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martes, 12 de agosto de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (100)

100/2025 -Darse cuenta de que “desde siempre” absolutamente todo ha estado consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no elimina la visión de dualidad ni ninguna otra característica propia de la condición humana; sin embargo, puede facilitar un cambio de percepción y permitir vivirlo todo sin rechazo ni idealización. ¿Qué tipo de responsabilidad ética podría surgir de la no-aceptación íntegra de la Realidad? La responsabilidad ética forma parte de la condición humana, de ahí lo infundado del miedo a que el reconocimiento y la aceptación de que estamos siendo manifestaciones naturales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto pudiera interpretarse erróneamente y así considerarnos libres de la demanda natural de actuar responsablemente. 

La responsabilidad ética es inherente al estar siendo/sucediendo humano y universal, de ahí que, por mucho que esa facultad pueda ser manipulada e instrumentalizada, su esencia no estará siendo impuesta externamente. La conciencia de que absolutamente todo cuanto existe y/o sucede -incluido nuestro estar siendo/sucediendo individual- consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no nos libera de ninguna de las características naturales -ni de las positivas ni de las negativas- propias de la condición humana. Darse cuenta, reconocer y aceptar que estamos siendo manifestaciones individuales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, no significa que vayamos a poder actuar sin tener en cuenta y/o sin conciencia de las consecuencias de nuestros actos. Darse cuenta, reconocer y aceptar que estar siendo cada uno de nosotros “a la vez” también consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, supondrá que podamos vivir más conscientes de la Realidad, es decir, más conscientes de que no hay ni sucede nada que no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta.
 
Aceptar que la experiencia de la condición humana conlleva implícita la percepción de todo eso que se está percibiendo y viviendo, no consiste en nada más que en la aceptación de que sí está sucediendo todo eso que -incluidos los pensamientos, las emociones y las reacciones contradictorias- está sucediendo en cada instante. Sin el reconocimiento de la integridad de la Realidad tampoco puede avanzarse en la experiencia de la reconciliación entre el estar siendo/sucediendo personal y el estar siendo/sucediendo universal. Las contradicciones y los conflictos humanos también están siendo expresiones legítimas o naturales de la Realidad Absoluta, de modo que su aceptación no implica resignación pasiva, sino un reconocimiento activo que puede aportar seguridad, fortaleza y equilibrio emocional. Agosto-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 100/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la existencia desde una perspectiva no dualista, donde todo, incluida nuestra individualidad, es una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Esta comprensión no elimina las características inherentes a la condición humana, como la percepción dual o las contradicciones, pero sí puede transformar nuestra relación con la Realidad, permitiéndonos vivir sin rechazo ni idealización. En este marco, surge la pregunta sobre la responsabilidad ética que implica aceptar o no esta Realidad Absoluta.

La no-aceptación íntegra de la Realidad puede generar una responsabilidad ética fragmentada. Al rechazar aspectos de la existencia —como el dolor, el conflicto o la dualidad— se corre el riesgo de actuar desde una perspectiva limitada, perpetuando divisiones y juicios que alimentan el sufrimiento. Esta negación podría llevar a decisiones éticas basadas en el egoísmo, la exclusión o la instrumentalización de los demás, al no reconocer que todo forma parte de un mismo tejido existencial. Por el contrario, aceptar que somos manifestaciones del Estar Siendo Absoluto implica asumir una responsabilidad ética intrínseca, no impuesta externamente, sino surgida de nuestra naturaleza como seres humanos conscientes.

