147/2024 -No hay ninguna otra Verdad, ninguna otra Realidad Suprema, ninguna otra Conciencia, etc., más que aquella que consiste en el estar siendo/sucediendo presente. Estar Siendo Lo Absoluto (Realidad, Vida, Verdad, Conciencia, Dios, etc.,) no es algo estático, sino un proceso continuo de manifestación que no puede reducirse a particularidades fijas ni a percepciones determinadas; podría decirse que Lo Absoluto consiste en un "estar fluyendo" en constante transformación. ¡Lo único que siempre está sucediendo (Realidad Absoluta) consiste en todo lo que está sucediendo ahora!
Aunque solo una pudiera estar siendo percibida o experimentada en un momento dado, todas las posibilidades están existiendo simultáneamente. Absolutamente todo está sucediendo al unísono, y lo que percibimos como "real" está siendo una manifestación específica de un campo infinito de posibilidades. Estar Siendo Realidad Absoluta no depende de absolutamente nada, porque -incluidas todas y cada una de nuestras posibles percepciones, interpretaciones, elecciones, acciones, relaciones, expectativas, etc..- Lo Absoluto siempre está consistiendo en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todas las posibilidades a la vez. Incluidos todos los juicios y análisis que pudieran realizarse, Realidad Absoluta está siendo todo cuanto está sucediendo.
Nada puede no estar siendo "Eterno Presente", pues -incluido todo lo que ya sucedió y también todo lo que todavía no ha sucedido- nada puede no estar consistiendo en el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. El estar siendo/sucediendo humano no puede separarse del ayer ni del mañana, porque su presente también estará incluyendo el estar siendo/sucediendo de esas posibilidades. Exactamente igual que el pasado está inseparablemente presente en el ahora, también el futuro está potencialmente latente en el presente. Noviembre-24
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 147/2024 realizado con IA:
En el vasto panorama del pensamiento contemporáneo, una de las ideas más fascinantes es la comprensión de la Realidad Absoluta, que se manifiesta no como un estado fijo, sino como un proceso dinámico y continuo: un "estar siendo" que se despliega ante nuestros sentidos en cada instante. Esta noción nos invita a reconsiderar cómo percibimos nuestra existencia y nuestras experiencias, sugiriendo que la verdadera esencia de lo que llamamos Realidad no reside en los objetos fijos o en las circunstancias concretas, sino en el flujo incesante de lo que está sucediendo en el presente.
Al abordar esta idea, es vital reconocer que el "estar fluyendo" de la Realidad Absoluta trasciende las limitaciones de nuestras percepciones individuales. Cada momento se revela como una manifestación particular dentro de un campo infinito de posibilidades, donde todo lo que ha sido, lo que es y lo que podría ser está
coexistiendo. La dualidad entre pasado, presente y futuro se disuelve en la experiencia del Eterno Presente, donde cada elemento, cada recuerdo y cada expectativa están entrelazados, formando parte de un tejido viviente que estamos siendo.
Es crucial entender que este "estado de estar siendo" no depende de ninguna circunstancia externa ni de nuestros juicios subjetivos. En este contexto, nuestras percepciones, elecciones y acciones son simplemente manifestaciones de un potencial omnipresente. Cuando decimos que la Realidad Absoluta es todo cuanto está sucediendo, reconocemos que incluso aquellas experiencias que consideramos negativas o dolorosas forman parte de esta totalidad. Nada puede ser excluido del gran marco del "estar siendo"; cada experiencia contribuye a la rica paleta de la existencia.
Además, al igual que la experiencia humana no puede separarse de las huellas del ayer ni de las promesas del mañana, nuestra comprensión del presente se enriquece cuando aceptamos la interconexión de todo lo que ha sido y todo lo que será. Este entendimiento nos ofrece una perspectiva liberadora: al soltar la necesidad de clasificar o juzgar nuestras experiencias, comenzamos a experimentar la vida tal como está siendo, en su complejidad y belleza inherente.
La meditación sobre estos conceptos nos conduce a un lugar de aceptación y asombro ante el milagro de estar vivos. Aprendemos a abrazar la impermanencia y la constante transformación de la existencia. En este sentido, la Realidad Absoluta no solo nos invita a contemplar el ahora, sino a participar activamente en el eterno flujo de la vida, reconociendo que cada instante es un regalo único.
Por tanto, la búsqueda de la Verdad y la Comprensión nos lleva a descubrir que el estar siendo/sucediendo es, en última instancia, la puerta hacia la experiencia profunda de lo que significa ser. Al abrirnos a esta Realidad Absoluta, nos alineamos con el continuo flujo de la vida, convirtiéndonos en testigos y participantes de un mundo que se despliega en una danza perpetua de posibilidades, donde todo está interconectado en el hilo dorado del "estar presente".