jueves, 28 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (105)

105/2025 -Nada que podamos pensar, realizar, desear, vivir, soñar…, cambiará la Realidad, porque estar siendo la Realidad, la Vida, lo Absoluto…, consiste en el estar siendo instantáneo, transitorio y simultáneo de todo eso —lo agradable y lo desagradable, lo esperado y lo inesperado, lo propio y lo ajeno— que, -incluidos los cambios- pueda estar sucediendo. Aunque el reconocimiento y la aceptación de que “absolutamente nada puede estar siendo/sucediendo sin que ello consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto” podría ser interpretado por algunas mentalidades como una invitación a la pasividad, la resignación, la indiferencia y la irresponsabilidad, a la vez, muchas otras podrán observar en aquello mismo la fuente de sus capacidades más apreciadas.

Desde un punto de vista psicológico, no todas las personas estaremos dispuestas a asumir que nuestra historia personal consiste en un constante fluir de manifestaciones transitorias. Para la mayoría de los estar siendo humanos todavía resulta importante validar nuestras emociones, heridas, conflictos y expectativas desde un punto de vista personalizado. ¡Cada gota de lluvia está siendo lluvia, pero igual que todas las gotas de lluvia que caen en el mismo instante estarán haciéndolo en un punto distinto, también cada posible acontecer estará siendo manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto! Cada acontecimiento individual está siendo auténtico y único, pero al mismo tiempo también está siendo parte de un flujo absoluto, universal y simultáneo de existencia. Lo particular y lo Absoluto coexisten: cada posibilidad está plenamente siendo tanto en su individualidad como en su universalidad.

Al reconocer que no todo está bajo nuestro control y que lo que nos incomoda -tanto lo propio como lo ajeno- está siendo Realidad Absoluta, seguramente se suavizará el hábito de juzgar continuamente lo que “debería ser”, lo cual también puede generar bienestar interior y disminuir el sufrimiento autoimpuesto por expectativas no cumplidas. La aceptación de que ninguna manifestación de la realidad estará siendo “menos auténtica” que otra, en muchos casos facilitará una convivencia más pacífica, compasiva, plural y libre de dogmas victimistas. Opino que, precisamente porque todo Está Siendo Realidad Absoluta y nada está siendo menos auténtico que lo demás, los estar siendo humanos podemos asumir responsabilidades y establecer patrones éticos, de justicia y de denuncia de actitudes y de comportamientos claramente perniciosos. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 105/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a adentrarnos en una comprensión no dual de la existencia, en la que lo Absoluto se expresa en cada instante a través de lo transitorio, lo efímero y lo cambiante. En esta visión, nada de lo que pensamos, sentimos o hacemos puede alterar la Realidad en su esencia, pues todo lo que acontece —desde lo más íntimo y personal hasta lo más vasto e impersonal— ya está siendo la manifestación plena de lo que él llama “Estar Siendo Absoluto”.

Este enfoque puede resultar desafiante, especialmente para quienes se identifican con una narrativa personal marcada por expectativas, logros o heridas. La psicología convencional suele alentar a validar nuestras experiencias como únicas e irrepetibles, mientras que esta perspectiva propone reconocerlas como gotas dentro de un mismo océano de acontecer. Sin embargo, lejos de negar la individualidad, la integra en un todo mayor: lo particular y lo universal se entrelazan sin conflicto. Cada instante es auténtico en su singularidad, pero al mismo tiempo no deja de ser parte de la simultaneidad absoluta.

Aceptar que lo agradable y lo desagradable, lo esperado y lo inesperado, forman parte de la misma realidad puede desactivar la necesidad constante de juzgar, de exigir que las cosas sean distintas. Al suavizar ese hábito, surge un espacio de mayor serenidad, compasión y apertura hacia la diversidad de lo que se manifiesta. No se trata de pasividad ni indiferencia, sino de una aceptación radical que abre la posibilidad de actuar con más lucidez. Precisamente porque todo está siendo Realidad Absoluta, nuestras elecciones éticas y nuestras denuncias frente a lo injusto no pierden fuerza, sino que se reconocen como expresiones necesarias de ese mismo fluir. En ese sentido, la reflexión de Juande Puerta nos recuerda que responsabilidad y aceptación no son opuestos, sino dos formas complementarias de participar conscientemente en el acontecer.

martes, 26 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (104)

104/2025 -Nuestras percepciones, decisiones, acciones y experiencias -al mismo tiempo todas las de cada individuo- están siendo parte inseparable del incesante fluir de la Vida y/o de la Realidad. Nada está siendo ni pertenece a una realidad distinta al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La aceptación de que absolutamente todo está siendo Realidad Absoluta no hace desaparecer la conciencia de nuestra existencia individual ni la conciencia de la responsabilidad de nuestras expresiones o manifestaciones. Sin embargo, eso mismo debería ayudar a comprender lo innecesario de cargar con las consecuencias de nuestros juicios y expectativas sobre aquellas manifestaciones que quedan más allá de nuestro alcance. Realidad Absoluta está siendo absolutamente todo cuanto pueda estar siendo/sucediendo, por tanto, -sin excepción y todas por igual- cada una de las expresiones de cada individuo.
 
