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jueves, 24 de abril de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (054)

054/2025- No hay otra Realidad Suprema más allá de lo que está ocurriendo en cada instante: aquello que estemos pensando, sintiendo, haciendo, experimentando, imaginando, etc., -sin excepción- ya está siendo la Realidad Suprema. Todo lo que está sucediendo, y tal como cada posibilidad está sucediendo, ya está siendo Realidad Suprema, por tanto, también las posibilidades de creer o no creer, de buscar o no buscar, de luchar o no luchar, de aceptar o no aceptar. Si puede decirse que en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no hay división, separación, contradicción, conflicto…, es porque el estar siendo/sucediendo de la división, la separación, los problemas, etc., que pudiera estar aconteciendo y/o que se estuviera percibiendo y experimentando también estaría siendo el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, por tanto, ¿qué estarían siendo las jerarquías existenciales, los niveles concienciales, las excelencias personales y/o cualquier tipo de maestrías?
 
¡El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto consiste en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todo cuanto -sin excepción ni categorías- está siendo/sucediendo en cada instante! Cada posibilidad está siendo la manifestación del proceso dinámico que al mismo tiempo también están manifestando todas las demás posibilidades. Entre las “cualidades humanas” también está aquella que consiste en la resistencia a aceptar la percepción de dualidad (y de cualquiera de sus posibles efectos), por mucho que ello pueda estar suponiendo la no aceptación de una parte esencial de nuestra propia naturaleza y/o del proceso natural de nuestra existencia. La experiencia de la dualidad, así como su aceptación y su negación, también está formando parte del proceso natural de la existencia humana. El posible anhelo espiritual de trascender la percepción de dualidad y/o de separación, siempre estará siendo tan legítimo y natural como cualquier otro.
 
Estar Siendo Realidad Absoluta no consiste en estar siendo algo separado ni distinto a lo que está siendo/sucediendo en cada momento, por tanto, Realidad Absoluta está siendo tanto la experiencia de unidad como la de separación. ¡Ningún anhelo podrá florecer si no lleva implícita la aceptación de su opuesto y del resto de las posibilidades! Por el simple hecho de estar sucediendo, los intentos de escapar de cualquier experiencia de la cotidianidad humana estará siendo tan natural como cualquier otra posibilidad que pueda estar manifestándose. La resistencia, la negación, el malestar, etc., ante la percepción y la experiencia de la existencia de dualidad, separación, carencia, etc., nunca podrían estar siendo posibilidades menos naturales, válidas o legítimas que las demás. Abril-25
Juande Puerta.
 
Ensayo sobre la reflexión 054/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a cuestionar la noción común de que existe una Realidad Suprema separada o trascendente al instante presente. Para él, todo lo que está ocurriendo —ya sea un pensamiento, una emoción, una acción o una percepción de dualidad— está siendo ya la Realidad Suprema. No hay nada fuera de ella, porque el "Estar Siendo" lo abarca todo: tanto la búsqueda de sentido como la confusión, tanto la aceptación como la resistencia.

Este enfoque radicalmente inclusivo desmantela las jerarquías espirituales o existenciales. No hay niveles superiores de conciencia que invaliden los niveles aparentemente más “bajos”, porque todos son expresiones del mismo proceso absoluto. En ese sentido, la experiencia humana —con todas sus luces y sombras— no es un obstáculo para alcanzar una supuesta iluminación, sino precisamente su manifestación.

La percepción de dualidad, tan debatida en tradiciones espirituales, no es vista aquí como un error que debe corregirse, sino como una posibilidad legítima dentro del abanico de lo que está siendo. Incluso el deseo de trascender la dualidad, y el malestar que esta puede generar, son aspectos naturales del flujo existencial.

Aceptar que cada instante —sin importar su forma— es ya la Realidad Suprema, implica soltar toda resistencia al momento presente. Pero incluso esa resistencia, si ocurre, no es un fallo, sino otra expresión más del estar siendo. Así, Juande Puerta nos ofrece una visión no dual donde no hay nada que excluir, rechazar o elevar por encima del resto.

