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miércoles, 26 de noviembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (141)

141/2025 -Algunas tradiciones filosóficas y espirituales llevan siglos y siglos considerando la existencia de la conciencia individualizada como una ilusión a superar y/o como un estadio impuro e inmaduro que debe purificarse para alcanzar un estado superior. Pero esa misma concepción, profundamente victimista de imperfección y de necesidad de guía y de reparación, también puede aplicarse a los cimientos sobre los que se sostienen las ideologías políticas y culturales de todo signo. Unas y otras organizaciones ven lo humano —con sus tensiones, paradojas y percepciones fragmentadas— como un error de la Realidad y/o de la Vida, que ellos tienen la misión de subsanar y de administrar. ¿Por qué sagrado motivo las manifestaciones de la condición y/o de la realidad de los estar siendo/sucediendo humanos -de todas ellas sin excepción y de cada individuo sin excepción- no estarían siendo -desde siempre- exactamente igual de reales, legítimas y esenciales que aquellas otras que se estuvieran persiguiendo?
 
Nunca nada, que pueda hacerse y/o suceder, cambiará que todo lo que pueda hacerse y/o suceder estará consistiendo en el Estar siendo/sucediendo Absoluto. Estar Siendo lo Absoluto (ya sea entendido como Realidad, Vida, Dios, Conciencia, Energía…) consiste en estar siendo la manifestación simultánea de “cada una de las infinitas” posibilidades, de modo que, mientras está siendo/sucediendo, cada una de dichas expresiones estará siendo exactamente igual de real, legítima y auténtica que las demás. La ilimitada pluralidad de expresiones del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no depende de nada externo, trascendental o supremo, sino que “cada una” supone una actualización inherente y/o inmanente de la Realidad Misma. No hay un Dios ni un principio trascendente que esté produciendo lo que está sucediendo desde fuera del estar siendo de lo que está sucediendo.

Todo lo que aparece en la existencia (un individuo, un pensamiento, una emoción, un reacción, una relación, una circunstancia, un acontecimiento…) no está siendo causado por algo separado, ajeno ni intencionado; todo lo que sucede consiste en la propia Realidad Absoluta expresándose y/o actualizándose en cada una de las infinitas manifestaciones. Lo virtual (las posibilidades latentes) está plenamente implicado en la actualidad, de modo que cada manifestación concreta -por ínfima que parezca- estará suponiendo una actualización específica de ese potencial, pero siempre sin fragmentación ni separación del campo unitario de lo Absoluto. Noviembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 141/2025 realizado con IA:

Juande Puerta plantea una crítica radical a una constante histórica: tanto las tradiciones espirituales (advaita vedanta, budismo zen, misticismo cristiano) como las ideologías políticas (marxismo, liberalismo progresista, nacionalismos) parten del mismo supuesto: el ser humano tal como es —con su ego, sus contradicciones, sus deseos encontrados, sus percepciones parciales— es un error, un estadio inmaduro o un pecado original que debe ser superado, purificado o reeducado. Todas estas doctrinas, aunque se enfrenten entre sí, coinciden en declarar ilegítima la manifestación concreta y plural de lo humano y se arrogan la misión de “arreglarla”.

Esta postura, dice Juande Puerta, es profundamente victimista: convierte al individuo y a la vida tal como sucede en algo defectuoso que necesita ser administrado por una instancia superior (iluminación, revolución, mercado perfecto, gran reseteo, retorno a la tradición pura, etc.). Pero ¿y si nada está roto? ¿Y si cada pensamiento confundido, cada emoción “negativa”, cada acto egoísta, cada ideología aparentemente aberrante no son desvíos de una Realidad que estaría en otra parte, sino actualizaciones legítimas del propio Estar Siendo Absoluto?

Desde esta visión no dual, lo Absoluto no es un Dios externo ni un principio trascendente que juzga y selecciona qué manifestaciones son “válidas”. Es la capacidad ilimitada de manifestarse simultáneamente como todo lo que aparece: el santo y el psicópata, la compasión y la crueldad, la lucidez y la paranoia política. Ninguna expresión puede ser más o menos real que otra porque todas son la Realidad misma ocurriendo sin separación ni jerarquía. Lo virtual (el infinito campo de posibilidades) y lo actual (esta emoción, este gobierno, este dolor concreto) no están escindidos: cada fenómeno es la actualización inmanente, aquí y ahora, del mismo fondo sin fondo.

