jueves, 6 de marzo de 2025

REFLEXIONANDO - 2025 (033)

033/2025 -El estar siendo/sucediendo individual y el Estar Siendo/Sucediendo Absoluto están siendo/sucediendo a la vez e inseparablemente. ¡Todo -incluidos los pensamientos, las emociones, las sensaciones, las reacciones y las experiencias humanas- está siendo “a la vez” parte y todo! La dualidad que percibimos y experimentamos los estar siendo/sucediendo humanos se debe a que “a la vez” estamos participando y/o siendo esa naturaleza particular y global; entender esto podría ayudar a reducir la tensión que genera el desconocimiento de nuestra propia naturaleza.
 
La dualidad, división y/o separación —yo frente al otro, lo bueno frente a lo malo, lo finito frente a lo infinito— no es un defecto o una ilusión que -como proponen algunas tradiciones religiosas, espirituales o filosóficas que buscan disolver el ego o la dualidad- los estar siendo/sucediendo humanos debamos superar. La diversidad y la individualidad no están negando la Unidad, sino que también están siéndola. Cada estar siendo/sucediendo humano está siendo su propio proceso de transformación y experiencia, pero al mismo tiempo también está siendo el mismo proceso que se manifiesta en todo lo que está existiendo y sucediendo. La percepción de dualidad, división, separación, etc., resultante de la coexistencia simultánea del estar siendo/sucediendo particular y del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto no está siendo una contradicción, sino “una condición” absolutamente natural.
 
La dualidad y la Unicidad no están excluyéndose mutuamente. La percepción de dualidad consiste en la percepción del reflejo del funcionamiento de nuestra conciencia dentro del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Negar la experiencia humana puede conducir a un laberinto de abstracciones inalcanzables, de extremismos espirituales y/o a una lucha constante contra lo que esté viéndose en el espejo de la propia existencia. Comenzando por las percepciones y condiciones más básicas o naturales de cada estar siendo/sucediendo humano, la Realidad Absoluta no excluye ni rechaza ninguna manifestación de la existencia.

La aceptación de que absolutamente todo consiste en Estar Siendo Realidad Absoluta no implica resignación pasiva, sino un reconocimiento y una reconciliación “activa y consciente” del estar siendo/sucediendo individual y del estar siendo/sucediendo universal. Para alcanzar un estado de calma o satisfacción personal, resulta imprescindible reconocer y asumir -como propias- tanto las características humanas como las que estamos viendo reflejadas en el resto del estar siendo/sucediendo universal. Marzo-25
Juande Puerta.

Ensayo sobre la reflexión 033/2025 realizado con IA:

La reflexión de Juande Puerta invita a una profunda reconsideración de la naturaleza de la existencia, proponiendo que el "estar siendo/sucediendo" individual y el "Estar Siendo/Sucediendo Absoluto" son procesos simultáneos e inseparables. Esta perspectiva sugiere que todo lo que experimentamos —pensamientos, emociones, sensaciones, reacciones y experiencias— no solo forma parte de un todo, sino que también está siendo ese todo en sí mismo. Esta idea desafía la percepción tradicional de la dualidad, donde el yo se opone al otro, lo bueno a lo malo, y lo finito a lo infinito. En lugar de ver la dualidad como un defecto o una ilusión que debe superarse, Juande Puerta la presenta como una condición natural y necesaria de la existencia humana.

La coexistencia de la dualidad y la Unicidad no es una contradicción, sino una manifestación del funcionamiento de nuestra conciencia dentro del Estar Siendo/Sucediendo Absoluto. Negar esta dualidad puede llevar a extremismos espirituales y a una lucha constante contra la propia naturaleza. En cambio, aceptar la simultaneidad de las características individuales y de las universales permite una reconciliación activa y consciente con la Realidad. Esta aceptación no implica resignación pasiva, sino un reconocimiento profundo de que cada experiencia individual es también una expresión del todo.

Para alcanzar un estado consciente de calma o satisfacción personal, es esencial reconocer y asumir tanto nuestras características humanas como las que vemos reflejadas en el universo. Este enfoque no solo reduce la tensión generada por el desconocimiento de nuestra propia naturaleza, sino que también fomenta una comprensión más integradora y armoniosa de la existencia. En última instancia, la reflexión de Juande Puerta nos invita a abrazar la complejidad de nuestra experiencia como parte de un todo dinámico y unificado.

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