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martes, 21 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (126)

126/2025 -Si no estuviera siendo la Vida Misma y/o la Realidad Absoluta lo que está manifestándose en cada posibilidad de existencia, cada circunstancia, cada pensamiento, cada emoción, cada reacción y cada posible acontecer, ¿qué estaría siendo entonces? ¿Acaso tiene algún sentido creer que la Vida, la Realidad, etc., solo podría estar manifestándose en aquello que cualquiera de nosotros (que también estamos siendo una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto) pudiera ver como algo positivo y agradable? La plenitud de la existencia ya está aquí, ya está siendo todo cuanto está sucediendo, por tanto, siempre estará incluyendo todo -también los deseos humanos de transformación- cuanto cada uno de nosotros pueda estar viviendo en cada instante del efímero proceso de su existencia.

No hay ni sucede nada que esté siendo ilusorio, erróneo ni contrario a la plenitud de la vida, porque no hay ni sucede nada que no esté siendo plenitud de vida. En nuestra percepción habitual, identificada con el yo victimizado y/o autoexcluido de su dimensión universal, tendemos a dividir la experiencia entre lo que deseo y lo que no deseo, lo bueno y lo malo, lo que acepto y lo que rechazo; sin embargo, ¿desde cuándo la vida que buscamos comprender debería excluir algún aspecto de su naturaleza y/o alguna de sus posibles manifestaciones?
 
La comprensión y el disfrute de la Realidad no es algo que esté reservado para los sabios, los iluminados, los místicos, los elegidos, y tampoco a los que se retiran del mundo. ¡Nunca absolutamente nadie estará siendo algo distinto al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, que -sin excepción- también estará siendo cualquiera de nuestras percepciones, experiencias y expectativas! La plenitud de la vida “siempre” está revelándose en absolutamente todo aquello que -se acepte o se rechace- está siendo y/o sucediendo. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 126/2025 realizado con IA:

En las palabras de Juande Puerta, se despliega una visión profunda y liberadora de la existencia: si la Vida Misma y la Realidad Absoluta no se manifiestan en cada posibilidad —desde los pensamientos efímeros hasta las emociones más crudas—, ¿qué otra cosa podría ser? Esta interrogante nos invita a trascender la ilusión de separación, cuestionando la noción de que la plenitud sólo reside en lo positivo o agradable. Juande Puerta nos recuerda que la existencia no discrimina; incluye todo, sin exclusiones, abarcando deseos de transformación, reacciones y acontecimientos que, en su aparente caos, forman parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.

Nuestra percepción habitual, anclada en un yo victimizado y auto-excluido, genera una división artificial: lo deseado versus lo rechazado, lo bueno frente a lo malo. Esta dualidad nos aleja de la esencia universal, como si la Vida pudiera fragmentarse para complacernos. Sin embargo, ¿desde cuándo la Realidad debería mutilar su propia naturaleza? Juande Puerta argumenta que nada es ilusorio ni erróneo; todo —incluso el sufrimiento o la decepción— es manifestación plena de la vida. Rechazar aspectos de ella equivale a negar nuestra propia dimensión cósmica, donde somos, sin excepción, expresiones del Absoluto.

Esta comprensión no es un privilegio de sabios o iluminados, ni requiere retiro del mundo. Al contrario, la plenitud se revela en cada instante, en lo aceptado y lo repudiado, en las expectativas rotas y las percepciones cotidianas. Somos, todos, el suceder incondicional: nadie escapa a esta verdad. Disfrutarla implica soltar la resistencia, abrazando la totalidad como un flujo ininterrumpido.

En última instancia, Juande Puerta nos convoca a una rendición gozosa: la Vida no busca nuestra aprobación; simplemente es, en su vastedad incluyente. Reconocer esto disuelve el velo del ego, revelando que la plenitud no es un destino futuro, sino el pulso eterno del ahora. Así, cada experiencia, por humilde o turbulenta, se convierte en portal a lo infinito.

martes, 7 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (120)

120/2025 -Nunca nadie ha hecho absolutamente nada, y también nunca nadie ha vivido absolutamente nada, sin que cada uno de esos actos y experiencias no consistiera en Estar Siendo Realidad Absoluta. La Realidad Única no es algo externo o ajeno, sino que se despliega y se expresa a través de todo cuanto está sucediendo y experimentándose. No es cierto que “nadie haga nada por sí mismo, porque no hay un yo separado que actúe…”, sencillamente estar siendo la existencia del yo que actúa y que experimenta consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, que al mismo tiempo también estarán siendo el resto de las posibilidades. Tal y como está siendo, cada instante ya está siendo pleno, por tanto, no necesita ser validado o añadido a otra cosa.
 
