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jueves, 12 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (077)

077/2025- La Plenitud, que cualquier estar siendo/sucediendo humano pudiera desear y estar buscando, ya está presente -siempre ha estado- en todo lo que sucede, porque, sin excluir lo que usualmente se considera como negativo o imperfecto, consiste en estar siendo exactamente todo eso que está sucediendo. La ilusión de que hay algo “más pleno” que el estar sucediendo de este instante, también está siendo Plenitud, Presente, Realidad, Vida. ¡Aunque sea posible no verlo y no reconocerlo, no hay otra Plenitud de Vida y/o Realidad Absoluta que la del estar siendo/sucediendo presente! Si tenemos la capacidad de cambiar la manera de percibir, de juzgar y experimentar la Realidad, se debe a que estar siendo cada uno de nosotros también está siendo la Realidad que -con todas sus luces y sus sombras- estamos percibiendo, juzgando y experimentando.
 
Nada queda fuera de la Realidad, porque no hay nada que -aquí y ahora- no consista en estar siendo “toda” la Realidad. No hay nada fuera de la Realidad, porque -comenzando por el estar siendo de cada uno de nosotros- Realidad está siendo todo -sin excepción- lo que está sucediendo. La realización, que pudiera alcanzarse mediante la superación del deseo, del control del ego y/o de la purificación de los defectos, nunca podría ser más plena y auténtica que esa que ya está siendo manifestada. Considerar que los errores, las dudas, las limitaciones, las contradicciones, los miedos, las ansias de transformación y el resto de las “capacidades y/o manifestaciones naturales”, propias de los estar siendo/sucediendo humanos, son obstáculos o imperfecciones que tienen que corregirse y suprimirse, no parece corresponderse con una actitud muy sabia ni muy espiritual.
 
¿En qué consiste el Espíritu, la Verdad, la Realidad, la Vida…, sino en la Esencia de todo -sin discriminaciones- cuanto está siendo y/o sucediendo en cada aquí y ahora? El desafío humano no está en cambiar nuestra naturaleza para así poder alcanzar una plenitud deseable o imaginaria, sino en reconocer que -con todo lo que ello conlleva- el estar siendo/sucediendo de cada uno de nosotros “ya está siendo” esa Plenitud. Comparar el aquí y ahora de unos, con el aquí y ahora de otros, solo puede hacerse desde la consciencia identificada con la percepción de una realidad egocéntrica, personalizada, fragmentada, injusta, discriminatoria, etc., por tanto, una realidad tan incomprensible y difícil de aceptar como esa que “ahora” se pueda estar percibiendo, comparando y viviendo. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 077/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a reconsiderar nuestra relación con la realidad y la búsqueda de la plenitud. Según esta perspectiva, la plenitud no es un estado futuro o ideal al que debemos llegar, sino que ya está presente en cada instante, en todo lo que está siendo y sucediendo. Esta idea desafía la noción convencional de que la felicidad o la realización dependen de superar defectos, controlar el ego o eliminar lo que consideramos negativo. En cambio, Juande Puerta sugiere que todo —las luces y las sombras, lo perfecto y lo imperfecto— forma parte de la Realidad, la Vida y la Plenitud Absoluta.

El error, según esta visión, radica en la ilusión de que existe algo "más pleno" que el momento presente. Incluso nuestra percepción de carencia, nuestras dudas, miedos y deseos de transformación son manifestaciones de esa misma Plenitud. Nada queda fuera de la Realidad, porque todo lo que sucede, incluyéndonos a nosotros mismos, es la Realidad en su totalidad. Esta comprensión nos lleva a un cambio radical de perspectiva: en lugar de luchar por cambiar nuestra naturaleza o corregir supuestas imperfecciones, el verdadero desafío humano consiste en reconocer que ya estamos siendo parte de esa Plenitud.

