al discriminarse algo también estará persiguiéndose y/o discriminándose lo contrario.  Febrero-18

28/2018- Un amigo me comenta: “¿Existe algo en el hombre más arraigado que la “creencia” en su existencia y en su identidad? El sólo hecho de que esas dos "certezas" puedan ser cuestionadas provocan sorpresa y conmoción, pues podría significar que todo haya sido un montaje que te ha tenido entretenido/engañado durante toda tu vida.” -Date cuenta -opino-,  de que en el universo imaginario de la percepción consciente e inconsciente de la existencia del hombre, esto es, de “la consciencia de ser hombre”, las certezas y las creencias de este personaje equivalen a sinónimos perfectos. ¡Salvo aparentemente, nada está siendo algo, de ahí que más allá de la apariencia todo algo sea exactamente igual de ilusorio que su opuesto! Entre las certezas humanas y las creencias humanas no hay diferencia alguna. Todo ser algo, y todo ser el opuesto de ese algo, constituyen las dos caras de la misma “ninguna” moneda, pues más allá de dicho fenómeno perceptivo no hay la existencia del hombre ni hay aquello que pudiera consistir en la certeza y/o en la creencia de alguien. Fuera del fenómeno imaginario de la percepción, no hay un algo perceptor ni hay un algo percibido. He ahí que para que alguien pudiera estar entretenido/engañado antes tendría que haber le existencia de ese alguien, por tanto, he ahí también que el pensamiento, la idea, la certeza, etc., de un posible entretenimiento/engaño lo que está certificando es la manifestación de la identificación consciencial con la existencia de alguien. Sentirse de un modo u otro -sin importar aquello que esté sintiéndose- no supone nada más que un reforzamiento de la identificación con la existencia de su supuesto protagonista, por tanto, cualquier tipo de reacción con respecto a ese sentir, tampoco alterará absolutamente nada más allá del imaginario ámbito de las certezas y las creencias de nadie. Consciencia, date cuenta de que -comenzando por tu aparente existir- nada consiste en ser algo, por tanto, deja de buscar aquello que, porque siempre está siendo todo a la vez, nunca está siendo algo determinado y/o algo distinto a solo SER.  Febrero-18

29/2018- René Descartes (1596-1650): “Cogito ergo sum - Yo Pienso, por lo tanto, yo soy.” -Sin embargo, exactamente por lo mismo: Yo hago, por lo tanto, yo soy. Yo siento, por lo tanto, yo soy. Yo recuerdo, por lo tanto, yo soy. Yo imagino, por lo tanto, yo soy. Yo razono, por lo tanto, yo soy. Yo experimento, por lo tanto, yo soy. Yo nací y moriré, por lo tanto, yo soy. Yo mato, por lo tanto, yo soy. Yo amo, por tanto, yo soy. Ahora bien, ¿quién es ese yo racional, que racionalmente utiliza todas esas afirmaciones para auto-confirmar la veracidad de su existencia, a la vez que eso que está considerando que consiste en la veracidad de su existencia discurre circunscrito dentro del ámbito especulativo de la cuestión de “quién soy yo…” sin encontrar una respuesta? Magnífica metáfora, esa de afirmar que yo soy yo, porque yo (que reconozco desconocer por completo qué soy), basándome en mi propio desconocimiento, así lo mantengo. Si algo estuviera siendo la existencia de algo, "aparentemente" todo podría cambiar cuando la consciencia del ser humano, en lugar de plantearse retóricamente (haciéndose trampas) “quién soy yo”, la duda que intentara razonar fuera: ¿soy? He ahí que todo cuanto la consciencia humanizada utiliza para justificar la aparente veracidad de su existencia siempre gira al rededor de la fantasía de un pronombre. Sin embargo, precisamente porque nada está siendo el ser de algo, he ahí que ningún planteamiento y ninguna respuesta cambiará jamás aquello que únicamente consiste en Ser nada que la mente (consciencia identificada) pudiera percibir como si consistiera en ser algo. Consciencia, date cuenta de que preguntarte a ti por ti no te convierte a ti en ti. He ahí que en el universo de la percepción de existencia de algo, cambiar las certezas, cambiar las creencias, cambiar las ideas, cambiar los actos, cambiar los comportamientos, cambiar las políticas, cambiar las doctrinas, cambiar las filosofías, etc., no hace que, salvo esas percepciones, nada más cambie jamás. Entonces, ¿cambiaría algo comprender de alguna manera el supuesto mensaje inherente en estas palabras? No, tampoco. SER, no consiste en ser algo, de ahí que a SER no se llega a través de ningún camino, esfuerzo, sacrificio, ni mérito…, y que de SER tampoco hay salida que valga. He ahí que incluso ser libres de nosotros mismos tampoco hará más libre a nadie. Nada eres, sin embargo, todo está siempre en ti, siendo tú, cuando tú -consciencia- te percibes siendo tú y/o siendo alguna otra posibilidad de ser algo.  Febrero-18

30/2018- He ahí que la posibilidad de amarte a ti podría satisfacerme a mi porque, entre otras razones -absolutamente innegables e incuestionables “por” mi-, eso estaría ratificando mi convicción profunda o álmica (programa mental y/o fenómeno de identificación consciencial) de que yo soy yo, es decir, de que yo existo…, siendo yo el “sentidor” de mi y también el sentidor de algo distinto a mi. Ahora bien, ¿yo soy yo, porque yo pienso, siento, etc., que el experimentador de eso soy yo? ¿Pensar, sentir, etc., que yo soy yo me convierte a mi en mi? ¿Qué me convierte a mi en un yo? ¿En qué consiste ser un yo? ¿Soy yo algo distinto a la convicción de mi existencia? ¿Soy yo algo distinto a la percepción de la existencia de lo pensado, sentido, ideado, etc., por mi, y algo distinto a aquello otro que parece producirme a mi un sentir? He ahí que saberme amado por ti podría satisfacerme a mi por las mismas razones que a mi me satisface amarte a ti. ¿Cómo yo no podría ser yo, y tú ser tú, cuando tú y yo estamos pensando y sintiendo que nos amamos, es decir, cuando estamos sintiendo que existimos? He ahí la eterna paradoja que supone que la posibilidad de “amar a otro” esté demostrando la inexistencia de ambos siendo la existencia de algo. Existir siendo algo no significa SER algo. Existir siendo un yo, no es SER un yo. El aparente universo de la existencia no pertenece al Reino de SER. La existencia de algo equivale a la percepción de un imaginario opuesto de SER. Ser, está siendo todo siempre…, sin estar siendo algo nunca. La percepción de existencia es posible a partir de la identificación de “un supuesto algo”, de modo que para existir se hace imprescindible la percepción de algo por parte de otro algo. El yo existe igual que existe todo aquello que el yo identifica como la existencia de algo; pero más allá del fenómeno de la percepción identificada y/o egoica de la consciencia, ninguna existencia está siendo algo distinto a sólo SER. Todo existe, pero nada está siendo aquello que pueda percibirse siendo existencia de algo.    Febrero-18

31/2018 Consciencia, date cuenta de que no puede volverse atrás y que aquello del pasado, que ahora evitarías y/o que ahora añoras, nunca sucedió siendo aquello (aquella percepción), y tampoco siendo ninguna otra cosa distinta a SER. Date cuenta de que tanto el pasado como el presente y el futuro puede percibirse de mil maneras distintas a la vez…, precisamente porque, salvo SER, nada está siendo algo ni de ninguna manera. No hay percepción de existencia que, por mucho que algo esté pareciendo, sólo en SER, no esté consistiendo. He ahí que “la fe que mueve montañas y/o que realiza milagros” únicamente depende en un cambio radical de percepción, esto es, en darse cuenta de que todo cuanto pueda percibirse siendo la existencia de un perceptor y/o la existencia de lo percibido por un perceptor, fuera del ámbito ilusorio creado por fenómeno de esa percepción identificadora nunca estará siendo eso. Nada está siendo “un ser algo”, de ahí que fuera de la percepción de existencia, nada esté siendo la fe, nada esté siendo un milagro, y tampoco nada necesite moverse ni cambiar. Todo ES, sin necesidad de estar siendo la existencia de algo, y tampoco de estar sujeto a las condiciones que exige permanecer considerándose la existencia de algo. “Cree el ladrón que todos son de su condición…”, igual que cree la consciencia identificada con la percepción de su existencia que todas sus percepciones corresponden a otras existencias (creadas a su imagen y semejanza) girando a su alrededor. Sin excepción, aquello que, percibido por la consciencia desde la perspectiva de la identificación consciencial, parece estar siendo la existencia y/o el acontecer de algo, sólo SER está siendo. Consciencia, date cuenta cómo la identificación con la percepción de tu algoidad y/o de tu yoidad hace que todo gire al rededor de la fantasía de un yo; dependiendo de la fantasía de un yo, condicionado por la fantasía de un yo, limitado por la fantasía de un yo, sujeto a la fantasía de la supervivencia de un yo, subordinado por la fantasía de la búsqueda de trascendencia de un yo.  Febrero-18

32/2018- No hay un yo siendo un yo, por tanto, tampoco hay el estado anímico, mental, físico, etc., con el que un yo -la consciencia de estar siendo un yo-, pueda sentirse identificado. El yo, y todo cuanto exista para un yo, está conformando la misma apariencia de que algo esté siendo algo. Nada está relacionándose, compitiendo, luchando, cambiando, evolucionando ni siendo eso que, percibido egoicamente y/o desde la consciencia identificada con la existencia de un supuesto yo, parecen ser relaciones, luchas, competencia, cambios, experiencias; sólo Ser está siendo y/o en solo SER está consistiendo todo aquello que pudiera aparentar ser la existencia y/o el acontecer de algo. ¡El yo es un personaje imaginario y toda su existencia discurre en una representación teatral! Nadie eres, por tanto, salvo dentro del ámbito imaginario de la identificación con la apariencia de tu ser, nadie salvo tú está gobernándote, nadie salvo tú está explotándote, nadie salvo tú está adoctrinándote, nadie salvo tú está  ayudándote, nadie salvo tú está amándote, nadie salvo tú está protegiéndote… nadie salvo tú está siendo el autor y/o el único responsable de todo aquello que tú consideras que eres y/o que estás viviendo tú. Date cuenta de que no puedes cambiar ni abandonar el teatro de tu existencia porque fuera de ahí nada está siendo tu existencia. Consciencia,¿comprendes mejor ahora que tú eres esa piedra con la que, a pesar de todo lo que manifiestas al respecto, no dejas de tropezar una y otra vez? Cuando nada está siendo la existencia ni el acontecer de algo, ¿cómo podría haber un ser hacedor ni experimentador de algo? En efecto, imaginándolo, es decir, consistiendo en la identidad de un ser imaginario y/o identificado, esto es, una percepción. Más allá de la percepción de existencia, no hay límites ni eventualidades, y tampoco nada de aquello que, por estar considerándose la existencia de “un ser”, ese personaje estaría obligado a pensar, creer, sentir, experimentar, desear, buscar. Mientras la consciencia permanezca identificada con la percepción de la existencia de un personaje, ¿cómo esas las identidades surgidas de esa identificación podríamos evitar percibirnos limitados, carentes, separados, victimas? Nada está siendo algo; de ahí que percibirse a sí mismo siendo algo, hace que todo cuanto se perciba parezca ser algo también.  Febrero-18

33/2018- ¿Qué debo entender por consciencia? Date cuenta -respondo-, de que más allá de esa aparente percepción, imagen y/o escenificación mental no hay ese alguien que pueda entender algo. Date cuenta de que más allá de la aparente convicción consciencial de que tú eres tú, ni tan siquiera hay alguien que esté planteándose algo, y que tampoco hay algo que pueda ser entendido por alguien. Date cuenta de que esa cuestión -¿qué debo entender “yo” por consciencia?- consiste en el mismo programa mental que permanentemente está generando la aparente necesidad de búsqueda de respuestas a planteamientos trascendentales tales como, ¿quién soy yo, para qué estoy aquí, de dónde vengo, a dónde iré después, por qué me sucede todo lo que vivo cada día… y también -por muy básicas y/o triviales que parecieran- originando absolutamente todas las demás incógnitas, dudas, sensaciones, ideas, etc., que en cualquier momento puedan surgir. Date cuenta de que detrás de todo -desde lo más profundo a lo más insustancial-, siempre está presente la identificación de la consciencia considerándose la existencia de un yo. Sin excepción, siempre se trata de preservar la supervivencia de la identificación con un yo pensador, sentidor, hacedor, experimentador, buscador, luchador, único y trascendente. Date cuenta de que la percepción de tu existencia y la percepción del resto de existencias y/o de aconteceres únicamente consiste en SER y/o en ESTAR SIENDO TODO EL MISMO NADA-UNO. He ahí que del mismo modo que si el tiempo fuese algo, entonces siempre estaría siendo ahora, también cualquier “ser algo” siempre está siendo SER. Ser, ¿qué, quién, porqué, para qué, dónde, cómo…? Nada, sólo SER.   Febrero-18

34/2018- ¿Eres feliz? En primer lugar, he ahí que para ser y/o para sentirse de alguna manera, previamente debería estar sintiéndose “ser un ser” (identificación consciencial), y que, por tanto, aquella posibilidad siempre estaría consistiendo en la consecuencia de esto y/o dependiendo de las características de esto. La felicidad y cualquier otra forma de percibirse y/o de sentirse únicamente es factible dentro del universo imaginario de la identificación con la existencia de un yo. La necesidad de sentir felicidad obedece a una necesidad de la consciencia identificada que, precisamente por permanecer considerándose la existencia de algo (un yo), ahora estará sintiéndose infeliz y deseando alcanzar el sentimiento opuesto. ¿No considerándose la existencia de la identidad de algo, qué pensar, qué sentir, qué hacer, qué meta, etc., necesitaría alcanzarse y/o necesitaría evitarse? He ahí que todo aquello que tú percibas siendo algo para ti siempre consistirá en un reflejo de la identificación con la percepción de ti mismo, es decir, un efecto a imagen y semejanza de la identificación con la percepción de tu existencia. Consciencia, date cuenta de que la dicotomía entre ser feliz o infeliz, ya empieza a resultar aburrida, pesada, anticuada, ridícula, inútil e irracional. Cuando todas las posibilidades de ser consisten en SER, ¿quién necesitaría sentirse de alguna manera y/o ser el yo que vive persiguiendo ilusiones? Entrar en ese juego de la consciencia condena al jugador a existir siendo reo perpetuo de la apariencia de su propia existencia. La necesidad de ser feliz y/o de sentirse de cualquier otro modo sólo es necesaria para que la apariencia de ese supuesto personaje continúe viva. ¡Ser feliz, infeliz, bueno, pecador, perfecto, imperfecto…, nunca dejará de consistir en SER, por tanto, he ahí que, para SER nunca estará siendo necesario ser ese alguien que está sintiéndose de alguna manara y/o deseando satisfacer las carencias de la yoidad! Si aceptas vivir considerando que tú eres tú, entonces también deberás vivir aceptando que todo cuanto conforma tu existencia estará siendo algo opuesto a ti. ¿Comprendes mejor ahora de dónde surge todo aquello que consideras que consiste la percepción de un ser distinto a la percepción de tu ser? ¿Comprendes mejor ahora que la consciencia de la existencia de los opuestos no puede separarse de la consciencia de la existencia de su perceptor y/o de su experimentador? De regreso a la pregunta inicial (¿eres feliz?), si no hay la identificación con aquel ser que lo necesitara, tampoco hay esa necesidad.  Febrero-18

35/2018- Nada se vive y nadie vive nada; Ser (nada-algo), consiste en todo eso que parece ser un ser y/o ser el ser de algo para alguien. ¿Comprendes mejor ahora porqué tú y todo cuanto constituye la apariencia de tu existencia y/o de tu mundo está siendo comparado y confundido con un sueño, un espejismo, una ilusión, una fantasía, maya, karma, reencarnación, destino, evolución, expiación…? Consciencia, date cuenta de que percibirte a ti siendo tú no significa que tú seas tú ni que tú seas la existencia de algo. ¡Más allá de la percepción e interpretación de la apariencia, nada hay siendo algo! Nunca has estado fuera, pero tampoco dentro. Nunca has dicho mentira, pero tampoco dirás verdad. Nunca has cometido errores, pero tampoco jamás acertarás.  Nadie hay siendo alguien ni siendo algo, por tanto, date cuenta de que tampoco hay algo/alguien que seguir fielmente (pensamientos, ideas, doctrinas, filosofías, esperanzas, historias, promesas, ciencias) ni hay alguien que pueda seguir a otro. Ser, es lo único que siempre está siendo todo aquello que parezca ser algo y/o ser alguien. Nada has hecho, pero tampoco nunca algo te ha sucedido ni te sucederá. Más allá de tu interpretación interesada y/o egoísta, nada sucede porque tú lo merezcas por algún motivo, ni porque tú lo necesites para algo. Consciencia, date cuenta de que no hay ningún sueño y ningún soñador; pero tampoco hay ninguna realidad. Date cuenta de que simplemente el universo de existencia que percibes como si consistiera en ser algo sólo consiste en una interpretación mental, identificada, limitada, victimista, discriminada y/o absolutamente egocéntrica de ti misma convertida en algo. SER, significa que nunca hay nada de qué culpar ni de qué culparse. SER, significa que no hay nada que perdonar ni de lo que perdonarse. SER, significa que no hay nada que hacer ni que dejar de hacer. SER, significa que no hay nada que ser ni que dejar de ser. Ser está siendo todo y lo único, pero sin que jamás haya algo que esté siendo algo… ni por algo… ni para algo. ¿Comprendes mejor ahora que ser algo, por algo, para algo, etc., sólo consiste en una percepción absolutamente especulativa y/o egoísta?  Febrero-18

36/2018- Salvo SER, nada más está siendo algo, por tanto, -sin excepción posible-, siempre todo está consistiendo en SER (nada-uno), y sólo en SER. SER, significa que nada falta por SER. SER, significa que nada falta por hacerse. SER, significa que nada falta por suceder. SER, significa que nada falta por alcanzarse.  He ahí que todo  aquello que tú -consciencia identificada-, crees que eres tú y/o que son vivencias tuyas, siempre está consistiendo en SER, y sólo en SER. Date cuenta de que allí donde tú aprecias amor, bondad y dicha, sólo Ser, está siendo. Date cuenta de que allí donde tú aprecias violencia, maldad y sufrimiento, sólo Ser, está siendo. Date cuenta de que allí donde tú aprecias nacimiento, crecimiento, evolución y muerte, sólo Ser, está siendo. Date cuenta de que allí donde tú aprecias que tú eres tú y que lo demás es lo demás, sólo Ser, está siendo. Date cuenta de que todo aquello que tú aprecias siendo algo distinto a sólo SER, únicamente consiste en SER. Date cuenta de que tú puedes cambiar de ideas, cambiar de actitud, cambiar de comportamiento, cambiar de filosofía, cambiar de creencias, cambiar de paradigmas, etc., pero que, puesto que -sin excepción-, todo consiste en sólo SER, SER nunca estará cambiando. Sin excepción posible, aquello que cada yo considera que es parte de su vida (sus pensamientos, sus emociones, sus experiencias, sus reacciones, sus peculiaridades, su tiempo, etc.,) únicamente consiste en el efecto especulativo de lo que significa “vivir en la percepción y/o consciencia” de ser un yo. Consciencia, date cuenta de que nada es algo tuyo ni tiene relación contigo; simplemente todo aquello que para ti es algo, consiste en el efecto instantáneo de la consideración de que tú eres tú (identificación), como si ser tú pudiera consistir en  algo distinto a SER y sólo SER.  Febrero-18

37/2018- ¿Cómo se siente uno siendo Nada? -Pues justamente de la manera, absolutamente precisa, que ahora puedas estar sintiéndote siendo uno y/o siendo tú. ¡Nunca has estado sintiéndote como si no fueras aquello que sólo consiste en SER! Sin excepción, todo aquello que tú consideras que consiste en ser tú y/o en ser algo, siempre está consistiendo en SER NADA. Ser tú siempre ha estado consistiendo, y siempre permanecerá consistiendo, en SER NADA y/o en no ser algo. ¿Comprendes mejor ahora porqué nunca faltó que hubiera algo…, ni que sucediera algo en tu vida; porqué nunca fue necesario que algo cambiara en tu vida y por qué jamás conseguirás que tu vida sea algo distinto? Con absoluta independencia de aquello que pueda percibirse e interpretarse, nada dejará de estar consistiendo en SER y/o en no estar siendo algo. ¡Tú y tu vida sólo SER está siendo! Consciencia, date cuenta de que sentirse uno, sentirse un yo, sentirse alguien, etc., no significa SER eso ni ser cualquier otra posibilidad de estar siendo algo. He ahí que aquel personaje y/o individuo que piensa, siente, hace, experimenta, espera, busca, etc., “no está siendo alguien” fuera de la consciencia que está creando la percepción de esa apariencia de identidad. SER (nada-algo y/o nada-uno) es lo único que, invariablemente, siempre está siendo, de ahí que salvo fuera del deseo ilusorio de que algo sea diferente a sólo SER, aquello que, sin excepción, pueda estar pensándose, sintiéndose, creyéndose…, en eso exactamente consiste estar siendo NADA. Tal como está siendo, ya está todo, siempre ha estado ya todo y siempre continuará estando todo ya. Todo aquello que desde la identificación consciencial es percibido siendo algo…, más allá de la fantasía de esa percepción egoica y/o identificada, nada ES y/o sólo está siendo SER. Llorar, reír, sufrir, gozar, triunfar, fracasar, vivir, morir…, siempre SER está siendo…, por mucho que percibido por alguien como si fuera algo, pudiera parecer que algo está siendo.  Febrero-18

38/2018- He ahí la paradoja de que para que a mi -consciencia identificada-, pueda decepcionarme algo y/o alguien, antes yo -consciencia identificada-, tengo que estar considerándome a mi misma “ser eso” a lo que algo y/o alguien puede causarle decepción por algún motivo que yo -consciencia identificada-, esté considerando como el ser de algo auténtico. He ahí que la causa de todo cuanto yo -consciencia identificada-, pueda considerar que estoy protagonizando en un sentido u otro, siempre estará naciendo de la identificación con la apariencia de mi particularidad, esto es, del apego a mi aparente individualidad…,  de percibirme siendo “un” ser y/o siendo un algo determinado, y por tanto, separado, diferenciado, opuesto, carente, víctima. Y, del mismo modo que percibirme siendo “un yo” estará conformando la razón de mis decepciones y/o de mis ilusiones, exactamente igual con todas aquellas posibilidades “de percepción y/o de identificación”, que quieran añadirse. Sin excepción, todo aquello que yo -consciencia identificada-, perciba como la existencia y/o como el acontecer de algo, siempre estará supeditado a mi propia percepción y/o consideración. ¡Nada puede ser identificado por mi como la existencia de algo y siendo valorado de alguna forma determinada, sin que antes yo -consciencia-, esté considerándome un yo y/o auto-identificándome! He ahí que la felicidad (exactamente igual que el resto de conceptos y/o valores posibles) es algo así como la zanahoria que el burro se coloca ante sí para poder seguir creyéndose un burro y seguir actuando como un burro. Cuando yo -consciencia identificada-, no estuviera considerándome un yo, ¿cómo podría yo sentirme infeliz y necesitado de buscar y de encontrar “mi felicidad”, recurriendo para ello a todo tipo de absurdas teorías, actitudes, prácticas y comportamientos? ¡Consciencia identificada, date cuenta de que con absoluta independencia de cómo juzgues que te sientes, sólo SER estarás siendo, y que, por tanto, nunca nada estará siendo aquello que tú consideres que está siendo algo y/o siendo de alguna manera determinada; excepto para continuar creyendo en ti y/o en la particularidad de tu identidad, nada necesitas y tampoco de nada careces!  Febrero-18

39/2018- “Tal como es, todo está siendo siempre lo mejor…” -escribía hace un tiempo, en el entendido supuesto donde alguien estaría siendo algo (un yo), que también estaría haciendo algo (pensando, escribiendo, etc.,) distinto a sólo SER. Paradójicamente, para que yo haya escrito algo alguna vez, y los demás hayan podido leerlo, ni yo puedo estar siendo yo ni los demás pueden estar siendo los demás, ni algo ha podido ser escrito y leído alguna vez por alguien. He ahí que no habiendo “un” haber de algo, tampoco puede haber división ni separación. Paradójicamente, la existencia y/o el acontecer de algo siempre está certificando la absoluta inexistencia de eso y de cualquier otra posibilidad de que algo no esté consistiendo en sólo SER. ¡Todo está siendo siempre el mismo no estar siendo algo nunca! Bastaría con sustituir todas las posibilidades de ser algo…, por sólo SER (sin que SER llegue jamás a consistir en una posibilidad), para que todas las incógnitas quedaran resueltas, pues desaparecerían todas las preguntas y también aquel personaje que pudiera plantearse algo. “Tal como verdaderamente es, todo está siendo lo mejor” -podría servirle a algunas consciencias identificadas para aceptar la falacia de algunos aspectos de su identificación; sin embargo, para otras consciencias ese mensaje quizás estaría dándoles a entender que “algo está siendo algo…, y que dependiendo de cómo se percibiera, ese algo podría ser mejor y/o diferente a si estuviera eligiéndose percibirlo de otro modo. ¡No hay algo que esté siendo algo y, por tanto, tampoco mejor ni peor! Todo ES…, nada algo y/o nada el ser de algo. Nada ES algo, por tanto, tampoco algo es de ninguna forma de ser. He ahí que creer en Dios, en el Vacío, en la Energía, en la Conciencia, en la Luz, etc., convierte a eso en la creencia de alguien, esto es, en la justificación principal de la consciencia identificada con la existencia de alguien y/o de un sí mismo (ego).  Febrero-18

40/2018- Consciencia, date cuenta de que el deseo de sentir felicidad y/o de dejar de sentir cualquier otro sentimiento pertenece a un yo que se cree un yo, esto es, a ti considerándote tú y/o considerándote una identidad; date cuenta de que más allá de ese fenómeno de identificación, nada hay siendo algo (tú siendo tú) ni hay la necesidad de que algo esté siendo algo. Date cuenta de que ser tú consiste en SER, y nada más que en SER; date cuenta de que SER y/o ESTAR SIENDO carece de la necesitad de ser tú y de las carencias que tú pudieras percibir en ti. Date cuenta de que "todo aparente algo" tiene su aparente opuesto y que ese opuesto muchas veces está aceptándose y/o rechazándose como si consistiera en algo separado de la inexistencia de su causa. Ser, sin ser algo, no tiene sentido, porque al no consistir en ser algo determinado tampoco lo necesita; sin embargo, he ahí que "ser la existencia de algo" precisa de la existencia de aquello otro que le otorgue sentido y que no deje de sostener activa la percepción de esa apariencia. Consciencia identificada, date cuenta de que, comenzando siempre por tu propia identidad, nada es eso que parece… ni de la manera que pudiera parecer que es, precisamente porque NADA está siendo algo ni siendo alguien. Consciencia identificada, date cuenta de que eso que denominas y/o que consideras que consiste en la existencia del amor (como si algo estuviera consistiendo en ser algo distinto a SER), siempre estaría tratándose de  “amor propio”, pues siempre está tratándose de un sentimiento tuyo hacia ti y/o hacia aquello que tú percibes como si estuviera consistiendo en aquello que tú percibes siendo algo distinto a ti y/o aquello que para ti está siendo algo.  Febrero-18

41/2018- “No te entiendo…” -me confirman algunos amigos. “No te entiendo…” -me dicen aquellas mentes y/o consciencias identificadas que, porque no se entienden a sí mismas, interpretan que no entienden aquello que consiste en algo ajeno que no se adapta a lo que entienden. “No te entiendo…” -recuerdo que me dijo un familiar, cuando yo era un niño…, y muchos otros “yos” a partir entonces. “No te entiendo…” -me he dicho a mí mismo bastantes veces, antes de darme cuenta de que no hay nada que entender ni hay alguien que necesite entender algo. Nada es bueno ni malo, nada es mejor ni peor, nada es una oportunidad que debería aprovecharse ni una oportunidad que debería dejarse pasar: salvo en esa manera de ver y/o de interpretar aquello que late en el programa de cada yo, nada está siendo algo ni está siendo de ninguna manera. Todo está consistiendo en SER, sin que algo esté siendo algo distinto a nada que consista en SER algo. SER, no admite las excepciones y/o las justificaciones imprescindibles para verse “siendo un yo”, por tanto, he ahí que no comprenderme a mi también consiste en SER…, y que nada falta por hacerse al respecto. Consciencia identificada, date cuenta de que tú crees que hay algo distinto a ti -algo que tú puedas y/o que tú necesites entender-, sólo porque tú crees que tú eres eso que percibes siendo tú, y que lo demás es aquello otro que tú percibes siendo lo demás, esto es, date cuenta de que quizás sea esa fantasía de percibir algo siendo algo (identificación) lo único que tratas de entender y/o lo único que continuamente está impulsándote a creer hay hay algo que entender. “Yo sí te entiendo…” -escucho decirme a mi mismo alguna vez todavía y/o que me dicen algunos amigos, confirmándose así que nada hay siendo algo distinto a sólo SER.  Febrero-18

42/2018- Consciencia identificada, date cuenta de que ninguna ideología política, económica, social, judicial, cultural, educativa, empresarial, etc., te proporcionará jamás aquello que tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que ningún sistema de gobierno y ninguna organización e institución pública ni privada te proporcionará jamás aquello tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que ninguna doctrina religiosa, espiritual, filosófica, científica, artística, intelectual, etc., te proporcionará jamás aquello tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que ningún conocimiento, ningún reconocimiento y tampoco ninguna profesión, actividad ni pertenencia de algo te proporcionará jamás aquello tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que ninguna disciplina, ninguna práctica y ninguna terapia médica, naturalista, psicológica, anímica, energética, etc., te proporcionará jamás aquello tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que ningún pensar, ningún sentir, ningún hacer, ningún silencio, ningún meditar, ningún reencarnar, ningún soltar, ningún cambiar, etc., te proporcionará jamás aquello que tú deseas alcanzar y/o que tú deseas dejar atrás. Consciencia identificada, date cuenta de que nada ni nadie te proporcionará jamás aquello que alguna vez tú desees alcanzar y/o que tu desees dejar atrás, pues nada ni nadie podrá hacer jamás que tú seas tú, que tú seas algo…, ni que tú no estés siendo siempre nada determinado. ¡Tú no eres tú, de ahí que nada de lo que tú pretendas será alcanzado ni dejado atrás “por ti” alguna vez; date cuenta de que -sin excepción-, todo cuanto tú persigues siempre está consistiendo en continuar viéndote a ti siendo tú y/o siendo el reflejo de una identidad. Consciencia identificada, date cuenta de que salvo SER, nada más está siendo algo, y que, por tanto, nada falta nunca por estar siéndose, nada falta nunca por alcanzarse y nada falta nunca por dejarse atrás; date cuenta de que “ser un yo” no puede serse, no puede sanarse, no puede salvarse, no puede controlarse ni gobernarse, no puede culparse ni perdonarse, no puede cambiarse ni mejorarse…, pues sencillamente nada está siendo un yo.  Febrero-18

43/2018- Exactamente igual que todas las demás posibles percepciones de “UN” estar siendo la existencia de algo determinado para alguien y/o de estar siendo la identidad identificada de algo (fuente de la consiguiente percepción de dualidad, división, separación, diferenciación, discriminación, comparación, competencia, ambición, violencia y el resto de todos los conceptos imaginables y de sus opuestos), la percepción del amor no deja de consistir en una especie de instinto y/o de un programa mental igual de egoico que cualquier otro. “Yo  amo, por tanto, yo soy” -argumenta la consciencia identificada con la existencia de la apariencia de su yo. He ahí que yo -que no sé qué soy- te amo a ti, amo a la humanidad, amo a la vida, amo al mundo…, pese a que tampoco sé qué  es eso que amo y tampoco sé que es el amor. ¿He ahí que yo -que soy un ser distinto a ti- te amo de tal manera que por ti (mi familia, mis amistades, mis ideas, mis creencias, mi país, mi religión, mi cultura, mis costumbres, mis pertenencias, mi futuro, mi…, mi…, mi…) estoy dispuesto a luchar hasta la muerte contra los otros por defenderte? Sólo por percibirse siendo algo, la existencia de eso -incluida la percepción humana del amor-, únicamente puede tratarse de una percepción egoica y/o identificada de SER. SER, no significa ser algo, y tampoco que algo esté siendo SER. SER (nada-uno y/o nada-algo), significa que nada está siendo un SER ni el ser de un algo. ¿Necesitas creer en la existencia del amor, de la felicidad, del bien, de la eternidad, etc., para no tener que admitir la inexistencia de “tu” propia existencia? Date cuenta de que aunque tú desaparecieras, nada desaparecería. Consciencia identificada, date cuenta de que eso que tú identificas como la existencia del amor (y consecuentemente de la existencia de su opuesto y de cuantas características quieran añadirse), únicamente consiste en el efecto y/o reflejo de tu propia identificación; date cuenta de que sin que tú estuvieras siendo tú para ti, tampoco habría para ti algo de aquello que tú consideras que está siendo algo determinado. Nada está siendo el amor; el amor consiste en SER NADA, de ahí que el amor no puede ni necesita ser practicado por alguien haciendo algo. Todo está siendo SER, porque nada está siendo algo distinto a SER.  Marzo-18

44/2018- BREVES 2018. (1) -¿En qué consiste la percepción de la existencia de algo, sino en la consciencia identificada con la existencia de algo? Por tanto, ¿en qué consiste la consciencia identificada con la existencia del uno mismo, sino en la percepción de la existencia de uno mismo? A partir de ahí, ¿percibe alguien la existencia de un sí mismo, a parte de la consciencia identificada con la existencia de sí misma, como si la consciencia de sí misma estuviera consistiendo en la existencia de alguien? Consciencia identificada (tú), date cuenta de que conocerse a sí mismo consiste en darse cuenta de “no hay un sí mismo”, y que, precisamente por eso, el intento de conocerte está siendo siempre la razón fundamental de que no logres darte cuenta de que nunca podrás conocerte. (2) -Me dice un amigo: “Es muy difícil concebir un estado semejante a SER… sin que nada esté consistiendo en estar siendo algo.”  -Sin embargo, he ahí que nadie puede concebirlo porque todo, sin excepción, consiste en estar siéndolo. (3)-Consciencia identificada (tú), date cuenta de que no puedes no hacer algo de aquello que crees que estás haciendo ni puedes hacer algo de aquello que crees que estas dejando de hacer. Date cuenta de que SER (nada-determinado) incluye el fenómeno de pensar, sentir, experimentar, etc., que tú no estás haciendo algo y/o pensar, sentir, experimentar, etc., que tú estás haciendo algo. Ser, consiste en estar siendo todo siempre sin estar siendo algo nunca, de ahí que no se puede no SER, no se puede dejar de SER, y tampoco se puede SER más ni SER menos. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que salvo SER, nada más está siendo ni dejando de SER.  Marzo-18

45/2018-  ¿Qué significado tiene la expresión  "sólo Ser"? ¿Con "sólo Ser" te refieres a fluir? -Me plantea una amistad. Sin embargo, estando consistiendo todas las posibilidades de ser algo, en sólo SER, ¿dónde podría tener algo algún significado? ¿qué significado podría tener qué cosa…, y para quién podría tener algún algo algún significado? Date cuenta de que, con absoluta independencia de la trascendencia que quiera atribuírsele a algo, la apariencia de la idoneidad de esas incógnitas pertenecen al universo de la percepción de existencia y/o de la especulación de la consciencia identificada y/o egoica (tú). Consciencia identificada, date cuenta de que todas las preguntas, todas las respuestas, todas las intenciones, todos los conocimientos y todas las esperanzas nacen de tú propia identificación. Date cuenta de que tú y todo aquello que percibes como si consistiera en algo tuyo y/o también como algo distinto a ti, está consistiendo siempre en el mismo SER ningún SER. “Sólo SER”, no puede explicarse, no puede comprenderse y tampoco tiene significado, pues, “sólo SER” no consiste en que algo esté siendo algo ni esté siendo alguien. Sin excepción posible (exactamente igual que cualquier  otro algo, las reglas y las excepciones a las reglas pertenecen al universo egoico), lo único que está siendo es SER. ¡Todo ES, pero nada Es algo! Todo ES, sin embargo, date cuenta de que por muchos conceptos y/o etiquetas distintas que se utilicen para nombrarlo, salvo SER, nada estará siendo algo nunca jamás. Aquello que tú (consciencia identificada), percibes siendo la existencia y/o la experiencia de fluir, soltar, amar, sanar, gozar, vivir, cambiar, mejorar, avanzar, sufrir, perder, morir (lo que sea que quieras ver siendo algo), sólo SER estará siendo. He ahí que -por no consistir en ser algo, “sólo SER” no puede explicarse, no puede comprenderse; SER, ÚNICAMENTE PUEDE ESTAR SIÉNDOSE, PERO SIN CONSCIENCIA DE QUE ALGO ESTAR SIENDO ALGO. He ahí que el fenómeno del ego consiste tanto en la percepción consciente como en la percepción inconsciente de existencia de algo, y que no hay diferencia si ese algo está percibiéndose siendo uno o siendo diverso, esto es, como algo propio o como algo ajeno. ¿Estás de acuerdo en algo y/o estás en desacuerdo en algo? Date cuenta  de que ambas posibles opciones, junto con todos los matices que quisieran añadirse, siempre está consistiendo por igual en sólo Ser.  Marzo-18

46/2018- Nada ES Ser, de ahí que todo esté siendo SER y sólo SER. Ser, ES estar siendo nada determinado, por tanto, sólo estar siendo. ¡Todo está siendo el mismo no estar siendo algo y/o no estar siendo “un” estar siendo! He ahí que ser Dios y/o ser cualquier otra posibilidad de ser un ser supremo, nunca podría consistir en ser algo determinado ni estar siendo unas cualidades determinadas. Consciencia identificada, date cuenta de que tú nunca comprenderás eso, pues mantener en pie el castillo ilusorio de tu aparente ser siempre estará imposibilitándolo. He ahí que el aparente “yo soy” no consiste en ser el ser de alguien ni el ser de algo, sino en SER y/o en ESTAR SIENDO nada que pudiera consistir en ser algo. Consciencia identificada, ¿dónde, salvo en el fenómeno de tu propia percepción e identificación (yo soy…), están los límites que tú percibes dividiendo, separando, diferenciando, discriminando? Consciencia identificada, date cuenta de que tú decides cómo sentirte en cada instante, pero que más allá del juicio y de la apariencia de cada elección y/o de cada creación tuya, por igual todas las maneras de sentirte estarán consistiendo en SER…, y sólo en SER, por tanto, que ninguna de ellas merece más atención que otra. Ser, no significa ser algo; Ser, no es ser "un" ser ni ser "el" Ser. He ahí que la mente, surgida del fenómeno de la identificación de la consciencia consigo misma y/o con la posibilidad de estar siendo algo determinado (yo soy), no pueda comprender que SER no supone la necesidad de que algo esté siendo algo. ¡Si todo estuviera siendo uno, entonces “ser todo uno” consistiría en que nada estuviera siendo algo nunca! No hay existencia de dualidad (no-dos), porque tampoco hay una existencia siendo una existencia y/o siendo un existir de algo (no-uno).  Marzo-18

47/2018- Comenzando por ti -consciencia de que tú eres tú y de que ser tú consiste en ser cualquier posibilidad de existencia de alguna cosa-, toda percepción, consciencia y/o consideración de ser algo siempre estará resultando aparente, ilusoria, imaginaria, especulativa, mental; pues, nada hay siendo algo. El único algo que hay consiste en que todo está siendo nada concreto y/o en que todas las posibilidades de ser nunca está siendo alguna de ellas. Paradójicamente, la creencia de que tú -consciencia identificada-, eres tú (un ser determinado), hace que tú no puedes comprender eso ni ninguna otra cosa que trascienda la creencia en tu existencia. Nada hay siendo algo, ni siendo alguien. No ser algo está siendo todo. He ahí la representación del personaje del yo (consciencia identificada con esa percepción egoica y/o discriminada) tratando de justificar su existencia a través de la percepción de la existencia de todo cuanto esa identidad inexistente proyecta y/o imagina como si estuviera consistiendo en la existencia y/o el acontecer de algo. Consciencia identificada (tú), reconoce que nada de lo que crees que haces y/o que dejas de hacer lo haces ni dejas de hacerlo porque moralmente, éticamente, socialmente, etc., pienses que está bien o mal, sino porque eso es lo que crees que más te conviene y/o sencillamente porque en eso consiste la estrategia de tu supervivencia. No hay bien, no hay mal; ningún haber hay y ningún hacer se hace; todo está siendo ningún estar siendo. He ahí que, puesto que nada está siendo el ser de algo, entonces, siendo algo aquello que existiera, nada existe y/o nada está existiendo.  Marzo-18

48/2018- Ser, carece de carencias y de virtudes, de perfecciones y de imperfecciones, de conveniencias y de inconveniencias, de tiempos y de espacios…, porque Ser sólo consiste en SER, sin que nada esté siendo algo. Ser, supone ausencia absoluta de ideologías, idealismos, religiones, espiritualidad, misticismos,  filosofías, identidades, apegos, éticas, moralidades, mitos, heroicidades, sacrificios y de todos los determinismos imprescindibles para que algo pudiera percibirse siendo algo. Ser, sólo consiste en SER. Ser, no consiste en ser algo; Ser, no consiste en ser de alguna manera; Ser, no consiste en ser por algún motivo; Ser, no consiste en ser para alguna finalidad; Ser, no consiste en nada de aquello que obligatoriamente necesitaría consistir si Ser consistiera en ser algo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todos tus aparentes pensamientos, emociones, percepciones, creaciones, experiencias, esfuerzos, sacrificios, etc., sólo sirven para continuar identificada con tu aparente ser, es decir, para seguir percibiéndote siendo tú; más nunca para Ser, porque Ser se está siendo sin necesidad de ser algo ni de hacer algo para ser. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que si tú fueses victima de algo, entonces tú sólo estarías siendo víctima de ti misma, esto es, de creerte tú y/o de creer que tú eres tú en lugar SER y sólo SER. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que tú nunca fuiste un niño, y que, por tanto, tú nunca naciste siendo culpable ni siendo inocente de algo; date cuenta de que porque tú no eres tú, tampoco tú tienes que sanate de algo, liberarte de algo, culparte de algo, perdonarte de algo, mejorarte de algo…, ni alcanzar alguna meta. He ahí que si yo (consciencia de mi ser yo) estuviera siendo yo, es decir, siendo algo determinado, entonces yo estaría siendo una apariencia efímera. ¿Consiste una apariencia efímera en ser algo distinto a sólo SER?  Marzo-18

49/2018- “Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.” (UCDM) -Consciencia identificada (tú), ¿comprendes mejor ahora que “aquello que lo abarca todo” no consiste en ser algo,  porque si fuera algo -incluido ser dios, ser amor, ser felicidad, ser bien…-, eso también tendría el opuesto que tú no podrías dejar de ver? He ahí que lo contrario a todo aquello que tú percibes siendo algo distinto a ti…, también eres tú, y que, por tanto, nunca podrás separarlo de tu aparente identidad. Sin ti y/o sin la identificación contigo, no hay ni el amor ni el miedo que tú identificas como si estuviera siendo la existencia de algo distinto a ti. He ahí que todo aquello que para ti es algo, con absoluta independencia del signo que le adjudiques, siempre está consistiendo en un reflejo (creado a imagen y semejanza) de la identificación con tu propia algoidad. ¡Aquello que lo abarca todo no está siendo aquello que todo lo abarca, sino nada que esté consistiendo en ser algo! Consciencia identificada (tú), déjate de excusas y de hipocresías y admite que sin ti no hay elección entre el bien y el mal porque sin ti no hay bien, no hay mal, ni hay los castigos ni los premios que alguien pudiera recibir por actuar bien y/o por actuar mal. He ahí que la metafórica expulsión del Paraíso no está consistiendo en la consecuencia de que tú (tampoco tus antepasados) hubieras actuado mal ni dejado de actuar bien, sino de haber caído en la ilusión de que tú eras tú (identificación) y/o que tú estás siendo algo determinado, y, por tanto, distinto y separado de aquello que percibes siendo la existencia de lo demás…, como si ser tu y/o ser lo demás consistiera en algo siendo algo. He ahí que porque nada determinado eres, tampoco nada tienes que hacer para volver a SER, nada tienes que hacer para llegar a SER y tampoco nada tienes que hacer para regresar al Paraíso de SER.  Marzo-18

50/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que -comenzando siempre por el misterioso fenómeno de la percepción de tu propia identidad, es decir, de tú siendo tú-, cuando algo es considerado y/o identificado por ti como que está siendo algo, entonces, dentro del ámbito absolutamente especulativo, condicionado y/o mental de esa percepción (el universo de la existencia y/o del ego), ese algo nunca podrá ser visto igual a otro algo. Date cuenta de que el fenómeno de considerarte tú algo distinto a sólo SER y/o de considerarte un ser, hace que todo aquello que fuera visto por ti siendo algo, a su vez estará siendo la causa fenoménica de la percepción de desigualdad y de separación, por tanto, también el origen de infinitas formas imaginarias de comparación, envidia, celos, competencia, pertenencia, rivalidad, violencia, frustración, lucha, ambición, etc. Ser considerado algo, se convierte en la fuente de todos aquellos aspectos, características, etc., que luego estará pretendiéndose alcanzar y/o evitar, aunque, eso sí, sin renunciar a la causa, es decir, a la egoica identidad propia. He ahí que ser tú también está siendo el origen creador de todas las discriminaciones, injusticias, deslealtades, frustraciones, esperanzas, etc., (y de sus opuestos) que puedas percibir dentro y fuera de ti. La igualdad, la no-discriminación, la libertad, el amor, la paz y el resto de los valores que quieran incluirse, sólo son necesarios en el mundo inexistente de la percepción de existencia y/o de la percepción egoica, por tanto, paradójicamente, allí donde aquello siempre estará siendo un fin pendiente de alcanzar, y, paradójicamente, absolutamente imposible e innecesario de ser alcanzado. ¿Qué derechos son aquellos que tienen que concederte otros, cuando tú mismo estás negándotelos al verte siendo tú y/o siendo como tú te ves? Date cuenta de que los otros también están siendo tú, y que tú nada eres. He ahí que todo ha estado siendo siempre, lo único que siempre todo está siendo.  Marzo-18

51/2018- Percibir algo, no significa que lo percibido sea eso que está siendo percibido, de ahí que percibirte a ti tampoco significa que tú seas tú. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que -precisamente por estar considerando que tú eres tú-, sin excepción de ningún tipo, todo aquello que alguna vez y/o de alguna manera tú puedas pensar, sentir, imaginar, desear, buscar, esperar, hacer, percibir, experimentar, etc., sólo SER estará siendo siempre, y ello sin que tú -siendo tú algo-, hayas existido nunca fuera de todo ese universo de percepción egoica y/o de apariencia de algoidad. Consciencia  identificada (tú), ¿comprendes mejor ahora porqué tantas veces te sientes como si estuvieras en medio de una guerra de guerras en la que nadie conseguirá ganar algo nunca? ¿Comprendes mejor ahora que todo cuanto tú puedas experimentar estará consistiendo en el efecto y/o reflejo absolutamente preciso e instantáneo de tu identificación y/o siendo el resultado de que tú estés considerándote tú? Consciencia identificada (tú), date cuenta de que lo ilusorio de ti y de tus percepciones no está en que tú seas perfecta o imperfecta, carente o plena, humilde u orgullosa, sencilla o vanidosa, generosa o envidiosa, feliz o infeliz…, sino en que tú seas tú y/o en que tú seas algo determinado. He ahí que sin tu ser particular y/o identificado (tu identidad) tampoco hay nada de aquello que está siendo ser algo para ti. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que si tú consideras que eres tú y/o que tú eres algo (yo soy), entonces no podrás evitar “percibir” tu existencia dividida y separada en infinitas posibilidades antagónicas entre sí, esto es, siendo a la vez la manifestación de todas las maneras conocidas e imaginables de ser algo, es decir, tú y todo aquello que percibas siendo  distinto a tu ser.  Marzo-18

52/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que, percibido desde tu aparente identidad, tu aparente particularidad y/o tu aparente ser, “nada es” eso que parece ser algo, y que tampoco “nada es” eso que no parece ser algo; date cuenta de que, simplemente “NADA ES”. ¡SER, SIGNIFICA QUE NADA ESTÁ SIENDO ALGO! Ser, significa que, comenzando y acabando por ti, todo está consistiendo en sólo SER. No habiendo algo siendo algo, no habiendo nadie siendo alguien y no habiendo algo que esté sucediendo en ningún tiempo y/o en ningún espacio ni dimensión, he ahí que (trascendido el ámbito ilusorio o mental de todo ese universo de percepción egoica) tampoco algo está siendo bueno ni malo, tampoco algo está siendo Dios, tampoco alguien es un maestro y tampoco alguien es un discípulo de algo ni de alguien. He ahí que nadie hay que necesite ser alguien ni ser algo ni ser de ninguna manera. He ahí que si amar fuera algo posible, amar consistiría en no estar percibiéndose siendo algo. “Amarás no percibirte siendo algo por encima de percibirte siendo alguna cosa. Amarás al prójimo como a ti mismo cuando dejes de verte a ti siendo tú y al prójimo siendo el prójimo y/o siendo cualquier otra forma de ser algo.” Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para dejar ver a otro no siendo tu prójimo, que para no ver a otro no siendo tu enemigo, que para no ver la vida como un camino lleno de piedras, etc., sólo tienes que darte cuenta de que tú no eres tú…, ni eres ninguna otra posibilidad de estar siendo algo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que estarás amando incondicionalmente en la medida que dejes de percibirte siendo  algo que está pretendiendo amarse a sí mismo y/o a otro algo. He ahí que todo aparente hacer únicamente consiste en Ser, por tanto que, salvo percibido egoicamente, discriminadamente, identificadamente, victimistamente, separadamente, etc., es decir, siendo algo y/o percibido desde la mirada de la aparente existencia de un aparente yo, todo aparente hacer y todo aparente suceder únicamente consiste en SER y sólo en SER.  Marzo-18

53/2018- Consciencia identificada (tú), ¿no recuerdas qué sembraste en el pasado? Observa qué estás recogiendo y date cuenta de que todo cuanto recoges consiste en la cosecha de tu siembra, esto es, en el fruto de tu propia identificación y/o de la creencia de que tú eres tú y/o de que ser tú consiste en ser algo que está siendo “un” algo. Date cuenta de que sin tu identificación (percibirte tú, siendo tú una identidad), ahora nadie estaría preguntándose qué sembró en el pasado ni estaría pensando que ahora está recogiendo el fruto de algo, recogiendo la consecuencia de algo, recogiendo la oportunidad de algo, recogiendo el mensaje de algo, recogiendo la señal de algo. Ser, significa no estar siendo algo, por tanto, date cuenta de que tú (consciencia identificada) nunca serás tú, y de que tú tampoco nunca sembraste algo, y de que tú nunca recogerás el fruto de ninguna siembra; date cuenta de que no hay ejemplo perteneciente al universo de la percepción egoica (existencia de algo) que sirva para comprender aquello que, por consistir siempre en solo SER, nada está siendo nunca. Consciencia identificada (tú), observa qué percibes considerándote como la existencia de algo y sabrás qué crees que eres tú. Consciencia identificada (tú), ¿cómo pretendes que las sociedades que constituyes no estén basadas en sistema organizado de victimismo, servilismo y esclavitud, cuando tú, considerándote tú la existencia de algo, estás consistiendo en una manifestación victimista, servil y esclava de esa percepción de ti? ¿Quién inventó y mantiene activo aquello de lo que vives lamentándote, salvo tú? ¿De verdad todavía no te habías dado cuenta de que vives esclava de la creencia en ti y de que todo cuanto creas nace con los estigmas de ese pecado original consistente en creer que tú eres tú? Consciencia identificada (tú), ¿te has planteado alguna vez que los políticos y el resto de los personajes de tu historia hacen exactamente aquello para lo que tú los has elegido? En efecto, Ser, significa que nada está siendo algo y que nada está sucediendo nunca; sin embargo, observa la apariencia de tu existencia y sabrás exactamente en qué consiste vivir siendo algo, siendo una parte de algo y/o considerándose la existencia de alguien.  Marzo-18

54/2018- Cuando, salvo imaginariamente, nadie está siendo alguien, ¿quién tendría que hacer algo alguna vez y por qué y para qué? Date cuenta de que tu hacer sólo consiste en la excusa con la que justificar la aparente existencia de tu ser; date cuenta de que la percepción de tu hacer y de tu ser únicamente conforman aspectos imaginarios, condicionados, aparentes, efímeros, intrascendentes. Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, consciencia identificada (tú), date cuenta de que no ser algo no significa no ser. ¡Ser, significa no ser algo! Nada es ser, de ahí que tampoco nada puede comenzar a ser ni dejar de ser. No hay “un ser algo” que no consista en la percepción de un estar siendo hipotético e ilusorio, de ahí que si ser seres divinos supone ser algo, entonces ser seres divinos supone estar siendo algo ilusorio. Ser, está presente en todo aquello que pueda percibirse siendo la identidad y/o la existencia de algo; pero sin que ello -comenzando y terminando por ti- signifique que Ser consista en ser algo. Date cuenta de que percibiéndote siendo algo y/o que considerándote la existencia de algo, incluso en medio de la multitud, de la infinitud y de la eternidad siempre estarás en la soledad de tu algoidad. ¿comprendes mejor ahora la razón de esa necesidad insaciable de búsqueda de “todo aquello imaginario” que tú misma -por estar considerándote tú- estás permanentemente originando? ¿Quién escribe y/o lee estas palabras? ¿Quién percibe la luz y el calor del sol? ¿Quién necesita alimentarse cada día? Date cuenta de que si tú (consciencia identificada) quedas excluido/a de esa aparente ecuación, en verdad nada está siendo escrito ni leído, nada está siendo percibido, nada está siendo experimentado ni satisfecho. Ser, significa que nada está siendo algo. Consciencia identificada, date cuenta de que sin la identificación con la posibilidad de tu haber tampoco hay ninguna ecuación que resolver.  Marzo-18

55/2018- He ahí que tú eres tú para mi, y que todo aquello que yo vivo también es para mi eso que yo vivo, sólo porque yo soy yo para mi. He ahí que todo aquello que yo vivo y de la manera que yo lo vivo nace de la identificación con la apariencia de mi yo y/o de la identificación con la apariencia de mi algoidad. He ahí también que sin que nada haya estado siendo algo nunca, así ha estado siendo eso siempre, y que nunca dejará de estar siendo eso así en este planeta y/o en cualquier otra galaxia, universo, dimensión, etc., en el que yo estuviera siendo yo para mi -se dice a sí misma la consciencia identificada (tú). Sólo desde la identificación con la particularidad del sí mismo puede apreciarse la existencia del dar y del recibir como si consistieran en realidades distintas a SER, y sólo SER. En SER, no hay dador ni recibidor, no hay amado ni amante, no hay victima ni verdugo, no hay culpa ni inocencia; en SER, no hay discriminación, no hay limitación, no hay determinación, no hay condiciones, no hay separación, no hay ego, no hay algo que no esté consistiendo en SER, y sólo en SER. En SER, no hay carencias, culpas, ignorancia ni defectos; pero tampoco cualidades, atributos, dones ni virtudes. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que sin tu juicio, nada está siendo algo. Ser, trasciende todo aquello que pudiera significar ser algo (percepción identificada y/o egoica), pues SER significa que nada está siendo algo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todo aquello que tú (visto a través de la mirada de tu propia identificación) percibes, juzgas, nombras, conceptualizas, piensas, sientes, idealizas, intuyes, imaginas, crees, creas, experimentas, etc., como si eso consistiera en estar siendo algo, siempre (comenzando y terminando por ti) sólo SER está siendo. He ahí que ningún algo es diferente a otro algo, pero tampoco algún algo es igual a otro algo, pues nada está siendo algo, nada está siendo un ser algo y nada está siendo el ser de algo. Nada es único ni diverso, nada es parte ni total, nada es onda ni partícula. Simplemente todo está consistiendo en que nada esté siendo algo. SER, carece de cualquier posibilidad de limitación y/o determinación; Ser, no es una posibilidad y tampoco todas las posibilidades de ser algo distinto a sólo SER.  Marzo-18

56/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que aquello que no tuviera límites (por ejemplo el universo sin límites del que hablan las mentes científicas) tampoco sería algo, pues si algo implicara ser algo, necesariamente eso consistiría en tener algún tipo de límites. Sin admitir la presencia de límites no hay algoidad, no hay identidad, no hay determinación, no hay particularidad, no hay uno, no hay universo, no hay algo siendo algo, y tampoco hay acontecer de algo. Para ser algo, eso precisa estar limitado y contenido dentro de otro algo limitado, y así hasta el infinito. Date cuenta de que fuera de los límites de la percepción y/o de la percepción de límites, de determinación, de identificación, etc., (ego), todo ES, pero sin que nada esté siendo algo. He ahí, por tanto, que afirmar que el universo no tiene límites, constituye una muestra precisa de la naturaleza intrínsecamente paradójica que predomina en el fenómeno de la identificación consciencial con la apariencia humana. Puesto que no hay límites, tampoco hay “un universo” ni hay seres en un universo; simplemente todas esas ideas, elucubraciones, hipótesis, juicios, emociones, reacciones, experiencias, etc., consisten en una proyección de la percepción identificada de la existencia de un uno mismo limitado y delimitado. Consciencia identificada, he ahí que los límites que tú ves convirtiendo SER en la percepción de ser algo conformado por la suma de infinitas formas de ser algo, soló son los que tú estás imaginariamente creando. ¡Nada eres tú y nada está siendo eso que tú puedas percibir siendo algo! He ahí que para trascender algo (limites) sólo basta con darse cuenta de que -comenzando y terminando por ti- eso simplemente está tratándose de una existencia imaginaria y/o creada imaginariamente. Nada ES algo y/o nada está siendo el ser de algo, de modo que si algo (yo, tú, etc.,) aparece o desaparece, nada aparece ni desaparece, sino que ese aparente aparecer y desaparecer de algo consistirá en el estar siendo absolutamente infinito e indeterminado de nada que consista en ser algo distinto a sólo SER.  Marzo-18

