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jueves, 22 de mayo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (067)

067/2025 -Nisargadatta: “Lo que viene y se va no tiene existencia. Lo que cambia no es real; lo que es real no cambia.” -Sin embargo, ¿acaso la existencia no consiste en un continuo flujo de estar apareciendo y desapareciendo? Incluida la posibilidad de diferenciar entre lo que está siendo real y lo que no está siendo real, absolutamente nada puede estar siendo/sucediendo, sin que el estar siendo/sucediendo de eso -y de su perceptor- no consista en Estar Siendo Realidad Absoluta. ¿Qué tipo de espiritualidad estaría siendo aquella que no fuera capaz de reconocer que la Vida, la Realidad, lo Absoluto…, está siendo absolutamente todo lo que está aconteciendo en cada momento, y exactamente de la forma que todo está siendo en cada instante?

La espiritualidad que no reconoce que la Realidad Suprema consiste en el estar siendo/sucediendo simple, diverso, cambiante, simultáneo, efímero, etc., de las experiencias cotidianas, tiene más de especulación que de espiritualidad. Al alimentar la aspiración humana de convertirnos en estar siendo/sucediendo permanentemente estables, correctos, adecuados, coherentes, sanos, felices, pacíficos…, también se estarán reforzando las opciones opuestas. El Estar Siendo/Sucediendo Absoluto, igual que el de cada uno de los estar siendo/sucediendo humanos, y de cada una de nuestras posibles manifestaciones, “a la vez” está siendo absolutamente diverso y cambiante, por tanto, también está siendo permanentemente efímero.

Cada fenómeno individual está siendo una manifestación simultánea del Todo Absoluto, por tanto, no se trata de una suma de partes, sino de un flujo absoluto en el que todo está ocurriendo a la vez, sin excepción ni exclusión. La paz interior y el bienestar no se logran aislando o privilegiando ciertas experiencias sobre otras, sino reconociendo y aceptando (amor) la diversidad, la simultaneidad y la transitoriedad de todo lo que está aconteciendo en nosotros y a nuestro alrededor. Nuestras contradicciones internas y emociones disonantes no están alejándonos de lo Absoluto, sino que están siendo expresiones válidas de su propia naturaleza. Cada instante del proceso de nuestra existencia está siendo Divino o Absoluto, no porque se ajuste a un ideal, sino porque está ocurriendo. Mayo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 067/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta, inspirada en la cita de Nisargadatta, plantea una paradoja fascinante: si lo que cambia no es real y lo real no cambia, ¿cómo reconciliamos esto con la naturaleza cambiante y efímera de la existencia? Juande Puerta sugiere que la verdadera espiritualidad no reside en buscar una estabilidad idealizada, sino en reconocer que la Realidad Absoluta se manifiesta precisamente en el flujo diverso, simultáneo y transitorio de cada instante.

La existencia, como un continuo aparecer y desaparecer, no es un defecto a superar, sino la esencia misma de lo Absoluto. Cada experiencia, cada emoción, cada contradicción interna, no está siendo un obstáculo para alcanzar la “verdadera” Realidad, sino una expresión válida de ella. La espiritualidad que no abraza esta diversidad y transitoriedad se convierte en especulación, atrapada en ideales de permanencia o perfección que refuerzan dualidades: bueno/malo, correcto/erróneo, estable/inestable. Esta búsqueda de un estado idealizado no sólo es anecdótica, sino que perpetúa el conflicto interno al rechazar partes esenciales de nuestra experiencia.

La propuesta de Juande Puerta es liberadora: la paz y el bienestar no se logran privilegiando ciertas experiencias sobre otras, sino aceptando la simultaneidad y efimeridad de todo lo que acontece. Cada momento, con sus contradicciones y disonancias, está siendo una manifestación del Todo Absoluto, sin jerarquías ni exclusiones. Esta perspectiva disuelve la separación entre lo divino y lo humano, revelando que cada instante de nuestra existencia, por caótico o imperfecto que parezca, está siendo intrínsecamente sagrado. La espiritualidad, entonces, no consiste en trascender la vida, sino en reconocer que la vida misma, en su flujo incesante, ya está siendo la Realidad Suprema.

