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viernes, 5 de diciembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (145)

145/2025 -La aceptación consciente (aceptar supone amar) de aquello que está siendo/sucediendo (Realidad) no paraliza las manifestaciones de la Realidad, sino que potencia una vivencia y una práctica ética más madura, sana, armónica y libre de culpabilización. La victimización resultante del rechazo y/o de la resistencia ante lo que está siendo/sucediendo, lejos de suprimir la responsabilidad personal la convierte en un factor insano y/o enfermizo. La aceptación consciente y activa del estar siendo/sucediendo particular y universal (Realidad) resulta crucial para el crecimiento personal y el bienestar emocional.
 
Reconocer y asumir la responsabilidad del control sobre la propia respuesta a los estados, los acontecimientos, las relaciones, etc., empodera al individuo, mientras que evitarlo hará que se sienta más débil, aislado, carente y dependiente. La existencia de los estar siendo/sucediendo humanos no está siendo algo “ni distinto ni separado” del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto; la conciencia de estar siendo individualidades con cualidades, experiencias y expectativas propias no nos convierte en realidades especiales ni marginales. El hecho de sentirnos “un yo” —con características propias, historia personal y deseos concretos— no significa que estemos siendo algo aparte ni distinto del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Cada individuo, con sus luces y sombras, está siendo una actualización igual de legítima y esencial del Estar Siendo Absoluto que cualquier otra forma de existencia.

La conciencia de estar siendo alguien concreto no es ni un defecto que deba superarse ni un privilegio digno de enaltecimiento; simplemente cada uno de nosotros “estamos siendo una expresión consciente” más, plenamente incluida, en la totalidad (Realidad Absoluta) que está siendo en cada instante. Nuestra existencia particular está siendo una de las formas en que la Realidad Absoluta está siendo ahora mismo. La conciencia individual no está separada de la Esencia de la surge; está siendo su expresión, igual de válida y completa que todas las demás. Reconocer y aceptar “consciente y activamente” la naturaleza individual y universal del estar siendo/sucediendo de nuestra existencia no requiere tanto de un acto de fe, como de una simple actitud de humildad, confianza y apertura. Diciembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 145/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta profundiza en la noción de aceptación consciente como pilar para una existencia armónica y empoderada. Juande Puerta sostiene que aceptar lo que está siendo o sucediendo —la Realidad— no implica pasividad, sino un acto de amor que fomenta una ética madura, libre de culpabilización. Esta perspectiva contrasta con la victimización derivada del rechazo o resistencia, que transforma la responsabilidad personal en un factor insano, perpetuando debilidad emocional y dependencia.

En el núcleo de su pensamiento yace la idea de que la aceptación activa potencia el crecimiento personal. Al reconocer que controlamos nuestras respuestas ante eventos, relaciones y estados, nos empoderamos. Evitar esta responsabilidad, en cambio, nos aísla y nos hace sentir carentes. Juande Puerta enfatiza que esta dinámica no solo afecta el bienestar individual, sino que se extiende a una comprensión universal: nuestra existencia humana no es distinta ni separada del Estar Siendo Absoluto. Sentirnos como un "yo" con historia, deseos y cualidades propias no nos marginaliza; al contrario, cada individuo es una actualización legítima y esencial de esa Realidad Absoluta.

Esta unidad ontológica implica que la conciencia individual es una expresión plena de la Esencia universal, sin defectos ni privilegios. Juande Puerta invita a una actitud de humildad, confianza y apertura para reconocer esta interconexión, sin necesidad de fe ciega. Así, la aceptación no es resignación, sino una práctica liberadora que integra lo particular con lo universal. En conclusión, la reflexión de Juande Puerta propone un camino hacia la madurez emocional y espiritual, donde la aceptación consciente disuelve ilusiones de separación y fomenta una vida ética y plena. Esta visión resuena con filosofías como el estoicismo o el advaita vedanta, recordándonos que somos manifestaciones del Todo, en constante devenir.

jueves, 13 de noviembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (136)