Ramana Maharshi (India, siglo XX) enseñaba que “el yo individual es una ilusión mental; lo único real es el Sí mismo o Atman, idéntico a Brahman” (Realidad Absoluta). Su propuesta era: “Indaga quién soy yo. Al descubrir que no hay un hacedor individual, se revela que todo acto y experiencia ya son la manifestación del Absoluto.” Desde mi punto de vista actual, el yo individual está siendo tan real como está siendo la ilusión de que pueda haber/suceder algo que no consista en estar siendo Realidad Absoluta. La revelación de que “todo acto y experiencia ya son la manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto”, no excluye, sino que legitima la autenticidad de la existencia del hacedor individual y de cada uno de sus posibles actos. Utilizando las palabras de Ramana Maharshi: todo -sin excepción- está siendo real, porque no hay nada que no esté siendo “lo único real” y/o la Realidad Única.

Nisargadatta Maharaj (India, siglo XX) decía que “el mundo aparece, pero que tú eres antes del mundo”. No estoy de acuerdo con esa percepción de la Realidad Única que presupone que nosotros estamos siendo excepciones especiales. ¡Si nosotros estamos siendo antes de aparecer en el mundo, entonces el mundo y todo lo demás también está siendo antes de aparecer! Para Nisargadatta la consciencia de “yo soy” es el umbral hacia lo Absoluto. Maharaj opinaba que “Todo lo que ocurre —acciones, pensamientos, experiencias— no tiene realidad independiente, sino que ocurre en la consciencia universal”. Al respecto opino que tener realidad independiente no está reñido con lo Absoluto, porque lo Absoluto también está siendo eso que pueda estar manifestándose y percibiendo como una realidad independiente. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 120/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta se adentra en uno de los dilemas más profundos de la filosofía advaita: la relación entre lo Absoluto y lo relativo, entre la idea de un “yo individual” y la Realidad Única que todo lo abarca. Según su planteamiento, nunca ha habido un acto o experiencia que no haya consistido en “Estar Siendo Realidad Absoluta”. Esto significa que no existe separación real entre el sujeto que experimenta, el acto realizado y la totalidad en la que todo ocurre. Cada instante, cada vivencia y cada acción, ya son plenos en sí mismos, pues en ellos se despliega la totalidad del Ser.

La tradición advaita, representada por Ramana Maharshi, sostiene que el yo individual es una ilusión mental. Al indagar “¿quién soy yo?”, se descubre que no hay un hacedor separado y que todo acto es manifestación del Absoluto. Sin embargo, Juande Puerta matiza: incluso la vivencia del yo personal —con su aparente autonomía— está siendo Realidad Absoluta. No se trata de negar su existencia, sino de reconocer que lo que llamamos “individuo” es también expresión legítima de lo Único. Esta postura amplía el enfoque clásico, pues integra la experiencia concreta del yo sin deslegitimarla como ilusión.

Frente a Nisargadatta Maharaj, quien afirmaba que “el mundo aparece, pero tú eres antes del mundo”, Juande Puerta cuestiona la idea de que nosotros seamos excepciones especiales dentro de la Realidad. Para él, tanto el yo como el mundo comparten la misma raíz: todo está siendo antes de aparecer, todo es igualmente Realidad Absoluta. Así, lo independiente y lo universal no se excluyen, sino que son facetas de la misma plenitud.

