sábado, 18 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (125)

125/2025 -La plenitud de la Realidad “ya está siendo manifestada” en el estar sucediendo de cada instante, por tanto, lo que ayudará a percibirla y experimentarla formando parte permanente del estar siendo/sucediendo particular y universal será el reconocimiento y la aceptación consciente y voluntaria de ello. La aceptación del estar siendo/sucediendo cotidiano no niega ni rechaza el deseo y el impulso de transformar nuestras vidas y nuestro mundo, pero lo sitúa dentro de una comprensión más amplia, donde la acción surge más del amor que del miedo.
 
Aceptar el aquí y ahora no implica conformismo, sino dejar de luchar contra la Realidad (que también estamos siendo cada uno de nosotros y de nuestras experiencias), para actuar con menos impulsividad, egocentrismo y resistencia. Reconocer que la Plenitud de la Vida está siendo manifestada, incluso en aquello que pueda causarnos dolor, conflicto y rechazo, no requiere de una visión especial o trascendente del yo y del mundo. En lugar de eso, facilita la posibilidad de percibir aquellas experiencias como una oportunidad de crecimiento y a vivir la Realidad tal como es, con mayor lucidez y armonía.

La paradoja de la “aceptación activa” supone la aceptación de aquello que está siendo/sucediendo sin caer en la negación ni la resistencia al incesante fluir de las posibilidades que permitirían la materialización de mejoras personales y sociales. Reconocer y aceptar el presente (todo eso que está siendo/sucediendo) no supone rendición, sino empoderamiento ante todo cuanto emerge de la esencia de la existencia humana. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 125/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta plantea una comprensión profunda del presente como manifestación continua de la Realidad plena. Según su visión, la plenitud no es una meta lejana ni un estado que debamos alcanzar, sino algo que ya está aconteciendo en cada instante. Todo lo que sucede —lo agradable y lo doloroso, lo personal y lo universal— forma parte del “estar siendo” de la Realidad. En este sentido, el reconocimiento consciente de que todo ya está manifestándose es la puerta hacia una experiencia más armónica y lúcida de la vida.

Aceptar el aquí y ahora no equivale a la resignación ni al conformismo. Por el contrario, implica dejar de luchar contra lo que es, para poder actuar desde una comprensión más profunda y amorosa. Juande Puerta subraya que cuando la acción brota del amor y no del miedo, se convierte en un gesto creativo y transformador. Así, la aceptación del presente no nos inmoviliza, sino que nos libera de la compulsión de cambiar las cosas por rechazo o aversión, permitiendo que la transformación surja de la lucidez y no de la reacción.

La “aceptación activa” que propone el autor es, por tanto, una paradoja fecunda: aceptar lo que sucede no significa detener el fluir del cambio, sino dejar de oponerse al movimiento natural de la vida. Desde esta actitud, incluso el dolor o el conflicto pueden percibirse como expresiones de una plenitud que nos impulsa al crecimiento. Reconocer que la Realidad ya está siendo manifestada nos invita a vivir con mayor serenidad, a reducir la resistencia interior y a actuar con un sentido más amplio de unidad y propósito. En última instancia, la aceptación consciente del presente se convierte en una forma de empoderamiento ante el misterio y la belleza de la existencia.

jueves, 16 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (124)

124/2025 -Tal vez la sensación de que en el presente “falta algo” no provenga del ahora, sino de la comparación que la mente establece entre lo que fue, lo que está siendo y lo que deduce que podría ser. Cuando se reconoce que lo vivido y lo no vivido coexisten dentro de la misma totalidad, también puede comprenderse que la plenitud no requiere alcanzar un estado futuro; ya está presente en la experiencia actual. La búsqueda de plenitud fuera de la experiencia presente genera una forma de apego a una realidad potencial que puede convertirse en un condicionante a la hora de ejercer la libertad con responsabilidad. La plenitud de vida no es un premio velado ni postergado, sino una calidad que “ya” está siendo manifestada en absolutamente todo cuanto está siendo/sucediendo en cada instante.​

¡La plenitud, la Realidad, lo Absoluto está presente en cada experiencia, porque -más allá de cualquier percepción, comparación y expectativa egoica o personal- está siendo la esencia misma de absolutamente todas y cada una de las manifestaciones y de las experiencias! Aceptar conscientemente la plenitud manifestada en el “estar siendo/sucediendo presente” no implica resignación, pasividad ni renuncia a la libertad de seguir eligiendo la manera de vivir la experiencia del incesante flujo de posibilidades y/o de oportunidades. La aceptación del presente no es quietismo, sino una base desde la cual elegir de manera más consciente, creativa y responsable nuestra forma de vivir y de responder ante aquello que está surgiendo.