Comparar nuestro "aquí y ahora" con el de otros solo perpetúa una visión egoica y fragmentada de la Realidad, que genera insatisfacción y conflicto. La sabiduría, en este contexto, no está en rechazar o transformar lo que somos, sino en aceptar que todo —nuestras contradicciones, limitaciones y anhelos— es la Esencia misma de la Vida y el Espíritu. Así, la plenitud no es un destino, sino la vivencia consciente y plena del estar siendo en cada momento, sin discriminaciones ni exclusiones.

viernes, 6 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (074)

074/2025 -El aquí y ahora (Presente, Realidad, Vida, Lo Absoluto…) de cada uno de los estar siendo/sucediendo humanos está siendo absolutamente pleno y/o completo, precisamente porque incluye todas las condiciones, contradicciones, incoherencias, limitaciones, conflictos y transformaciones que, simultánea y transitoriamente, nos puedan estar caracterizando. ¿Qué Plenitud y/o Realidad podría ser aquella que no incluyera la simultaneidad de absolutamente todas -también las que el ego rechaza- las posibilidades? ¡Nuestras carencias, errores, defectos, etc., también están siendo parte fundamental de la Plenitud que está manifestándose en cada uno de nosotros y del resto de las posibilidades de estar siendo/sucediendo!
 
Nada puede estar siendo/sucediendo al margen del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que los estar siendo/sucediendo humanos nunca hemos podido estar siendo culpables de las manifestaciones propias de nuestra naturaleza, ni estar siendo verdaderamente incompletos. La búsqueda de una realización espiritual en un futuro idealizado y/o en un estado especial de conciencia no es un defecto, pero tampoco una virtud necesaria y/o imprescindible. ¿En qué podría consistir la espiritualidad, sino en el reconocimiento y la aceptación de que todo -incluso el conflicto interno, el error y el deseo de mejora-, está ya contenido en la plenitud del Presente?
 
Los intentos de manipular o corregir el Presente, para alcanzar estados “más elevados” de paz o de coherencia, también están consistiendo -exactamente igual que el resto de las posibilidades- en el estar siendo/sucediendo Presente. Toda experiencia humana, sin excepción, y por muy contradictoria que parezca al compararse con otras posibilidades, estará formando parte de una Totalidad y/o Realidad Absoluta plena e indivisible. ¡Absolutamente nada puede superar la autenticidad y la plenitud inherentes en el simple hecho de Estar Siendo/Sucediendo! Estar Siendo Realidad Absoluta nunca podría consistir en una meta ni en un estado ideal futuro, sino en todas esas posibilidades que -simultáneamente y desde siempre- están siendo/sucediendo en cada aquí y ahora. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 074/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la naturaleza absoluta del presente, un estado de ser que abarca todas las posibilidades, contradicciones y limitaciones de la experiencia humana. Este planteamiento desafía la noción común de que la plenitud espiritual es un ideal futuro o un estado elevado de conciencia. En cambio, Juande Puerta propone que la verdadera espiritualidad radica en reconocer que todo —incluso los errores, carencias y conflictos internos— forma parte inseparable de la Realidad Absoluta que nos incluye y que está manifestándose en el aquí y ahora.

El presente, en su simultaneidad, contiene todas las facetas de nuestra humanidad: lo que el ego acepta y lo que rechaza. Nuestros defectos, deseos de mejora o intentos de trascender no son obstáculos, sino expresiones legítimas de la Totalidad. Esta perspectiva disuelve la culpa asociada a nuestras imperfecciones, pues nada puede estar fuera del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La búsqueda de un estado “superior” de paz o coherencia, aunque humana, no es necesaria para estar siendo completos, ya que el presente ya lo incluye todo.

La espiritualidad, entonces, no consiste en alcanzar una meta futura, sino en abrazar la autenticidad del ahora, con todas sus contradicciones. Cada experiencia, por dolorosa o incoherente que parezca, está siendo una manifestación de la Plenitud. Intentar manipular el presente para ajustarlo a un ideal es, paradójicamente, otra expresión de esa misma Plenitud. Así, Juande Puerta nos recuerda que la Realidad Absoluta no es un destino, sino la totalidad, sin excepción, de lo que ya está siendo: un continuo despliegue de posibilidades en el eterno ahora. Aceptar esto no solo libera, sino que revela la profunda autenticidad de simplemente estar siendo.

sábado, 31 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (071)

