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jueves, 9 de enero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (004)

004/2025 -La ignorancia, la maldad, la ambición, etc., manifestadas por los estar siendo/sucediendo humanos estarán siendo condiciones tan esenciales y/o naturales como todas las demás. Fuera del estar siendo/sucediendo presente, ni los ricos y poderosos pagarán por su estar siendo/sucediendo y tampoco los pobres y humildes serán recompensados por eso. Las categorías de bien y mal, correcto e incorrecto, positivo y negativo, etc., no se corresponden con verdades absolutas, sino con interpretaciones humanas inherentes en el fluir de su naturaleza.
 
Todo lo que ocurre —sin excepción y exactamente tal y como ocurre— consiste en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, que absolutamente nada puede no Estar Siendo. Darse cuenta y aceptar que Estar Siendo Realidad conlleva “estar siendo dualidad y no dualidad” a la vez, quizás ayudaría a las conciencias personificadas a soltar algunas de sus resistencias particulares. ¡Las valoraciones subjetivas de los estar siendo/sucediendo humanos no cambiarán que la Vida esté siendo exactamente como está siendo la Vida!

La dualidad y la no dualidad, que cualquier individuo pudiera percibir y vivir en su día a día, están siendo expresiones inseparables de Lo Absoluto, por tanto, todas exactamente igual de válidas. No hay conflicto que resolver entre la percepción dualista y la percepción no dualista de la Realidad. Lo relativo y lo Absoluto no están siendo verdades ni realidades opuestas, de ahí que cualquier preferencia tampoco conducirá a una meta auténticamente distinta. Por difícil que resulte de comprender y de aceptar, “a la vez” estar siendo no dualidad (Todo-Uno) también está siendo dualidad (lo relativo y lo aparente) igual que estar siendo dualidad también está siendo no dualidad. Enero-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 004/2025 realizado con IA:

**La Dualidad y la No Dualidad en el Estar Siendo/Sucediendo de la Realidad**

La naturaleza del ser humano está marcada por experiencias que, a menudo, se definen a través de conceptos como la ignorancia, la maldad, y la ambición. Estas manifestaciones no son meros defectos de carácter, sino condiciones intrínsecas que forman parte de la esencia humana. En este sentido, lo que puede parecer negativo o positivo, correcto o incorrecto, es simplemente un componente del vasto entramado de la existencia. La realidad del estar siendo/sucediendo es una constelación de interpretaciones subjetivas, en la que las experiencias de los individuos, tanto ricos como pobres, no determinan la validez de su existencia.

Es fundamental comprender que dentro de esa dualidad siempre existe una no dualidad inherente. Al aceptar el Estar Siendo Realidad, se empieza a vislumbrar que la vida, tal como se presenta, es una manifestación del Absoluto, que no se ve afectado por valoraciones humanas. Las categorías que utilizamos para clasificar nuestras experiencias no tienen un correlato absoluto; son construcciones que nos ayudan a navegar en la complejidad de la existencia. Por ello, cada forma de vida, sin distinción, participa en este fluir continuo que se conoce como la Realidad.

La relación entre dualidad y no dualidad es inseparable, ya que ambas coexisten en un mismo plano. No es necesario resolverlas como si se tratara de un conflicto; más bien, entender que son expresiones de lo Absoluto con una perspectiva renovada. Esta comprensión puede liberar a las conciencias personificadas de las rígidas resistencias que han acumulado. La aceptación de que todo lo que ocurre está consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto provoca un cambio en nuestra percepción, permitiendo una coexistencia armoniosa de las distintas realidades que experimentamos.

Así, al reconocer la fusión de lo relativo y lo absoluto en nuestras vidas, se empieza a diluir la ilusión de la separación. El desafío de reconciliar estas dos percepciones puede abrir las puertas a una experiencia más rica y plena de la realidad. En última instancia, lo que importa no es la lucha por definir lo bueno y lo malo, sino el reconocimiento de que todo es parte de un mismo tejido de existencia, donde la dualidad y la no dualidad dan sentido a la esencia de la vida.