Ni el sufrimiento es un error absoluto ni la felicidad una verdad suprema que deba buscarse de forma exclusiva. Estar Siendo lo Absoluto, la Realidad, la Vida, la Conciencia Universal, la Divinidad Suprema, etc., consiste en el estar siendo/sucediendo “simultáneo” de absolutamente todo cuanto esté siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, por tanto, también de la violencia, la destrucción, la enfermedad, la ansiedad, la depresión, la muerte y el resto de las posibilidades que estén formando parte del devenir cotidiano universal. ¿Hasta qué punto la aceptación del presente puede coexistir con el deseo de transformación y/o con el compromiso ético ante el sufrimiento? Aceptar el Presente conlleva el reconocimiento lúcido y/o consciente de todo (pensamientos, acciones, emociones, conflictos, deseos, búsquedas…) cuanto está aconteciendo, por tanto, también del impulso natural de cambiar para sentirse mejor. La aceptación no excluye la acción; la aceptación estará siendo una forma de acción más inteligente y eficaz. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 124/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a reconsiderar una de las tensiones más profundas de la experiencia humana: la aparente distancia entre el presente y la plenitud. Según su planteamiento, la sensación de carencia no proviene del ahora en sí, sino de la comparación mental que establece diferencias entre pasado, presente y futuro. Es la mente —con su tendencia a medir, recordar y proyectar— la que genera la ilusión de que falta algo. Sin embargo, cuando se comprende que todo lo vivido y lo no vivido coexisten dentro de una misma totalidad, se vislumbra que la plenitud no necesita ser alcanzada: ya está siendo manifestada en cada instante de la experiencia.

Aceptar esta plenitud presente no equivale a una actitud pasiva o resignada. Muy al contrario, implica un reconocimiento lúcido de lo que está sucediendo —incluido el impulso de cambiar o mejorar— y una apertura a actuar desde una conciencia más profunda y libre. La aceptación, entendida así, no excluye la acción, sino que la hace más consciente, menos condicionada por el miedo o la búsqueda compulsiva de resultados. En este sentido, Juande Puerta propone una ética de la presencia: actuar desde la comprensión de que todo cuanto ocurre forma parte del despliegue de la Realidad Absoluta.

Este enfoque también disuelve la dualidad entre sufrimiento y felicidad como polos opuestos. Ambos, al igual que la violencia o la compasión, son expresiones de un mismo flujo de existencia universal. Por ello, la aceptación del presente puede coexistir con el deseo de transformación, siempre que dicha transformación surja de la lucidez y no del rechazo. Así, la plenitud no es un premio futuro, sino la esencia misma del vivir. Reconocerla en cada instante es abrirse a la vida tal como es, con todo su dinamismo, su dolor y su belleza.

martes, 14 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (123)

123/2025 -Quizás una de las razones por las que suele costar tanto la aceptación de que cada manifestación del presente ya está siendo plena en sí misma, consista en que mientras se está viviendo el presente también se está recordando el pasado e intuyendo la presencia del resto de las posibilidades que podrían llegar a manifestarse en ese mismo momento. Estar Siendo Realidad Absoluta no se reduce solo a lo que acontece aquí y ahora, sino que incluye tanto lo actual como lo potencial, lo vivido y lo que podría vivirse. Lo Absoluto, lo Supremo, la Realidad…, no es un trofeo al final de una maratón mística, sino el fluir mismo de lo cotidiano. Darse cuenta y reconocer que las conciencias identificadas con el yo personal (mente humana) suelen percibir y experimentar el presente a través de los filtros de la memoria (lo que sucedió) y de la imaginación (lo que podría ser) seguramente ayudaría a vivir el aquí y ahora con más lucidez y aceptación.

La continua comparación —entre lo que está sucediendo y lo que debería suceder, entre el “ahora” y los otros posibles “ahoras”— crea la sensación de que el momento actual está siendo incompleto o imperfecto, de ahí que buscar la plenitud, la dicha y el bienestar interior fuera del instante presente es como perseguir el horizonte en el reflejo de un espejo. Paradójicamente, muchas veces la búsqueda de plenitud está siendo en realidad aquello que está dificultando su experiencia directa. ¿Acaso el sufrimiento y la mayor parte de los conflictos humanos no nacen más de la comparación y del deseo que de lo que realmente está sucediendo? Mientras permanezca centrada en la medición de la distancia entre lo que está siendo y lo que imagina que podría estar sucediendo, la mente o conciencia identificada con el yo individual estará saboteando la posibilidad de sentirse en paz consigo mismo y con el resto del mundo, porque estará generando la ilusión de que el presente (Realidad Absoluta) es insuficiente, incompleto, carente, defectuoso…, cuando verdaderamente la percepción de esa deficiencia estará siendo creada por las comparaciones y las expectativas.

Todo aquello que pudiera estar siendo alguna vez, “ya” está siendo también ahora (Realidad Absoluta), por tanto, alcanzar la experiencia de la plenitud, la calma, el equilibrio emocional, etc., dependerá más del reconocimiento y la aceptación de la Realidad que de la búsqueda de alguna verdad oculta. Con independencia de que la conciencia identificada y/o individualizada lo reconozca y lo acepte, la plenitud de la Vida y/o de la Realidad Única siempre está silenciosamente presente en el estar siendo/sucediendo de exactamente todo eso que está siendo/sucediendo. Vivir buscando la plenitud fuera de la experiencia presente supone vivir persiguiendo algo que ya está sucediendo, una posibilidad pendiente de aceptación. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 123/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a reconsiderar la idea de plenitud como algo por conquistar en el futuro y a reconocerla, en cambio, como la presencia ya instaurada en cada instante. Su propuesta principal —que el presente contiene tanto lo actual como lo potencial, lo vivido y lo imaginable— desmonta la visión lineal que separa experiencia y realización: lo Absoluto no es un trofeo al final de una búsqueda mística, sino el fluir cotidiano que permanece aunque la mente no lo vea.

