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viernes, 5 de diciembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (145)

145/2025 -La aceptación consciente (aceptar supone amar) de aquello que está siendo/sucediendo (Realidad) no paraliza las manifestaciones de la Realidad, sino que potencia una vivencia y una práctica ética más madura, sana, armónica y libre de culpabilización. La victimización resultante del rechazo y/o de la resistencia ante lo que está siendo/sucediendo, lejos de suprimir la responsabilidad personal la convierte en un factor insano y/o enfermizo. La aceptación consciente y activa del estar siendo/sucediendo particular y universal (Realidad) resulta crucial para el crecimiento personal y el bienestar emocional.
 
Reconocer y asumir la responsabilidad del control sobre la propia respuesta a los estados, los acontecimientos, las relaciones, etc., empodera al individuo, mientras que evitarlo hará que se sienta más débil, aislado, carente y dependiente. La existencia de los estar siendo/sucediendo humanos no está siendo algo “ni distinto ni separado” del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto; la conciencia de estar siendo individualidades con cualidades, experiencias y expectativas propias no nos convierte en realidades especiales ni marginales. El hecho de sentirnos “un yo” —con características propias, historia personal y deseos concretos— no significa que estemos siendo algo aparte ni distinto del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Cada individuo, con sus luces y sombras, está siendo una actualización igual de legítima y esencial del Estar Siendo Absoluto que cualquier otra forma de existencia.

La conciencia de estar siendo alguien concreto no es ni un defecto que deba superarse ni un privilegio digno de enaltecimiento; simplemente cada uno de nosotros “estamos siendo una expresión consciente” más, plenamente incluida, en la totalidad (Realidad Absoluta) que está siendo en cada instante. Nuestra existencia particular está siendo una de las formas en que la Realidad Absoluta está siendo ahora mismo. La conciencia individual no está separada de la Esencia de la surge; está siendo su expresión, igual de válida y completa que todas las demás. Reconocer y aceptar “consciente y activamente” la naturaleza individual y universal del estar siendo/sucediendo de nuestra existencia no requiere tanto de un acto de fe, como de una simple actitud de humildad, confianza y apertura. Diciembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 145/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta profundiza en la noción de aceptación consciente como pilar para una existencia armónica y empoderada. Juande Puerta sostiene que aceptar lo que está siendo o sucediendo —la Realidad— no implica pasividad, sino un acto de amor que fomenta una ética madura, libre de culpabilización. Esta perspectiva contrasta con la victimización derivada del rechazo o resistencia, que transforma la responsabilidad personal en un factor insano, perpetuando debilidad emocional y dependencia.

En el núcleo de su pensamiento yace la idea de que la aceptación activa potencia el crecimiento personal. Al reconocer que controlamos nuestras respuestas ante eventos, relaciones y estados, nos empoderamos. Evitar esta responsabilidad, en cambio, nos aísla y nos hace sentir carentes. Juande Puerta enfatiza que esta dinámica no solo afecta el bienestar individual, sino que se extiende a una comprensión universal: nuestra existencia humana no es distinta ni separada del Estar Siendo Absoluto. Sentirnos como un "yo" con historia, deseos y cualidades propias no nos marginaliza; al contrario, cada individuo es una actualización legítima y esencial de esa Realidad Absoluta.

Esta unidad ontológica implica que la conciencia individual es una expresión plena de la Esencia universal, sin defectos ni privilegios. Juande Puerta invita a una actitud de humildad, confianza y apertura para reconocer esta interconexión, sin necesidad de fe ciega. Así, la aceptación no es resignación, sino una práctica liberadora que integra lo particular con lo universal. En conclusión, la reflexión de Juande Puerta propone un camino hacia la madurez emocional y espiritual, donde la aceptación consciente disuelve ilusiones de separación y fomenta una vida ética y plena. Esta visión resuena con filosofías como el estoicismo o el advaita vedanta, recordándonos que somos manifestaciones del Todo, en constante devenir.

jueves, 6 de noviembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (133)