071/2025 -El reconocimiento y la aceptación de la efímera existencia de nuestra individualidad, con todas las condiciones, limitaciones, cambios, contradicciones, conflictos, expectativas, etc., que la caracterizan, no supone la eliminación del resto de nuestras capacidades naturales. Asumir, conscientemente, la diversidad, la complejidad y la transitoriedad de nuestra individualidad no implica la necesidad de renunciar a ninguna de nuestras posibles manifestaciones, sino más bien reconocer que nuestra existencia está siendo una manifestación dinámica y simultánea de la Realidad Absoluta o Universal. Amar, es decir, “reconocer y aceptar” todo -sin excepción ni discriminación- cuanto corresponde a nuestra condición humana, abre la puerta a la posibilidad de una existencia más armónica y alineada con la Realidad Universal.

Estar Siendo Realidad Absoluta también consiste en el estar siendo/sucediendo de cada uno de nosotros en cada momento, en cada situación, en cada pensamiento, en cada reacción, en cada acto, en cada experiencia, en cada respiración, en cada recuerdo, en cada deseo. Reconocer, con naturalidad, que “en el mismo momento” podemos experimentar pensamientos, emociones, sensaciones, estados y deseos distintos -incluso contradictorios-, puede ayudar a vivir más empáticamente con nosotros mismos, y, por extensión, con el resto de las manifestaciones del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La Realidad puede ser vista y experimentada desde diferentes perspectivas simultáneamente, porque consiste en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todo cuanto se pueda estar percibiendo y experimentando en cada momento.

Darse cuenta y reconocer que el "aquí y ahora" está siendo un punto donde “a la vez” están coincidiendo y/o coexistiendo múltiples posibilidades (emocionales, sociales, culturales, físicas, etc.,), también permite experimentar una mayor presencia y aceptación natural de la Vida, sin excluir la simultaneidad de su diversidad, de sus cambios, de sus contradicciones y de su permanente transitoriedad. La realización espiritual no puede consistir en algo diferente al estar siendo/sucediendo de exactamente eso que cada yo humano está pensando, sintiendo, realizando, manifestando, temiendo, deseando, viviendo, etc., en cada momento. La búsqueda de una realización basada en el cumplimiento de patrones dogmáticos e idealizados, acaba con el reconocimiento y la aceptación de que no se trata de alcanzar algo, sino de darse cuenta de que aquí y ahora ya está siendo todo. ¡No hay otra Realidad que la del Estar Siendo/Sucediendo Presente! Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 071/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de nuestra existencia como un fenómeno efímero, complejo y dinámico, intrínsecamente ligado a la Realidad Absoluta. Reconocer la transitoriedad de nuestra individualidad, con sus contradicciones, limitaciones y deseos, no implica renunciar a nuestras capacidades, sino abrazarlas como manifestaciones de una Realidad Universal. Esta aceptación no busca eliminar la diversidad de nuestra experiencia humana, sino aceptarla en un marco de armonía y empatía, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás.

La propuesta de Juande Puerta subraya que la vida es un constante “estar siendo/sucediendo”, donde cada pensamiento, emoción, reacción o experiencia, por contradictoria que parezca, forma parte de la misma Realidad Absoluta. Este enfoque nos libera de la rigidez de los ideales dogmáticos que a menudo buscamos cumplir para alcanzar una supuesta “realización espiritual”. En lugar de perseguir un estado idealizado, Juande Puerta nos recuerda que la realización está en el presente, en el simple acto de estar siendo, en cada respiración, en cada momento de coexistencia de múltiples perspectivas y posibilidades.

Aceptar esta simultaneidad —de emociones, estados y deseos— nos permite vivir con mayor presencia y empatía. Al reconocer que el “aquí y ahora” es un punto de convergencia de infinitas manifestaciones, nos alineamos con la naturaleza cambiante y diversa de la existencia. Esta perspectiva no solo fomenta una conexión más auténtica con nuestra humanidad, sino que también nos abre a una experiencia más plena de la Vida, sin rechazar sus contradicciones ni su carácter transitorio. En última instancia, la realización espiritual no es un destino, sino un reconocimiento: ya estamos siendo la Realidad Absoluta en cada instante. No hay otra verdad que este eterno “estar sucediendo”.

miércoles, 26 de febrero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (029)

