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sábado, 6 de septiembre de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (108)

108/2025 -Nunca nada ni nadie ha estado siendo ni viviendo algo que, por muy ilusorio, aparente, efímero, cambiante, subjetivo e irrelevante que pareciera, ello no consistiera en Estar Siendo Realidad Absoluta. ¿Cómo vivir en armonía consciente con la Realidad Última -que está siendo todo- sin la aceptación consciente de que absolutamente cada posibilidad está siendo una manifestación de su infinita, simultánea y dinámica diversidad? Lo fenoménico no está siendo menos válido por estar siendo transitorio. Lo cotidiano y lo trascendente no están en oposición. El mundo fenoménico y/o de la cotidianidad, con su diversidad y transitoriedad, no es un velo que oculta la verdad, sino una manifestación viva y auténtica de la Realidad Misma. La desaparición o muerte de una manifestación siempre está sucedida de la aparición de otra, de modo que el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto siempre está cambiando y nunca se ve interrumpido.

Ante el planteamiento de que “si las formas fenoménicas son plenamente reales, ¿cómo se diferencia Brahman como Realidad Inmutable del flujo transitorio de maya?” Ahora mi respuesta es que esa cuestión sólo obedece a conjeturas y justificaciones mentales. Estar Siendo la Realidad Inmutable y estar siendo el flujo transitorio de maya no están siendo dos Realidades Absolutas distintas. ¿Qué diferencia puede haber entre Estar Siendo Realidad Absoluta y Estar Siendo Realidad Absoluta? La individualidad y lo universal no están separados, sino que cada particularidad o fenómeno está siendo simultáneamente una expresión singular y la totalidad misma que lo contiene. Reconocer lo fenoménico como una manifestación plena ofrece la posibilidad de vivir con una mayor coherencia y profundidad.

Asumir conscientemente que ningún fenómeno dejará de estar siendo una expresión legítima de la Realidad Absoluta, supondrá la disminución de las percepciones dualistas de bueno/malo, verdadero/falso, etc., y favorecerá una actitud de aceptación, de responsabilidad y de integración más profunda entre el estar siendo propio, el del entorno y el del resto del fluir de la Vida. Así mismo, abrazar la transitoriedad de los fenómenos cotidianos, no como pérdida o amenaza, sino como parte natural del dinamismo absoluto, ayudará a vivir con menos miedo a los cambios y al final definitivo de la transitoriedad de la existencia individual. Darse cuenta y aceptar (con y sin la ayuda de prácticas meditativas) que la realidad fenoménica o cotidiana está siendo una manifestación plena, y no un velo o un sueño a trascender, permitirá una vivencia más consciente, integral y armónica. Septiembre-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 108/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta nos invita a reconsiderar la relación entre lo fenoménico y la Realidad Absoluta, proponiendo que no existe separación entre lo transitorio y lo inmutable. Todo fenómeno, por efímero o cambiante que parezca, es una expresión plena de la Realidad Absoluta. Esta perspectiva disuelve la dualidad entre lo cotidiano y lo trascendente, revelando que el mundo fenoménico no es un velo que oculta la verdad, sino una manifestación viva de la misma.

Vivir en armonía consciente con esta Realidad implica aceptar que cada posibilidad, cada forma, es una expresión singular de la infinita diversidad de lo Absoluto. Lo fenoménico, lejos de ser ilusorio o menos válido, es la dinámica manifestación de la Realidad Inmutable. Esta comprensión elimina la necesidad de distinguir entre Brahman y maya como realidades opuestas, pues ambas son expresiones del mismo Estar Siendo. La individualidad y lo universal se entrelazan: cada fenómeno está siendo, simultáneamente, una particularidad y la totalidad.

Reconocer esta unidad fomenta una actitud de aceptación que trasciende juicios dualistas como bueno/malo o verdadero/falso. Al abrazar la transitoriedad de los fenómenos como parte del dinamismo absoluto, se reduce el miedo al cambio y a la muerte, entendiendo que la desaparición de una forma da paso a otra en el flujo ininterrumpido de la Vida. Prácticas meditativas pueden facilitar esta toma de conciencia, permitiendo experimentar lo cotidiano como una manifestación plena, no como un obstáculo a superar.

