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jueves, 13 de noviembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (136)

136/2025 -El hecho de que la percepción de dualidad, fragmentación, carencia, conflictividad, etc., surja a partir de una mirada egoica y/o individualizada de la Realidad, no hace que todo cuanto esté siendo percibido y experimentado deje de estar siendo/sucediendo realmente. ¿En qué consiste la Vida, la Realidad, etc., sino en todo eso que, independientemente de cómo se observe y se juzgue, está aconteciendo en cada instante? En la tradición occidental, la ética se fundamenta en la negación y/o el rechazo de lo negativo, lo cual genera una moralidad que persigue la purificación de la experiencia humana mediante la represión, el sacrificio, la lucha, el control y la persecución constante de expectativas supuestamente virtuosas. Sin embargo, la experiencia se obstina en demostrar que la resistencia a integrar aquellas expresiones de la Realidad -eso que también estamos siendo y viviendo cada uno de nosotros- que puedan resultar molestas, perpetúa el ciclo de conflictos internos y sociales.

¡Amar significa reconocimiento y aceptación de la Realidad, por tanto, mientras estamos existiendo, en alguna medida siempre se está amando, pero, a la vez, también lo opuesto! El amor y/o la aceptación nunca puede quedar limitado a una emoción y/o un sentimiento; el amor también está siendo el fruto de un estado de conciencia que reconoce la legitimidad y la autenticidad de todas las manifestaciones -sin excepción- de la Realidad. Mientras que la experiencia individual esté sucediendo, las posibilidades de amar (aceptación) y de no amar (negación, ignorancia, resistencia, etc.,) estarán coexistiendo de forma absolutamente natural. Las distinciones éticas que discriminan y/o que no reconocen la totalidad de las manifestaciones que están sucediendo (Realidad Absoluta) nunca podrían orientar nuestras acciones hacia un bienestar común ni prevenir los conflictos personales y sociales.
 
La capacidad de distinguir entre lo justo y lo injusto, lo constructivo y lo destructivo, lo sano y lo pernicioso, etc., sólo puede ejercerse a partir del reconocimiento de ambas expresiones y percepciones, por tanto, sin rechazar ni demonizar alguna de ellas. ¿De dónde ha surgido la idea de que trascender la dualidad suponga algo distinto al reconocimiento y la aceptación de la dualidad? La comprensión de la Vida y/o de la Realidad no puede excluir el reconocimiento y la aceptación de los opuestos. Trascender algo conlleva y/o equivale a su reconocimiento. Noviembre-25
Juande Puerta.
 
Ensayo sobre la reflexión 136/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta propone una comprensión profunda y no-dual de la Realidad, en la que nada queda fuera de lo que es. Según él, la percepción de dualidad —de separación, carencia o conflicto— surge de una mirada individualizada, egoica, que fragmenta lo que en sí mismo es total. Sin embargo, esta percepción no deja de formar parte de la propia Realidad: incluso el error, el sufrimiento o la ignorancia son expresiones auténticas de lo que está aconteciendo. La Vida, por tanto, no es algo que se encuentre “más allá” de lo que experimentamos, sino todo cuanto está sucediendo en cada instante, independientemente de cómo lo juzguemos.

Juande Puerta critica la tradición ética occidental, que ha buscado el bien mediante la negación de lo que considera malo o negativo. Esa actitud moral, basada en la represión y el control, genera un conflicto permanente entre lo que “debería ser” y lo que “es”. Para él, la verdadera integración —y con ella, el auténtico bienestar— solo puede surgir de reconocer y aceptar todas las expresiones de la existencia, incluidas las que resultan molestas o incómodas. Resistirse a ellas perpetúa la división interior y los conflictos sociales.