136/2025 -El hecho de que la percepción de dualidad, fragmentación, carencia, conflictividad, etc., surja a partir de una mirada egoica y/o individualizada de la Realidad, no hace que todo cuanto esté siendo percibido y experimentado deje de estar siendo/sucediendo realmente. ¿En qué consiste la Vida, la Realidad, etc., sino en todo eso que, independientemente de cómo se observe y se juzgue, está aconteciendo en cada instante? En la tradición occidental, la ética se fundamenta en la negación y/o el rechazo de lo negativo, lo cual genera una moralidad que persigue la purificación de la experiencia humana mediante la represión, el sacrificio, la lucha, el control y la persecución constante de expectativas supuestamente virtuosas. Sin embargo, la experiencia se obstina en demostrar que la resistencia a integrar aquellas expresiones de la Realidad -eso que también estamos siendo y viviendo cada uno de nosotros- que puedan resultar molestas, perpetúa el ciclo de conflictos internos y sociales.

¡Amar significa reconocimiento y aceptación de la Realidad, por tanto, mientras estamos existiendo, en alguna medida siempre se está amando, pero, a la vez, también lo opuesto! El amor y/o la aceptación nunca puede quedar limitado a una emoción y/o un sentimiento; el amor también está siendo el fruto de un estado de conciencia que reconoce la legitimidad y la autenticidad de todas las manifestaciones -sin excepción- de la Realidad. Mientras que la experiencia individual esté sucediendo, las posibilidades de amar (aceptación) y de no amar (negación, ignorancia, resistencia, etc.,) estarán coexistiendo de forma absolutamente natural. Las distinciones éticas que discriminan y/o que no reconocen la totalidad de las manifestaciones que están sucediendo (Realidad Absoluta) nunca podrían orientar nuestras acciones hacia un bienestar común ni prevenir los conflictos personales y sociales.
 
La capacidad de distinguir entre lo justo y lo injusto, lo constructivo y lo destructivo, lo sano y lo pernicioso, etc., sólo puede ejercerse a partir del reconocimiento de ambas expresiones y percepciones, por tanto, sin rechazar ni demonizar alguna de ellas. ¿De dónde ha surgido la idea de que trascender la dualidad suponga algo distinto al reconocimiento y la aceptación de la dualidad? La comprensión de la Vida y/o de la Realidad no puede excluir el reconocimiento y la aceptación de los opuestos. Trascender algo conlleva y/o equivale a su reconocimiento. Noviembre-25
Juande Puerta.
 
Ensayo sobre la reflexión 136/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta propone una comprensión profunda y no-dual de la Realidad, en la que nada queda fuera de lo que es. Según él, la percepción de dualidad —de separación, carencia o conflicto— surge de una mirada individualizada, egoica, que fragmenta lo que en sí mismo es total. Sin embargo, esta percepción no deja de formar parte de la propia Realidad: incluso el error, el sufrimiento o la ignorancia son expresiones auténticas de lo que está aconteciendo. La Vida, por tanto, no es algo que se encuentre “más allá” de lo que experimentamos, sino todo cuanto está sucediendo en cada instante, independientemente de cómo lo juzguemos.

Juande Puerta critica la tradición ética occidental, que ha buscado el bien mediante la negación de lo que considera malo o negativo. Esa actitud moral, basada en la represión y el control, genera un conflicto permanente entre lo que “debería ser” y lo que “es”. Para él, la verdadera integración —y con ella, el auténtico bienestar— solo puede surgir de reconocer y aceptar todas las expresiones de la existencia, incluidas las que resultan molestas o incómodas. Resistirse a ellas perpetúa la división interior y los conflictos sociales.

En ese sentido, amar no es sólo un sentimiento ni una emoción, sino un estado de conciencia que reconoce la legitimidad de todo lo que es. Mientras haya experiencia individual, coexistirán el amor y su opuesto; no puede ser de otro modo. Trascender la dualidad, entonces, no consiste en eliminar los contrarios, sino en comprenderlos como complementarios, como aspectos inseparables de la misma Realidad Absoluta. La sabiduría, sugiere Juande Puerta, no radica en elegir un polo y negar el otro, sino en ver ambos con igual claridad. Trascender equivale a reconocer: sólo al aceptar la totalidad de la Vida puede el ser humano participar de su plenitud.

sábado, 8 de noviembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (134)