En definitiva, la propuesta de Juande Puerta subraya que nada queda fuera de lo Absoluto. Cada acto, cada experiencia y cada forma de existencia ya están siendo la manifestación íntegra de lo Real, sin necesidad de buscar otra validación.

jueves, 19 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (080)

080/2025 -Lo que parece estar sucediendo, también está sucediendo. Por mucho que nuestras percepciones y vivencias puedan catalogarse como apariencias, sueños, imaginaciones, proyecciones, etc., todo eso también está siendo y sucediendo. Aceptar, sin reservas ni condiciones, todo lo que está siendo/sucediendo (Realidad Absoluta), no supone que se deba permanecer impasible ni indiferente -cosa imposible y antinatural- ante ello, sino que la aceptación también debería extenderse a todas las posibles reacciones. La aceptación de la Realidad, la Vida, etc., no puede limitarse a la percepción de su apariencia externa; también tiene que abarcar las reacciones que surgen en su parte o dimensión interna: emociones, pensamientos, impulsos, deseos, acciones.
 
No hay fragmentación entre lo que se está viviendo fuera y lo que se está viviendo dentro. Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en estar siendo absolutamente todo cuanto -simultánea y universalmente- está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, por tanto, también está siendo nuestro yo personal y todas sus posibles percepciones, juicios, reacciones y expectativas. Inseparablemente, Estar Siendo Realidad Absoluta incluye el estar siendo/sucediendo/viviendo preciso e instantáneo de cada uno de nosotros, de ahí que el reconocimiento y la aceptación de la Realidad no puede excluir -tampoco las nuestras- absolutamente ninguna de sus manifestaciones. ¡Nuestras reacciones -sin excepción- también están siendo manifestaciones del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto!
 
Así como la aceptación de la Totalidad Universal no puede dejar fuera nuestra propia aceptación, tampoco nuestra propia aceptación puede dejar fuera a ninguna de nuestras posibles expresiones. ¡Nuestro suceder particular y el suceder particular de nuestras experiencias también está siendo -a la vez e inseparablemente- lo que está sucediendo en el mundo! Nuestras percepciones y acciones nunca han estado, ni estarán, separadas del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, porque nuestras percepciones y acciones también están siendo el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.
 
¿Para poder reconfigurar nuestros compromisos éticos, son verdaderamente útiles y necesarias las “guías y/o las herramientas prácticas”, como las que llevan ofreciendo -desde hace miles de años- las tradiciones políticas, religiosas, espirituales, filosóficas, etc., tanto occidentales como orientales? Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en todo -incluidos nosotros y nuestras actividades- lo que “en cada aquí y ahora” está siendo/sucediendo, por tanto, ¿qué mejor guía, que la implícita en el reconocimiento y la aceptación de que no hay separación entre nuestro estar siendo/sucediendo y el resto del estar siendo/sucediendo? Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 080/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de la Realidad Absoluta como un todo inseparable que abarca tanto lo externo como lo interno, lo percibido y lo sentido, lo universal y lo particular. Según Juande Puerta, todo lo que parece estar sucediendo —sean percepciones, emociones, pensamientos o acciones— es, en efecto, parte de lo que está siendo. Esta idea desafía la fragmentación entre el mundo externo y nuestra experiencia interna, proponiendo que aceptar la Realidad Absoluta implica abrazar cada manifestación, incluidas nuestras reacciones más personales.

Esta aceptación no equivale a pasividad. No se trata de permanecer indiferentes ante el mundo, sino de reconocer que nuestras emociones, juicios y deseos son tan reales como los eventos externos. La Realidad Absoluta no distingue entre lo que sucede "fuera" y lo que surge "dentro"; ambas dimensiones son expresiones del mismo Ser/Suceder universal. Así, nuestras acciones y percepciones no son ajenas a la Totalidad, sino que forman parte integral de ella. Esta visión disuelve la ilusión de separación, mostrando que nuestro "yo" personal, con todas sus experiencias, está intrínsecamente unido al acontecer universal.

Juande Puerta cuestiona la necesidad de guías externas —como las ofrecidas por tradiciones políticas, religiosas o filosóficas— para reconfigurar nuestros compromisos éticos. Si la Realidad Absoluta ya incluye todo lo que somos y hacemos, la guía más auténtica reside en el reconocimiento de esta unidad. Aceptar que nuestro estar siendo es inseparable del suceder del mundo nos libera de la necesidad de herramientas externas, pues la vida misma, en su despliegue instantáneo, está siendo la guía. Vivir desde esta aceptación implica actuar con plena conciencia de que nuestras percepciones y acciones están siendo, en sí mismas, manifestaciones de la Realidad Absoluta.

domingo, 20 de abril de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (052)