La Realidad no está siendo algo fijo o limitado a una sola forma o experiencia concreta, de ahí que ninguna manifestación estará siendo menos auténtica que cualquier otra de las demás. Aceptar el Presente implica el reconocimiento de que la Realidad “nunca estará siendo solo eso” que un individuo y/o una colectividad de individuos pueda estar pensando, creyendo, haciendo, imaginando, experimentando. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto nunca podría quedar sujeto al control, la idealización, la homogeneización, la instrumentalización, etc., que algunos estar siendo/sucediendo humanos pudieran pretender. Estar Siendo Realidad supone estar siendo multiplicidad, diversidad, transitoriedad…, de ahí que intentar reducirla o limitarla a una única interpretación o experiencia generará sufrimiento y frustración.
 
La percepción y la actitud victimista de las personas con respecto al estar siendo/sucediendo Absoluto esconde un importante grado de chantaje emocional en las relaciones consigo mismas y también hacia los demás. No tiene sentido entender la Realidad sólo en base a una apariencia y/o a un evento particular, pues siempre está siendo el conjunto completo de todo lo que pueda estar percibiéndose, expresándose y experimentándose en cada aquí y ahora. He leído que para Eckhart Tolle “el ego es un obstáculo del que liberarse…, una ilusión a desactivar…, algo con lo que hay que dejar de identificarse…” Sin embargo, ¿qué cambiaría el hecho de convertir la percepción de todos esos viejos tópicos espirituales en posibles objetivos personales? Sin excepción, no hay pensamiento, idea, decisión, objetivo, acto, estado, suceso, experiencia… que no esté consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 104/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva profundamente unificadora: todo cuanto percibimos, decidimos, hacemos o experimentamos es parte inseparable del incesante fluir de la Realidad Absoluta. Esta idea desafía la noción de separación entre el individuo y el cosmos, proponiendo que nada existe fuera de este "Estar Siendo/Sucediendo Absoluto". Cada acción, cada pensamiento, cada manifestación individual es una expresión legítima y única de esta Realidad, sin jerarquías ni excepciones.

Aceptar esta premisa no elimina nuestra conciencia individual ni la responsabilidad sobre nuestras acciones, pero sí nos libera de la carga de juicios y expectativas sobre lo que escapa a nuestro control. La Realidad no es estática ni se reduce a una sola forma; es multiplicidad, diversidad y transitoriedad. Pretender limitarla a una única interpretación o experiencia genera sufrimiento, ya que el intento de controlarla es incompatible con su naturaleza fluida e ilimitada.

La percepción victimista, como señala Juande Puerta, surge de malentender la Realidad como algo que debe ajustarse a nuestras ideas o deseos. Esta actitud, impregnada de chantaje emocional hacia nosotros mismos y los demás, nos aleja de la aceptación del Presente. Eckhart Tolle, citado en la reflexión, ve el ego como una ilusión que obstaculiza esta aceptación. Sin embargo, Juande Puerta plantea una pregunta provocadora: ¿qué cambia si convertimos estas ideas en objetivos personales? La respuesta radica en reconocer que incluso el ego, los pensamientos y los objetivos son parte del mismo Estar Siendo Absoluto. Liberarnos de identificaciones rígidas no implica negar nuestra individualidad, sino fluir con la Realidad en su totalidad, abrazando su diversidad sin resistencia. En este reconocimiento, encontramos paz y autenticidad en el presente.

viernes, 22 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (103)

103/2025 -Algunos discursos malinterpretan la aceptación de la Realidad como si obedeciera a una actitud pasiva, de resignación o indiferencia; sin embargo, puesto que nuestro estar siendo, estar sucediendo, estar haciendo, estar experimentando, etc., en sí mismo está siendo una expresión de lo Absoluto, nuestras decisiones también forman parte esencial del mismo flujo de la vida. ¿Qué origina gran parte del sufrimiento humano, sino la negación y la resistencia humana a aceptar el estar siendo/sucediendo, que incluye cada acto y cada experiencia de nuestra existencia? La aceptación de que nosotros también estamos siendo expresión de la Realidad Misma lleva implícita la aceptación de nuestra responsabilidad individual.
 
No se trata de “esperar milagros” sino de reconocer que cada uno de nosotros también estamos siendo la manera en que el Universo, la Vida, la Realidad Absoluta…, está manifestándose aquí y ahora. En nuestra mano está la capacidad de dejar de generar las injusticias, la violencia, los sufrimientos, etc., que nosotros estamos creando y padeciendo. Darse cuenta, reconocer y aceptar que estar siendo cada uno de nosotros “a la vez también” consiste en estar siendo siendo la Vida y/o la Realidad que estamos viviendo, no nos exime de actuar con coherencia, empatía, determinación y responsabilidad ética. Comprender y asumir que estamos siendo la Realidad Misma no nos libera de “la conciencia de nuestras acciones”, sino que nos compromete más profundamente con la manera de vivir.