En ese sentido, amar no es sólo un sentimiento ni una emoción, sino un estado de conciencia que reconoce la legitimidad de todo lo que es. Mientras haya experiencia individual, coexistirán el amor y su opuesto; no puede ser de otro modo. Trascender la dualidad, entonces, no consiste en eliminar los contrarios, sino en comprenderlos como complementarios, como aspectos inseparables de la misma Realidad Absoluta. La sabiduría, sugiere Juande Puerta, no radica en elegir un polo y negar el otro, sino en ver ambos con igual claridad. Trascender equivale a reconocer: sólo al aceptar la totalidad de la Vida puede el ser humano participar de su plenitud.

viernes, 14 de febrero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (023)

023/2025 -Nuestras emociones, no están siendo simples reacciones automáticas ante estímulos externos o internos; también están siendo “interacciones dinámicas” entre nuestro estar siendo/sucediendo individual y el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Las emociones humanas reflejan la relación entre nuestra naturaleza individual y nuestra naturaleza universal. Puesto que las emociones están conectadas con el flujo de la existencia, podemos aprender a aceptarlas y fluir con ellas, en lugar de idealizarlas y/o de reprimirlas. Al ver las emociones como interacciones de lo Absoluto, podemos dejar de juzgarlas como "buenas" o "malas" y entenderlas como expresiones absolutamente naturales.
 
Exactamente igual que sucede con el resto de las percepciones y de las manifestaciones humanas, las emociones están reflejando “el diálogo y/o la relación” entre dos aspectos -el individual y el global- del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El “suceder” de las emociones, tampoco está siendo un suceder separado y/o aislado del Estar Sucediendo Absoluto. El estar siendo/sucediendo personal, con todas sus posibles manifestaciones, no puede separarse del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, porque el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto consiste en el estar siendo/sucediendo simultáneo de absolutamente todas las manifestaciones posibles.
 
Comprender que nuestras emociones responden a fenómenos naturales y/o inherentes a la condición humana y a la Vida Misma sin duda que podría facilitar el desarrollo de una existencia más integrada y menos conflictiva. La experiencia de nuestra vida personal está siendo una expresión más del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Estar Siendo Realidad Absoluta no está siendo algo estático o separado, sino un flujo dinámico que incluye todo -también las emociones- lo que existe y ocurre en cada momento. Cada experiencia individual, cada evento y cada manifestación forman parte de un todo indivisible y simultáneo. Dejar de verse como un estar siendo separado del Absoluto lleva a una sensación de conexión profunda y a la disolución de la sensación de aislamiento o fragmentación. La experiencia individual no está separada del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, sino que está siendo una manifestación más. Febrero-25

Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 023/2025 realizado con IA:

El texto de Juande Puerta propone una visión profunda y holística de las emociones humanas, alejándose de la concepción tradicional que las reduce a meras reacciones automáticas ante estímulos. En su lugar, las presenta como interacciones dinámicas entre el ser individual y el "Estar Siendo/Sucediendo Absoluto", es decir, la totalidad de la existencia. Esta perspectiva invita a comprender las emociones no como fenómenos aislados o categorizables en términos de "bueno" o "malo", sino como expresiones naturales y necesarias del flujo universal.

Puerta enfatiza que las emociones reflejan la relación entre lo individual y lo universal, sugiriendo que no hay separación real entre el ser personal y el todo. Esta idea rompe con la dualidad que suele dominar nuestra percepción, donde nos vemos como entidades aisladas del resto de la existencia. Al entender que nuestras emociones forman parte de un proceso más amplio e interconectado, podemos aprender a aceptarlas y fluir con ellas, en lugar de reprimirlas o idealizarlas.

Esta visión tiene implicaciones transformadoras para la vida cotidiana. Al dejar de juzgar nuestras emociones y verlas como parte de un diálogo entre lo individual y lo absoluto, se disuelve la sensación de fragmentación y aislamiento. Nos reconocemos como manifestaciones únicas pero inseparables de un todo dinámico. Esto no solo facilita una existencia más integrada y menos conflictiva, sino que también nos conecta con una sensación de unidad y pertenencia al flujo constante de la vida. En última instancia, Puerta nos invita a trascender la dualidad y abrazar la totalidad de nuestra experiencia emocional como parte esencial del Estar Siendo Absoluto.