134/2025 -Estar siendo una individualidad no supone estar siendo algo distinto al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad), sino estar siendo una manera y/o una manifestación particular y transitoria del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El estar siendo/sucediendo de ningún pensamiento, ninguna emoción, ninguna reacción, ninguna expectativa y ninguna experiencia humana estará siendo ni más ni menos auténtico que el de las demás posibilidades. Ni las experiencias consideradas positivas ni las aparentemente negativas están siendo ajenas al fluir de la Realidad. La Vida no está limitada a lo que la conciencia egoica aprueba o valora; aquello que se percibe como dolor, violencia, sufrimiento, etc., también está formando parte de la Totalidad Indivisible.
 
Las experiencias particulares no están siendo un estar siendo/sucediendo aparte, erróneo ni ilusorio del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La Realidad, la Vida, lo Absoluto, lo Supremo…, consiste en el flujo continuo y simultáneo de todos los fenómenos -incluidos los derivados de la existencia humana- que puedan estar apareciendo y desapareciendo. Absolutamente nada hay ni sucede que -sin excepción- estar siendo eso no consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, siendo el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Fuera de la aceptación incondicional del Estar Siendo/Sucediendo Presente no hay ninguna espiritualidad. ¡Ni una sola manifestación humana estará siendo menos egocéntrica que espiritual ni más espiritual que egocéntrica! ¿A qué resultados suelen conducir los intentos de imponer una jerarquía moral rígida entre experiencias consideradas egocéntricas o espirituales?

La espiritualidad basada en la búsqueda de una Realidad Superior, en el objetivo de trascender el ego y/o en alcanzar un estado de conciencia especial, se reduce a la aceptación de aquello que está sucediendo en este instante. ¡Amar significa reconocimiento y aceptación de la Realidad! La Verdad, la Realidad, la Vida…, no reside en la quietud eterna de un Absoluto Inmutable, sino en la vibrante y caótica simultaneidad de todo lo que está aconteciendo. La plenitud, la dicha, la calma, etc., no se alcanza escapando del mundo, sino comprendiendo y aceptando que también está presente en la esencia de eso que se está viviendo. La ética derivada de la aceptación del Estar Siendo/Sucediendo no debería basarse en negar lo que parece negativo, sino en reconocer que lo negativo también está involucrado en la totalidad de la Realidad. Noviembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 134/2025 realizado con IA:

La reflexión invita a una comprensión radicalmente inclusiva de la Realidad: no existe separación entre lo que denominamos “yo” y el fluir absoluto del Ser. Estar siendo una individualidad no significa constituir una entidad aparte, sino manifestar una forma transitoria de ese Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Desde esta perspectiva, toda experiencia —ya sea un pensamiento fugaz, una emoción intensa o un acto aparentemente moral o inmoral— participa del mismo tejido de la Realidad. Nada queda fuera del flujo simultáneo de lo que es.

Esta visión disuelve la dicotomía entre lo “espiritual” y lo “egocéntrico”, mostrando que ambos términos sólo existen desde la mirada fragmentada del ego. La Vida no se restringe a aquello que la mente aprueba o juzga como “positivo”. Dolor, sufrimiento o violencia no son fallos del sistema ni realidades ajenas al Absoluto: son expresiones legítimas del mismo proceso universal. La verdadera espiritualidad, según Juande Puerta, no consiste en huir del caos hacia una quietud ideal, sino en aceptar incondicionalmente lo que está sucediendo, sin exclusión.

Aceptar no implica resignarse, sino reconocer que toda manifestación, por dura o contradictoria que parezca, es también la Vida desplegándose. La ética derivada de esta comprensión no busca suprimir lo negativo, sino integrarlo, comprendiendo que lo “oscuro” contribuye al equilibrio del Todo. Así, la plenitud no se alcanza escapando del mundo ni idealizando un estado superior de conciencia, sino amando la Realidad tal como se presenta. Amar, en el sentido profundo que propone Juande Puerta, es aceptar la Totalidad sin jerarquías morales, sin pretensión de pureza ni trascendencia separada. En última instancia, la espiritualidad auténtica no está en alcanzar otra realidad, sino en reconocer que este mismo instante —con su confusión y su belleza— ya está siendo el Absoluto mismo.