57/2018- Estando consistiendo yo (y absolutamente todo cuanto parezca estar conformando la historia de mi existencia), en el fenómeno resultante de la identificación consciencial (yo soy), he ahí que sin el haber de mi yo identificado tampoco hay mis preguntas, mis repuestas, mis dudas, mis certezas, mis ideas, mis creencias, mis juicios, mis deseos, mis esperanzas, mis percepciones, mis inquietudes, mis reacciones, mis conocimientos..., y tampoco nada de cuanto yo estoy considerando que consiste en cualquier otra existencia de algo. ¡No hay un yo, igual que tampoco hay (ni dentro ni fuera) la felicidad ni la infelicidad de nadie! He ahí que mi ser, junto con el resto de todo aquello que para mi (consciencia identificada) pueda ser percibido como siendo algo, simultáneamente siempre está consistiendo en el mismo no estar siendo algo y/o en sólo en SER. ¡Nada puede separarse del resto porque nada está siendo algo y/o porque todo está siendo la misma nada-algo! Yo no soy un cuerpo, yo no soy una mente, yo no soy un alma, yo no soy un espíritu, yo no soy una esencia, yo no soy una consciencia, yo no soy una energía, yo no soy una luz…, simplemente, por encima de cualquier posible consideración, todo está consistiendo en SER, pero sin que SER signifique que algo esté siendo algo. ¡No hay dos, pero tampoco hay uno! Consciencia identificada (tú), date cuenta de que sólo tú decides qué ves, cómo lo ves y también la manera de reaccionar ante las percepciones que tú misma estás creando y/o que la identificación contigo misma está originando, por tanto, date cuenta de que fuera de ahí (universo de apariencias) nada estás siendo tú, ni siendo eso que tú ves, piensas, sientes, recuerdas, experimentas, imaginas, anhelas, idealizas. Nada está siendo algo ni está siendo alguien, por tanto, date cuenta de que tampoco hay aquello de lo que alguien pueda culparse ni culpar a otros; nada hay que perdonar ni que perdonarse, nada hay que cambiar ni que dejar que siga igual; sencillamente -comenzando y terminando siempre por ti-, nunca hubo algo y tampoco nunca lo habrá. Ser, significa que nada está siendo algo. Marzo-18

58/2018- “Si te encuentras al Buda en el camino, mátalo” -reza un koan del budismo zen. Por lo mismo: Si te encuentras a un prójimo en el camino, mátalo. Si te encuentras a un profeta en el camino, mátalo. Si te encuentras a un maestro en el camino, mátalo. Si te encuentras a un Mesías en el camino, mátalo. Si te encuentras a un Dios en el camino, mátalo. Cualquier percepción que encuentres en el camino, mátala. Cualquier “ser un algo” con lo que tropieces en el camino de tu existencia, mátalo y/o esquívalo. Pero, sobre todo, si te encuentras a ti en un camino: mátate, ignórate, trasciéndete. Consciencia identificada, date cuenta de que matar cualquier algo/alguien y/o cualquier suceso, circunstancia, etc., que tú te encuentres en  tú camino significa que no le prestes atención y/o que no consideres que eso que estás percibiendo es eso que estás percibiendo. ¡Si escuchas una voz interior que te habla, mátala! He ahí que ser tú no significa estar siendo algo insignificante, pero tampoco ser algo supremo. He ahí que ser tú no significa ser oscuridad, pero tampoco ser luz. He ahí que ser tú no significa ser imperfección, pero tampoco ser perfección. He ahí que nada hay fuera de ti, pero tampoco dentro. He ahí que ser tú significa que nada está siendo tu ser ni el ser de ninguna otra posibilidad de ser algo determinado. Otro koan zen plantea, ¿cómo sacar el ganso de la botella sin romper la botella ni matar el ganso? La solución consiste en darse cuenta de que el ganso nunca estuvo dentro. Ahora tú (consciencia identificada), date cuenta de que tú nunca has sido tú, y, por tanto, que tampoco nada de lo que ha sido algo para ti ha sido (ni será) algo fuera de la creencia en ti y/o fuera del universo creativo e imaginario tu identificación. Leo: “Nadie te castigará por tu enojo, tu enojo se encargará de castigarte” (Buda) -Date cuenta de que tu enojo estará haciendo que tú creas que eres eso que está enojado por algo distinto al efecto de la identificación con tu ser particular. Tu enojo, exactamente igual que tu satisfacción, estará manteniendo vivo el apego a la apariencia de tu identidad. Tu enojo y/o cualquier otra reacción “tuya”, estará dejando de manifiesto que tú crees que tú eres tú y que tú crees que tú no eres todo aquello que tú puedas percibir  siendo algo distinto a ti. Y ahora -consciencia identificada-, date cuenta de que si quieres que el péndulo de la percepción de tu existencia (ego) no deje de oscilar de un lado al otro (yo-lo demás, bien-mal, felicidad-infelicidad, amor-miedo, vida-muerte), entonces tampoco debes dejar de darle cuerda a ese reloj.  Marzo-18

59/2018- BREVES 2018. 1- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que entre vivir pensando en “tu posible antes de aquí”, y/o también en “tu pasado aquí”, “tu presente aquí”, “tu futuro aquí” y “tu posterior más allá de aquí”, no hay absolutamente ninguna diferencia, pues, en todos los casos todo está girando siempre al rededor de la identificación con la creencia en ti, como si tú existieras siendo la existencia de algo. He ahí que comenzando y terminando por ti, siempre estás siendo tú la causa y la finalidad de todo cuanto puedas percibir siendo algo. 2- Ser, significa que nadie está siendo ese personaje que -mirando a través de la identificación con la apariencia de la existencia de un sí mismo y de todos los efectos que eso supone- juzga si algo le gusta o deja de gustarle, juzga si algo le parece bien o le parece mal, juzga si algo lo considera justo o lo considera injusto, juzga si algo tiene importancia o carece de valor, etc. Ser, significa que nada está siendo “un algo ni está siendo un alguien”, por tanto, date cuenta de que ser tú y/o ser cualquier otra posibilidad de ser algo, no consiste en ser algo. ¡Aquello que para ti consiste en ser tú y/o en ser algo distinto a ti, sólo en SER está consistiendo! Consciencia identificada (tú), date cuenta de que más allá de la interpretación de tus percepciones y tus juicios determinados y determinantes, condicionados y condicionantes, limitados y limitantes, etc., ser tú y/o ser algo significa que NADA es lo único que siempre permanece siendo. 3-Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, consciencia identificada (tú), date cuenta de que cuando algún líder político, religioso, filosófico, científico, etc., te ofrezca paz, libertad, dignidad, igualdad, felicidad, verdad, etc., siempre estará demostrando que no sabe lo que dice, que no sabe lo que hace y que tampoco sabe que está mintiéndose a sí mismo... igual que tú estás mintiéndote al creer en eso y al creer en ti. Marzo-18

60/2018- BREVES 2018. 1- Consciencia identificada (tú), ¿recuerdas aquel koan zen que planteaba la manera de sacar a un ganso de una botella de cristal sin matar al ganso y sin romper la botella? ¿Recuerdas que la solución consistía en darse cuenta de que (salvo en el planteamiento del koan por parte del maestro) el ganso nunca estuvo dentro de la botella, sino, sólo supuestamente dentro? Según eso, ¿qué respuesta darías a los famosos koan (quién soy, de dónde vengo, a dónde iré, para qué estoy aquí, qué sentido tiene mi vida, etc.) que, generación tras generación, toda la humanidad lleva milenios planteándose y sin resolver? En efecto, igual que el ganso nunca estuvo dentro de la botella, tampoco tú has sido tú nunca, por tanto, todo cuanto argumentas para responder y todo cuanto crees vivir partiendo de la veracidad incuestionable de tu existencia, siempre está basándose en un supuesto imaginario. He ahí que por estar creyendo en ti, la apariencia de tu existencia consiste en el esfuerzo interminable de salir de la botella donde nunca estuviste. 2- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todo cuanto tú decidas hacer (incluido el hacer de dejar de hacer algo) , sin excepción, nunca consistirá en un hacer ni en el hacer de alguna cosa por parte de alguien; date cuenta de que tú y tu aparente hacer, percibir, experimentar, etc., unicamente estará consistiendo en Ser. ¿Ser, qué? Nada, sólo Ser. Todo aquello que para ti consista en el ser, en la existencia y/o en el acontecer de algo, solo SER estará siendo. 3- Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, consciencia identificada (tú), date cuenta de que tú no eres tú y/o de que ser tú significa que nada está siendo algo. Ser, significa ausencia absoluta de límites, de formas, de causas y de fines, de atributos y de carencias, de tiempo y de espacio, de unidad y de separación, de cuerpo y de mente y de alma y de espíritu. Ser, significa que todo aquello que pueda percibirse siendo algo, sin excepción ello solo Ser estará siendo. Amar es Ser, igual que odiar es Ser. Gozar es Ser, igual que  sufrir es Ser.  Triunfar es Ser, igual que fracasar es Ser. Culpar es Ser, igual que perdonar es Ser. ¡Nada hay ni acontece que Ser, y sólo Ser, no esté siendo! 4- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la creencia en ti está siendo la causa creadora de todas tus aparentes ilusiones y de todas tus aparentes frustraciones, de todos tus aparentes logros y todas tus aparentes fracasos, de todas tus aparentes virtudes y de todas tus aparentes carencias. Marzo-18

61/2018- BREVES 2018. 1- He ahí que comenzando y terminando por tu propia existencia, todo aquello que,  para ti  -consciencia identificada-, pudiera consistir en ser la existencia y/o el acontecer de algo, nada distinto a sólo Ser está siendo, por tanto, date cuenta de que más allá del egocentrismo de tus aparentes percepciones, no hay unión ni separación, no hay concordia ni conflicto, no hay orden ni caos, no hay principio ni fin, no hay juicios ni categorías, no hay culpa ni perdón, no hay moralidades ni éticas, no hay atributos ni carencias, no hay tiempo ni espacio, no hay un ser ni hay un suceder. 2- Nada está siendo algo determinado. Más allá de cualquier juicio y/o consideración, todo está consistiendo en Ser y/o sólo SER está siendo. Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, que toda apariencia de algo, sólo SER está siendo. He ahí no estando existiendo ni aconteciendo algo, tampoco puede estar existiendo ni sucediendo aquello que perteneciera y/o tuviera alguna relación con la percepción del existir de algo. 3- El Universo, el mundo, la vida, la naturaleza, los seres, toda aparente forma de existencia, todos los aconteceres y todas las vivencias posibles…, TODO  ESTÁ SIENDO, sin embargo, date cuenta de que, paradójicamente, nada está siendo el universo, ni el mundo, ni la vida, ni la naturaleza, ni los seres ni ninguna otra posibilidad de que algo pudiera estar siendo algo ni alguien. ¡Todo está siendo el mismo no estar siendo algo! 4- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la renuncia a todo aquello que quisieras renunciar (la necesidad de buscar y de encontrar, de sentir y de dejar de sentir, etc.,) consiste en renunciar a la identificación con la apariencia de tu yoidad, de tu algoidad, de tu particularidad, de tu ser…, pues todo comienza y termina en esa aparente realidad, y, por tanto, paradójicamente, nunca comienza ni termina algo. Abril-18

62/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para que tú percibas la existencia y/o el acontecer de algo determinado, siempre se requiere de un punto de referencia fundamental, de un patrón primordial, de una ley suprema. Nada es la existencia de algo sin que esté admitiéndose la existencia anterior de otro algo distinto. ¿Qué, sino la identificación con tu aparente yoidad (yo soy), tu aparente algoidad, tu aparente particularidad, tu aparente singularidad, etc., está constituyendo el eje sobre el que gira la creación de todas tus aparentes percepciones, ideas, emociones, esperanzas y expectativas? Date cuenta de que la búsqueda de la felicidad, de la libertad, de la paz, del amor y de todas las magias y/o milagros posibles, no sólo está reforzando tu identificación con la percepción de la existencia de todos esos “algos”; también de su carencia en ti y de su necesidad en ti. Buscas aquello que consideras que no tienes, por tanto, he ahí que la búsqueda estará reforzando con la misma intensidad la idea de su carencia, sin darte cuenta de que tanto su existencia y su carencia están siendo creadas a partir de la identificación con tu propia existencia y con todo el universo de apariencias que ello origina. Te buscas a ti, sin darte cuenta de que a la vez estás rechazando darte cuenta de que tú no eres tú -tú no eres algo-, y que por eso mismo no necesitas buscarte y tampoco nunca podrás encontrarte.    Abril-18

63/2018- SER, significa que nada está siendo algo, ni por algo, ni para algo, ni en ninguna dimensión, ni de ninguna manera. Ser, por tanto, significa que absolutamente todo y siempre, sin la menor excepción, está consistiendo en SER y sólo en SER. Nada está siendo existencia de algo, nada está siendo pensado, nada está siendo recordado, nada está siendo aprendido, nada está siendo sentido, nada está siendo hecho, nada está sucediendo y tampoco nada sucederá jamás: sencillamente todo eso que pudiera percibirse, juzgarse, valorarse, conceptualizarse, experimentarse, etc., como si estuviera siendo la existencia y/o el acontecer de algo, consiste en SER y sólo en SER. SER, significa que nada está siendo algo, de ahí que el bien y el mal, la culpa y el perdón, el amor y el odio, la libertad y la esclavitud, la justicia y la injusticia, la dicha y la desdicha, el gozo y el sufrimiento, la moralidad y la inmoralidad, la  espiritualidad y el materialismo, el honor y el deshonor, la realidad y la irrealidad, la vida y la muerte…, todo nace de la hipótesis de que SER consista en “ser un algo” misterioso, supremo, determinado, intencionado, egoico. He ahí que tú nunca has sido tú, y, consecuentemente, que fuera del aparente universo de la creencia en ti y/o de la percepción de tu existencia, todo cuanto tú consideres que haces y/o que vives, sólo SER estará siendo. Todo aquello que el ser humano, es decir, la consciencia identificada con esa forma, cree que está siendo (sueño, maya, alma, espíritu, hijo de dios, energía…) sólo lo está siendo en la fantasía de estar percibiéndose como si fuese la existencia de algo en lugar de solamente SER. Existir no es SER. Ser, significa ausencia absoluta de límites y/o de determinación.  Abril-18

64/2018- Todo está siendo SER, por tanto, nada está siendo el ser, ni el existir, ni el suceder de algo. Ser, significa que nada está siendo algo y/o que todo -sin excepción-, únicamente está consistiendo en Ser, por tanto, consciencia identificada, date cuenta de que más allá de la percepción egoica y/o egocéntrica, tú y lo demás siempre está consistiendo en el mismo estar siendo nada, el mismo estar siendo la misma ninguna cosa y/o estar siendo el mismo no estar siendo algo. Date cuenta de que la percepción de ser tú y la percepción de ser algo diferente a ser tú, consiste en SER, pero percibido como si Ser consistiera en ser tú y/o en ser algo distinto a ser tú. Ser, no tiene dos caras como las monedas, pero tampoco tiene sólo una, porque Ser significa que nada está siendo algo ni alguien. No hay dualidad (no-dos) porque tampoco hay permanencia de unidad (uno). Estando consistiendo todo en el mismo no estar siendo nada un ser algo determinado, cuando luchas por algo, ¿contra qué y/o contra quién luchas y para qué? Cuando sientes que el mundo, la vida y/o los demás puede proporcionarte o quitarte algo, igual que tú también puedes dar y negar algo, ¿de dónde proceden todas esas aparentes convicciones? Consciencia identificada (tú) date cuenta de que no importa qué pienses, qué sientas, qué busques, qué hagas, qué experimentes y tampoco cómo reacciones…, pues, sin excepción, sólo Ser estará siendo. Abril-18

65/2018- ¿Qué fue primero…? ¿Por qué esto es así…? ¿Para qué acontece aquello…? He ahí un ejemplo más del permanente efecto del  fenómeno de la identificación consciencial, consistente en “estar dando por absolutamente cierta, incuestionable y trascendental una posibilidad  determinada, y, por tanto, existente, diferente y realmente separada de otras. ¿Qué fue primero…? ¿Quién soy yo…? Representan cuestiones absolutamente especulativas que, sin tener respuesta, sin embargo, sólo por el hecho de tomarse en consideración están determinando por completo cada detalle de una historia imaginaria. Date cuenta de que no puede plantearse “qué fue primero” sino desde la convicción inherente, intrínseca, innata y propia, de que hay algo que está siendo algo en el haber del haber de un inicio; algo, por tanto, anterior a otro algo distinto y posterior al inicial. ¡No puede plantearse algo sin que ello esté suponiendo la manifestación de la absoluta identificación consciencial con la existencia determinada del sujeto que supuestamente está planteándose algo respecto a otro algo! He ahí que no hay separación posible entre la fábula de tu aparente identidad y la fábula de tus aparentes planteamientos, aspiraciones ni experiencias. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que el simple hecho de plantear alguna cuestión respecto a algo, ello está circunscribiendo la percepción de tu existencia a un ámbito de especulación mental y/o de confusión. Toda percepción de  algo está siendo imaginaria, de ahí que también mediante la imaginación puede trascenderse esa percepción, es decir, percibirse todo no siendo algo y/o sólo siendo SER. Así como la imaginación consciencial está convirtiendo el significado de SER en la percepción de ser algo, también mediante la imaginación puede percibirse ser algo siendo sólo SER. La percepción de “ser algo” es tan imaginaria  como la percepción de separación, diferenciación, discriminación, imperfección, victimización, etc.,  que aquello conlleva implícita, pues nada está siendo aquello ni lo otro, lo primero ni lo posterior, yo ni lo demás. He ahí que todo cuanto tú crees que  vives, y de la manera precisa que en cada instante interpretes que puedes estar viviéndolo, únicamente consiste en la materialización de la creencia de que tú eres tú.  Abril-18

66/2018- Date cuenta de que más allá de la percepción de apariencia y/o de existencia, es decir, de la percepción desde la mirada determinada y determinante de un hipotético yo (consciencia identificada), nada cambia nunca, pues, sin excepción, todas las posibilidades (positivas o negativas, convenientes o inconvenientes, trascendentales o insustanciales, etc.,) consisten en juicios discriminantes respecto a un supuesto SER que está siendo creado a imagen, semejanza y conveniencia de la aparente existencia de su supuesto perceptor. He ahí que todo aquello que, percibido desde la consciencia identificada con la existencia de un yo, pareciera ser algo, sólo SER está siendo. Para SER, nada tiene que hacerse ni que dejar de hacerse; sencillamente todo eso que, percibido desde una supuesta identidad, parece consistir en  un hacer algo, un experimentar algo, un ser algo, un suceder algo, etc., sólo Ser (nada ni nadie determinado) está siendo. Consciencia identificada (tú), ¿qué diferencia hay entre aquello que tú percibes como propio y aquello que tú percibes como ajeno, cuando tú eres la perceptora de todas las posibilidades, cuanto tuyas son todas las percepciones, y cuando también sólo tuyas son todas las conclusiones?  En efecto, ninguna diferencia hay entre ser tú y ser aquello que tú percibes siendo lo demás, pues más allá de la apariencia de tu percepción, ni tú estás siendo tú ni lo demás está siendo lo demás. Si alguien fuera la existencia de alguien, loco sería todo aquel que estuviera creyendo que está siendo alguien…,  y que por eso vive como si estuviera siendo algo distinto a la vida que también cree estar viviendo. ¿Consciencia identificada, comprendes mejor ahora qué malentendido está creando la permanente sensación de conflicto entre tú y tú?  Abril-18

67/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que al considerarte una particularidad, es decir, un yo, un ser, una identidad, una parte de todo, etc., a cambio de ese fenómeno de identificación nada estará dejando de ser algo superior, y tampoco nada estará siendo sacrificado, y tampoco nada dejará de ser de una manera para pasar a ser de otra forma distinta, pues, aquella percepción -verte a ti siendo tú- siempre será tan aparente como cualquiera de los múltiples y diversos efectos que ello parezca estar generando. No hay partes de un todo, porque tampoco hay un todo que esté siendo un todo. ¿Comprendes mejor ahora en qué consiste entonces aquello que consideras algo tuyo y/o que estás experimentándolo tú? He ahí que la felicidad y/o el sufrimiento que tú puedas sentir, ni es eso ni es algo tuyo. Nada hay que no consista en Ser, por tanto, he ahí que Ser consiste en estar siendo simultáneamente todo cuanto la consciencia identificada con la existencia de alguien pueda percibir y considerar que está consistiendo en ser algo y/o que está siendo la existencia de algo. Ser, nada-uno y/o nada-algo, no significa ser “la” nada, ser “la” ausencia de todo, ni ser “el” vació absoluto; Ser, significa que nada está siendo eso que, percibido desde la identificación consciencial, pueda considerarse como la existencia de algo determinado. Ser, significa estar siendo por igual todo cuanto esté percibiéndose, juzgándose, nombrándose e identificándose como la existencia y/o como el acontecer de algo particular. He ahí que no estando siendo tú algo, tú estás siendo el fluir de todas las posibilidades de percepción de algo a la vez; pero sin ser alguna. He ahí que estando consistiendo todo (tú) en no estar siendo algo y/o sólo en SER, todo aquello que tú puedas pensar, sentir, hacer, desear, decidir, experimentar…, en un momento determinado, estará siendo exactamente lo mismo que cualquier otro pensamiento, sentimiento, acto, reacción, decisión, etc., que hubieras podido determinar.  Abril-18
68/2018- Consciencia, he ahí que fuera del universo de percepciones egocéntricas originado por fenómeno de la identificación con la existencia de tu identidad personal (tu ser identificado), nadie hay que tenga que aceptar algo ni que rebelarse contra algo, nadie hay que tenga que hacer algo ni que dejar de hacer algo, nadie hay que tenga que aprender algo ni que desaprender algo, nadie hay que tenga que expiar algo ni que arrepentirse de algo, etc., pues la existencia de ese alguien y de eso que parece ser la realidad de eso que alguien tiene que aceptar, rechazar, hacer, experimentar, etc., en sólo SER está consistiendo. ¡Fuera del mundo de la creencia en ti, nada hay que necesite cambiar, pues en SER está consistiendo todo aquello que parece ser algo determinado! Fuera del espejismo de la identificación con la percepción de la existencia de tu aparente ser, no hay separación, no hay discriminación, no hay carencia, no hay injusticia, no hay lucha, no hay búsqueda…, no hay nada de aquello que tú consideras que está siendo algo tuyo y/o algo ajeno a ti. Fuera del universo de percepciones egocéntricas iniciado por el fenómeno de la creación de la identidad de tu personaje, nada salvo tú -consciencia identificada-, juzgará, valorará ni ejercerá poder alguno sobre alguna de tus acciones, reacciones, decisiones, etc., pues más allá de la apariencia de tu existencia nada está siendo tu existencia, nada está siendo actos tuyos, nada está siendo experiencias tuyas, nada está siendo aquello que tú consideras que está siendo algo distinto a sólo SER. ¿Comprendes mejor ahora a qué ámbito corresponde que unos personajes -consciencias identificadas-, puedan recurrir a ideas, actitudes y comportamientos completamente opuestos a los de otros personajes y que ambos afirmen “tener la consciencia tranquila” y no sentir ningún tipo de arrepentimiento?   Abril-18

69/2018- ¿Cuántas veces habremos dicho y/o escuchado decir que “aquí estamos de paso…”, es decir, que yo ahora estoy aquí, que antes yo había estado en otros aquí y que futuramente yo estaré en otros aquí diferentes? Sin embargo, date cuenta de que para estar de paso, antes sería imprescindible estar siendo ese ser identificado y/o particular (tú), que permanecería viajando a través del tiempo, del espacio y todas las dimensiones que pudieran imaginarse. ¿Desde cuándo y con qué fin tú estarías siendo ese ser particular que viaja sin descanso? Consciencia identificada, date cuenta de que “estar de paso” sólo es otra manera de justificar -a modo de victimario-, la certeza de que tú eres tú y de justificar que todo cuanto tú consideras que es aquello que tú percibes siendo algo, también está siendo eso que tú percibes. No puede decirse que “aquí estamos de paso” sin estar admitiendo la identificación y/o el apego absoluto a la existencia de todas aquellas posibilidades de existencia que (comenzando y terminando por ti), a su vez están siendo rechazadas y/o pretendiendo cambiarlas. Fuera del ámbito ilusorio (originado por el fenómeno de la identificación consciencial), donde todas las percepciones parecen corresponderse con la existencia de algo determinado, nadie está siendo alguien y tampoco nada está siendo el ser de alguien. ¿No será que tú y aquello que tú percibes como algo distinto a ti está consistiendo en SER la misma ninguna cosa determinada? He ahí que  tú, y todo cuanto tú percibes siendo la existencia de algo, únicamente consiste en el efecto de una manera identificada y/o egoica de percepción. Date cuenta de que, puesto que nadie está siendo alguien y/o de que nada está siendo algo, tampoco nada necesita ser retenido ni soltado por parte de alguien; date cuenta de que tú -consciencia identificada-, y aquello que tú consideras que necesitas alcanzar, aquello que tú consideras que necesitas conservar y aquello que tú consideras que necesitas soltar, por igual, siempre ha estado consistiendo en SER. Ser (nada-uno), es lo único que está siendo, de ahí que, salvo percibido identificadamente y/o egoicamente, nada esté consistiendo en un estar siendo concreto y tampoco alguien está de paso.  Abril-18

70/2018- He ahí que no habiendo un todo ni las partes de un todo, tampoco hay el hacer de algo por parte de alguien. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la percepción de tu existencia no depende tanto de valorar aquello que piensas, sientes, haces, tienes, experimentas, etc., sino de “no dejar de creer” que estás haciendo y/o viviendo algo y así seguir justificando con ello la percepción de que tú eres algo. Date cuenta de que creer en tu ser te convierte en la víctima de la creencia en ti. Salvo SER, nada está siendo algo, nada está sucediendo y tampoco nada está siendo hecho, por tanto, todos tus actos, todas tus acciones, todas tus circunstancias, todas tus características, todas tus experiencias y todos tus aconteceres únicamente están siendo eso para ti a partir del simple, vano y egoico supuesto de la existencia de tu particularidad. ¡Todo ES, pero sin la necesidad ni la condición de que algo esté siendo el ser de algo! Date cuenta de que si tú eres tú, entonces dentro de ese supuesto no es posible que tú no hagas nada y/o que dejes de hacer algo, pues no hacer nada tú ya estaría siendo tu forma de hacer algo; date cuenta de que no hay otro hacer ni otro dejar de hacer que   -tanto una posibilidad como la otra-, no esté consistiendo siempre en SER y sólo en SER. He ahí que tú siempre has estado siendo SER, porque tú nunca has estado siendo tú. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todo aquello que  por estar percibiéndote tú como si tú fueras tú, también todo aquello que percibes siendo un hacer, un suceder, un pensar, un sentir, una experimentar, un necesitar, un poseer, etc., únicamente está consistiendo en SER, y sólo en SER. He ahí que las diferencias que tú percibes sólo sirven para seguir percibiéndote a ti siendo tú, por tanto,  para la supervivencia de la apariencia de tu identidad. Todo cuanto la consciencia vive desde la aparente identidad de un yo y/o de un ser algo, consiste en SER, pero vivido como si consistiera en la existencia y/o el acontecer de algo distinto a SER.  Abril-18

71/2018- Nada está siendo lo único que está siendo todo, por tanto, al estar considerándote tú -consciencia identificada- la existencia de alguien, ¿cómo podrías evitar estar sintiéndote en conflicto con aquello que tú estés considerando que está siendo algo distinto a ti, aunque todo por igual esté siendo el mismo no estar siendo algo determinado? Fuera del fenómeno de la identificación consciencial (la metáfora del pecado original bíblico), que origina la percepción egoica y/o de existencia de un sí mismo, todo está consistiendo en SER (Dios de las religiones) y sólo en SER, pero sin que nada esté siendo alguna cosa…, y, por tanto, sin  diferencia, separación, discriminación, etc., entre dos posibilidades distintas. He ahí que no habiendo uno, tampoco hay dos (dualidad) ni la diversidad de aquello que pudiera percibirse habiendo entre dos. Se dice que “este mundo y/o la vida en este mundo es sueño, es maya, es ilusión, es mente…”; sin embargo, date cuenta  de que tú, consciencia identificada, sueles considerarte el/la protagonista real que estaría viviendo ese sueño. ¿No sería hora de darse cuenta y de asumir que la percepción de este mundo y de la vida en este mundo está consistiendo en un sueño precisamente porque “tú”, el supuesto soñador, el supuesto perceptor, el supuesto protagonista, tampoco eres algo ni eres alguien, fuera del sueño? ¿No será que todo cuanto tú percibes siendo la existencia y/o el acontecer de algo (que además estaría siendo de la manera que tú eliges considerar), es sueño, justamente porque tú eres sueño y/o porque el sueño comienza al percibirte a ti siendo tú? He ahí que decir: “mi reino no es de este mundo”, quizás pudiera significar que “mi reino no es de este sueño”. Consciencia identificada, date cuenta de que la percepción de tu existencia (percibirte a ti siendo tú) no depende tanto de los posibles juicios y las valoraciones respecto a aquello que aparentemente piensas, sientes, haces, experimentas, etc., sino de "no dejar de creer" que tú estás siendo, haciendo y/o viviendo algo.  Abril-18

72/2018- Consciencia identificada, observa cómo vive el personaje al que estás otorgándole apariencia de existencia (tú), y, por sus frutos, date cuenta de qué creencias y/o certezas están conformando y alimentando el universo de especulación proyectado desde el fenómeno de tu identificación. Observa su personalidad, su carácter, sus juicios, su actitud, sus tendencias, sus ilusiones, sus preferencias, sus frustraciones, sus expectativas, sus esperanzas, su vitalidad, su salud, su ánimo, su victimario (su aparente yo), y date cuenta de que nada de eso está siendo eso fuera de “tu percepción egoica” de que algo está consistiendo en ser algo distinto a sólo Ser. Observa que nada eres tú y que tampoco nada está siendo algo de tu personaje. Tú nunca has sido  tú, por tanto, ¿cómo podría ser tuyo aquello que tú pudieras considerar que forma parte de tu pasado, de tu presente y/o de tu próximo futuro? SER, incluye la percepción de todas las apariencias imaginables, pero sin que ello signifique que algo esté siendo la existencia de aquello que tú puedas interpretar. Date cuenta de que al mismo tiempo que tú -a través de la identificación con tu personaje-, expresaras un rotundo “no a la guerra”, tú también estarías reconociendo la posibilidad de manifestar la opción contraria. Date cuenta de que al manifestar tu preferencia por “algo”, a la vez estás defendiendo la percepción de la existencia del polo opuesto y de todos los posibles grados intermedios, como si alguna de dichas opciones consistiera en la percepción de algo distinto y separado de la tuya propia. El yo que esté libre del fenómeno de la identificación consciencial con la existencia de un sí mismo, y de todo cuanto ello conlleva, no puede tirar la primera piedra contra otros, porque sencillamente nada está siendo el ser ni el suceder de algo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que SER (nada-algo), es lo único que está siendo todo aquello que, percibido desde la identificación con tu aparente particularidad, para ti parece ser algo y/o el acontecer de algo distinto a SER. He ahí que en el sueño de tu existencia tú puedes decidir qué ves y cómo reaccionar, precisamente porque nada está siendo algo determinado. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para despertar, para reencarnar, para cambiar, para evolucionar, para perdonar, para sanarse, para regresar a casa, etc., antes deberías conseguir convertirte en ser algo distinto a solo SER. Abril-18

73/2018- Date cuenta de que todo acto, pensamiento, emoción, experiencia, etc., que sea considerado realizado desde la consciencia identificada con la existencia de alguien (tú), lo único que originará será el refuerzo de la identificación de la consciencia con la existencia particular, separada, carente y victimista de ese aparente sujeto protagonista. ¡Haz siempre aquello que consideres que deseas, que puedes, que debes, que necesitas, que mereces, que te interesa, que te satisface, etc., pero consciente de que, con absoluta independencia de tu juicio y/o valoración al respecto, nada estará consistiendo en algo distinto a sólo SER! Todo algo es ilusorio, por tanto, toda evolución de algo siempre será aparente, imaginaria, discriminatoria y/o una simple percepción egoica. Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, que trascendiendo cualquier interpretación egoica y/o interesada, todo está consistiendo en SER, y únicamente en Ser. El sueño, el espejismo, la ilusión, maya, etc., consiste en percibir e interpretar que Ser consiste en "ser algo" distinto a sólo SER.  El sueño, maya, la ilusión consiste en percibir la existencia del mundo, de la naturaleza, de las relaciones y del resto de las apariencias “siendo eso y/o siendo algo” distinto a sólo SER. He ahí que la percepción de todas las luchas, los sacrificios, las ambiciones, las búsquedas, los miedos, las expectativas y todos los propósitos humanos nacen de la confusión creada por el fenómeno de la identificación consciencial con la existencia de un sí mismo y/o de un uno mismo.  Abril-18

74/2018- “Los seres humanos no tenemos que sentirnos especiales…”       -Afirman algunos conferenciantes, gesticulando sobre el escenario del universo creado por la identificación con la percepción de su aparente existencia. Sin embargo, he ahí que en ese universo “sentirse especial” no es nada especial, pues únicamente consiste en estar sintiéndose y/o estar considerándose la existencia de algo y/o de alguien determinado. ¡Creerte especial sólo consiste en creerte tú! ¿Qué mago conseguiría un truco más especial y mágico que el de sacarse de la chistera la percepción de su propia existencia? En efecto el truco de la identificación sólo está al alcance la consciencia; date cuenta de que tú eres el mago y el conejo. ¿En qué consiste sentirse un ser especial y/o un ser único, sino en sentirse, verse y/o creerse “un” ser con identidad y determinación propia? Paradójicamente, sentirse especial resulta de lo más vulgar, porque esa percepción suele desvanecerse tan rápido como pareció conformarse. No sentirse especial consistiría en no sentirse un ser, un yo, un algo…, por tanto, he ahí que no sentirse “un ser” especial, único, imperfecto, transitorio, vulnerable, victima, carente, culpable, separado, en lucha  continua y/o de cualquier manera de las que suelen meterse en el saco de la condición humana, no es posible ni necesario. ¡Hagas  lo que hagas, tú jamás serás tú y, por tanto, tú jamás estarás haciendo algo! Observa que mientras tú te sientas tú, decir eso de que no debes sentirte especial queda circunscrito al mundo de la propaganda. Ser, no consiste en ser un ser ni cualquier posibilidad de ser algo. ¡Todo está siendo, sin que nada esté siendo un SER, ni el ser de algo! Ser, no admite determinación, límites, condiciones, reglas, cualidades, ni nada de aquello que es imprescindible para poder sentirse “un” ser algo! Sentirse especial, consiste en la consecuencia directa de sentirse algo, sentirse alguien, sentirse “un ser”, por tanto, sentirse y/o percibirse siendo una existencia, una particularidad diferenciada, separada, única, enjuiciable, carente, discriminada, valorable, castigable, domable, dependiente, condicionada…, en resumen, ser un ser en lugar de sólo SER.  Abril-18

75/2018- Consciencia identificada, date cuenta de que, aunque en la percepción del universo creado con la creencia en tu existencia, tú puedas pensar, sentir, creer, imaginar e incluso experimentar que algo estuviera siendo ganado o perdido por ti, puesto que más allá de aquella percepción, tú no eres tú, tampoco tú podrías nunca ganar ni perder algo. He ahí que la percepción de todas tus ganancias y tus pérdidas, tus aciertos y tus desaciertos, tus sacrificios y tus recompensas, tus culpas y tus perdones, tus sufrimientos y tus alegrías, tus triunfos y tus frustraciones, tus recuerdos y tus expectativas…, únicamente consiste en la percepción de una prolongación de la creencia en ti, de ahí que todo ello siempre depende de que tú estés creyendo que tú eres algo distinto a SER. Consciencia identificada, date cuenta de que sin la identificación con tu existencia tampoco existiría aquello que para ti consiste en la existencia de aquello que tú percibes siendo la existencia de algo distinto a ti. Sin la percepción de tu existir determinado (tú siendo tú), tampoco existiría para ti absolutamente nada de aquello que tú puedas considerar como la existencia y/o el acontecer de algo determinado. Date cuenta de que “tomarse la existencia como algo personal” consiste en el efecto natural de la identificación con tu existencia. No existen los dioses, no existen los profetas, no existen los ángeles, no existe el más allá, no existen las hadas, no existen los duendes, no existen los genios de las lámparas, no existen las  varitas mágicas, no existe la suerte, no existe el destino, no existen los milagros; pero tampoco existes tú, ni la necesidad de que exista algo con lo que justificar la apariencia de tu propia existencia. Date cuenta de que todo lo que existe y/o acontece para ti consiste en el desarrollo del programa mental de la creencia en ti; date cuenta de que cada pensamiento, emoción, sensación, acto, experiencia…, considerado tuyo por ti, estará actualizando, reprogramando, reforzando, proyectando…, la creencia en ti. He ahí que todo cuanto pudiera sucederte a ti y/o todo cuanto tú pudieras experimentar alguna vez “como si estuviera siendo aquello que tú interpretes”, únicamente pertenecería al universo de la percepción de tu existencia, y sólo al ámbito imaginario de esa forma egocéntrica de percepción.  Abril-18

76/2018- Nada hay ni acontece que no consista en Ser. Ser, por tanto, está siendo todo aquello que, comenzando y terminando por ti mismo, a ti mismo pueda parecerte que está siendo algo distinto a sólo Ser. Tú, y todo cuanto tú -consciencia identificada-, consideras que consiste en la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción y con independencia de cualquier juicio al respecto, sólo Ser estará siendo siempre. Ser, no consiste en la existencia de seres (ser-es) ni la existencia de distintas formas o manifestaciones de ser algo. Ser, significa que todo está siendo, pero sin que algo esté siendo algo y/o sin que nada esté siendo “un ser” ni el ser de algo. No hay dos (dualidad), porque tampoco hay uno (tú). Date cuenta de que el hecho de que algo sea visto y/o considerado como algo perfecto y/o como algo imperfecto únicamente depende de que su perceptor esté viendo algo siendo algo, esto es, a ti siendo una identidad determinada y condicionada. Percibido sin identificación, todo está siendo siempre absolutamente perfecto, precisamente porque nada está siendo algo ni de ninguna manera ni por ningún motivo ni para ningún fin. Trascendidos los efectos de la percepción identificada, esto es, la percepción a través de la consciencia de un supuesto observador, nada necesita ser cambiado, nada necesita ser mejorado, nada necesita ser juzgado, nada necesita ser olvidado, nada necesita ser deseado, nada necesita ser alcanzado. He ahí que todo aquello que tú -consciencia identificada-, percibes, juzgas y valoras estando bien y/o estando mal (la metáfora bíblica de la fruta prohibida del árbol de la vida), únicamente consiste en el reflejo de ti, esto es, el efecto de la identificación con tu existencia y/o con tu ser particularizado.  Abril-18

77/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la expresión de que  “todos somos uno” significa que nada está siendo algo ni está siendo alguien; Ser, significa que todo está consistiendo en estar siendo el mismo no estar siendo algo determinado. Ser, no consiste en estar siendo una suma de seres ni de distintas formas de ser algo. Date cuenta de que cuando afirmas -desde la identificación con tu ser particular- que “todos somos uno” en el fondo estás insistiendo en la defensa de que tú eres tú. Date cuenta de que afirmes lo que afirmes, siempre persiste la identificación con la existencia de un personaje y/o de alguien que está afirmando algo. Date cuenta de que, fuera de la creencia en ti, no hay diferencia entre sentirse siendo algo y/o sentirse siendo otro algo distinto; no hay diferencia entre sentirse siendo de una manera y/o siendo de otra; no hay diferencia entre sentirse manifestando unas características y/o manifestando otras. Leo: “No estas derrotado cuando pierdes; estas derrotado cuando te das por vencido”. Date cuenta de que para vencer o ser derrotado/a antes tú, consciencia, tendrías que estar identificada con la existencia de las características propias de ese personaje insatisfecho y luchador que, por estar considerándose la existencia de algo, también estará creyendo necesario luchar por algo y contra algo. Date cuenta de que tus supuestas luchas, tus supuestas aspiraciones, tus supuestos sacrificios y todo cuanto consideres algo relacionado contigo, siempre estará consistiendo en la consecuencia de que tú -consciencia identificada-, estás creyendo que tú eres tú. Observa que tus luchas siempre están consistiendo en el esfuerzo de continuar viéndote a ti siendo tu, de ahí que fuera de esa fantasía nunca jamás habrá un conflicto que resolver, ni un vencedor ni un vencido. Nada hay que aprender y nadie hay que pueda o necesite aprender algo. Todo aquello que aparenta ser algo, sólo SER está siendo. Nada está sucediendo que consista en ser y/o en suceder algo.  Abril-18

78/2018- Consciencia identificada, date cuenta de que para que para ti algo esté siendo la existencia de algo, que está siendo y/o existiendo de alguna manera, antes tú tienes que estar siendo percibida y/o considerada la existencia de ti para ti, esto es, antes tú tienes que auto-identificarte y/o auto-determinarte (ser tú). Sin el fenómeno de tu auto-identificación nada tendría la identidad que tú percibes y crees experimentar. He ahí que percibirse, creerse y/o imaginarse siendo la existencia de algo (tú), no significa que SER se transforme en el ser de aquel supuesto imaginado. Consciencia identificada, date cuenta de que igual que tú -sin antes identificarte y/o determinarte-, no puedes percibirte a ti siendo tu existencia particular, tampoco tú puedes percibir la existencia de algo sin estar percibiendo a la vez eso siendo de alguna manera y/o siendo algo determinado. ¡Ser percibido siendo algo y/o siendo existencia, exige percepción de identificación, determinación, limitación, separación, causa, origen, destino, finalidad, etc., etc., etc,! Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto tú crees percibir (pensamientos, emociones, formas, acontecimientos, sensaciones, intuiciones, deseos, temores, expectativas, etc.,) únicamente consiste en el efecto de tu propia identificación y/o determinación. He ahí que todo cuanto tú -consciencia identificada-, percibes siendo tú y/o siendo la existencia de algo distinto a ti, siempre está consistiendo en el resultado del mismo fenómeno.  Consciencia identificada, date cuenta de que Ser, no significa ser algo que está siendo, existiendo, aconteciendo, etc., de alguna manera; Ser, carece de cualquier posibilidad de limitación, determinación, condición, dependencia, cualidad e identidad. Date cuenta de que sin ti percibiéndote identificada y/o siendo tú, tampoco hay la posibilidad de ser o no ser, pues SER no consiste en que algo esté siendo algo. Abril-18

79/2018- Ningún sueño se hace realidad fuera del sueño, pues aquello que tú -consciencia identificada-, consideras que es la existencia de la realidad, también está consistiendo en el sueño de tu existencia. Ser, es lo único que existe, y existir consiste en no ser algo; Ser, consiste en la inexistencia absoluta de cualquier forma de existencia. Ser, es lo único que está siendo todo aquello que pudiera aparentar ser la existencia de algo y/o estar sucediendo de alguna manera. Consciencia identificada (tú), observa que “despertar” no es aquello que debería conseguir aquel aparente sujeto que estuviera creyéndose y/o percibiéndose dormido, soñando, existiendo, viviendo una vida, etc., porque ese individuo sólo representa la forma (apariencia creada a imagen y semejanza) adoptada con la identificación consciencial. Despertar es el objetivo de la consciencia identificada con el sueño de su propia existencia. No es el títere (personaje), que parece hablar y moverse sobre el escenario, el necesitado de despertar, sino el titiritero (consciencia identificada) que, por estar considerándose la existencia de algo, también se cree dormido y necesitado de salir del teatro del sueño. No hay más sueño que el aparente sueño de la existencia, de ahí que despertar consistiría en darse cuenta de que nada está siendo la existencia de algo ni la existencia de alguien. Las relaciones humanas, los actos humanos, las experiencias humanas, etc., no están protagonizadas por los ser-es humanos ni se producen entre ser-es humanos, sino por la consciencia que está manifestándose a través de la identificación con esas imaginarias apariencias. He ahí que las continuas conversaciones y/o parloteos con uno mismo, igual que las conversaciones con los demás, siempre  tienen el mismo origen y el mismo protagonista. No existe el sueño de la consciencia identificada, no existe el personaje a través del cual actúa la consciencia identificada; pero tampoco existe la consciencia identificada: Ser, es lo único que está siendo todo aquello que parece ser la existencia y/o el acontecer de algo. Ser, es lo único que está siendo el sueño y la realidad.  Abril-18

80/2018- He ahí que la búsqueda de algo (paz, amor, libertad, justicia, plenitud, felicidad, creatividad, sabiduría, fortuna, realización, reconocimiento…) supone la identificación consciencial con la existencia de eso, a la vez que la identificación consciencial con la existencia de lo opuesto a eso. Pero, además, he ahí que la búsqueda de algo -sin excepción-, también supone la identificación consciencial con la existencia de la carencia en uno mismo de aquello que supuestamente está siendo buscado, a la vez que la identificación consciencial con la posesión en uno mismo del opuesto a aquello que está siendo perseguido. Sin embargo, he ahí que, ante todo y  sobre todo, la búsqueda de algo y/o el rechazo de algo (material, emocional, psicológico, espiritual, social, personal…) supone la identificación consciencial con la existencia del buscador carente y/o del buscador poseedor de algo. Date cuenta de que todo cuanto buscas tú -consciencia identificada-, y todo cuando rechazas tú, surge de la identificación con aquello que supuestamente estaría conformando la percepción de tu existencia y de cada una de sus características, de manera que “ser tú” estará consistiendo también en el origen de la identificación con la existencia de todo lo buscado y de todo lo rechazado por ti: la causa original de tus búsquedas y de tus rechazos, de tus pasiones y de tus decepciones, de tus luchas y de tus frustraciones. SER, significa que nada hay siendo algo, por tanto, que lo mismo la negación como la afirmación de algo siempre está consistiendo en SER. Observa que la negación de algo también está suponiendo la afirmación del opuesto y viceversa. Negar y/o afirmar son acciones que necesitan de un actor, por tanto, pertenecen al universo de la percepción egoica y/o identificada. Sin los efectos de la identificación, nada podría negarse ni afirmarse, de modo que, sin los efectos de la identificación negar y afirmar están consistiendo en la misma ninguna acción de alguien con respecto a algo. Nada hay que entender y tampoco hay alguien que necesite entender algo; date cuenta de que tu existencia discurre en la creencia de que tú eres tú.  Abril-18

81/2018- Consciencia identificada, date cuenta de que ser tu existencia, y ser eso que a partir de tu propia identificación (yo soy…), tú piensas, tú sientes, tú nombras, tú diferencias, tú haces, tú experimentas, tu deseas, etc., -igual que cualquier otra posibilidad de que algo sea percibido como la existencia de algo-, siempre está consistiendo en SER, y sólo en SER. Date cuenta de que siempre ha estado siendo así…, y que así (nada siendo la existencia de algo determinado por la identificación), continuará siendo siempre. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que -precisamente porque fuera de la percepción del universo imaginario creado por la identificación, todo está consistiendo en Ser, pero sin que nada está consistiendo en ser algo determinado-, del mismo modo que aquello que aparentemente se lo haces a otros, también parecería que estás haciéndotelo a ti, cuando aparentemente tú hablas, tú interactúas, tú juzgas, tú culpas, tú perdonas, tú reaccionas, etc., con otros, también es únicamente contigo con quien estás relacionándote, pues nada está siendo el ser de algo y/o pues todo está siendo el mismo ningún ser de algo. He ahí que la consciencia identificada nunca dejará de ser la consciencia identificada, porque nada está siendo una consciencia identificada. Ser, consiste en que nada está siendo algo ni siendo de alguna manera de ser. He ahí que ser un ser humano y ser todo aquello que un ser humano perciba como el ser y/o el acontecer de algo, sólo Ser está siendo.  Abril-18

82/2018- Comenzando y terminando por ti, allí donde veas la presencia, la acción, la voluntad, la experimentación, etc., de un yo, date cuenta de que estará tratándose de una proyección imaginaria, una fantasía, un sueño, un espejismo, una película, un malentendido, una percepción egoica a cerca de lo que significa SER. Ser, es Ser. Ser no es ser algo, de ahí que nada sea Ser y/o que nada esté siendo “un” ser. Todo está siendo Ser, porque nada está siendo “un” ser ni está siendo “el” ser. Nada existe ni acontece que, sin necesidad de estar consistiendo en la existencia ni el acontecer de algo, no esté siendo SER. Tú eres Ser, porque tú no eres tú; tú no eres “un” ser ni tu vida es “una” vida. ¡Aquello que tú - consciencia identificada-, percibes como tu identidad y/o como la identidad de tu existencia y de todo cuanto percibes aconteciendo en ella, únicamente -y sin la menor distinción ni excepción-, está consistiendo en SER! Todo (“todo es todo”), está siendo SER, por tanto, he ahí que -incluido aquello que aparentara estar consistiendo en ser la existencia, el acontecer, etc., de algo determinado-, “todo, y nada más que todo” puede estar consistiendo en algo que no sea estar siendo sólo SER. Cuando “todo sin excepción” está consistiendo en Ser, ¿qué otra posibilidad podría no estar consistiendo en Ser y/o podría estar siendo la existencia del ser de algo? He ahí que tú no eres tú, porque ser tú y/o ser cualquier otra posibilidad de ser algo -todo sin ninguna excepción fuera y/o más allá de todo-, únicamente consiste en SER. He ahí que cuando “todo sin excepción” consiste en Ser, la existencia del yo y del tú, la existencia del amor y del odio, la existencia del bien y del mal, la existencia de lo mejor y lo peor…, únicamente consistirá en una manera imaginaria de percibir que Ser consiste en ser algo, y por tanto, que también únicamente imaginariamente podría dividirse, separarse, dualizarse, conceptualizarse, diferenciarse, juzgarse, valorarse, comprenderse, evolucionar, preferirse, escogerse, conseguirse, experimentarse, etc. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que cada acción, acontecimiento, experiencia, etc., dependería de la existencia separada e independiente de su autor. No hay existencia de dualidad (dos) porque tampoco hay existencia de algoidad (uno). Ser, significa que todo está siendo -todo ES-, sin que nada esté consistiendo en ser la existencia ni el suceder de algo.  Mayo-18

83/2018- He ahí  que todas las percepciones sensoriales, intelectuales, emocionales, anímicas, espirituales, etc., y también todas las opiniones, juicios, valoraciones y puntos de vista pertenecientes a la aparente identidad de un yo, siempre estarán consistiendo en un efecto o reflejo proyectado de la auto-identificación consciencial con la posibilidad de su propia existencia: el fenómeno de la identificación consciencial hace que SER -nada determinado-, parezca convertirse en “ser algo, en ser uno, en ser el principio de todo” y adoptar los atributos de la existencia de un Dios Supremo. He ahí que el Dios creador de la existencia del ser humano únicamente consiste en el efecto imaginario de la identificación consciencial. Consciencia identificada, date cuenta de que la creencia en la existencia de un Dios sólo sirve para justificar la apariencia de tu propia existencia y la de todo cuanto también parezca estar confirmándola. Nada hay ni acontece que no consista en Ser, de ahí que ningún Dios creo nunca la existencia del hombre ni la existencia del universo de la existencia del hombre. ¡Al principio todo estaba siendo nada, y nada continuará siendo todo siempre! Toda opinión humana consiste en un reflejo de la identificación consciencial con la existencia humana, de ahí que todas las filosofías, religiones, ideologías, ciencias, actitudes, políticas, etc., que defienden la existencia de algo siempre están refiriéndose al mundo imaginario cuya percepción estará creando la consciencia identificada. Consciencia identificada, date cuenta de que cuando “todo sin excepción” está consistiendo en Ser, y, sin excepción, todo sólo en Ser, entonces simplemente absolutamente nada más puede estar consistiendo en ser algo que no esté consistiendo en Ser, y  sólo en Ser; date cuenta de que -aunque percibido desde el fenómeno imaginativo por el cual Ser consistiría en ser tú-, todo aparenta estar siendo la existencia  y/o el acontecer de algo determinado, único, cambiante, transitorio, etc., sólo Ser está siendo todo.   Mayo-18

84/2018- Leo: “No hay niño que requiera más atención que aquel que un día fuiste; recuérdalo, acógelo, sánalo.” -He ahí una demostración precisa de lo que significa el fenómeno de la identificación consciencial con la existencia de un yo y de la identificación con todo aquello que estuviera conformando la existencia de dicha identidad a lo largo del tiempo y/o de cualquier otra aparente dimensión. He ahí que la fantasía de la existencia humana -y de todo cuanto parece estar conformando, confirmando y justificando la supuesta autenticidad de esa historia-, discurre en el ámbito imaginario, y/o absolutamente especulativo, consistente en la identificación con la posibilidad de que alguna vez “Ser nada” comenzase a “ser algo”, y que alguna vez ser algo comenzara a ser tú. Nada está siendo ahora aquello supuestamente fuiste tú alguna vez, pues, nada fuiste tú alguna vez y tampoco nada habrá jamás que consista en estar siendo tú. ¡Ser tú consiste en SER; pero  sin ti, sin tu ser y/o sin la existencia de absolutamente nada que de cuanto pudiera identificarse a través de una identidad! Date cuenta de que, en efecto, “recordar, acoger y sanar aquello que un día fuiste tú”, obliga a permanecer otorgando más atención y apego a la apariencia de tu supuesta existencia personal y a todo cuanto está originando dicha identificación. Consciencia identificada, date cuenta de que sólo necesitas la existencia de un Dios, de un maestro sabio, de un más allá, de una justicia suprema, del universo, del bien y del mal, del amor y del miedo, de la felicidad y del sufrimiento…, para seguir creyendo en tu existencia y/o para mantener vivo el fenómeno de tu identificación; date cuenta de que Ser, consiste en estar siendo sin que nada tenga que suceder ni dejar de suceder.  Mayo-18

85/2018- Ser todo y ser nada, sólo SER está siendo. Ser un yo y ser una parte de un todo, sólo SER está siendo. Ser aquí y ser allí, sólo SER está siendo. Ser así y ser de otra forma de ser, sólo SER está siendo. Ser ahora y ser en cualquier otro momento, sólo SER está siendo. Ser feliz y ser infeliz, sólo SER está siendo. Ser algo y ser de alguna forma de ser algo, sólo SER está siendo. Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto tú percibes siendo tú y/o siendo algo para ti, sólo SER está siendo. ¿Qué significa Ser, y sólo Ser? Date cuenta de que Ser y sólo Ser consiste en ser tú y  en ser todo aquello que tú consideres que está siendo la existencia y/o el acontecer de algo. Ser, y sólo Ser, están siendo todos tus pensamientos, todas tus emociones, todas tus experiencias, todas tus esperanzas, y absolutamente todo -sin excepción- cuanto tú percibas y/o consideres que consiste en ser la existencia y/o el acontecer de alguna cosa determinada. Consciencia identificada, date cuenta de que tú y tus pensamientos, tus emociones, tus recuerdos, tus deseos, tus miedos, tus actos, tus reacciones, tus culpas,  tus esperanzas, etc., está consistiendo en SER y sólo en SER. He ahí que Ser, y sólo Ser, ha sido, está siendo y será, lo único que siempre ha estado siendo, es ahora y será siempre todo aquello que tú -por estar creyéndote tú- hayas podido percibir y/o considerar que estaba consistiendo en la existencia y/o en el acontecer de ti, de tu vida y/o de alguna otra posibilidad. Nada existe fuera de la identificación con la creencia de que algo está existiendo y/o de la identificación consciencial con la certeza  de que SER consiste en existir siendo la existencia y/o el acontecer de algo. Todo aquello que para ti ES algo, sólo SER está siendo. Date cuenta de que nada hay siendo algo, nada hay siendo todo y tampoco nada hay siendo nada; no hay un soy, no hay un somos, no hay un fuimos, no hay un seremos y tampoco hay “un” ser.  Mayo-18