En última instancia, su propuesta no niega la posibilidad del cambio o del crecimiento espiritual, sino que los integra como aspectos del mismo proceso dinámico. Toda experiencia, por el simple hecho de suceder, está siendo sagrada. Y esa comprensión puede resultar, paradójicamente, liberadora.

domingo, 20 de abril de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (052)

 052/2025 -La persistente dualidad, que los estar siendo/sucediendo humanos percibimos, experimentamos y sentimos que está impulsándonos a actuar en cada instante del “proceso dinámico” de nuestra efímera existencia, no está siendo una imperfección ni un error a corregir, sino una manifestación, tan absolutamente natural en cada uno de nosotros, como en el resto de las manifestaciones que podamos estar percibiendo, compartiendo y viviendo. La percepción de dualidad, condición inherente en lo más profundo de nuestra esencia (resultado natural de que estamos siendo parte y Totalidad a la vez), no está siendo un defecto que deba corregirse ni la causa de ninguna culpabilidad, sino una poderosa fuente de energía que mantiene activo el proceso de nuestra existencia y/o de nuestra vida.

El proceso del estar siendo/sucediendo particular de cada uno de nosotros, “a la vez también está siendo” el proceso del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto y/o del resto de las posibilidades, de ahí que todo aquello que cualquier individuo esté pensando, percibiendo, sintiendo, intuyendo, juzgando, realizando, imaginando, viviendo, etc,. “también estará consistiendo siempre” en el proceso natural de su propio estar siendo/sucediendo. Nunca ha habido, y nunca habrá, ninguna otra Realidad Suprema, que aquella que consiste en el estar siendo/sucediendo de exactamente eso que está siendo/sucediendo en cada instante. Nunca ha habido, y nunca habrá, ninguna otra Realidad Superior a aquella que se esté siendo y viviendo en cada instante.
La dualidad —esa sensación constante de carencia, de conflicto, de contradicción y de separación entre sujeto y objeto, entre yo y el mundo, entre lo interno y lo externo— no es un error ni una ilusión que necesite ser trascendida, sino una manifestación natural del proceso mismo del estar existiendo. La percepción de dualidad -origen también del insistente diálogo interno de los estar siendo/sucediendo humanos- no supone una señal de ignorancia, de imperfección ni de desconexión espiritual, sino una expresión legítima del estar vivos, de ahí que en ello tampoco hay culpa ni necesidad de redención. La dualidad que estamos percibiendo y viviendo no está siendo algo ajeno a la dualidad que estamos siendo. Abril-25
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 052/2025 realizado con IA:
En la reflexión de Juande Puerta se nos ofrece una mirada radicalmente inclusiva sobre la experiencia humana, especialmente sobre esa constante percepción de dualidad que nos atraviesa: el yo y el otro, lo interno y lo externo, el bien y el mal. A diferencia de muchas corrientes espirituales que presentan la dualidad como una ilusión a superar o como un error que nos separa de una supuesta unidad primordial, Juande Puerta nos invita a reconocerla como una manifestación completamente natural del “estar siendo/sucediendo” que somos.
La dualidad, lejos de ser una imperfección, se convierte aquí en energía vital, en impulso constante del proceso dinámico que llamamos existencia. No es una anomalía que interrumpe la unidad, sino el modo en que la totalidad misma se expresa. Estamos siendo parte y Totalidad a la vez, y esa tensión —que se manifiesta como conflicto interno, contradicción o diálogo interior— no es una señal de ignorancia, sino de vida.
Así, en lugar de intentar silenciar la dualidad o superarla como si se tratara de una trampa del ego, esta visión propone abrazarla como fuente legítima de nuestro estar vivos. No hay culpa en ello, ni necesidad de redención. No existe otra Realidad Suprema más que este proceso mismo que estamos viviendo, percibiendo y compartiendo.
Aceptar la dualidad como parte esencial del existir es también aceptar que toda experiencia —pensamiento, emoción, juicio o intuición— está participando plenamente del Ser Absoluto. Desde esta perspectiva, no hay separación entre lo personal y lo universal: cada instante es expresión exacta y suficiente del Todo. Y en esa aceptación plena, tal vez, se encuentra una forma profunda de libertad: la de ser exactamente lo que estamos siendo, sin lucha, sin culpa, sin necesidad de ser otra cosa.