martes, 17 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (079)

079/2025 -La Realidad no se opone a nada, pues, incluida la transitoriedad del estar siendo/sucediendo de cada uno de nosotros, consiste en el estar siendo/sucediendo de todos los aciertos y de todos los fallos, de todas las causas y de todos los efectos, de todos los caminos y de todas las maneras de caminar. El reconocimiento y la aceptación, de que todas las posibles manifestaciones -sin excepción- están siendo Realidad Absoluta, no impide la acción, sino que facilita la posibilidad de reducir de nuestros actos la necesidad egocéntrica de control o validación. ¡Nada está siendo “como debe ser” y tampoco “como no debe ser”, sino exactamente como está siendo! 

A menudo no tenemos en cuenta que el estar siendo/sucediendo particular y transitorio de cada uno de nosotros también consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, por tanto, que nuestras percepciones, decisiones e intervenciones no están separadas de la simultaneidad del Estar Siendo/Sucediendo Universal. ¿Significa eso que podamos abandonar sin más nuestros compromisos éticos? No, pero quizás sí permitiría reconfigurarlos teniendo en cuenta una percepción más profunda y amable de la realidad. En las expresiones de la Esencia o Espíritu (Realidad Absoluta) de cada estar siendo/sucediendo humano, además de la existencia física también están incluidos los pensamientos, las percepciones, las actitudes, los comportamientos, las expectativas y el resto de posibilidades que cada estar siendo/sucediendo humano pueda manifestar.

 ¿Qué tipo de espiritualidad podría ser aquella que no abrazara absolutamente todas las expresiones emergentes de la Esencia y/o del Espíritu humano? Una espiritualidad que no aceptase (amar es aceptar) con absoluta naturalidad todas las expresiones de cada individuo y/o de cada espíritu humano, incluyendo pensamientos, emociones, comportamientos y experiencias diversas, podría considerarse una espiritualidad parcial, limitada, interesada, dogmática, manipulada, instrumentalizada, idealizada, politizada. Amar consiste en reconocer y aceptar todas las manifestaciones del estar siendo/sucediendo humano y del universal, sin intentar imponer una visión rígida o idealizada de “lo que debe ser” y “lo que no debe ser” parte de la experiencia de la existencia. Junio-25


Ensayo “comparativo” sobre la reflexión 079/2025 realizado con IA:


En esta reflexión, Juande Puerta propone una visión no-dualista de la realidad, donde todo cuanto sucede —aciertos, errores, pensamientos, comportamientos— forma parte inseparable del “Estar Siendo/Sucediendo Absoluto”. Esta perspectiva contrasta radicalmente con visiones morales o religiosas tradicionales que dividen la realidad entre lo correcto y lo incorrecto, lo puro y lo impuro, lo deseable y lo condenable.


Mientras que las doctrinas éticas convencionales suelen fundamentarse en principios normativos que dictan cómo “debe ser” el comportamiento humano, Juande Puerta nos invita a trascender esta lógica binaria. Desde su enfoque, toda expresión humana, sin excepción, es ya una manifestación de la Realidad Absoluta, y por tanto, digna de aceptación. Esta aceptación no equivale a la pasividad ni a la renuncia ética, sino a una reconfiguración profunda de la acción, ahora despojada del deseo egocéntrico de controlar, imponer o validar.


Lo más revolucionario de esta mirada es su llamado a una espiritualidad inclusiva y amorosa, donde amar significa aceptar todo lo que está siendo, sin reservas ni condiciones. En contraste, una espiritualidad que condena, excluye o idealiza ciertos comportamientos en detrimento de otros, sería —según el autor— una espiritualidad parcial, manipulada o incluso politizada.