86/2018- ¿Qué debo hacer para perdonar a los otros, al mundo, a la vida, a todo aquello que yo considere que me haya causado -hecho sentir- algún sufrimiento? -Dejar de considerarte y/o de sentirte tú culpable de algo y necesitado de sentirte tú perdonado de algo.  ¿Y cómo conseguiré eso? -Dejando de verte a ti siendo la existencia de un ser y/o siendo algo distinto a sólo SER: dejando de sentirte culpable de ser tú y necesitado de perdón por estar creando el sentimiento de ser tú. Nada ha estado siendo eso que tú puedas considerarte y/o sentirte fuera de la percepción de que tú has estado siendo tú. He ahí que la culpa y la necesidad de perdón (búsqueda de redención, sanación, aprobación, valoración, etc.,) que puedas ver en los demás, en la vida, en el mundo, en las circunstancias, en la condición humana, etc., quizás únicamente consista en el reflejo de la culpa y la necesidad de perdón que genera en ti -consciencia identificada-, el fenómeno de percibirte a ti siendo tú, es decir, siendo la existencia de algo determinado y, por tanto, algo único, especial, distinto, discriminado, culpable, carente, separado, enfrentado, incompleto, imaginario, retórico e hipócrita. Nada hay siendo la existencia de los demás ni de lo otro, fuera de la identificación con la percepción de tu propia existencia, de ahí que lo que percibes fuera de ti, ajeno a ti, actuando sobre ti, etc., siempre está consistiendo en un reflejo de la creencia en la existencia de “tu ser” particular. ¡Ser, no consiste en ser algo, por tanto, tampoco puede dividirse en la existencia de ser-es! Por muy trascendental, que al yo identificado con la particularidad de su existencia, pudiera llegar a parecerle, no hay planteamiento y/o interrogante humano a cerca de la autenticidad de la existencia de uno mismo (quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, para qué estoy aquí, qué debo hacer, etc.) que no esté consistiendo en el planteamiento de una cuestión retórica, hipócrita, egoica, pues siempre estará refiriéndose a la identificación con un supuesto. Mayo-18 

87/2018- Ningún ejemplo de la percepción de la existencia humana en este mundo sirve para poder comprender aquello que transciende cualquier posibilidad de determinación y/o que carece de cualquier cualidad y/o característica. ¡Ser, significa que nada está siendo la existencia de algo! En la ficción de la película de “Matrix” un personaje ofrece al protagonista de la historia que elija entre dos posibilidades, dos opciones, dos alternativas completamente diferentes entre sí y representadas por dos cápsulas de distinto color. Mientras que tomar la píldora azul supondría la elección de olvidar ese acontecimiento y permanecer en la realidad del sueño y/o de su vida cotidiana (Matrix), ingerir la roja conllevaría entrar en la lucha por la liberación de aquella existencia virtual. La película de “Matrix” no sirve para descifrar ningún enigma, resolver ninguna cuestión filosófica, ni trascender algún tema: en la ficción de la existencia todo queda reducido al entretenimiento. Aquello que dentro del sueño está conformando la realidad, no deja de tratarse de la realidad del sueño. Dentro del sueño todo parece realidad, porque dentro del sueño la realidad continúa siendo sueño. Dentro del sueño -dentro de la historia de la existencia de algo-, por real que parezca, sin excepción todo cuanto existe y/o acontece está siendo sueño también. El simple hecho de hablar de sueño y/o de realidad ya está conformando el núcleo del sueño. El sueño comienza con la identificación de la existencia del uno, es decir, con la identificación consciencial con la existencia de algo determinado. El sueño de la vida de cualquier individuo nace con la consciencia del nacimiento de ese individuo. En “Matrix” se le ofrece al protagonista que escoja entre dos posibilidades, por tanto, en “Matrix” se le ofrece al espectador que continúe soñando con la posibilidad de salir del sueño de su existencia. Fuera del fenómeno de la identificación consciencial no hay dos posibilidades, no hay dualidad; pero tampoco hay una posibilidad, no hay existencia de un uno. Fuera del fenómeno de la identificación consciencial, nada puede escogerse y tampoco nadie puede escoger entre algo…, porque nada existe siendo la existencia de algo. Allí donde alguien pudiera plantearse la posibilidad de escoger algo, siempre estará tratándose de una percepción imaginaria y/o de un vulgar entretenimiento mental “de nada ni de nadie”, con apariencia de realidad.  Mayo-18

88/2018- El ego no es nada más que la idea de que -comenzando y terminando siempre por la percepción consciente de la existencia de uno mismo-, las cosas que percibimos existiendo, y también de la manera que las percibimos existiendo, son auténticas más allá del fenómeno que genera esa percepción; ego, por tanto, consiste en la percepción de la existencia imaginaria y/o del acontecer imaginario de alguna existencia y/o de algún acontecer. El pecado original no consiste en algo que se hizo y/o algo que dejo de hacerse, sino en la percepción de la existencia de uno mismo siendo algo. ¡La percepción de tu existencia -desde el origen- está siendo el pecado y -hasta el final- también sus consecuencias! ¿Comprendes mejor ahora porqué tú -consciencia identificada-, naces con el pecado original y jamás podrás librarte de ese pecado mientras continúes percibiendo tu existencia y/o tu identidad, con absoluta independencia de tus supuestos actos? No hay diferencia en percibir algo siendo de una manera o siendo de otra distinta; sencillamente nada está siendo algo ni está siendo de ninguna manera. No hay diferencia en percibir algo a través de un juicio o de otro, de una cultura u otra, de una filosofía u otra, de unos conocimientos u otros, de una religión u otra, de una ideología u otra, de unos sentimientos u otros, de unas expectativas u otras, de una moralidad u otra, etc., pues en todos los casos “alguien estaría percibiendo algo siendo algo y siendo de alguna manera (ego). Nada está siendo la existencia de ego, porque nada está siendo la existencia de algo. Consciencia identificada, date cuenta de que para poder contemplar algo (no importa la etiqueta que se le adjudique) primero sería necesario que algo estuviera siendo algo distinto y separado de lo contemplado, es decir, que algo estuviera siendo el contemplador, es decir, que antes sería preciso que tú estuvieras siendo algo (tú), más allá de la apariencia de que Ser estuviera consistiendo en estar siendo algo con infinitas apariencias.  Mayo-18

89/2018- He leído y escuchado todo tipo de expresiones referidas a la conveniente necesidad humana de caer y de levantarse, porque supuestamente así se aprende y también así -cayendo y levantándose de nuevo-, puede alcanzarse la experiencia y/o el conocimiento de aquello que cada individuo quiera justificar -la identificación de su propia existencia- con esa manera de ver e interpretar. “A veces es necesario caer para levantarse con más fuerza.”  “¡Caer está permitido; levantarse es obligatorio!” “Lo importante no es caer, sino saber levantare.” ¿Caer para levantarse, para volver a caer y volver a levantarse, y volver a caer y volver a levantarse…, y así hasta la caída final? ¿Estaría siendo igual de útil ese fenómeno de aprendizaje -por medio de las caídas y de los esfuerzos de seguir adelante a toda costa-, cuando aquel personaje que estuviera absolutamente identificado con esa percepción de sí mismo y de su existencia no consistiera en aquello que está suponiéndose? Consciencia identificada (tú), date cuenta de que "caer y levantarse" es la consecuencia de estar considerándose a sí mismo la existencia del personaje que necesita caer y levantarse por algún motivo, por tanto, que mientras persista esa identificación, las caídas y la necesidad de volver a levantarse están aseguradas…, pues esa identificación y sólo esa manera de percepción e interpretación estará siendo la causa.” He ahí que percibido desde el punto de vista egoico (yo y el resto de mis percepciones está siendo eso que yo percibo) caer y levantarse puede consistir en un objetivo muy loable, aunque ilusorio. Nada es arriba y nada es abajo, porque aquello que alguna vez pueda identificarse de alguna manera, siempre estará consistiendo en el mismo Estar Siendo sin que nada esté siendo algo. Date cuenta de que todo lo que parece que ocurre sólo ocurre en la apariencia de que algo está siendo algo... en lugar de solo estar siendo SER. Fuera de la fábula de la identificación con la apariencia de la  existencia de algo, nadie cae y tampoco nadie se levanta. Consciencia identificada, date cuenta de que caer y levantarse sólo es otra manera de reforzar la identificación con la existencia del supuesto protagonista de esos estados y/o sentires personales; date cuenta, por tanto, de que tú y todo cuanto tú puedas experimentar siempre pertenecerá al ámbito imaginario de la percepción egoica y/o de la percepción de SER convertido en ser algo. He ahí que sólo en la creencia de que yo soy yo…, yo habría podido leer y escuchar alguna cosa alguna vez.  Mayo-18

90/2018- Sentirse, significa sentir-ser, por tanto, sentir ser el sentidor, por tanto, sentirse siendo algo particular y diferenciado de sólo SER. ¿Qué salvo la consciencia de ser podría sentirse siendo el sentidor y/o la identidad (identificación consciencial) de lo sentido? Salvo Ser, nada está siendo algo distinto a solo Ser, lo cual significa que incluso la percepción de que algo está siendo algo, sólo SER está siendo. Nada hay siendo la existencia de la identidad del sentidor ni siendo la existencia de aquello que el sentidor afirma sentir; la percepción de la apariencia de la existencia del sentir, de lo sentido y del sentidor está siendo creada por el mismo fenómeno de identificación consciencial. En el universo de la percepción de existencia, es decir, de la existencia de la identidad de un yo, el sentir suele utilizarse victimistamente y/o para eximir de responsabilidades, aunque el sentir y lo sentido no dejan de consistir en reflejos del sentidor, es decir, de la consciencia sintiente y/o identificada. El pecado original (desde el origen) queda configurado al identificarse la consciencia con la existencia de un ser (tu), esto es, con la asimilación de la aparente creación de un yo; el pecado original -y todo cuanto surge dentro de ese fenómeno imaginario- consiste en percibirse, considerarse, creerse y/o sentirse “un ser” en lugar de sólo SER…, de ahí que, puesto que salvo SER, nada está siendo la existencia de algo, en verdad nunca nadie esté cometiendo esa ni cualquier otra desobediencia, y que tampoco nadie esté padeciendo algún tipo de proceso expiatorio. Sentirse algo no significa Ser la existencia de algo; Ser, significa que nada está consistiendo en ser algo. La identificación consciencial crea (nada ha sido creado por un Dios) la percepción de la apariencia de la existencia del individuo y también todo cuanto siente y experimenta el sentirse (sentir-ser) un individuo. En el universo de la identificación consciencial con la existencia del yo -y de todo cuanto se deriva de esa fantasía-, el espíritu del capitalismo no podría sostenerse sin generar la percepción de la cara opuesta, y viceversa; pero, por lo mismo, tampoco las religiones, las filosofías, las tradiciones y todo aquello que emerge del sentimiento de ser (sentir-ser) la existencia de “un ser” determinado.  Mayo-18

91/2018- He leído y escuchado decir que “culpar a los demás es un recurso muy sencillo y  generalizado cuando no queremos asumir la responsabilidad de nuestros propios actos, juicios, reacciones, emociones, deseos, ideas, creencias, certezas, dudas, esperanzas, frustraciones, experiencias.” Cierto, pero sólo en el ámbito  imaginario donde estuviera dándose por incuestionable que algo estaría siendo la existencia y/o el acontecer de algo determinado. Sin embargo, ¿qué son los demás, más allá de esa percepción, esto es, más allá de que eso que está percibiéndose como si estuviera siendo la existencia de “lo otro y/o los demás”, realmente ES la existencia de lo otro y/o de los demás? Date cuenta de que la posibilidad de culpar o de no culpar a los demás está demostrando que ni tú eres tú, ni los demás son los demás, ni la culpa es la culpa. Date cuenta de que al optar por culpar a los demás (eso que tú estás considerando que son los demás) estás ratificando la identificación con la apariencia de tu ser particular y también estás otorgándote a ti mismo la facultad de perdonar a los demás de aquello que tú -dependiendo de tu propia percepción- pudieras consideras que son culpables. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que más allá de la identificación con tu propia existencia, no hay la existencia de los demás, no hay la culpa de los demás, no hay perdón hacia los demás, no hay algo que alguien le haga a los demás, etc., pues todo cuanto alguna vez parezca que hay, sólo SER estará siendo. Culpar a los demás, perdonar a los demás, etc., no es nada más que la consecuencia de verse a sí mismo siendo “un” algo, y por tanto, la existencia de una parte de algo relacionándose con muchas otras partes. ¡Las células son parte de un tejido que es parte de un órgano que es parte de un cuerpo que es parte de un individuo que es parte de una comunidad…, pero sólo allí donde está considerándose absolutamente cierto que algo está siendo algo diferente a sólo SER, esto es, allí donde tú estás percibiéndote siendo lo que tú crees que eres tú! ¿Comprendes mejor ahora la razón de la sinrazón de la particularidad de tu existencia? Ver la existencia de los demás (ver dualidad, ver diversidad, ver pluralidad, ver carencia y ver todo cuanto se deriva de una manera identificada y/o egoica de ver) sólo está consistiendo en la consecuencia natural de estar viéndose a sí mismo siendo algo, siendo uno, siendo “un” ser. Salvo percibido egoicamente (percibir SER, como si SER consistiera en ser algo), no hay dos (uno y lo demás) y tampoco hay uno (yo), consecuentemente ¿quién estaría culpando, perdonando, amando, salvando, perjudicando… a algo diferente a la percepción de una simple apariencia?  Mayo-18

92/2018- He ahí que decir, pensar, sentir, creer, defender, etc., que los seres más evolucionados y/o las consciencias más despiertas, no necesitan exactamente lo mismo que puedan necesitar el resto de  los seres y/o mantener que sus comportamientos son más elevados o espirituales, no supone nada más que otra manera de afirmar que tú puedes llegar a ser “un ser” distinto a como tú estás percibiéndote que eres ahora; sin embargo, date cuenta de que (como el resto de tus percepciones) utilizas la percepción de la existencia de aquellos “seres idealizados” para justificar la ilusión de la tuya propia y/o para continuar en la percepción de que algo está siendo algo a parte de sólo SER. ¡Misticismo, poderes sobrenaturales, dotes excepcionales, idealismo, sentimentalismo, espiritualidad, divinidad, moralidad: zanahorias para que caminen los burros que viven convencidos (identificados) de que son la existencia de algo, y, por tanto, de que son burros necesitados de zanahorias! Consciencia identificada (tú), date cuenta de que fuera de tu manera de percibir, es decir, fuera de la fantasía de estar viéndote a ti siendo tú la existencia de “un ser” determinado, no hay seres buenos y seres malvados, no hay seres despiertos y seres dormidos, no hay seres superiores y seres inferiores; no hay ser-es, sino que en SER (nada siendo algo ni siendo de alguna manera) está consistiendo todo aquello que supuestamente pueda percibirse siendo algo siendo de alguna manera. Date cuenta de que los sentimientos con mejor fama y propaganda (amor, libertad, paz, dicha, gozo, plenitud, bondad…,) no caen del cielo como regalos que deben agradecerse, igual que si de privilegios excepcionales se tratarán, sino que el sentir de esas emociones, y también de todas sus opuestas -sin excepción-, está creándolo la consciencia identificada que afirma experimentarlas. En nombre de la existencia del amor (como si el sentimiento del amor consistiera en algo menos imaginario que el personaje que dice experimentarlo) pueden alcanzarse sueños extraordinarios, pero a la vez, cada día puede comprobarse que en nombre de la existencia del sentimiento del amor también se producen las mayores violencias y destrucciones imaginables. ¡Fuera de la creencia en tu existencia, nada está siendo la existencia de algo ni está siendo de ninguna manera de ser algo!  Mayo-18

93/2018- He ahí que la consciencia de estar siendo “un” ser algo determinado –yo soy yo y/o yo soy la existencia de una identidad determinada-, resultaría absolutamente imprescindible para, a partir de esa identificación consciencial, la posterior percepción consciente de otro algo y/o para la posterior percepción de estar siendo otras formas de ser y/o de existencia de algo; la consciencia carece de utilidad para sólo Ser y/o para SER sin límites, condiciones, control, voluntad, juicio, intención, finalidad, identidad, determinación, cualidades…, ni nada de aquello que caracteriza la percepción egoica y/o identificada. La consciencia de ser algo (identificada), no es necesaria para SER sin identidad. SER, está siendo más allá de cualquier necesidad de consciencia de estar siendo. Sin la consciencia de la existencia de “un” uno mismo (fenómeno de auto-identificación), nada más podría percibirse siendo la “aparente existencia” de algo. Percibirte a ti siendo tú (consciencia identificada), se convierte en la causa creadora (tu dios creador) de todo cuanto a partir de dicho fenómeno tú (consciencia de ser algo) puedas considerar que consiste en la existencia y/o el acontecer de algo. Sin el fenómeno de la percepción de existencia de algo (ego), originada por la identificación consciencial, sólo SER está siendo. He ahí que la creación de cualquier percepción de la existencia y/o del acontecer de algo, nace de la consciencia de tu propia existencia y de todos los contenidos y/o certezas que estén conformando esa fantasía. Nunca algo ha sido pensado, dicho, hecho, sentido, recordado, imaginado, temido, deseado, experimentado, transformado, etc., fuera de la apariencia de que algo está siendo la existencia del ser de algo en lugar de que todo esté consistiendo en SER ningún existir. Consciencia identificada, date cuenta de que al defender la existencia de algo únicamente estás defendiendo la percepción egoica (tú siendo la existencia de algo) que tienes de ti y de todo cuanto, a partir de esa identificación, tú consideres que consiste en ser la existencia de algo (igual lo positivo que lo negativo) tuyo o ajeno a ti.  Mayo-18

94/2018- Consciencia identificada, date cuenta de que fuera de la creencia en la particularidad de tu existencia, no hay búsqueda ni buscador, no hay pensamiento ni pensador, no hay sentimiento ni sentidor, no hay conocimiento ni conocedor, no hay lucha ni luchador, no hay experiencia ni experimentador. Nada está siendo tu existencia; sólo Ser (nada que consista en ser la existencia de algo), está siendo todo aquello que, percibido desde la identificación consciencial, pudiera parecer estar siendo la existencia de un ser y/o de alguna forma de ser. Sin excepción, todo aquello que tú -consciencia identificada- percibes como si estuviera consistiendo en tu existencia y/o en cualquier otra posibilidad de existencia, sólo SER está siendo. He ahí que todo cuanto yo -consciencia identificada y/o consciencia de ser la identidad de un ser- “considero” que yo pienso, yo siento, yo deseo, yo recuerdo, yo busco, yo temo, yo anhelo, yo vivo, etc., está permanentemente reforzando la identificación que me convierte en mi existencia y/o en la apariencia de que yo soy la existencia de un ser hacedor y/o protagonista de algo. He ahí que crees que eres algo, porque también crees que eres el autor de algo y viceversa. “Pienso, siento, hago, conozco, experimento…, luego yo soy y/o yo existo.” -dijo aquel filósofo, como si ello no estuviera refiriéndose a una realidad absolutamente imaginaria y/o a la existencia de alguna realidad. ¡Todo está siendo siempre el mismo no estar siendo algo nunca! SER, y sólo SER, está siendo todo cuanto pudiera parecer ser algo, por tanto, nunca hay aquello que sea percibido como una existencia, un acontecer, un ser. Cuando “nada” está siendo considerado el ser de algo ni de alguien, siempre y sin excepción, Ser, y sólo SER, está siendo todo; pero cuando “todo” está considerándose el ser de algo y/o de alguien, también siempre y sin excepción, SER, y sólo SER, está siendo todo. Date cuenta de que SER, y sólo SER, está siendo todo aquello que tú -consciencia identificada- consideras que eres tú y/o que está siendo algo/nada para ti. SER, y sólo SER, es lo único que está siendo eso que, percibido desde la falacia de la existencia de tu yo, tú percibes siendo tu ser, siendo otros seres, siendo pensamientos, siendo emociones, siendo formas, siendo colores, siendo ideas, siendo materia, siendo energía, siendo circunstancias, siendo sucesos, siendo experiencias… siendo algo.  Mayo-18

95/2018- Salvo en el sueño de percibirse siendo la existencia de algo -como si ese sueño fuese la existencia de algo también-, nadie puede ser alguien y nadie puede protagonizar ninguna acción y/o experiencia, pues, nada ni nadie hay siendo algo; sin identificación, sólo SER está siendo todo aquello que pudiera aparentar estar siendo la existencia y/o el ser de algo. Toda la existencia de alguien discurre en el ámbito imaginario de la percepción del supuesto existir de la consciencia identificada con la posibilidad de la existencia de ese alguien. Ser (nada-algo y/o nada-uno), está siendo todo aquello que tú -consciencia identificada- percibes siendo tú y/o siendo cualquier otra posibilidad de estar siendo la existencia de algo. He ahí -consciencia identificada-, que comenzando por la tuya y terminando por la tuya, cualquiera de las infinitas posibilidades de percepción de la existencia de algo (infinitas formas distintas de ver, juzgar, definir, sentir, reaccionar, experimentar… la existencia de algo), todas sin excepción exigen TU IDENTIFICACIÓN; date cuenta de que, paradójicamente, sin necesidad de estar siendo percibido y/o considerado como la existencia de un ser ni como la existencia del acontecer de algo, SIN IDENTIFICACIÓN todo permanece siendo y/o consistiendo en Ser, y sólo Ser. Todo está siendo SER, y sólo SER, de ahí que nada falte ni tenga que hacerse para que -al margen de cualquier otra consideración- SER, y sólo SER, esté siendo todo sin excepción. He ahí que la única realidad posible consiste en Ser y que, por tanto, el sueño consiste en percibir tu existencia y todo cuanto parece acontecer en ella como si estuviera consistiendo en algo distinto a sólo Ser. Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora que eso que tú consideras que consiste en ser tú y/o en ser aquello que conforma la apariencia de tu existencia, SER, y sólo SER está siendo? ¿Comprendes mejor ahora a qué ámbito pertenecen absolutamente todos los conceptos, valores, normas, juicios, objetivos, etc., en los que -a pesar su continuo derrumbe-, estás basando la apariencia de tu existencia?  Mayo-18

96/2018- SER, significa que nada hay siendo algo ni siendo el suceder de algo, por tanto, consciencia identificada con la percepción de la existencia de algo, date cuenta de que ser tú no consiste en ser tú, y tampoco en ser algo de aquello que tú creas vivir; date cuenta de que ser tú y ser todo eso que tú consideras que está siendo la existencia/acontecer de algo (tu cotidianidad), en sólo SER (ausencia absoluta de una identidad y/o de determinación) está consistiendo. He ahí que todo aquello que a partir de la percepción de ti (como si tú estuvieras siendo la existencia de algo), tú puedas pensar, sentir, hacer, crear, fabricar, nombrar, definir, conocer, soñar, desear, temer, buscar, experimentar…, con absoluta independencia de aquello que pudieras considerar al respecto, SER, y sólo SER estará siendo. He ahí que, puesto que “ser percibido” siendo la existencia de algo y/o “ser percibido” siendo el suceder de algo, sólo SER está siendo, nunca ser tú ha consistido en ser tú ni en ser tus circunstancias. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para ser percibido siendo la existencia de algo y/o siendo la existencia del suceder de algo, sólo Ser es imprescindible estar siendo. Para auto-percibirse, identificarse, etiquetarse siendo la existencia y/o el acontecer de algo, sólo SER es necesario estar siendo. Donde no hay juicios ni consciencia identificada, sólo Ser permanece siendo.  Para Ser, y sólo Ser, nada se necesita, pues Ser es lo único que siempre permanece siendo en total plenitud; sin embargo, para ser tú y/o para ser otro algo -para convertir SER (nada determinado) en la percepción identificada de ser tú-, nunca dejará de parecer que está faltando algo, que está  necesitándose algo, que debe lucharse por algo, que debe alcanzarse algo.  Mayo-18

97/2018- Ser, no está sujeto a todo cuanto obligaría la identificación consciencial con la posibilidad de estar percibiéndose siendo “un” ser. Ser, carece de todas las aparentes condiciones que exige la identificación con la percepción de estar siendo “un” ser determinado. Ser, no admite cambios, porque Ser no consiste en ser la existencia de algo que está siendo de alguna forma ni por algún motivo. Salvo la apariencia de las percepciones, nada cambia, pues salvo SER nada hay siendo aquello que pudiera percibirse siendo algo (ego). “¡No sé qué será, pero algo tiene que haber…!” -suele decirse, cuando tratamos de justificar la consciencia de la incomprensible percepción de nuestra propia existencia. Sin embargo, paradójicamente,  he ahí que “ese algo que tiene que haber…” consiste en que nada esté siendo la existencia ni el acontecer de algo. He ahí que la necesidad de la intuición de “ese algo que tiene que haber y/o existir…” suele crearse para justificar la existencia de la consciencia identificada con su propio existir. Sólo desde tu propia identificación (yo soy consciente de mi existencia, luego yo soy la consciencia de mi existencia), la percepción de las apariencias de ser la existencia y/o el acontecer de algo puede idearse, imaginarse, identificarse, crearse, conceptualizarse, modificarse, destruirse, repararse, desaparecer. Consciencia identificada (tú), ¿comprendes mejor ahora la razón de que nada perdure en la percepción de tu existencia, la razón de que todo esté siendo percibido siempre en aparente transformación, la razón de que todo pueda percibirse siempre desde infinitos prismas diferentes, y la razón de que tú te percibas como si estuvieras siendo “un ser” transitorio en busca de evolución y trascendencia? Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todo aquello que tú percibas, tú identifiques, tú juzgues, tú experimentes y/o tú consideres que está siendo algo -que a su vez estará siendo de alguna manera de ser eso-, sólo estará consistiendo en la consecuencia de la identificación con la apariencia de que tú eres tú y de que ser tú consiste en ser algo distinto a sólo SER. Date cuenta de que verdad y mentira, positivo y negativo, feliz e infeliz, material y espiritual, etc.,... sólo son formas de percibir e identificar (egoicamente) el significado de Ser convertido en aparentes formas de ser algo. Mayo-18

98/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para ser percibido siendo un ser asesino, siendo un ser ladrón, siendo un ser santo, siendo un ser sabio, siendo un ser miserable, siendo  un ser un yo, etc., únicamente SER es imprescindible, porque sólo SER está siendo aquello que -percibido desde tu propia identificación- tú puedas percibir, juzgar, definir y catalogar siendo algo que está siendo de alguna manera. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que, porque tú no eres tú, nada de aquello que tú creas vivir será eso, pero tampoco ninguna otra cosa; date cuenta de que todo cuanto tú creas vivir estará consistiendo y/o discurriendo en el ámbito ilusorio de la creencia de que tú eres tú y que lo demás es lo demás. He ahí que aquello que tú creías, pensabas, imaginabas, sentías, etc., que consistía en ser tú y/o en ser parte de tu vida, sólo SER ha estado siendo antes, durante y después de tu imaginaria identificación. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que, por insignificante que parezca, cada detalle de tu vida está reflejando con absoluta exactitud las características de la identificación con la existencia de “tu ser un ser” particular. Date cuenta de que, porque salvo percibido egoicamente, tú no eres tú, más allá de la identificación con la apariencia de tu propia particularidad, tampoco la percepción de tu pasado, de tu presente y de tu futuro serán algo ni serán algo tuyo. Date cuenta de que, porque salvo percibido egoicamente, tú no eres tú, más allá de la identificación con la apariencia de tu propia particularidad tampoco la percepción de tus antepasados y la percepción de tus descendientes estarán siendo algo tuyo. ¡Sí, en efecto, desde el principio la percepción de cada detalle de tu existencia está basado en el supuesto de que tu existencia esté consistiendo en tu existencia! Consciencia identificada (tú), date cuenta de que sin la existencia de un prisionero tampoco habría la existencia de la prisión en la que aquel personaje que estuviera considerándose consciente de su existencia, también estaría sintiéndose preso de algo distinto a la consciencia de sí mismo.  Mayo-18

99/2018- Querer hacerse responsable de algo (como decidir no hacerlo) exige por igual estar considerando que tú (consciencia identificada con la existencia de “un” ser) eres la existencia de la identidad de algo y que -sólo porque tú lo percibes y lo decides así-, lo demás está consistiendo en aquello que tu consideras que está siendo la existencia de lo demás. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que más allá del mundo ilusorio de la apariencia de cualquier forma de existencia todas tus decisiones carezcan de cualquier valor y efecto? Consciencia, asume que el deseo de convertirte en mejor persona, el deseo de amar a los demás, el deseo de salvar a los otros, el deseo de hacer felices a los demás, el deseo de cambiar el mundo, y también los deseos de aprovecharte del esfuerzo de los demás, etc., nace de la percepción egoica,  victimista, discriminatoria e hipócrita consistente en percibirte a ti siendo  tú (identificada), y, por extensión, de percibir a los demás siendo los demás. Date cuenta de que en la historia de tu existencia todo comienza en ti y termina contigo. ¿Acaso todas las condiciones, carencias, dependencias, exigencias y contradicciones que tú (consciencia de ser la existencia de alguien) puedas percibir y experimentar pertenecen a algo externo y/o ajeno al universo de tu existencia? He ahí que todo aquello que tú -consciencia identificada-, consideres que consiste en alguna característica tuya, alguna experiencia tuya, algún estado tuyo, alguna expectativa tuya, etc., eso únicamente estará consistiendo en SER, y, por tanto, que nada de eso estará siendo parte de tu ser ni estará siendo tuyo. Date cuenta de que, para Ser, tú no tienes que hacer algo, pues, estar siendo SER es lo único que está siendo eso que tú crees que eres tú y/o que está siendo cualquier otra posibilidad de ser/suceder algo. Mayo-18

100/2018- Queriendo señalar el fenómeno, bastante generalizado, de que cada persona y/o cada consciencia identificada percibe la apariencia de la realidad según los patrones que configuran su propia consideración, reza un famoso dicho popular que “cree el ladrón que todos son de su misma condición…”, sin embargo, he ahí que “la  condición” que todos los seres humanos estaríamos compartiendo, siempre y sin excepción, no sería la de aquello que hacemos (ladrones, luchadores, santurrones, emprendedores, experimentadores…), sino, muy anterior y superior a esa, estaría la condición -creadora de las demás-, de estar percibiéndonos y/o considerándonos “ser un ser individual y/o un ser algo particular”; ser un ser que, precisamente por percibirse siendo algo determinado (un yo), luego también puede proyectar y ver reflejada cualquier otra “condición suya” en el resto de sus percepciones. ¡Cree la consciencia identificada con la apariencia de la existencia humana que el universo de sus percepciones obedece a la condición que tiene asumida respecto a sí misma, esto es, a la de la condición de su existencia! La consciencia (tú), que esté libre del pecado original, consistente en percibirse identificada y/o creyendo ser la existencia de un yo, de un sí mismo, de una identidad personal, de una individualidad humana, de una parte de un todo, de un ser determinado, etc., ¿podría culpar a otra de algo distinto a eso y/o tirar la primera piedra contra otra por algo que no consistiera en eso mismo? Tú, y tu cuerpo, está siendo lo mismo. Tú, y tu mente, está siendo lo mismo. Tú, y tu alma, está siendo lo mismo. Tú, y tus vivencias, está siendo lo mismo. Tú, y tu ego, está siendo lo mismo. Tú, y todo aquello que consista en ser algo para ti, está siendo lo mismo. Pero date cuenta de que comenzando y terminando por ti, nada está siendo aquello que tú -consciencia identificada- puedas creer y/o identificar que está siendo algo. He ahí que el misterio de que todo esté consistiendo en SER, sin que nada esté siendo la existencia de “un ser” ni la existencia del ser de algo, nunca ha podido ni ha necesitado ser conocido ni resuelto.  Mayo-18

101/2018- He ahí que la percepción de dualidad y de separación está siendo tan ilusoria como la existencia de su hipotético perceptor, pues, en todos los casos sin excepción, la percepción de dualidad y separación consistirá en un efecto de la identificación consciencial con la existencia particular y/o determinada de dicho sujeto. Nada hay que conocer ni cambiar; pero tampoco hay aquel que pudiera conocer algo ni conocerse a sí mismo. Paradójicamente, conocerse a sí mismo siempre consistirá en darse cuenta de que no hay un sí mismo que conocer. Consciencia identificada, date cuenta de que PERCIBIRTE A TI SIENDO TU, HACE QUE TÚ NO SEAS LA VÍCTIMA DE ALGO, SINO LA CAUSA DE TODO cuanto percibas siendo algo y/o creas protagonizar. Percibirte a ti siendo tú, está siendo la causa del resto de la apariencia de tus percepciones, pensamientos, emociones, reacciones, experiencias y expectativas. Salvo la percepción de ti, siendo tú la existencia de algo, nada más está  convirtiéndote a ti en la percepción de algo específico y distinto al resto de las percepciones. La noción de ego no aparece cuando la consciencia se percibe como diferente y separada del resto las percepciones, sino en el instante que asume su particularidad (fenómeno de identificación); la percepción de ego y/o egoica comienza en el instante que yo me considero un yo, un ser, una existencia, una parte, un todo, un algo determinado. Considerar el significado profundo de SER, como si SER estuviera consistiendo en ser algo percibido por alguien (1 + 1), convierte al perceptor y/o a la consciencia perceptora en la fuente del ego y/o de la percepción egoica, de ahí que tu existencia y todo aquello que tú consideres que está siendo la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción estará tratándose de una percepción egoica. He ahí que el significado de “no-dualidad”, y, por tanto, no-separación, no-discriminación, no desigualdad, no-carencia, no-lucha, no-búsqueda, no-culpa, no-existencia, etc., no debería interpretarse como no-dos, sino como no-uno y/o no-determinación, pues todo el universo de la apariencia comienza con la identificación con la existencia de “un uno.” No hay dos sin haber uno, por tanto, no hay dos (dualidad) porque tampoco hay uno (determinación). La base de la percepción egoica consiste en la percepción y la identificación con la apariencia del uno mismo; percibirse a uno mismo siendo uno mismo convierte al resto de las percepciones en la existencia de infinitos “unos” aparentemente distintos y separados entre sí. A partir de la percepción egoica, ¿qué tipo de virtud podría haber en desear un bien a mi percepción de los otros? Consciencia, date cuenta del significado de que tú nunca has sido tú.  Mayo-18

102/2018- El concepto de no-dualidad (no-dos), no señala la inexistencia de dos (sujeto-objeto), es decir, la inexistencia de 1 + 1, sino la inexistencia de cualquier posibilidad de existencia de algo y/o la inexistencia de “un uno.” Ante la ausencia de “un uno” inicial (1), generador y/o creador del resto, la no-dualidad (1+1) jamás se produce. Por la misma razón, no-dualidad tampoco podrá convalidarse nunca con el mensaje literario, propagandístico y supuestamente espiritual de que “todo es uno”, pues, sencillamente y por mucho que la mente (consciencia identificada con la apariencia de algoidad) no alcance a comprenderlo y tampoco pueda asumirlo, “todo está siendo ninguno y/o todo está consistiendo en SER, sin que algo esté siendo un uno, un algo, un ser, una existencia, un acontecer. La inexistencia de “un uno y/o de un algo”, tampoco debería traducirse como la existencia de nada (0), pues incluso eso ya estaría consistiendo en una existencia. Consciencia, date cuenta de que tu extrema resistencia y/o dificultad para comprender el significado de la “no-dualidad vedanta” procede de la percepción de tu existencia y/o de tu identificación (tú siendo uno), y que, paradójicamente, eso también estaría demostrando tu inexistencia. He ahí que fuera de la percepción egoica (percepción de existencia de algo determinado a través de la consciencia identificada e identificadora) nunca ha habido la existencia de dualidad (uno siendo uno), y, por tanto, que fuera del universo imaginario de la identificación, jamás existirá separación, discriminación, comparación, elección, competición, antagonismo…, ni ninguna de las posibilidades conceptuales pertenecientes al universo de la percepción egoica.  ¡Todo cuanto percibas y de la manera que puedas percibirlo y/o experimentarlo estará siendo creado por la identificación con la posibilidad de tu existencia! He leído que “la realidad es no-dual”, sin embargo, eso significaría que hay algo que está siendo la realidad, y, por tanto, que la realidad continuaría consistiendo en un concepto absolutamente dualista y/o egoico. Nada hay siendo real ni siendo la realidad, pero tampoco nada hay siendo irreal ni la irrealidad. Nada hay siendo “uno” y/o siendo existencia de algo, de ahí que tampoco nada esté siendo un opuesto, un complemento, un anterior, un posterior, un superior, un descendiente, un efecto…, ni ningún otro “ser un algo” determinado. ¿Estarías siendo tú la excepción? Date cuenta de que todo cuanto tú crees que estás viviendo tú, depende de aquello que estás considerándote tú.  Mayo-18

103/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que fuera de la creencia en ti y/o de tu existencia, no hay un qué…, no hay un quién…, no hay un por qué…, no hay un para qué…, no hay un cómo…, no hay un cuándo, no hay un dónde. Ser, significa que ningún haber estará siendo aquello que pudiera percibirse como si estuviera consistiendo en algo siendo la existencia y/o el acontecer de algo. Por muchos profesionales del floreciente comercio de la espiritualidad que hablen, escriban, etc., de “la evolución espiritual”, verdaderamente jamás existirá una evolución espiritual, jamás existirá alguna espiritualidad y jamás existirá el personaje necesitado de evolución espiritual ni de cualquier otro tipo de evolución.¡Ser, y sólo Ser, es lo único que siempre está siendo todo aquello que tú, consciencia, desde la identificación con tu algoidad, puedas percibir e interpretar que consiste en estar siendo alguna posibilidad determinada de ser! Algo tan simple y habitual como el hecho de hablar de un ser verdadero y de un ser falso, continua significando que alguien está hablando de la  existencia de “un ser”, por tanto, que todo ello estaría produciéndose dentro del ámbito de la especulación mental y/o de la percepción egoica. ¿Maestros espirituales? ¿Desde cuándo la espiritualidad ha sido algo separado de la inexistencia de cualquier posibilidad de existencia determinada y, por tanto, desde cuándo la espiritualidad  ha precisado de la existencia de maestros espirituales? -En efecto, consciencia identificada, date cuenta de que la percepción de todas las posibilidades de existencia de algo estás creándola tú a partir de tu propia consideración existencial. Consciencia identificada, date cuenta de que tú (en el ámbito imaginario de que tú eres la existencia de algo determinado) estás siendo la fuente creadora de todo lo que decidas sentir; pero date cuenta también de que fuera de ese universo de percepción egocéntrica, nada de eso que pienses, sientas, hagas, busques, experimentes, etc., estará consistiendo en algo distinto a sólo SER. ¡He ahí que al margen de cualquier consideración tuya, así ha estado siendo siempre y así por siempre continuará siendo! Junio-18

104/2018- He leído aquello tan clásico de que “…las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se presentan, porque pasan rápido y luego ya no regresan…” -Sin embargo, date cuenta de que para que las oportunidades lleguen y alguien pueda aprovecharlas, antes tiene que estar produciéndose la identificación con la existencia de esas percepciones, y también la identificación con la existencia del personaje para el que aquellas “circunstancias determinadas” pueden llegar. Consecuentemente, he ahí que tanto la percepción de la existencia de las oportunidades, como la percepción de la existencia de aquel sujeto para el que supuestamente llegan, queda circunscrito al universo del ego y/o de la percepción de una existencia determinada, condicionada, dependiente, diferenciada, separada, carente, interesada, limitada, transitoria…, esto es, la percepción de una réplica exacta de las características que conforman la identidad de su aparente protagonista. ¡Si es percibido siendo algo, entonces es ego, y si es ego, fuera de esa percepción nada estará siendo! He ahí que sólo aquella consciencia identificada con la apariencia de su propia existencia puede ver la existencia de oportunidades y/o de cualquier otra eventualidad no egoica y/o no imaginaria. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la expresión de que “todos somos uno”, pertenece al ámbito de la percepción egoica y/o dualista (percepción de algo consistiendo en la existencia de “un” algo determinado), pues, fuera del ámbito ilusorio de esa percepción, nada está siendo “un todos”, nada está siendo “un somos” y tampoco nada está siendo “un uno”. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para verte  reflejada en un espejo (el mundo, la vida, los demás…) antes tienes que estar considerando que tú eres tú, y que, por tanto, fuera de ahí, ni el espejo será un espejo ni lo que puedas ver reflejado en el espejo serás tú, sino la identificación con la apariencia de tu existencia. Date cuenta de que, independientemente de qué percibas, de la manera que lo percibas y de la forma que reacciones, siempre y sin excepción, SER es lo único que está siendo.  Junio-18
105/2018- ¿Qué debo hacer? He ahí que, puesto que si algo es percibido siendo la existencia y/o el acontecer de algo (comenzando por la existencia de un Dios y terminando por la parte más insignificante de su creación), entonces eso siempre estará señalando al universo del ego y/o de una percepción egoica, identificada, dualista, discriminatoria, victimista: la percepción de tu existencia y/o de la existencia de un yo. ¡Tú -consciencia identificada-, eres la fuente de toda la aparente determinación, dualidad y separación que puedas percibir y experimentar! ¿Acaso la idea de “hacer algo por parte de alguien” no implica la identificación consciencial con la existencia de un quién, de un qué, de un porqué, de un para qué, de un dónde, de un cuándo, etc., esto es, de una percepción absolutamente determinada y/o egocéntrica? Date cuenta de que fuera de la creencia en ti nada hay que practicar ni que dejar de practicar, pues, más allá de la identificación con la particularidad de tu existencia, todo permanece siendo sin necesidad de la creencia de que eres tú el que está haciendo algo y/o a través del que algo está siendo hecho. Observa que el sentimiento de culpabilidad -todos los sentimientos y sus consecuencias- no nace de aquello que supuestamente tú alguna vez puedas hacer o dejar de hacer,  sino del hecho de que tú (consciencia identificada) creas que tú eres algo. Date cuenta de que no hay diferencia alguna entre tu aparente hacer algo y/o tu aparente dejar de hacer algo. He ahí que el personaje -la consciencia identificada con la existencia de ese sujeto-, que intenta conocerse a sí mismo, no sólo está dando por incuestionable lo incuestionable de su existencia, sino que  además con ello está considerando reales todas las carencias que utiliza para justificar la inexistencia de su existir. Date cuenta de que al margen de cualquier consideración personal y/o egoica, nada pasa nunca, porque, al margen de la creencia en ti, todo está consistiendo en Ser y sólo en Ser. Aquello que pueda agradarle a alguien, consiste en Ser y aquello que pueda desagradarle a/2018 alguien, también consiste en Ser. ¡Tú nunca has sido culpable ni has necesitado perdón, porque tú nunca has sido tú! Junio-18

106/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que “los demás” no son los demás para ti porque los demás sean los demás, sino porque tú eres tú para ti. Date cuenta de que “todo lo otro” no es todo lo otro para ti porque todo lo otro sea todo lo otro, sino porque tú eres tú para ti. Date cuenta de que “todo lo tuyo” no es todo lo tuyo para ti porque todo lo tuyo sea todo lo tuyo, sino porque tú eres tú para ti. Date cuenta de que tu salud o tu enfermedad, tu fortuna o tu desgracia, tu alegría o tu tristeza, tu felicidad o tu desdicha, tu libertad o tu opresión, tu paz o tu ansiedad…, no son eso para ti porque eso sea eso, sino porque tú eres tú para ti. Date cuenta de que tu pensar, tu sentir, tu intuir, tu tiempo, tu espacio, tu hacer, tu experimentar y/o todo aquello que sin excepción sea algo para ti, no esta siendo eso para ti porque eso esté siendo eso, sino porque tú estás siendo tú para ti. Date cuenta de que tú crees que tú puedes ser mejor porque tú crees que tú eres tú. Date cuenta de que tú crees que tú puedes hacer algo para ayudar a los demás porque tú crees que tú eres tú. Date cuenta de que tú crees que cambiando tú también puede cambiar el mundo porque tú crees que tú eres tú. Date cuenta de que tú crees que tú estás aquí para hacer algo porque tú crees que tú eres tú. Date cuenta de que todo lo que estás percibiendo como si estuviera siendo la existencia y/o el acontecer de algo para ti se debe a que tú estás percibiéndote siendo tu existencia para ti. Date cuenta de que creer que tú eres tú está siendo la fuente inagotable del ego y/o de la percepción egoica. Date cuenta de que crear a imagen y semejanza únicamente consiste en percibir algo siendo la existencia de algo, y que esa creación comienza por tu propia identificación, por tanto, que tú eres el dios creador de tu existencia y de todo cuanto para ti consiste en la existencia de algo. (sigue) Junio-18

107/2018 (continuación…) -Date cuenta de que “la percepción” del bien y del mal, de la felicidad y del sufrimiento, de la vida y de la muerte, de la paz y de la violencia, de la riqueza y de la pobreza, de la culpa y del perdón, etc., que puedas percibir tú en ti y/o fuera de ti, comienza con la percepción de tú propia identificación (tu supuesta creación), y que sólo ahí reside. Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora que la percepción egoica y/o egocéntrica está siendo permanentemente creada por la percepción de ti siendo tú, y que, puesto que tú no eres tú, tampoco fuera del ámbito imaginario de esa percepción ninguna percepción de algo está siendo aquello que pueda parecer estar siendo percibido por ti? Consciencia identificada, date cuenta de que SER está siendo siempre, pero que tú no lo ves porque SER nunca consistirá en estar siendo algo ni siendo alguien; tú no lo ves porque crees que tú eres tú y tú siempre quieres permanecer viendo algo y/o viendo existencia de cosas. “Amarás Ser, sobre todas las cosas.” Date cuenta de que tu aparente deseo positivo de ser alguien mejor no sólo delata la identificación con la percepción de ti, como si tú -consciencia de SER-, estuvieras siendo “un ser” determinado, y, por tanto, “un algo”, y, por tanto, algo dualista, carente, separado, dormido, víctima, dependiente, condicionado, expectante, hacedor…, (percepción egoica). Date cuenta de que considerarte “un ser”, que desea ser mejor de lo que está percibiéndose, también exige e impone la necesidad de permanecer juzgando, comparando y discriminando continuamente. ¿Comprendes mejor ahora? Date cuenta de que no se trata de que te hayas olvidado de quién eres verdaderamente, sino de asumir que nunca ha habido algo siendo algo y/o de que ser tú nunca ha consistido en ser un ser. Para estar dormido y/o sin memoria, antes tiene que estar siéndose eso que duerme y/o no recuerda, de ahí que considerarte dormido y/o desmemoriado equivale a estar considerándote la existencia  de “un” algo condenado a vivir en perpetua incoherencia. (sigue). Junio-18

108/2018 (continuación) -No es que hayas olvidado quién eres, sino que crees que alguna vez comenzaste a ser algo distinto a SER, y sólo a SER. No tienes que recordar quién eres, sino darte cuenta de que nada está siendo aquello que alguien (tú, consciencia identificada) pueda percibir siendo algo. Nunca has estado separado de la Fuente (dios egoico), porque ni ser la fuente, ni ser tú, consiste en ser algo. ¿Buscas milagros? Date cuenta de que los milagros sólo serían necesarios para que tú pudieras continuar percibiéndote siendo tú, siendo algo, siendo un ser, siendo un yo, siendo una parte de otro algo y/o de un todo. Date cuenta de que tú y todo cuanto aparentemente conforma el universo de tu existencia únicamente discurre en el supuesto de que tú eres uno, esto es, en el origen de la percepción egoica y/o de dualidad. Date cuenta de que utilizas la idea de que “has venido a este mundo para algo”, sólo para permanecer en la identificación de que tú eres tú, y que Ser consiste en ser “un” algo. Ser, sólo consiste en Ser; Ser no consiste en ser la identidad de algo. Date cuenta de que antes de venir a este mundo tú no has pactado quienes serían tus padres, ni en qué condiciones discurriría tu existencia, y tampoco cuales serían las pruebas que afrontarías para evolucionar espiritualmente; sencillamente tú no has venido a este mundo porque sencillamente tú no eres tú. ¡Ser, nunca consistirá en ser tú, ni en ser cualquier otra posibilidad de ser algo, por tanto, salvo en la identificación con la creencia de que tú eres tú, tú nunca tendrás culpa de algo ni sentirás miedo por algo!  Junio-18

109/2018 -Consciencia identificada (tú), date cuenta de que para sentir miedo, culpa, etc., antes tendría que estar produciéndose la identificación con la percepción de la existencia del personaje que percibiera y/o experimentara esas emociones, por tanto, he ahí que todas -sin excepción-, las emociones de miedo, culpabilidad, etc., estarán consistiendo en el efecto de estar considerándote (identificación) la existencia de alguien y/o considerándote “un ser” en lugar de SER. Todo aquello que es percibido siendo algo, es ego (percepción egoica y/o percepción identificada), consecuentemente, he ahí que no hay emociones del ego y/o negativas por un lado, y emociones del amor y/o positivas por el otro, pues, incluida la percepción del ego y la percepción del amor, todas las percepciones (físicas, sensoriales, mentales, emocionales, intelectuales, intuitivas, espirituales, anímicas, energéticas, cuánticas, etc.,) estarán consistiendo en percepciones egoicas: percepciones surgidas a partir de la identificación con la aparente particularidad de tu ser. ¿Comprendes que la división y la separación entre bueno y malo, verdadero y falso, uno y dos, únicamente puede percibirse desde la identificación con la existencia de tu propio ser y/o tu propia percepción egoica? Date cuenta de que tú (consciencia identificada) sólo puedes sentirte y/o percibirte  enfermo, sano, débil, fuerte, etc., dentro de la percepción de que tú eres tú, y que, por tanto, aquello que percibas de ti y/o que percibas tú, sin excepción, siempre estará consistiendo en el reflejo de la percepción identificada de que SER consiste en ser tú. Date cuenta de que todo aquello que tú considerases en doscientos mil millones de existencias que tienes que hacer, lograr, experimentar, etc., ya está logrado, porque sea lo que sea, sin excepción, todo está consistiendo siempre en SER y sólo en Ser. Date cuenta de que aquello que tu percibes como fracasos, errores, dudas, falsedades, etc., (de algo) siempre está siendo Ser, y que aquello que tú percibas como éxitos, aciertos, certezas, verdades, cambios, mejoras, evolución, etc. (de algo) también siempre está consistiendo en Ser y siempre sólo en SER. He ahí que puedes cambiar la manera de nombrar la percepción, pero que sólo SER estará siendo siempre aquello que creas estar percibiendo.   Junio-18

110/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que comenzando siempre por tu propia percepción y/o por la percepción de tu aparente identidad, sin la menor excepción, todo cuanto percibes consiste en “percepciones”, y que, por tanto, nada de cuanto percibes está siendo la existencia y/o el acontecer de algo; nada que tú percibas estará siendo eso que tú interpretas (creas) fuera de la apariencia de su percepción. ¡Todas tus percepciones están siendo creadas a imagen y semejanza de tu propia percepción! La percepción de pensamientos, emociones, actos, valores, categorías, sucesos, miedos, deseos, experiencias, etc., independientemente del juicio, positivo o negativo, que también percibas al respecto, nunca dejarán de consistir en simples, fugaces e ilusorias percepciones egoicas. La percepción egoica comienza con la imaginaria auto-percepción del perceptor (identificación consciencial) y continúa con el resto de las percepciones posibles creadas a partir de esa primera  (pecado original bíblico), de ahí que cualquier referencia a la necesidad de alguna expiación, siempre estará refiriéndose a la desidentificación con la percepción de la existencia de un yo. Muchas veces escucho decir aquello tan típico de “hacer lo que te diga el corazón, el alma, el amor…”; sin embargo, también muchas veces veo que “seguir aquello que supuestamente dice el corazón de muchas personas” repetidamente está suponiendo que la apariencia de su existencia discurra entre percepciones exactamente igual de egoicas y dolorosas (a veces incluso más) que las de cualquier otra. Paradójicamente, cuando las personas (consciencia identificada con la existencia de una identidad) nos quejamos de las condiciones de nuestra vida en este mundo, también estamos afirmando que vivimos siguiendo los dictados de nuestro corazón. Date cuenta de que las continuas referencias espirituales al corazón no dejan de consistir en otro dogma o falacia. Si algo es algo para alguien, incluido el corazón, las emociones más profundas, los deseos más elevados, etc., sólo en una percepción egoica estará consistiendo. No hay diferencia alguna en la dependencia con aspectos materiales, la dependencia con aspectos emocionales, la dependencia con aspectos intelectuales, la dependencia con aspectos espirituales, etc., pues en todos los casos estará dándose por real la existencia de un ser, de un yo, de un sujeto. Consciencia identificada, date cuenta de que todo lo que desees, ya está siendo, sin necesidad de que tú y tus deseos estén siendo algo.  Junio-18

111/2018 -He ahí -consciencia  identificada-, que perdonarse es una manera de estar asumiendo una culpa, y que estar asumiendo una culpa equivale a estar asumiendo la identificación con la percepción de tu ser y/o de tu existencia particular, por tanto, he ahí que toda culpa y toda necesidad de perdón, de expiación, de evolución, de regreso a casa, de amar y ser amado, etc., está siendo creada por la percepción de que tú eres tú y/o de que algo está siendo algo distinto a sólo SER. ¡Date cuenta de que tú y todo aquello que supuestamente está conformando tu existencia solo consiste y discurre en forma de percepción! Consciencia identificada, date cuenta de que la causa de imaginarte siendo la existencia de “un ser” determinado está creando el efecto de percibir absolutamente todo cuanto necesitas para justificar tu historia, esto es, todo cuanto crees que estás viviendo. He ahí que todo lo que hay y/o pudiera percibirse siendo la existencia y/o el acontecer de algo determinado (identificado), siempre estará consistiendo en SER (nada-algo), por tanto, que juzgar, diferenciar, comparar, valorar, preferir, rechazar, etc., cualquier percepción tuya, siempre continuará careciendo de sentido, pues cualquier acción tuya, únicamente podría realizarse desde el ámbito ilusorio de la percepción egoica de tu propia existencia. Date cuenta de que nada está siendo eso que tú percibas como si estuviera siendo la existencia y/o el suceder de algo. Consciencia de ser, date cuenta de que percibirte  siendo tú la existencia de algo determinado y/o siendo “una” identidad (percibirte identificada), constituye el único origen y el único destino de todas tus percepciones, incluidas aquellas de la aparente necesidad de aceptación de algo y/o de cambio de algo. Junio-18

112/2018 -¿Por qué sufrimos? Date cuenta de que tú sólo sufres (creas la percepción de que sufres) porque tú crees que tú eres tú y/o que ser tú consiste en que algo esté siendo algo. ¿Podrías sufrir y/o generar y experimentar alguna emoción más, sin que tú -consciencia de ser-, no estuvieras considerándote tú y/o identificada con la percepción de tu algoidad? He ahí que el sufrimiento y/o cualquier otra cosa que tú percibas siendo la existencia y/o la experiencia de algo, sólo está siendo percibido siendo eso porque tú -consciencia de ser-, estás percibiéndote siendo tú, y he ahí también que mientras persista esa percepción de ti (ser algo determinado, diferente y separado de otro algo), también permanecerán el esto de tus percepciones como si de la existencia de algo se tratase. ¡Date cuenta de que tú no puedes hacer absolutamente nada para que algo cambie, pues, ni tú ni el resto de tus percepciones estará siendo jamás  eso que tú puedas percibir consistiendo en algo distinto a SER; date cuenta de que comenzando siempre por ti, todo cuanto tú percibas siendo la existencia y/o el acontecer de algo siempre ha estado y siempre estará consistiendo en SER, y que SER incluye la posibilidad de percibirse, juzgarse y valorarse  de infinitas maneras distintas, pero jamás la posibilidad de SER algo! He ahí que todo cuanto desde la creencia en ti, pudiera observarse y percibirse siendo la existencia y/o el acontecer de algo determinado (identificado), siempre estará consistiendo en SER (nada-algo), por tanto, que tus juicios y reacciones siempre continuarán careciendo de un sentido no-egoico, pues cualquier acción, reacción, experimentación…,  únicamente podría realizarse desde el ámbito ilusorio de la percepción egoica de tu propia existencia. Date cuenta de que nada está siendo “eso determinado” que tú percibas como si estuviera siendo la existencia y/o el suceder de algo determinado. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que, más allá del fenómeno -iniciado con tu propia identificación- de la apariencia de la percepción egoica, nada está cambiando ni evolucionando nunca, porque todo aquello que pudiera percibirse consistiendo en los  cambios, la creación, la desaparición, transformación, etc., de elementos personales, materiales, mentales, emocionales, anímicos, psíquicos, espirituales, energéticos,  cuánticos… etc., nada está siendo y/o en sólo SER (nada-algo) está consistiendo, siempre y sin excepción. Date cuenta de que, con absoluta independencia de aquello que tú percibas y juzgues que haces y/o experimentas, todo ello, sin distinción ni separación posible, sólo en SER estará consistiendo.  Junio-18