 052/2025 -La persistente dualidad, que los estar siendo/sucediendo humanos percibimos, experimentamos y sentimos que está impulsándonos a actuar en cada instante del “proceso dinámico” de nuestra efímera existencia, no está siendo una imperfección ni un error a corregir, sino una manifestación, tan absolutamente natural en cada uno de nosotros, como en el resto de las manifestaciones que podamos estar percibiendo, compartiendo y viviendo. La percepción de dualidad, condición inherente en lo más profundo de nuestra esencia (resultado natural de que estamos siendo parte y Totalidad a la vez), no está siendo un defecto que deba corregirse ni la causa de ninguna culpabilidad, sino una poderosa fuente de energía que mantiene activo el proceso de nuestra existencia y/o de nuestra vida.

El proceso del estar siendo/sucediendo particular de cada uno de nosotros, “a la vez también está siendo” el proceso del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto y/o del resto de las posibilidades, de ahí que todo aquello que cualquier individuo esté pensando, percibiendo, sintiendo, intuyendo, juzgando, realizando, imaginando, viviendo, etc,. “también estará consistiendo siempre” en el proceso natural de su propio estar siendo/sucediendo. Nunca ha habido, y nunca habrá, ninguna otra Realidad Suprema, que aquella que consiste en el estar siendo/sucediendo de exactamente eso que está siendo/sucediendo en cada instante. Nunca ha habido, y nunca habrá, ninguna otra Realidad Superior a aquella que se esté siendo y viviendo en cada instante.
La dualidad —esa sensación constante de carencia, de conflicto, de contradicción y de separación entre sujeto y objeto, entre yo y el mundo, entre lo interno y lo externo— no es un error ni una ilusión que necesite ser trascendida, sino una manifestación natural del proceso mismo del estar existiendo. La percepción de dualidad -origen también del insistente diálogo interno de los estar siendo/sucediendo humanos- no supone una señal de ignorancia, de imperfección ni de desconexión espiritual, sino una expresión legítima del estar vivos, de ahí que en ello tampoco hay culpa ni necesidad de redención. La dualidad que estamos percibiendo y viviendo no está siendo algo ajeno a la dualidad que estamos siendo. Abril-25
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 052/2025 realizado con IA:
En la reflexión de Juande Puerta se nos ofrece una mirada radicalmente inclusiva sobre la experiencia humana, especialmente sobre esa constante percepción de dualidad que nos atraviesa: el yo y el otro, lo interno y lo externo, el bien y el mal. A diferencia de muchas corrientes espirituales que presentan la dualidad como una ilusión a superar o como un error que nos separa de una supuesta unidad primordial, Juande Puerta nos invita a reconocerla como una manifestación completamente natural del “estar siendo/sucediendo” que somos.
La dualidad, lejos de ser una imperfección, se convierte aquí en energía vital, en impulso constante del proceso dinámico que llamamos existencia. No es una anomalía que interrumpe la unidad, sino el modo en que la totalidad misma se expresa. Estamos siendo parte y Totalidad a la vez, y esa tensión —que se manifiesta como conflicto interno, contradicción o diálogo interior— no es una señal de ignorancia, sino de vida.
Así, en lugar de intentar silenciar la dualidad o superarla como si se tratara de una trampa del ego, esta visión propone abrazarla como fuente legítima de nuestro estar vivos. No hay culpa en ello, ni necesidad de redención. No existe otra Realidad Suprema más que este proceso mismo que estamos viviendo, percibiendo y compartiendo.
Aceptar la dualidad como parte esencial del existir es también aceptar que toda experiencia —pensamiento, emoción, juicio o intuición— está participando plenamente del Ser Absoluto. Desde esta perspectiva, no hay separación entre lo personal y lo universal: cada instante es expresión exacta y suficiente del Todo. Y en esa aceptación plena, tal vez, se encuentra una forma profunda de libertad: la de ser exactamente lo que estamos siendo, sin lucha, sin culpa, sin necesidad de ser otra cosa.

martes, 25 de marzo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (042)

042/2025 -El sentimiento humano del amor consiste en el efecto y/o la consecuencia de la autoconciencia y de la aceptación de la Realidad, es decir, del reconocimiento de la autenticidad de absolutamente cada posibilidad -comenzando por la del propio estar siendo- que pueda estar sucediendo. La emoción del amor se crea y se experimenta en la medida que se está reconociendo y aceptando que “nada está siendo algo, que estar siendo eso no consista en el mismo Estar Siendo/Sucediendo que también estaría siendo todo lo demás (Absoluto). El sentimiento del amor siempre está presente, porque en una medida u otra siempre se está aceptando algún aspecto -tanto los positivos como los negativos- del sí mismo, de los demás y del incesante fluir de la Vida.