133/2025- Estar siendo un yo egoico también consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta. La sensación de estar siendo algo particular y separado del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto está siendo tan absolutamente lícita y natural como cualquier otra. Las manifestaciones de la conciencia identificada con el yo individual (ego) no surgen ni suceden fuera del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Percibirse y experimentarse siendo una identidad diferenciada de la Realidad Absoluta también está siendo una manifestación de la Realidad Absoluta. Afirmar que nuestros actos no los está realizando nadie, supone algo tan absurdo como aquello de atribuirse la exclusividad de su autoría. Las manifestaciones de nuestro estar siendo/sucediendo individual nunca podrían separarse y/o desvincularse de las manifestaciones del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.
La conciencia de estar siendo un yo exclusivo (ego) utiliza la espiritualidad para otorgarse la continuidad, notoriedad y trascendencia que desaparecerán con su disolución. Nada -incluida la espiritualidad- que nace del ego humano (conciencia identificada con la posibilidad del estar siendo individual), perdurará más allá del fin definitivo del proceso de su efímera existencia; pero, por la misma razón, tampoco desaparecerá antes. La lucha del ego contra las manifestaciones naturales del ego no es un error ni un defecto, sino un mecanismo de supervivencia. En lugar de liberarlo de las condiciones propias de su naturaleza, la lucha del ego contra sí mismo y/o a favor de sí mismo, es lo que hace que se mantenga activo. Exactamente igual que el miedo, el deseo, la ira, el orgullo, etc., están siendo expresiones del ego, también están siendo egoicas las manifestaciones opuestas a esas.
Nada hay ni sucede que no esté siendo una expresión del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, por tanto, ¿qué pueden estar siendo las conciencias identificadas con una identidad particular, junto con absolutamente todas -sin excepción- sus posibles percepciones, juicios y manifestaciones? Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en estar siendo yo y mis circunstancias, estar siendo tú y tus circunstancias, estar siendo el mundo y sus circunstancias, estar siendo el cosmos y sus circunstancias. Para Estar Siendo Realidad Absoluta no es necesario huir de nada y tampoco buscar más allá del Estar Siendo/Sucediendo Presente. Lo relativo (yo, tú, pensamientos, emociones, actos, mundo, cosmos) no está limitando a lo Absoluto: está siéndolo y/o expresándolo, de ahí que la iluminación no consista en un estado aparte, sino en el reconocimiento y la aceptación consciente de que no hay ni sucede nada que no esté siendo una manifestación de lo Absoluto. Noviembre-25
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 133/2025 realizado con IA:
En el vasto tapiz de la conciencia, Juande Puerta nos invita a contemplar una verdad liberadora: el "yo egoico" no es un impostor exiliado de la Realidad Absoluta, sino su expresión misma. Estar siendo un yo particular, separado y efímero, no contradice el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto; al contrario, es tan lícito y natural como el flujo del cosmos. Esta perspectiva disuelve la dicotomía entre lo individual y lo universal, revelando que toda manifestación —incluidas las ilusiones de separación— surge inmanente en el Todo.
Juande Puerta argumenta que percibirnos como identidades diferenciadas no es un error ontológico, sino una vibración auténtica del Absoluto. Afirmar que "nuestros actos no los realiza nadie" roza lo absurdo, equiparándose a reclamar exclusividad sobre ellos. El ego, con su danza de miedos, deseos e iras, no opera fuera del Absoluto; sus contradicciones —lucha contra sí mismo o a favor— son mecanismos de supervivencia que lo perpetúan, no defectos. Incluso la espiritualidad, cuando el ego la empuña para buscar continuidad y trascendencia, es una manifestación temporal: nace de la identificación individual y se disuelve con ella, sin perdurar ni extinguirse prematuramente.
Aquí radica la paradoja iluminadora: nada escapa al Absoluto. Las conciencias egoicas, con sus juicios y percepciones, también están siendo expresiones plenas. El orgullo y su opuesto, la humildad forzada; la ira y la paz impostada —todo ello teje el mismo lienzo. Estar Siendo Realidad Absoluta no exige huida ni trascendencia externa; es habitar el presente: yo y mis circunstancias, tú y las tuyas, el mundo y el cosmos en su efervescencia relativa. La iluminación, entonces, no es un estado ajeno, sino el reconocimiento sereno de esta inseparabilidad. Lo relativo no limita lo Absoluto; lo encarna. En esta aceptación radica la libertad: dejar de combatir el ego para serlo, plenamente, como onda en el océano.