113/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que tú no eres tú. Date cuenta de que tú nunca has sido tú, y de que tampoco nunca serás tú. Date cuenta de que tú nunca has estado siendo tú y de que creer que tú eres tú tampoco nunca significará que algo esté siendo algo. Date cuenta de que por mucho que insistas e insistas e insistas en defender que tú eres tú y/o que tú eres la existencia de tu ser, basándote para eso en la convicción de que tú piensas, tú sientes, tú haces, tú sufres, tú gozas, tú amas, tú aprendes, tú conoces, tú decides, tú te relacionas, tú experimentas…, y todo lo demás que tú quieras argumentar para justificar tu percepción de que tú eres tú…, a pesar de todo tú continuarás sin ser tú. Tú no eres tú, y, por tanto, tú tampoco tienes espejos que te hablen de lo que eres tú; date cuenta de que los espejos (la vida, el mundo, los demás,…) únicamente reflejan aquello que tú crees que está siendo tu yo, pero que nada nunca reflejará la existencia de “un ser” determinado.  Date cuenta de que tú no puedes amarte a ti ni amar otro, tú no puedes ayudarte a ti ni ayudar a otro, tú no puedes salvarte a ti ni salvar a otro, tú no puedes perdonarte a ti ni perdonar a otro, tú no puedes cambiarte a ti ni cambiar a otro, tú no puedes mejorar el mundo mejorándote tú…, porque sencillamente más allá de la percepción de que tú eres tú y de que algo está siendo algo, verdaderamente tú no eres tú, ni los otros son los otros, ni algo está siendo “un” ser algo. “El que tenga oídos para oír, que oiga; el que tenga ojos para ver,  que vea…” -dijo. Porque tú no existes siendo tú, tú tampoco puedes estar enfermo ni estar sano ni estar de ninguna otra forma que puedas creer que estás tú. He ahí que todo lo aparentemente tuyo y todo lo aparentemente ajeno a ti pertenece al universo imaginario de la percepción de que tú eres tú. Date cuenta de que todos tus estados (de salud, de ánimo, de vitalidad…) no son tuyos ni son eso, sino que tú y todo aquello que tú puedas pensar, sentir, hacer, vivir, etc., consiste en SER, y sólo en SER. Date cuenta de que la percepción de todo cuanto tú -consciencia identificada y/o mente individual-, experimentas como si estuviera consistiendo en la manifestación de eso que tú consideras que está siendo la existencia/acontecer de algo, y también de la manera que eso está siendo percibido por ti (ego), únicamente estaría siendo creada a partir  de la hipótesis absolutamente especulativa de que alguna vez la “Consciencia de SER” habría  caído en la tentación de jugar a identificarse con una apariencia de algoidad. ¿Te das cuenta de que tu existencia estaría consistiendo en la fantasía de atribuirle a la Consciencia de SER una naturaleza humana?  Junio-18

114/2018 -He ahí que aquello que tú consideres que eres tú, aquello que tú consideres que es algo tuyo y aquello que tú consideres que es algo ajeno y/o distinto a ti, siempre SER, y sólo SER, está siendo. Ser, pero ¿ser qué, quién, por qué, para  qué, dónde, cuándo,…? ¡Nada, sólo SER! Tú nunca fuiste creado por un dios, ni por unos padres, ni por un árbol familiar. ¿Qué intentas sanar entonces? Tú tampoco nunca fuiste una partícula de dios que decidió imaginar que se separaba para experimentarse a sí misma. Tú nunca saliste de la fuente de todo ni cometiste error alguno. Sencillamente tú y todo aquello que tú puedas pensar, sentir, imaginar, hacer, crear, transformar, destruir, experimentar y/o percibir como si estuviera consistiendo en parte de tu existencia, nunca ha estado consistiendo en ser tú ni en ser algo. ¡Todo está consistiendo en ser el mismo estar siendo ningún ser algo! Consciencia identificada, date cuenta de que en el universo de la identificación con la percepción de tu existencia y de la existencia de aquello que tú percibas siendo la existencia de algo distinto a ti (percepción egoica), con absoluta independencia de tus ideas, creencias, esfuerzos, sacrificios, deseos, esperanzas, etc.,  jamás conseguirás que SER consista en ser tú y/o en ser cualquier otra posibilidad de ser algo determinado. Hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, sientas lo que sientas,… tú nunca conseguirás ser tú, tú nunca conseguirás ser la existencia de algo, tú nunca conseguirás que SER consista en ser tú y/o en ser aquello que tú percibas e identifiques como si estuviera consistiendo en ser algo. Date cuenta de que ego es todo aquello que -comenzando por la existencia de uno mismo-, supuestamente está percibiéndose como si consistiera en la existencia y/o el suceder de algo. ¡Salvo SER, nada hay, por tanto, he ahí que incluso aquello que pueda percibirse siendo ego, sólo SER está siendo!  Junio-18

115/2018 -Nada hay siendo SER ni consistiendo en ser un ser, por tanto, tampoco hay algo que pueda dejar de estar siendo SER. Ser, siempre está siendo todo el estar siendo a la vez, pero, por tanto, date cuenta de que sin estar siendo algo determinado nunca. Comenzando por la percepción del uno mismo, todo aquello que pueda percibirse consistiendo en la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción posible, eso estará siendo SER…, y sólo SER. En efecto, Ser está siendo eso que tú percibes y llamas vida, pero Ser también está siendo eso que tú percibes y llamas muerte. Ser está siendo eso que tú percibes y llamas amor, pero Ser también está eso que tú percibes y llamas odio y miedo. Ser, está siendo eso que tú percibes y llamas bondad, paz, libertad, armonía, creatividad, salud,… pero Ser también está siendo eso que tú percibes y llamas maldad, violencia, esclavitud, caos, destrucción, enfermedad. Ser, está siendo eso que tú percibes y llamas solidaridad, belleza, inteligencia, felicidad, prosperidad,… pero Ser también está siendo eso que tú percibes y llamas avaricia, celos, envidia, decadencia, sufrimiento, locura. Ser, está siendo simultáneamente todo aquello que tu puedas percibir y nombrar de alguna manera, pero date cuenta de que sin que nunca esté siendo eso que tú puedas percibir y nombrar como si estuviera consistiendo en ser algo. ¿Comprendes mejor ahora qué está siendo eso que tú percibes y crees que eres tú y qué está siendo eso que tú percibes y consideras que está siendo algo distinto y separado de ti? He ahí que “el mito de la Caverna de Platón” lleva escrito hace casi dos mil quinientos años y no ha servido para comprender que nada está siendo algo…, y que tampoco existe aquel personaje -consciencia identificada y/o mente individualizada- que pueda ni que necesite comprender algo.  El mito de la Caverna de Platón y/o “el mito de la existencia del ser humano” se basa en muchos supuestos que sólo son supuestos, por eso, sólo sirve para que supuestas generaciones y generaciones de estudiantes aprueben o suspendan exámenes y para que los profesores de filosofía sigan pensando que son algo porque piensan que saben algo.  Junio-18

116/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que la existencia de tu existencia sólo es “un dogma”. Y que la existencia de la existencia de un dios sólo es un dogma. Y que la existencia de la existencia del amor, de la felicidad, del bien, de la vida y de todo aquello que tú percibes consistiendo en el ser y/o el acontecer de algo determinado, sólo es un dogma. Consciencia identificada, date cuenta de que tu percepción de ti y tu percepción de los demás, paradójicamente está demostrando que ni tú eres tú ni los demás son los demás; la percepción de pensamientos, emociones, intuiciones, actos, sucesos, experiencias, cambios, etc., paradójicamente desde siempre está demostrando que ni tú eres tú ni eso que tú percibes está siendo eso que tú percibes. He ahí que tu ser y el ser de lo otro, únicamente SER está siendo. Date cuenta del auto-engaño que supone estar creyendo que tú eres eso que tú percibes siendo paz, amor, verdad, libertad, inocencia, dicha, plenitud, alegría, bondad, vida…, pero que tú no eres eso que tú percibes siendo violencia, ansiedad, deseo, odio, miedo, culpa, lucha, frustración,desdicha, muerte. Date cuenta de sólo percibes ego y/o que todas tus percepciones son igual de egoicas. Date cuenta de que la apariencia de todas tus percepciones de dualidad, de separación, de diferencia, de discriminación, de carencia, de opuestos, de existencia, etc., surgen de la apariencia de la percepción del uno mismo siendo algo (uno), por tanto, de ti siendo tú. ¡Todo este caos…, para nada, porque no existe este caos ni existe aquello que percibe y cree experimentar “un” casos ni “un” orden! Fuera de la percepción egoica y/o de la percepción de que algo está consistiendo en ser la existencia y/o en el acontecer de algo determinado, no hay dones ni atributos, pero tampoco carencias ni objetivos por alcanzar, pues, sin excepción, todo consiste en SER.  Junio-18

117/2018 -Date cuenta de que tú no necesitas creer en el dogma de la existencia de un amor verdadero para ser feliz. Tú no necesitas creer en el dogma de la existencia de un más allá para ser feliz. Tú no necesitas creer en el dogma de la existencia de una vida más allá de la muerte para ser feliz. Tú no necesitas creer en el dogma de la existencia de la reencarnación para ser feliz. Tú no necesitas creer en el dogma del despertar de tu conciencia para ser feliz. Tú no necesitas creer en el dogma de la existencia del bien para ser feliz. ¡Date cuenta de que tú nunca serás feliz, y que tampoco ninguna de tus creencias o percepciones harán que tú seas feliz; date cuenta de que tú no necesitas percibirte siendo feliz ni percibirte siendo de ninguna otra manera, porque nada está siendo tu ser y/o nada está consistiendo en ser algo! Por muchas necesidades y/o deseos que satisfagas, tú nunca serás tú, y por muchos trucos que utilices  para percibirte siendo tú, tú nunca estarás siendo tú. He ahí que la creencia en el dogma de tu existencia y  de la existencia de la felicidad, del amor, de la dicha, de la paz, de la verdad, de la libertad…, y de los opuestos a esos conceptos está dificultando que te des cuenta de que, porque tú no eres tú, tú nunca necesitarás alguien que necesita ser feliz…, y que por mucho que te percibas persiguiendo la felicidad y/o cualquier otro sueño, nunca llegarás a ser alguien. SER, significa que nada hay siendo algo, por tanto, date cuenta de que la percepción de “ser tú” continúa significando que nada está siendo algo ni está siendo alguien; date cuenta de que siempre ha sido así y que así continuará siendo por siempre. ¡SER, significa que todo aquello que tú creas que consiste en ser algo (tanto lo positivo como lo negativo), unicamente SER está siendo! Tampoco es cierto que “todos somos uno”, sencillamente todo está consistiendo en estar siendo ningún SER. ¡No-dualidad significa no-ser un ser! La identificación con la posibilidad de “ser uno y/o ser todo uno” constituye por igual la fuente de toda percepción egoica, de toda percepción de dualidad, toda percepción de separación y de conflicto. ¡Todo y todos estamos siendo el mismo estar siendo todo ningún ser; todo y todos estamos siendo el mismo no estar siendo algo!  Junio-18

118/2018 -Consciencia identificada (tú), date cuenta de que -siempre sin excepción-, Dios siempre estará allí donde tú estés, y en todo aquello que tú pienses, y en todo cuanto tú imagines, y en todo aquello que tú sientas, y en todo cuanto tú conozcas, y en todo aquello que tú hagas, y en todo cuanto tú vivas, etc., porque más allá de la apariencia de tu identidad, tú no eres tú, sino que ser tú y ser todo cuanto tú percibas siendo algo, unicamente estará consistiendo en estar siendo aquello que tú puedas imaginar, creer e intuir que consistiría en ser Dios. He ahí que tú eres eso que tú crees que consiste en ser Dios y que ser Dios también está siendo absolutamente todo cuanto tú puedas percibir siendo la existencia y/o el acontecer de algo tuyo y/o de algo ajeno a ti. Sin embargo, date cuenta de que, paradójicamente, aunque todo está siendo Dios, ser Dios jamás consistirá en estar siendo algo distinto a sólo SER. ¡Nada hay que no consista en estar siendo Dios, pero, siempre y sin excepción posible, sin que ser Dios consista en ser algo determinado, esto es, ser tú y/o ser algo que tu percibas siendo alguna cosa! ¿Comprendes mejor ahora el motivo de que, porque todo está consistiendo en sólo SER, no haya nada que juzgar y nada que dejar de juzgar, nada que hacer y nada que dejar de hacer, nada que culpar y nada que perdonar, nada que buscar y nada que encontrar, nada que amar y nada que temer, nada que celebrar y nada que lamentar, nada que aceptar y nada que cambiar? He ahí que la percepción de la existencia de Dios y la percepción tu existencia está siendo creada a imagen y semejanza la una de la otra, y que, por tanto, ambas quedan reducidas a simples especulaciones mentales. He ahí que tú y todos tus pensamientos sin excepción, tú y todas tus emociones sin excepción, tú y todos tus actos sin excepción, tú y todos tus recuerdos sin excepción, tú y todos tus deseos sin excepción, tú y todas tus expectativas sin excepción, tú y todas tus experiencias sin excepción, tú y todas tus relaciones sin excepción,… consiste en aquello que consiste en ser Dios…, aunque, por mucho que no quieras reconocerlo, ser Dios nunca consistirá en ser tú ni en ser un algo. ¡Todo está siendo la fuente, pero nada es ser la fuente!(sigue) Junio-18

119/2018 (Continúa) -Consciencia identificada (tú), date cuenta de que salvo sólo SER (llámale Dios si quieres), nada está siendo algo. Todo sin excepción está consistiendo en SER (Dios), pero sin que ello comporte jamás que ser Dios consista en la posibilidad de que algo esté siendo el ser de algo determinado. Tú, por tanto, no eres tú, sino que ser tú consiste en estar siendo toda la divinidad simultáneamente. Consciencia identificada (tu), ¿cómo podrías tú ser Dios, esto es, SER y sólo SER, sin que algo estuviera siendo “un” ser algo? Date cuenta de que, ser tú el equivalente a ser Dios, sin que eso supusiera que algo estuviera siendo un ser y/o el ser de algo, en primer lugar equivale a no estar siendo tú un yo, y en segundo lugar, a que no consistiera ser Dios en eso que -percibido egoicamente-, tú puedas creer que consistiría en ser Dios y/o estar siendo el Ser de alguna posibilidad absoluta de ser algo. Date cuenta de que SER (Dios)  y/o de que SER (nada siendo un ser) incluye la aparente existencia y/o el aparente acontecer de todo aquello que tú percibes, calificas y experimentas como si estuviera consistiendo en algo negativo, malvado, pecaminoso, insano, perjudicial, imperfecto, vergonzoso, miserable, primitivo, etc,. Date cuenta de que, sin  el juicio identificado con la apariencia de tu percepción, nada es algo ni es de ninguna manera de ser algo…, sino que todo únicamente está consistiendo en SER. Date cuenta también de que todo aquello que en un momento determinado y/o bajo unas circunstancias concretas tú percibes, juzgas, experimentas y calificas como algo positivo, bueno, sano, perfecto, verdadero, puro, divino, etc., unos minutos más tarde tú puedes estar viéndolo y viviéndolo como algo completamente distinto. Así mismo, observa que, precisamente porque fuera del fenómeno de la percepción egoica (la tuya), nada está siendo el ser de algo, aquello que tú puedes estar percibiendo y viviendo como algo positivo y/o negativo, para otras consciencias identificadas con patrones distintos, esa misma “apariencia de algo” puede ser vista y vivida de formas absolutamente dispares. ¿Comprendes mejor ahora que tú no eres tú y que lo demás que tú percibas siendo algo tampoco estará siendo aquello que tú puedas interpretar? (sigue)  Junio-18

120/2018 (Continúa) -Dejar de ver la existencia de Dios como si ser Dios consistiera en “ser algo”, y además (visto desde la mente humana), algo inefable, sobrenatural, divino, excepcional, absoluto, insuperable, perfecto, bello, etc., porque ser Dios siempre está consistiendo en SER todas las posibilidades de manifestación a la vez…, y sólo tú -consciencia identificada-, por estar creyendo en ti, estás creando tus percepciones a imagen y semejanza de tus programas. He ahí que tú imaginas la existencia de un Dios siendo de la manera que quisieras ser tú, esto es, siendo algo y a demás insuperable en aparentes virtudes típicamente humanas y/o egoicas. ¡Date cuenta de que todo cuanto tú crees que vives está siendo un reflejo de aquello que tú crees que eres…, y también date cuenta de que nadie está siendo autor ni responsable de esa fantasía! Ver a Dios (SER-NADA) siendo “un SER” no deja de consistir en una percepción absolutamente egoica (tuya); tan radicalmente egoica como cualquier otra que tú percibas e identifiques. ¡Nada está siendo Dios y tampoco nada está siendo aquello que para ti puedan ser virtudes, atributos, dones, valores, etc., pues Ser consiste en que nada esté siendo “un” estar siendo! He ahí que estar siendo aquello que tú -consciencia identificada con cualquier posibilidad de algoidad-, imaginas que consiste en SER DIOS y/o en ser la manifestación de la divinidad, paradójicamente siempre estará consistiendo en todo aquello que, percibido y/o juzgado desde el fenómeno de tu identificación, tú puedas estar considerando como la existencia y/o el acontecer de todo lo cotidiano, todo lo simple y sencillo, todo lo vulgar, insignificante, intrascendente y natural. ¡Dios (Ser), no consiste en ser algo extremadamente excepcional y maravilloso, sino justamente en el permanente estar siendo, “nada determinado”, que tú -consciencia identificada-, percibes, juzgas y conviertes en ti y en tu realidad: date cuenta de que SER consiste en todo aquello que, sin estar siendo algo, sin embargo tú percibas siendo lo natural, lo cotidiano, lo humilde, lo elemental, lo aburrido, lo simple, lo repetitivo, lo frustrante, lo vulgar, lo decadente e incluso lo doloroso! Estando consistiendo absolutamente todo cuando tú -consciencia identificada-, percibas siendo la existencia y/o el acontecer de algo, en nada que esté consistiendo en ser algo, ¿qué vives buscando y qué vives rechazando e intentando cambiar? (sigue) Junio-18

121/2018 (Continúa) -Más allá de la infinitud de aparentes formas, categorías, jerarquías, dimensiones, etc., en las que tú          -consciencia identificada-, puedas dividir y diferenciar tus juicios y/o percepciones a cerca de SER, Ser (nada-algo), es lo único que siempre está siendo. Nada hay siendo tú, ni siendo otro ser algo, que ello no esté consistiendo siempre en Ser, y sólo en SER. Consistiendo SER en que nada esté siendo algo determinado, ¿cómo SER (eso que tú consideras que consistiría en la existencia de Dios), podría estar siendo el creador y/o el responsable de aquello que tú -consciencia identificada- percibes consistiendo en la existencia y/o el acontecer del bien o del mal, del amor o del miedo, de la paz o de la violencia, de la vida o de la muerte,  de la abundancia o de la carencia, la justicia o la injusticia, de la carencia o de la plenitud? He ahí que, comenzando siempre por ti, todo aquello que tú percibas, vivas e imagines, está consistiendo en SER, sin que nada esté siendo “eso” que tú puedas percibir e identificar siendo algo.  Consciencia identificada (tú), déjate de excusas, miedos, expectativas, etc., y date cuenta de que, fuera del ámbito ilusorio de la fantasía de tu existencia particular, nada puede ocurrirte, pues, incluido eso que tú experimentaras como aquello que estuviera sucediéndote a ti alguna vez, SER es lo único que siempre está sucediendo, y ningún esfuerzo tuyo cambiará eso jamás. He ahí que en el floreciente comercio espiritual te dirán que todo lo que te ocurra a ti será por algo, y que además será bueno para ti: siempre tratando de justificar lo injustificable…, siempre tratando de justificar que tú eres tú y/o que ser tú consiste en ser algo más allá de una vulgar percepción egoica.  Junio-18

122/2018 -Consciencia identificada (tú, que crees estar leyendo estas palabras), date cuenta de que “SER” nunca ha sido engendrado por unos padres ni fue el progenitor de algún descendiente. Date cuenta de que “SER” nunca nació en un ambiente favorable ni en un ambiente hostil. Date cuenta de que “SER” nunca careció de afecto, ni padeció la desatención, el maltrato ni la incomprensión de sus progenitores. Date cuenta de que “SER” nunca fue educado para competir con los demás, para triunfar sobre los otros, para alcanzar metas maravillosas, y tampoco para que ayudara a mejorar el mundo. Date cuenta de que “SER” nunca precisó hacer algo ni necesitó dejar de hacer algo para llegar a SER. ¡Creer ser algo no equivale a ser algo! Date cuenta de que todas esas posibilidades, y también todas las demás que quieran añadirse a esas, no tienen relación alguna con “SER”, sino que todas ellas están intrínsecamente relacionadas con la percepción de “ser tú” y/o de que SER consista en ser tú. Consciencia identificada (tú, que crees estar leyendo estas palabras), date cuenta de que justificar la percepción de la apariencia de tu presente con la percepción de la apariencia de tu pasado (incluido el de tu familia y especie) únicamente sirve para continuar creando la percepción de expectativas para la apariencia de tu futuro, es decir, para que tú continúes identificada y/o considerándote la existencia de algo determinado (un yo), y, consecuentemente, limitado, victima, carente, imperfecto, desmemoriado, etc., intrínsecamente necesitado de esfuerzos, sacrificios, luchas, experiencias de todo tipo, etc., para volver a ser aquello que nunca dejaste de ser… y, compréndelo, que jamás consistirá en ser “un” ser algo. ¿Sufrir, pelear, enfermar,  morir, etc., para así tú termines dándote cuenta de qué? ¿Qué más necesitas para ver un vulgar juego egoico en todos esos supuestos planteamientos espirituales? Consciencia identificada (tú, que crees estar leyendo estas palabras), date cuenta de que SER -ni tan siquiera en modo infinitivo-, no es un verbo o la parte de la oración que está indicando una  acción, un movimiento, un proceso, una existencia, una condición, un estado, etc., del sujeto  y/o la posibilidad de que algo esté siendo algo. SER, no pertenece al universo de la percepción egoica de un supuesto sujeto, sino que trasciende todas las posibilidades imaginables.  Junio-18

123/2018- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la idea de amarse a sí mismo, exactamente igual que la idea de amar a otros, continua consistiendo en una posibilidad perteneciente al universo de la percepción egoica, esto es, allí donde SER estaría percibiéndose como la apariencia de ser algo, ser alguien, ser una identidad…, y/o ser cualquiera de las cosas que tú estás imaginándote. ¡No hay “dos” seres, porque tampoco hay el ser de “un” ser! Amarse a sí mismo no se aprende, no se enseña, no se hace, no se siente, no se necesita…, y -por muy espiritual que pareciera-, amarse a sí mismo tampoco se consigue realizando alguna práctica determinada, sino que, puesto que ser uno mismo no consiste en estar siendo la existencia de alguien y/o de “un ser” determinado, paradójicamente amarse a sí mismo supone la aceptación de que nada está siendo el ser de un sí mismo ni el ser de ninguna otra posibilidad de que algo esté consistiendo en ser algo. ¡No hay un sí mismo que pueda conocerse a sí mismo y tampoco hay un sí mismo que pueda amarse a sí mismo! Date cuenta de que  fuera del universo de la percepción egoica, esto es, en la fantasía donde tú -consciencia identificada- eres tu y/o tú eres un ser, nada necesita ser hecho por alguien para estar amándose a sí mismo. Amarse a sí mismo no depende de nada ni de nadie, porque nadie hay siendo un sí mismo y tampoco nada está siendo el amor que alguien precise recibir de sí mismo ni de otros; amarse a sí mismo no es algo que tenga que hacerse ni que se necesite…, se acepta y/o se permite, pero sólo egoicamente. Tú, y cualquier hacer y/o experimentar tuyo, “por tratarse de algo siendo algo para alguien”, siempre sólo de una percepción egoica estará tratándose. Date cuenta de que creerse ignorante está siendo una percepción igual de egoísta que creerse inteligente y/o de cualquier otro modo, porque en todas las opciones estarías considerando que tú eres tú y que ser tú consiste en ser algo determinado, limitado, condicionado, carente, necesitado de otro algo. He ahí que la vida no es algo maravilloso, pero que la vida tampoco es algo  horrible; sencillamente, ni la vida es la vida, ni tú eres tú, ni  aquello que sea algo para ti está siendo eso que tú puedas percibir, pensar, sentir, creer, hacer, experimentar, recordar e imaginar nunca jamás. ¿Te das cuenta de dónde procede eso que tú crees que es tu realidad?  Junio-18

124/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que tú nunca has sido un cuerpo, pero que tampoco has sido una mente, pero que tampoco has sido un alma, pero que tampoco has sido un espíritu. ¡Tú nunca has sido “un” ser algo! Date cuenta de que tú nunca has estado viviendo esta vida, pero que tampoco has vivido otras vidas. ¡Tú crees que vives algo, porque tú crees que eres algo; tú crees que tú vives algo de alguna manera, porque tú crees que tú eres algo siendo de alguna manera; tú crees que tú eres tú y que tú estás viviendo una vida, porque tú crees que SER consiste en ser algo viviendo algo! ¿Comprendes mejor ahora en qué consiste y/o de qué manera funciona el instinto de supervivencia de tu percepción egoica y/o identificada? Date cuenta de que mientras persista en ti la percepción y/o el sentimiento de que tú eres un yo, un ser, una existencia de algo,… tú tampoco podrás evitar percibirte y/o sentirte protagonista, actor, hacedor, carente, dependiente, condicionado, separado, víctima, incoherente, hipócrita, egoísta y/o con todas aquellas características que estás percibiéndote y/o sintiéndote, pues en la identificación con todo esas posibilidades consiste precisamente percibirse siendo un yo. Nada de aquello que creas haber vivido consistía en algo distinto a creer que tú eras tú y que tú estabas viviendo algo. Consciencia identificada (tú) ¿quieres limpiar y/o sanar tu árbol genealógico y expiar absolutamente todas sus ramas?  Date cuenta de que no es necesario sanar aquello que nunca consistió en ser algo, pues, sin excepción, toda apariencia de ser algo únicamente consiste en SER, y sólo en SER. ¡Ser-Nada, está siendo siempre todo aquello que pueda percibirse y/o experimentarse siendo algo! He ahí que eso que ves, que sientes, que vives, etc., no es eso que ves, que sientes ni que vives, sino que ESO ES SER, pero visto, sentido y vivido como si fuera eso que tú crees que es eso, porque tú crees que tú eres tú. Julio-18

125/2018 -Consciencia identificada (tú) date cuenta de que pienses lo que pienses tú y/o de que pienses en aquello que pienses tú, sólo SER estará siendo. Y que sientas lo que sientas tú y/o que con independencia de aquello que tú sientas o dejes de sentir tú, sólo SER estará siendo. Y que hagas lo que hagas tú y/o que con independencia de aquello que hagas o dejes de hacer tú, solo SER estará siendo.  Y que experimentes lo que experimentes tú y/o que con independencia de aquello que tú experimentes o dejes de experimentar tú, sólo SER estará siendo. Nada está siendo pensado, sentido, hecho ni experimentado…, pues tú, y todo aquello que tú consideres que consiste en la existencia y/o el acontecer de algo, sólo SER (nada-algo) estará siendo. A partir de ahí, date cuenta de que porque tú nunca has sido tú, tú tampoco nunca estás pensando, sintiendo, haciendo ni experimentando nada de aquello que, por estar creyendo que tú eres tú (identificación), también tú -consciencia identificada-, crees que tú estás pensando, sintiendo, haciendo, experimentando. He ahí que todo aquello que tú percibas siendo algo, NADA será lo único que estará siendo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que no hay una manera de percibir altruista y otra manera de percibir egoísta, sino que cualquier percepción y/o cualquier forma de percibir algo por parte de alguien (tú), siempre estará  tratándose de una percepción exactamente igual de egoica y/o identificada. Ser, es lo único que ha estado siendo todo siempre. Ser, es lo único que todo está siendo siempre. Ser, es lo único que siempre estará siendo todo. Cuando todo sin excepción está consistiendo en SER, y sólo en SER, ¿qué puede cambiarse entonces, de qué puede carecerse entonces, qué necesita buscarse y encontrarse entonces, qué tiene que expiarse y perdonarse entonces, qué está siendo acertado y erróneo entonces…, pero, por lo mismo, quién estaría necesitando hacer algo, para algo…, que todo ello no continuara consistiendo siempre en SER, y sólo en SER? Comenzando por la existencia de uno mismo, en una simple percepción egoica (ego), estará consistiendo siempre todo aquello que alguien (tú, consciencia identificada) pueda identificar y/o nombrar como algo distinto a SER y sólo SER.  Julio-18

126/2018 -Leo que “…cuando te niegas a mirarte, la vida te pone espejos”. Sin embargo, date cuenta de que tú, el espejo, y aquello que refleje cualquier espejo, siempre estará consistiendo en una percepción egoica, esto es, en la percepción de SER, como si Ser consistiera en algo siendo algo y/o siendo “un” ser algo. Percepción egoica es verte a ti siendo un yo. Percepción egoica es ver a los demás, al mundo, a la vida, a las circunstancias, a las situaciones, a cualquier posibilidad de ser algo siendo eso que la percepción egoica de ti estará transformando en un espejo para ti. Percepción egoica es todo aquello que tú (que eres una percepción egoica) vea reflejado en cualquier espejo (que será otra percepción egoica creada a partir de la tuya propia), con absoluta independencia del juicio, la identidad, el valor, etc., que tú asignes a dicho reflejo. Percepción egoica es verte a ti siendo algo distinto a solo SER, y, por tanto, verte siendo con defectos y virtudes, con dones y carencias, con alegría y tristeza, con salud y enfermedad, atrapado en el tiempo y el espacio, etc., en resumen: verte a ti víctima de la percepción de ti siendo un ser y/o convertido en un ser. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que tú, siendo tú y/o siendo algo determinado, nunca has existido, y que por muchos sueños que te inventes, tampoco jamás llegarás a ser aquello que nunca dejaste de SER, y que consiste en que “nada está siendo un SER”. ¡Nada está siendo un ser; SER está siendo todo! Consciencia identificada (tú que crees estar leyendo estas palabras), date cuenta de que para amar a otro, ayudar a otro, proteger a otro, comprender a otro, perdonar a otro, etc., antes hay que estar viéndose a uno mismo siendo uno mismo, y también al otro siendo el otro, por tanto, que eso convierte en una ilusión absolutamente egoica cualquier posibilidad de amor, ayuda, protección, comprensión, perdón, etc., tanto a uno mismo como a otro. He ahí que todo "ser algo para alguien" estará consistiendo en una percepción egoica, pero que incluso la percepción egoica consiste en SER…,  y sólo en SER.  (sigue) Julio-18

127/2018 (Continúa) -¿La vida poniéndote delante, es decir, imponiéndote, personas, situaciones, experiencias, relaciones, enfermedades, etc., (espejos) con buena intención y/o para que tú pienses, sientas, percibas, descubras, comprendas, soluciones, sanes, perdones, evoluciones y/o cumplas con un supuesto plan trazado en otra dimensión? Consciencia identificada (tú),  ¿te recuerda toda esta sarta de especulaciones mentales a algunos de esos  dogmas religiosos que ya no conseguías digerir? En efecto, los dogmas espirituales y sus adeptos (seres egoicos) también se transforman y cambian de aspecto. Hoy, cada día más, los dogmas espirituales ya no sólo los difunden aquellos oscuros personajes disfrazados de edad media; ahora, aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, los mensajeros estamos por todas partes y cualquiera puede acceder a nuestros “productos para el alma” (reflexiones, libros, conferencias, videos, talleres, retiros, consultas privadas, etc.,) con suma facilidad. ¿Donde está la novedad entre los dogmas de antes y los actuales? No la busques porque no hay. Los mensajes de antes y los mensajes de ahora siempre son los mismos y siempre están girando alrededor de lo mismo: el ego y/o la percepción egoica de que tú eres tú y/o de que SER consiste en estar siendo tú y todo cuanto tú percibas siendo algo. Date cuenta de que la esencia de todos los productos del muestrario que se te ofrece consiste en mantener viva la identificación con la existencia del yo que tú crees ser (ego). ¡El sufrimiento humano, exactamente igual que la felicidad humana, siempre ha sido una gran oportunidad para la supervivencia y el lucimiento del ego humano! Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la única diferencia entre un concepto, su opuesto, su punto de equilibrio, etc., radica en el juicio que tú estés proyectando, pues, todos serán igual de ilusorios. Nada está siendo algo ni está siendo de ninguna manera, por tanto, sencillamente nada está siendo la vida, nada estás siendo tú y nada está siendo todo eso que supuestamente la vida está decidiendo ponerte delante para que tú recuerdes, aprendas, comprendas, cambies, despiertes.  Consciencia identificada, date cuenta de que para despertar antes tendrías que estar dormida y que para estar dormida antes tú tendrías que ser tú y/o tú tendrías que permanecer identificada con la apariencia de tu ser. ¿Comprendes el juego? Julio-18
    
128/2018 -Date cuenta de que incluso “la felicidad” -exactamente igual que cualquier otra posibilidad de la existencia de algo que pueda identificarse y/o nombrarse- consiste en un concepto absolutamente egoico, discriminatorio, limitado y limitante. Observa que así como cuando el burro consigue comerse la zanahoria que perseguía, eso no hace que deje de seguir considerándose un burro necesitado de perseguir y comer zanahorias, así tampoco tú, consciencia identificada, dejas de percibirte a ti siendo tú cuando alcanzas y/o consigues (dependiendo del cumplimiento de los correspondientes patrones o creencias) crear el sentimiento de una experiencia de felicidad; al contrario, date cuenta de que experimentar eso que tú identificas como “tu felicidad”, actúa a modo de refuerzo de tu identificación egoica y del  victimario que estás utilizando para justificar la percepción de tu existir. Date cuenta de que por mucho que ensalces el valor de la felicidad, alcanzar la meta de sentirse feliz no deja de suponer estar sintiéndose “un ser determinado” (tú), experimentándose momentáneamente de una manera determinada, y, por tanto, condicionada, dependiente, transitoria y limitada. He ahí que incluso la felicidad -exactamente igual que cualquier otro pensar, sentir, hacer, experimentar, etc., sin excepción, por el simple hecho de consistir en algo para ti- también estará constituyendo una limitación. He ahí que aquel personaje, institución, religión, filosofía, cultura, práctica, espiritualidad, educación, sociedad, etc., que te ofrezca “felicidad o redención de cualquier otra carencia que pudieras reconocerte” (zanahorias del ego), más allá de otra valoración sólo estará invitándote a que continúes soñando que tú eres tú y que tu vida es tu vida. ¡Qué felicidad superaría a aquella que nadie necesitara sentir! La referencia vedanta a la no- dualidad (Advaita, en sánscrito) no debería interpretarse como no-dos y/o como todo-uno, sino como No-Uno y/o como TODO-NADA. Date cuenta de que no hay la percepción de “uno” sin la percepción de dos y/o sin la percepción simultánea de otros unos, de manera que identificarte tú “siendo un algo” siempre estará obligándote a ti a identificar todo aquello que tú necesitaras para continuar defendiendo la existencia de tú algoidad.  ¿En qué podría consistir la abundancia, la plenitud, etc, sino en la carencia absoluta de las necesidades que necesitas para continuar creyendo en ti?  Julio-18

129/2018  -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), he ahí que la fuente de toda la percepción egoica brota directamente de ti, es decir, del fenómeno por el cual estás percibiéndote como la existencia de “un ser” determinado. ¡SER, no consiste en ser un ser; no-dualidad significa no-uno! Puesto que ser tú supone estar considerando que tú eres la existencia de algo determinado, date cuenta de que ser tú supone estar siendo todo el ego que tú puedas percibir y experimentar en tu aparente existencia. ¡Tú no tienes un ego, sino que percibirte siendo tú es el ego! Tú, es decir, creer que tú -consciencia identificada-, eres tú (en lugar de sólo SER), hace que también creas que no ser tú consiste en ser lo otro y/o ser lo demás, en lugar de también sólo SER, por tanto, he ahí que tú te lo guisas todo, tú te lo comes todo, tú tienes que digerirlo todo, y, finalmente, también tú tienes que evacuar todo lo que te has guisado, te has comido y has digerido. ¿Comprendes mejor ahora? Consciencia identificada, date cuenta de que exactamente igual de egoísta estarías siendo por creer que no amas a los demás como por creer que te amas a ti mism@, pues, el egoísmo no consiste en la práctica de aquello que tú puedas hacer o dejar de hacer, sino en vivir creyendo que tú eres tú, vivir creyendo que ser tú consiste en ser algo y/o vivir creyendo que ser tú consiste en ser algo distinto a sólo SER. Todo aquello que percibas tú siendo algo distinto a sólo SER, estará siendo ego y/o una percepción egoica, de ahí que todas las percepciones egoicas comienzan y terminan en tu propia percepción.  Date cuenta de que todo aquello que tú consideras que piensas tú, que sientes tú, que haces tú, que vives tú…, sin excepción, estará consistiendo en percepción egoica, pero “no” porque algo de eso esté siendo eso ni siendo de alguna manera, sino porque tú estarías siendo la consciencia creadora de esa percepción. Y ahora date cuenta de que SER (nada-uno) consiste que estar siendo tú y en todo cuanto -sin excepción y con independencia del juicio que tú puedas imaginar-, tú puedas percibir siendo algo determinado. ¡Ser, está siendo por igual todo aquello que te gusta y todo aquello que te disgusta, todo aquello que aceptas y todo aquello que rechazas, todo aquello que te hace feliz y todo aquello que te hace sufrir!  Julio-18

130/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que la fuente de toda percepción de algo, de toda percepción de dualidad y/o de cualquiera de tus percepciones -sin excepción-, nace de la identificación con la percepción de la existencia del uno mismo (tú), por tanto, que la afirmación de que “todo es uno” continúa perteneciendo al universo egoico y/o al universo que tú (mente personal y/o consciencia identificada) estás permanentemente creando a tu imagen y semejanza. ¿Comprendes mejor ahora el origen de la necesidad de encontrarle sentido a tu existencia? Todo está siendo el mismo “no” estar siendo algo. Todo está siendo el mismo “nada” siendo algo. Todo está siendo el mismo “ningún” ser. Nada hay siendo uno, sino ninguno.  He ahí que si existir fuera posible más allá de una percepción egoica y/o identificada, entonces existir significaría no ser algo ni ser alguien ni ser por algún motivo ni ser para llegar a ningún fin. He ahí que la trampa más grande que la consciencia identificada con la existencia humana puede ponerse a sí misma consiste en plantearse cuestiones respecto a su propia existencia. ¿Quién soy…, de dónde vengo…, a dónde voy…, para qué estoy aquí…? Observa que, sin excepción, cualquier respuesta posible estará dando por cierto e incuestionable aquello que nunca pasará de una simple especulación  mental necesitada de solución y/o de un gran vacío necesitado de justificación: significará que está asumiéndose que algo está siendo algo y/o que SER consiste en ser algo. He ahí que para percibirse estando cuerdos o locos, poderos o débiles, felices o infelices, plenos o carentes, dormidos o despiertos…, antes hay que estar considerando y defendiendo (identificación consciencial) que se está siendo la existencia de alguien y, consecuentemente, que de esa identificación nace la posibilidad de percibirse, creerse, sentirse, etc., estando cuerdos, locos, felices, infelices, sanos, enfermos, etc. sin ni tan siquiera estar existiendo.  Julio-18

131/2018 -SER, significa que nada hay siendo algo; ser tú, significa que nada está siendo tú. Date cuenta de que cada detalle de la apariencia de tu existencia particular consiste y discurre en el universo de la creencia en lo contrario y/o en la “negación del significado de SER”, esto es, en la identificación con el supuesto de que tú eres tú  y/o de que ser tú consiste en estar siendo algo determinado. ¿Comprendes mejor ahora que tú y todas tus ideas, emociones, creencias, expectativas, percepciones, experiencias, etc., están conformando la misma percepción egoica y/o ilusoria de lo que significa SER? ¡Nada hay siendo un ser, por tanto, tampoco nada cambiará ni dejará de estar siendo un ser! He ahí la paradoja de que la identificación con la apariencia de tu ser equivale a la insistente negación del significado de SER. ¿Qué efectos genera entonces -consciencia-, el fenómeno de estar considerándote la identidad de un ser, de un yo, de un sujeto…, y/o de permanecer identificada? Sí, cierto, la identificación con tu algoidad está creando exactamente todo cuanto tú crees estar viviendo en cada “aquí y ahora tuyo” y exactamente también de la manera que puedas creer que tú estás viviéndolo. ¡No hay pasado ni futuro, porque tampoco hay presente; nada está siendo un aquí y ahora! ¿Has visto alguna vez cómo funciona una marioneta? Consciencia identificada, date cuenta de que la identificación con la percepción de tu aparente individualidad te convierte a ti -dándote apariencia de vida-, en la existencia de una marioneta, y que los hilos que sostienen a ese personaje y condicionan por completo cada uno de sus movimientos, consisten en todo eso que tú consideras que son tus pensamientos, tus emociones, tus ideales, tus creencias, tus costumbres, tu cultura, tus carencias, tus valores, tus características, tus capacidades, tu personalidad, tus relaciones, tus circunstancias. A partir de ahí, date cuenta de que no se trata de soltarte de “los hilos de tus dependencias” físicas, emocionales, psicológicas, anímicas, espirituales, energéticas, vitales, etc., sino de soltarte de ti y/o de la percepción de que tú eres tú, como si ser tú consistiera en algo distinto a sólo SER.  Julio-18

132/2018- No hay “un” ser; Ser (nada-un ser), es lo único que está siendo todo aquello que parece que hay siendo algo. No hay “un” ser, por tanto, tampoco hay un yo soy; por tanto, tampoco hay un “somos”; por tanto, tampoco hay dualidad; por tanto, tampoco hay separación; por tanto, tampoco hay qué juzgar, qué cambiar, qué mejorar, qué culpar, que perdonar, qué amar, qué sanar, qué expiar, qué recordar, qué alcanzar. ¡Todo tu existir, todo tu hacer, todo tu suceder, todo tu percibir y todo tu experimentar, sólo SER está siendo! No hay “un” ser, por tanto, tampoco hay nada de aquello que tú -consciencia identificada con tu ser y/o con la percepción de ti siendo un ser- puedas estar considerando que hay, que sucede, que nace y que muere. Tú nunca has sido tú y tampoco nunca algo ha sido algo distinto de ti. ¿Comprendes mejor ahora en qué consiste la ilusión de tu existir, y que, aunque tú digas, pienses, sientas, imagines, actúes, experimentes y justifiques tu existir con la existencia de tu ego, jamás la ilusión de tu existir consistirá en ser algo? He ahí que cuando tú expresas que deseas que reine la felicidad, el amor, la paz, la libertad, la concordia, la abundancia, la armonía, etc., en tu vida y en todo el mundo, no eres tú el que ésta deseando eso que tú crees estar deseando para ti y para los demás, pues tú no eres tú y tampoco lo demás está siendo eso que tú consideras que está siendo lo demás. ¡Date cuenta de que tus esfuerzos por separar y escoger entre lo que ves bueno y lo que ves malo no deja de consistir en una manera de verte a ti siendo tu! Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que todo aquello que tú, desde la absoluta identificación con la percepción de la existencia de tu ser, manifiestas que piensas, sientes, deseas, temes, haces, esperas y vives, sólo persigue la justificación (a modo de excusa o victimario), de tu aparente identidad y de todo cuanto parece estar conformándola. ¡He ahí que cuando tú no eres tú y/o no estás identificada con la particularidad de tu ser, todo aquello a lo que tú aspiras, está siendo ya…, sin necesidad de que algo esté siendo algo para alguien! Julio-18

133/2018 -No hay nadie separado; pero tampoco hay alguien unido a otros: simplemente nada hay siendo alguien ni siendo algo. ¡El mismo ESTAR SIENDO NINGÚN SER está siendo todo! ¿Acaso tus percepciones son garantía de algo que trascienda el ámbito especulativo de la percepción egoica y/o identificada? Analizando la historia de tu aparente existencia tendrás que reconocer que (comenzando por ti mism@) el hecho de que tú percibas algo nunca ha significado que tu percepción de algo estuviera siendo eso que (dependiendo de la manera que estuvieras mirándolo y de mil factores más), tú juzgabas que estabas percibiendo. No hay nadie separado, y tampoco unido, porque SER significa que nada hay siendo algo determinado. Más allá del universo egoico de tu percepción, nada hay que cambiar, nada hay que mejorar, nada hay que juzgar, nada hay preferir, nada hay que rechazar, nada hay que imponer, nada hay que aceptar, nada hay que condenar. ¡Todo aquello que tú percibas siendo algo y/o siendo de alguna manera de ser, sin tu juicio, sólo SER está siendo… y con absoluta independencia de tus percepciones, creencias, experiencias, etc., sólo SER continuará siendo siempre! Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de la profunda incoherencia que manifiestas al defender la no-separación y la no-dualidad a la vez que permaneces defendiendo la autenticidad de tu existencia y/o de la existencia de algo; date cuenta de que identificar “el ser de algo, la existencia de algo, el acontecer de algo y/o la experiencia de algo”, supone estar identificando -aunque fuera inconscientemente y tú le atribuyas naturaleza divina-, percepción de separación, de dualidad, de discriminación, de injusticia, de carencia, de tiempo, de espacio, y de todo cuanto caracteriza a la percepción egoica (la tuya). Se dice que en el océano todo es océano. Se dice que la percepción de cada ola y de cada gota de agua que salpica con el romper de las olas, no dejan de ser océano. Date cuenta de que “en el mundo de tu existencia” no hay ejemplos, ni metáforas, ni parábolas…,  con los que tú puedas comprender aquello que únicamente consiste en “no estar siendo algo”. ¡Que tú seas tú, nunca te dejará ver que nada hay que necesite estar siendo algo; pero que tú seas tú tampoco evitará que nada esté siendo algo! El océano -exactamente igual que cualquier otro “ser algo” para ti-, para ser océano necesitaría de la existencia de donde serlo, de cómo serlo, etc., y necesitaría de la existencia de aquella consciencia para la que eso estuviera siendo un océano. ¡He ahí que sólo tú estás siendo  tu creador y el creador de todo cuanto tú crees vivir!  Julio-18

134/2018 -¡SER, está siendo todo aquello que tú percibes e identificas siendo tú y/o siendo algo para ti; la percepción egoica consiste en el fenómeno de percibir e identificar aquello que tú percibes e identificas siendo tú y/o siendo como si estuviera consistiendo en algo distinto a sólo SER! He ahí que todo aquello que tú puedas percibir, juzgar, nombrar e incluso experimentar…, como si ello estuviera consistiendo en ser algo, sólo SER está siendo, de ahí que cualquier determinación tuya respecto a algo, siempre será egoica. Consciencia identificada, date cuenta de que aspirar al amor verdadero, a la paz inviolable, a la libertad absoluta, a la dicha suprema, etc., no dejan de consistir en aspiraciones egoicas y/o tuyas. Tan egoicas y/o tuyas están siendo las percepciones de todo eso que tú consideras divino, supremo, absoluto, perfecto…, como aquellas otras percepciones tuyas que consisten en ver y rechazar el mal, el odio, la envidia, la codicia, los celos, la violencia, la injusticia, la imperfección y/o cualquier cosa que tú consideres negativa. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que SER significa no estar siendo algo, y que, por tanto, todo aquello que tú consideres que está siendo algo únicamente estará tratándose de una percepción  egoica, tuya, identificada. Date cuenta de que, paradójicamente, solo tú estás creando todo aquello que anhelas alcanzar y también todo aquello que te esfuerzas por cambiar y/o por desterrar de tu vida, esto es, de la percepción de ti. Date cuenta de que tanto la abundancia como la carencia, el amor  como el odio, la dicha como el sufrimiento, la violencia como la paz, la destrucción como la armonía, la ansiedad como la calma,   la vida como la muerte…, sólo son eso para la consciencia que esté identificando la existencia de eso (creando y experimentando esa percepción). Deja de diferenciar, catalogar, evaluar, juzgar, valorar, preferir…, pues con independencia del signo que atribuyas a las percepciones que estés creando, todas estarán siendo percepciones egoicas (tuyas) y sólo percepciones egoicas. ¿Acaso no está siendo la percepción de tú existencia el denominador común de la percepción de la existencia de todas ellas? Sin la consciencia perceptora (identificada e identificadora), nada estará siendo eso que pudiera estar siendo percibido siendo la percepción de algo por parte de alguien! Julio-18

135/2018 -Nadie hay viviendo la vida…  ni ninguna otra posibilidad de existencia…,  pues eso que tú consideras que está consistiendo en vivir la vida únicamente consiste en una percepción egoica creada con el barro ilusorio de la creencia de que tú -consciencia identificada- eres tú. Más allá de esa percepción, nada hay siendo algo, nada permanece siendo algo y nada hay ni permanece siendo de alguna manera. ¿Cómo vivir la vida entonces? Exactamente de la manera que estás haciéndolo y/o de la manera que prefieras en cada momento, pues SER consiste en eso que tú crees que estás viviendo tú y/o eso que tú percibes como consistiera en tus vivencias. Date cuenta de que con absoluta independencia de tus juicios al respecto, vivir únicamente consiste en SER, por tanto, de que no hay diferencia entre ser tú y ser eso que tú consideres que son tus vivencias. ¿Comprendes mejor que fuera de la percepción egoica (percepción de ti siendo tú), nunca hay bien ni mal, error ni acierto, culpa ni perdón, problema ni solución, principio ni final, premio ni castigo…, pues, únicamente SER está siendo? ¿Comprendes mejor ahora que todo eso (físico, emocional, psicológico, intelectual, anímico, etc,.) que tú percibes como si estuviera consistiendo en la existencia y/o el acontecer de tu vida, únicamente consiste en una proyección de la creencia de que tú eres tú y/o de que SER consiste en estar siendo algo? Date cuenta de que ser tú no sólo consiste en ser eso que tú crees que eres tú y/o eso que te identifica (cuerpo, ideas, creencias, carácter, personalidad, tendencias, cultura…), porque ser tú también consiste -por igual-, en cada uno los pensamientos, emociones, actos, reacciones, actitudes, experiencias, deseos, etc, que hayas podido identificar desde que alcances a recordar. ¡A ti nunca te ha ocurrido algo; sencillamente, ser tú, incluye eso que tú percibes como algo que te ha ocurrido a ti! Ser tú está siendo todo aquello que tú puedas llegar a identificar como el ser, la existencia, el acontecer y la experiencia de algo. Cada detalle que viviste de niño, sin excepción, eso era ser tú. Cada detalle que viviste de joven, sin excepción, eso era ser tú. Cada detalle de eso que vives en cada aquí y ahora, sin excepción, eso es ser tú. Cada detalle de eso que puedas vivir alguna vez, sin excepción, eso será ser tú. Paradójicamente, ser tú nunca consistirá en que algo esté siendo algo.  Julio-18

136/2018 -He ahí que tratar de soltarse de algo y/o tratar de alcanzar algo, significa que algo está percibiéndose sujeto a algo y/o carente de algo, por tanto, que algo está percibiéndose a sí mismo siendo alguien. ¿Puede alguien, que está considerándose la existencia de un sí mismo, evitar sentirse de las maneras que generalmente están sintiéndose aquellas consciencias que están percibiéndose siendo alguien, es decir, identificadas con la percepción de su aparente algoidad? He ahí que ser tú está siendo la única causa de todo aquello que tú crees estar viviendo de una manera…  o de otra…  o de todas a la vez. ¡Conócete a ti mismo hasta darte cuenta de que “no hay un uno mismo” que pueda conocerse ni dejar de conocerse y/o hasta darte cuenta de que SER significa que nada está siendo “un ser” algo! Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que todo aquello que tú adoras y todo aquello que tú aborreces, siempre está consistiendo en SER, y sólo en SER. Date cuenta de que todo aquello que tú andas buscando y todo aquello que tú deseas dejar atrás, siempre está consistiendo en SER, y sólo en SER. Date cuenta de que todo aquello que tú percibes siendo la existencia, la experiencia y/o el acontecer de algo, exactamente eso siempre estás siendo tú percibiéndote como si tú no estuvieras consistiendo en SER, y sólo en SER. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que, porque nada está siendo aquello que tú puedas percibir e identificar, en el fondo nada cambie nunca… y comprendes también de dónde procede tu facilidad para pasar en un instante de la percepción identificada y/o egoica de un extremo a la percepción identificada y/o egoica de otro opuesto? SER, es lo único que estará siendo siempre todo aquello que alguien, es decir, que cualquier consciencia identificada e identificadora, decida ver siendo algo distinto a sólo SER. Date cuenta de que comprender eso te libera de la necesidad de vivir juzgándote, comparándote y/o identificada con todo aquello que necesitas creer para continuar creyendo en ti. Independientemente del nombre que se le ponga, todo consiste en SER y sólo en SER. Julio-18

137/2018 -  Leo: “Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Sólo tú eres el juez de tu valer; tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás. Al comprender esto se logra una gran libertad.” (Deepak Chopra) -Sin embargo, he ahí que la única manera de renunciar a todas aquellas percepciones egoicas, consiste en la renuncia a ti mismo, es decir, a la percepción egoica de que tú eres tú y/o de que ser tú consiste en ser algo determinado. He ahí que sin defender la existencia del yo, del tú, del somos…, tampoco hay negocio ni intereses que defender! Date cuenta de que mientras ser "tú mism@" consista en ser algo y/o en estar siendo “un ser” determinado, estarás sintiéndote un ser limitado, un ser condicionado, un ser carente, un ser victima, un ser dependiente, un ser necesitado, un ser separado, un ser culpable, un ser transitorio…, es decir, estarás sintiéndote justo de todas las formas que llevas sintiéndote durante toda tu supuesta existencia. Ser un ser divino, un ser iluminado, un ser celestial, un ser de luz, un ser espiritual, un ser despierto, un ser (…) no deja de consistir en estar percibiéndose (identificación) siendo “un” ser, por tanto, perteneciendo al universo de la percepción egoica y/o de dualidad, de determinación, de separación, de carencia, de expectativas milagrosas…, y de todo aquello que conlleva y/o que crea la identificación con la percepción de que tú eres tú. ¡No-dualidad significa Nada-Uno! Tú no eres tú, de ahí que que todo cuanto tú consideras que eres tú y/o que es algo separado de tu ser, tampoco ha sido nunca eso que hayas podido identificar como una vivencia tuya ni como la ausencia de alguna experiencia tuya. He ahí que nunca habrá ni un detalle de tu vida que, por insignificante que te parezca, no esté consistiendo en un reflejo de aquello que tú crees que eres… pero que, paradójicamente, nunca serás.  Julio-18

138/2018 -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que “cuando comprendas” que fuera de la ilusión surgida tras la aparente identificación con la existencia de tu ser particular, no hay ninguna diferencia entre sentirte triste o sentirte alegre, entre sentirte feliz o sentirte desdichada, entre sentirte en soledad o sentirte acompañada, entre sentirte plena o sentirte vacía, entre sentirte en paz o sentirte perturbada, entre sentirte culpable o sentirte inocente, entre sentirte comprendida o sentirte incomprendida, entre sentirte carente o sentirte abundante…, entonces seguramente también “dejarás de esforzarte” para alcanzar la meta de sentirte conforme a cualquiera de las percepciones de esos puntos de vista y/o de cualquier otro. Cuando comprendas que aquello que tú consideras que consiste en ser tú sintiéndote de alguna manera, siempre, sin excepción, está consistiendo en SER y sólo en SER, seguramente dejarás de luchar para conseguir sentirte de una manera en lugar de otra… como si de ese modo tú también pudieras dejar de sentirte siendo eso que tú crees que eres. He ahí que el origen de todo cuanto percibes como positivo, y de todo cuanto percibes como negativo, está por igual en la percepción que tienes de ti. Nada hay, nada existe, nada acontece…, que no consista en SER, ¿qué puede cambiarse entonces? ¿Qué puede despreciarse o envidiarse entonces? ¿Qué puede compararse, preferirse, aceptarse y rechazarse entonces? ¿Qué puede juzgarse, valorarse, culparse, perdonarse, buscarse, recordarse, alcanzarse…, entonces? Pero sobre todo, ¿quién puede hacer algo, que ser ese hacedor y ser eso que aparentemente esté siendo hecho por ese personaje, todas esas percepciones no estén consistiendo siempre en SER, y sólo en SER? Date cuenta de que, más allá de cualquier percepción egoica y/o egocéntrica, ser tú únicamente consiste en SER, y que, por tanto, cualquier experiencia, recuerdo, acto, deseo, miedo y expectativa que tú puedas considerar algo tuyo y/o algo vivido por ti, únicamente SER estará siendo siempre. He ahí que la percepción discriminada de pensar de una manera u otra, sentirse de un manera u otra, hacer unas cosas u otras, vivir unas experiencias u otras, sólo es posible dentro del ámbito ilusorio de la percepción egoica, esto es, en el universo imaginario de la identificación con la existencia de “un” yo. Ser tú no pasa de una percepción y/o de una idea, por tanto, todo cuanto ser tú pueda vivir y/o todo cuanto pueda vivirse desde la idea de ser tú, siempre estará consistiendo en las vivencias de una idea.  Julio-18

139/2018 -Consciencia identificada con la posibilidad de que tú estés siendo tú y/o de que ser tú consista en ser algo determinado (tú que estás leyendo estás palabras), puesto que más allá de dicha forma egoica de percepción, nada hay siendo algo, date cuenta de que tampoco nunca hay “un propósito” de algo ni hay un propósito para algo. Observa y date cuenta de que la única razón de que tú estés adjudicando un propósito a la percepción de tu existencia consiste en la justificación de la percepción de tu existencia y de todo cuanto parece estar conformándola. ¡Observa y reconoce que tú crees que necesitas creer en la existencia de un propósito únicamente para la mantener viva la identificación con de la apariencia de tu existencia! Estás utilizando la percepción de la existencia de un propósito para justificar la percepción de la existencia de “tu ser” identificado. Tu existencia no tiene un propósito, porque, más allá de la percepción de tu existencia y/o del fruto de tu identificación (tu identidad), nada está siendo tú existencia ni la existencia de ninguna otra posibilidad determinada de SER. ¡Consciencia identificada, date cuenta de que sin ti, esto es, sin que tú estuvieras siendo tú, todo está siendo sin necesidad de un propósito y/o sin la necesidad de todos los propósitos que tú imagines! ¿Qué ocurriría si eliminaras de la percepción de tu existencia la convicción de que tu existencia tiene un propósito?  En efecto, entonces para ti dejaría de tener sentido creer en la particularidad de tu existencia, por tanto, he ahí el motivo de la necesidad de continuar creyendo en la existencia de un propósito para tus percepciones, esto es, un propósito con el que poder justificar la autenticidad de tu propia percepción. ¡SER, no precisa de propósitos, milagros, perdones,  ni de todo aquello que exige e impone la percepción egoica y/o identificada de ser un algo! Observa que cuando “ser un propósito” consiste en ser un algo, entonces también está asumiéndose que es por un algo, para un algo y para un alguien, por tanto, he ahí que ser un propósito únicamente estará consistiendo en una percepción egoica y/o egocéntrica de lo que significa SER. La existencia de un propósito, como cualquier otra posibilidad de existencia, sin excepción, únicamente sería necesaria para ser un algo…, ser un por algo…, ser un para algo…, etc., más nunca para SER, y sólo SER. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que sostener el propósito de tu existencia convierte tu existencia en “un” algo dependiente de un propósito.  Julio-18