029/2025- La paz interior, la calma y/o el bienestar dependen en gran medida de que aceptemos plenamente nuestra condición humana con su constante variabilidad, diversidad y transformación. La resistencia a aceptar las manifestaciones propias de nuestro estar siendo/sucediendo individual y Absoluto siempre genera conflicto interno. Si rechazamos nuestra propia naturaleza, es decir, la continua variabilidad de nuestros pensamientos, emociones, creencias, estados y expectativas, estaremos generando la insatisfacción, el malestar, el conflicto y el sufrimiento que experimentaremos. Nuestra mente, emociones, cuerpo, experiencias y expectativas siempre están en permanente transformación. Aceptar nuestra naturaleza implica dejar de buscar una estabilidad perenne o una identidad fija y estable.
 
La paz, la estabilidad, el despertar, la iluminación, la realización del estar siendo/sucediendo humano no radica en una permanencia estable, sino en la continua adaptación al cambio. La aceptación profunda implica comprender que “no hay nada erróneo” en el estar siendo/sucediendo/manifestando de cada uno, pues simplemente cada individuo siempre está siendo la manifestación del flujo universal y/o del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Muchas veces se asocia el fenómeno de la iluminación con un estado inmutable, pero la verdadera estabilidad no radica en la ausencia de cambio, sino la capacidad de fluir con todos los cambios. La vida no está siendo estática, de ahí que aferrarse a la idea de una permanencia sin incertidumbre carece de sentido. Aceptar el cambio como parte esencial del "Estar Siendo" es un acto de sabiduría, pues permite vivir en armonía con la naturaleza de la existencia.

La máxima meta a la que cualquier estar siendo/sucediendo humano puede aspirar siempre estará siendo la su propio estar siendo/sucediendo. La plenitud no está en llegar a ser algo distinto, sino en vivir plenamente lo que está sucediendo en cada instante. El despertar de la conciencia no supone la llegada a otro estado, que al que resulta de darse cuenta de que nunca está habiendo un estado definitivo. No hay otro estado que el del continuo estar siendo/estar sucediendo. La realización, la iluminación, el despertar, etc., no consiste en alcanzar un estado especial o permanente, sino en darse cuenta y asumir que nunca ha habido ni habrá otra realidad que la del estar siendo/sucediendo. Febrero-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 029/2025 realizado con IA:

La paz interior y el bienestar dependen de nuestra capacidad para aceptar la naturaleza mutable de nuestra experiencia humana. Esta condición inherente de variabilidad y transformación nos invita a observar cómo nuestros pensamientos, emociones y creencias son fenómenos en constante movimiento. Resistirnos a esta realidad no solo genera conflicto interno, sino que perpetúa el sufrimiento. Al rechazar nuestra propia naturaleza cambiante, nos sumergimos en un ciclo de insatisfacción y malestar.

La búsqueda de una identidad fija e inmutable puede parecer deseable, pero en última instancia es un camino hacia la frustración. La verdadera estabilidad no radica en la ausencia de cambio, sino en nuestra habilidad para fluir con el río de la experiencia. Aceptar esta dinámica es un acto de sabiduría que nos permite vivir en armonía con la esencia de la existencia. Cada pensamiento, cada emoción y cada expectativa son manifestaciones del flujo universal; entender esto nos libera.

El despertar de la conciencia no supone alcanzar un estado especial o de llegar a ser algo diferente. Más bien, implica darse cuenta de que nunca existió un estado definitivo al que aspirar. En este sentido, la plenitud se encuentra en vivir completamente lo que está sucediendo ahora, en cada instante. La iluminación, entonces, es simplemente la comprensión de que somos parte de un proceso continuo, donde cada cambio es una oportunidad para expandir nuestra conciencia.

Aceptar el cambio como elemento esencial del "estar siendo" es la clave para experimentar una paz duradera. No hay nada erróneo en nuestra experiencia de vida; cada manifestación es el reflejo del "Estar Siendo/Sucediendo Absoluto". Al abrazar esta verdad, nos permitimos ser quienes realmente somos: seres en constante evolución. La máxima aspiración del ser humano no es convertirse en algo distinto, sino en reconocer y valorar su propio proceso de estar siendo y sucediendo.