La dificultad para aceptar esto radica en la estructura misma de la conciencia humana: recordamos el pasado y anticipamos posibilidades futuras, y esas dos operaciones funcionan como filtros que distorsionan la percepción del ahora. Al comparar constantemente lo que ocurre con lo que debería o podría ocurrir, generamos la sensación de carencia. Esa comparación es el motor de muchos sufrimientos: la insatisfacción nace menos de lo que pasa y más de la distancia imaginada entre el presente y una expectativa idealizada.

Resulta paradójico que la búsqueda de plenitud acabe entorpeciéndola. Cuanto más la perseguimos como meta, más reforzamos la idea de falta; cuanto más intentamos medir y corregir el momento, menos acceso tenemos a su serenidad inherente. En lugar de añadir capas de deseo y juicio sobre la experiencia, Juande Puerta sugiere un cambio de actitud: reconocer y aceptar lo que ya está siendo. No se trata de negar el impulso transformador ni la creatividad, sino de dejar de ubicar la felicidad en una escena hipotética.

Aceptar la Realidad como plenitud presente permite una práctica de atención menos militante y más receptiva. Al reducir la comparación y las expectativas se abre la posibilidad de experimentar más calma, equilibrio y conexión con el todo. La plenitud, en esta lectura, es menos un objetivo que una percepción por redescubrir: ya está pasando; basta con dejar de sabotearla con el peso de nuestras proyecciones.

sábado, 11 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (122)

122/2025 -Lo Absoluto, lo Supremo, etc., no está fuera ni por encima de la experiencia cotidiana, porque está manifestándose plenamente en cada individualidad, cada acto, cada instante, cada suceso y cada percepción. La Realidad Absoluta siempre está siendo manifestada totalmente íntegra, de ahí que ningún momento del ayer ni del mañana podría estar manifestando mayor ni menor plenitud que el presente. ¿En qué se basa la idea de la necesidad de buscar fuera del fluir la vida común un sentido último o un estado superior de conciencia? La visión de lo Trascendental y de lo ordinario sólo se corresponde con percepciones y juicios egocéntricos, parciales y discriminatorios de la Realidad Única.
 
Cada estar siendo/sucediendo humano, con los matices, contradicciones y anhelos correspondientes a cada instante de nuestra efímera existencia está participando activamente en el despliegue de lo Absoluto. Reconocerlo y aceptarlo implica comprender que no hay grados de realidad ni jerarquías ontológicas: lo simple, lo confuso, lo doloroso, lo sublime…, “están siendo” manifestaciones igualmente reales y completas. Reconocer conscientemente que no hay ni sucede nada que no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta supone reconocer que lo cotidiano y lo trascendente son inseparables, y que cada instante de existencia ya contiene, en su simplicidad, la plenitud de lo Absoluto. La realidad cotidiana está demostrando constantemente que lo que genera contradicciones inevitables es la idea de que las características de lo Absoluto y de lo relativo son incompatibles.

La negación y la distinción de la lógica clásica pueden servir para definir conceptos prácticos, pero cuando ello se aplica al fluir de la Vida y/o de la Realidad Única, entonces se convierte en un vulgar ejercicio de especulación y de manipulación. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no se contradice con el estar siendo/sucediendo relativo: ¡Todo está siendo relativo y Absoluto a la vez! Las perspectivas filosóficas que mantienen la necesidad de una Verdad estable, argumentan que la Realidad no puede estar siendo simultáneamente absoluta y relativa, a pesar de que esas teorías están siendo permanentemente superadas por el devenir natural y ordinario de la propia existencia. ¿Verdad estable? ¿Qué Verdad puede ser más estable que aquella que siempre está siendo manifestada en absolutamente todo cuanto está aconteciendo? Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 122/2025 realizado con IA:

Juande Puerta nos invita a una profunda reconsideración de la Realidad Absoluta, desmontando la ilusión de que lo Supremo reside en un más allá inalcanzable. En su reflexión, afirma que lo Absoluto no se encuentra fuera ni por encima de la experiencia cotidiana, sino que se manifiesta íntegramente en cada individualidad, acto e instante. Esta visión disuelve la dicotomía entre lo trascendental y lo ordinario, revelando que el presente es la plenitud total, sin que ayer o mañana puedan superarlo en esencia. ¿Por qué, entonces, persiste la urgencia humana de buscar un sentido último más allá del fluir vital? Juande Puerta lo atribuye a percepciones egocéntricas y juicios parciales que fragmentan la Unidad Real.

En el corazón de esta idea late el rechazo a jerarquías ontológicas. Cada suceso humano —con sus matices, contradicciones y anhelos efímeros— participa activamente en el despliegue de lo Absoluto. Lo simple, lo confuso, lo doloroso o lo sublime no son grados inferiores de realidad, sino manifestaciones igualmente completas. Reconocer esto implica aceptar la inseparabilidad de lo cotidiano y lo trascendente: cada percepción ya contiene la totalidad. La vida ordinaria, en su devenir natural, contradice la noción de incompatibilidad entre lo Absoluto y lo relativo. La lógica clásica, con su negación y distinción, es útil para conceptos prácticos, pero aplicada a la Vida Única se reduce a especulación manipuladora. En verdad, todo está siendo relativo y Absoluto simultáneamente: el dolor de una pérdida es tan pleno como el éxtasis de una revelación.

