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martes, 10 de junio de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (076)

076/2025 -La Plenitud de la Realidad no se encuentra en una proyección futura, ni en una perfección ideal, sino en el reconocimiento de “todo lo que ya” está ocurriendo. La Plenitud de la Realidad incluye la experiencia de nuestras incoherencias, limitaciones, errores, conflictos, temores, frustraciones y deseos de progreso. ¡No hay otra Plenitud que esa que pueda estar experimentándose en cada posible aquí y ahora; no hay absolutamente nada que necesite ser excluido para que el Presente esté siendo completo y/o pleno! La auténtica espiritualidad humana nunca podría excluir la aceptación de alguna característica personal, de ninguna actitud, y tampoco de ningún comportamiento humano; el deseo de cambio, la búsqueda de paz, e incluso la sensación de estar incompletos, están siendo parte de una Plenitud que no excluye nada. ¡El Presente ya está siendo la manifestación plena de la Realidad Absoluta!
 
Aceptar que no hay otra Realidad que la del Presente no supone resignación, rendición, complacencia ni pasividad, sino reconocimiento, fortaleza y reconciliación entre la diversidad y la simultaneidad de las manifestaciones de cada estar siendo/sucediendo personal y del Estar Siendo/Sucediendo Universal. Reconocer que Estar Siendo Realidad Absoluta también consiste en estar siendo cada uno de nosotros, ayuda -incluso en situaciones difíciles- a comprender mejor nuestras emociones, por tanto, a mejorar la salud mental y a vivir cada instante de manera más plena, consciente y equilibrada. La Realidad no excluye absolutamente nada de lo que ocurre, porque consiste en estar siendo absolutamente todo lo que está ocurriendo.

Nuestros conflictos internos, nuestros deseos de cambio, nuestros miedos, nuestras aspiraciones, nuestras contradicciones, nuestros maltratos, etc., están siendo expresiones tan legítimas o naturales como aquellas otras que puedan estar siendo plenamente aceptadas. El estar siendo/sucediendo propio y/o personal no está separado del estar siendo/sucediendo de todo lo demás, de manera que aquello que podamos ver siendo nuestras carencias, errores, defectos, culpabilidades, etc., tampoco dejará de estar siendo Plenitud y/o Realidad Absoluta. El desafío humano no está tanto en actuar o no actuar, sino en reconocer y aceptar que cualquier pensamiento, percepción, acto, deseo, rechazo…, ya está participando de la totalidad que llamamos Realidad. Junio-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 076/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta plantea una visión profundamente transformadora: la plenitud de la realidad no reside en ideales futuros ni en perfecciones imaginadas, sino en el reconocimiento de “todo lo que ya” está ocurriendo en el presente. Este enfoque invita a abrazar la totalidad de la experiencia humana, incluyendo nuestras incoherencias, limitaciones, errores, temores y deseos de progreso. Juande Puerta subraya que no hay nada que deba ser excluido para que el presente sea completo, una idea que redefine la espiritualidad humana como un acto de aceptación radical.

Esta perspectiva es poderosa porque nos libera de la tiranía de la perfección. Al aceptar que la Realidad Absoluta incluye nuestras contradicciones y conflictos, se abre un camino hacia la reconciliación con nosotros mismos y con el mundo. Juande Puerta destaca que esta aceptación no implica pasividad o resignación, sino un reconocimiento activo que fomenta fortaleza y equilibrio. Al comprender que nuestras emociones, incluso las difíciles, son parte de la plenitud, podemos mejorar nuestra salud mental y vivir el presente de manera más consciente.

Sin embargo, esta visión no está exenta de críticas. La idea de que “todo” forma parte de la plenitud puede ser desafiante, especialmente cuando se consideran actos de violencia, injusticia o sufrimiento extremo. ¿Es realmente posible o deseable aceptar estos aspectos como expresiones “legítimas” de la Realidad? Aquí, la reflexión de Juande Puerta podría beneficiarse de una mayor claridad sobre cómo abordar el dolor causado por acciones humanas destructivas sin caer en la complacencia.

