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lunes, 23 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (082)

082/2025 -La Realidad Absoluta no excluye nada, ni siquiera la resistencia a aceptarla. Las posibilidades de no darse cuenta y de no aceptar que Realidad Absoluta está siendo absolutamente todo cuanto está sucediendo, también están siendo Realidad Absoluta.

Puesto que está sucediendo, la reacción del miedo a reconocer que la aceptación del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no tiene porqué suponer justificación, pasividad ni indiferencia, estará siendo tan natural y aceptable como cualquier otra respuesta posible. Las consideraciones éticas, morales, religiosas, políticas, culturales, etc., referentes a “lo que debería o no debería suceder” nunca cambiarán la Realidad, porque la Realidad consiste en estar siendo exactamente todo eso que está sucediendo.
 
Lo que debería suceder, igual que lo que no debería suceder, no puede no estar siendo lo que está sucediendo (Realidad Absoluta); la opinión de lo que debería suceder, igual que la opinión de lo que no debería suceder, corresponden a consideraciones individualizadas a partir de la percepción y del juicio egocéntrico de la Realidad y/o de lo que está sucediendo. Aceptar lo que sucede no significa que no se tenga que hacer nada que ayude a evitar que vuelva a suceder algo que se perciba doloroso, violento, discriminatorio, injusto. ¿Cómo podría transformarse algo que se percibe negativo y perturbador, sin el reconocimiento y la aceptación previa de que eso está sucediendo?
 
No hay separación entre nuestro estar sucediendo personal, el estar sucediendo de nuestras manifestaciones y el resto del estar sucediendo universal. Lo personal y lo impersonal están siendo uno, pero no porque solo uno están siendo, sino porque lo personal y lo impersonal están siendo a la vez. El suceder del hecho de que la inmensa mayoría de los estar siendo/sucediendo humanos vivamos inmersos en la creencia y/o en la conciencia de la fragmentación del yo, del mundo y de los conflictos cotidianos, está siendo algo tan natural como el consiguiente suceder del deseo de perfeccionamiento y de unificación. Puesto que el estar siendo de todas y de cada una de las particularidades está sucediendo a la vez, la Unidad Universal e Indiferenciada (Realidad Absoluta) incluye -sin excepción- la singularidad de absolutamente todas las percepciones, de todas las reacciones, de todas las experiencias y de todas las transformaciones posibles.

No se trata de disolver la visión de que cada uno de nosotros estamos siendo una persona concreta con una vida única, sino de darse cuenta, reconocer y aceptar que estar siendo eso no está sucediendo al margen del resto del Estar Sucediendo Universal, Natural y/o Absoluto. El reconocimiento y la aceptación de todo cuanto está sucediendo no pude dejar fuera el reconocimiento y la aceptación -absolutamente naturales- de cada una de nuestras posibles reacciones y tampoco de ninguna de nuestras posibles aspiraciones. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 082/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta sobre la Realidad Absoluta invita a una comprensión profunda de la existencia, donde todo lo que sucede, sin excepción, forma parte de una totalidad indivisible. La Realidad Absoluta no discrimina: incluye tanto la aceptación como la resistencia a reconocerla. Esta idea desafía la percepción fragmentada del yo y el mundo, proponiendo que incluso el miedo, la negación o los juicios éticos y morales son manifestaciones naturales de esa realidad.

Aceptar la Realidad Absoluta no implica pasividad ni indiferencia ante el sufrimiento o la injusticia. Al contrario, el reconocimiento de lo que sucede es el primer paso para transformarlo. Sin aceptar que algo doloroso está ocurriendo, ¿cómo podríamos actuar para mitigarlo? Esta aceptación no justifica lo negativo, sino que lo integra como parte del acontecer universal, permitiendo una respuesta consciente y activa.

Juande Puerta subraya que lo personal y lo impersonal coexisten en la Realidad Absoluta. Nuestra singularidad como individuos, con nuestras percepciones, reacciones y aspiraciones, no está separada del Estar Sucediendo Universal o Absoluto. La creencia en la fragmentación, tan arraigada en la experiencia humana, es tan natural como el anhelo de unificación y perfeccionamiento. Esta paradoja es clave: la Unidad Universal abarca todas las particularidades sin anularlas.

Reconocer que nada puede estar sucediendo sin estar siendo Realidad Absoluta, no disuelve nuestra identidad personal, sino que la sitúa en un contexto más amplio, donde cada experiencia, reacción o deseo está siendo una expresión del Estar Sucediendo Universal. Esta perspectiva nos libera de la lucha contra lo que es, permitiéndonos actuar desde la claridad y la compasión. En última instancia, el reconocimiento de que todo está siendo Realidad Absoluta nos invita a vivir plenamente, abrazando tanto nuestra unicidad como nuestra conexión con el todo