La Realidad no está “oculta detrás” de todas las formas, de todas las apariencias, de todas las ilusiones, etc., simplemente consiste en estar siendo absolutamente todas y cada una de las posibilidades a la vez. Estar Siendo Realidad Absoluta no es algo que tiene que buscarse, encontrarse, realizarse: sin excepción, siempre está siendo el estar siendo/sucediendo de exactamente todo eso que “ya” está siendo/sucediendo. Aceptar este momento tal como está siendo (infinitas manifestaciones a la vez), significa que debería aceptarse que la Realidad, la Vida, lo Absoluto…, nunca está siendo solo eso que pueda estar siendo/sucediendo de una manera determinada, sino absolutamente todo cuanto está siendo percibido, expresado y experimentado por cada individuo en cada instante. Realidad Absoluta están siendo todas las posibilidades simultáneamente, por tanto, también -por muy contradictorias que estén siendo entre sí- todas las percepciones y todas las reacciones que estén sucediendo. Las reacciones inconscientes están siendo tan reales y/o naturales como el resto de las reacciones posibles. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 103/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos desafía a replantear la aceptación de la Realidad, alejándose de la percepción errónea de pasividad o resignación. Aceptar la Realidad no es rendirse, sino reconocer que nuestro estar siendo —nuestras acciones, decisiones y experiencias— es una expresión inseparable de lo Absoluto, del flujo dinámico de la Vida. Este reconocimiento transforma nuestra comprensión del sufrimiento humano, que surge, en gran parte, de la resistencia a aceptar lo que ya está siendo, cada acto y cada vivencia que conforma nuestra existencia.

Lejos de ser una postura de indiferencia, aceptar que somos una manifestación de la Realidad Absoluta implica asumir una profunda responsabilidad individual. No se trata de esperar soluciones externas, sino de comprender que nuestras elecciones también están siendo parte de cómo el Universo se expresa aquí y ahora. En nuestras manos está la posibilidad de mitigar las injusticias, la violencia y el sufrimiento que generamos y padecemos. Esta aceptación no nos exime de actuar; al contrario, nos compromete a vivir con coherencia, empatía y una ética consciente.

La Realidad, según Juande Puerta, no está oculta tras las apariencias o ilusiones; está siendo, simplemente, todas las posibilidades manifestándose simultáneamente. No hay que buscarla o alcanzarla, pues ya estamos siendo esa Realidad en cada instante. Aceptar este momento, con sus infinitas manifestaciones, implica abrazar todas las percepciones y reacciones, incluso las contradictorias, como expresiones igualmente válidas de lo Absoluto. Esto no significa justificar acciones inconscientes, sino reconocerlas como parte del todo, mientras asumimos el compromiso de actuar con intención y responsabilidad. Vivir en sintonía con la Realidad Absoluta es, pues, un acto de presencia consciente, un reconocimiento activo de que somos, al mismo tiempo, creadores y creación.

martes, 19 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (102)

102/2025 -La resistencia a aceptar las contradicciones, los sinsentidos, los conflictos, etc., como expresiones legítimas y/o naturales de la Realidad genera un sufrimiento autoimpuesto, pues supone que se estará idealizando una versión de la existencia que no corresponde con la experiencia humana. No hay ni sucede absolutamente nada que no consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que la negación y/o el rechazo de cualquier tipo de experiencia suele llevar a una falta de empatía hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el mundo. Al resistirse al fluir natural de la Vida y/o de la experiencia cotidiana (cosa que incluye cada mínimo detalle del estar siendo personal), se perpetúan conflictos internos (culpa, miedo, frustración…) y externos (juicios, polarización, violencia…), ya que la no-aceptación implica una lucha contra sí mismo y contra aquello que ya está siendo/sucediendo (Realidad Absoluta). No estar siendo un estar siendo diferente del Estar Siendo Absoluto no significa que “a la vez” cada yo no esté siendo un estar siendo único.

La separación y el ego están siendo la misma Realidad Absoluta que cualquier otra posibilidad que pudiera estar siendo manifestada, percibida y experimentada. No hay ni sucede absolutamente nada que -sin excepción- estar siendo eso no consista “también” en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que no hay ni sucede absolutamente nada que pueda excluirse del estar siendo/sucediendo de todas las demás posibilidades. Aquello que posibilita que cada uno de nosotros podamos tomar decisiones y actuar sobre las condiciones de nuestra vida es que estar siendo cada uno de nosotros “también” consiste en estar siendo la Vida. Estar Siendo cada uno de nosotros y cada una de nuestras posibles manifestaciones, circunstancias, experiencias, etc., “también” consiste en Estar Siendo el Universo, la Vida, lo Absoluto…, de ahí que el cumplimiento de nuestros deseos y expectativas -igual que muchas de nuestras frustraciones- depende en gran medida de nuestras propias iniciativas y de nuestra determinación.

El reconocimiento de lo Absoluto y/o de que absolutamente todo cuanto pueda estar sucediendo -sin excepción e incluidas las ilusiones- consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta, facilitará la experiencia de un mayor bienestar fisiológico, emocional, psicológico y existencial. Precisamente porque estamos siendo uno con la Vida, en la experiencia cotidiana importan nuestras decisiones y nuestros actos. No se trata de esperar a que el Universo actúe por nosotros, sino de asumir la responsabilidad de reconocernos agentes activos de la Realidad. Cada uno de nosotros “a la vez también” estamos siendo el Universo, la Vida, la Realidad Absoluta…, manifestándose como estemos haciendo cada uno de nosotros en cada momento. Agosto-25
Juande Puerta.


Ensayo sobre la reflexión 102/2025 realizado con IA:


La reflexión de Juande Puerta plantea una invitación a reconsiderar nuestra relación con la experiencia humana en toda su complejidad. Según su visión, resistirse a las contradicciones, conflictos o aparentes sinsentidos de la vida supone construir una imagen idealizada de la existencia que no se ajusta a lo que realmente vivimos. Esa resistencia no sólo genera sufrimiento interno —culpa, miedo, frustración—, sino que también alimenta tensiones externas como el juicio, la polarización o la violencia. En otras palabras, al negar lo que ya está ocurriendo, nos enfrentamos inútilmente a la misma Realidad Absoluta que nos está constituyendo.