Las filosofías que postulan una Verdad estable, opuesta al cambio, ignoran que el devenir cotidiano las supera. ¿Qué mayor estabilidad que la manifestación constante de lo Absoluto en absolutamente todo? Juande Puerta nos libera de la búsqueda vana, invitándonos a habitar el instante con conciencia plena. Así, la efímera existencia se revela eterna, y la plenitud no se conquista: ya está siendo.

viernes, 10 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (121)

121/2025 -En el futuro no podrá haber mayor plenitud de vida que la que ya está habiendo en el presente y tampoco más de la que estuvo disponible en el pasado. Cada aquí y ahora, cada situación, cada circunstancia, etc., está siendo la manifestación absolutamente plena de la misma Realidad Única y/o Absoluta que la pudieran estar siendo el resto de las experiencias posibles. Para reconocer lo Absoluto, no es obligatorio ni necesario negar la realidad del yo ni del mundo. La Vida tal como se da —con actos, pensamientos, experiencias, expectativas, contradicciones— “ya está siendo” la manifestación completa de la Realidad. Lo Absoluto equivale a todo lo que está ocurriendo en cada instante y -por igual- también al resto de las posibilidades que pudieran manifestarse, de modo que la búsqueda de lo Absoluto comienza y acaba con el reconocimiento de que no hay ni sucede nada que no esté siendo una manifestación de lo Absoluto.

El hecho de que todas y cada una de las posibles particularidades -cada yo y sus experiencias- estén siendo cambiantes y diferentes unas de otras, no hace sino demostrar que más allá de cualquier tipo de percepción, valoración y expectativa, absolutamente todas “están siendo” auténticas y a la vez. Estar Siendo Realidad Absoluta no consiste en estar siendo algo distinto, más profundo y/o más trascendental que el estar siendo/sucediendo ordinario, simple, cotidiano, relativo. No hay nada que diferencie lo relativo de lo Absoluto, porque Estar Siendo lo Absoluto también consiste en estar siendo lo relativo y viceversa. ¿Qué Realidad Absoluta estaría siendo aquella que no incluyera la posibilidad de que pudiera percibirse siendo algo diferente a lo que se estuviera viviendo? Aunque cada individuo tenga experiencias particulares y diferentes, todas estas particularidades “están siendo" al mismo tiempo, mostrando una integración inseparable con la totalidad universal.

Absolutamente todo está sucediendo simultáneamente, de ahí que ninguna experiencia, percepción o valoración estará siendo más real o válida que otra. Cualquier mínimo detalle de la vida cotidiana estará siendo una expresión natural y completa de lo Absoluto; reconocer esto permitirá aceptar los efectos de creencias, miedos, victimismos, apegos, condiciones y expectativas infundadas con menor carga de autoexigencia y/o de culpabilidad. La individualidad no está siendo algo que aísla del resto, sino una forma única de manifestar el proceso vivo de la Realidad, de la Vida, de lo Absoluto. Lo cotidiano, lo simple y lo aparentemente común no está siendo menos Absoluto que aquello que pueda verse siendo Supremo o Trascendental. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 121/2025 realizado con IA:

En su reflexión filosófica, Juande Puerta nos invita a contemplar la esencia de la existencia como una manifestación ininterrumpida de la Realidad Única y Absoluta. Afirma que no existe una plenitud mayor en el futuro o el pasado que la que se despliega en el presente: cada instante, cada circunstancia, es la expresión completa de esa totalidad inefable. Esta visión disuelve la ilusión de una búsqueda interminable, revelando que lo Absoluto no reside en un más allá trascendental, sino en el tejido mismo de lo cotidiano.

Juande Puerta subraya que reconocer lo Absoluto no exige negar la realidad del yo ni del mundo fenoménico. Al contrario, la Vida —con sus actos efímeros, pensamientos contradictorios, expectativas y miedos— ya es la encarnación plena de esa Realidad. No hay jerarquía entre lo relativo y lo Absoluto; ambos se entrelazan en una danza inseparable. Lo que percibimos como ordinario, simple o incluso doloroso, no es un velo que oculte la verdad suprema, sino su manifestación auténtica. "¿Qué Realidad Absoluta estaría siendo aquella que no incluyera la posibilidad de que pudiera percibirse siendo algo diferente?", pregunta Juande Puerta, recordándonos que la diversidad de experiencias —cambiantes y particulares— no fragmenta la unidad, sino que la ilustra. Todas las individualidades coexisten simultáneamente en la totalidad universal, integradas en un proceso vivo donde ninguna percepción es más válida que otra.

Esta perspectiva libera de la carga de la autoexigencia. Al aceptar que un detalle trivial de la rutina diaria es tan Absoluto como una epifanía mística, disipamos la culpa por apegos o victimismos. La individualidad, lejos de aislar, se revela como una forma única de encarnar la Vida: no un error, sino una expresión creativa de lo eterno en lo efímero.