En conclusión, la propuesta de Juande Puerta nos reta a reconocer que el presente, con toda su diversidad y contradicciones, está siendo la manifestación plena de la Realidad. El desafío humano radica en vivir esta totalidad con consciencia, aceptando que cada acto, deseo o percepción ya participa de la realidad absoluta.

martes, 29 de abril de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (056)

056/2025 -La visión no-dual del estar siendo/sucediendo personal y Absoluto (Realidad Única) solo podría ser aquella que estuviera incluyendo absolutamente todas y cada una de las posibles percepciones y experiencias dualistas. ¡Nada existe ni sucede que no esté siendo Realidad Absoluta, porque estar siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo/sucediendo simultáneo y preciso de -sin excepción ni discriminación- absolutamente todas las posibilidades! Estar Siendo la No-dualidad Absoluta de la Realidad también consiste en el estar siendo/sucediendo de todas las dualidades, los opuestos, las diferencias, las apariencias, las frustraciones, etc., que pudieran estar siendo percibidas y experimentadas por cualquier individuo en cualquier momento.
 
Todo lo que aparece como dual (placer/dolor, luz/oscuridad, yo/el otro, bien/mal, nacimiento/muerte) está ocurriendo dentro de la No-dualidad Absoluta, es decir, está siendo la No-dualidad Absoluta. La percepción individual —con todas sus apariencias de separación— no está ocurriendo al margen de la No-dualidad Absoluta, porque estar siendo aquello también consiste en estar siendo la No-dualidad Absoluta de la Realidad. Exponer que “todo está siendo perfecto” no significa que no existan las imperfecciones, las carencias, las desilusiones, las dificultades, etc., que cualquiera pueda estar percibiendo y experimentando, sino que el estar siendo/sucediendo de cada una de esas posibilidades también está formando parte de la perfección total y/o del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto.
 
Todo cuanto pueda estar sucediendo —incluso lo que consideramos negativo, incómodo o imperfecto— estará formando parte inseparable del incesante fluir del Estar Siendo Absoluto. La absoluta perfección de la Realidad y/o del Presente Absoluto radica en que no excluye ninguna posibilidad…, ni siquiera la frustración, el dolor, la carencia, el miedo, el conflicto y la desaparición. Puesto que Estar Siendo Realidad Absoluta incluye la manifestación de todas las percepciones de dualidad posibles, además de la opción de ver, de juzgar y de categorizar negativamente algo de lo que esté sucediendo…, los estar siendo/sucediendo humanos también disponemos de la posibilidad de “percibir la parte amable” inherente en cada una de esas expresiones. Abril-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 056/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta sobre la no-dualidad absoluta invita a contemplar la Realidad como un todo indivisible que abarca todas las experiencias, percepciones y dualidades. La no-dualidad no excluye las aparentes contradicciones de la vida —placer y dolor, luz y oscuridad, yo y el otro— sino que las integra como expresiones intrínsecas de su estar siendo. Esta visión desafía la percepción ordinaria que fragmenta la realidad en opuestos, proponiendo que todo, incluso lo que parece imperfecto o doloroso, es parte del fluir perfecto del Estar Siendo Absoluto.

La clave de esta perspectiva radica en comprender que la Realidad Absoluta no discrimina ni rechaza ninguna posibilidad. Las experiencias de separación, frustración o conflicto, que caracterizan la percepción individual, no ocurren al margen de la no-dualidad, sino dentro de ella. Afirmar que “todo es perfecto” no niega el sufrimiento o las dificultades, sino que reconoce que estas también forman parte de la totalidad. La perfección absoluta no reside en la ausencia de imperfecciones, sino en la inclusión de todas las manifestaciones, incluso las que juzgamos negativas.

Esta visión nos ofrece una libertad profunda: la posibilidad de percibir la “parte amable” en cada experiencia. Al entender que todo —incluso el dolor o el miedo— es una expresión de la Realidad Absoluta, podemos transformar nuestra relación con lo que sucede. La no-dualidad nos invita a dejar de resistir las dualidades y a abrazar la vida en su totalidad, reconociendo que cada momento, con sus luces y sombras, es una manifestación del Presente Absoluto. Así, la práctica de esta comprensión no elimina las dificultades, pero nos permite habitarlas con una apertura que trasciende la separación y el juicio.