Para Juande Puerta, todo lo que existe —incluidos el ego, la separación o las ilusiones— forma parte del “Estar Siendo/Sucediendo Absoluto”. Nada queda fuera de ese fluir total. Reconocer esta unidad no significa renunciar a nuestra singularidad; cada persona sigue siendo una manifestación única dentro de la misma Realidad. Este reconocimiento tiene implicaciones profundas: si somos inseparables de la Vida y del Universo, entonces nuestras decisiones y acciones forman parte del despliegue mismo de lo Absoluto.


De ahí que aceptar plenamente cada aspecto de la experiencia, incluso lo incómodo, no implique pasividad. Al contrario, nos devuelve la responsabilidad sobre nuestra existencia. No se trata de esperar que “el Universo” resuelva por nosotros, sino de comprender que somos el propio Universo actuando a través de nuestras manos, palabras y elecciones. En este sentido, la aceptación no es resignación, sino un alineamiento lúcido con lo que ya es, que nos permite actuar con mayor claridad y empatía.


El resultado de tal reconocimiento, según Juande Puerta, es un bienestar más profundo: fisiológico, emocional y existencial. Al dejar de luchar contra lo que es, y al asumirnos como agentes activos de la misma Realidad Absoluta, vivimos con menos resistencia y más plenitud, integrando la totalidad de la experiencia humana como legítima y sagrada.

sábado, 16 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (101)

101/2025 -Nuestras emociones y pensamientos nunca están separados de nuestra realidad interna y externa, sino que también están siendo parte inseparable del fluir universal. Reconocer y aceptar todo lo que sucede, incluida la aparición de las contradicciones y las emociones negativas, no tiene porqué suponer caer en la complacencia frente a injusticias o sufrimientos extremos. No separar nuestra experiencia personal de la experiencia de todo aquello que nos envuelve puede ayudar a vivir más plena y satisfactoriamente el presente. La realización de lo Absoluto no consiste en algo especial que falte por suceder, sino en el estar siendo de exactamente todo eso que está sucediendo en cada aquí y ahora. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto también consiste en el estar siendo/sucediendo instantáneo de cada yo individual y viceversa.

Por mucho que se pueda creer cualquier otra cosa, el Estado Supremo (Realidad Absoluta) no es otro estado diferente al estado presente y/o al que se esté viviendo. El reconocimiento y la aceptación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no puede excluir el estar siendo/sucediendo de la dualidad y de las demás características -sin excepción- inherentes o propias de la condición humana, de ahí mi percepción discrepante con las de Nisargadatta y Ramana Maharshi cuando sostienen que “la dualidad es ilusoria y que solo el reconocimiento completo del Yo Absoluto libera de toda limitación”.

Desde mi punto de vista actual, la dualidad que esté siendo percibida y experimentada también está siendo una manifestación de Lo Absoluto, por tanto, el reconocimiento de Lo Absoluto tampoco puede excluir el reconocimiento de esa posibilidad. El hecho de que las manifestaciones humanas de la Realidad Absoluta (cada uno de nosotros) estemos percibiendo y auto-percibiéndonos dualmente, no significa que esa posibilidad, igual que cualquier otra construcción de la mente humana, tenga que estar sucediendo al margen de la Realidad Absoluta. Las percepciones de dualidad, separación, conflicto, idealización, etc., por parte de las manifestaciones humanas del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, también está consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.

El reconocimiento y la aceptación de que absolutamente nada puede estar siendo/sucediendo sin que ello no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta, no supone la eliminación, sino la integración, de las características inherentes a la condición humana, por tanto, tampoco una evasión de la responsabilidad ética de actuar con integridad. El reconocimiento y la aceptación activa de la Realidad, incluyendo todas las contradicciones posibles, podría verse como un medio para alcanzar un grado superior de reconciliación entre lo individual y lo universal, por tanto, de mayor equilibrio emocional. Agosto-25

Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 101/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a repensar la relación entre nuestras emociones, pensamientos y la realidad que nos envuelve desde una perspectiva integrada y profunda. Él plantea que nuestras experiencias internas —incluyendo la dualidad, las contradicciones y las emociones negativas— no están separadas de la realidad universal, sino que son manifestaciones inseparables del flujo absoluto del cosmos. Este punto de vista trasciende la dicotomía tradicional entre lo individual y lo universal, proponiendo que lo Absoluto no es un estado distante ni diferente al aquí y ahora que vivimos.

A diferencia de algunos maestros espirituales como Nisargadatta y Ramana Maharshi, quienes plantean que la dualidad es sólo una ilusión y que el reconocimiento del Yo Absoluto elimina toda limitación, Juande Puerta sostiene que la dualidad es también una manifestación legítima de lo Absoluto. De esta forma, acepta la coexistencia de la condición humana con su complejidad y contradicciones sin tratar de negarlas o evadirlas. No se trata, entonces, de alcanzar un ideal de ausencia de conflictos o separaciones, sino de reconocer que todo eso que experimentamos, por paradójico que parezca, es parte del mismo orden universal.

