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jueves, 30 de octubre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (130)

130/2025 -La conciencia del estar siendo/sucediendo individual no está separada del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, sino que está siendo una de sus infinitas formas de expresión. El ego está cumpliendo una función natural dentro del proceso universal de manifestación de la Realidad. Reconocernos parte inseparable del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, en algunos casos quizás podría ayudar a menguar la ansiedad y el temor ante la inevitable y definitiva desaparición de nuestra conciencia de individualidad. Igual que apareció, la existencia de la conciencia de estar siendo un yo único también desaparecerá para siempre, y con ello los conflictos que suele generar “la identificación exclusiva” con esa manifestación cambiante y transitoria de la Realidad.
 
Cuando la conciencia se limita a la perspectiva del yo egoico, generalmente predomina la sensación de carencia, la culpa, el miedo, el victimismo, la tristeza, etc., pero estos fenómenos estarán siendo tan naturales, legítimos y útiles para el autoconocimiento y la evolución natural como los que correspondan a una percepción consciencial basada en el reconocimiento y la aceptación de la simultaneidad y la diversidad de la Realidad. Sin la aceptación del estar siendo/sucediendo de todo aquello que emana de la condición humana, la espiritualidad se convierte en una huida a ninguna parte. Los estar siendo/sucediendo humanos no nacemos con pecado, con culpa ni con necesidad de ganarnos el regreso a ningún hipotético paraíso celestial.

Nada existe ni sucede que no esté siendo una manifestación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, por tanto, que -incluso lo que podamos considerar egoico y negativo- no esté siendo parte del proceso evolutivo universal. El ego humano nunca ha sido un obstáculo que debiera superarse de otro modo que no consistiera en la aceptación de su existencia y de su función. ¿Qué luz, sabiduría, paz, dicha, armonía, etc., podría surgir de la lucha contra una parte esencial del proceso natural de nuestra existencia? La sabiduría no nace del rechazo a lo que estamos siendo y/o manifestando, sino del reconocimiento y la aceptación de nuestra inseparabilidad de lo Absoluto. La plenitud de la existencia humana no está fuera de la experiencia humana, sino que está consistiendo en cada una de sus manifestaciones. Octubre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 130/2025 realizado con IA:

En su reflexión, Juande Puerta nos invita a trascender la ilusión de separación entre el yo individual y el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, esa realidad inefable que se manifiesta en infinitas formas. La conciencia de "estar siendo" un yo único no es un error cósmico, sino una expresión legítima del Todo. El ego, a menudo demonizado en tradiciones espirituales, emerge aquí no como un enemigo, sino como un mecanismo natural en el proceso universal de manifestación. Su función —generar identificación temporal con lo transitorio— permite la exploración de la diversidad existencial, sin la cual la evolución se estancaría en la uniformidad.

Juande Puerta subraya cómo esta perspectiva puede disipar la ansiedad ante la muerte de la individualidad: igual que surge de la nada, se disuelve en ella, liberándonos de los conflictos derivados de la "identificación exclusiva". Cuando la conciencia se contrae al ego, surgen sombras como la carencia, el miedo o la culpa; fenómenos inevitables y, paradójicamente, útiles para el autoconocimiento. Rechazarlos equivale a negar la simultaneidad de la Realidad, convirtiendo la espiritualidad en mera evasión. En cambio, aceptar el "estar siendo/sucediendo" humano —con sus luces y sombras— revela que nada emana del pecado original ni requiere redención externa. Somos inseparables de lo Absoluto; incluso lo "negativo" es combustible evolutivo.

Esta aceptación no implica pasividad, sino una sabiduría nacida del reconocimiento: ¿qué paz podría brotar de combatir una parte esencial de nosotros? La lucha contra el ego genera más fragmentación; la integración, en cambio, desata armonía, dicha y plenitud. Juande Puerta nos recuerda que la verdadera espiritualidad no habita en paraísos hipotéticos, sino en la danza cotidiana de la experiencia humana. Cada manifestación —alegría o dolor— es lo Absoluto en acción. Abrazar esta unidad no solo mengua el temor, sino que ilumina la existencia como un flujo sagrado, donde el ego se transmuta en puente hacia lo infinito.

domingo, 8 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (075)

075/2025- Los deseos de cambiar y/o de mejorar la Realidad pueden satisfacerse en gran medida mediante el reconocimiento y la aceptación de que Estar Siendo Realidad consiste en todo eso que, desde siempre, está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora. Los conflictos internos pueden verse siendo algo que debe eliminarse; pero también disponemos de la posibilidad de verlos siendo manifestaciones legítimas, naturales y respetables de nuestra Esencia. El hecho de que estemos percibiéndonos y experimentándonos siendo individualidades únicas y con características particulares (tanto lo de un signo como lo del signo opuesto), no hace que “estar siendo eso” no consista en estar siendo la misma Realidad Absoluta, que a la vez también está siendo absolutamente todo lo demás. ¡Percibimos dualidad, porque mientras estamos siendo, también estamos siendo dualidad!