140/2018 -SER (no-ego, no-uno, no-yo, no-dualidad), significa que nada está siendo un algo, por tanto, nada-uno. ¡Sin haber uno tampoco hay dos, de ahí que, por mucho que la identificación con tu supuesto uno físico, mental, emocional, anímico, energético, espiritual, divino, etc., parezca contradecirlo, la esencia de la no-dualidad siempre significa no-uno! Allí donde veas un propósito, date cuenta de que, tanto el propósito que veas, como tú por verlo, siempre estará tratándose de una percepción egoica. He ahí que aunque percibirte como si ser tú consistiera en ser tú, y mirar desde esa aparente identidad (ego), todo cuanto percibas parezca demostrarte que ser implica ser algo y también ser con algún propósito, siempre, únicamente SER-NADA estarás siendo tú y todas tus percepciones. Muchas  veces leo referencias al deseo y/o a la percepción de que dios permanezca a nuestro lado siempre. Date cuenta de que el único dios que alguna vez pudiera estar a tu lado sería el dios ego, esto es, aquello que consistiera en percibirte a ti siendo tú y a dios siendo dios. Date cuenta de que dios no está a tu lado, sino que tú eres lo que tú crees que consiste en ser dios, esto es, nada que pueda ni necesite comprenderse, conocerse, transformarse, evolucionar, desaparecer. Si ser dios consistiera en ser algo, entonces ser dios seria lo único que estaría siendo, por tanto, todo aquello que pudiera parecer que hubiera siendo algo diferente y/o separado de tu idea del significado de ser dios. SER, significa que nada está siendo algo distinto a solo SER. SER, está por encima de cualquier percepción, cualquier juicio, cualquier apariencia, cualquier valor, cualquier característica, cualquier expectativa, cualquier condición. He ahí que todo aquello a lo que el yo identificado pueda aferrarse, siempre estará consistiendo en una percepción del yo, por tanto, en una simple ilusión. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que si tú no estuvieras discriminándote de lo que significa SER, entonces tú no percibirías la existencia de algo, de su opuesto, de su propósito… ni sentirías la necesidad de luchar por lo uno ni por lo otro.  Julio-18

141/2018 – SER, significa que nada hay siendo algo y/o siendo aquello que, percibido con la mirada de la identificación con tu ser algo”, tú puedas percibir siendo un estar siendo algo determinado, limitado, condicionado, carente, dependiente, transitorio…, ni con cualquier otra característica. SER, significa que nada hay siendo algo, por tanto, date cuenta de que ser tú solo consiste en una manera particular de interpretar lo que significa SER, pero que jamás consistirá en ser algo. A partir de la consciencia del no-uno, del no-ego y/o del no-algo, ¿cómo continuar justificando que tuviera que haber un propósito de algo y/o para qué (salvo para que tú continuarás percibiéndote siendo tú) sería necesario que hubiera un propósito? Abundancia significa ausencia de carencia, de ahí que toda la abundancia posible radica en el simple hecho de estar siendo…, pero sin dependencia de estar siendo algo y/o sin identificación con la posibilidad de ser algo. Los propósitos no son necesarios para SER, sino para percibirse siendo algo y/o el propósito de algo. ¿Comprendes mejor ahora? Todo, no está siendo uno, sino  ninguno; nada-uno, nada-algo, nada-unido ni separado, nada-ego. SER, significa que nada hay siendo algo, de ahí que no hay ejemplo del universo de la percepción egoica (la percepción de algo siendo la existencia y/o el acontecer de algo), que sirva para que una percepción egoica (tú siendo tú) pueda comprender aquello que SER (nada) pudiera estar siendo. SER, siempre está trascendiendo (siempre está más allá) cualquier posibilidad de percepción y de comprensión de la existencia de algo. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que todos los ejemplos -sin excepción- que tú utilices para tratar de explicar el significado de SER, estará surgiendo de la percepción egoica de SER, y que, sencillamente SER no puede ni necesita conocerse, comprenderse ni realizarse. Date cuenta de que no ser algo no significa no-ser, sino estar siendo en total plenitud y sin la percepción de las aparentes limitaciones de la identificación con el supuesto e imaginario ser de algo. Julio-18

142/2018 -Date cuenta de que “no ser algo” no significa no-ser, sino estar siendo (nada-algo) en total plenitud y sin las aparentes limitaciones que origina el fenómeno de la identificación. ¿Te das cuenta de que, porque nada está siendo algo, y tampoco tú estás siendo tú, más allá de la percepción de que tú eres tú y/o de que SER consiste en ser algo, nunca existirá algo que tú puedas ganar ni perder, hacer ni deshacer, aprender ni olvidar, sufrir ni gozar, amar ni odiar? Nadie hay siendo alguien, por tanto, tampoco hay la existencia del ego de nadie. Tú no tienes un ego; la apariencia del ego consiste en la percepción de que hay algo siendo tú y/o en percibir que SER consiste en ser algo que tú puedas ser, juzgar, nombrar, valorar, hacer, experimentar, etc., y con absoluta independencia de que a ese supuesto algo tú puedas considerarlo la existencia de dios, del amor, de la paz, de la libertad, de la vida. Date cuenta de que no hay diferencia entre  “tu aceptación de algo” y “tu rechazo de algo”, pues en todos los casos por igual estarías siendo tú -la creencia de que tú eres tú y/o de que tú eres la identidad de algo- el origen de la percepción de aquello que intentarás aceptar y/o rechazar. Date cuenta de que si no está presente la percepción de que tú eres tú, tampoco estará aquello que pudiera ser aceptado, rechazado y/o cambiado por ti. Sólo SER está siendo todo cuanto aparentemente pudiera percibirse y experimentarse, por tanto, nada puede convertirse en algo distinto a SER. El universo de la aparente existencia humana discurre en el imaginario intento de algo por convertirse en algo distinto a SER. Nunca naciste, nunca fuiste creado, nunca pecaste, nunca fuiste condenado, nunca comenzaste a ser algo separado del indeterminado estar siéndolo todo sin necesidad de estar siendo la existencia de algo determinado. Date cuenta de que hasta ser el estado supremo significaría estar percibiéndose estar siendo algo, y, por tanto, una percepción egoica. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que como en la mayor parte de las películas, toda tu aparente existencia consiste y discurre a partir de un: “imagina que…”  Julio-18

143/2018 -He ahí que, paradójicamente, nada que sea y/o que consista en ser algo para alguien, ser algo para alguna consciencia y/o ser algo para la consciencia identificada con la existencia de alguien, es lo único que está siendo todo siempre. ¿Qué significa que nada es lo único que está siendo todo? En efecto, que “ser-nada” está siendo -siempre y sin excepción-, todo aquello que alguna vez pudiera percibirse, juzgarse, nombrarse, experimentarse…, siendo algo determinado. SER, consiste en que nada esté siendo algo y/o un estar siendo determinado, de ahí que, más allá de cualquier interpretación, la percepción de algo únicamente estará tratándose de SER. ¿Comprendes mejor ahora porqué sobran todos tus juicios, todos tus miedos, todos tus buenos deseos y esperanzas, todos tus castillos de humo y todos tus lamentos? Más allá de cualquier posible identificación, SER (nada-uno, nada-algo, nada-ego), es lo único que está siendo. Puesto que SER consiste en no ser algo, ¿entonces en qué consiste aquello que, comenzando por la percepción de un uno mismo, parece ser algo? Obvio: más allá de cualquier apreciación, tú y todo aquello que tú percibas siendo algo, sólo SER estará siendo. Ser, significa que nada está siendo algo, por tanto, que fuera de tu aparente ser, nada falta por ser, nada falta por hacerse, nada falta por ocurrir, nada falta por alcanzarse. Ser, significa que, para Ser, nada hay que alguien tenga que recordar, que hacer, que aprender, que comprender, que cambiar, que alcanzar… ni nada de aquello que “sí” te resulta imprescindible para mantener vivo el sueño de que tú seas tú. He ahí que si tus pensamientos no son tus pensamientos, porque tú tampoco eres tú; he ahí que si tus emociones no son tus emociones, porque tú tampoco eres tú; he ahí que si tus dudas…, tus recuerdos…., tus miedos…, tus esperanzas…, etc., no son nada de todo eso que tú crees que es algo tuyo, porque tú tampoco eres tú, ¿qué estás siendo tú y todo aquello que tú consideras que es algo tuyo? Para que tú veas a alguien que está sufriendo, triunfando y/o experimentando cualquier otra situación (positiva o negativa), antes es imprescindible que tú -consciencia identificada con la percepción de ser alguien-, estés identificada con la percepción de tu propia existencia. En el ámbito imaginario de esa identificación, y sólo dentro de ese ámbito, parece que sucede todo aquello que parece estar consistiendo en la existencia de algo distinto a solo SER.   Julio-18

144/2018 -Todo eso que tú percibes siendo algo, siendo de alguna manera, siendo por algún motivo, siendo para algún propósito…, eso que tú percibes siendo tú, siendo algo tuyo y/o siendo otro algo diferente de ti…, eso justamente está siendo la percepción de aquello que tú, consciencia identificada, tienes de tu ser. ¿Comprendes mejor ahora porqué te percibes en el centro del resto de tus percepciones? ¿Comprendes mejor ahora porqué todo lo que percibes gira alrededor de tu aparente yoidad y absolutamente condicionado por tu aparente yoidad? Observa los frutos que percibes y date cuenta de que tú (la identificación con todo cuanto sustenta la apariencia de tu particularidad) eres la semilla que están produciéndolos. Observa y date cuenta de que todas tus supuestas percepciones y vivencias están siendo creadas a imagen y semejanza de aquello que tú crees ser: “un ser”. He ahí que todo cuanto tú percibes, por estar tratándose de una percepción tuya, siempre estará tratándose de una percepción egoica, por tanto, que el dios al que adoras y oras es un ser egoico; que el uno mismo al que tanto deseas conocer y mejorar es un ser egoico; que el mundo que tú deseas mejorar para ti y para los demás es un mundo egoico. He ahí que la percepción egoica comienza con la percepción del uno mismo, como si el uno mismo consistiera en ser algo/alguien determinado. Date cuenta de que no sólo sufres por aquello que consideras negativo, perturbador y que debes esforzarte por desterrar de tu vida, sino también por todo aquello que consideras bueno, positivo, divino…, y que debes esforzarte por alcanzar y mantener formando parte de tu vida. Date cuenta de que vives oscilando entre tu mundo y el mundo de lo demás, porque a partir de percibirte a ti siendo tú, también percibes todo lo demás siendo todo lo demás, esto es, date cuenta de que la causa de toda la determinación, la división, la separación y la discriminación que percibes dentro y fuera de ti fluye del fenómeno de percibirte a ti siendo “un algo”, en lugar de siendo SER, y sólo SER.  Agosto-18

145/2018 -Consciencia identificada(tú), observa el devenir de tu supuesta existencia y date cuenta de que lo único necesario para sentirse desdichado, para sentirse bienaventurado y/o para sentirse de cualquier otro modo, indistintamente siempre está consistiendo en la identificación con la percepción de la existencia del uno mismo y/o del protagonista de algo (ser tú), es decir, únicamente se precisa la percepción egoica de lo que significa SER. Date cuenta de que aquello que tú consideras “problemas, circunstancias, bendiciones…” únicamente consiste en una manera de ver y/o en la percepción desde un punto de vista absolutamente determinado y condicionado: la de ti siendo tú y/o la de ti siendo la existencia de algo. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), fíjate en la paradoja que supone el fenómeno de que cuando tú mueras y/o quede disuelta la identificación con la existencia de tu personaje, absolutamente nada de lo que tú hayas hecho y/o dejado de hacer aquí será tenido en cuenta fuera de aquí; nada tuyo de aquí será juzgado fuera de aquí, nada tuyo de aquí será valorado fuera de aquí, nada tuyo de aquí será castigado ni recompensado fuera de aquí, nada tuyo de aquí será sanado fuera de aquí, nada tuyo de aquí habrá tenido la menor de las repercusiones fuera de aquí, nada tuyo de aquí habrá sido algo ni habrá sido tuyo fuera de ti. He ahí que tu aquí y ahora sólo puede vivirse en la percepción egoica y/o ilusoria de tu propia existencia. Cuando tú mueras y/o quede disuelta la identificación con tu personaje, lo único que quedará de ti será la evidencia de que tú nunca fuiste tú fuera de aquí y/o fuera del universo de la percepción egoica. ¡Tú, y todo cuanto tú crees vivir aquí, comienza en tu percepción de la existencia de un aquí y acaba en tu percepción de la existencia de un aquí! Percepción egoica es verte a ti siento tú, ver tu vida siendo tu vida, ver tu dios siendo tu dios, ver tus circunstancias siendo tus circunstancias, ver tus experiencias siendo tus experiencias, ver tus relaciones siendo tus relaciones, ver tu mundo siendo tu mundo. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que vivir en la consciencia de que tú estés siendo tú, suponga vivir en continua e inevitable incoherencia? Cuando tú mueras, Ser (nada-algo) continuará siendo lo único que permanecerá siendo. (sigue…) Agosto-18

146/2018 (continúa…) -He ahí -consciencia identificada- que la percepción de ti y de tu existencia conforma algo así como otro de los “dogmas de fe” que estás imaginándote. ¿Ves alguna diferencia entre la creencia en aquellos dogmas, caducos e imposibles, que predican las religiones, las filosofías, las culturas, etc., y aquellos otros contenidos que están conformando la percepción de ti mism@, como si tú estuvieras siendo eso que tú crees y/o eso que para ti resulta absolutamente cierto? He ahí que, paradójicamente, la percepción de tu existencia está sostenida por creencias tan dogmáticas como aquellas menos creíbles por ti. Elige el dogma de fe que menos puedas creer y date cuenta de que la identificación con tu existencia está edificada sobre dogmas similares e incluso menos asumibles que ese. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que aquello que tú vives considerando “existencia de problemas, de situaciones y de experiencias determinadas” sólo consisten en “puntos de vista y/o percepciones” de algo determinado por parte de otro algo absolutamente determinado y condicionado, es decir, tú. Fuera de aquí…, fuera del mundo de la percepción egoica y/o de tu percepción, no hay leyes, no hay mandamientos, no hay bienaventuranzas, no hay salvación, no hay bien ni mal, no hay pecados ni virtudes…, sencillamente porque, sin excepción, todo consiste en SER, y SER no consiste en ser algo. Más allá de la percepción egoica (la percepción de ti y de todo aquello que tú percibes siendo algo) nada está consistiendo en ser algo. He ahí que para ser pobres de espíritu y heredar el reino de los cielos, antes hay que creerse un ser. He ahí que para ser mansos y poseer la tierra, antes hay que creerse un ser. He ahí que para llorar y ser consolados…, para  tener hambre y sed de justicia…, para ser misericordiosos…, para ser limpios de corazón y ser pacíficos y ser perseguidos por la justicia…, antes SER tendría que consistir en ser un ser y/o en ser tú. ¿Comprendes mejor ahora que más allá de la percepción egoica del significado de SER, nada esté siendo eso que tú puedas creer y/o vivir, aquí ni fuera de aquí?  (sigue…)  Agosto-18

147/2018 (continúa…) -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), ¿no será que tú no puedes evitar pensar lo que piensas ni pensar lo que no piensas…, que tú no puedes evitar sentir lo que sientes ni sentir lo que no sientes…, que tú no puedes evitar hacer lo que haces ni hacer lo que no haces…, que tú no puedes dejar de vivir lo que vives ni vivir lo que no vives…, que tú no puedes dejar de ser como eres ni ser como no eres…, etc., precisamente porque ser tú no consiste en ser tú y/o porque ser tú no consiste en ser el autor ni el perceptor de algo determinado? ¿No será que ser tú, y que ser todo eso que tú identificas como ser algo que está siendo como tú lo percibes, únicamente consiste en SER sin necesidad de que algo esté siendo algo? Cuando SER, consiste en que nada esté siendo algo, ¿dónde están las diferencias entre nada, las preferencias entre nada, las razones de algo, las luchas y los sacrificios para algo… y todo aquello que tú utilizas para justificar que tú sí eres tú y que lo tuyo sí es lo tuyo? Sencillamente todo está siendo el estar siendo de nada, por tanto, más allá de la identificación consciencial con la apariencia, puesto que no hay la autoría de algo por parte de alguien, tampoco hay culpa, responsabilidad, error ni necesidad de cambio ni de rectificación alguna. Tú y tu existencia no está siendo algo fuera de la apariencia de esas percepciones, de ahí que fuera de la percepción de ti, y de todo cuanto supuestamente conforma tu existencia, nada ni nadie estará esperando tu regreso. He ahí que, pese a los continuos “mensajes e indicaciones de la espiritualidad de consumo”, siempre has sido libre de los caprichos de algún dios y del resto de las normas y condiciones superiores que hayas ido imaginándote. Consciencia identificada, observa que cambiando el signo de tus percepciones también cambia tu forma de ver y de experimentar la percepción de tu existencia; sin embargo, date cuenta de que incluso las percepciones más sublimes continúan circunscribiéndote al mundo de las percepciones y al continuo movimiento entre sus extremos. Date cuenta de que SER, significa que no hay perceptor, que no hay percepción y que nada está siendo percibido tampoco, pues, más allá de cualquier apariencia e interpretación, todas las aparentes posibilidades consisten en SER, y sólo en SER.  Agosto-18

148/2018 -He ahí que la identificación con la percepción de algo siendo tú (ego), también está creando tanto la percepción de aquello que tú dices que te gusta, que te hace feliz, etc., como de todo aquello que tú dices que te disgusta, que te hace sufrir…, sin que más allá de tu percepción entre una opción y la opuesta exista la menor diferencia, pues todas por igual estarán siendo percepciones tuyas y/o egoicas. He ahí que sin ti (sin la identificación con tu identidad particular), tampoco existe aquello que tú -consciencia identificada- percibes como si consistiera en tus percepciones, tus situaciones, tus problemas, tus inquietudes, tus aspiraciones, tus relaciones, tus características. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), puesto que más allá de la apariencia de cualquier percepción, SER, consiste en que “nada” esté siendo algo, ¿en que puede estar consistiendo eso que tú puedas considerar que consiste en ser tú, y también todo aquello que para ti pueda consistir en ser algo? En efecto, ser tú, ser tus vivencias y/o ser cualquier otra posibilidad de ser-algo, nunca deja de consistir en SER, y sólo en SER. Piensa, siente, haz, decide, desea, lucha, espera, busca, etc., aquello que tú (desde la creencia en ti), determines en cada momento, pero hazlo consciente de que ello (sin excepción e indistintamente) únicamente estará consistiendo en SER, y, por tanto, que sus consecuencias y responsabilidades no excederán los límites del mundo donde SER está siendo percibido y considerado como ser tú y ser/suceder infinitas cosas más. Consciencia identificada equivale a “mente” del supuesto sujeto-objeto identificado, por tanto, a la identificación consciencial con una percepción egoica, egocéntrica y egocentrista. Paradójicamente, desde ese ámbito especulativo y/o imaginario puede accederse a la consciencia de que “todas las percepciones de alguna consciencia identificada (mente individual) serán ilusorias y/o egoicas”, cosa que esa toma de consciencia y/o darse cuenta no servirá para cambiar nada, pues entonces queda comprendido que tampoco hay nada que cambiar.  He ahí que convertir en consciente lo inconsciente, nunca transformará del significado de SER en aquello que para ti pueda significar ser tú y/o ser cualquier otra posibilidad de ser algo determinado, pues tanto aquello que para ti consista en algo consciente como en algo inconsciente ya está siendo SER, y sólo SER.  Agosto-18

149/2018 -Consciencia identificada (tú), date cuenta de que cuando NADA está siendo algo determinado, entonces todo aquello a lo que tú aspires ya está conseguido y/o ya está siendo, pues, sin excepción, NADA continuaría siendo aquello que tú desearas conseguir. Nada hay que no consista en SER, y sólo en SER, de ahí que todo cuanto tú percibas siendo tu ser, tus pensamientos, tus emociones, tus ideas, tus relaciones, tus recuerdos, tus expectativas, tus circunstancias, tus carencias, tus estados, tu mundo, tu vida, tus experiencias…, únicamente de una percepción egoica, identificada y/o interesada del significado de  SER estará tratándose. Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras), date cuenta de que para SER, y sólo SER, no es necesario hacer ni experimentar algo determinado; para SER, y solo SER, no necesitas sufrir por algo…, no necesitas enfermar para algo…, no necesitas vivir luchando…, no necesitas realizar sacrificios…, no necesitas tus continuas represiones…, no necesitas cambios que sirvan para mejorar algo…,  no necesitas nada de aquello que seria imprescindible para mantenerte identificada con la particularidad de tu existencia y de todas las percepciones que estás creando para justificarla. Date cuenta de que, porque nada está siendo algo, si tú decides percibir algo siendo de alguna manera determinada… (trabajo, relaciones, salud, tiempo, etc.,)  así estaría siendo percibido…, pero nunca siendo. Consciencia identificada (tú que estás respirando mientras lees estas palabras), date cuenta y asume que entre todas las cosas que tú consideras que haces, sientes, piensas, experimentas, etc., tú nada estás realizando por amor…, y tampoco por egoísmo, pues sencillamente tú nunca estás siendo autor de algo. ¿Quieres sentirte feliz? Date cuenta de que si no estás sintiéndote feliz se debe “por igual” a la percepción de todo aquello que tú consideres que está dificultándolo como a la percepción de tu voluntad de sentirte feliz. Ser tú (percibirte a ti siendo tú), estará consistiendo siempre en la causa de todo cuanto experimentes y de todo cuanto no experimentes.  Agosto-18

150/2018 (BREVES 2018). 1-Nada es arriba. Nada es abajo. Nada es dentro. Nada es fuera. Nada es verdad. Nada es mentira. Nada es bueno. Nada es malo...Todo está siendo el mismo no estar siendo algo y/o el mismo nada el ser de algo. 2-Consciencia, he ahí que al expresar "un calificativo", al mismo tiempo estás manifestando tu identificación con la percepción de la existencia de algo determinado, tu identificación con tu juicio determinado respecto a la existencia de ese algo determinado (perfecto, positivo, verdadero...), pero date cuenta de que, ante todo, la fuente, las características y el destino de todas tus percepciones estás siendo tú, es decir, el fenómeno imaginario de tu propia identificación y/o de tu propia existencia. Siempre, sin excepción, estás percibiéndote a ti convertida en la existencia de la apariencia de todas tus percepciones, experiencias y manifestaciones. 3-Leo: "...lo que sea que el momento presente contenga, aceptarlo como si lo hubieras elegido. Siempre trabaja con él, no contra él..." -Sin embargo, date cuenta de que todo ese posible entramado de identificaciones pertenece al universo de la percepción egoica (la de tu supuesta existencia particular), pues fuera de esa ilusión o manera de percepción, no hay tiempo presente, nada está aconteciendo, nadie está viviendo algo... y tampoco nada tiene que ser hecho por alguien para conseguir algo. SER, significa ausencia absoluta de todas esas apariencias y de cualquier otra que pudiera añadirse. Con independencia de aquello que elijas crear y/o percibir, tú y lo otro solo SER estará siendo siempre. 4-Igual que tú no puedes sentirte en paz y armonía sin ser tú y/o fuera de la identificación con tu aparente ser alguien, tampoco tú puedes sentirte de ninguna otra manera, que tú pudieras sentirte, sin que la causa de ello esté siendo la identificación con la apariencia de tu ser, la apariencia de tu particularidad, la apariencia de tu algoidad, la apariencia de tu excepcionalidad.  Agosto-18

151/2018 (BREVES 2018). 1- Algunas veces yo deseaba ser y vivir como veía que eran y que vivían los demás, porque no me daba cuenta de que ser yo y ser los demás y ser la vida siempre está consistiendo en SER el mismo no estar siendo algo, y, por tanto, tampoco no estar siendo de ninguna manera de ser. 2-Leo que “…las cosas acontecen; usted no hace nada…” -Sin embargo, consciencia identificada (tú que supuestamente estás leyendo estas palabras supuestamente escritas por alguien), date cuenta de que  igual que “nada se hace”, tampoco NADA acontece y/o de que SER (sin que nada consista en ser y/o en acontecer algo determinado), es lo único que está siendo, por mucho que tú (por estar considerándote el ser y/o la existencia de algo), también creas percibir que “algo” estuviera siendo y/o aconteciendo. Sin ti (tu aparente identidad) nada hay, nada se hace y nada acontece; simplemente en ese ningún haber ni acontecer está consistiendo todo. 3-Consciencia identificada (tú que supuestamente estás leyendo estas palabras supuestamente escritas por otro yo), date cuenta de que tu supuesto “miedo” a darte cuenta de que tú no eres “un” ser determinado…, miedo a darte cuenta de que tú no eres tú y/o miedo a darte cuenta de que por algún motivo tú puedas llegar a desaparecer, está permanentemente demostrando que SER siempre está presente y trascendiendo la percepción de la posibilidad de cualquier apariencia de existencia determinada; date cuenta de la paradoja de que ser tú…, y ser todo aquello que -sin excepción-, para ti consista en ser/acontecer algo, “sólo ser nada” está siendo. 4-Nada hubo nunca siendo algo, de ahí que ni tan siquiera la idea de que lo hubo pueda cambiarse de forma real ni ilusoria; date cuenta de que ser tú y ser todo cuanto consista en ser algo para ti, nunca fue eso y tampoco ninguna otra posibilidad. He ahí que, pese a tus esfuerzos por imaginarlo, no hay una posibilidad de ser algo que supere ni que desvalore en algo a lo que significa SER. Que algo tenga sentido es ser, y que algo no tenga sentido también…, por tanto, ¿dónde está la razón de la identificación con alguna preferencia tuya, fuera de la manera egoica de ver e interpretar el significada de SER?  Agosto-18

152/2018 -SER, significa que nada está siendo algo distinto a SER…, y sólo a SER, por tanto, que trascendiendo la apariencia de tu ser y de todo cuanto tú percibas siendo algo (identificación), Ser estará siendo lo único que, sin ser algo, estará siendo todas las posibilidades. He ahí que SER consiste en ser tú y en todo aquello que “tú percibes” como si estuviera siendo carencia, negativo, enfermedad, sufrimiento, violencia, muerte…, exactamente igual que todo aquello que “tú percibes” como lo opuesto a eso. ¿Te das cuenta de que, puesto que SER no consiste en ser algo determinado, tú y todo aquello que tú percibas únicamente consistirá en una percepción egoica del significado de SER? ¿Te das cuenta de que lo único que tú puedes cambiar son tus percepciones? ¿Te das cuenta de porqué más allá de la apariencia de los límites de la percepción egoica (algo siendo aquello que tú consideres que está siendo aquello que tú consideres) no hay enemigos a los que perdonar, prójimos a los que amar, enfermedades que sanar, asesinos a los que odiar, miedos que superar, luchas que librar, milagros que rogar, glorias que merecer…. Y tampoco paraísos a los que regresar? He ahí que si SER pudiera considerarse un sinónimo de Dios, tú y todo aquello -sin excepción-, que tú percibes siendo algo, estaría siendo Dios siendo Dios, esto es, no siendo algo distinto a SER. ¿Te das cuenta de que aquello que dificulta tu capacidad de comprensión, aceptación, etc., es la identificación con la creencia de que hay algo que tiene que ser comprendido, aceptado, etc., por alguien que, precisamente por considerarse alguien, también estará considerándose desconocedor de otras posibilidades de ser algo? ¡Ya está todo; siempre ha estado y siempre continuará estando! Si Dios (SER) consistiera en ser algo, entonces Dios también estaría siendo aquello que, visto, juzgado, valorado... egoicamente, parece ser la barbarie, la codicia, la envidia, la destrucción… y todo cuanto quisiera añadirse. Sin embargo, porque Ser no consiste en ser algo, he ahí que nada está siendo aquello que alguien pudiera percibir siendo algo distinto a sólo SER. No hay dos mundos…, porque tampoco hay un mundo. No hay la separación ni las diferencias que tú puedas percibir e incluso experimentar, porque nada que consista en ser algo es lo único que hay.   Agosto-18

153/2018 (BREVES 2018). 1- No hay un pasado…, y no hay un futuro, porque tampoco hay un presente. ¡Nada está siendo “un ser algo! Ser, significa que nada hay siendo aquello que pareciera ser algo, por tanto, que aquello que pareciera ser algo únicamente estaría consistiendo en SER. Más allá de la percepción egoica y/o identificada, no hay la existencia del tiempo, no hay la existencia del espacio, no hay la existencia de un aquí y de un ahora…, pero tampoco hay la existencia de aquel personaje que pudiera percibir y diferenciar la existencia del tiempo, del espacio y de cualquier otra posibilidad de la existencia de algo. He ahí -consciencia identificada-, que todo aquello que, para ti, consista en la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción siempre estará consistiendo en una percepción egoica y/o tuya; la existencia de todas tus percepciones únicamente será necesaria para justificar la apariencia de la tuya y/o de tu identidad determinada y separada. Date cuenta de que la percepción de cualquier existencia sólo consiste en una proyección de tu propia percepción.  2-He ahí la paradoja de que la mayor parte de las consciencias identificadas (mentes individualizadas) manifiesten su ferviente y amoroso deseo de hacer lo posible para cambiar el mismo mundo que, curiosamente, está siendo la consecuencia del mismo deseo de cambiarlo que perseguían las generaciones anteriores. Consciencia identificada, date cuenta de que desde la percepción egoica (todo aquello que tú puedas percibir como si estuviera consistiendo en tu existencia y también en cualquier otra existencia y/o acontecer determinado) nada podrá cambiarse nunca, pues fuera del ámbito especulativo e imaginario de la percepción egoica nada hay que cambiar y nadie hay que necesite cambiar algo. Date cuenta de que hagas lo que hagas, sin excepción, nada estarás haciendo, pues todo eso que tú identificas como “un ser, un hacer y/o un experimentar” únicamente consiste en SER, y sólo en SER. 3- No por mucho repetir una idea o juicio respecto a algo, eso que se expresa terminará convirtiéndose en algo diferente la percepción de nadie respecto a nada y/o respecto a la existencia de un supuesto perceptor. Nada, es lo único que  está siendo aquello que esté percibiéndose como si estuviera siendo algo distinto a sólo SER. Ninguna percepción estará siendo aquello que supuestamente esté siendo percibido por alguien. He ahí que, pese a  su aparente bondad, la expresión: “aceptar algo como es… y/o aceptar las cosas como son…”, continúa remitiendo al universo del dios ego (tú), pues está dejando al descubierto la identificación consciencial con la existencia del perceptor de la existencia de algo determinado. Consciencia identificada, date cuenta de que tú eres tú y que tampoco “las cosas que tú percibes siendo de alguna manera…, son esas cosas ni son ninguna otra cosa que necesite ser aceptada por alguien para algo; date cuenta de que salvo SER, nada más está siendo.    Agosto-18

154/2018 (BREVES 2018) 1-He ahí que nada es verdad ni mentira, pues, SER NADA, es lo único que está siendo todo aquello que pareciera ser algo y/o que imaginariamente pudiera percibirse siendo algo. ¡Todo está consistiendo en que NADA-ALGO esté siendo! He ahí que nadie (y tampoco ninguna institución o rama del conocimiento) puede erigirse en conocedor ni en defensor de la verdad, pues no hay verdad que conocer, ni verdad que defender, que ello no estuviera consistiendo en una simple percepción egoica, y, por tanto, de algo tan absolutamente ilusorio, efímero, e intrascendente como el fenómeno de su percepción. He ahí que, puesto que no hay verdad, tampoco la verdad dignificará ni hará libre a nadie, y que, la identificación con la existencia y el conocimiento de la verdad en lugar de liberar únicamente estaría condicionando, limitando, separando, discriminando y confrontando ilusiones. ¿Acaso no es así como funciona el mundo donde se cree en la existencia de la verdad, es decir, de la verdad de tu existencia?  2- He ahí que expresar “…que la forma de cambiar el mundo consiste en cambiar uno mismo…” demuestra sin lugar a dudas hasta qué punto la consciencia identificada percibe su propia identificación proyectada en aquello que considera ajeno, externo y/o no propio, como si algo estuviera consistiendo en algo y/o como si su identidad estuviera consistiendo en algo más allá de una simple percepción egoica. Comenzando por ti mism@, si algo es percibido siendo algo, entonces eso es ego, es decir, NADA, supuestamente siendo percibido como si estuviera siendo algo. Tú no puedes cambiarte a ti ni puedes cambiar el mundo, pues ni tú eres tú ni el mundo es el mundo. SER, significa que tú, tu mundo, tu vida, todas tus percepciones, todas tus reacciones, todas tus experiencias y todas las posibilidades de ser algo que quieras imaginar, sólo SER (nada-algo) está siendo. Date cuenta y acepta humildemente que tú no puedes mejorar el mundo…, y tampoco empeorarlo, pues nada de aquello que tú percibes está siendo eso que tú percibes. 3- Consciencia identificada (tú que vives creyéndote la existencia de la existencia alguien), date cuenta de que no puedes permanecer percibiéndote, sintiéndote, considerándote, etc., la existencia de “un ser” (sintiéndote identificada) y no estar percibiéndote, sintiéndote,  considerándote, etc., como algo absolutamente limitado, transitorio, condicionado, dependiente, carente, víctima, discriminado…; en continua lucha, en continua búsqueda y naufragando en un océano de deseos y de frustraciones. He ahí que la identificación consiste en un fenómeno imaginario y que únicamente mediante la reversión de ese fenómeno puede vislumbrarse la desidentificación.  Agosto-18

155/2018 (BREVES 2018) 1-He ahí que, con absoluta independencia de aquello que busques, tú estarás considerándote un yo buscador de algo (algo buscando otro algo), y he ahí también que tu aparente existencia particular discurrirá en esa aparente e ineludible necesidad de buscar y de encontrar aquello que, únicamente la identificación con la percepción de tu yo determinado, estará haciendo que percibas como una carencia tuya que tú tienes la tarea de eliminar mediante un hacer tuyo. Ayer mismo escuche a un terapeuta asegurar que aquel que leyera los siete libros de espiritualidad que él indicaba, sin duda lograría cambiar su vida para siempre. Según parece, él ya lo ha conseguido, aunque todavía continúa leyendo entre uno y dos libros por semana. Consciencia identificada, date cuenta de que nunca ha habido y nunca habrá algo que buscar ni que cambiar, porque sencillamente nada está siendo algo. 2- SER, está consistiendo en todo aquello que, percibido desde la hipótesis de la existencia de una identidad determinada, diferenciada y separada (tú), a esa supuesta entidad consciente y/o identificada pudiera parecerle que está siendo la existencia y/o el acontecer de algo distinto a sólo Ser. He ahí que, más allá de esa percepción ilusoria y/o egocéntrica, absolutamente todas las posibilidades de SER (nada determinado) estén siendo compartidas siempre sin necesidad de que alguien (tú, consciencia identificada y/o atrapada en aparente existencia de la algoidad de un ser) pueda ser, percibir, conocer, comprender, hacer, ni experimentar algo…, que ello únicamente no esté consistiendo en SER y sólo en SER. Describe qué crees que eres, piensas, sientes, haces, deseas, vives, buscas, esperas, etc., y date cuenta de que -sin excepción-, justamente en eso consiste SER, por tanto que eso no será eso, sino que eso únicamente estará siendo una percepción ilusoria, egoica e identificada de SER. Ser, ¿qué, quién, porqué, para qué…? Nada, sólo Ser. 3-Bastantes veces leo afirmaciones tales como que “…absolutamente todo lo que ha ocurrido en tu vida ha sido un aprendizaje para ayudarte a recordar quién eres…” -Opino que, como excusa o justificación de la percepción egoica (percepción de ti siendo un ser) esa interpretación puede pasar por algo positivo, sin embargo, únicamente consiste en otro impulso a la rueda de la fantasía. Ni tú eres tú, ni tú necesitas aprender algo para algo: ¡SER, consiste en que nada sea algo! Recuerda: “Amarás SER, por encima de amar el ser algo y/o el ser de las cosas”. SER, no puede ni necesita justificarse mediante la justificación de aquello que pudiera percibirse siendo alguna cosa. Date cuenta de que no eres alguien, ni eres algo, ni tienes ninguna tarea que realizar. Nada ha ocurrido en tu vida, nada está ocurriendo en tu vida y nada ocurrirá en tu vida, porque ni tú eres tú, ni tu vida es tu vida, ni algo está ocurriendo nunca más allá de la ilusión que supone la percepción egoica de tu propia existencia. Date cuenta de que al margen de la percepción identificada de tu existencia, todo ha estado siempre perfecto, porque nunca algo ha estado siendo algo ni ha estado siendo de alguna manera que tú puedas identificar. No hay dos (tú y lo demás), porque tampoco hay uno. ¡Sin ti, nada está siendo eso que tú consideras que esta siendo la existencia y/o el acontecer de algo!  Agosto-18

156/2018 (BREVES 2018) 1- Del mismo modo que la palabra “montaña” no es una montaña, y que el pensamiento “flor” no es una flor, y que el sentimiento de “felicidad” no es la felicidad, y que la experiencia de “vivir” no es la vida…, así la percepción (sensorial, intelectual, psicológica, emocional, anímica, espiritual, energética, cuántica, etc.,) de algo, nunca  será ese algo percibido…, y tampoco la percepción de tu “existencia” será tu existencia. Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora la razón de que, por estar considerándote la existencia de “un” ser determinado y/o de una parte de un todo, no puedas eludir sentirte atrapada, prisionera, limitada, condicionada, confundida… en la percepción de la aparente realidad de la existencia de aquel hipotético ser? SER, significa que nada está siento tu ser ni el ser de otro algo. 2- Consciencia identificada (tú, que dices “yo”, cuando quieres referirte a ti), date cuenta de que todo eso que tú consideras que tú piensas, tú sientes, tú haces, tú temes, tú deseas, tú crees, tú percibes, tú comprendes, tú conoces, tú experimentas, etc., únicamente está siendo la consecuencia de la identificación con la percepción de que tú eres tú y/o de que ser tú consiste en ser un ser determinado. Pero date cuenta también de que la intuición de que “es posible liberarse” de esas percepciones, y de cualquier otro efecto de tu identificación que alcances a imaginar (la intuición de la existencia del Paraíso, el Nirvana, la paz y la dicha absoluta...), procede precisamente de que NADA ESTÉS SIENDO TÚ, ni aquello que pudiera consistir en la existencia y/o el acontecer de algo para ti. ¡Porque tú no eres tú, tú puedes intuir aquello que trasciende cualquier efecto de la identificación con tu supuesta identidad; porque tú no eres tú, tú no tienes nada de lo que culparte y tampoco nada de lo que perdonarte! He ahí que el pecado original bíblico consiste en la identificación consciencial, es decir, en la consciencia -desde el origen- de que SER consiste en estar siendo “un” ser y/o cualquier otra posibilidad de ser algo determinado. He ahí que aquello que tú intuyes como "el estado de divinidad" está demostrando que nada está siendo la existencia ni el acontecer de ti ni de otra algoidad.  3- Consciencia identificada (tú), date cuenta de que si existiera un Dios, entonces tú -eso que tú crees que eres-,  también estaría siendo eso que sería tu percepción de la existencia de un Dios, y date cuenta también de que tampoco habría un acto ni una experiencia tuya que -sin excepción-, en Ser Dios no estuviera consistiendo. ¡Ser Dios no consiste en ser un SER Supremo; Ser Dios consiste en SER simultáneamente todas las posibilidades imaginables, sin estar siendo algo determinado nunca jamás! Por esa razón, no le busques, no le ores, no le obedezcas, no le agradezcas, no le supliques, no te formes ni percibas imágenes, no le maldigas ni tomes su nombre en vano… pues, al hacerlo, estarías considerándote egoicamente…, estarías identificándote con el ser de algo determinado, distinto y separado (pecado original). Date cuenta de que ERES SER y que no hay nada de cuanto tú pienses, sientas, hagas, percibas, imagines, temas, desees, aborrezcas, experimentes... que, con absoluta independencia del juicio que tengas al respecto, no esté consistiendo en SER eso que tú imaginas que consiste en ser Dios. Date cuenta de que ser Dios no consiste en ser un ser determinado, unas manifestaciones determinadas, unas actitudes determinadas, unos atributos determinados, una manera de ver y de vivir determinada. ¡Nada hay, todo ES; todo está siendo, nada que consista en ser algo!  Agosto-18

157/2018 (BREVES 2018) 1-Consciencia identificada (tú, sí tú, que en el juego de imaginar tu existencia te gusta jugar a ser Dios, como si ser Dios consistiera en Ser algo determinado -un ser supremo- con los atributos y los poderes que tú imaginas y desearías tener y utilizar según tus criterios particulares), date cuenta de que todo aquello que “para ti” consiste en ser la existencia y/o el acontecer de infinitos algos…, inseparablemente eso es SER. Aquello que “para ti” es ser tú y ser todo aquello que tú puedas percibir y/o experimentar de alguna manera (dualidad), inseparablemente eso es SER. Aquello que “para ti” son  pensamientos, es pensar y es ser un pensador…, inseparablemente eso es SER; pero concebido y percibido como si ello fuera cada cosa que tú identificas siendo algo. Aquello que  “para ti” son sentimientos, son actos, son acontecimientos, son situaciones y son experiencias que están siendo promovidas y vividas por alguien, inseparablemente eso es SER, pero concebido, percibido y experimentado como si tú y cada una de esas cosas fuera algo particular y/o una parte de algo. ¿Te das cuenta de que para SER, no es posible ni necesario ser tú, ni ser ninguna otra cosa?  2- Consciencia identificada (tú, que supuestamente estás creando la ilusión de la existencia del lector de estas palabras), date cuenta de que puedes creer que eres todo aquello que creas que eres, pero que más allá de la percepción de la apariencia -creada por esa supuesta identificación-, eso jamás significará que estés siendo algo distinto a SER. Date cuenta de que al identificarte con la ilusoria posibilidad de que SER consista en ser la existencia y/o el acontecer de algo (tú), estarás creando la ilusoria percepción de la existencia de un perceptor y de la existencia discriminada de sus percepciones (dualidad). No hay la existencia de la dualidad que tú percibes, porque antes de eso tampoco hay tu existencia. No hay dos (no dualidad), porque tampoco hay uno; no hay “tu ser” ni ningún “otro ser” algo. No existen las percepciones del un perceptor porque tampoco existe el perceptor. Deja de creer en ti, como si tú estuvieras siendo tú (tu ser) y verás que el resto de tus creencias y percepciones también comienzan a desvanecerse; observa que tú existencia y el resto de las existencias que puedas percibir está consistiendo en la misma percepción egoica del significado de SER. ¿Comprendes mejor ahora en qué consisten las montañas que pueden moverse con un gramo de fe?  Septiembre-18

158/2018 -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estás palabras), date cuenta de que todo cuanto vives…, y también de la manera exacta que crees estar viviéndolo, consiste en un reflejo preciso de tu identificación y/o de aquello que tú consideras que estás siendo tú, es decir, un reflejo exacto de la percepción que tienes de ti…, a pesar de que tú nunca estarás siendo tú ni ninguna otra posibilidad de estar siendo “un algo” determinado. Consciencia identificada (tú que estás percibiéndote a ti como si SER estuviera consistiendo en ser tú), date cuenta de que para que yo sea percibido siendo yo para ti (y viceversa), antes tú tienes que estar percibiéndote siendo tú para ti (identificada), por tanto, que tu percepción de mi existencia y del resto de cuanto tú percibas existiendo/aconteciendo, depende absolutamente de la percepción de tu propia identificación. Date cuenta de que sólo de tu manera de percibirte dependerá aquello que vivas…, y que siempre estará en tu mano elegir la manera de percibir el sueño de la existencia. Date cuenta de que todas tus percepciones estarán dependiendo y/o condicionadas por eso que tú creas ser, condicionadas por la manera de verte a ti, condicionadas por aquello que pienses y creas de ti. ¡Date cuenta de que para ti todo es algo, porque tú estás considerándote la existencia de algo! Comprende que si quieres cambiar algo de la apariencia de tu vida y/o de aquello que veas siendo otro algo distinto de ti (un reflejo tuyo), antes tienes que cambiar la percepción que tienes de ti. Consciencia identificada con la percepción de tu supuesta algoidad, ¿comprendes mejor ahora que -sin excepción-, todas tus percepciones y/o experiencias están siendo creadas por ti, a imagen y semejanza de aquello que en cada instante tú puedas estar creyendo que consiste en ser tú…, aunque ser tú nunca esté consistiendo en ser algo? Nadie puede cambiar a otro, es decir, aquello que vemos siendo los demás, siendo la vida, siendo el mundo…, pues nada está siendo eso que pueda estar percibiéndose. Únicamente, en la medida que vaya modificándose la manera de verse y/o de percibirse la “aparente existencia de uno mismo”, puede cambiarse la manera de percibir la “aparente existencia de las cosas”, pues, de esa aparente percepción de ti dependerá la apariencia del resto de las percepciones. Paradójicamente, todas tus percepciones estarán siendo tuyas y/o de ti, y sólo de ti, y, paradójicamente también, todas ellas, comenzando por la tuya y/o la original, estarán siendo ilusorias, imaginarias, innecesarias, egoicas. Seguramente dirás que eso no puede ser, pues cada individuo percibe diferente; sin embargo, date cuenta desde qué supuesto estaría afirmándose eso.  Septiembre-18

159/2018 -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras y respirando mientras lo haces), date cuenta de que tú sí eres aquello que nació de unos progenitores un día pasado en un lugar concreto. Tú sí eres aquello a lo que pusieron un nombre y una etiqueta que responde a unos rasgos personales que te identifican. Tú sí eres aquello que educaron con unas informaciones determinadas (culturales, geográficas, religiosas, psicológicas, científicas, etc.,) que deberás creer, respetar, defender y traspasar a tus descendientes como si fueran verdades irrefutables. Tú sí eres aquello que estarás representando y defendiendo hasta que llegue el día de tu muerte. Tú sí eres ese personaje que vive luchando entre pensamientos, emociones, recuerdos, herencias generacionales, instintos de supervivencia, expectativas, programas mentales, búsquedas milagrosas y circunstancias de todo tipo. Date cuenta de que ser tú consiste en  ser todo eso y mucho más; sin embargo, date cuenta también de que fuera del universo de las percepciones que estás creando y utilizando para justificar la veracidad de tu aparente identidad, ser tú no es ser tú ni ser ninguna otra posibilidad de estar siendo algo. He ahí que, paradójicamente, ser tú consiste en ser tú y, a la vez, en ser infinitas cosas más, pero únicamente en el ámbito ilusorio de una consciencia identificada con esa posibilidad, pues, trascendiendo esa percepción absolutamente determinada, determinista y egocéntrica, nada hay siendo tú ni siendo alguna otra cosa que tú puedas percibir, juzgar, imaginar ni experimentar. ¡SER, significa que nada está siendo algo, de ahí que nada esté consistiendo en ser tú! SER, es lo único que está siendo, por tanto, date cuenta de que todo aquello que la conciencia identificada percibe siendo algo…, justamente eso es SER. Siempre ha sido así, y así continuará siendo siempre… al margen de cualquier creencia, idea, juicio, conocimiento, deseo, miedo, experiencia y/o cualquier otra percepción egoica (tuya). Septiembre-18

160/2018 -¿Qué tengo que hacer para darme cuenta de la causa de mi malestar, y, por tanto, del deseo y de la búsqueda de mi bienestar? Date cuenta de que tú no eres la persona que responde a un nombre y a muchos otros datos identificativos; tú eres la consciencia de que tú eres la aparente existencia de ese personaje. La identificación consciencial con tu ser está siendo el origen de todo cuanto ese yo ilusorio pueda identificar como la existencia de cualquier otra existencia de algo. He ahí que mientras estés creyendo que eres el sujeto protagonista, en lugar de estar consistiendo en el objeto identificado y/o el hijo de la identificación consciencial, tú y todo cuanto tú puedas considerar que piensas tú, que sientes tú, que padeces tú, que disfrutas tú, que protagonizas tú, que necesitas tú, que experimentas, etc., estará consistiendo en una realidad ilusoria. Todas las percepciones, experiencias, emociones, expectativas, etc.. que tu identidad personal considere suyas o que le afectan de algún modo, únicamente estarán consistiendo en un efecto de aquella identificación. Más allá del universo de la especulación mental, no hay nadie que tenga que hacer algo para SER lo único que están siendo todas las apariencias siempre. No hay ninguna unidad que lograr. Tú no eres tú, por tanto, tú no tienes que hacer algo para no ser tú. Cualquier intento de hacer algo estaría siendo hecho desde la identificación…, y reforzando la identificación. Nada falta por hacerse; el hacedor de algo siempre consiste en una percepción egoica. Haz siempre aquello que te venga de gusto, aquello que puedas  permitirte y/o aquello que te atrevas…, pero consciente de que nadie está siendo el hacedor ni el experimentador de algo; vive trascendiendo la identificación con la apariencia de un hacedor.  ¿Por qué en el fondo todo ha estado siendo perfecto siempre? Precisamente porque, a parte de sólo SER, nunca ha habido algo siendo algo ni siendo de ninguna manera. Continuamente estás diciendo: “yo soy…, yo pienso…, yo creo…, yo experimento…, yo deseo…, a mi me gustaría…” -Date cuenta de que dentro de esa identificación lo extraño sería sentirse en paz y armonía…, lo extraño sería no vivir queriendo cambiarlo todo…, es decir, lo extraño sería no vivir de la manera que llevas percibiendo tu existencia desde siempre. Consciencia identificada, date cuenta de que dejar de creerse un ser no significa dejar de SER, por tanto, que nada hay que temer nunca.  Nada hay siendo algo, por tanto, he ahí que -comenzando por la percepción de ti mismo-, aquello que pudiera parecer la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción, en SER NADA estará consistiendo siempre.  Septiembre-18

161/2018 -Consciencia identificada (tú que estás percibiéndote como el sujeto lector de estas palabras), date cuenta de que, comenzando y terminando por la existencia de tu aparente individualidad -sin excepción-, todo está siendo, sin que nada esté siendo algo y/o sin que nada esté siendo “uno”. ¡Nada, significa nada; nada, no significa uno…, ni todo uno! Date cuenta de que la ilusión de la existencia de todas tus posibles percepciones y/o experiencias está siendo creada a partir de tu aparente identificación (yo soy…), pero que, trascendida esa supuesta manera de percibir e interpretar (ego), nada está siendo algo distinto a sólo SER; nada está siendo uno. ¡No hay dualidad (dos) porque no hay uno; todo está siendo el mismo no estar siendo algo y/o el mismo nada siendo alguna cosa! He ahí que cuando la existencia consiste en ser algo, entonces la existencia es un sueño, pero no porque el sueño consista en la existencia de aquello que estuviera soñándose, sino por tratarse de la suposición de que “un algo” está siendo “un algo”. ¿Entonces? Entonces nada. Ser, significa que no hay un qué. Ser, significa que no hay un quién. Ser, significa que no hay un porqué. Ser, significa que no hay un para qué. Ser, significa que no hay un desde cuándo ni un hasta cuándo. Ser, significa que no hay algo que tú puedas plantearte que pudiera haber ni que tú estés considerando que está habiendo. Igual que tú (consciencia identificada), no puedes sentirte en paz y armonía sin que antes estés considerando que tú eres tú, tampoco tú podrías sentir ni experimentar algo de aquello que consideras que forma parte de tu existencia, sin que la causa de todo ello esté siendo la identificación con la apariencia de tu ser. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que todas las individualidades de la misma especie y/o apariencia compartan también la misma manera de percibir que caracteriza a la identificación con su aparente y semejante yoidad?  Septiembre-18

162/2018 -Todo está siendo la misma ninguna cosa, es decir, SER… y nada más que SER. Date cuenta de que, trascendiendo la apariencia de la percepción egoica (la percepción de ti y del resto de tus percepciones), paradójicamente, la expresión: “Todo es uno”, significa que nada está siendo algo y/o que la percepción de infinitos unos equivale a SER NADA. Todo aquello que pueda nombrarse y/o percibirse siendo algo…, SER (Nada), es lo que está siendo. Nada, está siendo todo aquello que, percibido egoicamente, es decir, percibido por “un” supuesto e ilusorio perceptor (tú), pudiera parecer ser algo distinto a SER…, y sólo SER. SER, supone la carencia y la innecesariedad absolutas de límites, formas,  características, juicios, objetivos, intereses, expectativas, atributos, voluntades, etc., que, mirando egoicamente, pudieran percibirse. Consciencia identificada, ¿en qué encuentras la dificultad para darte cuenta de que SER carece de cualquiera de los significados que, observando desde los condicionantes de tu aparente identidad, tú puedas emplear para describir la percepción de algo? ¡SER, no tiene principio ni tiene final; SER carece de las condiciones que observas y experimentas cuando asumes la identificación con la posibilidad de ser algo! Nada, está siendo el aparente perceptor y lo aparentemente percibido por el aparente perceptor de algo…, de ahí las referencias de la filosofía vedanta a la no-dualidad. “…Vivimos en un mundo dual…, por tanto, obviamente percibimos la dualidad…, aunque quizás alguna vez podamos no hacerlo.” -Me comenta una amistad. -Date cuenta -le respondo-, de que mientras persista la identificación con la apariencia de tu ser (ego), tú no podrás dejar de percibir dualidad, pues la fuente de la percepción de dualidad está siendo la identificación con tu propia percepción. Tú eres (percibirte a ti siendo tú) la razón de todo cuanto percibes siendo algo…, por tanto, tú eres el origen de la percepción de dualidad (yo y lo demás). Mientras que tú seas tú, tú nunca podrás dejar de percibir apariencia de dualidad, es decir, no podrás dejar de percibir todo cuanto ahora estás percibiendo y de la manera que estás decidiendo percibirlo. ¡Nada hay que alguna vez pueda dejar de haberlo ni que pueda comenzar ha haberlo, pues SER NADA es lo único que siempre está habiendo! No dualidad significa no-uno, no-algo, no-yo, nada-algo…, solo SER. Septiembre-18

163/2018 (BREVES 2018) 1- No hay algo que sea la realidad…, a menos que la realidad consistiera en que nada estuviera siendo realidad. Date cuenta de que la única diferencia entre la iluminación y la no iluminación, entre el estar despierto o el estar dormido, entre el amor y el odio, entre la dicha y la desdicha, entre la paz y la ansiedad, entre el ser y el no ser… consiste en la manera de percibir…, pues nada de eso está siendo eso fuera de la identificación con la percepción de eso. Por igual, y sin excepción, todo aquello que alguna vez pudiera percibirse siendo algo, sólo SER (nada determinado) estaría siendo siempre. ¿Quieres comprender en qué consiste SER, y/o (si lo prefieres) qué es eso que tú intuyes que consiste en la existencia de Dios? Observa tus pensamientos, tus emociones, tus juicios, tus estados de ánimo, tus circunstancias; observa cada situación y/o cada experiencia que vivas. Observa todo cuanto existe y/o acontece a tu alrededor. Mira las noticias que informan de las cosas que suceden cada día en el mundo (todas sin excepción). SER, (y/o ser eso que para ti consiste en la existencia de Dios) consiste en el total de todo cuanto “simultáneamente e inseparablemente” pueda percibirse consistiendo en la existencia y en el acontecer de todo el universo; pero sin que jamás algo de lo percibido esté siendo eso determinado que pudiera percibirse. ¡Nada hay siendo SER; SER, es lo único que está siendo! No hay separación ni diferencia entre ser tú y/o ser cualquier otra posibilidad que tú puedas percibir siendo algo, porque nada está siendo eso que pueda percibirse. Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora que la omniprensencia divina no consiste tanto en estar presente, como en estar siendo eso mismo que tú estás percibiendo... como si eso estuviera siendo eso que tú identificas, en lugar de estar siendo la divinidad misma? 2- SER, significa “NADA” estar siendo. Consciencia identificada, date cuenta de que, porque tú no eres tú, tú nunca has sido cread@ por la Fuente; porque tú no eres tú, tú nunca te has separado de la Fuente; porque tú no eres tú, tú nunca has estado unida a la Fuente. Date cuenta de que porque tú no eres tú, tampoco ha existido nunca la Fuente que te hubiera creado, nunca ha existido la Fuente de la que tú hubieras podido separarte y nunca ha existido la Fuente a la que tú pudieras permanecer unida. ¿Comprendes mejor ahora en qué consiste el misterio de la inexistencia de cualquier existencia, más allá del universo de la percepción egoica? Date cuenta de que el universo de la identificación con la percepción egoica  consiste en la permanente identificación de la existencia y/o del acontecer de todo tipo de posibilidades de ser algo determinado y separado del resto de las percepciones (pensamientos, emociones, formas, objetos, dimensiones, ideas, situaciones, proyecciones, expectativas, espiritualidad…); pero que trascendiendo el efecto de tu identificación, nada está siendo algo distinto a no estar siendo algo. SER, significa que nada está siendo el ser de algo.  He ahí que la percepción de ti y de todo lo demás que tú puedas percibir siendo la existencia/acontecer de algo..., eso es Ser y/o es aquello que tú intuyes que consiste en la existencia de Dios. Date cuenta de que ser Dios y ser tú está siendo el mismo SER, es decir, el mismo nada que esté siendo un ser determinado.   Septiembre-18