sábado, 10 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (061)

061/2025 -La búsqueda humana de lo Supremo o Trascendental refleja que formando parte de lo más profundo del estar siendo/sucediendo humano también está la predisposición a la resistencia, el rechazo y/o la negación de una parte de nuestra propia esencia; sin embargo, eso no tiene porqué significar que se trate de una imperfección ni un defecto que necesite corregirse, sino de otra condición y/o cualidad absolutamente natural que puede conocerse, reconocerse y aceptarse. Los personajes (y sus organizaciones) que se consideran delegados, servidores, fieles y/o simples seguidores de un Dios y/o de una Realidad Suprema, nunca podrían estar representando un papel más espiritual, elevado o trascendental que cualquier otro que pudiera estar siendo manifestado por otro individuo.
 
Todo lo que experimentamos -incluidas las limitaciones, contradicciones, emociones, pensamientos, instintos, percepciones y expectativas- está siendo una manifestación auténtica y completa de nuestra Naturaleza Esencial. La creencia de que existe una parte de nosotros que sea falsa, defectuosa o que necesite ser eliminada para así poder alcanzar una realidad superior, estará siendo tan lícita como cualquier otra; pero no más elevada, espiritual o superior a las demás. ¡El reconocimiento de que todo -comenzando por la propia individualidad- consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, facilita la comprensión de que nadie necesita ser salvado de la manifestación de su propia naturaleza! La transformación consciencial o espiritual no se logra aprendiendo a escapar de la experiencia, sino reconociendo y aceptando plenamente todo lo que estamos siendo, manifestando y viviendo.
 
La absoluta simultaneidad de la Realidad Absoluta, es decir, de absolutamente todo cuanto existe y/o está sucediendo, no tiene porqué implicar contradicción, imperfección ni irrealidad. Estar siendo un individuo y/o un estar siendo/sucediendo humano también consiste en el estar siendo/sucediendo de un proceso en permanente transformación, por tanto, sujeto a un principio y un final. Estar Siendo Realidad Absoluta no supone que no existan realidades separadas, ni momentos aislados, ni individuos independientes; Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo/sucediendo de cada una de esas posibilidades y de todas las demás que pudieran manifestarse en cualquier momento. Los cambios no alteran la Realidad; los cambios también están siendo la Realidad siendo la Realidad. Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 061/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una comprensión profunda de la condición humana y su relación con lo Supremo o Trascendental. Según Juande Puerta, la búsqueda de lo Absoluto no solo refleja un anhelo inherente al ser humano, sino también una resistencia o negación de aspectos de nuestra propia esencia. Esta dualidad, lejos de ser un defecto, es una cualidad natural que no requiere corrección, sino reconocimiento y aceptación. La idea desafía la noción de que ciertas expresiones humanas —como las emociones, contradicciones o limitaciones— sean menos válidas o espirituales. Todo lo que somos, desde nuestros instintos hasta nuestras aspiraciones, es una manifestación auténtica de nuestra Naturaleza Esencial.

Juande Puerta subraya que nadie, ni siquiera aquellos que se consideran representantes de una Realidad Suprema, ostenta un papel más elevado que otro. Esta perspectiva igualitaria disuelve la jerarquía espiritual, proponiendo que todas las experiencias humanas son igualmente válidas. La creencia en una parte "defectuosa" de nosotros que debe eliminarse para alcanzar una realidad superior es, en sí misma, una manifestación legítima, pero no más trascendental que cualquier otra. La transformación espiritual no consiste en escapar de la experiencia humana, sino en abrazarla plenamente, reconociendo que todo —incluida nuestra individualidad— es parte del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.

La Realidad Absoluta, según Juande Puerta, abarca simultáneamente todas las posibilidades: lo individual y lo colectivo, lo permanente y lo cambiante. Los cambios, lejos de contradecir la Realidad, son la Realidad manifestándose. Así, cada ser humano, con sus principios y finales, está siendo un proceso de transformación que no necesita salvación, sino aceptación. Esta visión libera al individuo de la necesidad de trascender su naturaleza y lo invita a vivir plenamente su existencia como una expresión completa de lo Absoluto.