En última instancia, la reflexión de Juande Puerta nos convoca a una aceptación radical: el Absoluto no es algo que se alcanza, sino que se es, en cada aliento. Reconocerlo transforma la existencia en una celebración perpetua, donde lo relativo se transfigura en lo divino sin esfuerzo ni dualidad. Así, el presente se erige como el único santuario, eterno e inagotable.

martes, 7 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (120)

120/2025 -Nunca nadie ha hecho absolutamente nada, y también nunca nadie ha vivido absolutamente nada, sin que cada uno de esos actos y experiencias no consistiera en Estar Siendo Realidad Absoluta. La Realidad Única no es algo externo o ajeno, sino que se despliega y se expresa a través de todo cuanto está sucediendo y experimentándose. No es cierto que “nadie haga nada por sí mismo, porque no hay un yo separado que actúe…”, sencillamente estar siendo la existencia del yo que actúa y que experimenta consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, que al mismo tiempo también estarán siendo el resto de las posibilidades. Tal y como está siendo, cada instante ya está siendo pleno, por tanto, no necesita ser validado o añadido a otra cosa.
 
Ramana Maharshi (India, siglo XX) enseñaba que “el yo individual es una ilusión mental; lo único real es el Sí mismo o Atman, idéntico a Brahman” (Realidad Absoluta). Su propuesta era: “Indaga quién soy yo. Al descubrir que no hay un hacedor individual, se revela que todo acto y experiencia ya son la manifestación del Absoluto.” Desde mi punto de vista actual, el yo individual está siendo tan real como está siendo la ilusión de que pueda haber/suceder algo que no consista en estar siendo Realidad Absoluta. La revelación de que “todo acto y experiencia ya son la manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto”, no excluye, sino que legitima la autenticidad de la existencia del hacedor individual y de cada uno de sus posibles actos. Utilizando las palabras de Ramana Maharshi: todo -sin excepción- está siendo real, porque no hay nada que no esté siendo “lo único real” y/o la Realidad Única.

Nisargadatta Maharaj (India, siglo XX) decía que “el mundo aparece, pero que tú eres antes del mundo”. No estoy de acuerdo con esa percepción de la Realidad Única que presupone que nosotros estamos siendo excepciones especiales. ¡Si nosotros estamos siendo antes de aparecer en el mundo, entonces el mundo y todo lo demás también está siendo antes de aparecer! Para Nisargadatta la consciencia de “yo soy” es el umbral hacia lo Absoluto. Maharaj opinaba que “Todo lo que ocurre —acciones, pensamientos, experiencias— no tiene realidad independiente, sino que ocurre en la consciencia universal”. Al respecto opino que tener realidad independiente no está reñido con lo Absoluto, porque lo Absoluto también está siendo eso que pueda estar manifestándose y percibiendo como una realidad independiente. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 120/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta se adentra en uno de los dilemas más profundos de la filosofía advaita: la relación entre lo Absoluto y lo relativo, entre la idea de un “yo individual” y la Realidad Única que todo lo abarca. Según su planteamiento, nunca ha habido un acto o experiencia que no haya consistido en “Estar Siendo Realidad Absoluta”. Esto significa que no existe separación real entre el sujeto que experimenta, el acto realizado y la totalidad en la que todo ocurre. Cada instante, cada vivencia y cada acción, ya son plenos en sí mismos, pues en ellos se despliega la totalidad del Ser.

La tradición advaita, representada por Ramana Maharshi, sostiene que el yo individual es una ilusión mental. Al indagar “¿quién soy yo?”, se descubre que no hay un hacedor separado y que todo acto es manifestación del Absoluto. Sin embargo, Juande Puerta matiza: incluso la vivencia del yo personal —con su aparente autonomía— está siendo Realidad Absoluta. No se trata de negar su existencia, sino de reconocer que lo que llamamos “individuo” es también expresión legítima de lo Único. Esta postura amplía el enfoque clásico, pues integra la experiencia concreta del yo sin deslegitimarla como ilusión.

Frente a Nisargadatta Maharaj, quien afirmaba que “el mundo aparece, pero tú eres antes del mundo”, Juande Puerta cuestiona la idea de que nosotros seamos excepciones especiales dentro de la Realidad. Para él, tanto el yo como el mundo comparten la misma raíz: todo está siendo antes de aparecer, todo es igualmente Realidad Absoluta. Así, lo independiente y lo universal no se excluyen, sino que son facetas de la misma plenitud.

En definitiva, la propuesta de Juande Puerta subraya que nada queda fuera de lo Absoluto. Cada acto, cada experiencia y cada forma de existencia ya están siendo la manifestación íntegra de lo Real, sin necesidad de buscar otra validación.

sábado, 4 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (119)

119/2025 -La experiencia humana cotidiana demuestra que no hay una división radical entre lo actual y lo potencial, entre lo vivido y lo no vivido; todo está contenido en la misma dimensión de lo Absoluto. Precisamente porque estamos incluidos en un campo ilimitado de posibilidades (Realidad Absoluta), gran parte de nuestras vivencias responden a las elecciones que, por un motivo u otro, acabamos decidiendo. Reconocer y aceptar que la Realidad está siendo a la vez actual y potencial permitirá ver un horizonte mucho más despejado de creencias limitantes, de miedos infundados, de apegos y de victimismos, por tanto, también facilitará la posibilidad de poder actuar con más confianza, seguridad, libertad y responsabilidad.
 