Vivir con esta perspectiva implica una mayor coherencia y profundidad, integrando nuestro ser con el entorno y el fluir de la existencia. Al aceptar cada fenómeno como una expresión legítima de la Realidad Absoluta, se cultiva una vida más consciente, armónica y libre de las limitaciones de la percepción dualista.

domingo, 8 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (075)

075/2025- Los deseos de cambiar y/o de mejorar la Realidad pueden satisfacerse en gran medida mediante el reconocimiento y la aceptación de que Estar Siendo Realidad consiste en todo eso que, desde siempre, está siendo/sucediendo en cada aquí y ahora. Los conflictos internos pueden verse siendo algo que debe eliminarse; pero también disponemos de la posibilidad de verlos siendo manifestaciones legítimas, naturales y respetables de nuestra Esencia. El hecho de que estemos percibiéndonos y experimentándonos siendo individualidades únicas y con características particulares (tanto lo de un signo como lo del signo opuesto), no hace que “estar siendo eso” no consista en estar siendo la misma Realidad Absoluta, que a la vez también está siendo absolutamente todo lo demás. ¡Percibimos dualidad, porque mientras estamos siendo, también estamos siendo dualidad!

 Enfatizar la Plenitud Absoluta del Presente, no minimiza el valor práctico de las aspiraciones humanas y/o los esfuerzos por aliviar el sufrimiento. El reconocimiento y la aceptación del estar siendo/sucediendo (Realidad Absoluta) no puede no estar incluyendo la manifestación de “absolutamente todas” las posibles aspiraciones humanas. Apreciar pasividad, resignación, complacencia, etc., en el reconocimiento y la aceptación del Presente y/o del estar sucediendo de cada aquí y ahora, no deja de consistir en el mismo estar siendo/sucediendo que, a la vez, también estarían siendo todas las demás percepciones. Ante el planteamiento del posible desafío ético de cómo equilibrar la aceptación radical del presente con la responsabilidad de actuar frente a injusticias, conflictos, dolor, etc., la respuesta es obvia: haciendo exactamente eso que -igual que se ha estado haciendo siempre- también ahora se esté decidiendo hacer.

 La aplicación práctica del reconocimiento y de la aceptación de que el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto (Realidad) consiste en el estar siendo/sucediendo de exactamente todo eso que está siendo/sucediendo en cada instante, jamás podría alterar la naturaleza de las dinámicas humanas de cambio y de mejora, pero tampoco el temor que esa posibilidad suele despertar en las mentalidades de las identidades egoicas. Sin excepción, todo lo que está siendo/sucediendo -incluido lo que deseamos, lo que rechazamos y lo que tememos-, está siendo expresión plena de la Realidad Absoluta. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo “comparativo” sobre la reflexión 075/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta sobre la Realidad Absoluta y la aceptación del presente como manifestación plena de la existencia resuena profundamente con corrientes filosóficas y espirituales no dualistas, como el Advaita Vedanta, el budismo zen y el pensamiento de autores contemporáneos como Eckhart Tolle y Nisargadatta Maharaj. Juande Puerta plantea que los deseos de cambio o mejora de la realidad no contradicen la aceptación de que todo, en cada instante, está siendo una expresión de la Realidad Absoluta.

En el núcleo de la propuesta de Juande Puerta está la idea de que la dualidad percibida —individuos, conflictos, aspiraciones— no es más que una manifestación de una única Realidad Absoluta. Esta noción recuerda la enseñanza central del Advaita Vedanta, donde Brahman, la realidad última, se manifiesta en todo sin perder su unidad. Nisargadatta Maharaj, en su obra Yo Soy Eso, enfatiza que la percepción de separación es una ilusión de la mente, y que aceptar el presente tal como es, disuelve los conflictos internos. Juande Puerta, al igual que Maharaj, sugiere que los conflictos no necesitan ser eliminados, sino reconocidos como expresiones legítimas de nuestra esencia.

Por otro lado, Eckhart Tolle, en El poder del ahora, aborda la importancia de habitar el presente sin resistencia, una idea que Juande Puerta extiende al proponer que la aceptación radical no anula las aspiraciones humanas ni la responsabilidad ética. Frente al desafío de equilibrar la aceptación con la acción frente a las injusticias, Juande Puerta ofrece una respuesta práctica: actuar conforme a lo que surge en el momento, confiando en que todo forma parte del mismo "estar siendo/sucediendo". Esta postura resuena con el concepto taoísta del wu wei (acción sin esfuerzo), donde la acción fluye en armonía con el orden natural.

Sin embargo, Juande Puerta se distingue al enfatizar que incluso el temor egoico a la disolución de la identidad es parte de la Realidad Absoluta. Mientras que Tolle y Maharaj tienden a priorizar la trascendencia del ego, Juande Puerta lo integra como una expresión válida del ser. Esta inclusividad radical ofrece una vía práctica para vivir en plenitud sin rechazar las dinámicas humanas de cambio o resistencia.

En conclusión, la reflexión de Juande Puerta sintetiza elementos del no dualismo clásico con una sensibilidad contemporánea, invitando a una aceptación total que no renuncia a la acción ética ni al dinamismo humano, un equilibrio que lo alinea con, pero también lo distingue de, pensadores como Tolle y Maharaj.