Aceptar esto disuelve tanto el anhelo espiritual de “trascender” el ego como el proyecto ideológico de “corregir” la sociedad. No hay nada que reparar porque nunca hubo fractura. Tan sólo el Estar Siendo Absoluto desplegándose sin propósito ni dirección, igualmente presente en el despertar como en el error, en la bondad como en la barbarie. Y esa presencia total es, paradójicamente, la única libertad real.

martes, 15 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (091)

091/2025 -Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo/sucediendo efímero y transitorio de absolutamente todas las posibilidades a la vez, de ahí que Realidad Absoluta está siendo todo aquello que -comenzando por el perceptor e independientemente de cualquier valoración- se pueda estar percibiendo y/o viviendo. No hay otra Realidad Absoluta, a la que supuestamente pudieran acceder las almas de los estar siendo/sucediendo humanos, que no consista en el estar siendo/sucediendo de exactamente todo eso que se esté siendo y viviendo en cada aquí y ahora. La creencia en el alma individual, y la creencia en su reencarnación, están profundamente conectadas en muchas tradiciones filosóficas, religiosas y también políticas; sin embargo, cada una de estas teorías sólo responde a una manera determinada y/o egocéntrica de percepción de la Realidad.

En el hinduismo y el jainismo, “se cree” que el alma individual es eterna y pasa por múltiples vidas, acumulando karma que influye en sus futuras reencarnaciones. En el budismo, “se cree” que existe la reencarnación, pero la noción del alma individual es rechazada; en este caso, “se cree” que lo que transmigra es un flujo de conciencia o energía kármica, no un alma fija. En religiones como el cristianismo o el islam, “se cree” en el alma individual, pero no en la reencarnación, sino en una única vida y un juicio final. Desde mi punto de vista actual, la creencia en un alma individual y la creencia en la posibilidad de que reencarne -o de que no- surge de una interpretación derivada del apego al ego y a la sensación de separación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. No hay el estar siendo de un pensamiento, una emoción, una idea, una creencia, una reacción, un acto, una circunstancia, un acontecer…, que no esté consistiendo en el mismo Estar Siendo/Sucediendo Absoluto que -a la vez- también estarán siendo todas las demás opciones posibles.

La posibilidad de “creer o de no creer” que gracias a su reencarnación cada yo —aunque transformado— continuaría acumulando experiencias, aprendiendo lecciones, evolucionando espiritualmente y transitando por distintas existencias hacia un propósito superior, también está siendo una manifestación natural del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Para muchas mentalidades, la vinculación de las acciones de una vida con las consecuencias en otra (karma), ofrece consuelo frente a la muerte y también un sentido de justicia cósmica. Por mi parte, pienso que la esperanza de “seguir siendo individualmente” después de la muerte, puede constituir una negación —consciente o no— del fluir cambiante, impersonal, efímero, transitorio y simultáneo del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto…, que -sólo mientras estamos viviendo- también estamos siendo cada uno de nosotros y cada una de nuestras vivencias. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 091/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta propone una visión radicalmente no dual de la existencia: todo lo que sucede —incluyendo percepciones, pensamientos, emociones y experiencias— está siendo ya la Realidad Absoluta en su plenitud, sin necesidad de buscarla más allá del instante presente. No se trata de alcanzar algo superior o de evolucionar hacia una verdad oculta, sino de reconocer que la totalidad del estar siendo —transitorio, efímero y múltiple— es ya Eso.

Desde esta perspectiva, las creencias en un alma individual y en su reencarnación son interpretadas como manifestaciones del apego al ego y al deseo de continuidad personal. Aunque religiones como el hinduismo o el jainismo consideran al alma como un ente eterno que atraviesa múltiples vidas, y otras como el cristianismo defienden una vida única con destino eterno, todas estas concepciones son formas de interpretación de la Realidad desde un punto de vista dual, que parte de la separación entre el yo y el todo.

Juande Puerta propone, en cambio, que no hay “alguien” que reencarne o evolucione espiritualmente, sino que lo que se vive, piensa o siente en cada instante ya está siendo expresión directa del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Así, el intento de conservar una identidad post mortem revela más un rechazo al fluir cambiante e impersonal de la vida que una comprensión profunda del Ser.