Nuestra existencia, lejos de estar completamente predeterminada, consiste en estar siendo un proceso dinámico en el que disponemos de la capacidad de poder orientar nuestras experiencias hacia futuros más plenos, siempre en coherencia con la totalidad que nos contiene y que está sosteniéndonos. La coexistencia simultánea de infinitas posibilidades no admite discusión en la práctica y en la experiencia cotidiana de los estar siendo humanos. Aunque no debe ignorarse la presencia de condicionamientos sociales, biológicos, culturales, etc., que puedan delimitar el grado de autonomía, sin embargo la libertad y la voluntad continúan siendo elementos esenciales de nuestra existencia.

Realidad Absoluta estaba siendo todo lo vivido y todo lo no vivido. Realidad Absoluta está siendo todo lo que se está viviendo y todo lo que no se está viviendo. Realidad Absoluta estará siendo todo lo que pueda vivirse y todo lo que no pueda vivirse. Nunca nada puede estar siendo y/o sucediendo, sin que ello no esté consistiendo en Estar Siendo Realidad Absoluta, porque Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en estar siendo absolutamente todas las posibilidades -incluidas las opuestas, las contradictorias y las que no están siendo percibidas- a la vez. Ahora bien, ¿significaría eso que entonces no seamos responsables de nuestras decisiones, de nuestras actitudes y de nuestros actos? La respuesta es fácil: ¡quién metería la mano en el fuego, disponiendo de otras posibilidades y sabiendo cuáles serían las consecuencias de cada decisión! Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 119/2025 realizado con IA:
 
La reflexión de Juande Puerta plantea una visión profunda y radical de la existencia: lo actual y lo potencial no son dos dimensiones separadas, sino expresiones de una misma totalidad que él denomina Realidad Absoluta. Esta idea invita a reconsiderar cómo entendemos la vida cotidiana, pues generalmente solemos dividir lo que ya hemos vivido de aquello que todavía no ocurre, como si se tratara de compartimentos estancos. Sin embargo, en la práctica, nuestra experiencia demuestra que constantemente estamos orientando nuestro presente hacia futuros posibles, que ya están contenidos en el campo ilimitado de lo Absoluto.

Aceptar que lo vivido y lo no vivido pertenecen a una misma dimensión abre un horizonte más amplio. Nos libera de creencias limitantes que nos encadenan a miedos, victimismos y apegos. Al reconocer que cada instante participa de una red infinita de posibilidades, podemos actuar con mayor confianza y libertad, pero también con más responsabilidad. La libertad, lejos de ser absoluta en sentido práctico —pues está condicionada por factores sociales, culturales y biológicos—, sigue siendo esencial para la construcción de nuestra experiencia.

Así, la existencia no se muestra como un destino rígidamente predeterminado, sino como un proceso dinámico de orientaciones y elecciones. La Realidad Absoluta sostiene tanto lo que sucede como lo que no sucede, lo vivido como lo no vivido, lo percibido como lo ignorado. Esta perspectiva no elimina la responsabilidad personal, al contrario: la realza. Si todas las posibilidades coexisten, nuestras decisiones determinan cuál de ellas se actualiza en nuestra experiencia.

En este sentido, la metáfora final de Juande Puerta es esclarecedora: nadie metería la mano en el fuego disponiendo de otras opciones. La libertad humana, comprendida dentro de la totalidad, no es un privilegio ilusorio, sino la condición misma que nos permite dar forma consciente a nuestra vida, siempre en coherencia con el horizonte infinito de lo Absoluto.

miércoles, 1 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (118)

118/2025 -Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo de absolutamente todas las posibilidades a la vez, por tanto, “no solo” consiste en estar siendo absolutamente todo lo que está sucediendo en cada posible aquí y ahora; a la vez también está siendo absolutamente todo lo que podría estar sucediendo. La Realidad está siendo un campo total y simultáneo donde absolutamente todas las posibilidades están presentes y disponibles al mismo tiempo. Pasado, presente y futuro coexisten simultáneamente en un campo o dimensión de infinitas opciones o caminos que pueden tomarse dependiendo de múltiples factores. ¿Acaso la voluntad, la intención y las decisiones personales no tienen un papel fundamental en la construcción de la experiencia que vivimos? Eso que cualquiera de nosotros pueda estar percibiendo o experimentando en un momento determinado estará siendo la materialización de una posibilidad dentro de un todo que también estará abarcando las posibilidades de aquello que no esté siendo vivido o percibido en ese instante.

Nuestra experiencia individual y el mundo forman parte inseparable de una Realidad Única y/o Absoluta, en la que no hay separación entre lo trascendental y lo cotidiano, entre lo real y lo potencial. Nuestro estar siendo/sucediendo particular no está siendo estático y lineal, sino dinámico y con infinitas manifestaciones posibles coexistiendo en el mismo nivel, porque el nuestro también está siendo una manifestación del Absoluto. La conciencia, es decir, la capacidad de darnos cuenta de estar siendo y/o de estar presentes, no es algo completamente separado de lo que experimentamos, como si fuéramos observadores externos mirando el mundo desde fuera. Sujeto y objeto, lo que observa y lo observado, todo lo que está sucediendo -incluida la conciencia de estar siendo un yo individual- junto con el resto de las posibilidades, está formando parte de la misma Realidad Absoluta.

