152/2024 -Todo lo que existe -esté siendo percibido o no- está ocurriendo simultáneamente como un flujo natural e instantáneo, que incluye las percepciones dualistas de esto, eso, aquello y lo demás. Lo Absoluto no está siendo una Entidad Suprema ni separada, sino el continuo "estar siendo/sucediendo" de absolutamente todas las posibilidades y experiencias a la vez. La Realidad está manifestándose plenamente en el momento presente, porque consiste en el estar siendo/sucediendo exacto de todas las manifestaciones posibles del momento presente.
Siempre está experimentándose la Verdad, porque estar siendo Verdad, Realidad, Vida, etc., consiste en estar siendo todo aquello que pueda estar percibiéndose y experimentándose. La separación entre sujeto y objeto, entre lo visible y lo invisible, etc., (percepción de dualidad), únicamente estaría siendo una ilusión cuando estar siendo una ilusión también consistiera en Estar Siendo Realidad Absoluta. Siempre, absolutamente todo está consistiendo en el estar siendo/sucediendo de absolutamente todo cuanto está siendo/sucediendo en cada instante, de ahí que, puesto que se trata de un estado inherente, natural y accesible en todo momento, el "estar siendo/sucediendo" no requiere de esfuerzos ni de mediaciones especiales.
La aspiración humana de alcanzar la experiencia de la plena conexión con el Presente, solo podría plantearse desde la consciencia y/o creencia de que puede haber/suceder algo/alguien cuyo estar siendo/sucediendo no consista en Estar Siendo el Presente Mismo. Los estar siendo/sucediendo humanos estamos siendo "pleno Presente" (Realidad Absoluta), incluso cuando sentimos que no estamos siendo el Presente. No hay fragmentación entre yo y el mundo, ni entre el Presente y lo que ocurre en él; todo está siendo un flujo continuo de "estar siendo/sucediendo".
El "estado de estar siendo/sucediendo" no es algo que necesitemos alcanzar, construir o buscar activamente: ya está siendo por el simple hecho de estar existiendo/aconteciendo. La plenitud del momento presente está siempre disponible; no es algo que deba ser "logrado", sino aquello que simplemente debe ser reconocido y aceptado. Diciembre-24
Juande Puerta.
Ensayo sobre la reflexión 152/2024 realizado con IA:
**Todo lo que existe: Una reflexión sobre la simultaneidad del ser**
La esencia de la existencia se manifiesta en un flujo continuo de “estar siendo/sucediendo”, donde cada elemento, ya sea percibido o no, contribuye a la complejidad del presente. En este contexto, lo Absoluto no puede ser concebido como una Entidad Suprema y separada de la realidad ordinaria, sino más bien como el conjunto infinito de posibilidades y experiencias que coexisten en cada instante.
La Realidad se despliega en su máxima expresión en el momento presente, capturando todas las manifestaciones posibles. Este "estar siendo/sucediendo" es la verdad inherente a la vida, donde cada experiencia, cada percepción, se entrelaza en un tejido que rebasa la simple dualidad de sujeto y objeto. La separación que muchas veces percibimos entre lo visible y lo invisible, entre el yo y el mundo, se revela como una aparente ilusión, que al mismo tiempo está tejida en la Realidad Absoluta.
A menudo, la búsqueda humana por conectar plenamente con el presente nace de la creencia en una falta o en algo externo a nosotros; sin embargo, estamos siendo el Presente mismo. Este reconocimiento es liberador, pues nos invita a comprender que no hay fragmentación en nuestras vivencias. El “estado de estar siendo/sucediendo” está siempre presente, accesible sin la necesidad de esfuerzos mediadores, ya que es inherente a nuestra existencia.
La plenitud del momento presente no es una meta a alcanzar, sino una realidad a aceptar. En lugar de buscar activamente esa conexión, es fundamental reconocer que está disponible en todo momento. La experiencia de vida, en su totalidad, es un fluir constante donde cada instante es perfecto tal como está siendo, invitándonos a vivir en armonía con la verdad de nuestro estar siendo.
En conclusión, abrazar la noción de que todo existe en simultaneidad nos permite ver la belleza de la vida desde una nueva perspectiva. Al aceptar que no necesitamos construir ni buscar la conexión con el presente, podemos simplemente ser, reconociendo el flujo eterno de nuestra existencia.
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