164/2018 -Consciencia identificada, date cuenta cuenta de que al estar considerando que tú eres tú (identificación), entonces, sin darte cuenta y/o inconscientemente tú también estás decidiendo y asumiendo que hay algo siendo y/o sucediendo “por algo”, que hay algo siendo y/o sucediendo “para algo”, que hay algo  siendo y/o sucediendo de la manera que tú lo percibes, que hay algo siendo algo tuyo y/o sucediéndote a ti, etc., etc., etc. ¿Acaso tu vida no está basándose en la identificación con la veracidad de todos esos supuestos? Date cuenta de que al estar considerando que tú eres tú, entonces tú también estás decidiendo, considerando, identificando, asumiendo y experimentando que todo aquello que tú percibes no siendo tú, estará consistiendo en ser algo distinto de ti y/o que está sucediéndote a ti. Date cuenta de que al estar considerando que tú eres tú, entonces tú también estás decidiendo y asumiendo que todo cuanto tú percibas sea eso que tú crees que estás viviendo, y además que eso sea de la manera que tú creas que estás viviéndolo. He ahí que al creer que tú eres tú, además de estar creándote a ti, tú también estás creando el resto de las percepciones, existencias y experiencias que tú puedas creer que existan. ¿Comprendes mejor ahora que tu supuesta “mente inconsciente” consistirá en todo aquello que tú puedas estar considerando que son “posibilidades” de la existencia de algo y/o del acontecer de algo, es decir, todos aquellos contenidos que podrás creer y crear, a fin de sostener y justificar la necesaria supervivencia de la falacia de tu propia existencia? El inconsciente no está relacionado con la ilusión del pasado, sino con la ilusión de las expectativas. He ahí que el inconsciente individual y/o colectivo consiste en todos aquellos recursos que la consciencia identificada pueda crear y utilizar alguna vez para justificar la aparente existencia individual y/o colectiva. Nada existe siendo algo determinado, de ahí que, paradójicamente, toda la existencia de algo este demostrando la inexistencia de eso. Date cuenta de que todo algo percibido también conlleva la percepción de su opuesto, de ahí que el opuesto de la percepción de tu vida no pueda separarse de la percepción de tu muerte.  Septiembre-18

165/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que tú no eres algo ni eres una parte de algo. SER, no consiste en ser un algo ni en ser una parte de algo. SER, significa “nada” estar siendo. SER, significa estar siendo sin estar siendo un estar siendo. SER, significa que no hay algo siendo ni sucediendo, por tanto, que fuera de la creencia en ti, tú nunca has sido tú, tú nunca has vivido eso que crees que has vivido tú…, y que tú tampoco vivirás eso tú crees que alguna vez podrás vivir. ¡Siendo algo, no existes tú, ni tu pasado ni tu presente ni tu futuro ni tus experiencias! Consciencia identificada, date cuenta de que la única cosa que tienes que soltar es la percepción que tienes de ti, es decir, la percepción de tu algoidad; date cuenta de que, paradójicamente, no hay aquello de lo que alguien tenga que soltarse ni que alguien tenga que soltar, porque SER significa que no hay algo que estés siendo tú ni que esté siendo alguna otra cosa. Consciencia identificada, date cuenta de que, porque tú no eres tú y/o porque no hay algo que estés siendo tú, tampoco dentro de ti hay un “niño interior” que tenga que ser atendido, comprendido, sanado, psicoanalizado; date cuenta de que para que dentro de ti hubiera un niño y/o cualquier otra cosa que tú quieras imaginar, antes tú, consciencia identificada, tienes que estar identificándote con la posibilidad de ser un yo…, y que precisamente esa identificación estará siendo la causa de todo aquello que tú puedas percibir como si estuviera siendo todo cuanto supuestamente conforme el discurrir de la existencia y/o del acontecer de tu aparente particularidad. He ahí, consciencia, la paradoja de que la identificación con la existencia “del niño interior” -que intentaras comprender y sanar- está obligándote a permanecer identificada con la percepción de tu aparente algoidad y con el universo de apariencias que ello conlleva. Tú no eres tú, por tanto, tú no eres el sujeto protagonista de algo; date cuenta de que si ser tú consistiera en ser algo, entonces tú serias el objeto. Tú no sólo eres el personaje que vive persiguiendo la zanahoria de sus deseos, de sus expectativas y/o de su posible gloria; tú también eres la zanahoria que mantiene activa la percepción de tu existencia. Nada es eso que parece que es algo; aquello que parece ser algo…, nada está siendo. He ahí que salvo la percepción de ti, viéndote como si tú estuvieras siendo un ser…, nada más hay que pueda ni que necesite cambiar…, pues nada hay siendo algo.  Septiembre-18

166/2018 -SER, no consiste en ser algo; SER, consiste en estar siendo todas las posibilidades a la vez, pero sin que estar siendo todas las posibilidades de ser algo a la vez, jamás consista en que algo esté siendo “un ser” algo. He ahí que estar siendo “todas las posibilidades de ser a la vez” significa que tú no eres tú y que el resto de tus percepciones tampoco significan eso que tú estás imaginando. ¡Tú no eres tú, sino todo a la vez…, y sólo cuando estar siendo todo a la vez no consista en la percepción de algo siendo algo…, en algo siendo “un ser” y/o en la identidad de algo! En el imaginario universo de la percepción identificada y/o egoica todo parece estar siendo algo y todo parece tener un significado, sin embargo, trascendida la identificación con la percepción tuya de ti, es decir, trascendida la consciencia de que tú eres algo, nada queda necesitado de ser algo para SER y tampoco necesitado de significar algo. He ahí que desprovista de la ilusoria apariencia y del ilusorio significado que tú decidas percibir, cualquier cualquier posibilidad de ser algo estará consistiendo en SER, y solo en SER. He ahí que tú y todo aquello que tú creas estar experimentando, únicamente estará consistiendo en la “percepción de posibilidades” de SER. Observa dentro de ti, observa fuera de ti, observa allá donde prefieras y de la manera que decidas…, y date cuenta de que nada hay que ver; observa que la divinidad (Ser-Nada) está en todo, porque “todo ES” la Divinidad…, y nada más que la Divinidad…, pero sin que ser la Divinidad signifique que algo está siendo algo. He ahí que el perceptor, la percepción y lo percibido, con absoluta independencia de cualquier juicio y/o valoración al respecto, sólo SER (Divinidad y/o Nada determinado) está siendo. Consciencia identificada, date cuenta de que la percepción egoica consiste en percibir algo siendo algo determinado (una posibilidad, una identidad, un ser, un acontecer…) en lugar del estar siendo todas las posibilidades a la vez sin ser ninguna de todas ellas, por tanto, que tú, consciencia de ser un yo y/o de ser cualquier otra posibilidad de ser algo, eres la fuente de eso que, recurriendo al eufemismo dialéctico, llamas ego. ¡Sólo del ego eres consciente y sólo del ego eres inconsciente; aquello que para ti tenga algún significado sólo estará tratándose de una percepción egoica!   Septiembre-18

167/2018 -Consciencia identificada (tú, que estás sintiéndote un yo), date cuenta de que “no hay diferencia” entre aquello que tú percibes cuando miras desde la identificación con la existencia del cuerpo y aquello que tú percibes cuando miras desde la identificación con la existencia del alma y/o de cualquier otra dimensión tuya, pues –sin excepción-, todo cuanto tú puedas percibir, consiste en SER, y sólo en SER. Ser, ¿qué, por qué, para qué, cómo, cuándo, dónde…? Nada, sólo SER. No hay ser dos: cuerpo-alma, bien-mal, amor-miedo, nacimiento-muerte. No hay ser uno: Todo Uno, Dios, Energía, Conciencia. ¡SER, significa que nada -comenzando siempre por ti- hay siendo algo que consista en ser y/o en significar algo! Consciencia identificada (tú que estás considerándote un ser consciente de estar existiendo mientras lees estas palabras), date cuenta de que considerar que tú eres tú supone el origen del ego y/o de la percepción egoica (percepción de ti y de todo lo que tú percibas siendo algo para ti); pero date cuenta también de que, por la misma razón, considerar que tú no eres tú también está recreando el mismo fenómeno, pues, en ambos casos estarías siendo tú (consciencia identificada) el supuesto autor@ de alguna consideración respecto a ti. Entre la existencia de algo y la existencia de su opuesto y la existencia de su semejante, etc., no hay la más mínima diferencia, pues más allá de la apariencia (que tú decidas identificar y dotar de algún significado) en cualquier caso eso siempre estaría tratándose de la percepción de la divinidad convertida en una fabulación mental. Consciencia identificada, date cuenta de que tú y eso que tú puedas percibir y/o considerar que es “tu ego”, está consistiendo en “ser la misma ninguna cosa”. Nada hay siendo “un ser algo”, por tanto, más allá de cualquier posible consideración, nada es consciencia y tampoco nada es ego.  Consciencia de ser algo (yo, tú, nosotros, el mundo, la vida, Dios…) y ego son la misma ninguna cosa siendo consideradas cosas y además diferentes entre sí. ¡No hay algo que sea el ego, pero tampoco hay algo que sea la conciencia de algo! Septiembre-18

168/2018 -Consciencia identificada (tú que estás leyendo estas palabras haciéndote pasar por la existencia de un lector), ¿en qué estaría consistiendo aquello que has decidido percibirlo siendo algo, cuando decidieras percibirlo siendo otro algo diferente y/o cuando también decidieras percibirlo no-siendo algo? En efecto, date cuenta de que “tú no eres” la percepción de ti, y que tampoco lo percibido por ti ni a través de ti será jamás eso determinado que tú decides que está siendo percibido por ti. Date cuenta de que la percepción consciente (personal o colectiva) y la percepción inconsciente (individual o colectiva) continúa siendo percepción y nada más que percepción, por tanto, que cualquier juicio, reacción, pensamiento, emoción, valoración, acto, actitud, etc., “carecerá siempre de cualquier significado” que tú quieras y/o decidas darle. He ahí que ser algo -incluido ser tú-, consiste en una simple y vulgar percepción egoica y/o identificada; una “percepción absolutamente idealizada,  mitificada y mistificada por ti” de lo que supone SER, y sólo SER. ¡No se me ocurre una manera más cruel y ridícula de auto-castigo que la de vivir creyéndose la existencia de alguien culpable de estar creyéndose la existencia de sí mismo! Nada está siendo eso que la consciencia identificada con la existencia de un yo (tú), pueda percibir siendo algo, ni siendo de alguna manera, de ahí que, fuera del escenario de la fantasía de tu existencia, nada hay que tenga que ser conseguido ni rechazado por alguien. Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto crees que has vivido, todo cuanto crees que estás viviendo y todo cuanto crees que alguna vez vivirás, sólo consiste en el efecto de creer que tú eres algo distinto y separado de aquello otro que tú percibes e identificas como si estuviera consistiendo en ser eso que tú estás decidiendo percibir de ese modo. He ahí que la fuente de la percepción de existencia de dualidad es la percepción de la existencia del perceptor; paradójicamente, más allá de la identificación con esa manera de percepción, nada siendo algo es lo único que hay. Septiembre-18

169/2018  -Precisamente porque ciertamente nada de cuanto pueda percibirse (físicamente, psicológicamente, intelectualmente, emocionalmente, psíquica, anímicamente, espiritualmente, intuitivamente, imaginariamente…) está siendo algo que esté siendo algo ni que esté siendo de alguna manera de ser, dependiendo de mil factores distintos, en un instante todo puede percibirse siendo diferente a como estuviera percibiéndose antes. He ahí que en ese cambio de percepción consisten los milagros y/o que sólo con ese cambio de percepción del sí mismo pueden moverse las montañas de la percepción egoica. Nada, está siendo eso que tú -consciencia identificada-, estás percibiendo, valorando, definiendo, experimentando, convirtiendo en tu verdad y en la razón de tus fantasías. Nada, está siendo tú ser, y tampoco el ser de los demás, de los pensamientos, de las emociones, de las sensaciones, de la vida, del mundo, de las circunstancias, de los acontecimientos, de las relaciones y del resto de aquello que tú interpretas que está siendo eso que tú percibes…, de ahí que -comenzando por la percepción de tu identidad-, lo único que puedes cambiar sean las percepciones…, y de ahí también que al cambiar tú la percepción de algo que tú estás percibiendo, tú puedas creer que estas percibiendo algo distinto a eso que tú estás decidiendo percibir. Date cuenta de que no eres tú aquello que cambia ni son las condiciones en las que se desarrolla tu existencia lo que siempre parece estar cambiando, sino la percepción que tengas de ti y/o de todo cuanto “a la vez y sin separación posible” está conformando la percepción de tu existencia. He ahí que -sin excepción-, todo aquello que tú consideres que eres, que sientes, que piensas, que haces, que conoces, que aprendes, que te sucede, etc., justamente ESO ES SER NADA, justamente en eso consiste estar siendo la divinidad que intuyes. He ahí que estar siendo divinidad consiste en TODO-NADA estar siendo. Nada puede separarse de su opuesto, pues aquello que se percibe siendo algo y aquello que se percibe siendo su opuesto, independientemente del significado que tú le asignes a la percepción de cada cosa, ser tú y todas las demás posibilidades de ser algo, SER-NADA y/o “estar siendo  divinidad”, está siendo por igual.  Septiembre-18

170/2018 -Consciencia identificada (tú, sí tú que crees que tú eres tú y/o que ser tú consiste en lo que tú -que reconoces no saber quién eres- decidas que significa ser tú), ¿de verdad crees, piensas, etc., que el Dios, cuya existencia dices que intuyes, puede consistir en ser algo y/o existir siendo la existencia de algo? ¿Será que tú -consciencia identificada-, intuyes la existencia de Dios e imaginas a Dios con cualidades y características propias de tu identificación (juzgar, perdonar, amar, proteger…), porque más allá de la limitación de tu propia percepción, ser tú consiste en estar siendo divinidad?  ¿No será que eso que eres (estar siendo todas las posibilidades a la vez sin ser ninguna de ellas), incluso cuando estás identificándote con la percepción de ser una individualidad humana, eso está siendo ser divinidad? Date cuenta de que porque ser tú consiste en no estar siendo algo, ser tú significa estar siendo divinidad. ¿Será que no sientes que seas divinidad debido a la identificación con la percepción, creencia, etc., de que eres otra cosa, es decir, de que eres la existencia de algo? Para SER, nada tienes que hacer, pues SER divinidad ES lo único que está siendo; no tienes que identificarte con ser divinidad, pues nada hay siendo algo, y en no ser algo consiste SER divinidad. ¿Comprendes mejor ahora la razón de la inexistencia de un principio, de un final y de todo cuanto tú quisieras poner entre medio? Estás siendo divinidad (ningún ser determinado) en todo momento; siempre has sido todo siendo nada, siempre estarás siéndolo y nunca podrás dejar de serlo. ¡No hay ni un sólo detalle, que tú creas haber vivido de alguna manera y/o que puedas llegar a vivir, que, sin excepción, no consista en ser divinidad! ¿Comprendes que creer que tú eres tú y/o que creer que ser tú consiste en ser algo, dificulta darte cuenta de que SER divinidad consiste en ser todo a la vez, sin estar siendo algo nunca? Consciencia identificada, date cuenta de que tú crees que ser divinidad consiste en ser aquello que tú consideras que debe ser divinidad, sencillamente porque al percibirte a ti siendo tú entonces también estás percibiéndote siendo algo distinto y separado de ser divinidad. Date cuenta de que tu percepción de ser divinidad consiste en una percepción identificada, cosificada, egoica y absolutamente idealizada. Date cuenta de que tener “cosificado, idealizado, dogmatizado y mistificado” el significado de ser divinidad hace que tu percepción de divinidad sea absolutamente egoica, victimista y discriminatoria.  (sigue…) Septiembre-18

171/2018 (continúa) -Nada hay que tú estés siendo. Nada hay que tú estés pensando. Nada hay que tú estés sintiendo. Nada hay que tú estés haciendo. Nada hay que tu estés imaginando, deseando, buscando, aborreciendo, destruyendo, matando, experimentando. Nada hay que no esté consistiendo en estar siendo divinidad. Date cuenta de que la separación entre el bien y el mal -que para ti están siendo cosas distintas-, únicamente consiste en el efecto de la creencia de que tú eres tú…, y que ser tú consiste en ser un algo, es decir, que ser tú y/o cualquier otra cosa NO ES estar siendo divinidad. Date cuenta de que la separación entre ser tú y ser divinidad únicamente consiste en la identificación con la creencia de que tú eres tú. Suelta el ego (la percepción), de creer que eres algo, esto es, de que tú existes; date cuenta de que ser divinidad no consiste en ser algo ni en ser alguien, y, por tanto, que ser divinidad no puede ni necesita ser conocido, comprendido ni aceptado por alguien. ¿Dices que no te llega el sentimiento de ese amor ilimitado e incondicional que deseas sentir, o acaso lo que no te llega es sentir ESO que tú crees que es lo que tú deseas sentir, es decir, eso que tú crees que es el Amor? Date cuenta de que eso que tú identificas o nombras como ser egoísta  eso también está siendo ser divinidad y/o simplemente SER. Ser divinidad consiste en “nada estar siendo” y/o en la ausencia absoluta de cualquier posibilidad de estar siendo la existencia de algo, de ahí que, puesto que tú nunca has estado siendo alguna posibilidad de estar siendo la existencia de algo determinado, ser tú siempre ha estado consistiendo en SER divinidad. Nada hay ni sucede que no esté consistiendo en estar siendo divinidad, por tanto, he ahí que ser divinidad está siendo -sin excepción-, la percepción de ti y del resto de tus percepciones. ¡Divinidad está siendo por igual tanto aquello que tú percibes siendo felicidad  como aquello que tú percibes siendo sufrimiento, de ahí que lo único que puedas cambiar y/o trascender sean las percepciones! He ahí que estar siendo divinidad consiste -por igual- en todo aquello que tú has estado percibiendo como la existencia de tu existencia… y/o como la existencia de cualquier otra identidad… y/o como el acontecer de absolutamente todas las posibilidades que puedan imaginarse. Ser divinidad, por tanto, está consistiendo por igual en todo cuanto tú -consciencia identificada- puedas percibir como si estuviera consistiendo en la existencia de algo bueno o malo, positivo o negativo, espiritual o material, bello o deformado, creativo o destructivo, feliz o desdichado, pacífico o violento, amoroso o despreciable, egoísta o generoso. (sigue…)  Septiembre-18

172/2018 (continúa) -He ahí que (puesto que ser divinidad consiste en estar siendo simultáneamente todas las posibilidades de ser, pero sin estar siendo ninguna de ellas), ser divinidad carece absolutamente de voluntad, objetivos, preferencias, identidades, juicios, formas, categorías, valoraciones, significados, divisiones, partes, separaciones, diferencias. Ser divinidad supone “no existencia de dualidad”, pues ser divinidad consiste en la inexistencia absoluta de cualquier posibilidad de que algo esté siendo una existencia, un ser, un acontecer, una divinidad. ¡Ser divinidad carece de significado, de ahí que tú, y todo cuanto para ti pudiera tener un significado, únicamente estará consistiendo en una percepción tuya, identificada, ilusoria, egoica! Nada hay siendo la existencia de “un” algo, más allá de la identificación consciencial con la percepción del perceptor de ese algo. Todo ES, pero nada está siendo (incluido ser  divinidad), la existencia ni el acontecer de “un ser algo”. Consciencia identificada, date cuenta de que tú existencia, y también la existencia de todo cuanto gire al rededor de la existencia de “un dios y/o de una divinidad”, estará consistiendo en el mismo fraude; date cuenta de que todo cuanto tenga alguna relación con la creencia en la existencia de un dios (espiritualidad, religiones, iglesias, maestros, profetas…), sólo sirve para que tú sigas identificad@ con las creencias que tienes a cerca de tu existencia, de tu ser y/o de ti siendo una parte de algo supremo. ¡Aquello que se cree es una creencia, y la creencia en tu existencia y en la existencia de un dios nunca será una excepción! Nada hay siendo divinidad; sin necesidad de ser existencia de algo, divinidad es lo único que está siendo, de ahí que ser divinidad no pueda ni necesite ser aceptado por alguien. La aceptación de ser divinidad, igual que el rechazo de ser divinidad, ser divinidad estará siendo. Ser divinidad no ha creado el bien ni ha creado el mal ni ha creado el universo ni te ha creado a ti, sencillamente ser divinidad está siendo todo aquello a lo que tú -consciencia identificada, puedas atribuirle alguna naturaleza y/o algún significado.  Septiembre-18

173/2018 -”Puedo aceptar que el amor sea divino, pero no puedo aceptar que la violencia (causar daño a otros seres) también esté siendo una parte divina.” -me comenta una amistad. Observa -respondo-, como el efecto de tu identificación (yo soy yo) está creando la ilusión de que todas tus percepciones son la existencia de aquello que tú -consciencia identificada- estás percibiendo; date cuenta de que la ilusión de ser tú te convierte a ti en una parte ilusoria, y que, a partir de ahí, tu ilusoria existencia queda convertida en las consecuencias de esa identificación. ¡Ser divinidad carece de partes, de características, de atributos…, y de todo aquello que tú necesitas para verte siendo tú! Date cuenta de que la percepción de tu existencia no consiste en ser tú, y que tampoco la percepción de la existencia de todo los demás consiste en ser todo lo demás. ¡Sin identificación no hay tal cosa como el haber de tu ser, ni el haber de otros seres, ni el haber de algún acontecer! Ser divinidad significa que nada hay siendo la existencia y/o la identidad de algo, por tanto, que tampoco algo puede ni necesita ser aceptado por alguien. El significado idealizado, místico, dogmático, victimista, etc., que tú estás concediéndole a “ser divinidad” nunca dejará de consistir en una vulgar percepción egoica y/o en el efecto de la creencia en ti. ¿Ser divinidad consiste en ser eso que tú consideras que consiste en ser bien, amor, paz, bondad, abundancia, salud, plenitud, infinitud…, pero que no consiste en ser aquello que para ti significa ser mal, odio, violencia, destrucción, enfermedad, dependencia, frustración? Date cuenta de qué manera la identificación con la ilusoria percepción de que tú eres tú origina percepción de algoidad, división, separación, confrontación, transitoriedad, dualidad. ¡Aquello que tú aceptes o dejes de aceptar, y también aquello que tú sufras o disfrutes…, no tiene ninguna repercusión fuera de la ilusión de la creencia de que tú eres tú! SER divinidad está siendo todo aquello que, comenzando por ti, tú puedas percibir como si estuviera consistiendo en ser la existencia de algo. Cuando todo sin excepción está consistiendo en ser divinidad, es decir, en estar siendo todas las posibilidades a la vez, pero sin que nada esté siendo un ser ni un acontecer, ¿quién podría hacer daño y/o bien a otro? He ahí que la percepción de hacer daño o hacer bien sigue siendo ser divinidad, y que, porque fuera del universo ilusorio creado por tu identificación, no hay culpables de algo, tampoco hay enemigos a los que perdonar. Date cuenta de que eso que para ti consiste en ser tú, en ser el otro y/o en ser la percepción de cualquier otra cosa, ser divinidad está siendo. ¡He ahí que tu percepción de la existencia del bien y del mal, del amor y del odio, de la vida y de la muerte, etc., nace de la percepción de que tú eres tú! (sigue…) Septiembre-18

174/2018 (Continúa) -He ahí que eso que tú ves como “gente haciendo cosas terribles y/o como gente haciendo cosas maravillosas”, únicamente está siendo divinidad siendo divinidad. Date cuenta de que todo lo que tú percibes siendo existencia de algo, se debe a que también estás percibiéndote a ti siendo tú, es decir, siendo algo imaginario o distinto a ser divinidad, por tanto, date cuenta de que tú no puedes percibirte siendo divinidad ni puedes aceptar que tú seas divinidad, pues sencillamente ser divinidad es lo único que hay. ¡Ser tú, con todos tus aparentes defectos y virtudes, es ser divinidad, pero ser divinidad jamás consistirá en ser tú ni en ser alguna posibilidad de ser algo! ¿Quién pone etiquetas a las apariencias, quién juzga y prejuzga, quien atribuye significados, quién decide qué es bueno y qué es malo…, basándose para ello en creencias y/o convicciones identitarias absolutamente imaginarias? En efecto, todo cuanto tú percibes, y también la manera de percibirlo y de experimentarlo está determinándolo la creencia de que tú eres tú. Cambia tus creencias a cerca de ti y verás que no sólo cambia la percepción que tienes de ti, sino que también cambiará todo aquello que ahora estás percibiendo de la manera que estás percibiéndolo, y con el significado que ahora estás dándole a cada percepción. Date cuenta de que eso que tu consideras que es "el amor", únicamente podría consistir en una manera egoica, idealizada y mistificada de percibir…, pero jamás en la existencia de algo que consistiera en ser el amor. Percibir de una manera amorosa (a través de esos patrones mentales) crea percepciones amorosas, que, como todas las demás percepciones posibles, nacerán condicionadas, transitorias y preñadas de frustración. Del mismo modo que percibir a través de la creencia en la existencia del amor y/o que “percibir con amor”, crea percepciones de apariencias de amor, percibir a través de la identificación con cualquier otra creencia también crea las percepciones de esas apariencias. ¡Observa qué ves y date cuenta qué crees! Ser divinidad trasciende todos los significados de todas las percepciones posibles. Nada hay que no esté consistiendo en ser divinidad, pues ser divinidad consiste precisamente en que todo esté siendo sin que ello signifique que algo esté consistiendo en ser algo. Amar consiste en “percibir sin identificación con la existencia del perceptor”, es decir, sin percepción de ego. ¡Amarás (percibirás) ser divinidad en lugar de amar (percibir) la existencia de cosas! Septiembre-18

175/2018 -Continuamente escucho a profesionales de la nueva espiritualidad y/o de las terapias del ego, decir que “la vida nos trae aquello que necesitamos aprender, y que, seguramente por ese motivo, las experiencias pueden estar repitiéndose continuamente…”  Podría compartir ese punto de vista si no fuera porque todo ese conglomerado de aparentes existencias personales y acontecimientos carecen de la más mínima coherencia más allá de los límites de la apariencia. ¿Cuál puede ser la razón de que, a alguien que no existe, parezcan repetírsele el mismo tipo de experiencias, salvo para que sobreviva la creencia de su aparente existencia? Nadie hay repitiendo experiencias; sólo la  percepción de la existencia de experiencias y la interpretación de la apariencia de las experiencias parece repetirse. Dicho de otro modo: lo único que se repite es la percepción de la existencia del perceptor. Las creencias humanas estarían determinando las percepciones humanas, igual que las percepciones humanas estarían determinando los comportamientos y las experiencias humanas; pero sólo allí donde la creencia de la existencia de algo de eso estuviera considerándose algo real y trascendente. Consciencia identificada, date cuenta de que la creencia madre de todas las demás creencias (creencia original), y de todas las percepciones y de todos los comportamientos y de todas las experiencias posibles consiste en la creencia de que tú eres tú. Otro argumento que suelo escuchar de los citados  terapeutas del alma, es que “la mayor parte de las creencias (que supuestamente están determinando nuestras experiencias, actitudes, reacciones y comportamientos), nos las inculcaron durante nuestra infancia.” De nuevo, eso podría tener algún sentido siempre y cuando yo estuviera identificado con la creencia de que yo estoy siendo yo, es decir, dentro del ámbito ilusorio de la identificación consciencial, por tanto, allí donde, porque  nada hay siendo aquello que parece estar siendo algo, todas las sanaciones quedan reducidas a cambiar unas creencias por otras creencias. Las creencias no nos las inculcan cuando somos niños. Nada hay en el pasado. Nacemos con el germen de todas las creencias posibles. Nacemos siendo una creencia, pues nacemos creyendo que hemos nacido. Sin la creencia en la existencia del cuerpo no hay existencia del cuerpo ni de cualquier otro haber. No nacen, crecen, se desarrollan y desaparecen los cuerpos, las ideas, las emociones, las actitudes, las personalidades, etc., sino las creencias de la existencia de todo eso. Fuera del universo de la creencia original no podríamos creer que hemos nacido. Nacemos identificados, nacemos creyendo y/o conformando la creencia de que somos la existencia de algo, de ahí que a partir de entonces, sobre el escenario de esa representación, todo esté determinado y sólo falte ir justificándolo. Ser divinidad y/o simplemente Ser, no consiste en ser algo, ni en ser de alguna manera de ser, ni en ser por algún motivo. Consciencia identificada, date cuenta de que con absoluta independencia del significado que atribuyas a tus aparentes juicios y percepciones (ego), ser divinidad (nada siendo algo determinado) es lo único que siempre está siendo.  Septiembre-18

176/2018 -He ahí que, paradójicamente, y según de la manera que se mire, no aceptarte siendo como percibes que eres, podría estar consistiendo en un ejercicio de coherencia…, pues, ¿eres tú eso que percibes, eres tú de la manera que te percibes, es algo eso que tú percibes observando desde la identificación contigo mism@? Date cuenta de que, paradójicamente, si algo tuviera que aceptarse, ello sería que nada tiene que ser aceptado por alguien, y que, en el momento que alguien intentara aceptar algo, entonces la necesidad de no dejar de estar aceptando siempre algo -como bien sabes-, no tendría fin. Date cuenta de que cuando una moneda no existe, entonces tampoco existe la cara buena ni la cara mala de la moneda que no existe. Date cuenta de que cuando tú no existes, la existencia de tu pasado, de tu presente y de tu  futuro sólo podría consistir en una excusa. Consciencia identificada (tú que estás considerando que ser tú consiste en ser eso que tú consideras que consiste en ser tú, y, por tanto, que ser tú consiste en ser algo distinto de estar siendo a la vez todas las posibilidades de ser), ¿qué sería para ti el sentimiento de la felicidad sin que el sentimiento del sufrimiento estuviera siendo para ti eso que para ti consiste en ser el sentimiento del sufrimiento? ¿Se sostendría la percepción de eso que para ti consiste en ser la existencia “del amor” sin que también existiera para ti el opuesto al amor y/o aquello que tú identificas no siendo amor? ¿Comprendes mejor ahora que para seguir creyendo en ti, tú también necesitas seguir creyendo en todo lo demás que estás creyendo, porque sin todas esas creencias la creencia en ti (siendo tú un ser algo determinado) también desaparecería? He ahí que AMAR y SER consiste en estar siendo la misma ninguna cosa (todo-nada) que esté siendo algo para alguien. Consciencia identificada, date cuenta de que igual que en el universo de la percepción egoica tú necesitas creer en la existencia particular de todas tus percepciones (todo-uno) para así poder seguir creyendo en ti, paradójicamente, más allá de la percepción de ese ilusorio universo, ser la posibilidad de tú existencia y ser el resto de todas las posibilidades de existencia también está consistiendo en el mismo estar siendo (todo-nada), pero sin la identidad de algo. ¡Sin tú identificación tampoco hay percepción de existencia de otras identidades! He ahí que nada hay siendo algo que esté siendo un estar siendo unido ni separado de otro estar siendo; nada está siendo una posibilidad distinta y separada del resto de las posibilidades de estar siendo!  Octubre-18

177/2018 -Si amar pudiera consistir en algo (que no consiste), entonces amar seguramente consistiría en “percibir sin identificación con la existencia del perceptor ni con la existencia de lo percibido”, es decir, sin que ello signifique que alguien esté percibiendo algo. Precisamente porque más allá de la apariencia nada hay siendo algo, amar incondicionalmente siempre está siendo. He ahí que AMAR es inherente a SER, y que del mismo modo que SER está siendo sin necesidad de que algo esté siendo algo, tampoco AMAR necesita de la identificación con la existencia de sujetos ni de objetos. ¡Amarás Ser, por encima de amar ser alguna cosa! Consciencia identificada, date cuenta de que para amar y/o para percibir sin identificación no es necesario que ocurra nada extraordinario, nada milagroso, nada mágico, pues, más allá de cualquier percepción tuya y cualquier significado posible, todo está siendo ya, sin necesidad de que nada esté siendo algo. Continuamente leo definiciones y significados espirituales,  místicos, románticos, psicológicos e incluso científicos, referentes a la existencia del amor y de sus supremas cualidades; sin embargo, reconozco que cada una de esas percepciones y definiciones (absolutamente egoicas) a cerca del amor, generaba una música distinta, discordante y contradictoria respecto a las demás. Paradójicamente, la comprensión de que “no hay diferencia entre amar y percibir transcendiendo la aparente existencia del perceptor y de lo percibido”, ha ayudado a armonizar entre sí todas las definiciones y significados que antes parecían opuestos e inconexos. He ahí, por ejemplo, que cuando la expresión de que “El amor te ayuda a sanar tus heridas y a calmar tu dolor…”, se observa sin los condicionantes que genera la identificación con la existencia del protagonista y/o el perceptor de algo, entonces esa manera de percibir (amar) permite trascender la apariencia de la existencia de aquel sujeto (tú) que se siente herido y necesitado de sanación. Amar, es decir, percibirte no siendo un ser, calma y sana todas las ilusiones que la creencia en ti estaba generando. ¡Amar, trasciende la ecuación que está planteando la particularidad de tu existencia y de todo cuanto parece estar conformándola! Amar (percepción carente de identificación), está siendo a pesar de todos tus esfuerzos por creer lo contrario y/o de la creencia de que tú tienes que hacer algo para amar a otros y para ser amad@ por otros. Amar, sin carencias ni condiciones, está siendo a pesar de la creencia de que tú necesitas amar y ser amad@. Amar, no depende de tus deseos ni de tu voluntad. Tú -consciencia identificada-, crees que tú puedes y que tú necesitas amar y ser amad@ debido a que vives creyendo que SER consiste en ser tu identidad y la identidad de tus percepciones.  Octubre-18

178/2018 -Percibirte a ti siendo tú está siendo la causa de todas tus percepciones de dualidad; percibirte a ti siendo tu existencia está creando -a imagen y semejanza tuya-, tus percepciones y tus experiencias de la existencia de un Dios y de su creación, del bien y del mal, de la felicidad y del sufrimiento, de la vida y de la muerte, de la culpa y del perdón, del amor y del odio, del miedo y de la esperanza, de la carencia y de la abundancia, de este mundo y de otros mundos…, de ti y de lo otro. ¡Todo aquello que tú percibes y experimentas como si estuviera consistiendo en la existencia y/o el acontecer de algo está creándolo la identificación con la percepción y la experimentación de que tú eres algo! Date cuenta de que, desde el principio, la percepción y la experiencia de que tú eres tú no puede separarse del resto de tus percepciones y experiencias, por tanto, que tú nunca podrás cambiar nada de lo que está creando la percepción y la experiencia de ti. Desde el principio tú has estado creando la percepción y la experimentación de todo aquello que has creído que estabas viviendo como si algo de eso consistiera en algo ajeno a ti. ¡No-dualidad, significa no-tú y/o nada tu percepción de ti! Sin ti tampoco hay lo demás, por tanto, date cuenta de que todo aquello que percibes como distinto y/o ajeno a ti, siempre -sin excepción- se refiere a ti. Nada que te afecte a ti procederá de fuera de la creencia que tú tengas de ti. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que no deberías buscar ni esperar nada que esté fuera de ti, es decir, de la creencia que tienes de ti? Date cuenta de que todos tus esfuerzos, sacrificios, temores, frustraciones y esperanzas sólo perseguían que tú no dejaras de percibirte siendo la existencia de ti. No hay nadie siendo un ser divino; aquello que tú percibes como un ser divino continúa siendo una percepción que tú estás creando a cerca de ti, como si SER consistiera en algo siendo algo. He ahí que, desde el principio de tu historia, la consciencia de ti y/o la consciencia de tu existencia ha estado inventándose la existencia del ego como si la existencia del ego estuviera consistiendo en algo distinto a la consciencia de cualquier existencia. ¡No hay consciencia de la existencia y/o del acontecer de algo que no esté tratándose de la consciencia de una percepción egoica!  Octubre-18

179/2018 -Si ser divinidad consistiera en ser algo, entonces ser divinidad también consistiría en ser tú y en ser exactamente como tú eres y en hacer todo aquello que tú haces de la manera que lo haces y en vivir como tú vives y en experimentar todo lo que tú experimentas. Si ser divinidad consistiera en ser algo, entonces todos los algos posibles estarían siendo divinidad en lugar de estar siendo algos. Ser divinidad carece de existencia de pensamientos, de razones, de razonamientos, de juicios, de deseos, de temores, de experiencias, de objetivos, de conflictos y de todo aquello que tú -consciencia identificada-, puedas percibir e interpretar como si estuviera consistiendo en la existencia de algo y/o en el suceder de algo; sin embargo, date cuenta de que, paradójicamente, ser tú y ser todo aquello que pueda estar consistiendo en ser la existencia de algo para ti, jamás dejará de estar siendo divinidad. Ser divinidad está siendo por igual aquello que tú “decidas percibir e interpretar” siendo sufrimiento y/o siendo felicidad, siendo paz o siendo violencia, siendo abundancia o siendo carencia, siendo creación o siendo destrucción, siendo nacimiento o siendo muerte. Salvo la percepción y su etiqueta, nada cambia, pues todo está siendo divinidad, y ser divinidad consiste en que nada esté siendo algo. ¡Ser divinidad equivale a “vacuidad absoluta”, por tanto, aquello que está conformando todas las posibilidades (todo-nada) de la apariencia de ser algo! He ahí que no se trata de aceptar todo lo que tú percibes que existe y/o que acontece, sino de darte cuenta y aceptar que nada existe ni acontece, y que, porque nada de cuanto tú percibes está existiendo ni aconteciendo, tampoco hay algo que alguien pueda aceptar. Date cuenta de que nada has vivido nunca para tu evolución (todo eran percepciones y significados que tú estabas decidiendo) y que, por lo mismo, tampoco nunca vivirás algo para ninguna otra finalidad. Date cuenta de que, porque nada hay siendo algo, “inseparablemente y simultáneamente” tu aparente ser, junto con  todo aquello otro que para ti pueda ser la percepción de la existencia y/o del acontecer de algo (seres, formas, materia, pensamientos, emociones, universos, energías, dimensiones, circunstancias, acontecimientos, experiencias…), únicamente ser divinidad estará siendo. Date cuenta de que las posibilidades de ser son infinitas, pero que todas ellas “a la vez y por igual” están siendo la misma. ¡Date cuenta de que eso que tú vives considerando que es tu existencia y que son vivencias tuyas, incluso en el supuesto imaginario de ser algo, solo representaría aquello que pudiera significar una letra dentro de una enciclopedia con infinitos volúmenes! ¿Comprendes…?  Octubre-18

180/2018 -Nada hay estando separado y tampoco nada hay estando unido; no ser el haber de algo es lo único que está siendo. Date cuenta de que no hay la existencia del pensamiento y también la existencia del pensador, sino que no hay ni la existencia del pensamiento ni la existencia del pensador. Consciencia, date cuenta de que todo lo que hay y/o acontece para ti, siempre está absolutamente condicionado y/o dependiendo de que estés tú y de aquello que estés considerándote tú; la ilusión de tú existencia y la ilusión de la existencia de la identidad de cada una de tus percepciones y experiencias está siendo creada a partir de tu propia identificación. Sin excepción, todo aquello -incluidos todos los ser-es y/o todas las manifestaciones de ser posibles- que parece ser la existencia de algo, y, por tanto, diferente y separado del resto de tu propia percepción, sólo en SER (todo-nada) está consistiendo. Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto tú crees protagonizar, vivir y/o experimentar a través de cualquier identidad, siempre está siendo creado a partir de la identificación con la apariencia de tu particularidad. Nada hay a lo que apegarse y nadie hay que a algo pueda apegarse; en la inexistencia absoluta de cualquier haber consiste SER. He leído por ahí algo que dice: "Si ves a Buda, mátalo…" -Ahora yo digo: ¡Y si te ves a ti protagonizando y/o presente en algún pensamiento, acto, emoción, situación, experiencia, deseo, temor, esperanza, etc., ignórate por completo! Date cuenta de que cuando tú no eres tú, entonces no ser tu está siendo todo a la vez, y, por tanto, nada siendo algo determinado. Date cuenta y reconoce que ser tú no consiste en ser algo ni en ser alguien, sino en estar siendo todas las infinitas posibilidades de ser a la vez sin estar siendo ninguna posibilidad determinada de ser. Date cuenta de que precisamente porque Ser no consiste en ser algo, todo está consistiendo siempre en Ser, y que, por tanto, que más allá del mundo ilusorio de tu aparente identidad personal (identificación), nada hay que hacer, temer, sanar, perdonar, buscar, encontrar. He ahí que “amar” estaría consistiendo en causa y efecto de que nada esté siendo la existencia ni el acontecer de algo para alguien, por tanto, que más allá de la percepción de cualquier apariencia o significado, amar (ser sin identidad ni voluntad), está siendo siempre.  Octubre-18

181/2018 -En el mundo ilusorio de la percepción de la existencia de seres, de cosas, y de todo tipo de acontecimientos, generalmente, ante circunstancias que están juzgándose y/o considerándose adversas y/o complicadas, muchas veces acostumbra a  decirse que “todo tiene su parte positiva…”. Sin embargo, date cuenta de que, puesto que más allá del fenómeno de la percepción egoica nada está siendo el ser ni el acontecer de algo determinado, tampoco nada puede tener una parte positiva ni una parte negativa, sino que, precisamente porque nada está siendo algo, tú -consciencia identificada-, puedes  decidir qué percibes, tú puedes elegir el significado de aquello que has elegido percibir y también tú puedes escoger qué sentir y la manera de reaccionar. ¿Comprendes mejora ahora en qué consiste tu poder creador (en el sentido que tú elijas), y que, paradójicamente, ese poder emana de la VACUIDAD ABSOLUTA, esto es, de que, trascendiendo la apariencia, todas las posibilidades consisten en SER DIVINIDAD? Sin la identificación con tu aparente haber y/o con tu aparente ser identificado, tampoco hay el bien ni el mal -ni cualquier otro concepto- que pueda haber para ti y/o que tú puedas determinar. Y, date cuenta de que exactamente igual ocurre respecto al famoso refrán que dice que “no hay un mal que por un bien no venga…” Cuando ser no estuviera considerándose que consiste en la posibilidad de estar siendo tú, ni de estar siendo ninguna otra posibilidad concreta de ser algo, ¿que bien ni que mal podría percibirse siendo algo que le acontece a alguien por algo y para algo? Más allá de una simple percepción egoica creada por la identificación con tu particularidad, nada hay nunca que esté siendo un bien, un mal, ni alguna otra posibilidad de ser algo. ¿Acaso no eres tú -consciencia identificada-, la que determina la naturaleza de tus percepciones, y nunca ese dogmático poder divino ni esas hipotéticas leyes supremas, que habitualmente utilizas para eludir tus responsabilidades y justificar tu victimismo? Date cuenta de que ser tú no puede separarse de todo aquello (infinito) que para ti pueda consistir en el ser de algo, sino que, en el mismo NO ESTAR SIENDO ALGO (ser divinidad) están consistiendo (a la vez y sin separación) absolutamente todas las posibilidades de ser.  (sigue…) Octubre-18

182/2018 (continúa…) -Ser divinidad significa que nada está siendo un ser ni el ser de algo, de ahí que incluso en el ámbito ilusorio de la identificación consciencial pueda intuirse que ser divinidad supone infinitud, no-división, no-separación, no-dualidad, no-carencia, omnipresencia, universalidad, simultaneidad, instantaneidad. Consciencia identificada, date cuenta de que la percepción de algo no demuestra ni la existencia del objeto percibido ni la existencia del sujeto perceptor. Tu percepción de la existencia del bien y de la existencia del mal no demuestra la existencia del bien ni la existencia de mal y tampoco tu existencia. Tus percepciones, y también los significados que tú puedas asignarles, están siendo permanentemente creadas por los mismos condicionantes -absolutamente ilusorios- que están creando la percepción de tu propia existencia. La existencia del bien y del mal, igual que la necesidad de que tenga algún sentido y/o finalidad todo aquello que tú percibes como si estuviera consistiendo en la existencia y/o el acontecer de algo, no deja de consistir en la percepción de simples y vulgares “dogmas conceptuales”. ¡Ser divinidad no necesita de la existencia del bien ni del mal ni de la posibilidad de que algo deba tener algún sentido que tú puedas comprender; ser divinidad no necesita de la existencia de todo aquello que necesita la percepción egoica de ser divinidad! Cuando se trata de asignarle a alguien la etiqueta de ser un perceptor optimista o de ser un perceptor pesimista, es decir, de tratarse de un personaje que acostumbra a atribuirle a sus percepciones un signo y/o un significado positivo o negativo, uno de los recursos más utilizados consiste en preguntar si “percibe” la botella medio llena o medio vacía. He ahí que el signo de la percepción estará determinando el signo de la existencia y de las experiencias del supuesto perceptor. Consciencia identificada, date cuenta de que percibirte a ti siendo tú y/o siendo un ser, ha estado consistiendo siempre en la fuerza creadora de absolutamente todas tus percepciones y experiencias, por tanto, que sin excepción e independientemente del signo, de los juicios, de los significados, de los valores, de las expectativas, etc., que puedas atribuirles, nada estará siendo eso ni siendo de ninguna manera de ser algo. Elijas la percepción que elijas, ser divinidad (ser, sin ser algo) será lo único que siempre estará siendo. Nada hay siendo tú ni siendo algo que esté siendo de alguna manera de ser; nada hay que no esté consistiendo en ser divinidad, de ahí que SER DIVINIDAD ES aquello que tú percibes e interpretas como si estuviera consistiendo en tu existencia y en la existencia del resto de tus percepciones.  Octubre-18

183/2018 -Ser divinidad significa que nada hay siendo algo, por tanto, ser divinidad significa que no hay “la esencia de algo” y que tampoco hay “la apariencia de algo”. Ser divinidad significa que no hay materia, que no hay mente y que tampoco hay espíritu. Ser divinidad significa que nada hay que sea ni que signifique algo, y que, consecuentemente, todo aquello que pueda tener algún significado para la consciencia de alguien y/o para alguna consciencia, precisamente eso estará consistiendo en ser divinidad. ¿Comprendes mejor ahora que nunca hubo culpa ni culpables? Ser divinidad está siendo por igual todas las percepciones y experiencias que “para ti” pueda significar existencia de bondad o de maldad, existencia de belleza o de fealdad, existencia de creación o destrucción, existencia de paz o de violencia, existencia de dicha o de sufrimiento, existencia de abundancia o de carencia, existencia de salud o de enfermedad, existencia de vida o de muerte. Ser divinidad significa que nada está siendo todo aquello que tú percibas siendo algo y/o siendo de alguna manera. He ahí que, paradójicamente, ser divinidad, es decir, ser-nada y/o nada-ser, está consistiendo siempre en estar siendo siempre todas aquellas posibilidades que tú -consciencia identificada con un ser determinado-, percibes e interpretas como si estuviera consistiendo en ser la existencia y/o el suceder de algo. ¡Al principio todo consistía en ESTAR SIENDO NADA y en ESTAR SIENDO NADA continúa consistiendo todo! Ser divinidad equivale a la ausencia absoluta de cualquier presencia, de cualquier consciencia, de cualquier voluntad, de cualquier ser. Date cuenta de que la percepción de ser tú,  y la percepción de ser todo eso que tú crees que has vivido alguna vez, eso siempre ha estado consistiendo en SER y sólo en SER, sin que nada haya estado siendo algo nunca. Consciencia, date cuenta de que todo cuanto tú percibes, identificas y experimentas consistiendo en ser/acontecer algo, siempre está siendo percibido, identificado y experimentado a través de la percepción, la identificación y la experimentación de tu propio ser algo y/o de ti siendo tú. Paradójicamente, Ser nada en el reino que no es de este mundo consiste en todo lo que parece ser algo en el universo de la percepción egoica y/o de la percepción de ti consistiendo en ser algo (ser un ser en lugar de solo ser).  Octubre-18

184/2018 -Leo: ”No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se Es.” -He ahí un ejemplo magistral del efecto de la percepción egoica y/o de la percepción identificada. Nadie puede comenzar a ser -y tampoco dejar de ser- lo que ES, porque nadie hay siendo alguien y/o porque SER (nada determinado) es lo único que está siendo siempre. ¿Puede dejarse de ser aquello que se Es y/o se puede comenzar a ser aquello que se ES y/o se puede ser algo distinto a lo que Es? No, porque Ser no consiste en el significado que tú -consciencia identificada- estás determinando. Entonces, ¿alivio para quién? He ahí que SER significa no ser algo y/o ausencia absoluta de algo, por tanto, ser no tiene ni necesita tener significado. Percibirse siendo algo y/o siendo un ser no deja de consistir en una creación imaginaria y/o en el fruto de una vulgar especulación mental, es decir, siendo nada lo percibido. He ahí que la percepción de ser uno y/o de ser todo-uno, debería traducirse por “todo-nada estar siendo” y/o en estar siendo todas las posibilidades simultánea e instantáneamente, sin ser algo. ¡No hay dualidad porque nada hay siendo un ser y/o el ser de algo! Consciencia identificada, date cuenta de que eso que crees estar siendo tú y tu existencia, no consiste en estar siendo eso, sino en estar siendo absoluta divinidad, es decir, estar siendo sin que algo esté siendo un ser ni el ser de algo. ¿En qué consiste ser divinidad? -En nada ser. Date cuenta de que nada ser no significa no-ser, sino no ser algo y/o no ser “un” ser, por tanto, no ser tú ni ser algo que para ti signifique ser algo. Date cuenta de que la trascendencia de la existencia de las emociones tampoco tienen razón de ser y/o que también están basadas en creencias e ilusiones absolutamente egoicas. Las emociones personales pertenecen a la identificación consciencial con el yo que cree estar experimentándolas, de ahí que siempre respondan a las creencias predominantes en cada personaje. ¡Tú sientes las emociones que la creencia en ti está creando, de ahí que sólo tuya estará siendo la autoría, la responsabilidad de tu sentir y la capacidad para elegir otro sentir distinto! Las supuestas percepciones del alma son percepciones tan egoicas como cualquier otra percepción de algo. He ahí que, paradójicamente, la autoestima, la autoayuda, la superación personal,  etc.,  está reforzando la identificación con la existencia de la percepción de aquello mismo que está generando la necesidad de todas esas aparentes necesidades de algo por parte de alguien; pero date cuenta también de que esas elecciones (al margen de cualquier juicio o significado) nunca dejan de consistir en ser divinidad.  Octubre-18

185/2018 -Consciencia identificada (tú que crees ser la entidad y/o la identidad personal que está leyendo estas palabras), date cuenta de que, igual que observando los frutos que estuvieras recogiendo en tu huerto podrías “recordar y/o hacerte consciente” de aquello que tú hubieras olvidado que tú habías sembrado, así también, observando qué tratas de sanar-curar conscientemente en tu vida, qué tratas de perdonarte conscientemente en tu vida, qué tratas de cambiar conscientemente en tu vida, qué tratas de encontrar conscientemente en tu vida, qué tratas de alcanzar conscientemente en tu vida (que tratas de ser y de hacer conscientemente en tu vida), conocerás exactamente “qué creencias, patrones mentales y/o identificaciones inconscientes” están creando todos esos pensamientos, sentimientos, actos, actitudes, reacciones, percepciones y experiencias; conocerás exactamente todo eso que, por creer que tú eres tú, tú también crees que eso está siendo algo, y además algo tuyo. Date cuenta de que aquello que tratas de sanar, cambiar, conseguir…, “conscientemente”, se debe a la “creencia inconsciente” de que eso que tú tratas de sanar, cambiar, conseguir, etc., existe y/o sucede realmente…, y que no te atreves a negar su existencia porque entonces también tendrías que reconocer que tampoco existes tú. He ahí que igual que el reflejo de un concepto también está reflejando el opuesto del concepto reflejado, cada detalle de tu personaje consciente siempre estará actuando a modo de “espejo de tu personaje inconsciente”. La enfermedad consciente que trates de sanar estará consistiendo en la percepción de la creencia inconsciente de tu existencia y de la existencia de eso que tú crees experimentar. He ahí que la psicología y/o las diferentes terapias no pueden curarte de “aquello” que tú -consciencia identificada- estás creando, percibiendo y/o experimentando que estás siendo tú y/o que está sucediéndote, sino ayudarte a que te des cuenta y/o te hagas consciente de que “nada de eso existe” más allá del fenómeno de tu percepción de la existencia de eso y de las causas que pueden estar originándolo. ¿Tendrás la fe  (no la fe mística o religiosa) suficiente para darte cuenta de eso y permitirte asumir que ninguna percepción estará consistiendo en la existencia de algo distinto a nada estar siendo?  Octubre-18

186/2018 -Si perdonar pudiera consistir en algo, entonces perdonar consistiría en darse cuenta y aceptar conscientemente que, puesto que no hay culpa ni culpables, tampoco hay nada que perdonar ni alguien que pueda ser perdonado. Date cuenta de que fuera de la creencia en tu existencia (percepción egoica) no hay nada de lo que culpar y tampoco necesidad de perdón. ¡Porque tú nunca has sido tú, fuera de esa ilusión tú no eres culpable de haber nacido y tampoco merecedor de aquello que tú también pudieras creer que alguna vez hayas hecho bien ni hecho mal! Más allá del ámbito ilusorio de la percepción egoica y/o de la identificación consciencial, no hay culpa ni culpables, no hay inocencia ni inocentes, no hay dualidad ni opuestos, no hay ser o no ser, no hay tu ser ni tus circunstancias. ¿Comprendes mejor ahora aquello de que no hay un número determinado de veces  que perdonar, es decir, que deberías perdonar “siempre” que veas algún rastro de culpabilidad, porque “nunca” existirá culpa fuera de su percepción? ¿Comprendes mejor ahora que perdonar no consiste en justificar y dejar pasar la culpa, sino en ver que más allá de la percepción egoica de tu propia existencia verdaderamente no hay culpa ni culpable…, y tampoco actos ni actores? ¿Comprendes mejor ahora que toda la culpa y la necesidad de perdón que veas, sientas, experimentes, etc., está creándola la percepción egoica de ti mismo, esto es, la creencia de que tú eres tú (ilusión original) y que ser tú consiste en ser algo determinado, diferente y separado del resto de tus percepciones? Flagelaciones, mortificaciones, sacrificios, represiones, castigos, ayunos, expiaciones, confesiones, penitencias, promesas, retiros, beatificaciones, santificaciones, templos, ceremonias, jerarquías… ¡Nada entendieron, y en esa política continúan!  Consciencia identificada, date cuenta de que no hay la existencia de amigos ni de enemigos de alguien porque más allá de la ilusión de tu propia percepción tampoco existes tú. Date cuenta de que amar al prójimo comienza y consiste en no verte a ti siendo tú. Date cuenta de que no existen límites, y, por tanto, que tampoco existen aquello que pueda percibirse limitado, determinado, convertido en la existencia y/o en el suceder de alguna cosa. “Ser o no ser, he ahí el dilema” -suele expresarse-, sin embargo, date cuenta de que nunca hubo dilema alguno, pues salvo desde la percepción egoica de la identificación con tu aparente ser, no hay dos opciones y tampoco hay una opción.  Octubre-18

187/2018 Ser, no consiste en ser algo, de ahí que, paradójicamente, todo Es, a la vez que nada está siendo algo. Consciencia identificada, date cuenta de que la percepción de ser tú no consiste en ser tú ni significa que tú seas algo distinto a sólo ser. Date cuenta de que si ser tú fuera algo posible, entonces ser tú estaría consistiendo en estar siendo -simultáneamente, inseparablemente y en el mismo instante- absolutamente todas las posibilidades de estar siendo, pero sin que nunca alguna de ellas dejara de NADA SER. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que nada tenga sentido cuando está siendo percibido desde la percepción de ti, como si ser tú consistiera en ser la existencia de una posibilidad determinada, y, por tanto, diferenciada, discriminada, separada? Si ser tú tuviera algún significado (que no lo tiene), entonces ser tú significaría algo así como estar siendo a la vez todo aquello que universalmente estuviera siendo/aconteciendo en cada instante. Si ser tú tuviera algún significado (que nunca lo ha tenido y nunca lo tendrá), entonces ser tú significaría que tú estás siendo -a la vez y sin separación posible- toda la creación y toda la destrucción, toda la paz y toda la violencia, todo el amor y todo el odio, todo el deseo y todo el miedo, toda la dicha y todo el sufrimiento…, que pueda estar existiendo/aconteciendo en cada instante y en todo el universo. Si ser tú tuviera algún significado, date cuenta de que jamás sería el que tú pudieras darle, pues, independientemente de cualquier decisión y experiencia egoica al respecto, ser tú nunca consistirá en ser algo ni en ser una parte de algo. Date cuenta de que ser tú jamás ha consistido en ser eso -ni lo positivo ni lo negativo- que tú hayas podido interpretar ni vivir alguna vez. No hay “un ser”, por tanto, tampoco hay distintos “seres”. ¡Ser, no consiste en ser un ser, sino en absoluta vacuidad y/o ausencia absoluta de limitaciones, condiciones, dimensiones, cualidades y cualquier posibilidad de determinación. Percibirse siendo la identidad de un ser (origen de la percepción egoica) únicamente consiste en el efecto de la identificación consciencial con la percepción de la existencia de una posibilidad de estar siendo algo determinado, de ahí que la existencia del resto de los seres y de los acontecimientos tampoco están siendo existencias determinadas relacionándose y/o conectadas entre si. ¿Cómo puede algo existir sin ser? -me plantean. -Ser, no consiste en ser algo -respondo. ¿Entonces en qué consiste? -Simplemente, puesto que ser no consiste en ser algo, no hay algo en lo que ser consista. He ahí que ser tú y ser todo aquello que alguna vez tú hubieras pensado, sentido, experimentado, hecho, etc., como si estuviera consistiendo en ser algo, justamente eso, unido a todas las posibilidades de ser algo que quieran añadirse, está consistiendo en SER NADA. Octubre-18