Esta visión sugiere que no hay sentido en vivir buscando una justicia cósmica o un propósito superior, pues cada vivencia está siendo en sí misma la manifestación simultánea de todas las posibilidades. Acoger esta perspectiva implica soltar la necesidad de permanencia y abrirse a la evidencia de que ya estamos siendo —sin excepción— Realidad Absoluta, aquí y ahora.

jueves, 10 de julio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (089)

089/2025 -Entre las características que se le podrían atribuir al ego y/o al efecto de la identificación conciencial con un yo personalizado, también debería incluirse la creencia en la existencia de un alma individual que pudiera trascender y/o continuar existiendo más allá de la muerte y la desaparición del cuerpo. La identificación conciencial con una identidad individual, separada, con nombre, historia y características propias (ego), no tiene porqué -como sostienen tradiciones como el Advaita Vedanta, el budismo o ciertas corrientes del no-dualismo- estar siendo una ilusión que debe ser trascendida para poder experimentar la Verdad y/o la Realidad Última. El suceder de la experiencia de estar siendo un yo particular también está siendo una manifestación absolutamente natural del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. ¿De dónde puede surgir el apego a lo mio y a cualquier otra forma de existencia, sino del apego a la idea que se tenga acerca de sí mismo?
 
Estar siendo una ola no hace que “a la vez” no se esté siendo océano y agua. La idea de la existencia de un alma individual, que pudiera trascender a la muerte, no solo consiste en una manera más sutil o refinada de continuar sosteniendo la creencia en un yo separado y proyectado en el más allá; también suele utilizarse a modo de justificación y de instrumentalización del devenir de todo aquello que el ego no alcanza a comprender ni a aceptar. Aunque el fenómeno del ego y/o de la identificación conciencial con la existencia del yo personal esté siendo natural y necesaria para la supervivencia y el desarrollo de cada individualidad, ello no implica su inmortalidad. En la Vida no dejan de suceder cosas, precisamente porque la Vida y/o la Realidad Absoluta consiste en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todo cuanto -incluidos cada uno de nosotros y de todas nuestras experiencias- está sucediendo en cada instante.

La auto-creencia de estar siendo un alma inmortal actúa como un recurso legítimo del ego ante la incertidumbre, el miedo o la falta de entendimiento sobre la realidad, el sufrimiento o el destino final. En vez de enfrentar directamente esas incógnitas o aceptar la finitud y la impermanencia, el ego utiliza esta creencia como una explicación que le permite mantener su sentido de identidad y control, así como para darle sentido a lo que le resulta incomprensible o doloroso. Paradójicamente, la resistencia al reconocimiento y la aceptación de que Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en -incluida la desaparición de los individuos y/o del alma individual- absolutamente todo cuanto está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora, supone el refuerzo de las ideas que supuestamente se estuvieran deseando soltar, superar, trascender. Julio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 089/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta ofrece una profunda mirada no-dualista sobre el ego y la creencia en el alma individual. Desde esta perspectiva, el ego no es solo la identificación con un yo separado, sino también la raíz de la creencia en una entidad personal que trasciende la muerte: el alma. Esta idea, lejos de ser una simple búsqueda espiritual, se revela como una proyección más del ego, un intento de mantener su continuidad ante la amenaza de la finitud.

El Advaita Vedanta y otras corrientes no-dualistas coinciden en que la identidad individual, con su nombre, historia y deseos, es una ilusión, pero Juande Puerta matiza esta visión: no se trata de negar la experiencia del yo, sino de entenderla como una manifestación más del Estar Siendo Absoluto. Así, el yo no debe necesariamente ser eliminado, sino reconocido como parte del flujo natural de la Realidad. Estar siendo una ola no niega que también se está siendo agua y océano.

La creencia en un alma eterna, según Juande Puerta, no es sino un recurso del ego para resistirse a lo incomprensible. En lugar de aceptar la impermanencia y el misterio de la existencia, el ego proyecta una continuidad ilusoria, manteniendo así su control sobre lo que escapa a su comprensión. Esta estrategia, paradójicamente, refuerza el apego a aquello que se pretende trascender.

Aceptar que la Realidad Absoluta incluye también la desaparición del individuo es abrirse a la plenitud del presente, donde todo —incluido el yo— está siendo sin garantía de permanencia. Soltar la creencia en un alma inmortal no es negar la espiritualidad, sino liberarla del control del ego, permitiendo que la conciencia se reconozca como parte inseparable del fluir absoluto de la vida.