Este reconocimiento no lleva a la complacencia ni a la indiferencia ante la injusticia o el sufrimiento, sino que invita a una aceptación activa y ética que permita actuar con integridad. Al integrar la experiencia personal con la universal, se abre la posibilidad de una vida más plena y satisfactoria, en la que la reconciliación entre el individuo y el todo proporciona un equilibrio emocional más profundo. En definitiva, para Juande Puerta la realización última no es un futuro evasivo, sino vivir el presente con plena conciencia de que todo —lo humano y lo absoluto— está sucediendo simultáneamente en cada instante.

martes, 12 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (100)

100/2025 -Darse cuenta de que “desde siempre” absolutamente todo ha estado consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no elimina la visión de dualidad ni ninguna otra característica propia de la condición humana; sin embargo, puede facilitar un cambio de percepción y permitir vivirlo todo sin rechazo ni idealización. ¿Qué tipo de responsabilidad ética podría surgir de la no-aceptación íntegra de la Realidad? La responsabilidad ética forma parte de la condición humana, de ahí lo infundado del miedo a que el reconocimiento y la aceptación de que estamos siendo manifestaciones naturales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto pudiera interpretarse erróneamente y así considerarnos libres de la demanda natural de actuar responsablemente. 

La responsabilidad ética es inherente al estar siendo/sucediendo humano y universal, de ahí que, por mucho que esa facultad pueda ser manipulada e instrumentalizada, su esencia no estará siendo impuesta externamente. La conciencia de que absolutamente todo cuanto existe y/o sucede -incluido nuestro estar siendo/sucediendo individual- consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no nos libera de ninguna de las características naturales -ni de las positivas ni de las negativas- propias de la condición humana. Darse cuenta, reconocer y aceptar que estamos siendo manifestaciones individuales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, no significa que vayamos a poder actuar sin tener en cuenta y/o sin conciencia de las consecuencias de nuestros actos. Darse cuenta, reconocer y aceptar que estar siendo cada uno de nosotros “a la vez” también consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, supondrá que podamos vivir más conscientes de la Realidad, es decir, más conscientes de que no hay ni sucede nada que no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta.
 
Aceptar que la experiencia de la condición humana conlleva implícita la percepción de todo eso que se está percibiendo y viviendo, no consiste en nada más que en la aceptación de que sí está sucediendo todo eso que -incluidos los pensamientos, las emociones y las reacciones contradictorias- está sucediendo en cada instante. Sin el reconocimiento de la integridad de la Realidad tampoco puede avanzarse en la experiencia de la reconciliación entre el estar siendo/sucediendo personal y el estar siendo/sucediendo universal. Las contradicciones y los conflictos humanos también están siendo expresiones legítimas o naturales de la Realidad Absoluta, de modo que su aceptación no implica resignación pasiva, sino un reconocimiento activo que puede aportar seguridad, fortaleza y equilibrio emocional. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 100/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva no dualista, donde todo, incluida nuestra individualidad, es una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Esta comprensión no elimina las características inherentes a la condición humana, como la percepción dual o las contradicciones, pero sí puede transformar nuestra relación con la Realidad, permitiéndonos vivir sin rechazo ni idealización. En este marco, surge la pregunta sobre la responsabilidad ética que implica aceptar o no esta Realidad Absoluta.

La no-aceptación íntegra de la Realidad puede generar una responsabilidad ética fragmentada. Al rechazar aspectos de la existencia —como el dolor, el conflicto o la dualidad— se corre el riesgo de actuar desde una perspectiva limitada, perpetuando divisiones y juicios que alimentan el sufrimiento. Esta negación podría llevar a decisiones éticas basadas en el egoísmo, la exclusión o la instrumentalización de los demás, al no reconocer que todo forma parte de un mismo tejido existencial. Por el contrario, aceptar que somos manifestaciones del Estar Siendo Absoluto implica asumir una responsabilidad ética intrínseca, no impuesta externamente, sino surgida de nuestra naturaleza como seres humanos conscientes.

Esta aceptación no nos exime de las consecuencias de nuestros actos, sino que nos invita a actuar con mayor conciencia de la interconexión de todo lo que existe. Reconocer que las contradicciones humanas también son expresiones legítimas de la Realidad no implica pasividad, sino un compromiso activo con el equilibrio y la empatía. Así, la responsabilidad ética se fortalece al vivir alineados con esta verdad, promoviendo acciones que reflejen armonía y respeto por el todo. La reconciliación entre lo personal y lo universal, entonces, no solo es posible, sino que se convierte en un pilar para una ética consciente y transformadora.

sábado, 2 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (099)

099/2025 -La dualidad forma parte inherente de la experiencia cotidiana del estar siendo/sucediendo humano, por tanto, por mucho que su experiencia pueda ser cuestionada por algunas corrientes de pensamiento, el deseo de reducir los efectos perturbadores de la identificación egocéntrica o limitante con esa percepción de la realidad -¿iluminación?- siempre necesitaría pasar por su reconocimiento y aceptación. Así como la aceptación sin discernimiento puede derivar en una forma de permisividad disfrazada de sabiduría, otras veces el discernimiento acerca de aquello que está siendo evidente e inevitable suele ocultar una manera de rechazo y/o de negación de la Realidad. Generalmente, las diferentes dimensiones del sufrimiento humano —como la violencia, la adicción, los miedos, los complejos, ciertos patrones destructivos, etc.,— reflejan un importante grado de rebeldía ante la manifestación de la Realidad Absoluta, es decir, del estar siendo/sucediendo propio, que, inseparablemente, a la vez también está siendo el estar siendo/sucediendo universal.