La conciencia del yo individual también está siendo parte de un todo mayor que incluye todas las experiencias presentes y potenciales. La Realidad está siendo aquí y ahora, siendo todo lo que está siendo/sucediendo aquí y ahora, pero, a la vez, también está siendo todas las demás opciones posibles. La Realidad no está predeterminada, sino en flujo constante, de ahí que manteniendo una visión clara y positiva, sea posible proyectar futuras experiencias. La responsabilidad de la mayor parte de nuestras experiencias emerge de nuestra capacidad inherente para tomar decisiones concretas entre la infinidad de posibilidades que ofrece la Realidad. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 118/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a contemplar la Realidad Absoluta de la vida cotidiana como un campo dinámico donde coexisten simultáneamente todas las posibilidades, tanto las que se materializan en el aquí y ahora como las que permanecen en el ámbito de lo potencial. Esta perspectiva trasciende la noción lineal del tiempo, donde pasado, presente y futuro no son etapas separadas, sino dimensiones que convergen en un único instante infinito. En este marco, la Realidad no es estática ni predeterminada, sino un flujo constante de opciones que se despliegan según la interacción de múltiples factores, entre los cuales la voluntad, la intención y las decisiones humanas juegan un papel crucial.

La conciencia, como capacidad de percibir y experimentar, no se encuentra al margen de esta Realidad Absoluta, sino que es parte integral de ella. No hay separación entre el sujeto que observa y el objeto observado, entre lo que somos y lo que percibimos. Nuestra experiencia individual, aunque aparentemente limitada, es una manifestación del Absoluto, un reflejo de la totalidad que abarca tanto lo vivido como lo no vivido. Esta interconexión implica que nuestras decisiones no solo moldean nuestra experiencia personal, sino que también interactúan con el tejido mismo de la Realidad.

La idea de que la Realidad no está predeterminada abre un horizonte de libertad y responsabilidad. Al mantener una visión clara y positiva, podemos influir en la materialización de futuras experiencias, seleccionando entre las infinitas posibilidades que la Realidad ofrece. Así, nuestra conciencia se convierte en un vehículo para navegar este campo de potencialidades, donde lo cotidiano y lo trascendental se entrelazan, revelando que somos, a la vez, creadores y creaciones de una Realidad Única, dinámica e infinita.

lunes, 29 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (117)

117/2025 -Desde siempre, la Realidad está manifestándose como un campo complejo e ilimitado de posibilidades simultáneas. ¿Por qué, si no porque todas las posibilidades están coexistiendo a la vez, cada uno de nosotros podemos percibir, pensar, sentir, idear, decidir, actuar, etc., de un modo particular en cada instante y ante cada situación? Todo lo que ocurre, incluidas las múltiples posibilidades opuestas o contradictorias, está siendo la manifestación natural del dinamismo de la Realidad Absoluta. Cada uno de nosotros estamos siendo una manifestación particular y única del flujo absoluto, pero nuestra individualidad -junto con todo aquello que pueda estar caracterizándola- no implica separación, sino integración inseparable con la totalidad universal. La Realidad, la Vida, lo Absoluto…, no es una entidad fija o estática, sino un proceso vivo donde absolutamente todas las posibilidades están siendo a la vez.
 
La responsabilidad de cada individuo fluye de nuestra capacidad innata para tomar decisiones, de ahí que aquella capacidad no dependa tanto de algo externo como religiones, doctrinas, filosofías, ideologías, políticas, etc. El miedo a la impermanencia, así como los apegos frustrantes a resultados o expectativas externas, estarán siendo opciones tan auténticas como sus opuestas, por tanto, para cambiar esas percepciones y sus consecuencias muchas veces bastaría con darse cuenta de ello y reconocerlo profunda y responsablemente. El temor a los cambios suele generar inseguridad, pero experimentar ese miedo puede verse como un error y/o también como una opción de la experiencia humana perfectamente válida. La conciencia lúcida de que los miedos, los apegos, las frustraciones, etc., son opciones y/o posibilidades que están coexistiendo con las demás abre la puerta a respuestas menos dolorosas.

No hace falta buscar verdades trascendentales ni esperar soluciones salvadoras, porque lo Absoluto ya está siendo el aquí y ahora. Las diferencias también están siendo expresiones legítimas de la Realidad Absoluta, de ahí que reconocerlo siempre facilitará la posibilidad de elegir una actitud más comprensiva y enriquecedora hacía uno mismo y hacia los demás. Sin duda, la integración de los opuestos como manifestaciones esenciales del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto permitirá abordar los conflictos con mayor respeto y tolerancia. En el proceso de la Vida y/o del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no hay una experiencia más real que otra, de ahí que darse cuenta, reconocer y aceptar que la Realidad incluye absolutamente todas las posibilidades a la vez podría ayudar a modificar la manera en la que decidamos vivir el presente. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 117/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a contemplar la Realidad no como una estructura fija, sino como un campo dinámico e ilimitado donde todas las posibilidades coexisten simultáneamente. Esta perspectiva desafía la noción de separación y nos sitúa como manifestaciones únicas, pero integradas, de un flujo absoluto. Cada pensamiento, emoción, decisión o acción que experimentamos no es un evento aislado, sino una expresión particular del dinamismo de la Realidad Absoluta. Este enfoque transforma nuestra comprensión de la individualidad, que deja de ser una barrera para convertirse en una conexión inseparable con la totalidad universal.