 Enfatizar la Plenitud Absoluta del Presente, no minimiza el valor práctico de las aspiraciones humanas y/o los esfuerzos por aliviar el sufrimiento. El reconocimiento y la aceptación del estar siendo/sucediendo (Realidad Absoluta) no puede no estar incluyendo la manifestación de “absolutamente todas” las posibles aspiraciones humanas. Apreciar pasividad, resignación, complacencia, etc., en el reconocimiento y la aceptación del Presente y/o del estar sucediendo de cada aquí y ahora, no deja de consistir en el mismo estar siendo/sucediendo que, a la vez, también estarían siendo todas las demás percepciones. Ante el planteamiento del posible desafío ético de cómo equilibrar la aceptación radical del presente con la responsabilidad de actuar frente a injusticias, conflictos, dolor, etc., la respuesta es obvia: haciendo exactamente eso que -igual que se ha estado haciendo siempre- también ahora se esté decidiendo hacer.

 La aplicación práctica del reconocimiento y de la aceptación de que el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad) consiste en el estar siendo/sucediendo de exactamente todo eso que está siendo/sucediendo en cada instante, jamás podría alterar la naturaleza de las dinámicas humanas de cambio y de mejora, pero tampoco el temor que esa posibilidad suele despertar en las mentalidades de las identidades egoicas. Sin excepción, todo lo que está siendo/sucediendo -incluido lo que deseamos, lo que rechazamos y lo que tememos-, está siendo expresión plena de la Realidad Absoluta. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo “comparativo” sobre la reflexión 075/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta sobre la Realidad Absoluta y la aceptación del presente como manifestación plena de la existencia resuena profundamente con corrientes filosóficas y espirituales no dualistas, como el Advaita Vedanta, el budismo zen y el pensamiento de autores contemporáneos como Eckhart Tolle y Nisargadatta Maharaj. Juande Puerta plantea que los deseos de cambio o mejora de la realidad no contradicen la aceptación de que todo, en cada instante, está siendo una expresión de la Realidad Absoluta.

En el núcleo de la propuesta de Juande Puerta está la idea de que la dualidad percibida —individuos, conflictos, aspiraciones— no es más que una manifestación de una única Realidad Absoluta. Esta noción recuerda la enseñanza central del Advaita Vedanta, donde Brahman, la realidad última, se manifiesta en todo sin perder su unidad. Nisargadatta Maharaj, en su obra Yo Soy Eso, enfatiza que la percepción de separación es una ilusión de la mente, y que aceptar el presente tal como es, disuelve los conflictos internos. Juande Puerta, al igual que Maharaj, sugiere que los conflictos no necesitan ser eliminados, sino reconocidos como expresiones legítimas de nuestra esencia.

Por otro lado, Eckhart Tolle, en El poder del ahora, aborda la importancia de habitar el presente sin resistencia, una idea que Juande Puerta extiende al proponer que la aceptación radical no anula las aspiraciones humanas ni la responsabilidad ética. Frente al desafío de equilibrar la aceptación con la acción frente a las injusticias, Juande Puerta ofrece una respuesta práctica: actuar conforme a lo que surge en el momento, confiando en que todo forma parte del mismo "estar siendo/sucediendo". Esta postura resuena con el concepto taoísta del wu wei (acción sin esfuerzo), donde la acción fluye en armonía con el orden natural.

Sin embargo, Juande Puerta se distingue al enfatizar que incluso el temor egoico a la disolución de la identidad es parte de la Realidad Absoluta. Mientras que Tolle y Maharaj tienden a priorizar la trascendencia del ego, Juande Puerta lo integra como una expresión válida del ser. Esta inclusividad radical ofrece una vía práctica para vivir en plenitud sin rechazar las dinámicas humanas de cambio o resistencia.