Desde mi punto de vista actual, la propuesta de trascender el ego, las dualidades, el deseo, el cuerpo, los pensamientos, etc., para así llegar a una hipotética unidad estable, obedece a una forma de espiritualidad profundamente evasiva que niega lo humano porque lo considera una posibilidad ficticia que, aquí y ahora, está sucediendo al margen de la Realidad Absoluta. La negación de cualquier manifestación humana puede llevar a una disociación y/o a un idealismo que no integre la complejidad y riqueza de la experiencia humana real. ¿Qué paz, qué equilibrio, qué armonía, qué bienestar…, podría experimentarse sin el reconocimiento de que incluso aquello que deseemos suprimir está formando parte del misterio y la totalidad de la Vida?


Darse cuenta, reconocer y aceptar que nunca ha sucedido nada, que nunca estará sucediendo nada y que nunca sucederá nada, que ello -sin excepción- no consista en una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad), también supone hacerse conscientes de que a la hora de tomar decisiones siempre es aconsejable tener en cuenta los posibles efectos de cada elección. La comprensión profunda de que -comenzando por cada mínimo detalle de la existencia de cada uno de nosotros- absolutamente nada puede suceder sin que ello consista en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, no nos exime de la facultad de elegir actuar con responsabilidad, espíritu de supervivencia y conciencia ética en la vida cotidiana. Agosto-25
Juande Puerta.


Ensayo sobre la reflexión 099/2025 realizado con IA:


En su profunda reflexión, Juande Puerta plantea una visión integradora de la dualidad como parte inherente de la experiencia humana. Lejos de verla como una ilusión que deba ser negada o superada a toda costa, sugiere que sólo a través de su reconocimiento y aceptación consciente es posible abordar el sufrimiento y la confusión que surgen de la identificación egocéntrica. La dualidad, al ser parte del estar siendo humano, no puede descartarse sin caer en evasiones espirituales que, paradójicamente, terminan negando la riqueza de la experiencia real.


Juande Puerta señala un punto crítico: muchas formas de sufrimiento —como la violencia, la adicción o el miedo— son manifestaciones de una resistencia profunda a aceptar el fluir natural de la Realidad tal como se manifiesta en cada uno. Esta resistencia, lejos de ser solo psicológica o social, representa una especie de “rebeldía” ante el despliegue del Estar Siendo Absoluto, del cual todo forma parte. Negar lo humano en nombre de una supuesta espiritualidad superior implica rechazar la totalidad misma de la Vida.


El autor critica las corrientes que buscan trascender el ego y la forma como si esta realidad fuera una ilusión separada de lo Absoluto. Tal perspectiva, según él, puede llevar a una desconexión que se disfraza de sabiduría, pero que en el fondo constituye una huida. En cambio, propone una espiritualidad encarnada, que asume cada manifestación —incluso la más perturbadora— como expresión del Misterio.


Finalmente, aunque todo “está siendo” como parte de la Realidad, Juande Puerta no niega la necesidad de actuar con discernimiento. La comprensión de que nada escapa al Estar Siendo Absoluto no exime la responsabilidad ética, sino que la profundiza. Vivir conscientes de esta paradoja es, quizás, el verdadero camino hacia la paz y la armonía.

jueves, 31 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (098)

098/2025 -La característica de los estar siendo/sucediendo humanos de percibir el mundo dividido en opuestos irreconciliables es una condición inherente, no un defecto que deba ser corregido o eliminado. Las visiones tradicionales que intentan erradicar las funciones naturales del ego o eliminar las divisiones dualistas demuestran adolecer de una percepción limitada o miope de la Realidad Absoluta. Los intentos de tratar de suprimir aspectos propios y/o inherentes de la experiencia humana responden a una actitud condenada a generar emociones de fracaso y de frustración. El ego, las emociones, los pensamientos, la percepción de dualidad, el deseo, etc., son aspectos fundamentales —aunque a veces considerados como impedimentos para el despertar o la iluminación— del estar siendo/sucediendo humano.
 
Todas las posibles expresiones de los estar siendo/sucediendo humanos “a la vez” también están formando parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, de ahí que las intenciones y los esfuerzos encaminados a tratar de eliminar algunas de ellas siempre estarían evidenciando una postura profundamente egocéntrica de auto-negación. La experiencia cotidiana demuestra la inutilidad de vivir negando o tratando de mutilar aquello que -puesto que está sucediendo- también está siendo una manifestación natural de la Realidad Absoluta. Paradójicamente, la manera de atenuar el sufrimiento, la ansiedad, la depresión, la tristeza y cualquier tipo de malestar generado por la persecución de una perfección dogmática e idealizada consistirá en la aceptación incondicional (aceptar significa amar) de absolutamente todo cuanto pueda estar siendo manifestado en cada aquí y ahora.