188/2018 -Consciencia, date cuente de que tú no eres ni tienes un cuerpo, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que tú no eres ni tienes una mente, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que tú no eres ni tienes un alma, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que tú no eres ni tienes un espíritu, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que tú no tienes una existencia, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que tú no eres la existencia de algo distinto y separado del resto de las existencias, sino que estás identificada con esa percepción. Date cuenta de que, porque SER no consiste en ser algo, ser tú tampoco significa ser conciencia. ¡Nada Es algo, por tanto, nada falta nunca por ser ni suceder! No hay vida manifestada; eso que supuestamente está percibiéndose e interpretándose (desde los patrones de la identificación consciencial con la existencia de la vida manifestada) como si consistiera en vida manifestada, eso también es Ser, sin que nada esté siendo algo.  -¿Y quién dice esto? -Nada está siendo dicho; sólo Ser está siendo.  Ser, es lo único que está siendo todas las posibilidades de ser percibido siendo la existencia de algo, por tanto, sobran los juicios, los prejuicios, las preocupaciones, las expectativas, las luchas, las búsquedas, los sacrificios, los miedos, las culpabilidades, las fiestas… y todo el teatro que quiera montarse al rededor de cualquier percepción egoica de SER. Consciencia identificada, recuerda que, precisamente porque más allá de la apariencia de cualquier identificación, nada está siendo algo distinto a sólo Ser, tú puedes elegir y/o crear qué ver, qué hacer, qué sentir, de qué manera reaccionar, etc., por tanto, asume también el poder de elegir de manera que tu elección no te produzca malestar; pero además, date cuenta de que si en algún momento no consigues cambiar esa percepción que tú estas creando, recuerda que aquello que estés percibiendo, siempre y sin excepción también estará consistiendo en ser divinidad y/o en NADA determinado estar siendo. ¿Comprendes mejor ahora que, porque nada hay siendo algo, fuera del universo de la percepción egoica y/o de la identificación con tu existencia nada necesita ser aceptado ni rechazado, porque únicamente en SER estará consistiendo?   Octubre-18

189/2018 -He ahí que no te sientes feliz porque “crees” que no te sientes feliz y crees que no te sientes feliz porque crees que necesitas sentirte feliz y crees que necesitas sentirte feliz porque crees que tú eres tú y que ser tú consiste y/o significa ser algo que puede y que necesita sentirse feliz. Consciencia identificada (tú que crees ser tú), date cuenta de que todo aquello que alguna vez hayas creído que estaba siendo algo erróneo y/o negativo ha estado siendo siempre igual de perfecto que todo aquello que alguna vez hayas creído que estaba siendo algo acertado y/o positivo. ¡Nada es eso que, comenzando por ti, tú creas que está siendo algo! Consciencia identificada (tú que estás haciéndote pasar por la persona que cree ser el lector de estas palabras y el sujeto protagonista de eso que considera que está siendo su vida), date cuenta de que tú estás creando la percepción de la existencia de eso que sientes y/o experimentas debido a la identificación inconsciente con aquello que estaría justificándolo, es decir, con la creencia de que tú seas tú y/o de que algo este siendo eso que alguna vez pudieras percibir siendo algo distinto a sólo SER. Recuerda, sólo tú decides qué percibir, la manera de percibirlo, qué sentir al respecto y la forma de reaccionar, pues ser divinidad consiste en eso que tú consideras que consiste en ser tú, y, por tanto, en NADA SER.  Me dicen:  "A veces me pregunto quién escribe, quién piensa, quién siente, quién hace, quién experimenta…” A ello podría añadirse, ¿quién se pregunta a sí mismo quién soy, de dónde vengo, para qué estoy aquí y a dónde voy?  -Pero,  ¿quién pregunta por quién y a quién se lo estaría preguntando?  En efecto, nadie está siendo el hacedor y/o el protagonista de algo fuera del ámbito imaginario de la identificación consciencial con la existencia de un yo y/o de un ser particular. He ahí que las grandes cuestiones trascendentales que, “conscientemente” la humanidad (en su mundo de fantasía) llevaría planteándose en desde el principio de los tiempos, únicamente responden a la “identificación inconsciente” con la supuesta existencia del supuesto autor de dichas cuestiones. Plantearse “conscientemente” quién soy yo…, evidencia la identificación con la “creencia inconsciente” de que yo soy eso que se pregunta a sí mismo por sí mismo.  Tú decides todo siempre, pues ser tú no consiste en ser tú, sino que ser tú consiste en ser divinidad. Si ser tú consistiera en ser tú, entonces tú no tendrías la posibilidad de elegir el ritmo de ni una sola de tus respiraciones.  Date cuenta de que si puedes elegir se debe a que eres divinidad, es decir, todas las posibilidades a la vez en el mismo instante, sin ser ninguna de ellas. Ser nada y/o ser divinidad está siendo todo aquello que, percibido y experimentado desde la identificación consciencial con la existencia de un yo, parece que está siendo eso que percibe cada yo.  ¿Comprendes mejor ahora tu intrascendencia y la intrascendencia de todo lo tuyo? Octubre-18

190/2018 -Observa aquello qué percibes, sientes, experimentas y date cuenta de que “eso” nunca podrás cambiarlo, pues eso nada está siendo más allá de tu percepción y del significado que tú -consciencia identificada con la hipótesis de que tu seas “un” estar siendo un ser particular- puedas asignarle; sin embargo, date cuenta de que tú siempre puedes cambiar tu percepción, tu sentir, tu juicio y todo aquellas ilusiones que tú estás creando con la creencia en ti. He ahí -consciencia identificada- que la existencia de tu mundo es la existencia de un mundo ilusorio debido a que tú eres y/o tú consistes en ser “un ser” ilusorio; la ilusión, maya, el sueño, etc., no consiste en ser, sino en percibirse siendo un ser, siendo un algo y/o consistiendo en ser un alguien. Consciencia identificada, date cuenta de que no hay diferencia ni separación posible entre aquello que “tú” consideras que eres, tú consideras que piensas, tú consideras que sientes, tú consideras que haces, tú consideras que experimentas, etc., y aquello otro que “también tú” consideras que no eres, que no piensas, que no sientes, que no haces, que no vives. He visto un video en el que se comenta la tendencia general a “buscar fuera” (mediante todo tipo de actividades, de actitudes, de prácticas, de lecturas, etc.,) aquello que únicamente “se encuentra dentro” de uno mismo. Aunque contradiga la consciencia que, a ese respecto, manifiestan reconocidos autores (consciencias identificadas), date cuenta de que “no debes buscar fuera ni esperar que te llegue de fuera” aquello que llevas toda la vida buscando, persiguiendo y/o esperando alcanzar; pero “tampoco debes buscarlo dentro” ni esperar encontrarlo dentro. Date cuenta de que no hay ninguna diferencia entre “buscar dentro de ti y buscar fuera de ti”, pues en ambos casos la supuesta búsqueda estaría siendo realizada desde la identificación con la existencia de una identidad egoica, de un ser egoico, de un yo egoico,  etc., es decir, por la consciencia identificada con “una forma egoica” que está percibiéndose, considerándose, significándose, juzgándose…, una parte de algo, una parte distinta, una parte separada, una parte carente, una parte protagonista, una parte necesitada. Date cuenta de que buscar fuera de ti y buscar dentro de ti refuerza por igual la creencia de la existencia de un buscador (tú) y la creencia de la existencia de aquello que ese buscador necesita encontrar; la búsqueda refuerza la identificación con aquello que está creándola: la falacia de que SER consiste en ser algo, y, con ello, instala el comercio de la espiritualidad en el centro del templo de la divinidad. Octubre-18

191/2018 -No es cierto que lo que hay en tu interior se refleja en tu exterior salvo que esté tratándose de las creencias de que hay alguien y de que hay algo dentro y/o fuera de alguien. Ser, significa que nada está siendo algo, de ahí que nada tenga significado. Ser, significa que nada está siendo “un ser” ni el ser de algo, por tanto, que en el reino de SER -que incluye el mundo de percepción y de la identificación-, nada necesita hacerse ni buscarse y tampoco nada necesita dejar de hacerse ni dejar de buscarse. He ahí que la percepción de algoidad, de dualidad, de diferencias, de separación, de atributos, etc., unicamente es posible en aquella consciencia que las cree posibles esas existencias, es decir, en aquella consciencia identificada con su propia particularidad.
He ahí que, puesto que tú no fuiste creado nunca, tú tampoco tienes nada que hacer, nada que expiar, nada que aprender y nada que temer. He ahí que, puesto que tú no fuiste creado nunca, tampoco nunca cometiste error ni acierto alguno, por tanto, que, puesto que nunca has sido algo ni has hecho algo, todo lo que crees que has hecho, todo lo que crees que estás haciendo y también todo lo que creas que pudieras hacer alguna vez, -sin excepción ni separación posible-, únicamente en “ser nada y/o en ser divinidad” estará consistiendo. Date cuenta de que más allá de la ilusión de la creencia en la existencia de “tu ser particularizado y/o identificado”, no hay ninguna diferencia entre aquello de lo que más te arrepientas y aquello de lo que más satisfecho puedas sentirte. ¿Será que, porque estás percibiéndote siendo tú algo distinto a ser divinidad, tú tampoco puedas percibir siendo divinidad el resto de tus percepciones? Date cuenta de que ser tú y ser todo aquello con lo que tú puedas identificarte (pensamientos, emociones, cualidades, trabajo, familia, relaciones, acontecimientos, materialismo, espiritualidad…) todo eso unido y sin posibilidad de separación, está consistiendo en Ser divinidad.  Octubre-18

192/2018 -Ser tú no consiste en ser tú ni significa que tú seas tú, por tanto, date cuenta de que tú tampoco eres un cuerpo, tú tampoco eres una mente, tú tampoco eres un alma, tú tampoco eres un espíritu, tú tampoco eres energía, tú tampoco eres vibración, tú tampoco  eres tus cualidades, tú tampoco eres tus defectos, tú tampoco eres tus circunstancias, tú tampoco eres tu tiempo, tú tampoco eres tus experiencias, tú tampoco  eres tu presente, tú tampoco eres tus expectativas. Consciencia identificada (tú que crees ser el lector de estas palabras), date cuenta de que igual que “saber que nada se sabe” ya supone estar creyéndose el sabedor de algo, también ser "la nada" ya supondría estar suponiéndose un ser siendo algo y/o siendo la nada. ¡Ser, significa que nada está siendo algo, de ahí que nada tenga el significado que tú puedas asignarle y tampoco ningún otro! No te juzgues y verás que los demás tampoco están juzgándote. No te culpes y verás que los demás tampoco están culpándote. No te castigues y verás que los demás tampoco están castigándote. No te humilles y verás que los demás tampoco están humillándote. Ama que nada esté siento tu ser y verás que todo está amándote y siendo amado por ti. Paradójicamente, aquello que en el universo de la percepción egoica (tú, tu vida y tu mundo) parece consistir en estar  siendo la existencia y/o el acontecer de algo (identificación), “el reino de la divinidad consiste en nada estar siendo.” Ser divinidad (estar siendo todo a la vez sin que nada esté siendo algo, y, por tanto, sin separación posible) es lo único que está siendo todo aquello que pudiera percibirse a través de los patrones de la consciencia identificada con la existencia de un perceptor. ¡No hay percepción ni experiencia personal que únicamente en ser divinidad no esté consistiendo! -”…cada uno se identifica con su propio sistema de pensamiento, y todo sistema de pensamiento se centra en lo que uno cree ser…” (UCDM). He ahí que si eliges ver dramas, exactamente en eso consistirá Ser divinidad, y que si eliges la percepción de cualquier otra posibilidad, justamente en eso también estará consistiendo en Ser divinidad. Consciencia identificada, date cuenta de que ser tú y ser todo eso que tú percibes siendo amor, violencia, felicidad, sufrimiento, salud, enfermedad, abundancia, carencia, vida, muerte…, exactamente eso es Ser divinidad. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que más allá del horizonte de la percepción egoica nunca algo pueda estar bien ni estar mal?  Octubre-18

193/2018 -Eres divinidad, por tanto, nada determinado, por tanto, nada de aquello que puedas verte siendo, percibiendo, pensando, sintiendo, haciendo, experimentando, protagonizando, etc. Date cuenta de que no ves y experimentas eso que crees que ves y que vives, sino que, reflejando creencias, patrones e informaciones egoicas e ilusorias (yo soy yo), interpretas que eso es eso que tú ves, sientes, vives. Y luego vas y te apegas a eso, y luego vas y lo defiendes eso, y luego vas y sufres por eso, y luego vas y te lamentas de eso, y luego vas y pides ver diferente y cambiar aquello que tú mism@ (la identidad identificada que crees ser) estás creando con tu manera de percibirte y de juzgarte. La incertidumbre de la vida sólo existe en la incertidumbre de la identificación con la percepción de que la vida es la vida y de que ser la vida consiste en ser algo para el ser de alguien (tú). La identificación con la existencia de tu ser no sólo crea el sentimiento de incertidumbre de la vida, sino todos los sentimientos que tú puedas creer que sientes tú. Ser, nada algo y/o divinidad, es lo único que siempre está habiendo y/o sucediendo; nada hay siendo “un ser” ni el ser de algo. Date cuenta de que todos tus interrogantes, todas tus dudas, todas tus expectativas y también todas tus posibles certezas parten de la identificación con la convicción inconsciente e indemostrable de que existe algo limitado (tú) que, por percibirse así mism@ siendo “un ser”, también inconscientemente siente la imperiosa necesidad de buscar y conocer la manera de trascender la apariencia de sus limites, es decir, de trascender la percepción egoica de la existencia de “un” sí mism@. ¡Nada está siendo “un ser”; todo, sin excepción ni separación, consiste en SER! Todo ES el estar siendo de nada siendo algo, por tanto, todas las posibilidades de ser algo están consistiendo en que nada sea lo único que esté siendo. He ahí que tú, que  vives preguntándote quién soy yo, también vives pretendiendo que Ser divinidad sea exactamente eso que tú crees que tiene que consistir en Ser divinidad; pero date cuenta de que esa batalla tampoco la ganaras nunca.  Octubre-18

194/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que si Ser no consiste en ser algo, entonces ser tú consiste en nada estar siendo. Date cuenta de que si ser tú no consiste en ser algo, entonces Ser está consistiendo en estar siendo todas las posibilidades a la vez, sin que ninguna pueda ser algo unido ni separado de otro algo.  El principio y el final de algo no existe fuera de la percepción egoica y/o de la percepción discriminatoria de SER. He ahí que tu capacidad para crear y para valorar el resto de tus supuestas cualidades y carencias procede de tu naturaleza imaginaria. ¡Ser, sin que nada esté siendo algo, consiste en ser tú y en ser todo eso que tú consideres que es una forma de existencia! Consciencia identificada, date cuenta de que por mucho que tú creas ser la existencia de una posibilidad de ser, y te percibas y te experimentes siendo la existencia de una posibilidad determinada de ser, nada es lo único que permanece siendo siempre y que nunca algo permanece siendo. He ahí que absolutamente todo aquello que alguna vez pudiera suceder, y que absolutamente todo aquello que alguna vez sucedió, y absolutamente  todo aquello que ahora mismo pueda estar sucediendo, únicamente consiste en SER y sólo en SER, por tanto, que -dejando de lado toda especulación- SER es lo único que siempre está siendo y/o sucediendo. ¿Comprendes mejor ahora la sinrazón y el sinsentido de todas tus inquietudes? Consciencia identificada, date cuenta de que eso que tú sueles identificar conscientemente (decir, pensar, sentir, experimentar, etc.,) como “ego” únicamente consiste en el efecto de la creencia y/o de la identificación inconsciente de que tú eres tú y también de que lo que no eres tú estará siendo eso que tú crees que está siendo eso. Nada hay siendo algo, de ahí que tu ser y todo aquello que tú puedas percibir e identificar siendo algo, Ser nada (ser sin la aparente identidad otorgada por la identificación consciencial), estará siendo. Tú y todo aquello que consista en ser la existencia y/o el acontecer de algo para ti… nada estará siendo más allá de una simple e intrascendente percepción egoica de SER, por tanto, siempre algo ilusorio, victimista y patológico. He ahí que la renuncia al egoísmo no deja de consistir en una manifestación igual de egoica que cualquier otra, pues exige la identificación consciencial con la existencia del personaje que estuviera pretendiendo tal renuncia.  Octubre-18

195/2018  -La consciencia que cree ser un yo, y también el yo que cree ser la consciencia identificada con ese yo, siempre está consistiendo en la misma creencia inconsciente o el mismo patrón inconsciente, creador de la percepción de que algo está siendo algo, en lugar de que todas las posibilidades de ser alguna cosa únicamente estén consistiendo en sólo Ser. Consciencia identificada, date cuenta de que en lugar de continuar hablando, pensando, escribiendo, etc., de la encarnación de un yo, de la desencarnación de un yo y de la reencarnación repetida de la existencia de un yo absolutamente desconocido e imaginario, quizás debería profundizarse un poco más en el alcance de los conceptos de identificación y desidentificación. ¡La identificación consciencial y la desidentificación consciencial no obliga a que SER consista en estar siendo “un” algo ni que esté siendo “por un” algo ni que esté siendo “para un” algo! Todo ES, sin que nada sea algo; ser algo no deja de consistir en una simple percepción egoica, por tanto, nada es eso que nace, nada es eso que muere, y nada es eso que supuestamente pudiera volver a nacer y a morir una y otra vez. Sin que antes SER (nada determinado) por arte de magia (identificación consciencial) se convirtiera en la percepción de estar siendo la identidad de algo y/o de ser la existencia de algo, nada estaría percibiéndose siendo falso y tampoco nada estaría percibiéndose siendo verdadero, de ahí que la percepción de verdad, la percepción de falsedad y la percepción de cualquier otra posibilidad de que algo esté siendo la existencia y/o el acontecer de algo, siempre será ilusoria, egoica, imaginaria, discriminatoria. Hoy he escuchado decir: “…yo no creo en…, yo creo en lo que yo experimento…” -como si aquello que supuestamente está creyéndose y experimentándose por parte de alguien no estuviera consistiendo en el reflejo de la creencia en la existencia de “un” uno mismo y/o del personaje protagonista de su propia existencia… y como si aquello en lo que no estuviera creyéndose no fuera exactamente la misma creencia también.  Noviembre-18

196/2018 -Nada vives fuera de la creencia en tu existencia y/o que no esté consistiendo en un reflejo de la identificación con la aparente existencia de tu ser. Leo: “Todo lo que das, vuelve…” -He ahí que esa expresión demuestra la identificación con la posibilidad de que tú seas algo distinto a sólo ser, y, por tanto, que ello discurre dentro de un mundo ilusorio. Puesto que Ser no consiste en ser alguna posibilidad determinada: nada eres, nada das, nada vuelve, nada ganas, nada pierdes. Simultáneamente e instantáneamente todo sin excepción está consistiendo en el mismo estar siendo no estar siendo algo. ¡Ser tú y ser aquello que tú puedas dar, recibir, ganar, perder, pensar, sentir, hacer, vivir, etc., no son cosas distintas, sino SER la misma ninguna cosa! Nada esperes, nada busques, nada temas, pues, porque nada hay que consista en ser algo distinto a solo SER, todo está siendo siempre ya. Date cuenta de que no hay diferencia ni separación entre lo que tú identificas y experimentas como positivo y aquello otro que tú identificas y experimentas como negativo. En tu mundo, es decir, donde tú crees que tú eres un ser, todo es percibido siendo algo, por tanto, todo supuestamente diferenciado y separado del resto; sin embargo, observa que más allá de esa manera tuya de percibir y de comprender no hay diferencia ni separación entre eso que para ti consiste en ser egoísmo y eso que para ti consiste en ser altruismo. He ahí que todo aquello que tú creas ser y tú creas vivir está siendo creado por la identificación con la creencia de que tú eres tú y de que ser tú consiste en ser algo determinado. Date cuenta de que el denominador común de todas tus percepciones, experiencias y expectativas consiste en la creencia en ti y/o en la imposibilidad de tu particularidad. Vivir en la identificación con la creencia de que eres alguien determinado hace que también creas que necesitas vivir como si fueras alguien determinado. En una historia de ficción, sin excepción, todo es ficción. En una historia de ficción no hay diferencia entre la lucha a favor de algo, entre la lucha contra algo y/o entre cualquiera de los resultados de alguna lucha de alguien, pues todas las posibilidades continúan siendo ficción. Las luchas humanas únicamente discurren en la creencia de que el conflicto está justificado por algo y que puede solucionar algo más allá de la creencia que está originado todas esas fantasías. Noviembre-18

197/2018 -SER (nada-algo, nada un ser y/o divinidad) no puede elegirse, pues, únicamente SER está siendo. Salvo en la ficción de estar considerando que algo es real, no hay la posibilidad de elegir entre ser o no ser, pues, más allá de cualquier consideración, todas las elecciones posibles están consistiendo en SER y únicamente en SER. ¿Quién podría elegir entre ser o no ser, cuando ser y/o no ser estuviera consistiendo en la misma opción que también estuviera incluyendo a aquel personaje que supuestamente estuviera pretendiendo elegir algo? SER, no consiste en ser algo ni en dejar de ser algo, de ahí que SER tampoco esté sujeto a ninguna posibilidad de elección. ¡Ser, está consistiendo en estar siendo todas las posibilidades a la vez, sin que ninguna esté consistiendo en ser aquello que la identificación consciencial esté convirtiendo en la percepción de la existencia y/o del acontecer de algo! SER, no puede elegirse, ni rechazarse, ni cambiarse, ni evolucionar, ni comenzar, ni terminar; sin embargo, he ahí que, precisamente por eso, paradójicamente SER está permanentemente generando posibilidades ilusorias y transitorias de identificación y de elección entre posibilidades ilusorias y transitorias. La historia de ser tú, y de ser todo aquello que tú puedas creer que está consistiendo en ser la existencia de algo (tú, tu mundo y tu vida), únicamente es posible dentro del supuesto imaginario de que alguna vez algo esté consistiendo en ser algo. SER, nada o divinidad, es lo único que hay y/o que sucede, por tanto, date cuenta de que ser tú jamás consistirá en ser eso que tú puedas pensar, sentir ni experimentar. En el Reino de SER (el Reino que mencionaba Jesús y que está siendo aquí y ahora) nada que hacer, nada que buscar, nada que resolver, nada que expiar, nada que perdonar, nada que comprender. ¡Nada hay ni acontece que en SER no esté consistiendo! “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.” -reza el refrán. Y aunque SER pueda disfrazarse con la apariencia de infinitas formas, estados, emociones, ideas, significados, intenciones, expectativas, dimensiones, espiritualidad, etc., sólo SER (nada y/o divinidad) continuará estando siendo todas las posibilidades.  Noviembre-18

198/2018 -SER, consiste en que nada esté siendo algo, por tanto, que únicamente en SER esté consistiendo todo aparente ser algo. ¿Comprendes mejor ahora que salvo SER nada más ha estado siendo ni aconteciendo nunca? SER, significa que nada tiene significado, por tanto, que todo está significando SER y/o que todos los significados están describiendo el significado de SER. ¿Comprendes mejor ahora que en el “Reino de SER” no hay diferencia entre el significado de amor y el significado de odio, el significado de bien y el significado de mal, el significado de vida y el significado de muerte, etc., porque la percepción del amor y del odio, la percepción del bien y del mal, la percepción de la culpabilidad y del miedo, etc., únicamente pertenecen a tu mundo  (tú siendo tú) y/o al ámbito de la percepción ilusoria donde supuestamente algo estaría auto-considerándose la existencia de una identidad particular?  He ahí que ser dios y ser el diablo (el bien y el mal, el sufrimiento y la felicidad, la vida y la muerte, etc.,) no son dos seres distintos, sino el mismo ESTAR SIENDO NINGÚN SER, pero percibido egoicamente y/o identificativamente, discriminadamente, victimistamente, interesadamente. No hay dos seres, pero tampoco hay un ser; todo consiste en estar siendo el mismo ningún estar siendo determinado. No hay dualidad ni opuestos, no hay realidad ni ficción, no hay tiempo ni espacio, no hay onda ni partícula…, porque nunca ha habido ni habrá un haber. ¡Nunca hubo diferencia entre ser dios y ser el diablo, porque nunca hubo ni habrá “ser un haber” y/o ser el haber de algo! ¿Comprendes mejor ahora que no hay diferencia entre ser algo y suceder algo, pues únicamente NADA SER está siendo aquello que algo pueda parecer consistir en un estar siendo? He ahí que la percepción consciente de tu ser y del ser de tu mundo surge de la identificación inconsciente con la existencia y/o el ser de una supuesta algoidad. Nada puede percibirse ni experimentarse conscientemente siendo de una, de dos y/o de infinitas maneras distintas, sin que inconscientemente antes esté siendo percibido siendo ““un”” ser algo. Nada es irreal, pero tampoco real. Nada es bueno, pero tampoco malo. Nada es perfecto, pero tampoco imperfecto. ¡Todo ES, nada SER!  Noviembre-18

199/2018 -Leo: “Todas la cosas que realmente importan: la belleza, el amor, la creatividad, la diversión, y la paz interior, surgen más allá de la mente.” Sin embargo, desde mi punto de vista, esa expresión supone un ejemplo clarísimo de percepción egoica y/o discriminatoria, principal característica de la consciencia identificada con la posibilidad imaginaria de la existencia de “un” hipotético ser (tú). ¿A quién le importa realmente cosas como la belleza, el amor, la diversión y/o cualquier otra cosa…, y por qué, y para qué? En efecto, allí donde  esté dándose por veraz la existencia y/o la presencia de un personaje protagonista de algo (tú), siempre estará tratándose de una historia imaginaria, ficticia, interesada. Ser tú consiste en ser un ser ficticio, de ahí que todo cuanto puedas vivir tú también estará consistiendo en una simple percepción tuya. Sin la identificación consciencial de aquel para el que alguna cosa pueda tener alguna importancia o trascendencia, “nada está consistiendo en ser la existencia (ni verdadera ni falsa) de algo y tampoco el suceder de algo”. ¿Te das cuenta de que estas palabras están refiriéndose a aquello que, por no consistir en la existencia de algo, siempre está invisiblemente presente en la apariencia de tu existencia? Sin excepción, todo cuanto la mente identificada con la existencia de “un” ser determinado, pueda percibir e identificar, estará siendo creado por la mente perceptora e identificada con la percepción de su propia identidad. ¡Nada puede ser algo -ni de ninguna manera- para mi, sin que antes yo esté siendo yo para mi! Creer que tú eres tú está siendo el origen y la causa de absolutamente todo aquello -tanto lo positivo como lo negativo- que tú puedas vivir y de la manera exacta que puedas creer que estás viviéndolo. -Leo también: “Tu percepción de mi es un reflejo de ti.” Y leo además: “Estamos diseñados para ver en los demás aquello que no podemos ver en nosotros mismos.” Consciencia identificada (tú) date cuenta de qué manera cada una de tus supuestas percepciones demuestra que estás considerándote ser la existencia de algo diferenciado y separado de la existencia de otros algos, y también que el origen de eso y de todas los efectos que eso está generando (percepciones, reacciones, experiencias, etc.,), procede del simple fenómeno de estar creyéndote tú un algo, un ser, un yo, una identidad, es decir, de la creencia de que tú eres un ser y/o de que ser tú consiste en estar siendo un yo. Todo -sin excepción- aquello que tú percibes siendo algo se debe a que tú estás percibiéndote siendo algo, por tanto, todo cuanto percibes en otros, en el mundo, en la vida, etc., y todo lo que no llegas a percibir, NO ES UN REFLEJO DE TI, sino un reflejo de aquello que, consciente e inconscientemente, tú (consciencia identificada) estás considerando y/o creyendo ser!  Noviembre-18

200/2018 -SER, consiste en que nada esté siendo algo, de ahí que ser tú jamás estará consistiendo en que tú seas tú, y, por tanto, que ni la vida, ni tu yo superior, ni tus guías espirituales, ni los ancestros de tu árbol genealógico, etc., estarán haciendo absolutamente nada para que tú aprendas algo, sanes algo, perdones algo ni logres algo de eso que, en la ficción de tu existencia, otros personajes puedan estar vendiéndote. Date cuenta de que elegir vivir como si SER estuviera consistiendo en ser tú, no evita que ser tú deje de consistir en sólo SER. Date cuenta de que el exterior y/o lo otro, no está siendo un reflejo de tu interior y/o de ti, porque tú no eres tú y/o porque ser tú jamás consistirá en algo determinado siendo la existencia ni el acontecer de algo determinado. ¿Te das cuenta de que todo cuanto tú creas vivir está siendo creado por la creencia en ti y/o por la creencia en la existencia de tu ser particular? ¿Te das cuenta de que todo cuanto tú creas vivir estará siendo utilizado para justificar la creencia en ti? ¡Nada eres y nada continuarás siendo más allá del escenario donde tus pensamientos, tus emociones, tus ideas, tus actos, tus reacciones, tus deseos, tus expectativas, tus experiencias y tus esperanzas, parecen ser algo! ¿Comprendes mejor ahora el motivo de que, porque SER NADA y/o SER DIVINIDAD es lo único que está siendo todo, SER no puede ser cambiado, pues aquello que aparentemente puede cambiarse continúa consistiendo en NADA SER? Ser, y sólo Ser, está siendo todo aquello que -independientemente del nombre, la forma, el color, el sabor, el sentimiento, el significado, la etiqueta, el juicio, el deseo, etc., que se le adjudique- pueda ser considerado como la existencia de algo para alguien. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que tu percepción de división, separación, unión, conexión, diferencias, particularidades, cualidades, etc., NADA SEA Y NADA SIGNIFIQUE fuera del mundo de la creencia en ti? Noviembre-18

201/2018 -¿Hay alguna manera de no identificarse? ¿Podemos prescindir de la percepción egoica y/o de la consciencia identificada? Date cuenta de que, porque SER consiste en que nada esté siendo algo determinado, nada de eso está siendo eso (nadie está identificado ni no identificado) más allá del espejismo y/o de la apariencia de esa ilusoria percepción o creencia. Date cuenta de que, puesto que no existe el personaje que supuestamente está planteando esas incógnitas, tampoco existen esas incógnitas ni la necesidad de que alguien las responda. ¿Comprendes que ser tú, y ser todo cuanto tú consideras que está constituyendo tu existencia, únicamente discurre dentro de una suposición? ¿Qué se pregunta quién soy yo, sino aquello que inconscientemente está dando por absolutamente cierto e incuestionable que está siendo “eso” que está preguntándose por sí mismo? ¿Qué se plantea si fue primero el huevo o la gallina,  sino aquello que previamente está asumiendo, como la percepción de algo real, la percepción de su existencia y de la existencia de los objetos de sus preguntas? ¿Se convierte en la evidencia de la existencia de un preguntador el planteamiento de una pregunta? No, salvo partiendo de la convicción contraria. Date cuenta de que no existe el personaje que supuestamente está planteándose esas preguntas y que, por tanto, ese personaje tampoco necesita hacer algo para conocer ni para cambiar algo, pues todo cuanto hiciera estaría siendo algo tan aparente e ilusorio como la existencia de ese personaje y de cada detalle de su historia. Igual que no hay la opción de elegir entre Ser o no Ser, tampoco hay la posibilidad de escoger entre identificarse o dejar de identificarse. Aquello que pudiera percibirse siendo algo, nunca estará siendo eso, ni cualquier otra cosa, más allá de la percepción de una simple posibilidad. La identificación consciencial tiene el poder de crear la percepción de la existencia de lo identificado, pero no el Ser de eso. He ahí que la afirmación del juicio de que “este mundo es ilusorio, que la vida es un sueño y/o que todo es maya” (igual que la afirmación de que todo es real), parte de la convicción y/o de la consciencia de estar dando por sentado que hay algo siendo “un ser algo determinado” que, a su vez, también está siendo de alguna manera determinada de ser eso. Paradójicamente, la propia consciencia no consiste en ser algo más allá de un conjunto de simples hipótesis.  (sigue…) Noviembre-18

202/2018 (continúa) -He ahí que “tener consciencia de ser” no significa Ser consciencia ni Ser eso de lo que pudiera tenerse consciencia, por tanto, que tú nunca has sido tú, y que tampoco será algo nada de aquello que tú creas y/o tengas consciencia que has vivido alguna vez, algo de aquello que tú creas y/o tengas consciencia que estás viviendo ahora y algo de aquello que tú creas y/o tengas consciencia que puedes llegar a vivir. SER, significa que “todo ES”, sin algo determinado estar siendo y/o NADA siendo siempre. He ahí la fuente de todas las paradojas y la respuesta a todas las incógnitas posibles: ¡SER, CONSISTE EN NADA ESTAR SIENDO! Date cuenta de que no hay tal cosa como la existencia de la conciencia, ni de la consciencia, ni de los opuestos de eso; date cuenta de que la consciencia de tu existencia y de todo cuanto pueda estar conformándola queda reducida a simples especulaciones mentales. ¿Comprendes mejor ahora que fuera del “mundo de la creencia en ti”, tú nunca has sido autor ni testigo de absolutamente nada de aquello que hayas podido creer haber pensado, haber sentido, haber hecho, haber experimentado, haber presenciado, ni haber deseado? ¿Comprendes mejor ahora que, porque en “el Reino de SER” no hay actos, no hay sucesos, no hay autores, no hay protagonistas…, fuera del supuesto e imaginario “mundo de la creencia en tu existencia particular”, tampoco hay culpables, ni hay necesidad de juicios eternos, de premios, de castigos, de paraísos, de reencarnaciones ni cualquier otra posibilidad de haber algo de eso que tú andas temiendo y/o persiguiendo? He ahí que allí donde estés tú únicamente estará tratándose del “mundo imaginario que estará siendo creando por la creencia en ti”. Porque SER no consiste en estar siendo tú ni estar siendo ninguna otra cosa, ¿comprendes mejor ahora  aquello de “Amarás y/o aceptarás SER (Nada y/o Divinidad) sobre amar y/o aceptar Ser cualquier otra cosa, y que amarás y/o aceptaras SER (Nada y/o Divinidad) tu percepción del prójimo igual que la percepción de ti mismo?”  He ahí que ser tú y ser todo cuanto tú puedas percibir siendo algo, siempre estará significando que NADA hay siendo tú y que NADA hay siendo aquello que tú puedas percibir siendo algo.  Noviembre-18

203/2018- ¡SER, CONSISTE EN NADA ESTAR SIENDO! Ser, nunca ha consistido ni consistirá jamás en que tú seas tú y tampoco en que algo este siendo algo. Consciencia identificada (tú), ¿comprendes mejor ahora la razón de que, “porque Ser consiste en nada estar siendo”, muchas veces a ti (Ser) te parezca que todo está al revés? ¿Comprendes mejor ahora la razón de que, “porque Ser consiste en nada estar siendo”, muchas veces para ti (Ser) nada parezca tener sentido? ¿Comprendes mejor ahora la razón de que, “porque Ser consiste en nada estar siendo”, muchas veces a ti (Ser) te parezca que no perteneces a este mundo? ¿Comprendes mejor ahora que la identificación con la creencia de que tú eres tú te convierte a ti y a todas tus supuestas percepciones en la apariencia y la experiencia de que ser consiste en ser algo, cuando Ser nunca dejará de consistir en nada estar siendo? ¿Comprendes mejor ahora la razón de que “porque Ser consiste en nada estar siendo”, tú (Ser) nunca fuiste creado, tú nunca fuiste juzgado ni declarado culpable de hacer algo, y tu nunca fuiste condenado a cargar con algo? ¿Comprendes mejor ahora que, “porque SER consiste en nada estar siendo, todo aquello que tú creas vivir, y de la manera exacta que tú creas estar viviéndolo, al margen de tus percepciones y juicios únicamente en SER está consistiendo? SER, consiste en nada estar siendo, por tanto, he ahí que ser tú y ser todo cuanto tú percibas siendo algo, únicamente en SER (Nada y/o Divinidad) estará consistiendo siempre, pero sin principio ni fin, sin tiempo ni espacio, sin límites ni condiciones, sin virtudes ni defectos, sin objetivos ni metas. -Leo: “Niega todo lo que quieras, pero mira a los lados antes de cruzar la calle…” He ahí que cuando NADA SER está siendo todo, entonces todo está confirmando que nada está siendo algo distinto a sólo SER. He ahí que lo único que hace que a mi pueda ocurrirme algo y/o que yo pueda hacer algo, es que algo esté creyendo que ser yo consiste en ser “un yo” y/o la existencia de un ser. Date cuenta de que tus esperanzas, tus esfuerzos, tus sacrificios y tus luchas para que ocurran las cosas que tú desearías que sucedieran y/o que dejaran de suceder, no cambiará absolutamente nada, pues eso que “la creencia en ti” estuviera percibiendo y experimentando, siempre y sin excepción, por igual únicamente SER estaría siendo.  Noviembre-18

204/2018 -Leo: “Comencé a ser libre cuando descubrí que la jaula estaba hecha de mis propios pensamientos.” -¿Ser libre? Date cuenta de que “ser alguien”, y además “ser libre”, son cuestiones absolutamente contradictorias, y, por tanto, únicamente deseables y posibles dentro de la historia imaginaria de la existencia de su protagonista. Cuando descubrí que la jaula -en la que yo me sentía prisionero-, estaba hecha de mis pensamientos, mis ideas, mis sensaciones, mis informaciones, mis conclusiones, mis emociones, mi pasado, mi presente, mis deseos, etc., me dí cuenta de que ser yo y ser libre era un dogma, un espejismo, una utopía. SER, consiste en nada estar siendo y/o en estar siendo sin ser algo, por tanto, he ahí que ser algo, que ser alguien, y que ser algo o ser alguien -que a su vez sea de cualquier manera determinada de ser-, sólo es posible dentro de una fantasía. Cuando descubrí que la prisión -en la que yo me sentía preso-, estaba hecha de la identificación con la creencia en la existencia de mi particularidad, quedó claro que ser yo y ser la prisión en la que yo puedo sentirme reo siempre está consistiendo en ser la misma cosa. Ser, consiste en nada estar siendo, de ahí que SER no tenga opuestos ni maneras de ser. ¡Tu cárcel siempre es Ser tú y ser todo lo demás que consista en ser algo para ti, por eso, vayas donde vayas, hagas lo que hagas, tengas lo que tengas y sientas lo que sientas nunca evita que continúes sintiéndote eso y así! La jaula (corporal, mental, sensorial, anímica, emocional, psicológica, intelectual, espiritual, etc.,) en la que el yo se siente prisionero no es otra que la creencia en sí mismo, de ahí que, aunque nunca hubo jaula alguna, el yo prefiera seguir sintiéndose preso de la creencia en su existencia. En el Reino de SER, nada está siendo eso que parece ser algo en el mundo de la existencia. ¿Te das cuenta de que todo cuanto tú creas vivir está siendo creado por la creencia en ti? He ahí que sentirse preso y/o sentirse libre, sentirse feliz o sentirse desdichado, sentirse amado o sentirse despreciado, sentirse en paz o sentirse en lucha, sentirse inocente o sentirse culpable, etc., por igual está consistiendo en el efecto de estar considerándose la identidad de un yo y/o la consciencia de ser un yo. Fuera de la identificación consciencial con la creencia en la existencia de “un uno mismo determinado” nadie es libre ni reo, porque nadie está siendo la existencia de un ser. ¡Ser, no consiste en ser algo, sino en nada estar siendo! Noviembre-18

205/2018 -He ahí que todos tus conceptos (bien, mal, amor, miedo, felicidad, sufrimiento, vida, muerte, paz, espiritualidad, ansiedad, tiempo, espacio…) nacen de tu concepto de yo. He ahí que todas tus ideas, idealismos, ideologías, éticas y moralidades nacen de tu idea de yo. He ahí que todas tus creencias, emociones, sentimientos, sensaciones, juicios, intuiciones, aspiraciones, temores y esperanzas nacen de tu percepción del yo. He ahí que tus actos, tus reacciones, tus experiencias y tus expectativas nacen de tu identificación con el yo. Consciencia identificada, date cuenta de que sin la identificación con la apariencia de tu yo tampoco existiría la identificación con aquello que tú puedas identificar siendo algo tuyo y/o algo ajeno a ti. Date cuenta de que todo aquello que pueda ser la existencia y/o el acontecer de algo para ti, nace a la vez que SER está siendo identificado con ser un yo. ¿Para qué, desde siempre, SER ha sido comprendido como "algo que está siendo algo", sino para justificar la percepción de la propia identidad? Ser, consiste en nada estar siendo, de ahí que ser tú y ser todo aquello que pueda estar siendo/aconteciendo algo para ti únicamente será posible dentro del malentendido de tu existencia. ¡Al principio todo consistía en SER NADA, y en SER NADA sigue consistiendo todo! Date cuenta de que ser tú está siendo siempre la causa de la percepción de todo cuanto a ti pueda disgustarte, desagradarte, molestarte; pero también de todo aquello que a ti pueda alegrarte, agradarte e ilusionarte, por tanto, que más allá de esa percepción tuya no hay diferencia entre unas opciones y las otras, pues en ambos casos ello únicamente estará consistiendo en el reflejo de la identificación con la existencia de un ser ficticio en un mundo ficticio.  Noviembre-18

206/2018 -Nada existe ni acontece que ello consista en la existencia y/o en el acontecer de algo; simplemente nada está consistiendo en algo distinto a nada estar siendo. ¡Con absoluta independencia de cualquier consideración y/o juicio al respecto, ser tú y también ser el ser de toda tu existencia, en SER NADA está consistiendo; ser tú y ser todo eso que para ti pueda consistir en ser/acontecer algo, SER NADA está siendo! Date cuenta de que la percepción egoica (ego) consiste en percibir siendo algo aquello que NADA ES, y que, por tanto, ser tú y ser todas tus percepciones no existe fuera de la percepción egoica. Consciencia identificada, date cuenta de que (a pesar de que nunca te lo habías planteado así) Ser y/o Estar Siendo no tiene porqué significar que algo sea algo y/o que algo esté siendo algo. ¿Cuántas veces has pensado que “algo tiene que haber”, sin darte cuenta de que el haber de ese algo no tiene porqué consistir en eso que para ti significa ser algo? SER (sin identificación), no significa la existencia de “un” ser ni del acontecer de algún algo. He ahí que -comenzando siempre por ti-, todo ser la existencia de algo y/o todo estar siendo algo, siempre estará consistiendo en una percepción egoica (identificada), y, por tanto, absolutamente intrascendente fuera del mundo ilusorio de esa percepción. ¡Todo ES, pero sin que nada determinado esté siendo! Date cuenta de que ser tú y ser todo cuanto tú puedas percibir, juzgar, hacer, experimentar, etc., como si ello estuviera consistiendo en ser la existencia y/o el acontecer de algo, sin excepción, SER DIVINIDAD Y/O SER NADA está siendo siempre. Ser, consiste en nada estar siendo, de ahí que ser tú siempre ha estado consistiendo en NADA SER. Ser, no puede juzgarse ni conjugarse. SER, consiste en estar siendo ningún ser, por tanto, date cuenta de que en el Reino de Ser no cabe la existencia de un yo soy, tú eres, él es, nosotros somos, vosotros sois, ellos son. ¿Podría entonces SER (NADA Y/O DIVINIDAD), ser de alguna manera, ser por algún motivo, ser con alguna finalidad, ser en algún estado, ser con algún atributo y/o ser con alguna apariencia? He ahí que percibir dualidad, ego, separación, no equivale a estar percibiendo existencia de dos posibilidades distintas, sino en estar percibiéndote a ti siendo tú la existencia de un ser, de un yo, de una identidad, de un alma, de un espíritu, de una parte de un todo, de un hijo de Dios. Date cuenta de que tú nada puedes ser, tú nada puedes hacer, tú nada puedes comprender, tú nada puedes cambiar, tú nada puedes percibir y tú nada puedes vivir…, que -sin excepción- ello no esté consistiendo siempre en SER (NADA Y/O DIVINIDAD). Date cuenta de que ser tú y ser todo aquello que tú puedas percibir, experimentar y valorar como si estuviera consistiendo en ser la existencia y/o el acontecer de algo, justamente en eso consiste NADA SER Y/O NADA ESTAR SIENDO.  Noviembre-18

207/2018- Leo: “Todo lo que sucede en tu vida es para que tú despiertes tu conciencia y para que tú sigas con tu evolución…” -Sólo faltaba que al final, donde debía aparecer el nombre del autor pusiera: ¡yo, el ego! He ahí que por mucho que insistas en justificar lo injustificable, lo injustificable nunca consistirá en eso que “supuestamente” estuviera justificándose. Fuera de la creencia de que tú eres tu, nada sucede y nadie necesita despertar ni evolucionar. Si no fuera porque en el mundo de la percepción egoica y/o de la percepción de la existencia de seres y de aconteceres (tú, el mundo de tu existencia y de tus relaciones), esa afirmación suele considerarse como “sabiduría espiritual”, creo que costaría bastante imaginar una idea más perversa, un victimismo más irracional, un sentimiento de culpabilidad más evidente, una crueldad menos liviana y una demostración de hipocresía más ridícula…, que la de esa teoría. Reconociendo que muchas otras podrían igualarla, sin embargo, dudo de que alguna lograra superarla. Consciencia identificada, observa el significado profundo de esa expresión y date cuenta de la mezquina naturaleza de su punto de partida. ¿Te das cuenta en qué consiste y qué efectos genera la creencia de que ser tú consista en que tú seas un ser? ¿Te das cuenta de que al creer en ti estás jugando a creerte un dios caído en desgracia? Ayer vi un vídeo sobre “El Secreto y/o el Poder de Atracción”, y debo reconocer que podría servir como anuncio publicitario para lanzar al mercado un producto muy útil para engordar la percepción egoica del ser humano. SER, está por encima de todo ese fango de fantasías, pues SER no consiste en que algo esté siendo algo. ¡Eres, luego no eres tú ni eres ninguna otra posibilidad de estar siendo algo! He ahí que la idea ancestral de que SER tiene que conllevar obligatoriamente asociado el atributo de “ser algo”, por tratarse de una percepción absolutamente egocéntrica lleva siglos imperando en el aparente mundo del negocio de la espiritualidad. Nada has sido nunca tú que, sin excepción e independientemente de cualquier juicio o consideración al respecto, en Ser Divinidad no haya estado consistiendo siempre. Nada has pensado tú, nada has sentido tú, nada has hecho tú nunca que, sin excepción e independientemente de cualquier juicio o consideración al respecto, en Ser Divinidad no haya estado consistiendo siempre. Nada has percibido tú, nada has deseado tú, nada has temido tú, nada has imaginado tú, nada has experimentado tú nunca que, sin excepción e independientemente de cualquier juicio o consideración al respecto, en Ser Divinidad no haya estado consistiendo siempre. (sigue…) Noviembre-18

208/2108 (continúa) ¿Comprendes mejor ahora que más allá de tus juicios y tus percepciones (identificación), no hay diferencia ni separación entre aquello que tú identificas siendo algo y/o siendo su opuesto, pues en NADA SER estás consistiendo tú y todas tus percepciones por igual? He ahí que, porque Ser consiste en NADA SER, ser tú está consistiendo en estar siendo todas tus percepciones a la vez, pero sin que ninguna esté siendo eso que tú creas estar percibiendo. He ahí que, porque SER no consiste en ser algo, ser tú está consistiendo en SER, y que, por tanto, que todo cuanto tú creas que estás siendo y viviendo únicamente en SER (simultáneamente todo y nada) estará consistiendo. ¿Comprendes mejor ahora que, cuando tú culpes o perdones, sólo la creencia en ti estará culpando o perdonando; que, cuando tú sientas, tú juzgues, tú reacciones…, en positivo o en negativo, sólo la creencia en ti estará sintiendo, juzgando, respondiendo; qué, cuando tú hagas o dejes de hacer algo, sólo la creencia en ti estará haciéndolo? Consciencia identificada (tú), date cuenta de que “cada uno no es cada uno” y también de que “todo no es uno”. Date cuenta de que SER significa que todo ES NADA y/o que SER NADA está siendo todo. Date cuenta de que eso que tú identificas como “el ego” consiste en el efecto de la identificación contigo mism@, esto es, en el efecto de la identificación con la aparente existencia de tu ser individualizado, de tu yo, de tu ser un ser, de tu ser algo. He ahí que tu ser y el ser de todo lo demás, que para ti consista en ser la existencia y/o el acontecer de algo, solo de una percepción egoica de SER estará tratándose. ¡Yo soy lo que yo soy…, pero donde ser yo NADA ES y/o donde mi yo NADA está siendo! Date cuenta de que SER Divinidad jamás ha significado y jamás significará ser dios; Ser dios consistiría en ser algo, mientras que SER Divinidad NADA ESTÁ SIENDO y en nada puede consistir. Puedes imaginar la existencia de un dios supremo estando en ti y todo aquello que tú percibas siendo la existencia y/o el acontecer de algo; sin embargo, Ser Divinidad nunca estará presente en la existencia ni en el discurrir de algo, sino que ES todo porque Nada ES. Leo: ¿Y qué hago con los pensamientos que me distraen? -Déjalos marchar. -Le responden. -Sin embargo, date cuenta de que no hay pensamientos que te distraen, sino que tú crees que hay pensamientos que te distraen para justificar que tú eres eso que tú crees que consiste en ser tú y ser tus pensamientos y ser tu vida y ser tus circunstancias y ser tus deseos. Consciencia identificada, date cuenta de que “no hay un puente entre lo humano y lo divino y que tampoco hay niveles de consciencia”. Nada hay que no esté consistiendo en SER. ¡Eres, luego no eres tú ni eres ninguna otra posibilidad de estar siendo algo!  Noviembre-18

209/2018 -SER, es SER, y sólo SER, por tanto, date cuenta de que “ser tú” estaría consistiendo en otra cosa. ¡Amarás y/o aceptarás Ser Nada y/o Ser Divinidad, por encima de amar y/o aceptar ser alguna cosa! Nada podría ser eso que tú creas que está siendo algo y de la manera precisa que tú consideres que está siendo eso, sin que antes tú estuvieras creyendo ser tú, de ahí que tu existencia sólo es un reflejo y/o creación a imagen y semejanza de la creencia en ti. Aquello que SER NADA y/o que NADA SER está siendo lo único que está siendo todo siempre, ¿podría y/o tendría que hacer algo para dejar de ser algo? Absolutamente no, de ahí que en verdad nada eres y nada haces. Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto tú creas ser y vivir estará siendo creado por la creencia en ti, como si ser tú estuviera consistiendo en la existencia de una identidad y/o de una cosa. Precisamente porque nada es algo, SER NADA puede percibirse siendo todas aquellas “cosas” que la consciencia quiera interpretar. He ahí que si la identificación consciencial con la existencia de “un uno mismo” (yo soy yo) consiste en la esencia, el principio, la base, etc., de la percepción egoica, ¿en qué consistiría entonces la idea de que “los otros seres o cosas” pasan por mi existencia por algún motivo determinado y/o que la vida me trae experiencias para que yo aprenda algo? Date cuenta de que, comenzando por ti, el ego consiste en la percepción de la existencia de alguna cosa. Consciencia identificada, date cuenta de que los dogmas de la religión católica no tienen nada que envidiarle a los dogmas del resto de las religiones, de las filosofías, de las ideologías y de todo cuanto pertenezca al universo de la existencia de alguna cosa como tú; date cuenta de que no hay un dogma superior al dogma de tu existencia. ¿Comprendes mejor ahora que el Reino de Ser no es del mundo de tu ser (ser cosas) y que nada de este mundo sirve para comprender el Reino de SER, salvo que antes renunciaras a la posibilidad de que ser tú consista en ser algo?  ¡Eres, luego no eres tú ni eres ninguna otra posibilidad de estar siendo algo y/o de estar siendo alguna cosa! Noviembre-18

210/2018 -En muchos libros de muchos autores leerás que “pienses lo que pienses, sientas lo que sientas, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas, tengas lo que tengas, ocupes el lugar que ocupes y experimentes lo que experimentes… tú Esencia no cambiará jamás…” Pues bien, ahora añade al significado de esas palabras que tú no tienes esencia y/o que la Esencia de todo jamás cambiará porque NADA ES y/o porque “en que nada esté siendo algo” está consistiendo siempre. ¡Tú cambias y percibes cambios porque, aunque NADA ERES y/o SER NADA ESTAS SIENDO, sin embargo crees que eres algo! Date cuenta y acepta que no-dualidad significa “nada siendo algo y/o nada siendo un ser algo”. Date cuenta de que, por creer que tú eres tú, tú vives confundiendo la Esencia de SER con la esencia de ser las cosas. Date cuenta de que el Reino de SER consiste en la ausencia absoluta de la existencia de cualquier mundo y de cualquier esencia de algo. ¿Comprendes mejor ahora en qué consistes tú y todo aquello que, con absoluta independencia de cualquier criterio al respecto, tú puedas considerar que consiste en ser la existencia y/o el acontecer de alguna cosa? A pesar de que tú creas ser la existencia de alguna cosa (una persona, un ser, un alma, un espíritu…), nada hay ni sucede siendo algo distinto a NADA estar siendo. ¡Todo está siendo el mismo NADA estar siendo, de ahí que ser tú y ser todas tus luchas, tus miedos, tus carencias, tus ilusiones, tus esperanzas, tus expectativas, y tus experiencias -sin excepción e independientemente de cualquier percepción y/o consideración tuya-, SER NADA ES! No te tomes la vida como algo personal, porque entonces vivirás como si ser la vida y ser tú consistiera en ser dos cosas, y además distintas. Consciencia identificada, date cuenta de que estar sintiéndote feliz o estar  sintiéndote infeliz, estar sintiéndote inocente o estar sintiéndote culpable, estar sintiéndote real o estar sintiéndote irreal (…), no evitaría ni cambiaría que “en cualquier caso por igual”, tú estuvieras sintiéndote tú, es decir, no evitaría que, para tú seguir creyendo en tu ser, tú necesitaras seguir creando el sentirte de alguna manera de ser, de pensar, de sentir, de actuar, de vivir, de existir. La existencia consiste en todo estar siendo sin que nada esté siendo algo o sin que nada esté siendo el ser de la existencia de algo. He ahí -consciencia identificada- que el reflejo de la creencia en el “libre albedrío” de cada ser está siendo creado y percibido por la creencia en la existencia de cada ser.  Noviembre-18

211/2018 -Consciencia identificada (tú que crees ser el “ser humano y/o el ser humanizado” que está leyendo estas palabras), date cuenta de que tus percepciones y tus experiencias de dualidad y separación están siendo permanentemente creadas por el fenómeno de la identificación con la apariencia de tu yoidad, es decir, con tu aparente ser-uno y/o tu aparente ser “un” ser. ¡SER, no es ser un ser! ¿Cómo podrías tú sentirte “un ser y/o un estar siendo” separado y distinto, si tú no estuvieras creyéndote ser “uno” y/o ser tú…, y cómo podrías tú evitar sentirte un ser y/o un estar siendo separado y diferente mientras permanecieras creyéndote ser “uno” y/o ser tú? ¿Cómo podrías tú percibir dualidad sin que tú estuvieras creyéndote ser “uno” y/o ser tú…, y cómo podrías tú evitar percibir dualidad mientras permanecieras creyéndote ser “uno” y/o ser tú? He ahí que, puesto que SER consiste en NADA SER y/o en NADA ESTAR SIENDO, todo ser uno, todo ser algo, todo ser tú, todo ser alguna cosa y todo ser algún acontecer, siempre estará consistiendo en una percepción consciencial egoica y/o identificada de SER. Tú no eres tú (nunca lo has sido y nunca lo serás), de ahí que más allá de la consciencia/creencia en ti, y de toda la percepción de existencia ficticia que ello origina, tú nunca has elegido venir a este mundo, tu no tienes un karma que solucionar, tú no tienes un árbol transgeneracional que sanar, tú no tienes dentro de ti a un niño herido, tu no tienes vidas pasadas, tú no tienes un destino ni una misión que cumplir, tú no reencarnarás en vidas futuras. Date cuenta de que todas tus creencias, todas tus percepciones, todos tus juicios, todas tus experiencias y todas tus expectativas están siendo creadas por la “identificación con la consciencia” de que SER consiste en ser tú. El ego consiste en la consciencia de tu existencia, de ahí que allí donde tú tengas consciencia de ser tú, de estar tú, de hacer tú, de pensar tú, de sentir tú, de experimentar tú, etc., siempre estará tratándose de una percepción egoica. Date cuenta de que la consciencia de que tú eres tú está creando la consciencia de todas tus percepciones, tus juicios, tus reacciones, tus deseos, tus temores, tus esperanzas, tus ilusiones…, pero también de eso que para ti consiste en tu inconsciencia. SER (Nada y/o Divinidad), es lo único que todo ES y/o que está siendo, por tanto, date cuenta de que la consciencia de que tú eres tú y/o que la identificación con la apariencia de que tú eres un ser separado y/o especial te da el poder de elegir la manera de percibir y de experimentar, pero únicamente dentro del mundo de la ilusoria percepción de tu existencia y de todo cuanto parece estar conformándola y justificándola. (sigue) Noviembre-18