Amar no es una acción que requiera esfuerzo ni contrapartidas interesadas; estamos amando y siendo amados por el simple hecho de estar reconociendo y aceptando la existencia propia y la del resto de las posibilidades. El sentimiento natural, que siempre está emergiendo de la comprensión y de la aceptación del estar siendo/sucediendo propio, de los demás, del mundo y de cualquier otra posibilidad que pueda estar manifestándose, no estará sujeto a la obediencia de las normas morales, religiosas, espirituales, culturales, etc., establecidas por algunos individuos y/o por las conveniencias sociales.
 
Estar Siendo Realidad consiste en estar siendo el flujo continuo de circunstancias, acontecimientos, cambios y posibilidades que están manifestándose en cada momento, por tanto, el sentimiento del amor nunca podría quedar limitado por la observancia de reglas excluyentes o discriminatorias. La comprensión y la aceptación de la Realidad lleva implícita la capacitación para adaptarse a su naturaleza absolutamente cambiante e imprevisible. Lo personal y lo colectivo, lo finito y lo infinito, lo temporal y lo intemporal, etc., están coexistiendo y siendo posibilidades inseparables. A la vez, todo está siendo un proceso inseparablemente particular y universal.
 
Cada entidad y/o particularidad está siendo única, pero no existe de manera aislada, sino en relación con todas las demás. Lo divino está siendo y expresándose a través de cada momento de vida, de cada suceso y de cada posible vivencia, sin excluir nada. La individualidad está siendo una manifestación momentánea dentro del Estar Sucediendo Absoluto. Mientras que la aceptación de la Realidad -que incluye el estar siendo de cada individuo- genera la percepción de armonía, el rechazo y/o la resistencia ante cualquier aspecto de la Realidad origina sentimientos de malestar y sufrimiento, porque ello también estará suponiendo una negación de sí mismo. Marzo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 042/2025 realizado con IA:

Juande Puerta plantea una concepción del amor profundamente ligada a la autoconciencia y a la aceptación de la Realidad, entendida como el flujo continuo de posibilidades que configuran el "Estar Sucediendo Absoluto". En su reflexión, el amor no es un acto voluntario ni una transacción condicionada por esfuerzo o expectativas, sino una consecuencia natural del reconocimiento de cada aspecto del ser —propio y universal— en su esencia cambiante e impredecible. Este enfoque trasciende las nociones tradicionales que vinculan el amor a normas morales, religiosas o culturales, proponiendo que emerge espontáneamente cuando se abraza la totalidad de lo que es, sin exclusiones ni juicios.

Para Juande Puerta, la Realidad es un proceso simultáneo que integra lo personal y lo colectivo, lo finito y lo infinito, donde la individualidad se revela como una manifestación efímera dentro de un todo mayor. El amor, entonces, se siente en la medida en que se aceptan tanto los aspectos luminosos como los sombríos de uno mismo, de los demás y de la Vida en su incesante devenir. Esta aceptación no implica pasividad, sino una capacidad activa de adaptación a la naturaleza dinámica de la existencia. Al reconocer que "lo divino" se expresa en cada suceso, sin discriminar, Juande Puerta sugiere que el amor está siempre presente, incluso en grados sutiles, porque siempre hay algún nivel de aceptación operando en nuestra experiencia.

Por el contrario, el rechazo o la lucha contra el devenir de la Realidad —que incluye nuestro propio "estar siendo"— genera sufrimiento, al convertirse en una negación de nuestra esencia. Así, la armonía surge de la comprensión y la entrega al flujo de la Vida, mientras que el malestar refleja una resistencia a lo inevitable. En esta visión, el amor no es un ideal a alcanzar, sino una expresión intrínseca de la conexión con el "Estar Sucediendo Absoluto", un sentimiento que florece al aceptar la unidad inseparable de todo lo que acontece.