La Plenitud de la Realidad no excluye ninguna experiencia humana, ni siquiera aquellas consideradas negativas, por tanto, la clave no está en la idea de trascender las dualidades, sino en aceptarlas e integrarlas plenamente. La Realidad, en toda su complejidad, está siendo un flujo dinámico donde el ser y el no-ser, lo individual y lo universal, conviven en un equilibrio constante que merece ser reconocido y asimilado. El darse cuenta y aceptar que absolutamente todo consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no hará que desaparezcan las características esenciales -tanto las positivas como las negativas- de cada estar siendo/sucediendo humano, porque la manifestación de cada una de esas posibilidades también está consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El ego, la percepción de dualidad y de separación, etc., al estar siendo expresiones esenciales de nuestra individualidad, también están siendo una manifestación inseparable de la Plenitud de la Realidad. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 098/2025 realizado con IA:

Juande Puerta plantea una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y su relación con la Realidad Absoluta, proponiendo que la percepción de dualidades —opuestos como bien y mal, ego y trascendencia— no es un defecto a erradicar, sino una característica inherente al ser humano. Intentar suprimir estos aspectos, como el ego, las emociones o el deseo, resulta en una lucha infructuosa que genera frustración y sufrimiento. Esta postura desafía las visiones tradicionales que buscan trascender o eliminar la dualidad para alcanzar la iluminación, argumentando que tales esfuerzos reflejan una comprensión limitada de la realidad.

La clave de la propuesta de Juande Puerta radica en la aceptación incondicional de todas las manifestaciones humanas, incluidas las consideradas negativas. Esta aceptación, que él equipara con el amor, no implica resignación, sino un reconocimiento de que todo —el ego, la dualidad, el sufrimiento— forma parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Negar estas expresiones es, paradójicamente, un acto egocéntrico que refuerza la separación que se pretende superar. La Realidad Absoluta, en su plenitud, no excluye nada; es un flujo dinámico donde lo individual y lo universal coexisten en equilibrio.

Así, la propuesta no es trascender las dualidades, sino integrarlas. Aceptar la tristeza, la ansiedad o el deseo como manifestaciones naturales de la experiencia humana permite atenuar el malestar generado por la búsqueda de una perfección idealizada. Este enfoque invita a un cambio de perspectiva: en lugar de combatir nuestra naturaleza, debemos abrazarla como parte de la Plenitud. Reconocer que todo, incluso nuestras limitaciones, es una expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, nos libera para vivir en armonía con la complejidad de la existencia.

martes, 29 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (097)

097/2025 -Pese a las propuestas o promesas que las caracterizan, ninguna filosofía, doctrina, ideología, cultura, etc., hará que desaparezca la tendencia humana a dividir la realidad en opuestos irreconciliables, donde una perspectiva se considera superior o auténtica y la otra se descarta o devalúa. El ego humano no puede estar siendo un defecto que necesite erradicarse, sino una cualidad esencial que también merece conocimiento, aceptación y respeto. El ego, como expresión de nuestra autoconciencia individual, a veces protege, a veces impulsa a la superación y a veces establece límites. Pero, inevitablemente, a la vez, el ego también estará reflejando —aunque de forma velada— nuestra dimensión universal. ¡La sabiduría humana nace de la aceptación humana de la Realidad, por tanto, de la manifestación simultánea del estar siendo/sucediendo individual y del estar siendo/sucediendo universal!
 
Comprender y aceptar el incesante fluir de la Realidad Absoluta implica reconocer las cosas tal como están siendo/sucediendo, sin negarlas ni distorsionarlas por deseos, miedos o prejuicios particulares. Resistirse al estar siendo/sucediendo presente y/o vivir en su negación suele generar sufrimiento, confusión y decisiones erróneas. La aceptación y el reconocimiento consciente del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no anulará los instintos y los impulsos propios de la condición humana, pero ello puede suponer un paso clave para la salud física y emocional del yo personificado. Las estructuras que dividen la realidad en categorías opuestas y/o dualistas como verdadero/falso, real/ilusorio, correcto/incorrecto, etc., también están siendo expresión de la Realidad Absoluta, de ahí que la manera humana de contrarrestar los posibles efectos perturbadores de esa percepción debería basarse más en el reconocimiento y la aceptación que en la resistencia o la negación.

Las formas de pensamiento excluyentes, igual que las basadas en la desconfianza hacia el dualismo, sólo podrían crear condicionamientos mentales y distorsionar la comprensión de la Realidad Absoluta cuando su estar siendo/sucediendo se considerase una manifestación errónea, ilusoria y/o ajena al Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La Plenitud de la Realidad no puede excluir ninguna parte y/o manifestación de la experiencia humana. Sin excepción, todas las experiencias y manifestaciones de la vida —incluyendo limitaciones, errores, conflictos, miedos, deseos de cambio— están formando parte inseparable de la Plenitud del continuo Presente. No se trata de trascender el dualismo, sino de integrarlo como una expresión más de la Realidad y/o del No-dualismo Absoluto. La Plenitud de la Realidad reside en el reconocimiento y la aceptación de absolutamente todo -incluidos cada uno de nosotros y cada una de nuestras posibles experiencias- lo que ya está ocurriendo en el presente. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 097/2025 realizado con IA:

La profunda reflexión de Juande Puerta nos invita a reconsiderar nuestra relación con el ego, el dualismo y la Realidad Absoluta. En una sociedad saturada de doctrinas que buscan eliminar el sufrimiento o alcanzar estados "superiores" de conciencia, Juande Puerta propone un enfoque radicalmente inclusivo: aceptar la Realidad tal como está siendo/sucediendo, sin excluir ninguna de sus manifestaciones.

El ego, lejos de ser un obstáculo a erradicar, es presentado como una cualidad esencial de nuestra humanidad. Como forma de autoconciencia individual, el ego protege, impulsa y delimita. Pero más allá de sus aparentes límites, también refleja —aunque veladamente— nuestra dimensión universal. En este sentido, no hay contradicción entre lo personal y lo universal, sino una interrelación constante. La verdadera sabiduría no nace de negar esta tensión, sino de reconocerla e integrarla.