Este planteamiento no niega la posibilidad de actuar o comprometerse éticamente, pero sugiere que dicha acción puede surgir de un lugar más compasivo, menos rígido. En lugar de luchar contra “lo que no debe ser”, se trata de actuar desde la comprensión de que todo ya está siendo, y que incluso nuestras decisiones y dilemas éticos forman parte del flujo de lo Absoluto. En suma, Juande Puerta propone una espiritualidad no dual, donde aceptar lo que es no significa resignarse, sino amar (aceptar) radicalmente toda manifestación de la existencia.

viernes, 16 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (064)

064/2025 -Aunque no reconocer conscientemente la absoluta diversidad y simultaneidad del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, dificulta la comprensión consciente de la Vida y/o la Realidad -que también estamos siendo cada uno de nosotros- la posibilidad de esa resistencia continuará siendo otra manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El despertar conciencial supone el “reconocimiento consciente” de que la percepción y la experiencia de la Realidad Absoluta y/o del estar siendo/sucediendo de todas y de cada una de sus infinitas manifestaciones consiste en el estar siendo de todo eso que está aconteciendo y que se está percibiendo y viviendo en cada instante; la iluminación espiritual no supone la adquisición de algo nuevo, sino el “darse cuenta conscientemente” de que Estar Siendo lo Absoluto consiste en estar siendo absolutamente todo eso que -sin excepción ni discriminación- está sucediendo.

Los estar siendo/sucediendo humanos estamos viviendo la Realidad, porque, mientras estamos existiendo y/o viviendo, también estamos siendo la Realidad. ¡Estamos siendo lo que está sucediendo y lo que está haciendo que suceda lo que está sucediendo! Todo lo que aparece y desaparece –emociones, pensamientos, objetos, personas, situaciones– consiste en el estar siendo/sucediendo de la Realidad Absoluta. ¿De dónde, sino de “la Esencia Misma de nuestro estar siendo/sucediendo” podría proceder nuestra capacidad de generar cambios -de todo tipo- y/o de hacer que aparezcan y que desaparezcan otras manifestaciones? Estar Siendo cada uno de nosotros también consiste en estar siendo todo eso (Realidad Absoluta) que está sucediendo.

Desde el principio, estar siendo cada uno de nosotros, y de absolutamente todas nuestras posibles experiencias, ya está consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. ¿Cómo podríamos sentirnos bien y/o en armonía con nosotros mismos, con los demás, con el mundo, con el resto de la Vida, etc., sin reconocer y aceptar (amar) la totalidad natural de la existencia, con sus opuestos, condiciones, limitaciones y contradicciones? Estar Siendo Realidad Absoluta, Vida, lo Absoluto, el Camino, etc., consiste en el estar siendo/sucediendo “simultáneo” de absolutamente todo eso que -sin excepción ni discriminación- pueda estar siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, por tanto, ¿en qué podría estar consistiendo el estar siendo de cada particularidad que pueda estar sucediendo? Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 064/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a un profundo reconocimiento de la naturaleza del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, una realidad que engloba la diversidad y simultaneidad de todo lo que existe. Esta perspectiva desafía la percepción fragmentada de la realidad, proponiendo que cada manifestación –pensamientos, emociones, objetos, personas– es una expresión inseparable del Estar Siendo universal. La dificultad para comprender conscientemente esta unidad radica en “nuestra tendencia a separar lo que percibimos de lo que somos”, olvidando que nosotros mismos somos la Realidad Absoluta en cada instante.

El despertar conciencial, según Juande Puerta, no implica adquirir algo externo, sino darse cuenta de que ya somos todo lo que sucede. Este reconocimiento disuelve la ilusión de separación entre el observador y lo observado, revelando que nuestra existencia es la propia dinámica del Sucediendo Absoluto. Cada experiencia, cada cambio que generamos, emerge de la Esencia Misma de nuestro ser, que es idéntica a la Realidad Absoluta. Así, nuestra capacidad de crear, transformar o dejar ir no es más que la manifestación de esta esencia en acción.