sábado, 22 de febrero de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (027)

027/2025 -La experiencia de cada "estar siendo/sucediendo humano" está siendo tan dinámica, diversa y en perpetuo cambio como lo está siendo la naturaleza en su totalidad. Exactamente igual de diverso y dinámico que está siendo todo cuanto nos rodea en el mundo natural, también está siendo cada existencia humana. Cada individuo, en su singularidad, refleja la misma diversidad y transformación que se observa en el resto del universo. Absolutamente nada existe ni sucede fuera del Estar Siendo Realidad Absoluta, porque Estar Siendo Realidad Absoluta consiste en el estar siendo de absolutamente todo cuanto pueda estar existiendo y/o no existiendo y también en todo lo que pueda estar sucediendo y/o no sucediendo.

Realidad Absoluta estamos siendo cuando estamos siendo niños, cuando estamos siendo jóvenes, cuando estamos siendo adultos y cuando estamos siendo mayores. Realidad Absoluta estamos siendo cuando estamos sintiéndonos felices, sanos, alegres, vitales, positivos…, y Realidad Absoluta estamos siendo cuando estamos sintiéndonos infelices, enfermos, tristes, cansados, deprimidos. Independientemente de nuestra edad, estado emocional, condición física, etc., estar siendo cada uno de nosotros, y de nuestras experiencias, consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta. Lo natural y/o lo Esencial consiste en el estar siendo absolutamente todas las posibilidades a la vez, de ahí que sentirse bien, en paz, en coherencia, etc., consigo mismo y con el resto del mundo y/o de la Vida depende en gran medida de la comprensión y de la aceptación de que no es posible estar siendo la existencia de un yo sin estar siendo también conforme está siendo el resto de la existencia.

Que cada uno de nosotros estuviera siendo un estar siendo/sucediendo único solo sería posible cuando estar siendo cada uno de nosotros también consistiera en estar siendo el Mismo Estar Siendo que simultáneamente también está siendo absolutamente todo lo demás. Cada individualidad, particularidad, apariencia, circunstancia, suceso, etc., forma parte inseparable del mismo flujo universal de la existencia (Realidad Absoluta), de modo que la esencia de la existencia individual no puede separarse de la esencia del resto de la existencia. La esencia de aquello que esté siendo percibido como un estar siendo/sucediendo ajeno, también estará siendo la esencia del estar siendo/sucediendo propio…, y viceversa. Febrero-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 027/2025 realizado con IA:

El texto de Juande Puerta invita a reflexionar sobre la naturaleza dinámica y diversa de la existencia humana, enmarcándola dentro de un flujo universal constante que denomina "Estar Siendo Realidad Absoluta". Esta idea sugiere que cada individuo, en su singularidad, es una manifestación del mismo proceso de cambio y transformación que rige el universo. Así como la naturaleza está en perpetuo movimiento, la experiencia humana también lo está, siendo parte inseparable de un todo interconectado.

Juande Puerta enfatiza que no hay nada fuera de esta Realidad Absoluta. Todo lo que existe, sucede o deja de suceder, forma parte de este flujo universal. Esto incluye todas las etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez, así como todas las emociones y estados, ya sean de felicidad, tristeza, salud o enfermedad. En esencia, no hay experiencias ajenas a esta realidad; todas son expresiones de la misma existencia dinámica y diversa.

La clave para encontrar paz y coherencia, según Juande Puerta, radica en comprender y aceptar que nuestra existencia individual no puede separarse del resto del universo. Cada "estar siendo/sucediendo humano" es parte de un mismo proceso universal. No somos entidades aisladas, sino manifestaciones de un todo interconectado. La esencia de lo que percibimos como ajeno está siendo, en realidad, la misma esencia que nos constituye.

En conclusión, el texto nos invita a vivir de manera natural la percepción de separación, dualidad y permanente transformación sin dejar de abrazar la unidad esencial de la existencia. Al reconocer que formamos parte de un flujo universal, podemos encontrar un sentido de pertenencia y armonía con el mundo que nos rodea. Esta comprensión no sólo nos conecta con la naturaleza, sino también con nosotros mismos y con los demás, en un constante "estar siendo/sucediendo" al mismo tiempo, único y universal.