Esta aceptación no nos exime de las consecuencias de nuestros actos, sino que nos invita a actuar con mayor conciencia de la interconexión de todo lo que existe. Reconocer que las contradicciones humanas también son expresiones legítimas de la Realidad no implica pasividad, sino un compromiso activo con el equilibrio y la empatía. Así, la responsabilidad ética se fortalece al vivir alineados con esta verdad, promoviendo acciones que reflejen armonía y respeto por el todo. La reconciliación entre lo personal y lo universal, entonces, no solo es posible, sino que se convierte en un pilar para una ética consciente y transformadora.

sábado, 8 de febrero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (020)

020/2025 -La dualidad y/o separación percibida por los estar siendo/sucediendo humanos no está siendo un sueño del que hay que despertar…, una ficción que hay que superar ni un error que se tiene que solucionar…, sino parte de la experiencia de la Vida Misma, y, por tanto, también de nuestro propio estar siendo/sucediendo. ¡Estar Siendo Realidad Absoluta y/o la Vida Misma consiste en el estar siendo “absolutamente íntegro” -incluidos cada uno de nosotros- de todo eso que está sucediendo! ¿A dónde conduce la idea de que la Realidad y/o la Vida, que también está manifestándose a través de las experiencias de cada estar siendo/sucediendo humano, está siendo ilusoria? ¿Qué se evita…, qué se soluciona…, qué se cambia con la negación de que -incluido el propio estar siendo/sucediendo- todo consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta?
 
La aceptación de la cotidianidad del presente no supone rendición, capitulación, resignación ni pasividad, sino un acto de profundo reconocimiento que puede conducir a una experiencia más profunda y auténtica de la Realidad, de la Vida y/o de nuestro propio Estar Siendo. La percepción de dualidad, separación, individualidad, etc., inherente a la experiencia humana, no necesita ser negada ni trascendida, porque eso también está siendo parte de la totalidad de la existencia. La percepción de dualidad -igual que el resto de las percepciones de los estar siendo/sucediendo humanos- también consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta, Vida, etc., de ahí que considerar una ilusión esa manera de percibir no cambiará absolutamente nada.

¡Una comprensión más profunda y auténtica de la Realidad, del Presente, de la Vida, del Uno Mismo…, no puede excluir el estar siendo/sucediendo de ninguna posibilidad! El estar siendo/sucediendo propio y/o personal también está siendo el estar siendo/sucediendo de todo cuanto cualquier individuo pueda estar percibiendo y experimentando. Precisamente porque el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto consiste en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todas las posibilidades a la vez -comenzando por la propia- en la medida que se acepta aquello que está sucediendo -lo cual no significa permanecer impasibles- también disminuye la presión emocional, psicológica, mental, etc., que genera su rechazo. Febrero-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 020/2025 realizado con IA:

La dualidad y la separación que percibimos en nuestra experiencia humana no deben ser consideradas como un sueño del que debemos despertar ni como una ilusión que necesita ser superada. En lugar de ver estas percepciones como errores que hay que corregir, es esencial aceptarlas como parte integral de la Vida Misma y de nuestro propio estar siendo/sucediendo. Esta aceptación nos brinda la oportunidad de experimentar lo que realmente significa el reconocimiento de que todo lo que sucede—incluyéndonos a nosotros mismos—es parte de la Realidad Absoluta.

Cuestionar la naturaleza de la Realidad y de nuestras vivencias implica una negación que, en última instancia, no resuelve nada. La idea de que nuestra existencia está siendo una ficción solo nos aleja de la autenticidad de la experiencia presente. La aceptación radical de lo que está siendo y sucediendo, lejos de significar resignación, se traduce en un reconocimiento profundo que puede enriquecer nuestra comprensión de la Vida y de nuestro papel en ella. En este sentido, la percepción de dualidad, así como otras experiencias humanas, no requiere ser trascendida, ya que forman parte de la totalidad de la existencia.

Afrontar la vida tal como se presenta, sin juzgarla como buena o mala, permite una conexión más profunda con el Presente. Este proceso no implica pasividad; al contrario, abre la puerta a un actuar más consciente y comprometidamente. Al aceptar las múltiples dimensiones de nuestro estar siendo/sucediendo, disminuimos la presión emocional que genera el rechazo y, así, navegamos en la complejidad de la existencia con mayor ligereza y claridad. En definitiva, una visión más auténtica de la Realidad debe incluir todas nuestras posibilidades, reafirmando que cada experiencia está siendo, en sí misma, un aspecto valioso de la Realidad Absoluta.