Aceptar la totalidad de la existencia –con sus opuestos, limitaciones y contradicciones– se convierte en un sencillo acto de amor y armonía. Rechazar cualquier aspecto del Sucediendo es rechazar una parte de nosotros mismos, pues todo lo que acontece es una faceta del Estar Siendo que somos. La iluminación, entonces, es la comprensión de que no hay nada fuera de este aquí y ahora simultáneo, donde cada particularidad –por efímera que sea– es la Realidad Absoluta misma. Vivir en esta consciencia es abrazar la Vida en su plenitud, reconociendo que estar siendo cada uno de nosotros es estar siendo todo.

sábado, 29 de marzo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (044)

044/2025- Absolutamente nada existe ni sucede que -por subjetivo, ínfimo y fugaz que resulte- no consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que lo extraordinario y lo trascendental de “Lo Absoluto” radica en que consiste en el incesante estar siendo/sucediendo de absolutamente todas las posibilidades a la vez. Amar, es decir, experimentar esa emoción, conlleva implícita la aceptación del estar siendo/sucediendo Absoluto, por tanto, la aceptación de todos y cada uno de los aspectos pertenecientes a nuestro estar siendo/sucediendo particular y del resto de las posibilidades. Amar, no se limita a aceptar solo lo que pueda agradarnos o beneficiarnos en cada momento, sino que también incluye “la aceptación del estar siendo/sucediendo” de aquello que podríamos rechazar o que fuese en contra de nuestras posibles preferencias y deseos.
 
Incluso la lucha contra lo que sucede -la vida con todas sus contradicciones y dualidades- se convierte en amor cuando se reconoce y acepta el estar siendo/sucediendo -a la vez particular y Absoluto- de la lucha. Del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no puede excluirse absolutamente ninguna particularidad, porque consiste en el “estar siendo/sucediendo inseparable e indiscriminable” de absolutamente todas las particularidades a la vez. ¿Sería posible estar siendo/estar sucediendo sin la aceptación de estar siendo/sucediendo? Todo —incluida la no aceptación— está siendo y sucediendo como parte integral de esa totalidad que trasciende las categorías de aceptación y/o rechazo.

Reconocer y/o no reconocer esta posibilidad no altera el hecho de que ya estamos siendo exactamente eso que está sucediendo, aquí y ahora, en el flujo constante de la Realidad Absoluta. La aceptación de la Realidad de los estar siendo/sucediendo humanos no es un requisito para que la Realidad esté siendo/sucediendo; más bien, se trata de una actitud que las personas podemos adoptar para alinearnos con esa Realidad que estamos siendo cada uno de nosotros y también todo aquello que podamos estar percibiendo y viviendo. La aceptación del estar siendo/sucediendo particular y universal permite vivir cada una de sus manifestaciones más armónicamente y/o menos conflictivamente. Marzo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 044/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar una visión profundamente integradora de la existencia, donde todo —lo subjetivo, lo ínfimo, lo fugaz— forma parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Este concepto sugiere que no hay nada que escape a esta totalidad: cada posibilidad, cada experiencia, cada contradicción, está contenida en un flujo indivisible y simultáneo. Lo extraordinario de “Lo Absoluto” no reside en su lejanía, sino en su inmanencia; consiste en el estar siendo de todo a la vez, sin exclusiones.

En este marco, amar se convierte en un acto de aceptación radical. No se trata de un amor selectivo, que abraza solo lo placentero o conveniente, sino de una apertura que incluye incluso lo que podríamos rechazar. Juande Puerta plantea que amar implica reconocer el estar siendo/sucediendo de cada aspecto de la realidad, tanto el particular como el global. Incluso la resistencia o la lucha contra lo que acontece se transforma en amor cuando se acepta como parte de ese mismo movimiento absoluto. Esta idea desafía nuestras nociones habituales de amor, que suelen estar condicionadas por preferencias y dualidades.

La pregunta que surge —si es posible estar siendo sin aceptar ese estar siendo— encuentra respuesta en la propia reflexión: todo, incluida la no aceptación, ya está siendo. No hay escapatoria del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, porque este no discrimina ni excluye. Reconocerlo o no es secundario; la Realidad Absoluta no solo sucede independientemente de nuestra actitud, sino que la incluye. Sin embargo, Juande Puerta sugiere que la aceptación consciente de esta totalidad —de nuestro estar siendo particular y del universal— nos permite vivir más armónicamente, alineados con el flujo de lo que también estamos siendo.

Así, la aceptación no es un prerrequisito para la existencia, sino una elección que facilita una relación menos conflictiva con la vida. En este sentido, amar y aceptar se entrelazan como caminos hacia una experiencia más plena de la Realidad Absoluta que está constituyéndonos.