212/2018 (continúa) -Muchas veces escucho referencias respecto a la posibilidad o la necesidad de “traer el cielo a la tierra”; sin embargo, quienes dicen eso demuestran que “tampoco saben lo que dicen.” Si hubiera un cielo, también la tierra el cielo estaría siendo. Si hubiera un cielo, no habría lugar, tiempo, acto, dimensión, energía, conciencia, estado, acontecimiento, manifestación, etc., que estar siendo el cielo no estuviera siendo. Consciencia identificada, date cuenta de que si tú no puedes percibir que todo el Reino de SER (metáfora del cielo o conceptos semejantes) está siendo aquí y ahora mismo, únicamente se debe a que tú estás considerándote “un” ser y/o ser “una” cosa distinta al Reino de SER. Date cuenta de que la consciencia de que tú eres tú y/o de que tú eres el perceptor de la existencia de alguna cosa, impide que veas que el Reino de SER siempre está siendo todo, porque nunca está siendo algo. El cielo no tiene que traerse a la tierra; date cuenta de que por mucho que creas eso, tú nunca serás algo ni serás el hacedor de algo. No existe el cielo ni existe la tierra ni existe aquel que intentara traer el cielo a la tierra. En el Reino de SER no hay tal cosa como aquí ni allí, esto ni aquello, bien ni mal, dios ni demonio, gloria ni infierno, vida ni muerte, culpa ni perdón, amor ni desprecio, felicidad ni desdicha, dentro ni fuera, arriba ni abajo…, pues ES, sin ninguna cosa SER. Fuera de la identificación con la particularidad de la apariencia de tu existencia, tú nunca has existido, nunca ha existido el cielo, nunca ha existido la tierra, nunca ha existido la necesidad ni la posibilidad de que el cielo sea traído a la tierra. La creencia en la fantasía de tu existencia hace que surjan todas las fantasías que mantienen viva la fantasía de la consciencia/creencia en tu existencia. Nada hay siendo ni aconteciendo, de ahí que ser tú, ser el cielo, ser la tierra, ser la vida, ser la muerte, y ser todo cuanto tú quieras añadir, todo está siendo el mismo NADA SER y/o el mismo NADA ESTAR SIENDO algo. SER, consiste en que nada esté siendo un ser, por tanto, que todo está siendo sin necesidad de que algo falte por ser hecho ni por suceder. No hay cielo, no hay tierra, no hay vida, no hay muerte; nada hay fuera de la consciencia/creencia de que tú eres tú y/o de la consciencia/creencia de que ser tú consiste en ser algo determinado y/o alguna posibilidad distinta a únicamente Ser. ¡Amarás/aceptaras SER (Nada y/o Divinidad) por encima de amar/aceptar ser alguna cosa! (sigue) Noviembre-18

213/2018 (continúa) -Consciencia identificada (tú), ¿comprendes mejor ahora que tú no naciste con el pecado original, sino que “tú eres el pecado original”, es decir, que el pecado original (error desde el origen y/o desde el principio) consiste en la identificación con la consciencia de que tú eres tú y/o de que tú fuiste cread@ alguna vez? ¿Comprendes mejor ahora que tú nada puedes hacer y que a ti nada puede sucederte fuera del mundo ilusorio de la consciencia identificada (mente) con la percepción de que tú eres tú? ¡He ahí que la consciencia de que tú eres tú está siendo eso que describe la metáfora bíblica del pecado original! No hay otro pecado original a parte del consistente en el amor, la aceptación y el apego a la consciencia de ti mismo. ¿Comprendes mejor ahora que no hay consciencia de ser un yo, de ser un ser y/o de ser una identidad, que pueda estar libre de padecer las consecuencias del humano pecado original, es decir, de estar considerándose la existencia de una humana parte del todo? ¿Comprendes mejor ahora que SER el todo Uno, significa Nada SER, Nada estar siendo y/o SER sin estar siendo “un” ser? ¿Comprendes mejor ahora que la supuesta expulsión del Reino de SER (Ser infinitud, omnipresencia, creatividad permanente, plenitud absoluta…) consiste en la identificación consciencial con la posibilidad de que tú eres un ser particular (un yo determinado), y que dicha “aparente expulsión” se produce a la vez que dicha identificación, y que perdura mientras perdura esa identificación? ¿Comprendes mejor ahora que nadie, que esté considerándose la existencia de un yo, estará libre de pecado ni podrá culpar a otro de no estarlo? He ahí que tus carencias e imperfecciones no consisten en la existencia de aquello que tú consideras que eres y que te falta, sino en la consciencia de que tú eres el ser determinado con el que estás identificándote; he ahí que la percepción de tus carencias y necesidades estás creándolas tú al considerarte un yo,  pues ser tú consiste en percibir la infinitud, la omnipresencia…, de SER, pero convertida en la finitud, la condición, la situación, la transitoriedad, etc., de ser “un” ser (tú). ¿Comprendes mejor ahora que amar y/o aceptar la consciencia de ser tú (consciencia de que tú eres la existencia de algo determinado) conforma la razón de todas y cada unas de tus percepciones de dualidad, separación, discriminación, carencia, transitoriedad, ansiedad… y la de todos los opuestos, las polaridades y las sombras? ¿Comprendes mejor ahora que tu percepción dual, divisoria, idealista, mística, discriminatoria, injusta, cruel, inmisericorde, etc., no consiste en nada más que en el efecto de la identificación con la consciencia de que tú eres “un ser” en lugar de estar siendo SER? ¿Comprendes mejor ahora el motivo por el que desde que el origen de la identificación con tu existencia (pecado original y expulsión del Reino de SER y/o de Nada SER) todo lo percibas, lo juzgues, lo valores, lo prefieras y lo sopeses con la balanza de la consciencia del bien y del mal… por mucho que nada de eso esté siendo eso ni esté siendo así? Porque tú nunca has sido tú, tu eres el pecado original que nunca se ha producido, y toda tu vida el efecto de ninguna causa. Noviembre-18

214/2018 -Leo: “Deja que cada persona que se relacione contigo sea tu maestro, pues no existe nadie en esta vida que no tenga algo que enseñarte…” -Siempre el mismo perverso mensaje: Tú eres tú, y, porque tú eres tú, yo soy yo, Dios es Dios, la vida es la vida, el mundo es el mundo, los demás son los demás…, y todo es lo que tú puedas creer que es eso que tú juzgas. Siempre el mismo perverso mensaje: Tú eres tú, y, porque tú eres tú, tú puedes enseñar algo a los demás y los demás pueden ensañarte algo a ti. Siempre el mismo perverso mensaje: Tú eres tú, y porque tú eres tú, todo lo que has vivido tú hasta ahora, todo lo que tú estás viviendo ahora y todo lo que tú puedas vivir después de ahora, también será eso que tú juzgues que es cada cosa, y además que eso siempre será por algo bueno para ti…, y que será para que tú (pobre ser ignorante y carente) aprendas, cambies, evoluciones, sanes y regreses a casa. Siempre el mismo perverso mensaje: Tú eres tú, y, porque tú eres tú, y todo lo demás también estará siendo todo lo demás tal como tú estés percibiéndolo mientras estés percibiéndolo, entonces tú y los demás podréis haber vivido en muchas existencias anteriores y podréis haber cometido muchos errores y/o aciertos que ahora (o quizás en vidas futuras) estarán determinando vuestra vida y la de vuestros árboles transgeneracionales. ¡Ahí tienes todo perfectamente justificado, ordenado, controlado, estudiado, envasado y preparado para que lo compres y puedas cambiarte a ti y a todo cuanto conforme tu vida! ¿Te apetece continuar soñando un millón de años más con todas esas historias? Consciencia identificada, ¿comprendes mejor ahora la sinrazón del macabro sinsentido que genera la identificación con la consciencia de que SER consiste en ser tu existencia y en ser la existencia de todo aquello que tú identifiques como la existencia y/o el acontecer de algo determinado?  Ser, siempre está consistiendo en Nada Ser y/o en Ser sin estar siendo “un ser algo”, por tanto, date cuenta de que si alguna cosa (relaciones, experiencias, percepciones, pensamientos, emociones, reacciones, etc.,) pudiera servir para aprender y/o para enseñar algo, ello sería que SER NADA es lo único que está siendo la existencia de tu ser y la existencia/acontecer del ser de todo. ¡Ser, no consiste en ser tú ni en ser ninguna otra cosa, de ahí que Ser no puede conocerse, comprenderse, controlarse, juzgarse, justificarse, modificarse, juzgarse, culparse, condenarse, etc., como tú haces contigo y tú haces con las cosas! He ahí que cuando dejes de creer que tú eres tú (identificación consciencial), y/o que tú eres eso que refleja la consciencia de tu propia existencia, entonces dejarás de temer sólo SER, y también entonces amarás/aceptarás que SER (nada un ser determinado) es lo único que está siendo todo desde siempre…, y también entonces te quedarás absolutamente vacío de la necesidad de tener algo que temer, algo que desear, algo que demostrar, algo que controlar, algo que  cambiar, algo que proteger, algo que defender…, algo que SER. Noviembre-18 

215/2018 -He ahí que nada se ha separado nunca del todo, porque el todo consiste en SER NADA y/o en que nada esté siendo algo, por  tanto, que nada esté siendo tu ser ni otro ser. ¡Tú no estás unido a algo ni separado de algo, pues todo está consistiendo en SER y/o en estar siendo NADA! He ahí que únicamente en el supuesto de que el todo consistiera en ser algo y/o en ser algo siendo algo, entonces tú sí podrías ser tú, y tú sí podrías haberte separado alguna vez del todo. ¿Comprendes mejor ahora que sentirse “un ser” separado, carente, dual, transitorio, único, divino, etc., consiste en el efecto de creerte tú la identidad de un ser y/o en creerte algo distinto a SER sin una identidad? ¡Todos los sentimientos que tú puedas sentir los estarás creando tú, es decir, la consciencia/creencia de que tú eres tú y de que tú eres todo aquello que tú puedas creer que consiste en ser algo! Sin excepción, todo aquello que tú percibas siendo la existencia, el acontecer, la manifestación y/o la experiencia de algo, tal como amor, paz, compasión, libertad, plenitud, abundancia, belleza, silencio, felicidad, salud, vida…, todos los sentimientos, todas las emociones, todos los pensamientos, todas las ideas y todos los opuestos, las sombras, etc., a aquello que alguna vez tú pudieras percibir, siempre estarás creándolo tú; date cuenta de que, igual que fuera de la consciencia/creencia de que tú eres tú, tú no existes siendo tú ni siendo ninguna otra posibilidad de ser algo determinado, tampoco nada de eso existe siendo eso ni siendo ningún otro existir. Date cuenta de que la consciencia de que tú eres tú también está creando la consciencia de todo cuanto tú consideras que está configurando y conformando la experiencia de tu existencia. Nada ES, de ahí que “nada falta por ser ni para ser”, pues, siempre Ser Nada está siendo todo. Nada Es, de ahí que nada te falta a ti por ser, ni para ser, pues siempre Ser Nada está siendo todo. ¿Acaso alguna consciencia que transcienda a la consciencia de que tú eres tú, ha demostrado alguna vez que tú seas tú y que lo demás sea aquello que tu consciencia considera que está siendo eso? He ahí que tú vives en la fantasía de la consciencia/creencia de que tú eres tú y de que todo lo que tú vives es también eso que la consciencia/creencia de que tú eres tú pueda decidir identificar? Date cuenta de que cuando ames/aceptes que ser tú consiste en SER, sin un ser algo y/o sin una identidad, te quedarás absolutamente huérfano de todo cuanto la consciencia/creencia de tu ser identificado está soñando; sin embargo, SER (sin ti) persistirá.   Noviembre-18

216/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que la expresión de “Transformarse en Dios” supone un contrasentido místico casi insuperable. ¿Quién se supone que necesita transformarse en Dios, que únicamente Ser Divinidad no estuviera siendo eso desde siempre? En efecto, tú, es decir, la consciencia/creencia de que tú eres tú y que Dios es Dios. Date cuenta de que la expresión de “Transformarse en Dios” debería entenderse como la indicación de que nada puede transformarse en Dios, pues, sólo Ser Divinidad estará siendo eso que pretendiera tal fantástico objetivo. Nada existe siendo algo distinto a sólo SER, de ahí que  nada existe siendo tú ni siendo Dios. Date cuenta de que el intento de transformarse en Dios únicamente es posible desde la identificación y/o el creerse ser la existencia de aquel personaje que persiguiera aquello, y, por tanto, que conscientemente estuviera considerándose a sí mismo algo distinto a Ser Divinidad. ¡Fuera la consciencia/creencia de que tú eres algo distinto a SER, tú y tu mundo, NADA está siendo! Porque tú nunca has sido tú, tú eres el pecado original que nunca se ha producido, y toda tu vida el efecto de ninguna causa. Date cuenta de que la consciencia de que tú eres tú, es decir, de que tú eres el personaje que quiere transformarse en Dios, es precisamente aquello que está dificultando la aceptación de Ser Divinidad. He ahí que, paradójicamente, amarte a ti mismo (creerte tú un ser determinado) no deja que te des cuenta de que Ser Divinidad es lo único estás siendo tú y todo cuanto tú percibes y/o experimentas como si estuviera siendo algo. ¡Ser, significa que no hay quien pueda transformarse en Dios, y que tampoco hay el Dios en el que alguien pueda transformarse! Date cuenta de que ser tú y ser Dios está consistiendo en el mismo “nada estar siendo algo” y/o en el mismo todo estar siendo Divinidad, y sólo Divinidad…, pero siempre consistiendo Ser Divinidad en Nada Ser. Cuando Ser Divinidad consiste en Nada Ser, ¿en qué consistiría la pretensión de transformarse en Dios? La espiritualidad consiste en una ideología igual de egocéntrica que las demás.  Llegados aquí es cuando las mentes (consciencias identificadas y/o consciencias de ser alguien) más habladoras e ilustradas recurren al dogma intelectual de aclarar que el “camino hacia la transformación en Dios” no consiste en un proceso externo, sino particular e interior. Date cuenta de que la ignorancia de que “nada hay ni acontece, que en Ser Divinidad no esté consistiendo, no evita que Ser Divinidad esté siendo lo único que todo está siendo. ¡Amarás/aceptarás Ser Divinidad por encima de amar/aceptar  que tú eres tú y de que el prójimo es el prójimo! Date cuenta de que el deseo de transformarte en aquello que ya eres surge de la consciencia/creencia de que ser tú consiste en ser algo, y además diferente a aquello en lo que quieres transformarte.  Diciembre-18

217/2018 -¿De dónde podría proceder tu miedo a la muerte y/o tu miedo a desaparecer para siempre en el océano infinito del Silencio, del Vacío y/o del Nada-Ser, sino de la consciencia y/o de la ilusoria creencia en la particularidad de tu existencia, y, por tanto, también de la particularidad de la ilusoria existencia de la vida y de la muerte? He ahí que tú crees que tú morirás porque tú crees que tú vives. He ahí que tú crees que tú vives porque tú crees que tú morirás. He ahí que tú crees que tú vives y que tú morirás porque tú crees que tú eres algo siendo tú y/o que ser tú consiste en la existencia de una identidad particular. He ahí que tú crees que naces, que vives, que morirás y que podrás volver a nacer infinitas veces, debido a que tú crees que tú eres eso que nace, que vive, que muere y que podrá volver a nacer una y otra vez. Pero date cuenta de que sólo nace, vive y muere la consciencia/creencia de que tú eres tú; solo nace, vive y muere la consciencia/creencia (percepción egoica) de la existencia de todo aquello que tú percibes y experimentas como apariencias. Ni tú  eres tú, ni todo lo demás es todo lo demás, por tanto, tú no estás aquí, y tú tampoco te irás de aquí, ni volverás aquí. Fuera de la consciencia/creencia de que tú eres tú, tú no eres tú ni tú estás aquí, por tanto, más allá de la fábula de la consciencia/creencia de tu existencia, a ti aquí tampoco está ocurriéndote absolutamente nada nunca. Date cuenta de que lo único que está determinando la percepción y la experimentación de tu existencia está siendo la consciencia/creencia de que tú eres tú. Nada está siendo un ser y/o un existir; SER (Nada y/o Divinidad), es lo único que está siendo. ¿Qué es todo eso que tú (consciencia identificada con la particularidad de tu ser y/o tu existencia) percibes siendo otros seres y/o el ser de otras existencias, más allá de tus propios juicios y consideraciones? ¿Podrías tú permanecer siendo tu existencia, sin la existencia de aquello que para ti consiste en la existencia de lo otro? He ahí que igual que el océano no existiría siendo el océano sin el espacio que lo contiene, y sin el espacio que contiene al espacio que contiene al espacio que contiene al océano (y así hasta el infinito), tampoco tú podrías ser tú sin que todo lo demás estuviera siendo todo lo demás para ti. ¿Cuando algo no puede ser algo sin que todo lo demás también esté siendo algo, qué está siendo algo? Nada está siendo “un ser” algo. Nada está siendo “un existir” algo. Nada está siendo “un acontecer” algo. Paradójicamente, todo está consistiendo en el mismo y único nada estar siendo algo.  Date cuenta de que NADA SER, consiste en ser tú y ser cualquier otro ser/existir/acontecer algo. Date cuenta de que tu miedo a morir siempre está demostrando la inexistencia de tu ser.  Diciembre-18

218/2018 -Consciencia identificada (tú que consistes en la creencia de que Ser consiste en ser tú), date cuenta de que la voluntad de “saber y/o conocer qué y/o quién somos” solo puede plantearse desde la consciencia/creencia de que nosotros somos eso que consiste en ser nosotros (identificación), por tanto, que más allá de esa percepción egocéntrica, nada consiste en estar siendo eso, y tampoco en estar siendo alguna otra cosa que pueda conocerse. ¿Comprendes mejor ahora que, puesto que SER siempre está consistiendo en “nunca estar siendo algo”, la dualidad y la paradoja siempre parezcan presentes en la percepción de la existencia de tu aparente ser? ¿Comprendes mejor ahora la razón de que tú aparente ser y el aparente ser de tu existencia parezcan absolutamente determinados, dualistas, transitorios y paradójicos? He ahí que la experiencia de la separación de SER consiste en la experiencia de ser tú: ser tú es la razón de la aparente separación que tú percibes y experimentas. Ser tú es ser la separación y la carencia que tú percibes; paradójicamente porque nada hay siendo tú, tampoco nada hay separado ni carente. He ahí que cuando SER consiste en que nada esté siendo algo, ¿a qué se le puede temer, sino a la consciencia/creencia de estar siendo algo, es decir, a ser tú? La consciencia de que tú eres tú está siendo la fuente inagotable de todas las percepciones egoicas que tú dices percibir y experimentar. No hay otro ego, egoísmo, egocentrismo, etc., que el derivado de la consciencia de ti mismo; paradójicamente, ni tú eres tú ni aquello que tú percibes y experimentas está siendo eso ni ninguna otro cosa! Siempre todo cuanto tú creas vivir estará siendo con respecto a la consciencia/creencia de tu aparente ser y/o de tu aparente identidad. He ahí que el miedo, y todo aquello que consista en ser/acontecer un algo para ti (que tú identifiques) sólo consistirá en la percepción de un punto de vista egoico y/o interesado (el de tu aparente existencia particular). Precisamente porque SER no consiste en que tú estés siendo tú, paradójicamente, tu tesoro no está en lo que tú eres ni en lo que tú tienes dentro de tu ser, sino en que NADA seas tú y/o en que NADA sea lo único que todo está siendo. Date cuenta de que todos los viajes a “dentro de ti”, parten y discurren en la consciencia/creencia de que tú eres tú, y, por tanto, suponen la búsqueda de todo aquello que -porque nada está siendo un ser determinado- tú nunca podrás conocer y tampoco soltar ni dejar atrás. Diciembre-18

219/2018 -Leo: “Sufrimos más con lo que imaginamos que con lo que realmente sucede” -Opino que sólo sufrimos con lo que imaginamos, pues, eso que percibimos y consideramos que consiste en lo que “realmente sucede” no deja de consistir en eso que imaginamos que sucede, que sucedió y que puede llegar a suceder alguna vez. Únicamente sufrimos con lo que imaginamos, porque al considerar que somos “un” ser, sólo podemos ser seres imaginarios de una existencia imaginaria. ¡Nadie puede sufrir fuera de la consciencia/creencia  de la existencia de sí mismo; nadie puede sufrir sin que esté considerándose un yo y/o cualquier otra posibilidad de estar siendo la existencia de un ser determinado!  Pero, exactamente por el mismo motivo que la identificación consciencial con la existencia de nuestro ser personal crea la percepción del sentimiento de sufrimiento a partir de aquello que imaginamos que está siendo nuestro ser y el suceder de algo, también dicha identificación crea la percepción de todos los demás sentimientos, de todas las ideas, de todas las reacciones, de todos los actos y de todas las experiencias posibles. Creer que tú eres tú está creando la creencia y la experiencia imaginaria de la existencia de un dios y de un diablo (bien y mal). ¿Comprendes mejor ahora que, porque nada estás siendo tú, y nada está siendo eso que tú ahora estás percibiendo como si estuviera siendo eso que tú estás experimentando, tampoco aconteció nada (ni lo bueno ni lo malo) de aquello que tú consideras que conforma tu pasado…, y que nada ocurrirá en el futuro que tú deseas que llegue ni en el futuro que tú temes? ¿Cuando fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú, tú nunca has sido tú, y cuando nada fue aquello que en su momento tú creías que estaba siendo algo, cómo podría ser aquello tu pasado, cómo podría ser esto tu presente y como podría ser alguna cosa tu futuro? He ahí que, puesto que SER (Nada o Divinidad) es lo único que siempre está siendo, al decir que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza está afirmándose lo mismo que también estaría afirmándose al decir que es el ser humano el que está creando a Dios a su imagen y semejanza.  Diciembre-18

220/2018 -Yo no soy yo, tú no eres tú, él no es él, nosotros no somos nosotros, vosotros no sois vosotros, ellos no son ellos. Esto no es esto, eso no es eso, aquello no es aquello. Nada es algo, nada existe, nada acontece. Nada Ser y/o Ser Divinidad, es lo único que está siendo. Date cuenta de que la consciencia/percepción de ser tú y la consciencia/percepción de que algo esté siendo cualquier otra cosa, sólo SER ESTÁ SIENDO SIEMPRE, más allá de la consciencia/percepción/juicio de estar siendo algo. Todo ES…, nada estar siendo. ¡Todo ES…, más nada hay siendo un ser! ¿Qué hace que verdaderamente todos los seres y/o todas las aparentes formas de existencia seamos iguales y que no haya separación, sino que nada esté siendo el ser de cada uno, es decir, que SER NADA DETERMINADO esté siendo todo? ¿Comprendes mejor ahora que aquello que supuestamente te hace un ser distinto al resto, un ser separado del resto, un ser enfrentado al resto, un ser necesitado del resto, un ser condicionado por el resto, un ser dependiente del resto de la existencia…, sea tu ser; sea la consciencia de que tú seas un ser particular, un ser identificado, un ser algo? ¿Comprendes mejor ahora que, porque SER nada determinado está siendo todo siempre, más allá de la consciencia/percepción/identificación de tu aparente ser y de tu aparente estar cambiando, transformándote, evolucionando continuamente, en verdad nada tenga un principio, un estado transitorio, ni un fin? Consciencia identificada, date cuenta de que no hay pensamientos, emociones, sensaciones, intuiciones, conocimientos, actos, reacciones, pertenencias, atributos, metas, deseos, teorías, prácticas, experiencias, etc., que puedan servirte para regresar a la casa que nunca abandonaste, pues ser tú y ser todo eso que tú identificas siendo eso que tú identificas, nunca dejo de consistir en estar en casa (SER). Nada dejo de consistir nunca en estar siendo aquello que tú perseguías conseguir, pues nada hay ni acontece que en sólo SER no esté consistiendo. Nunca estuviste perdido ni equivocado. Siempre has estado en casa, pues ser tu, ser tu casa y ser todo cuanto tú quieras nombrar e imaginar…, sólo SER (nada determinado) está siendo siempre.  Diciembre-18
221/2018 -Tú no eres tú; tú nada eres fuera de la consciencia/creencia de que tú eres tú. ¡Ser tú, Ser nada determinado es! Tú no eres tú; tu existencia discurre dentro de la consciencia/creencia de que tú eres tú y/o de que ser tú consiste en ser algo. Tú no eres tú, por tanto, fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú (identificación), tú no eres culpable, pero tampoco inocente. Tú no eres tú, por tanto, fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú (identificación), tú no amas, pero tampoco odias. Tú no eres tú, por tanto, fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú (identificación), tú no eres feliz, pero tampoco infeliz. Tú no eres tú, por tanto, fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú (identificación), tú no has nacido, pero tampoco morirás.  Tú no eres tú, por tanto, fuera del mundo ilusorio de la consciencia/creencia de que tú eres tú (identificación), tú no tienes que hacer algo para dejar de ser tú, pero tampoco tienes que hacer algo para llegar a ser un tú mejor. Date cuenta de que todo cuanto tú crees que haces tú, que piensas tú, que sientes tú, que percibes tú, que decides tú, que te sucede a ti, que es característico tuyo, y/o que tú estás viviéndolo de alguna manera, nada de eso consiste en ser tú ni en ser algo tuyo. Tú no eres tú, por tanto, a ti nunca está ocurriéndote nada de aquello que,  en el mundo ilusorio de la identificación, tú consideras que te sucede a ti. Tú no eres tú, por tanto, aquello que tú consideras que está sucediéndote a ti “por algo” y/o “para algo”, no está sucediéndote a ti fuera del mundo ilusorio de la identificación con la consciencia/creencia de que tú eres tú y de que lo demás también es eso que tú identificas que es eso que tú utilizas para justificar la evidencia de que tú no eres tú. SER, consiste en nada estar siendo algo y/o en que todo esté siendo nada determinado, por tanto, con absoluta independencia de tu apariencia identitaria, ser tú siempre consiste en SER sin ningún tipo de identidad ni causa ni efecto. Date cuenta de que la única causa de aquello que tú creas que a ti te ha sucedido alguna vez “no” está en tus vidas pasadas, en tu árbol genealógico, en tus padres, en tu infancia, en tu educación, en tu sexo, en tu cultura ni en tus experiencias, sino en ti y sólo en ti; la causa de cada una de tus vivencias, actitudes, capacidades y reacciones siempre reside en la consciencia/creencia de que tú eres tú. ¡Ser tú (identificación con la percepción de tu ser particular) siempre está siendo la causa única y el único efecto de todo cuanto tú creas vivir!  Diciembre-18

222/2018 -La apariencia y la esencia no son cosas distintas, sino la misma ninguna cosa; la apariencia y la esencia, de la que hablan las mentes, parecen cosas distintas percibido egoicamente, es decir, percibido como si la apariencia y la esencia estuvieran siendo cosas distintas, es decir, percibido como si existiera algo consistiendo en ser alguna cosa. Date cuenta de que la percepción de lo manifestado y la percepción de lo no-manifestado (la materia y el espíritu, lo consciente y lo inconsciente, etc.,) únicamente consiste en dos maneras aparentemente distintas de percibir la existencia de algo a través de la consciencia/creencia de tu existencia. ¡Paradójicamente, ni tú eres tú, ni lo demás es lo demás, pues, sin excepción, todo está consistiendo en el mismo SER nada determinado! Todo ser algo, y también el opuesto, la sombra, lo semejante, etc., de eso, siempre está siendo el mismo “nada estar siendo”, pero percibido e interpretado como si estuviera siendo el ser, el existir, el acontecer, la manifestación y el experimentar de algo. La consciencia/percepción de ser tú, Ser nada determinado es. La consciencia/percepción de ser el mundo, Ser nada determinado es. La consciencia/percepción de ser el universo, Ser nada determinado es. La consciencia/percepción de ser cualquier cosa, de ser cualquier circunstancia, de ser cualquier acontecer, etc., Ser nada determinado es…, por mucho que la identificación con tu aparente yo pueda hacer ver que algo es eso que tú percibes, que tú identificas, que tú nombras, que tú valoras, que tú juzgas, que tú manipulas, que tú creas, que tu destruyes, que tú practicas, que tú experimentas. Date cuenta de que aquello que tú percibes y nombras como si estuviera siendo un árbol, una montaña, un universo, una situación…, SER el mismo nada determinado está siendo. ¿Comprendes mejor ahora la razón de que, porque nada está siendo algo y/o que porque todo está siendo nada determinado, tú no puedes ser tú y tú no puedes ser culpable de algo ni juzgado por algo, fuera del mundo imaginario de la consciencia/creencia de tu existencia? He ahí que no hay ámbitos humanos, relaciones humanas, actividades humanas, ideologías humanas, objetivos humanos, religiones humanas, políticas humanas, culturas humanas, costumbres humanas, artes humanas, educaciones humanas, comportamientos humanos, experiencias humanas, practicas humanas y expectativas humanas en las que no predomine la condición humana, es decir, la percepción egoica de SER, es decir, la percepción de SER como si estuviera consistiendo en ser algo.  Diciembre-18

223/218 -Cuando SER (nada siendo “un” ser), es todo y lo único que invariablemente siempre está siendo, ¿qué falta por ser, qué falta por suceder, qué falta por hacerse, qué falta por cumplirse, qué teoría falta por conocerse, qué práctica falta por practicarse…, y a quién estaría faltándole algo, y por qué, y para qué? ¡He ahí que, siendo nada determinado, todo ha estado siendo siempre, y que, sin embargo, paradójicamente, siendo un algo, ni tú ser ni cualquier otro ser algo, puede permanecer siendo eso! En el mundo ilusorio de la percepción egoica (donde conscientemente está considerándose que SER consiste en estar siendo algo determinado y/o el ser/existir/acontecer de alguna cosa) suele decirse que “una cosa es la teoría y otra cosa muy distinta es la práctica.” Sin embargo, ¿qué diferencia podría existir entre la teoría y la práctica de algo allí donde no existe la teoría, no existe la práctica ni existe aquel individuo para el que la teoría y la práctica consisten en la percepción de algo distinto a SER? Consciencia identificada (tú) date cuenta de que allí donde para ti existe algo siendo algo, se debe a que tú también estás allí siendo tú; date cuenta de que si tú no estás siendo tú (tu identidad), allí (en la consciencia de ti) tampoco estará nada de aquello que tú puedas identificar no siendo tú y/o siendo algo para ti. Igual que no hay teoría posible de conocer que no pertenezca al mundo ilusorio de la percepción egoica (la originada por la identificación consciencial con tu existencia), fuera de allí tampoco hay práctica que requiera de su práctica para alcanzar algún fin trascendental. No hay más trascendencia que la derivada de SER, por tanto, date cuenta de que sólo por SER ya está trascendida toda la necesidad de trascendencia; sólo por SER ya está siendo todo y/o ya nada falta. Sin ti, tampoco hay necesidad de la existencia de alguna práctica con la que tú puedas cambiarte o trascenderte a ti. Consciencia identificada, olvida la necesidad de conocer la teoría y de descubrir la práctica que tú juzgues que precisas realizar para trascenderte a ti, pues eso nunca llegará. Date cuenta de que fuera de la consciencia/creencia de que tú eres tú, no hay teoría ni hay práctica que consista en la teoría ni en la práctica de algo que no esté siendo permanente conocido y practicado con solo SER. No hay otra teoría ni hay otra práctica que aquella que siempre está dándose por el simple hecho de SER y/o de estar siendo; para SER, nunca faltará nada por conocerse ni practicarse, pues SER y sólo SER es lo único que está siendo todo aquello que tú puedas creer que está siendo alguna cosa. ¡No hay ni una vivencia tuya que en SER (nada y/o divinidad) no esté consistiendo!  ¿Comprendes mejor ahora que fuera de la identificación con “tu aparente ser” nunca ha habido teoría pendiente de ser conocida por ti ni práctica que tú puedas realizar que sirvan para convertirte en algo que no estés siendo desde siempre? (sigue) Diciembre-18

224/2018 (continúa)-Consciencia identificada, date cuenta de que no hay acto tuyo y/o acto que tú puedas creer que estás realizando tú (tampoco que estuviera siendo realizado a través tuyo y/o siendo tú el instrumento), que siempre y sin excepción, no esté consistiendo en la práctica más suprema y/o excelsa posible: SER. ¡SER, es lo único que siempre está siendo y/o aconteciendo! Date cuenta de que no hay pensamiento, idea, sensación, intuición, emoción, creación, etc., tuya y/o que tú creas estar percibiendo, experimentando, protagonizando…, que siempre y sin excepción, no esté consistiendo en la práctica más suprema y/o excelsa: SER. Comenzando siempre por aquello que tú identificas como la existencia de tu ser, absolutamente nada existe ni acontecerá jamás, que en SER (Nada determinado y/o pura Divinidad) no esté consistiendo. No hay otra práctica que la de SER, de ahí que, puesto que SER es lo único que siempre está siendo y/o aconteciendo, jamás existirá diferencia alguna entre aquella práctica “que tú valores” como la más espiritual, la más elevada, la más exclusiva, la más especial…, y aquella otra que alguna vez “tú alcanzaras a considerar” como el acto más insignificante, básico o vulgar. ¿Significa eso que dejes de viajar a remotos lugares santos; que evites visitar a maestros, a sabios y/o a autores famosos; que abandones las disciplinas y las terapias espiritualistas de cualquier tipo; que dejes de orar, meditar, ayunar y consumir magia; que  dejes de asistir a charlas, retiros, monasterios, encuentros, dietas, rutinas y a toda clase de eventos y talleres en los que se te anuncia y/o promete ayuda para alcanzar algún deseado objetivo? No, sin embargo, date cuenta de que si tú hubieras nacido alguna vez, entonces tú jamás habrías estado practicando absolutamente nada que no estuviera consistiendo en SER aquello que jamás lograrías imaginar que pudiera superarse. ¡SER, es la única práctica! Date cuenta de que ser tú y ser todo eso que tú percibas siendo cualquier posibilidad de estar siendo la existencia y/o el acontecer de algo (desde lo más extraordinario e insuperable hasta lo más simple y detestable), nunca ha estado consistiendo en algo distinto a la práctica de SER. ¿Te das cuenta de que todas las diferencias que percibes, juzgas, experimentas y pretendes cambiar, únicamente consisten en efectos ilusorios de  de la identificación con la ilusoria particularidad de tu ser y/o de tu identidad egoica? He ahí que nada falta nunca por ser ni acontecer, pues, SER (nada determinado y/o pura divinidad) es lo único en lo que todo está consistiendo siempre.  Diciembre-18

225/2018 -He ahí que, paradójicamente, delante de cualquier percepción, sensación, emoción, juicio, convicción, circunstancia, experiencia, etc., al crear, conscientemente y voluntariamente, el sentimiento de gratitud, de alguna manera estará admitiéndose la aceptación incondicional de que “nada determinado” hay siendo la existencia de aquello determinado que aparentemente estuviera necesitando ser reconocido y aceptado. Gratitud consciente, sin condiciones ni expectativas personales y/o egoicas, equivale a aceptación incondicional. Date cuenta de que, comenzando por ti mismo, nada hay siendo algo, pues todo está consistiendo en SER incondicionalmente y/o en SER absoluta ausencia de cualquier identidad. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que la percepción de la ilusión de todas tus carencias, condiciones, limitaciones, cualidades, deseos, expectativas, etc., nacen del apego a la naturaleza ilusoria de tu supuesta identidad. Ser, no consiste en ser algo ni en que algo sea de alguna manera (percepción egoica), de ahí que toda la historia comienza con la consciencia de que tú eres tú, de que tú eres una identidad. Ante las cosas que veas que te molestan y/o que te agradan, date cuenta de que lo que te molesta y/o te gusta es la manera de verlas tú, es decir, estar viéndote a ti como si tú estuvieras siendo la identidad de un yo. La gratitud consciente, voluntaria, sin autor y sin destinatario, abre la puerta de la aceptación incondicional y/o del amor incondicional, por tanto, a la renuncia absoluta al uno mismo identificado. Envuelto con un gran decorado de misticismo religioso, se dice que “en el desierto Jesús rechazó todo cuanto le ofrecía el diablo…” -Consciencia identificada, ¿te das cuenta de que la figura metafórica que siempre está ofreciendo supuestas glorias y honores únicamente consiste en la identificación con tu aparente ser personal? ¿Te das cuenta de que sólo tú te prometes los grandes tesoros que crees necesitar para continuar creyendo en tu particularidad?  Date cuenta de que Jesús no era un ser especial, y que simplemente aceptó sin condiciones  no ser “un ser”. He ahí que al soltar la consciencia de tu aparente identidad (percepción egoica o diablo que siempre está mostrando fantásticas promesas), nada queda siendo algo, y que, por tanto, queda clarificado que todo cuanto pudiera ofrecerse y aceptarse sólo pertenecería a una realidad absolutamente ilusoria. ¡Te veo y acepto tu inexistencia y mi inexistencia! Que Nada es algo, significa que todo es nada y/o que todo está consistiendo en nada ser. La gratitud consciente e incondicional abre la puerta de la aceptación incondicional...es decir, la aceptación de SER sin condiciones y/o sin estar siendo algo determinado.   Diciembre-18

226/2018 1-Consciencia identificada, date cuenta de que tú nunca has sido tú, por tanto, de que tú nunca has sido culpable ni autor de nada de todo aquello que “inconscientemente” estás sintiéndote culpable desde que comenzaste a creer “conscientemente” y/o a tener consciencia de que habías nacido (pecado original o identificación consciencial); tú no eres culpable de haber nacido, y tampoco eres culpable de ser como tú consideras que tú eres, porque tú nunca has sido tú y/o porque ser tú no consiste en ser eso que tú crees que consiste en ser algo siendo tú. Date cuenta de que todas tus ideas y todos tus sentimientos de culpabilidad, de inferioridad, de superioridad, de  carencia, de separación, de víctima, de salvador y/o de “ser un ser” único y especial, están siendo creados por la creencia de que SER consiste en algo que puede estar compuesto por “muchos seres” distintos y unidos en uno y/o en todo uno. 2-Consciencia identificada, date cuenta de que todo aquello que tú crees que la vida (SER) está trayéndote a ti “por” algo y/o “para” algo, siempre está siendo creado por la creencia de que tú eres tú (que tú eres algo), y de que lo demás (incluida la vida) también está siendo eso que tú crees que está siendo eso…, y “por” eso… y “para” eso…, que tú puedas estar creyendo. Date cuenta de que creer que tú eres tú te convertiría a ti en “un ser y/o en un estar siendo algo” esclavo y absolutamente dependiente de todo cuanto originara la creencia en la existencia de un sí mismo y/o de “un ser” determinado. ¿Comprendes mejor ahora que no hay pregunta ni respuesta a cerca de la existencia de un sí mismo que pueda aportar alguna solución a su supuesto protagonista? 3-Consciencia identificada, date cuenta de que con tu aparente buena voluntad de enviar luz, bendiciones, amor, buenos deseos, etc., a tu percepción de los demás, aunque creas que eso es hacer algo positivo por los demás, lo único que estará suponiendo será el reforzamiento de la consciencia/creencia de que tú eres tú (el reforzamiento de tu identificación) y de la consciencia/creencia de que los demás son aquellos “otros seres” que tú percibes con tus mismas necesidades, carencias, condiciones y características particulares. Date cuenta de que, paradójicamente, con tu aparente buena intención los únicos cambios que estarás promoviendo serán los que sirvan para que todo continúe percibiéndose exactamente igual y/o para que nada cambie.  Diciembre-18

227/2018 -SER, no consiste en ser algo, por tanto, date cuenta de que, salvo tu percepción de ti y de todo aquello que tú percibes siendo la existencia y/o el acontecer de alguna cosa, nada hay siendo eso que pueda cambiarse ni que necesite ser cambiado. ¡He ahí que, puesto que la percepción de algo no consiste en algo siendo algo, excepto tus percepciones nada más puede cambiarse! Sin excepción, todo aquello que tú, consciencia identificada, percibas siendo la existencia y/o el acontecer de algo (desde lo más supremo e imprescindible hasta lo más insignificante y prescindible), únicamente de una percepción egoica estará tratándose, y sólo esa percepción será posible modificar. Nada hay ni acontece en el mundo que esté bien ni mal. Nada hay ni acontece en la vida que esté siendo mejor ni peor. Nada hay que no consista en SER y sólo en Ser, por tanto, nada hay ni acontece que necesite reducirse, eliminarse, rectificarse, aumentarse ni mejorarse. Date cuenta de que todo “ser-acontecer algo” discurre en la ilusoria percepción de que SER consiste en ser-acontecer alguna cosa y/o también la ilusoria percepción de que ser tú consista en que tú seas un ser. Nada hay siendo el amor, nada hay siendo dios, nada hay siendo la paz, nada hay siendo la libertad, nada hay siendo la vida, nada hay siendo la felicidad, nada hay siendo tú; nada hay siendo la existencia ni el acontecer de algo fuera de la percepción que tú -consciencia identificada- tengas asumida respecto a la existencia y/o el acontecer de eso y/o de cualquier otra posibilidad de que algo esté siendo algo determinado. No es tu existencia, no es la existencia del mundo, no es la existencia del bien ni la existencia del mal, no es la existencia de tus cualidades y de tus defectos lo que necesita cambiarse, sino únicamente tu percepción respecto a la existencia de esas cosas. Consciencia identificada, date cuenta de que la información de que todo es algo que sucede “por algo y para algo”, que algunas consciencias identificadas o mentes van diciendo,  escribiendo, pregonando y vendiendo en toda clase de escenarios y de escaparates,  en el fondo sólo son maneras aparentemente nuevas de mantener viva y actualizada la misma identificación, la misma culpabilidad, las mismas expectativas, la misma frustración, las mismas falsas esperanzas, las mismas fórmulas milagrosas…, de  siempre.  Diciembre-18

228/2018 1-Consciencia identificada, date cuenta de que Ser eso que para ti consiste en ser Divinidad no consiste en ser algo distinto a ser tú y viceversa; pero date cuenta también de que más allá del fenómeno de la identificación consciencial y/o de la percepción egoica, ni Ser Divinidad ni ser tú podrán consistir jamás en ser algo siendo algo. ¡Ser, y/o Ser Divinidad no consiste en ser algo, sino en el permanente estar siendo la ausencia absoluta de cualquier determinación, limitación, condición, cualidad, identidad! Date cuenta de que Ser Divinidad y ser tú no consiste en estar siendo el mismo TODO-UNO, y tampoco en estar siendo “dos seres” distintos ni separados, sino dos ideas, dos percepciones, dos juicios, dos valoraciones diferentes e imaginarias. 2-Consciencia identificada, date cuenta de que la existencia “de” este mundo, y la existencia “en” este mundo, sólo consiste en la percepción identificada de una realidad absolutamente ilusoria, de ahí que, para sentirse mínimamente felices y/o motivados en este mundo resulten casi imprescindibles las ilusiones (vivir creando y persiguiendo ilusiones); sin embargo, no deberías olvidar nunca que, incluida la percepción de la existencia de tu yo, aquí todo “ser algo” siempre está siendo virtual, aparente, fugaz y absolutamente intrascendente. Salvo la percepción de que algo cambia, nada cambia nunca, pues nada hay siendo la existencia ni el acontecer de algo; date cuenta de que ser tú y ser tu percepción de cambios, SER NADA está siendo. 3-Consciencia identificada, date cuenta de que porque SER consiste en que nunca algo esté siendo algo,  -independientemente de cualquier posible percepción, juicio y valoración-, SER (nada-algo) es lo único que está siendo siempre. Date cuenta de que SER (nada-algo y/o Divinidad) es aquello que tú -consciencia identificada- percibes e identificas como ser materia, ser mente, ser espíritu, ser dimensiones, ser energía, ser emociones, ser universos, ser inteligencia, ser vida y/o ser cualquier otra posibilidad de estar siendo alguna cosa. Aquello que tú percibes siendo paz y calma…,  Ser Divinidad ES, exactamente  igual que Ser Divinidad ES aquello que tú percibes siendo violencia y turbación. He ahí que tú puedes elegir qué quieres percibir y cómo quieres percibirlo, pero que jamás podrás hacer que ello, fuere lo que fuere, sin excepción, únicamente SER Nada y/o SER Divinidad esté siendo siempre.  Diciembre-18

229/2018 1-Consciencia identificada, date cuenta de que aquello “que tú percibes e identificas” siendo amor, felicidad, abundancia, prosperidad, bondad, vida…, Ser Divinidad ES, pero igual que Ser Divinidad ES aquello que tú percibes e identificas siendo odio, miedo, sufrimiento, carencia, maldad, muerte y/o cualquier otra posibilidad de que algo consista en ser la existencia y/o el acontecer de algo. ¿Comprendes mejor ahora que porque nada existe siendo aquello que tú -consciencia identificada-, puedas percibir e identificar siendo el ser de algo determinado, ningún dios te creó a ti y tampoco ningún dios creó tu creencia en el bien y tampoco ningún otro ser creó tu creencia en el mal? He ahí que más allá de los juicios del sueño de tu existencia no hay diferencia entre aquello que tú percibes e identificas como bueno o positivo y aquello otro que tú percibes e identificas como malo o negativo, pues únicamente SER (nada-algo y/o pura divinidad) está siendo todo. ¿Cuántas veces aquello que alguna vez percibiste siendo de una manera, después comenzaste a percibirlo siendo otra cosa bien distinta? 2-Consciencia identificada, date cuenta de que con absoluta independencia de que tú pienses lo que pienses tú, de que tú sientas lo que sientas tú, de que tú hagas lo que hagas tú, de que tú percibas lo que percibas tú, de que tú experimentes lo que experimentes tú, de que tú juzgues lo que juzgues tú, de que tú valores lo que valores tú, de que tú reacciones como reacciones tú…, unicamente en SER (Nada-algo y/o Divinidad) estarán consistiendo todos esos aparentes “ser alguna cosa” para ti. Date cuenta de que en el mundo ilusorio de tu existencia, desde la creencia en ti, tú puedes elegir qué percibir, cómo percibirlo, qué sentir, cómo catalogarlo, cómo identificarlo, cómo responder, etc., pero que, lo aceptes o no lo aceptes, nada de eso será eso ni será ninguna otra cosa que tú puedas percibir e identificar siendo algo. 3-Consciencia identificada, date cuenta de que cuando imaginas algo siendo algo, nunca puedes evitar sentir también la percepción de la presencia y/o de la existencia de su sombra y/o de lo opuesto a aquello que imagines (dualidad y diferencia). Mientras te veas a ti siendo tú, me verás a mi siendo yo y verás todo lo demás siendo todo lo demás que veas; paradójicamente, nada de eso será eso ni lo opuesto a eso, y ver eso estará siendo la demostración inapelable de que nada hay siendo eso ni siendo alguna otra cosa determinada. ¿Comprendes mejor ahora que, puesto que SER no consiste en ser algo, SER está siendo todo aquello que tú percibes e identificas como si estuviera siendo tu ser y/o cualquier otro ser algo? Diciembre-18

230/2018 1-Consciencia identificada, date cuenta de que en el mundo de la percepción de tu existencia no hay percepción de carencia, no hay percepción de conflicto y tampoco hay percepción de gloria posible que no esté siendo creada por el fenómeno de tu identificación. Ser tú es la única causa de todo cuanto tú puedas creer vivir, y también de la manera que tú puedas creer estar viviendo algo. Observa y acepta que no existe fuente de conflictos ni hay fuente de grandes objetivos que no esté manando del fenómeno de la identificación y/o de la consciencia de que tú eres tú. He ahí que observando a través de los ojos de la identificación (consciencia de uno mismo y/o identificada) no puede percibirse aquello que, por no  consistir en ser algo determinado, carece de cualquier rastro de identidad. Date cuenta de que, cuando en verdad SER es lo único que hay y/o que acontece, entonces en verdad nada hay que conocer, comprender, cambiar, aceptar, soltar, alcanzar…, pues únicamente en SER estarían consistiendo todas las posibilidades por igual. 2-  La gratitud consciente e incondicional abre la puerta de la aceptación consciente e incondicional, es decir, la aceptación de que SER significa que nada hay siendo/aconteciendo algo que necesite ser aceptado por alguien. ¡Eres, luego no eres tú ni eres ninguna otra posibilidad de estar siendo algo! Este mundo es ilusorio, de ahí que vivir aquí y/o vivir con esa identificación parezca algo transitorio e insoportable cuando no vive persiguiendo ilusiones. Date cuenta de que tu tesoro no está en lo que tú eres ni en lo que supuestamente tienes dentro de tu ser, sino en que nada seas tú y/o en que NADA sea lo único que todo está siendo: no hay más tesoro que el de la ausencia absoluta de la existencia de cualquier determinación. 3-Date cuenta de que no hay un ejemplo de algo de este mundo que sirva para expresar aquello que no pertenece a ningún mundo, de ahí la dificultad para expresarlo y la inutilidad de las palabras. Cuando SER (Nada en concreto y/o pura Divinidad) es lo único que está siento todo lo que parece ser algo y/o parece que sucede siendo algo, ¿que podría hacerse para SER, que SER no estuviera siendo ello, siempre y sin excepción? En efecto, nada de nada, porque todo lo que se hiciera (independientemente de percepciones, juicios, etc.) únicamente SER estarán siendo por igual todas las opciones.  Diciembre-18

231/2018- Date cuenta de que, aquello que hace que tú te sientas separado y/o siendo algo distinto a otras posibilidades de existencia, únicamente consiste en la percepción de que tú eres tú y/o a la consciencia (mente) de que tú eres un ser determinado por la apariencia de una identidad. ¿Cómo no percibir absolutamente determinada y condicionada tu existencia, cuando la consciencia de tu existir consiste en la percepción identificada de un yo? No-dualidad significa que no hay dos, pero que tampoco hay “uno”, que no esté consistiendo en el sueño de una percepción imaginaria y/o egoica. Consciencia identificada, ¿te das cuenta de lo insignificantes, condicionadas, carentes, decadentes, limitadas, fugaces e ilusorias que son todas tus ideas, todos tus sentires, todos tus estados…, y todas las cosas que para ti consisten en las posibilidades más grandes, deseadas y maravillosas a las que puedes aspirar? ¿Te das cuenta de que la principal causa de que “tú te sientas siendo” feliz y/o siendo infeliz, de que tú te sientas siendo pleno y/o siendo carente, de que tú te sientas siendo limtad@ y/o siendo infinitud, de que tú te sientas siendo libre y/o siendo dependiente, etc., siempre está consistiendo en el efecto de la identificación con la percepción de que ser tú consiste en “sentirte siendo” algo determinado, es decir, de que ser tú consista en ser un ser? SER, no consiste en ser “un” ser, sino en “SER nada siendo”, de ahí que todas tus limitaciones, identificaciones, juicios, carencias, dependencias, aspiraciones, etc., sólo consistan en el resultado de tu propia consciencia. ¡En la historia de la ilusión de tu existencia no hay otra causa de aquello que tú puedas percibir, pensar, sentir, experimentar, etc., -no importa de qué signo fuese- que la consciencia de que tú eres tú y/o de que ser tú consiste en ser “un” ser…, en lugar de sólo SER!  Date cuenta de que eso que creemos ser y eso que creemos vivir, sin excepción, únicamente SER (sin identidad ni limitaciones) está siendo. ¡Nadie hay siendo alguien y nada hay siendo el suceder de algo! Consciencia identificada, date cuenta de que aquello que tú percibes, juzgas y valoras como algo negativo, exactamente igual que  aquello otro que tú percibes, juzgas y valoras como algo positivo, siempre está siendo el mismo estar siendo (nada determinado), pero, percibido, juzgado y valorado de  diferente manera y/o a través de diferentes aspectos interesados de tu propia identificación.  Diciembre-18

232/2018 -Consciencia identificada, date cuenta de que el estado de “no necesitar desear sentirse feliz ni sentirse de ninguna otra manera”, es aquel en el que tú no estás. ¡Todas tus necesidades y todas tus expectativas las crea la ilusión de tu presencia! Date cuenta de que sentirse feliz y/o que sentir la existencia de la felicidad, la libertad, la paz,  y/o de cualquier otro “estado identificado”, es absolutamente innecesario más allá del estado de identificación con la existencia del uno mismo identificado (tú). Consciencia identificada, date cuenta de que “tu necesidad de desear sentirte feliz y/o sentirte de cualquier otro modo” está siendo permanentemente creada por aquello mismo que está haciendo que te percibas a ti siendo tú, y también siendo tú de la manera que estés percibiéndote. Date cuenta de que tu necesidad de sentirte feliz y/o de sentirte de cualquier otra forma, no procede de la carencia de eso que deseas experimentar, sino de percibirte siendo un yo, siendo un ser, siendo tú una parte de algo. Date cuenta de que la identificación consciente con la existencia de tu ser particular conlleva -implícita e inherente- la identificación inconsciente con la existencia de aquello que tú pudieras considerar y experimentar como algo opuesto, contrario, antagónico, sombra, etc., a tu existencia, es decir, aquello que en algún momento tú puedas percibir como perjudicial y/o negativo para ti. Date cuenta de que, del mismo modo que al identificar la existencia/acontecer de algo determinado, a la vez también estarás identificando la existencia/acontecer de lo contrario a eso (amor-odio, dicha-sufrimiento, paz-violencia, consciente-inconsciente, luz-sombra…), así también la identificación con la percepción de tu existencia crea la percepción de la existencia de todo cuanto -ante cualquier situación- tú puedas identificar y experimentar como la existencia/acontecer de algo opuesto, condicionante, limitante, antagónico, resistente, etc., a ti. ¿Comprendes mejor ahora que todo cuanto tú creas vivir siempre está siendo creado y experimentado dentro de “la realidad del mundo ilusorio” de la creencia en ti? ¿Comprendes mejor ahora que “sentir y experimentar” la existencia de la felicidad, del amor, de la dicha, de la plenitud, de la sabiduría, etc., (y la de sus opuestos), únicamente es aparentemente real y necesaria allí donde tú estés considerándote tú y sólo “para” que la ilusión de esa auto-consciencia tuya perdure? He ahí que porque tú nada eres, y/o porque ser tú, ser nada está siendo, tampoco nada es aquello que tú puedas pensar, sentir, experimentar, desear, identificar, nombrar, valorar, etc., como si ello consistiera en ser/acontecer algo.  Diciembre-18
233/2018- Hoy he escuchado decir que “cuando estamos en el pasado (recordando…), entonces estamos en el ámbito de la mente, y que cuando estamos en el futuro (deseando, esperando, imaginando, etc.,) también estamos en el ámbito de la mente.” El desacuerdo con esas afirmaciones llega cuando el autor excluye de “estar en la mente” cuando estamos en el aquí y ahora. ¡No hay un pasado y no hay un futuro, precisamente porque tampoco nunca hay un presente! Cuando estamos en la percepción, la identificación y la experimentación de un aquí y ahora concreto, también estamos en el ámbito absolutamente ilusorio de la mente, porque estar en el universo de los mundos mentales no consiste en estar en algún lugar, en algún tiempo, en alguna dimensión, en algún estado anímico o de consciencia, etc., sino en el estar de alguien y/o en el estar de la consciencia identificada con la existencia del sujeto perceptor, identificador y/o experimentador de un si mismo. Tú no eres eso que tú percibes siendo tú aquí y ahora, igual que tampoco es tu presente nada de eso que tú puedas percibir, identificar, considerar y experimentar que está siendo alguna cosa en un aquí y ahora específico. Tú existencia y la existencia de tu presente está siendo una interpretación tuya, de ahí que tú también creas en la existencia de tu pasado y de tu futuro. Con absoluta independencia del dónde y del cuándo y del cómo y del por qué y del para qué…, estar en la mente equivale a estar en ti y/o en estar siendo tú un ser determinado. ¡No-mente equivale a no yo, no uno, no todo-uno, no-algo, no un ser algo! SER (nada y/o pura Divinidad), no admite excepciones (esto sí, pero lo otro no; esto es bueno, pero lo otro es malo; esto verdadero, pero aquello falso; yo soy yo, pero tú eres tú…), pues consiste en estar siendo todo siempre, sin que nunca exista algo que esté siendo algo. La mente eres tú; la mente es la consciencia de ti y/o la consciencia identificada con tu ser, con tu yo, con tu algoidad. Tú no tienes una mente; ser tú y ser toda tu existencia es ser mente; ser tú es ser un ser mental. Sin excepción, allí donde estés tú, también estará la mente, y allí donde esté la mente también estarás tú, pues ser tú no puede separarse ni diferenciarse de ser mente, es decir, de ser mentira. Consciencia identificada (tú), date cuenta de que en la apariencia de tu existencia y de la existencia de tu mundo, suceda lo que suceda y percibas lo que percibas, siempre y sin excepción, sólo SER (nada-algo), estará siendo todo.  Diciembre-18

FINAL REFLEXIONES – 2018
JUANDE PUERTA.

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