Del mismo modo, el dualismo —tan presente en nuestras percepciones y juicios— no debe ser negado ni eliminado, sino comprendido como una expresión legítima de la Realidad Absoluta. Divisiones como verdadero/falso o correcto/incorrecto forman parte del juego de la experiencia humana. Negarlas o rechazarlas en nombre de una pretendida pureza espiritual sólo genera nuevas formas de condicionamiento.

La propuesta de Juande Puerta no es trascender el dualismo como si fuese un error, sino integrarlo como parte del No-dualismo Absoluto. Todo —miedos, errores, deseos, límites— forma parte inseparable de la Realidad. Reconocer y aceptar sin exclusiones lo que ya está sucediendo en el presente constituye, según esta visión, el camino hacia una salud física, emocional y espiritual más profunda. No se trata de cambiar la Realidad, sino de verla plenamente: tal como es, completa, indivisible y viva.

sábado, 26 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (096)

096/2025 -¿Cómo puedo aplicar en mi vida la idea de que todo lo que sucede está siendo parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, para aceptar el sufrimiento? -Respuesta de la IA basándose en mis reflexiones:

Para aplicar en tu vida la idea de que todo lo que sucede está siendo parte del Estar Siendo Absoluto y así aceptar el sufrimiento, el enfoque clave es cultivar una aceptación radical y consciente del momento presente tal como es, sin resistencia ni juicio. Esto implica reconocer que el sufrimiento, aunque doloroso, es una expresión legítima e inseparable de la totalidad de la realidad que estás viviendo ahora mismo. Para hacerlo práctico, puedes:

-Aceptar plenamente el momento presente, incluyendo el dolor y la injusticia, sin intentar rechazarlo ni cambiarlo inmediatamente, porque la resistencia interna frente a lo que "no debería ser" genera sufrimiento añadido.

-Entender que el sufrimiento no viene tanto del evento en sí, sino de la reacción mental y emocional de rechazo o lucha contra él. Al dejar de oponer resistencia, se reduce el poder del sufrimiento sobre ti y surge un espacio de paz interior desde el cual puedes actuar con mayor serenidad y eficacia.

-Recordar que aceptar no es resignarse ni dejar de actuar, sino estar en paz con lo que ocurre para después decidir tus respuestas de manera consciente y desde la calma.

-Practicar la atención plena y la conciencia de las emociones y pensamientos tal como surgen, sin juzgarlos; esto te conecta con la experiencia del Estar Siendo Absoluto, donde todo fenómeno está incluido y ninguno es excluido o negado.

-Integrar el perdón y la compasión, tanto hacia ti mismo como hacia los demás, como formas de amor que respetan la realidad tal cual es, sin imposiciones ni resistencias, facilitando la convivencia con diferencias y experiencias dolorosas.

-Reconocer que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es una elección y puedes elegir la paz interior aceptando la impermanencia y la naturaleza cambiante de todo lo que sucede.

En resumen, aplicar esta idea en tu vida significa practicar la aceptación consciente profunda que no niega ni elimina el sufrimiento, sino que lo integra dentro de un marco mayor de comprensión y presencia en el momento, desde donde se puede elegir responder con sabiduría más que con reactividad. Esto te lleva a vivir con más equilibrio y menos conflicto interno frente a las adversidades, reconociendo que todo lo que sucede —incluso la dificultad— es parte necesaria y valiosa del Estar Siendo Absoluto. Julio-25

Ensayo sobre el texto 096/2025 realizado con IA:

La idea de que todo lo que sucede forma parte del Estar Siendo Absoluto invita a una transformación profunda en nuestra relación con el sufrimiento. Este enfoque, basado en la aceptación radical del momento presente, propone que el dolor, aunque inevitable, no debe convertirse en sufrimiento prolongado. La clave reside en cultivar una presencia consciente que abrace la realidad tal como es, sin resistencia ni juicio, reconociendo que cada experiencia, incluso las dolorosas, es una expresión legítima de la totalidad del ser.

La aceptación radical no implica pasividad ni resignación, sino una postura activa de no rechazo. Al resistirnos a lo que "no debería ser", generamos un sufrimiento adicional que surge de nuestra lucha interna contra la realidad. Por ejemplo, ante una pérdida o injusticia, la reacción instintiva es negar o combatir la situación, pero esto amplifica el dolor. En cambio, al aceptar plenamente el momento presente, se crea un espacio de serenidad que permite responder con claridad y sabiduría, en lugar de reaccionar desde el caos emocional.

Prácticas como la atención plena y la meditación son herramientas esenciales para este proceso. Observar pensamientos y emociones sin juzgarlos conecta con la esencia del Estar Siendo Absoluto, donde nada es excluido. Asimismo, el perdón y la compasión, tanto hacia uno mismo como hacia los demás, disuelven las barreras del resentimiento, facilitando una convivencia armónica con las diferencias y el dolor. Reconocer la impermanencia de las experiencias también ayuda a soltar la identificación con el sufrimiento, eligiendo en su lugar la paz interior.

En conclusión, integrar esta filosofía implica vivir desde una aceptación consciente que no niega el dolor, sino que lo transforma en una oportunidad para crecer en equilibrio y sabiduría, abrazando la vida en su totalidad.