En conclusión, la reflexión de Juande Puerta sintetiza elementos del no dualismo clásico con una sensibilidad contemporánea, invitando a una aceptación total que no renuncia a la acción ética ni al dinamismo humano, un equilibrio que lo alinea con, pero también lo distingue de, pensadores como Tolle y Maharaj.

lunes, 20 de enero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (010)

010/2025 -La Plenitud de la Vida siempre está siendo manifestada en cada una de las posibles vivencias de cada individuo con absoluta independencia de la manera que cada vivencia esté siendo experimentada. La creencia de que unas vivencias puedan estar siendo más auténticas y trascendentales que otras no cambia que todas por igual están consistiendo en Estar Siendo la Vida Misma. El deseo de vivir de otra manera y/o de conocer y experimentar otras posibilidades, siempre estará siendo absolutamente lícito y natural, pero ello nunca supondrá que aquello que se esté viviendo no esté consistiendo en el mismo Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad, Vida…) que también estarán siendo el resto de las vivencias posibles.

Las etiquetas de “vida ordinaria o vida extraordinaria” sólo se corresponden con valoraciones absolutamente condicionadas y/o personales. Por el simple hecho de estar sucediendo y estar siendo vivenciada, cualquier experiencia ya estará siendo igual de auténtica y completa que todas las demás. En lugar de vivir buscándole significado a todo y también tratando de valorar, clasificar, etc., cada una de nuestras experiencias, los estar siendo/sucediendo humanos disponemos de la capacidad de adoptar una actitud de aceptación y de adaptación al presente.

La aceptación del ahora implica la aceptación de lo que está ocurriendo, por tanto, también la aceptación de las posibles percepciones y de las posibles reacciones personales ante lo que está ocurriendo. Asumir una actitud de aceptación no significa pasividad o indiferencia, sino una apertura activa a vivir en armonía con la Realidad, reconociendo que la Vida está fluyendo sin interrupciones y que cada experiencia forma parte de ese flujo. Al reconocer la naturalidad de cada pensamiento, juicio, temor y deseo también estará aliviándose la necesidad de categorizar lo que vivimos. No se trata de trascender la condición humana, sino de vivirla. Enero-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 010/2025 realizado con IA:

**La Plenitud de la Vida en Cada Vivencia**

La vida, en su esencia más pura, se manifiesta de manera única a través de las experiencias de cada individuo. Cada vivencia, sin importar su naturaleza o etiqueta, representa una expresión legítima del "Estar Siendo" que es la esencia misma de la existencia. Muchas veces, nos encontramos atrapados en la creencia de que ciertas experiencias son más auténticas o trascendentales que otras; sin embargo, este juicio subjetivo no altera el hecho fundamental de que todas las vivencias, sean consideradas ordinarias o extraordinarias, son igualmente manifestaciones de la vida.

Es natural desear explorar otras posibilidades y formas de vivir. A menudo anhelamos trascender nuestra realidad cotidiana, buscando significados ocultos o clasificaciones que nos hagan sentir que nuestras experiencias son válidas. Sin embargo, esta búsqueda puede llevarnos a una insatisfacción perpetua, ya que vivimos en un constante estado de duda, comparación y evaluación.

La clave para experimentar la plenitud de la vida reside en adoptar una actitud de aceptación hacia el presente. Aceptar lo que está ocurriendo en este momento implica reconocer también nuestras reacciones y emociones ante ello. Esta aceptación no debe confundirse con pasividad; por el contrario, es una apertura activa hacia la realidad. Cuando aceptamos el ahora tal como es, nos alineamos con el flujo natural de la vida, permitiéndonos estar siendo parte de ese movimiento perfecto y continuo.

Al comprender que cada pensamiento, juicio, temor y deseo es una parte intrínseca de nuestra humanidad, comenzamos a liberar la necesidad de categorizar nuestras experiencias. No se trata de trascender nuestra condición humana, sino de vivirla plenamente. Cada instante vivido, cada emoción sentida y cada pensamiento experimentado contribuyen a nuestra existencia y forman parte de una sinfonía interminable de vida.

Así, al reflexionar sobre la plenitud que traen todos los momentos, podemos encontrar un espacio de paz y gratitud en la aceptación. La vida, en su manifestación más cruda y sincera, nos invita a abrazar cada experiencia, reconociendo su autenticidad y valor intrínseco. De este modo, somos capaces de vivir en armonía con la realidad, disfrutando del regalo del presente sin la carga de la comparación o el juicio. En la aceptación, descubrimos la verdadera esencia de estar vivos: el simple, pero profundo, acto de "Estar Siendo".