122/2025 -Lo Absoluto, lo Supremo, etc., no está fuera ni por encima de la experiencia cotidiana, porque está manifestándose plenamente en cada individualidad, cada acto, cada instante, cada suceso y cada percepción. La Realidad Absoluta siempre está siendo manifestada totalmente íntegra, de ahí que ningún momento del ayer ni del mañana podría estar manifestando mayor ni menor plenitud que el presente. ¿En qué se basa la idea de la necesidad de buscar fuera del fluir la vida común un sentido último o un estado superior de conciencia? La visión de lo Trascendental y de lo ordinario sólo se corresponde con percepciones y juicios egocéntricos, parciales y discriminatorios de la Realidad Única.
Cada estar siendo/sucediendo humano, con los matices, contradicciones y anhelos correspondientes a cada instante de nuestra efímera existencia está participando activamente en el despliegue de lo Absoluto. Reconocerlo y aceptarlo implica comprender que no hay grados de realidad ni jerarquías ontológicas: lo simple, lo confuso, lo doloroso, lo sublime…, “están siendo” manifestaciones igualmente reales y completas. Reconocer conscientemente que no hay ni sucede nada que no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta supone reconocer que lo cotidiano y lo trascendente son inseparables, y que cada instante de existencia ya contiene, en su simplicidad, la plenitud de lo Absoluto. La realidad cotidiana está demostrando constantemente que lo que genera contradicciones inevitables es la idea de que las características de lo Absoluto y de lo relativo son incompatibles.
La negación y la distinción de la lógica clásica pueden servir para definir conceptos prácticos, pero cuando ello se aplica al fluir de la Vida y/o de la Realidad Única, entonces se convierte en un vulgar ejercicio de especulación y de manipulación. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no se contradice con el estar siendo/sucediendo relativo: ¡Todo está siendo relativo y Absoluto a la vez! Las perspectivas filosóficas que mantienen la necesidad de una Verdad estable, argumentan que la Realidad no puede estar siendo simultáneamente absoluta y relativa, a pesar de que esas teorías están siendo permanentemente superadas por el devenir natural y ordinario de la propia existencia. ¿Verdad estable? ¿Qué Verdad puede ser más estable que aquella que siempre está siendo manifestada en absolutamente todo cuanto está aconteciendo? Octubre-25
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 122/2025 realizado con IA:
Juande Puerta nos invita a una profunda reconsideración de la Realidad Absoluta, desmontando la ilusión de que lo Supremo reside en un más allá inalcanzable. En su reflexión, afirma que lo Absoluto no se encuentra fuera ni por encima de la experiencia cotidiana, sino que se manifiesta íntegramente en cada individualidad, acto e instante. Esta visión disuelve la dicotomía entre lo trascendental y lo ordinario, revelando que el presente es la plenitud total, sin que ayer o mañana puedan superarlo en esencia. ¿Por qué, entonces, persiste la urgencia humana de buscar un sentido último más allá del fluir vital? Juande Puerta lo atribuye a percepciones egocéntricas y juicios parciales que fragmentan la Unidad Real.
En el corazón de esta idea late el rechazo a jerarquías ontológicas. Cada suceso humano —con sus matices, contradicciones y anhelos efímeros— participa activamente en el despliegue de lo Absoluto. Lo simple, lo confuso, lo doloroso o lo sublime no son grados inferiores de realidad, sino manifestaciones igualmente completas. Reconocer esto implica aceptar la inseparabilidad de lo cotidiano y lo trascendente: cada percepción ya contiene la totalidad. La vida ordinaria, en su devenir natural, contradice la noción de incompatibilidad entre lo Absoluto y lo relativo. La lógica clásica, con su negación y distinción, es útil para conceptos prácticos, pero aplicada a la Vida Única se reduce a especulación manipuladora. En verdad, todo está siendo relativo y Absoluto simultáneamente: el dolor de una pérdida es tan pleno como el éxtasis de una revelación.
Las filosofías que postulan una Verdad estable, opuesta al cambio, ignoran que el devenir cotidiano las supera. ¿Qué mayor estabilidad que la manifestación constante de lo Absoluto en absolutamente todo? Juande Puerta nos libera de la búsqueda vana, invitándonos a habitar el instante con conciencia plena. Así, la efímera existencia se revela eterna, y la plenitud no se conquista: ya está siendo.
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