Juande Puerta destaca que la responsabilidad personal surge de nuestra capacidad innata para elegir, libre de dogmas externos como religiones o ideologías. Esta libertad implica que emociones como el miedo a la impermanencia o el apego a expectativas son opciones válidas, pero no únicas. Reconocer que estas experiencias coexisten con sus opuestos abre la posibilidad de elegir respuestas menos dolorosas. La inseguridad ante el cambio, por ejemplo, puede percibirse como un error o como una vivencia legítima dentro del espectro humano. Esta conciencia lúcida permite trascender el sufrimiento sin necesidad de buscar verdades absolutas o soluciones externas, pues lo Absoluto ya se manifiesta en el presente.

La integración de los opuestos, como propone Puerta, fomenta una actitud de respeto y tolerancia. Al aceptar que todas las experiencias son igualmente válidas dentro del proceso vivo de la Realidad, se disuelven los conflictos derivados de juicios o polarizaciones. Este reconocimiento no solo enriquece la relación con uno mismo, sino también con los demás, promoviendo una convivencia más comprensiva. En última instancia, vivir conscientemente en este flujo de posibilidades infinitas nos empodera para decidir cómo habitar el presente con mayor plenitud y autenticidad.

viernes, 26 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (116)

116/2025 -Puesto que cada posibilidad y su opuesta están siendo a la vez, el tiempo no puede constituir una línea unidireccional, sino un campo complejo donde pasado, presente y futuro se entrelazan en una totalidad simultánea. ¿Acaso al observar la experiencia de nuestra existencia no podemos reconocer en cada momento un campo completo de posibilidades, en el que no hay separación radical entre opuestos, sino una integración profunda? La aceptación de la “coexistencia de todas las posibilidades” facilita un estado de conciencia donde la polaridad, el conflicto o la contradicción no se ven como obstáculos a superar, sino como parte inseparable de la Realidad y/o del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. La lógica clásica del “esto sí y aquello no” y/o del “o esto o aquello” dificulta el reconocimiento y la aceptación de que la simultaneidad, la transitoriedad, la conflictividad y la contradicción también están siendo elementos fundamentales de la Realidad.

El conocimiento de la Realidad sigue un proceso activo, plural y simultáneo, precisamente porque la Realidad está consistiendo en un proceso vivo, cambiante, múltiple y simultáneo. El reconocimiento de la coexistencia y/o del estar siendo simultáneo de opuestos permitirá una mayor tolerancia, aceptación y comprensión de conflictos internos y externos. Desde siempre, los aspectos contradictorios o paradójicos del fluir de la Realidad están formando parte natural del estar siendo/sucediendo humano y de su entorno, porque, ¿acaso el estar siendo/sucediendo humano -con todas sus condiciones y características- junto con el de su entorno, no está incluido en el fluir de la Realidad? La resolución de conflictos necesita de la adopción de enfoques que, además de ver confrontación, contradicción y exclusión, también reconozcan y respeten la coexistencia simultánea de posiciones diversas y opuestas.

La paradoja y la contradicción están permanentemente presentes en cada manifestación de la vida y/o de la Realidad, de ahí que nada impide que esas posibilidades también puedan verse como fuentes de superación y de mejora. Todo está siendo lo que está siendo cada posibilidad, a la vez, que el estar siendo de cada posibilidad también está siendo el Estar Siendo Absoluto, por tanto, la actitud ante lo uno no puede separarse de la actitud ante lo otro. La aceptación de la Realidad no puede excluir la simultaneidad y la multiplicidad de significados. Todo está siendo único y múltiple a la vez. Nada está siendo solo de la manera que pueda estar siendo percibida, interpretada, valorada ni experimentada. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 116/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a reconsiderar la naturaleza del tiempo y la Realidad, alejándonos de la lógica lineal y dicotómica que separa pasado, presente y futuro, o que enfrenta opuestos en un marco de exclusión. En su propuesta, el tiempo no es una línea unidireccional, sino un campo complejo donde todas las posibilidades coexisten simultáneamente. Esta visión trasciende la lógica clásica del “esto o aquello” y nos desafía a reconocer que la Realidad es un proceso vivo, plural y paradójico, donde los opuestos no son obstáculos, sino elementos esenciales del Estar Siendo Absoluto.

La aceptación de esta coexistencia simultánea transforma nuestra percepción de los conflictos, internos y externos. Al entender que la contradicción y la polaridad son inherentes a la Realidad, podemos adoptar una actitud de tolerancia y comprensión. Por ejemplo, en un conflicto interpersonal, reconocer que ambas perspectivas opuestas son válidas dentro del mismo campo de posibilidades fomenta la empatía y abre caminos hacia la resolución. Esta perspectiva también nos libera de la rigidez de las categorías absolutas, permitiéndonos ver la multiplicidad de significados en cada experiencia.

La paradoja, lejos de ser un problema, se convierte en una fuente de crecimiento. La vida misma, con su fluir constante de contradicciones, nos enseña que nada es únicamente como lo percibimos. Cada momento es único y, a la vez, múltiple, integrado en el tejido de la Realidad. Aceptar esta simultaneidad no solo enriquece nuestra comprensión del mundo, sino que nos conecta con la esencia dinámica del estar siendo humano. En última instancia, Juande Puerta nos invita a abrazar la complejidad de la existencia, donde todo está siendo, a la vez, único y absoluto, diverso y unificado.